Disclaimer: Inuyasha y sus demás personajes no me pertenecen, son de la autora Rumiko Takahashi. La trama de la historia por el contrario, es completamente mía que fue creado sin ánimos de lucro y con el fin de entretener.
Sombras del Pasado
Capítulo 1: Celos
El sol cálido del atardecer se ocultaba lentamente por el horizonte del cielo con algunas nubes, dando paso a los colores violáceos y azules de la pronta oscuridad de la noche. El peculiar grupo de seis miembros compuesto por un malhumorado medio demonio, una joven del futuro con poderes espirituales —y vestida con unas prendas cortas poco peculiares de la época en la que se encontraba—, un lindo y tierno pequeño kitsune, un monje que tenía cierta debilidad por las mujeres bellas y una fuerte y hermosa exterminadora de demonios junto a una pequeña gatita de dos colas caminaban buscando alguna aldea en la que poder descansar. Ya pasaron tres días acampando fuera y necesitaban un buen descanso en un cálido futon y refugiarse de la pronta lluvia que amenazaba por desatarse... según el buen olfato canino de cierto joven con cabellos plateados y ojos dorados que había previsto durante el amanecer.
—Mira Inuyasha, ahí hay una pequeña aldea. —Le señaló Shippou quien estaba apoyado en el hombro del monje.
Antes de que alguno pudiera pronunciar palabra un sonoro ruido proveniente del cielo cubierto por nubes grises y negras se hizo escuchar por todo el lugar; seguido de una serie de rayos que cayeron en varios árboles e incluso en la aldea en la que a unos metros se encontraban dando paso a las crecientes llamas del fuego, arrasando con todo a su paso. Poco después, una lluvia torrencial los mojó de la cabeza a los pies.
—¡Tenemos que ayudar a esas personas, Inuyasha! —Exclamó Miroku al híbrido tomando su báculo y junto con Sango montada sobre Kirara —quien ya se había transformado—, salieron en dirección a la aldea.
—¡Lo sé, Miroku! —Respondió frunciendo sus cejas negras.
Algo no andaba bien, presentía que no era una tormenta cualquiera... Alguien estaba involucrado en esto pero ni Miroku, Kagome o él sintieron ninguna presencia maligna ¿Estaría equivocado?
—¿Inuyasha? —La suave voz femenina de Kagome lo sacó de sus pensamientos.
Al voltearse a verla la vio empapada igual a él, sólo que su ropa prácticamente se le pego como una segunda piel dejando a la vista del hanyou una diminuta prenda que cubría... Volteó sonrojado hasta las orejas y rápidamente se quito su haori y se lo colocó por sobre su cabeza sin inmutarse en mirarla, prefirió obsevar la tierra mojada que ya comenzaba a llenarse de lodo ensuciando sus pies descalzos.
—Cubrete con esto. Aunque esta mojado te ayudará a que no pesques un resfriado. —Mintió con un suave sonrojo rosa teñido en sus mejillas. No podía decirle la verdadera razón, era demasiado vergonzoso.
La joven sin entender el repentino comportamiento nervioso de su acompañante miró la prenda de color rojo que había sido puesto sobre su cabeza y después miró su ropa empapada dándose cuenta de la razón de su nerviosismo ¡Debido a la lluvia que los asoto Inuyasha había visto su...! Los colores se le subieron al rostro ¡Qué la tierra se la tragara!
—¡Siéntate! —Gritó debido la verguenza causando que Inuyasha cayera al suelo—. ¡Siéntate! ¡Siéntate! ¡Siéntate! ¡Siéntateeee! —Exclamó eso último y se marchó corriendo. No podía verlo a la cara ahora ¡Idiota!
Mientras una silueta femenina corría hacia la aldea, con gemidos de dolor y gruñidos de enojo el medio demonio se levantó del suelo mostrando su precioso rostro de tez bronceada cubierto de lodo ¡Maldita Kagome! ¿¡Por qué demonios dijo "esa" palabra!? ¡Él sólo quería que otras personas del género masculino —incluyendo al pervetido de su mejor amigo—, no la vieran mostrando esa prenda que dejaba mucho a la imaginación!
—¡Estúpida, Kagome! —Mascullo furioso. ¡Más tarde se las iba a ver con él!
El presentimiento de Inuyasha había sido acertado, un demonio débil realizó un pacto con una bruja y obtuvo los poderes en los que implicaban los cambios de clima. Afortunadamente era tan debilucho que acabaron con la pobre existencia del demonio más rápido de lo que de imaginaron y también a la bruja que hizo el pacto. Después de ayudar a los aldeanos de ese lugar en el desastre que causó cierto híbrido de orejas caninas con sus técnicas de su espada Tessaiga, y luego de unos merecidos baños y cambios de vestimenta, Shippou, Inuyasha, Miroku, Sango y Kirara estaban reunidos esperando el banquete que les iban a ofrecer —órdenes del terrateniente de la aldea—, en recompensación por salvarles de una tragedia.
Mientras Miroku bebía sake que le ofreció una bella dama como pronunció de sus labios el monje, en menos de cinco minutos recibió una cachetada —cortesía de la señorita—, y un buen golpe del arma Hiraikotsu de Sango. Inuyasha estaba lanzando chispas por los ojos y gruñendo como un perro cabreado, aún no se olvidaba del mal rato que le hizo pasar la joven de cabellos azabaches y ojos del más exquisito chocolate. En el momento en que la discusión de la exterminadora y el monje se intensificaba cada vez más, la puerta del cuarto del banquete fue abierta dejando a la vista una figura femenina delante de ellos.
Kagome vestía una yukata de color rosa con pequeñas flores de sakuras, su cabello estaba adornado por una peineta simple pero que la dejaba ver aún más hermosa de lo que era. La mandíbula del hanyou se desencajó, frente a él estaba un auténtico ángel. Pasaron varios minutos sin que ninguno de los presentes dijera palabra alguna y rápidamente el joven de ojos azules con el pelo recogido en la coleta baja se acercó a la chica tomándola abruptamente de ambas manos.
—Benditos sean mis dichosos ojos por apreciar ver a semejante preciosidad. —Halagó el hombre besando el dorso de una mano—. ¿Le gustaría tener un hijo conmigo, señorita Kagome?
—¿E-eh? —Pronunció a penas ella y luego dio un pequeño salto aturdida ¡Tenía una mano en su trasero!—. ¡Kyaaa!
—Mirokuuuu —Rugió cual bestia salvaje el medio demonio.
Iba a matarlo. ¿¡Cómo se atrevía!? ¿Acaso no tenía suficiente con las aldeanas a las que le proponía un heredero? ¡Ahora él se iba a encargar de que no dejara descendencia con ninguna!
Nota de la Autora: ¡Hola! Soy nueva en éste sitio web y quería compartirles mi primer FanFic que escribí hace unas horas. Espero me den su opinión, acepto críticas constructivas para así poder mejorar y presentarles algo decente. Trataré de mantener a los personajes lo más IC posible.
Éste capítulo es tranquilo para prepararlos a lo que se viene (drama, mucho drama) pero también comedía (eso espero).
Nos leemos en el próximo capítulo ¡Bye bye!