Nos volvemos a ver en poco más de un mes, estén atentos a las respuestas de sus reviews al final del cap, así interactúo de forma justa con quienes tienen cuenta y con los que no… y así pueden curiosear si les parece je je…

Nadie me ayudó con eso de los foros, retos, comunidades… -.- se les va a partir la silla, que lo digo yo. Y si no lo leen ahorita, al final se los repito.


Los personajes de Naruto no me pertenecen, son obra de la mente creativa de Masashi Kishimoto.

Capítulo 10: Adaptarse

El cielo empezaba a aclarar antes que el astro rey pudiera vislumbrarse por las montañas al este de la aldea y la humedad de la madrugada iba despejando con el paulatino aumento de la temperatura. Aún reinaba el silencio en el ambiente y quizá sólo los shinobis en servicio y los madrugadores mercaderes estuvieran alistándose para dar inicio al día.

– Antes de que te vayas, tengo algo que hablarte –inició el mayor justo cuando pusieron un pie fuera de la torre del Hokage camino al conjunto Uchiha.

– Hnp.

– No fuiste con Izumi –fue directo aun estando calmado– No tenías que mentir con eso.

El pelilargo mantuvo la vista al frente y sólo por una fracción de segundos la desvió a su interlocutor.

– ¿Por qué crees que mentí? –preguntó evasivo.

– La vi al día siguiente, preguntó por ti como quien no sabe de alguien en mucho tiempo –aunque lo miraba de forma interrogante, su mirada no elaboraba ningún juicio a su mejor amigo– No era necesario…

– Sabes que sí –interrumpió– ella debía encontrar razones para marcharse, razones reales.

Shisui pasó la mano por el cabello, desordenándolo un poco y respirando profundo.

– Sigo sin pensar que fuera la manera. Ella igual asumiría su misión.

– ¿Por qué siempre eres tan positivo respecto a Sakura? –lo encaró extrañado por la actitud confiada que tenía su amigo respecto a lo que encomendaron en la chica.

Era buena, sí, siempre fue una buena kunoichi y él lo sabía. Sin embargo, la idea de que la escoria de Orochimaru estuviera tras usuarios del sharingan lo irritaba, más aún por lo cerca que estuvo de Sasuke. Kami sabe que si alguien como Orochimaru osara atentar contra su hermano, tendría un reloj en cuenta regresiva para morir. Por eso, no entendía la confianza de Shisui, era su hermana a la que acababan de poner en manos de un ninja renegado fanático de los experimentos en humanos.

– ¿Y tú por qué siempre tan negativo respecto a ella? –se burló en retorno.

Itachi vio con ojos afilados a su amigo, suspicaz al retorno de una pregunta, justo como él había hecho antes. La diferencia es que, tratándose de ellos dos, él solía ser más flexible en compañía del mayor; a Shisui, en cambio, difícilmente se le escapaban cosas.

– No soy quién para contradecir órdenes, sin embargo ¿no crees que pueda ser demasiado?

– Estás preocupado ¿Eh? –sus labios se curvaron un poco hacia arriba y seguidamente suspiró, el tema no era un juego en lo absoluto– Quién sabe, supongo que lo veremos… Tú tenías un poco menos de edad cuando se presentó el conflicto del clan.

– Eso no pasó a mayores.

– Sí, pero si hubiera pasado… ¿Crees que no hubieras podido llevar la carga? –interrogó con la mirada fija a pesar de que conocía la respuesta– Somos shinobis, Sakura también lo es –hizo una pausa dejando en entredicho todo lo que sus palabras significaban. Ellos se conocían lo suficiente para que la comunicación fuese apenas la justa y necesaria por lo que siguieron su camino– En fin… Gracias por preocuparte y supongo que también por el empujón que le diste –comentó aliviado luego de unos minutos el pelinegro de ojos gatunos, a lo que el otro sólo asintió– ¿Cuándo partirás?

– Pronto –no necesitaba ser específico con Shisui, ni necesitaba despedirse de él tampoco– antes debo dejar las cosas en orden con mi padre –el mayor asintió satisfecho y cada quien siguió su camino al entrar en el distrito.


Al llegar a su casa, Itachi se anunció como normalmente lo hacía al tiempo en que se quitaba las botas del uniforme en la entrada. Mikoto Uchiha ya se encontraba en la cocina dispuesta a comenzar las faenas como madre y esposa del jefe del clan.

– Okaeri, apenas comenzaré a hacer el desayuno, hijo –dijo amablemente Mikoto al pelinegro, luego terminó de ajustarse el delantal sobre la ropa– tienes chance de darte un baño mientras sirvo la comida –a lo que su hijo respondió con uno de sus usuales monosílabos.

Hizo su rutina aparentemente como cualquier otro día en que llegaba de servicio, sólo mucho más consciente de los detalles. Apreció cada objeto de su casa, cada color, cada sonido… Una vez dentro del baño, dejó que el agua le recorriera el cuerpo con tranquilidad. Notaba que los músculos aligeraban la tensión al contacto con el agua tibia. No podía saber con exactitud lo que le deparaba, pero entre más pronto pudiera iniciar su nueva misión, mejor sería para la seguridad de la aldea. Con estos pensamientos llenándolo de determinación, salió de cuarto de baño a su habitación cubierto por una toalla sujeta apenas sobre las caderas. Dentro se encontraba Sasuke sentado al borde de su cama, esperándolo.

– Sasuke –dijo como reconocimiento.

– Nissan –contestó. Estaba más serio de lo usual, y aunque Itachi ya sabía perfectamente el motivo, le intrigaba que Sasuke estuviera ahí frente a él, con la mirada en dirección al suelo con los brazos sobre las rodillas como buscando algo en su mente.

El pelilargo tomó sus ropas y se vistió en un minuto– Oka-san ya debe tener la comida lista, no la haré esperar –dijo para hacerle entender al menor que no esperaría por él hasta que decidiera hablar al tiempo en que se pasaba con descuido la toalla por el cabello. Una vez consideró que no estaría goteando por la casa, salió de la habitación y Sasuke fue tras sus pasos. En la sala, Mikoto empezaba a llevar los platos con raciones de tamagoyaki, arroz y sopa de miso y algo de fruta fresca picada.

– Que tengan buen provecho, disculpen por adelantarme a ustedes, debo salir –indicó revisando las cosas en su bolso de mano.

Ambos jóvenes se sentaron y agradecieron por la comida. Sasuke tomó el arroz cuando Itachi preguntó– ¿Otosan salió temprano?

– No, se quedó toda la noche en la estación, debe volver ahora –a lo que el moreno asintió– Dejen todo recogido, la señora Hisa no vendrá en estos días porque está resfriada –dijo en referencia a la mujer que la ayudaba en los quehaceres desde que había dado a luz a su primogénito– Nos vemos más tarde.

Una vez llegó a oído de los chicos el sonido de la puerta corrediza al cerrarse, el silencio se volvió un poco más pesado. Sasuke comía con desgano y hacía un gesto molesto con la boca al abrirla y no decir nada.

– No tengo tu tiempo, Sasuke –soltó mientras tomaba el penúltimo bocado de tamagoyaki– ¿De qué quieres hablar?

Sasuke volvió a hacer una mueca, incómodo, y bajó la mirada al plato– Nissan… –¿exactamente que iba a preguntar o a decir? "¿Qué le hiciste a Sakura?", no sonaba como lo más apropiado... o ¿pensaba explicar que había besado a la pelirrosa y luego de eso se había llevado el mayor desplante de su vida hasta el momento?

– Dime –lo apuró, pasó una mano llevándose los mechones de cabello hacia atrás aunque varios de ellos volvieron a su antiguo lugar.

– Sakura está rara, dijo algo extraño –como era de esperarse, el pelilargo no reaccionó con nada y seguía viéndolo interrogante– No me mires así, creo que es por tu culpa…

– ¿Mi culpa? –ahora parecía sorprendido, su hermano menor estaba arrojándole algo y señalándole en el camino.

– ¿Le hiciste algo? –regresó la pregunta, trato de tomar ventaja ahora que parecía haber sacado a Itachi de su estado impasible. A pesar de que fue directo, tuvo que esperar a que el anbu se decidiera a contestar.

– No veo por qué algo que haya hecho yo pudiera hacer que Sakura se comporte diferente contigo –contestó evasivo, sin poder mentirle frontalmente a su hermano respecto a la chica.

– No dije que fuera conmigo, estaba algo distante desde las pruebas chunnin –aclaró viendo a su hermano con más valor que antes– Igual sé que le hiciste algo, no estás siendo directo –lo acusó– y Sakura es demasiado transparente como para equivocarme con ella.

– Hmp… –una de sus más grandes preocupaciones volvían a darle la razón en palabras de Sasuke. La chica era demasiado transparente como para no haberla herido y dejar que se fuera con Orochimaru sin motivos más reales que el hecho de aceptar una misión– Si ella es demasiado transparente, no veo entonces por qué vienes conmigo.

– Ella… –pensó bien cómo decir lo siguiente, aún no asimilaba nada de lo que había pasado con la joven unas cuantas horas atrás– dijo que se iría. Nissan, no te hagas el tonto conmigo, si le hiciste algo a Sakura más vale que lo enmiendes.

– No veo cómo es que sigues haciéndome responsables de lo que dice o hace tu compañera de equipo –se sentía un poco absurdo y contrariado por el señalamiento de Sasuke, por no mencionar que además lo contrariaba su postura luego de haberlo visto besándola por su propia iniciativa. Tomó su plato de la mesa y se dirigió a la cocina ordenar y limpiar.

– Pues mi compañera de equipo está enamorada de ti –si estaba buscando la forma de llamar la atención del anbu, esta vez lo había logrado. Por un par de segundos, su hermano mayor detuvo lo que hacía y se volvió a encarar al menor con una ceja en alto, incrédulo por la afirmación y la seguridad del menor.

– ¿De dónde sacas eso? –el genin hizo un gesto de fastidio ante la pregunta– Pareces estar muy seguro.

– Te digo que Sakura se va de la aldea y eso es lo que preguntas ¿Es en serio?

– Afirmaste algo que estaba fuera de lugar.

– ¡La oí decir eso! ¿Está bien? –dijo impaciente. Pocas personas podrían alejarlo de su tranquilidad, pues lo que a muy pocas personas le sucediera era importante para él. Sakura era su mejor amiga, así nunca se lo hubiera dicho; y su hermano era inexplicablemente importante para él. Si algo pasó entre ellos, no lo quería saber, pero esperaba que se pudiera arreglar sin tanto conflicto. Y si Itachi ademas no se daba por enterado por el... abordaje que tuvo hacia Sakura, mucho mejor. Lo que no podía asegurar, pues el gesto de incredulidad en los ojos de su hermano mayor no le daban grandes esperanzas de que todo volviera a ser como antes– ¿Ves que no estoy fuera de lugar? De verdad no entiendo en qué momento ustedes… congeniaron… pero soluciona lo que sea que haya pasado.

El joven de cabello largo observaba con atención a su hermano, ambos podían afirmar que cierta pelirrosa era transparente con sus emociones y sentimientos, pero Sasuke no era de los que prefería disimular tampoco. Había esperado algo más de drama que votos de confianza en su favor, de hecho luego de que soltó que sabía de los sentimientos de Sakura, incluso se había quedado esperando por un poco de celos… ¿Por qué la besó entonces?

– ¿Qué? –preguntó el genin ante la mirada que lo perforaba.

– Pudiera ser sólo algo de drama… ¿Por qué estás tan preocupado por Sakura?

– Hnp… es mi compañera de equipo… –Itachi cruzó los brazos en muestra clara de insatisfacción con la respuesta– Está bien, no tengo como mas explicarlo. Ella… es importante –dijo mucho más bajo– sólo arréglalo ¿sí?

Dicho esto, él más joven también colaboró en dejar en orden algunas cosas en la cocina, debían cerrar la conversación en ese punto ante la proximidad del chakra de su padre que casi se sentía en la casa. El jefe del clan y comandante de la policía llegó con un parco "Tadaima", a lo que sólo Sasuke respondió casi igual de parco.

El mayor de los hijos de Fugaku tomó una respiración honda y se acercó al menor para decirle casi susurrado– Lo siento, Sasuke… Ahora no puedo –dió un suave toque con dos dedos en la frente del genin– será la próxima vez.


Debía tener casi 24 horas desde que salió de la aldea cuando se encontraba a pocos kilómetros de ingresar a Otogakure no Sato. Iba acompañada de los cinco del sonido en el momento en que cerca de la frontera del país de Fuego con el país del Sonido (antes conocido como el Territorio de los Campos de Arroz, hasta que cierto Sannin tomó el dominio de sus aldeas) un grupo jounin de konoha los rodeó. Los ninjas del sonido le habían propuesto llevarla en un contenedor sellado, mas ella se opuso por querer dejar en claro que no se trataba de un secuestro, ella iría evidente y voluntariamente con su nuevo maestro.

Uno a uno, cuatro de los cinco del sonido fueron abandonando la unidad para detenerse en batallas individuales contra los centinelas enviados por la Hoja. "Bien, menos gente a disposición de Orochimaru", pensó la chica. No había sentido ninguna intención de aprecio de parte de los cuatro más jóvenes, aunque no sabía si era a causa de ella o del joven de cabellos blanco que los lideraba, igualmente no era relevante que ellos cayeran a manos de ninjas de Konoha (una parte de ella estaba satisfecha con eso) o que el que parecía el líder no contara con la estima de sus copartícipe, le daba igual. O eso pensó cuando un kunai fue enviado en su dirección y este fue bloqueado por un arma hecha de ¿hueso?

– Este último parece que en vez de quererte de vuelta, prefiere verte muerta –comentó interesado mientras avanzaban sin divisar al enemigo.

– O quiere que pienses eso para que te preocupes y te desconcentres –sugirió.

– ¿De qué bando estás? –cuestionó él, observando las reacciones de la kunoichi con cuidado.

– Del mío –afirmó ella viéndolo a los ojos sin dar espacio a dudas.

El shinobi la miró con anhelo. "Orochimaru-sama ha escogido un recipiente nuevo que no está dañado como yo. Debe llegar a salvo cueste lo que cueste", pensó– Entonces debes llegar a Orochimaru-sama en una pieza.

Él siguió con ella hasta que tres tigres de tinta se abalanzaron contra ellos y él se giró a enfrentarlos.

– ¡Sigue! –ordenó. Ella frunció el ceño antes de continuar, reconocía la técnica y por lo tanto reconocía al oponente.

No conocía el nivel de dificultad que podía darle este sujeto a su excompañero, Sai. "¿Kimimaro, había dicho que se llamaba?", trató de recordar… Más a su mente llegaron recuerdos del estado en que Kiba, Neji, Chouji, Lee y Shikamaru… Sai también debía ser un niño de trece como ella, quizá catorce años, era posible que ya fuera un anbu a pesar de que Ne había sido desintegrada luego de que su jefe conspirara contra el clan Uchiha. Pero eso no le daba seguridad de que no terminara gravemente herido.

Desobedeciendo la orden que había recibido y en favor de proteger al pelinegro, se interpuso entre Kimimaro y la posible ubicación de Sai cuando dos nuevas bestias de tinta se arrojaron en su dirección. Con maestría, hizo los sellos para hacer salir al ninja oculto en las copas de los árboles. Katon: Hōsenka no Jutsu. En breve, un joven pálido de cabello y ojos negros salió de los árboles con rapidez empuñando el Tanto directamente a ella.

– Te dije que siguieras –espetó junto a la pelirrosa al repeler el ataque con su arma ósea, haciendo retroceder al joven algunos metros de distancia, su propia fuerza no parecía ser la mejor a pesar de que estaba determinado a cumplir con la misión de llevar a la pelirrosa ante su maestro.

– No sigo tus órdenes –refutó. El tiempo en que Kimimaro tardaba en responder luego de haber repelido a Sai, le permitió divisar la oportunidad de mandar un golpe de chakra con sus puños para desestabilizar el terreno y dejar atrás al anbu– ¡SHANNARO!

En situaciones normales, ese golpe no habría sido capaz de hacer estragos hasta más de doscientos metros, pero la adrenalina y el estrés del momento liberaron el sello maldito potenciando el ataque 5 veces más de lo usual. El estruendo era como ninguno que hubiera provocado antes, su sharingan también se había activado de forma automática y podía evaluar cada milésima de segundo que transcurría a su alrededor.

Como reflejo, ella dio un brinco en dirección opuesta al daño que su técnica causaba. Pudo notar la sorpresa, y hasta un dejo de pánico en los ojos del ninja de la hoja, antes de que la superficie terrestre se hiciera un caos a su alrededor y este tuviera que evadir el ataque, dejándole a ella un leve remordimiento pues no podría saber si le había podido causar algún daño grave. También fue consciente de la sorpresa reflejada en el gesto de la cejas de su nuevo compañero –si es que podía considerarlo de esa forma.

– Vámonos –apuró al joven de ojos verdes.

– No estamos seguros de que esté muerto –refutó con seriedad.

– No tiene que estarlo, pero no regresará si está solo.

Él asintió secundando su argumento. Ciertamente, no podía percibir que ninguno de sus otros atacantes pudiera unírsele pronto, y ese último shinobi de la hoja no podía ser tan tonto como para enfrentarse dos contra uno… mucho menos después de ver parte del poder de ataque de la kunoichi.

"Ya está hecho…", se dijo casi sin poder creerse que estaba a un paso de cambiar su vida por completo. "Sí, –contestó su inner– después de ese ataque de muerte, puedes considerarte enemiga oficial de Konoha", y no pudo discutirse lo que la parte honesta de ella le había lanzado como balde de agua helada.


Veía a su padre negado ante él. Esperaba hacerlo razonar y que entendiera sus decisiones, esperaba tenerlo de su parte, pero sobre todo, no esperaba que resultara sencillo.

– ¿Por qué no Hatake? ¿Por qué mi hijo es quien debe ir tras esos rufianes siendo uno de ellos? Eres nuestro heredero…

– Padre, no soy en quien todo el clan quisiera confiar. Tú sabes más que nadie en donde ha estado mi lealtad siempre –la mirada de Fugaku se ensombreció ante el comentario– Es por eso que esta es una misión para mí.

Su expresión era severa pero luego de pensar lo que su primogénito le confiaba, en su mirar sobresalía la incredulidad– ¿Por qué me lo dices? –esperó una explicación, un shinobi como Itachi no era del que argumentaba sus acciones, las llevaba a cabo sin más.

– Por el respeto que crees que no te tengo a ti… y al clan –espetó neutro sorprendiendo a hombre– También necesito una coartada sólida frente a la aldea, sólo tú puedes dármela.

Era así, si había alguien que podría cubrir los rastros de Itachi y hacer ver a todos que había dejado la aldea, era Fugaku. La relación padre e hijo que llevaban era casi invisible ante la aldea. Pero en el clan, desde el consejo hasta el mismo Fugaku, sabían que Itachi no era un ninja al cual pudieran controlar no sólo por lo poderoso que era a su corta edad, sino por los ideales tan fuertes que mantenía y que previa a la rebelión fallida habían descubierto. El jefe del clan, quizá por el hecho de que se tratara de su propio hijo, no generó rencores y calmó el de los otros miembros del clan pues más allá de las diferencias, podía entender a su hijo.

– Debes expulsarme del clan –mencionó reflexivo– hacer lo que igualmente harías a largo plazo, favorecer a Sasuke nombrándolo heredero del liderazgo de los Uchihas.

– Tenía esperanzas en que me dieras motivos para no hacer eso, Itachi.

– Lo sé. Pero yo no iba a dartelas, Otou-san. Sasuke lo hará bien.

Fugaku lo miraba con seriedad. No había nada que hacer, luego de años había entendido el camino ninja que había tomado su hijo: el del sacrificio. No había día en que no se sintiera orgulloso de él, aun cuando difieran.

– Te perseguirán como a un criminal –señaló resignado.

– Seré un criminal para proteger a la aldea, –de repente sus labios se curvaron ligeramente hacia arriba debido a un pensamiento más honesto– sólo no dejes que Okasan o Sasuke vayan tras de mí.

– No te preocupes por Sasuke, –el líder del clan tomó una respiración profunda– es por tu madre por quien no respondo…


Los dos shinobis llegaron a salvo a las puertas de uno de los escondites de Orochimaru en Otogakure, donde el Sannin se encontraba deseoso por la llegada de su nuevo recipiente. Al ver a los jóvenes aproximarse a él, siseó de emoción y lanzó una risa.

– Vaya, Kimimaro, veo que a pesar de tu condición has logrado traer sana y salva a Sakura-chan –sonaba como una burla, o al menos eso le pareció a la pelirrosa. "¿Condición?", luego indagaría al respecto.

Al descender a la guarida, ella pudo sentir como el aire que respiraba estaba lleno de humedad y muerte. No era muy distinto a una morgue, con la diferencia de que las antorchas desplegadas en los pasillos parecían tratar de consumir parte del hedor. No podía esperar nada mejor, de hecho se había mentalizado a no esperar particularmente nada.

– Es verdaderamente sorprendente –secundó otra voz tras Orochimaru, nada más y nada menos que la sabandija de Kabuto. La permanencia en ese sitio iba a crearle una resistencia inigualable a las náuseas– Una lástima para ti que encontráramos tu reemplazo a ser el próximo cuerpo de Orochimaru-sama.

El joven de cabello blanco no contestó de inmediato, de hecho ni siquiera se veía perturbado por las palabras que dirigían hacia él– Al contrario, yo puedo ser inservible como cuerpo de reemplazo. A pesar de eso, seguiré cumpliendo con los deseos de Orichimaru-sama mientras pueda.

La chica se quedó estoica ante la respuesta tan devota que dio el joven frente a ella. "¿A él le hubiera gustado estar en mi lugar?", exclamó para sí "¿Cómo es posible que este ser sea capaz de arrastrar gente a su causa… o es que acá todos están locos?"

– Bien, bien –aprobó el sannin– ¿Qué le sucedió a los demás?

– No lo lograron –el peliblanco miró con respeto, aunque su tono denotaba completo desdén.

– Qué pena… –siseó el mayor.

– No lo creo –rebatió avanzando para quedar entre su maestro y Kabuto, restándose importancia a sí mismo en la reunión espontánea– sólo eran basura.

"Tampoco parece que le importen sus compañeros", evaluó. Había pensado que Kabuto era un ser despreciable, pero tal parecía que Kimimaro no escapaba del molde de personas que se pudieran alinear con Orochimaru. Hasta ahora, ella siempre se había apoyado en sus compañeros, en sus maestros, en su familia, en Shisui. Sin poder evitarlo, el estómago se le hizo un nudo y por primera vez tenía en consideración que quizá una misión de este tipo, en solitario, podría ser mucho para manejar mentalmente.

"Naruto, Sasuke, Shisui… Ita-", silenció la voz que en su cabeza quería llevarla a momentos de nostalgia y sentimentalismo. "Podemos con esto", reaccionó su inner con la mayor seriedad de la que había mostrado antes… Siempre se trató de algo mucho más importante que ella misma, por lo que sí: por Sasuke, Naruto y el mundo shinobi, ella podría con esto, tenía que.

Así, resuelta a enfrentarse al nuevo terreno de batalla, donde mentalmente tendría el mayor reto, empezó a establecer sus puntos frente al Sannin luego de que este le diera oficialmente la bienvenida.

– Gratamente estoy dispuesta a ser tu próximo cuerpo –expresó de tú a tú, si los demás iban por la vida besando el suelo que el Sannin pisaba, ella no sería uno más de sus discípulos. Sería LA discípula y no menos– sólo cuando estemos de acuerdo en que he alcanzado mi máximo potencial.

El eco del pasillo subterráneo hizo que la risa del hombre le erizaran los vellos de la nuca, más no lo mostró. Mantuvo sus ojos negros fijos en él y el ceño fruncido, claramente el conocerlo de antes y convencerse a sí misma de su deber no le permitía dejarse intimidar.

– La arrogancia de los Uchihas, únicos entre todos los países… Por supuesto, me complace que hayas venido a mí en busca de poder –la miró como carnívoro ante su presa– Seré el maestro que buscas, te haré la mejor kunoichi en muchos años, alcanzarás niveles que tus compañeros nunca podrían alcanzar de forma ordinaria… camaradas de clan incluidos… Te haré la versión más poderosa de ti, pero que quede claro –entrecerró los ojos y levantó ligeramente el mentón a pesar de que la veía hacia abajo por la diferencia de estaturas– Tú cuerpo será mi herramienta a futuro.

Parecía que sus palabras encerraban más de lo que decían, sin embargo no significaban nada nuevo a oídos de la chica. Asintió e inmediatamente dijo– Hay algo más –nadie de los presentes la interrumpió y de hecho notó la relevancia que tenía su presencia al percibir que los tres presentes la observaban con interés– Nada de ataques a Konoha.

El sanin rió por lo bajo– Es un trato entonces –cerró Orochimaru.


Itachi: 1 año y ½ después de desertar el servicio a Konoha tras la disputa sobre la herencia del liderazgo del Clan Uchiha, que recayó en Sasuke Uchiha.

Adaptarse. En innumerables momentos había pensado que ya se había adaptado a estar rodeado de la escoria que representaban los miembros de Akatsuki, una organización que en sus inicios buscaba acabar con la tiranía y la opresión a través de medios pacíficos y en defensa de aquellos que fueran los más desprotegidos dentro de todas las regiones del continente, pero que tras la muerte de su fundador Yahiko, uno de los huérfanos del país de la lluvia, cambió sus métodos e integrantes hasta volverse una organización criminal constituida por varios ninjas renegados de Clase S que atendían a propósitos sádicos, egoístas, mercenarios… Todo como una forma de hacer sentir a las grandes naciones lo que el dolor significaba, el leitmotiv de lo que su nuevo líder Pain profesaba.

Ese hombre que casi nunca se mostraba ante ellos en su cuerpo, pero sí a través de sus cadáveres, se encontraba acompañado la mayor parte del tiempo de dos mujeres. Konan, una joven de mirada triste, cabello azul y ojos ámbar que funcionaba como mano derecha y mensajera de los deseos de Pain; y Takako, por la forma tonta y femenina en la que hablaba, asumió que se trataba de una mujer, pero tras año y medio de convivencia y observación de todos y cada uno de los miembros de Akatsuki, sabía que debía ser alguien con algo más de edad que el promedio del grupo, aunque tuviera las actitudes o la madurez de una adolescente. Más como nunca había visto su rostro, no podía asegurar que las canas que se coleaban en la negra cabellera larga eran de alguien mayor.

Por órdenes que no podía contrariar estaba asignado como compañero de Sasori, un marionetista desertor de Suna cuya apariencia real tampoco conocía debido a que el marionetista siempre se encontraba dentro de una de sus piezas: Hiruko. De todos a los que le pudieran asignar como compañero, el ninja de la arena roja (apodo que acogió por la sangre que dejaron sus enemigos en la tercera guerra mundial) no estaba tan mal. No era escandaloso como Deidara o Hidan, tampoco era cínico como Kisame, ni era un vulgar mercenario como Kakuzu… Era compañero de un criminal, eso no podía olvidarlo, pero al menos no parecía tener grandes motivaciones con los delitos que cometía.

Adaptarse. Luego de tener que reprimir y amenazar pequeñas aldeas, asesinar a algunos equivocados que pensaban que podían defenderse de Akatsuki, robar en algunas ocasiones cuando las cuentas de Kakuzu no eran suficiente para la manutención del grupo… luego de todo esto y más, estaba claro que nunca podría adaptarse a esa vida y a esos seres, tanto como era evidente que esa misión que recaía en sus hombros no la deseaba a ningún otro camarada de la aldea de la Hoja.


Sakura: 1 años y ½ después de perder el rumbo y unirse a Orochimaru

Supo cómo recoger los pedazos rotos de su corazón tras abandonar su hogar y no sentirse correspondida, nuevamente, en el amor. En el fondo lo sabía, era una tonta, pero al menos una tonta que había tomado la decisión correcta por su aldea. Esa aldea a la que le debía lealtad y amor hasta el fin de los días, la misma que la había hecho la única kunoichi chunin del país del fuego en su promoción. Al comienzo de su carrera como ninja, había pensado que Tsunade y Shisui eran los más exigentes con los entrenamientos; no tenía idea, ellos ni se acercaban al rendimiento que le exigía Orochimaru diariamente. Era su verdugo personal, odiaba muchas cosas de ese hombre: la falta de principios era lo primero, sádico con la miseria ajena era lo que lo secundaba. Pero algo debía atribuirle, por mucho que le costara, el sannin era un buen maestro.

En año y medio, había tenido los más importantes progresos en ninjutsu, genjutsu, taijutsu y jutsus médicos. Ahora no sólo podía usar jutsus de fuego, también había descubierto y desarrollado la afinidad con el elemento tierra, lo que últimamente le había proferido el letal Kekkei Genkai del Yoton o elemento lava. Y nada de esto lo hubiera logrado sin la asquerosa presión que Orochimaru ejercía sobre ella para que alcanzara nuevos límites.

La ambición del hombre por su cuerpo para hacerse más poderoso lo llevó a hacerle recientemente una de las más estúpidas sugerencias a la chica, que para mejorar su dojutsu y llevarlo al más alto nivel, debía encontrarse con uno de sus antiguos compañeros de equipo y asesinarlo para alcanzar el Mangekyo Sharingan. En el momento, su boca emitió un chasquido como respuesta y el Sanin tuvo para reírse al menos un día entero, procuraba estar lo más controlada y ajena como era posible y el sujeto supo cómo cabrearla.

Adaptarse, adaptarse a los juegos del sannin que la entrenaba, el temor de gran parte de los súbditos que su maestro tenía, a la sensación de eternidad que tenían sus días en ese lugar. Sin duda alguna, debió aprovechar de mejor manera sus días en Konoha, si sus sentimientos no fueron correspondidos ya no tenía importancia, pero habría canjeado todos los centímetros de su ahora larga cabellera con tal de abrazar nuevamente a Naruto y decirle a Sasuke lo mucho que sentía la manera en que se fue.


Respuestas a los reviews (en orden de aparición):

Hitsugaya Ren: Te respondí al privado al ver que tu review fue una interacción directa a la actualización del cap anterior. Sin embargo, lo mejor será ver qué pasa en este fic. No comas ansias y cuéntame qué te parece. Saludos!

Joanayagarcia:Explícame qué es el "chote" jajajaja. Ya que lo amaras me dió a entender la buena vibra de esa observación tuya entre lo que pasó con Sasuke y Sakura en el cap anterior. Yo he leído lindos SasuSaku como otros muy traumáticos e igualmente bueno, pero en el anime la verdad no me encantaba la pareja: mucho masoquismo para mi gusto a pesar de que era obvio que Kishimoto los quería juntos.

Nizuke: Habrá unas cosas que no te responderé, porque será la historia quien lo haga, pero creeme que he tenido en cuenta todo lo que me has escrito. De hecho, reviews como los tuyos me hacen notar esas cosas que obvio y que sé que debo completar en el cap siguiente -si así lo veo conveniente-. Espero que este cap en general sirva de respuesta para un par de cosas y te haga odiar menos a Itachi, aunque para mí todos son humanos y no quiero chicos o chicas perfectos/as. Ya quiero leer qué te ha parecido. Gracias por los buenos sentimientos respecto a mi país y la situación, de verdad, con el alma te doy las gracias.

Aspasita: Qué gracia… no, pero si no es un juego! Creeme que todo va muy muy en serio xD

Mayleth: Hola! Gracias por leer Rewrite! Me alegra mucho que la historia sea de tu gusto. Los giros… ay los giros, jeje es que sin eso no se avanza. El breve SasuSaku fue como un desquite para mí, la verdad es que tampoco lo medité mucho y dejé que cada uno hiciera lo que era más lógico -jeje para mí- dentro de la trama. Espero leerte!

Gabi2801: MUCHO DRAMA… Horrendo, no me gusta la vida con drama y le lancé casi todo al cap anterior jajajajaja *u* awww ¿cap favorito? ¿en serio? Que bueno… aunque aun falta, así que imagino es un "por ahora". Cochina, "Orochipedofymaru"... NO, ni en chiste, no… N-o, NO… jajajajaja vaaaaamos a ver qué pasa, pero eso NO!

Kyrah: Hola! pues no, no la voy a abandonar, no puedo actualizar muy seguido (aunque, ojo, que hay quienes actualiza veces al año...) pero lo cierto es que este proyecto me lo tomo en serio porque también le tengo cariño a la idea de un ItaSaku, de una historia alternativa (aunque no perfecta) para los personajes. Gracias por escribirme, también espero leerte!

Ale: jaja, pues pide y se te dará!

Gorrionfantasma: Bueno, aún le falta, dale chance a ver jeje no he leído la primera historia que mencionaste, pero cerezo de otro tiempo sí y también me encanta. Espero leer qué te ha parecido.

MayuraKarin: creo que me dio algo de flojera escribir la invasión, no creí que podía aportar mucho, sin embargo creo que lo tendré en cuenta si luego edito el fic. Por ahora, pura actualización ;) No, las promociones a chunin no estuvieron claras, pero no era el foco, en este cap hay otra pista/aclaratoria más no he dicho todo aún, en otros ámbitos creo que la actualización de este nuevo cap si te deja más paz con las dudas (tú me dirás si no). De acuerdo al 1000% con que Sakura salga del nido, de hecho en el anime no soportaba momentos de inmadurez de su parte porque todo lo que me pasaba por la mente era "falta de calle…". Espero leerte!

Arapyanime: JAJAJAJA oye… no puedo spoilear! xD

Sasusakulove14: Hello! Gracias por unirte a los seguidores de Rewrite! Me alegra haberte emocionado, supongo que el drama del penúltimo cap tuvo que ver… ya me dirás! También espero leerte pronto!

LooneyintheNorth: pana, la más esperada tú… Mira que ser quién eres y dejar el review de última en el cap anterior… Qué risa tu "hombre al fin" xD jajajaja, chica, no generalices… Aunque tienes parte de razón. Debes ser la única a la cual le gustó que Itachi se uniera a Akatsuki, que bella jajajaja por contraste creo que te falta un tornillo (?) Como a mí (?) Yeiiii.

Nadie me ayudó con eso de los foros, retos, comunidades… -.- se les va a partir la silla, que lo digo yo. Y si no lo leen ahorita, al final se los repito.

Gracias a los nuevos y los viejos seguidores y fans. Dejen reviews como gasolina para seguir!

Esperen el siguiente cap, ya tengo unas ideas bocetadas por ahí, demos gracias a Drive por permitirme escribir casi en cualquier lado y no perder las ideas con los recientes apagones de luz.

¡Nos leemos! Les quiere,

Between White and Black