Disclaimer: todos los personajes pertenecen a Akira Toriyama. Gracias por leer.

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Los rumores se habían esparcido rápido, sonreía maquiavélico de sus propios pensamientos, ¿si era cierto, lo que se decía?, tendría el camino más que dispuesto para destronar a su enemigo y al fin ponerse la corona, por supuesto esto tendría que esperar un buen tiempo, ya que sabía que el odiado monarca no era del todo un imbécil, había que tener pruebas y quizás ni siquiera tendría que esforzarse demasiado, quizás tal vez el propio Rey Saiyajin le diera lo que el necesitaba en las manos, pero tenía que ser paciente para confirmar que en verdad el Rey Vegeta tendría el descaro de nombrar a una mujer de otro planeta como su consorte ante todo el pueblo Saiyajin, ante el parlamento del que el tenia a la mayoría en su bolsillo, quizás ni siquiera fuera necesario utilizar a su estúpida hija para atrapar al príncipe, tal vez el propio Vegeta se echaría la soga al cuello; rio muy hondo, rio con saña, hasta que recordó un asunto más que enterrado o quizás no tanto, de su pasado…

El un guerrero muy joven, quizás unos diecisiete o dieciocho años, había sido enviado a un planeta de los muchos que ya había visitado, en aquel entonces, su padre Paragus ocupaba un puesto bastante importante en el parlamento, recién nombrado canciller, Broly tenía que estar a la altura, consignado al planeta recién descubierto llamado Vampa, tenía la misión de destruirlo todo, dejarlo prácticamente en cenizas, pues sería utilizado para combates únicamente por su áspera geografía, su nave no tenía mucho de haber aterrizado en suelo firme, caminaba seguro de sí, seguro de su poder, terminaría rápido con todo aquello y seguramente por la noche estaría al fin reposando en su dormitorio, escucho a lo lejos ruidos, risas y agua corriendo, se acercó en silencio quería observar y ser meticuloso en el proceso, la vio jugando en aquella charca, pues el aspecto alrededor no daba cuenta de que el lugar fuera un paraíso, sin embargo algo en su sonrisa lo obnubilo, sus gestos dulces y sus movimientos gentiles, lo dejaron perplejo, salió de aquella laguna sin nada encima suyo, su cabello tan corto, su piel tan verde, sus ojos de un violeta intenso, lo hechizaron por completo, la joven alienígena, tomo lo que podría decirse era su ropa y se la coloco encima, camino contenta hacia algún lugar, Broly salió en esos momento asustando por completo a la joven, -¿qui... quien eres tú?-, dijo expectante, él le doblaba la altura, su seño por completo fruncido, la alertaron, sin embargo observo sus obscuros ojos que le delataron que no era del todo malvado; no dijo nada, se concentró en ella, en adivinar sus próximos movimientos, hasta que la mujer sonrió, sacándolo por completo de su concentración, -mi nombre es Chirai, ¿y tú cómo te llamas?-, seguía observándola, sin emitir juicio alguno o respuesta a nada, la chica tomo esto como negativo y prefirió seguir su camino, no podría imaginarse que aquel muchacho estaba pronto a destruir su planeta, -soy Broly-, dijo al fin al ver como ella emprendía camino, alejándose, por algún motivo incomprensible para él, deseaba detenerla, quería verla un poco más, y ahora escuchar su voz, la que le había parecido agradable, además sorprendido de que ella hablara el mismo dialecto que él, -es un gusto conocerte, ¿no eres de por aquí verdad?-, sabía que tenía que terminar con aquel planeta cuanto antes, pero quería retrasarlo al menos unos minutos, mismos que se hicieron horas; la chica en verdad era simpática, lejos de toda posibilidad había hecho reír a Broly en varias ocasiones, de diversas formas y por variados motivos, -bueno déjame decirte que no tienes cara de guerrero, más bien pareces una enorme patata de jitquen-, el hombre sonrió dudoso de a que se refería la fémina, -¿sabes que, acompáñame a comer, que te parece?-, la joven peliblanca se levantó de su asiento improvisado en unas piedras de buen tamaño que se encontraban en el camino, sorprendiendo sobremanera a Broly le extendió la mano, este aun dudoso, la tomo lentamente y se dejó llevar, caminaron un buen trecho, llegaron a una pequeña cabaña de no muy grande aspecto, se veía que la mujer era sencilla dentro del lugar al que pertenecía, Chirai comenzó la faena, tomando algunos trastos, unas cosas parecidas a lo que él conocía como papas, y supuso que a eso se refería, con el parecido encontrado; la seguía observando, el mismo no creía que una hembra de otra raza, estuviera llamando tan angustiosamente su atención, en toda su vida, las hembras le parecieron un fastidio, sabia, pues su padre se lo informó desde adolescente, que tendría que desposar a alguna en algún momento, era primordial engendrar vástagos para la mejor raza guerrera del universo, pero al esas cosas no le importaban, hasta ahora. La joven había concluido con lo que tenía pensado, el aroma en la habitación era exquisito, Chirai giro para encontrar los profundos ojos de su nuevo amigo, sonriendo nuevamente, puso el tazón de lo que había preparado sobre la pequeña mesa en medio, -estoy segura que te va a encantar-, Broly olfateo un poco aquello y tomo el artefacto parecido a una cuchara junto, tomo un poco del guiso aquel y lo llevo a su boca, a pesar de lo caliente que este estaba, se sorprendió gratamente del sabor que tenía, siguió entonces con otro bocado y otro después, termino todo y pidió le sirvieran otras cinco porciones, la joven reía alegre al ver el éxito de su platillo, -has visto, te dije que te gustaría-, quería retirar el plato sucio cuando las manos de los dos se rosaron, generando al momento una corriente eléctrica en ambos, la joven se retiró de inmediato, llevando al lava trastes el cuenco, Broly no lo pensó más, parándose detrás de ella, la giro a encontrarlo de nuevo, aquella mirada casi siempre perdida en sus escudriñamientos, por primera vez tenia vida y un brillo distinto; Chirai lo miro levantando todo su rostro a encontrar el de él, no lo conocía más allá de una cuantas horas, y aun a pesar de ello, quería tocarlo, besarlo…, ambos jóvenes en un auto reflejo de sus deseos tomaron posesión de la boca del otro, convirtiendo aquello en algo más íntimo, Broly no estaba del todo seguro si sería físicamente posible la unión de ambos cuerpos pero tampoco le importo mucho, tomo a la chica llevándola hasta el catre más próximo y la tiro encima, arrancándole prácticamente la ropa que llevaba la dejo plenamente desnuda, ella jalo al joven hombre a encontrarla y siguieron besándose, mientras toscamente el seguía quitándose la ropa, el juego había llegado a un punto demasiado cálido para ambos, demasiado erótico, demasiado demandante, el más torpe que ella, su falta de experiencia en esos ámbitos le hacía perder el control, ella intentando guiarlo a un punto desconocido, pero más seguro para la joven, al fin las dudas fueron despejadas, la compatibilidad era exacta, la unión estaba hecha, suspiro tras suspiro, gruñido tras gruñido, la hizo suya, una hembra distinta a él, una abominación para su raza, y a pesar de todo Broly disfruto cada segundo dentro de ella, cada movimiento, cada embestida; a pesar del tamaño del hombre la chica alienígena lo soporto con cariño, hasta podría llamarlo amor, uno desconocido, un sentimiento diferente de todo lo que ellos estaban al tanto, llegado el clímax se observaron en silencio, después la pregunta estaba en el aire, ¿que debían hacer ahora?, para el sería fácil dejarla, irse a su propio planeta y olvidarse de ella, pero en su mirada no vio aquello, sintió una genuina preocupación de parte de él; Broly tenía la decisión tomada, se quedaría con la mujer un tiempo hasta que hallará la forma de llevarla a su planeta y presentarla a su padre como la hembra que quería para su compañera definitiva.

Los días siguieron pasando, Broly ya conocía aquel planeta en todos sentidos, había aprendido que criaturas podría cazar para llevar alimento a su nuevo hogar, entrenaba con las demás criaturas, aquellas más primitivas y agresivas del lugar, y por las noches era seguro su mujer lo esperaría con aquel suculento guiso que le preparaba, hasta que, el escúter se prendió mostrando los símbolos que eran conocidos para Broly, una llamada entraba, el hombre tomo el aparato posicionándolo en su oreja, tecleo un par de veces y recibió el llamado, -¿Broly, hijo te encuentras bien?-, escucho la voz del otro lado, -si estoy bien, ¿Qué quieres?-, dijo serio, -hijo hace más de una semana no sabemos de ti, ¿en qué concluyo la misión?-, Broly trago duro, -el planeta puede usarse de otra forma, tiene buena vegetación…-, fue interrumpido de inmediato, -¿Qué dices, aun no lo has destruido, acaso te volviste demente, ese planeta lo quiere el Rey Vegeta, de inmediato-, Broly miro hacia el suelo, tal vez podría destruir el planeta y llevarse a Chirai de ahí después, ¿pero cómo le haría entender que había destruido su planeta pero que a ella se la iba a llevar a vivir con él?, estaba seguro no lo perdonaría, -Broly, ¿me estas escuchando?-, volvió a la realidad después del alarido de su padre, -sí, ya te escuche-, fue todo lo que contesto, -entonces espero tu regreso a más tardar mañana al medio día, y quiero que ya hayas destruido el lugar, ¿me escuchaste?-, volvió a tragar duro, a pesar de ser un guerrero prominente, su padre siempre lo atemorizaba desde pequeño, -si padre, así lo hare-, la comunicación fue cortada de inmediato, camino cabizbajo, por el mismo rumbo por el que de primera había llegado a aquel planeta, otra vez escuchando las risas de las que ahora sabia era su compañera, estaba bañándose otra vez, su cuerpo desnudo, mojado por completo, ella giro a verlo en cuanto lo sintió llegar, sonriente lo invito a meterse con ella; no lo pensó más y se quitó cuanto llevaba encima, no solo se bañaron, el hombre la tomo con todo su ser, pensando en que podría ser la última vez con ella, odiaba todo, odiaba lo que era, a su padre, así mismo.

Chirai seguía recostada a su lado, aun cansada por el ajetreo de su entrega, pero incorporándose para ver sus negros ojos, -Broly, creo que estoy enamorada de ti-, soltó sin más, el hombre giro a verla también sorprendido en demasía por aquella afirmación, -¿tú me quieres?-, pregunto ella, terminando con la guerra en la conciencia de él, dejo de observarla, ¿Qué le contestaría?, ¿no sabía lo que aquello significaba?, el no conocía de sentimientos, no al menos aparentemente, Chirai bajo su rostro, entendió su silencio, se giró en el catre y se dispuso a vestirse, levantándose del todo del lecho, estaba más que claro que ella solo lo había divertido, una semana tal vez más, no era de importancia para él, -¿Cuándo te vas?-, pronuncio con la voz apagada, sin verlo a la cara; Broly volteo preocupado al sentir que lo dejaba solo en la cama, quería decirle tanto, pero no sabía cómo, no podía hacerlo, -¿ven conmigo?-, Chirai volteo al fin más tranquila a verlo, era claro que si él le pedía que lo siguiera, era porque la quería con él, pero entristeció de nuevo, tendría que dejar su hogar, pero que más daba, estaba enamorada, locamente de él, asintió sonriente, brinco de nuevo a la cama y volvió a besarlo, se pertenecían y estaba claro.

Los sonidos de explosiones la despertaron alarmada, no había amanecido siquiera, ¿Qué sucedía?, se extrañó de no encontrar a Broly a su lado, se puso lo primero que encontró encima y salió a buscarlo, tal vez estaba en problemas, ella tenía que ayudarlo, protegerlo, cuando llego a un sitio, pudo observar con horror la verdad, era Broly quien provocaba las explosiones, grandes zonas estaban en llamas, los animales corrían despavoridos a resguardarse, aldeas enteras habían sido masacradas, podía advertir; subió su rostro aún más tratando de verlo a la cara y no pudo con lo que presenciaba, su rostro no era ni la sombra de lo que ella conocía, era abominable, su risa retorcida, su mirada maquiavélica perdida en el deleite de lo que hacía, la muerte y destrucción debajo de lo emocionaba y de qué forma, no soporto más y tratando de detenerlo, -Broly detente, ¿Por qué haces esto?-, el hombre seguía ensimismado, perdido en su deleite, la muerte lo llamaba, la destrucción lo divertía, llevaba una sonrisa aun mayor cuando escuchaba los gritos y alaridos de cualquier creatura viviente, -BROLY…-, escucho como en un sueño la voz del único ente que se había adentrado tan profundo en su ser, su rostro volvió a ser el mismo del chico tranquilo que ella había conocido, -Chirai, ¿Qué estás haciendo aquí?, ve a mi nave y quédate en ella en cuanto termine nos iremos, serás mi compañera en mi planeta-, ella lo vio con lágrimas en los ojos, parecía que no se daba cuenta lo que había hecho, Broly volvió a verla, distinguiendo ahora sus lágrimas por todo su rostro, limpio algunas, -¿Qué te pasa?-, no le gusto ver en su mirada el terror y la decepción, le molesto bastante, -¿te pregunte qué pasa?-, empezaba a impacientarse, tanto que apretó su agarre en ella sin meditarlo, la chica se quejó, y lo aparto bruscamente de su lado, Broly observo aquello aún más colérico, -¿acaso no quieres irte conmigo?-, Chirai se sobo la zona afectada, y volvió a observarlo, ahora por completo desencajada, -eres un monstruo-, intento correr lejos de él, pero fue sorprendida por la velocidad del hombre, este quiso tomarla y besarla a la fuerza, ella trato de empujarlo sin conseguirlo, cundo el joven la soltó, pudo ver el asco y desprecio que ahora tenía en la mirada, esa actitud lo enfermo grandemente, tanto que sintió que su cólera se esparcía a su alrededor, levanto una mano haciendo una bola de energía en ella y la lanzo a la mujer desapareciéndola al instante, recobro la razón enseguida dándose cuenta lo que había hecho, se horrorizo al instante, se incoó buscando las cenizas, no creyendo que sucedió en realidad, su locura se incrementó, escuchando sus risas por doquier, la busco, desesperándose cada vez más, pero ahí estaba su imagen instalada en su mente, su sonrisa, su voz, su olor, su cuerpo, todo lo que ella le entrego, disgustado e incrédulo, volvió a perderse en su cólera, destruyendo más cosas a su paso, riendo como maniaco, se había disipado, la poca humanidad que le quedaba se habían hecho cenizas junto a su mujer, después de dejar el lugar hecho polvo, subió a su nave, con el semblante abstracto y la mirada perdida, dejo aquello, llego a Bejīta y encontró a su padre, informando de su éxito en la misión, el mayor palmeo su espalda y lo felicito, sabía que su heredero era digno de sucederlo en lo futuro y Broly jamás volvió a amar…

Recordó aquello, sonrió melancólico, se paró a servirse una copa, la levanto en todo lo alto posible, -a tu salud Chirai-, bebió hasta la última gota que había, dejo aquello y subió a tomar un baño.

Camino los largos pasillos, bien se acordó con una sonrisa, la primera vez que había circulado por ahí, en busca de su amiga, y recordó de igual manera como el destino la había puesto una vez más frente al hombre que siempre seria su punto de retorno, llego a la estancia y toco suavemente la puerta, aunque estaba segura hubiera querido ser un poco más aguda, para apresurar su salida.

-¿diga…?-, la joven mujer abrió los ojos y la boca, totalmente asombrada, -¡Bulma eres tú has regresado!-, la abrazo efusivamente en cuanto salió de su asombro, la peli azul correspondió de inmediato el gesto, -Gure estoy tan feliz de volver a verte-, dijo aun en los brazos de la chica; la peli plateada se alejó un poco, dejando espacio para invitarla a pasar enseguida.

Bulma entro y se paró en medio de la sala, esperando a su contraparte para comenzar a charlar, -¿dime que ha sido de ti?, quiero saberlo todo y también creo, debo contarte muchas cosas-, dijo la joven amiga, Bulma se acomodó en uno de los sillones de la estancia, -es tan largo lo que tengo que decirte Gure, que no se por dónde empezar-, dijo observando sus ojos, Gure se paró y sirvió dos copas del licor ya bien conocido, aquel que era típico del lugar, -esta platica amerita algo de licor ¿no crees?-, Bulma asintió enseguida, sonriendo tímidamente y comenzó el relato de lo acaecido en los últimos cuatro años perdidos en el espacio, conto de su hija y como había llegado a la vida, conto del planeta alejado de todo lo conocido, desde luego salió la historia de Zarbon y el propio Freezer, -Bulma es increíble lo que me cuentas, en verdad no tengo palabras para decirte la admiración que te tengo y la felicidad que me da el verte con nosotros de nuevo-, abrazo una vez más a su amiga reencontrada, -además me has dejado atónita, ¿tienes dos hijos del Rey Vegeta, cómo?-, ambas sonrieron por lo incomodo de la pregunta, -bueno no me mal entiendas no quiero detalles, ¿pero entonces el Rey y tú se conocieron mucho antes de que él se desposara con la Reina, no es así?-, Bulma tomo un poco más del licor que tenía en las manos, quería más valor para seguir con la historia, -si Gure, Vegeta y yo tenemos una historia larga, pero ahora ya no tengo porque reprimirme de contártela, él es el hombre de mi vida, y ahora tenemos dos hijos, estoy aquí para vivir con él y eso es todo lo que me importa-, sonrió por el recuerdo, sin embargo Gure retomo la palabra, -¿serás la nueva Reina de Vegeta sai?-, soltó haciendo que Bulma la observara seria, pensó en ese momento en todo lo que conllevaba ser una Reina, ella era importante en la Tierra, por la Corporación Capsula y su familia, por sus inventos, su inteligencia y los desarrollos que ha aportado al mundo, pero nada cuadraba en el papel de una Reina, callo en cuenta que no sabía cómo hacerlo, levanto la vista a la joven frente a ella, -no lo sé, creo que es lo que quiere Vegeta, pero en realidad no sé cómo serlo-, bajo de nuevo el rostro, Gure tomo su mano, para llamar su atención, -debes ser muy fuerte Bulma, vas a enfrentarte a todo un planeta, vas a ser el foco de atención del parlamento Saiyajin, y vas a dominar prácticamente el universo, ¿Por qué sabes que el Rey es la leyenda del súper Saiyajin?, es decir es el hombre más poderoso del universo entero, muchos lo llaman el nuevo emperador-, señalo la joven, Bulma no tenía idea de lo que se le estaba relatando, Vegeta no le había dicho nada de eso, ella sabía de su fuerza, de lo especial que era, de su poder como Saiyajin, como Rey, pero la forma en la que lo estaba definiendo Gure, estaba totalmente fuera de su contexto.