Disclaimer: personajes de JK Rowling.

Nota: nada más que un gran 'LO SIENTO' para todos. Aquí está el capítulo.


A escondidas

IV

Cargando con su baúl y los nuevos libros Scorpius se apareció frente a la reja de entrada al castillo, en donde lo estaba esperando en persona la directora McGonagall.

—Es muy bueno volver a verlo, señor Malfoy —le dijo la anciana mujer, que seguía exactamente como él la recordaba: el pelo recogido en un moño, las gafas, el sombrero de punta y el rictus serio a pesar de lo amable que sonaba su voz.

—Lo mismo digo, directora —respondió, haciendo un gesto con la cabeza y encaminándose hacia la silueta del castillo.

Las palabras no fueron necesarias durante más tiempo mientras los dos caminaban hacia el interior de los terrenos, pasando cerca del Bosque Prohibido y el lago.

Scorpius comenzó a recordar los siete años que pasó dentro del colegio, las tardes con Hagrid que había compartido con Albus, las escapadas nocturnas al bosque que siempre los hicieron sentir felices y rebeldes por el choque de adrenalina y la sensación de hacer algo que rompía las reglas… las charlas en la mesa de Slytherin y los momentos de confesiones en los dormitorios, absolutamente todo lo que pasó con quien fue su mejor amigo y le dio una oportunidad por primera vez en su vida pasaron por su mente al enfrentarse nuevamente a la puerta de entrada del vestíbulo.

Y mientras iba recorriendo los pasillos de piedra en dirección a su despacho, le fue inevitable no volver a perderse en sus memorias. Esta vez quien lo ocupaba todo era Lily.

Lily y el primer beso que ella le había robado en uno de esos pasillos, cuando él ni siquiera había reparado en ella como algo más que la hermana menor de su mejor amigo y ella estaba dispuesta a demostrarle que no era solamente eso; Lily y la primer discusión que habían tenido porque él no quería ir al salón de té de Madame Puddifoot en San Valentín y ella sí; Lily y las incontables horas libres escondidos en algún aula en desuso para poder estar juntos y disfrutar de acompañarse mutuamente…

Hogwarts era el lugar que se lo había dado todo. Pero también representaba el momento en el que había renunciado a todo.

Y ahora tendría que vivir con las consecuencias, sin importar que llevara años haciéndolo.

—Esta noche será presentado ante sus compañeros de trabajo, señor Malfoy.— La voz de la directora lo sacó de su ensimismamiento, él se limitó a asentir con la cabeza.

Fue entonces cuando se dio cuenta de que la anciana mujer esperaba a que entrara a los que serían sus aposentos, y él así lo hizo.

Al ver el lugar una sonrisa espontánea acudió a sus labios.

—Es un despacho absolutamente perfecto, muchas gracias directora McGonagall —dijo.

Después de eso entró y se dispuso a leer un poco, esperando que pasaran las horas hasta la cena.


Lily estaba descansando en su habitación cuando unos golpes en la puerta la hicieron apartar la vista del libro que leía para ver quién podría importunarla, aunque ella ya se hacía una idea prácticamente exacta. Y no se equivocaba.

Su hermano Albus estaba del otro lado y cuando ella lo vio pudo distinguir el nerviosismo y la incomodidad al acudir a ella. Después de todo llevaban sus buenos cinco años hablando lo justo y necesario.

Y sin embargo, en esa ocasión, sólo ellos podrían entenderse perfectamente.

Ella ya sabía a qué se debía esa muy inesperada visita, pero sin comentar nada se hizo a un lado y su hermano entró. Cuando juntó el valor suficiente para voltear a verlo sin largarse a llorar por tenerlo en su piso, lo encaró.

—¿Qué haces aquí? —preguntó, incluso cuando ya sabía la respuesta.

—Él regresó —respondió Albus, sabiendo que entre ellos sólo existía un «él»—. Scorpius está nuevamente en el Reino Unido.

—Lo sé.

Los ojos verdes de su hermano la perforaron cuando la escuchó hablar, y después frunció el ceño como si lo que le estuvieran diciendo no tuviera sentido en su cabeza.

—¿A qué te refieres cuando dices que lo sabes? —preguntó muy lentamente.

—Lo vi en Flourish y Blotts —respondió ella, con voz monótona—. No sé qué hacía Scorpius ahí, pero no pude evitar saludarlo y él también lo hizo conmigo, y eso es todo.

Su hermano asintió aceptando la respuesta y se desplomó sólo uno de los sillones individuales que tenía en el cuarto. Parecía verdaderamente abatido al saber que quién tanta distancia había puesto entre los tres estaba de nuevo junto a ellos. Increíble pero cierto.

Y además, ellos estaban pasando tiempo juntos por primera vez en mucho tiempo.

Lily quería preguntarle si pensaba quedarse en ese lugar aunque ellos no soportaran pasar tiempo juntos demasiado tiempo, pero en cambio se acercó a Albus y simplemente se acurrucó con él en un espacio verdaderamente reducido, apoyando la cabeza en el pecho masculino y dejando que las palabras salieran solas de su boca.

Merlín sabía que ambos necesitaban sincerarse.

—Lamento todo lo que pasó, Al. Pero no pude controlar mis sentimientos y aunque intenté mantenerme alejada de Scorpius para no lastimarte… no me fue posible —dijo ella, en una voz tan baja que él apenas la escuchó.

—Y yo lamento haberme comportado como un idiota ese día, porque realmente era algo que veía venir. Scorpius no es gay. Y sin embargo, me puse tan furioso al descubrirlos que no pude pensar en nada que no fuera lastimarlos a ambos, pero él encontró la forma de terminar con el problema de raíz.

Lily rio un poco al escuchar eso, en verdad todo había terminado aquel día.

—Y cinco años después, Scor todavía tiene influencia en nosotros —terminó por decir ella, levantando la mirada para observar a su hermano.

—Pero ya no vamos a dejar que eso nos separe —repuso Albus—, porque en este tiempo muchas cosas cambiaron. Y yo ya no siento nada por Scorpius Malfoy, más allá de un gran aprecio y una amistad que espero retomar en este tiempo. Así que tienes, por mi parte, el camino libre.

Lily quiso decirle que ya no tenía que preocuparse por cosas como esas porque esos sentimientos estaban muertos y enterrados, pero las palabras se le murieron en la garganta cuando recordó ese primer reencuentro después de tanto y una sensación de nerviosismo, ansiedad, alegría, añoranza y cariño se esparcieron por su pecho, llenándola de la seguridad de que decir algo como aquello sería mentir.

—Nuestros padres deben estar muy sorprendidos de que estés aquí, en mi cuarto —dijo en cambio.

—Me sorprende que no estén escuchando tras la puerta, en realidad —respondió él, Lily dejó salir una pequeña carcajada. Cuando se recompuso dijo:

—¿Cómo supiste que Scorpius volvió?

—Esa es la parte divertida… es el nuevo profesor de Historia de la Magia. El pobre quedó estático cuando me vio, y me hubiese reído en su cara si no fuera porque yo estaba igual de sorprendido.

—Puedo imaginarme eso.

—Estoy seguro de que sí.

—¿Hablarás con él?

—Sí, lo haré. Ahora debo irme, porque tengo clases que preparar aunque tú no lo creas, así que podrías levantarte y dejarme movilidad en las piernas, ¿verdad?

—Lo pensaré y te daré mi respuesta el 1 de septiembre.

Ambos rieron fuerte y entonces ella se levantó y abrazó a Albus con fuerza, aliviada de que por lo menos hubieran podido aclarar sus problemas. Aún les quedaba tiempo perdido que recuperar, pero ya no se agotarían mentalmente buscando formas de evitarse en cada reunión familiar.

Bajaron al salón, en donde Ginny y Harry los miraron con alivio en sus ojos al percatarse de la cercanía y en donde Albus se despidió de sus padres prometiendo escribirles pronto.

Antes de salir definitivamente, él la abrazó una última vez y ella aprovechó para dejarle saber lo que pensaba.

—Suerte, Al. Y por favor, escríbeme.


Sé que tal vez les dejo varias cosas en el aire, pero esta historia es así. En el siguiente capítulo veremos ese encuentro entre Albus y Scorpius en el castillo, y conoceremos un poco mejor la perspectiva de Potter. Sin embargo, no me gusta mantener a los hermanos separados por demasiado tiempo y aunque no voy a ponerme a retratar la relación entre Lily y Al en estos cinco años, debo decir que sí fue muy distante.

Aunque debían fingir un poco por su familia, se evitaban lo más que podían. Y créanme cuando digo que eso preocupaba a muchos, porque normalmente eran más bien unidos. Así que bueno. No, Albus no va a ser el tercero en discordia. No me gustan los triángulos amorosos (a no ser que uno de los involucrados sea Hermione, Draco, Harry o Theo) y en realidad no pensé en escribir uno.

De ahora en adelante lo que veremos será un poco más sobre los sentimientos que nunca que se fueron y que deciden volver con fuerza, y entonces tendremos que saber qué harán nuestros protagonistas^^.

Muchos besos y nos vemos en el capítulo que viene.