Simbología:

-hola- habla normal.

-[hola]- dragones celestiales y superiores (dragones).

"hola" –pensamientos.

-*hola* hola- uno o más objetos parlantes.


-El ángel de Dios -

-En el principio-


En el principio…

En el principio no existía nada, todo era un espacio oscuro y vacío…

Pero él no era un objeto, él era un ente.

Por lo tanto, él ya existía, el cómo es un misterio…

Y por causa de él, el universo surgió de una explosión.

A medida de que se iba creando el universo; él también creaba su hogar… el cielo, un lugar celestial.

Una vez creado el cielo, él decidió edificarlo desde cero; es decir, empezó a construir hogares y demás cosas, como una ciudad…

Y así pasaron cientos de años, pues a él no le gustaba depender de su poder para hacer cosas sencillas, como lo es construir…


.

.


Han pasado unos cinco mil años desde que inicio la expansión del universo; ya se formaron algunas galaxias, según él las galaxias se demorarían en formarse, pero él las acelero.

También decidió crear 6 cielos más a los que los unificaría como si fueran pisos.

Y creo a los primeros dos ángeles.

En otro lugar más alejado de donde estaba él, unos seres se empezaron a formar del polvo de las estrellas… él lo sabía y lo permitió; él los llamo… [Dioses] pero tuvo que dejarlos durmiendo por mucho tiempo, pues él no quería que alguien lo interrumpiese.


.

.


Han pasado alrededor de unos nueve mil años más y ya se han formado los planetas, incluso él había formado un planeta distinto a los demás… uno que pudiese albergar vida… pero no duro mucho.

También había creado a más ángeles.

Y después de un tiempo de convivencia pacífica…

Uno de los dos primeros ángeles: Lucifer, se había rebelado contra su padre, con la excusa de querer ser igual a él; se sentó en su trono.

A Él no le gusto eso y le dijo a su hijo que se disculpase, pero el muy obstinado le dijo:

-¡NO!-

Él no tuvo más remedio que castigar a su hijo, y lo desterró del cielo; junto a otros ángeles que se rebelaron. Si ángeles, quien iba a pensar que seres de luz ¡Puros! Terminarían rebelándose contra su creador

Él los mando en bolas de fuegos al inframundo… convirtiéndolos en los primeros demonios… seres de oscuridad. Ironías de la vida…

Pero la tierra está entre el cielo y el inframundo…

Tal cual como meteoritos, la impactaron provocando un daño y esta se desordeno, matando a los seres que ya había en ella.

Los ahora demonios siguieron en su paso al inframundo, una dimensión igual que el cielo, pero debajo de la tierra

Él después de hacer eso, quedo muy triste, pues aquellos eran sus hijos, él los vio crecer…

Con catorce mil años que él llevaba viviendo en esa dimensión ¡Jamás! Estuvo tan triste…

Solo el ángel Miguel; que también fue uno de los dos primeros en ser creados; era el más cercano a él lo visitaba cuando podía, dándole consuelo…

Paso un tiempo hasta que él lo supero.

Pero tuvo que crear a más ángeles para reponer las perdidas.


.

.


Ahora es el año veinte mil y él ahora se hacía llamar…

Elohim.

Además él volvió a crear a la tierra.

Lo hizo en seis días celestiales, el equivalente a seis mil años

Lo hizo lento, pero esta vez la hizo mejor que la anterior.

Todo lo bueno, lleva su tiempo ¿No?


Séptimo cielo… -día de reposo

El séptimo cielo es el hogar personal de Dios.

Pero en este día…

Algo maravilloso estaba pasando…

Dios estaba sorprendido de lo que había sucedido…

Una pequeña parte de su poder había salido, tomando la forma de un bebe.

Dios tomando al bebe en sus brazos, sonrió y libero una lagrima de felicidad.

Esa lagrima cayó en la cabecita del bebe, desencadenando algo en su interior.

"Normalmente los ángeles vienen al mundo de otra forma, estos son creados por Él, los ángeles normalmente nacen con la capacidad de sentir felicidad y empatía, pero al nacer tiene la capacidad de sentir que son regañados y se ponen a llorar, solo mientras son bebes…"

Pero el que una lagrima, una muestra muy profunda de las emociones, cayera en un ángel… nunca había sucedido… y más si la lagrima era de Dios.

Cosas sorprendentes le preparaba el destino al pequeño niño…

De todas formas, ese bebe vendría siendo como el hijo de Dios, ya que este nació de él y no por causa de él, lo que vendría siendo como el hijo "directo", asexual pero "directo".

En fin, este suceso él lo pensaba mantener en secreto.


Hospital general del cielo – sala de recién nacidos.

-¡BUAHHH!- eran los llantos de todos los bebes ahí reunidos. Solo uno estaba calmado… o debería decir, una.

Las enfermeras hacían lo que podían para apaciguar los llantos. Además habían sacado a la bebita que no lloraba, pues pensaban que estaba mal o algo así, ya que no lloraba.

-esta niña está en perfectas condiciones- dijo una de las doctoras. Provocando caras de confusión en las enfermeras.

-pero ¿Qué la mantendrá calmada?- fue la pregunta de una enfermera.

-Gha…- la bebe había esbozado una sonrisa que derretiría el corazón más frio.

-¡Aww!-

-¡Que linda!-


-¡Haaa!… ¿Por qué tengo que hacerme cargo de un bebe? Soy la persona menos calificada para esto- decía un rubio con un toque de ¿preocupación? en su voz -¿Qué pensaba padre?-

Y así el rubio había llegado al Hospital donde nacían los nuevos ángeles…

-Vengo por el bebe- dijo nerviosamente Miguel, mostrando una orden con un sello.

-¡Oh! Sr. Miguel, permítame el documento por favor-dijo la recepcionista de la manera más profesional –Al parecer todo está bien… oiga-

-Dime-

-¿No es usted la persona menos calificada para ser padre?-

-Eso mismo me digo, pero él quiere que lo haga-

-En ese caso, sígame por aquí-

-Está bien-

-…-


Con Dios…

-Y… bien, tienes rasgos tipo A… creo que te llamare ¿Issei?- dijo él.

-Gha- sonrío el bebe.

-está decidido, ahora solo falta darle un significado… creo que… tu significado será el de: primera generación, la primera generación de mí ahora formada familia-

-¡Gha~!-

-Bien, tengo trabajo que hacer pequeñín, te dejare en…- buscando algo en donde dejar al bebe -…en la cuna- dijo mientras creaba una cuna rápidamente por causas de su mandato.

Colocando al bebe en ella… y este al instante se quedo dormido.

-"Es hora de comenzar el plan: humanos"- pensó mientras abandonaba la sala, despacio para no hacer ruidos que despertaran al bebe.

Cuando salió, él se tele-transporto en un resplandor.


-Miguel ¿cómo te va?- dijo Dios. Apareciendo detrás de un rubio

-P-Papá- el rubio se sobresaltó –m-me va de maravilla- dijo el rubio con claro signo de sueño.

-mmm… y ¿Gabriel cómo esta?- volvió a preguntar.

-(BOSTEZO*) b-bien… ¿Qué te puedo ofrecer?- dijo el rubio mientras se servía café en una tasa.

Dios había llegado a la casa de Miguel, por dos motivos: el primero, ver como estaba Gabriel; el segundo: decirle a Miguel que ya era la "hora".

-Glup… Haaa… ya veo, es hora de crear al hombre- dijo mientras se llevaba la tasa de café a la boca –Por cierto ¿Cómo piensas hacer al hombre?- preguntó.

-A nuestra imagen y semejanza- fue la respuesta de él.


[Jardín del Edén]

Dios había bajado a la tierra, específicamente al paraíso terrenal llamado también [el jardín del edén] en donde él había plantado un huerto con ayuda de sus ángeles.

Cabe decir que todo el proceso de plantación fue hecho a mano, Dios quería hacerlo sin depender del poder.

En fin, Dios había caminado durante un rato, observando a los animales y a los arboles del lugar.

-Qué bello lugar, nunca me cansaré de admirarlo- dijo él, sentándose bajo la sombra de un árbol.


.

.


Habían pasado unas horas y Dios decidió que ya era el momento de comenzar.

Levantándose del césped, escupió al suelo humedeciéndolo y ordenándole dijo:

-"hágase un cuerpo a nuestra imagen y semejanza"- y acto seguido un cuerpo emergió del barro.

Entonces, acercándose Dios, le soplo en la nariz.

-¡!-

El hombre despertó.

Y Dios le dijo:

-Adán será tu nombre-

Dios había terminado su labor, por hoy…

Pero antes le dejo una serie de trabajos al hombre; que nombrara a cada uno de los animales y los organizara según su generó; nombrar a las diferentes especies de plantas y darle nombres a sus frutos.


Han pasado varios días desde que Dios creó a Adán, y este último cumplía excelentemente con su labor de nombrar a las especies.

En cambio Dios tenía uno que otro problema.

El nunca había cuidado y criado a un bebe; Miguel y en aquel entonces Lucifer, se encargaron de cuidar a los nuevos ángeles, bueno más que todo Lucifer, ya que Miguel era pésimo cuidador.

Pero el jamás tubo experiencia en temas de paternidad…

Y viendo la buena vida que tenia Adán, Dios decide darle compañía… y de paso arruinarle la vida (XD)

Pero primero tenía que hacer que el bebe castaño se durmiera.

Entonces, recurriendo a los recuerdos que tenia de Lucifer cuidando niños; decidió mecer al castañito.

-…-

-Buagh!-

-¡Rayos!- decía Dios viendo como el castañito vomitaba en su ropa, producto de agitarlo tanto.


-"¡Por fin! Ya se durmió- pensó Dios viendo como el castañito dormía plácidamente. Decidió colocarlo en la cuna para que él pudiese asearse y lavar sus blancas vestimentas.


Al rato…

Cuando ya se hubo limpiado correctamente y vestido, hizo que Adán se durmiese profundamente.

Y desde el cielo, ordeno que se crease a la mujer; sacando un hueso de la costilla de Adán la creó.

¿Por qué de la costilla? Porque la mujer iba a ser la compañera del hombre e iba a estar siempre a su lado, ni por encima ni por debajo del hombre, si no a su lado.

Cuando ambos despertaron, Elohim los presento y los casó; acabando con la soltería de Adán de paso; y les dio una serie de reglas que debían cumplir en el huerto.


Era un sábado en la mañana, las aves en el cielo trinaban, algunos ángeles regaban las plantas, otros hacían arreglos de jardinería, en fin, hacían tareas domesticas.

Los ángeles después de hacer sus tareas domesticas en sus casas, se iban a los parques del cielo a disfrutar.

Algunos iban a los salones de eventos, en donde cada semana se celebraban cultos…

Otros solo se quedaban descansando.

Y así era todos los sábados.

Pero en el quinto cielo no era así, los ángeles de ese lugar eran un poco peculiares…

Su intelecto era muy elevado y se encargaban de hacer investigaciones, eran los encargados de monitorear al cielo, ver cuando algo estaba mal y corregirlo…

Esa era su labor, la labor de [Grigori] o "los vigilantes".


.


El sexto cielo tampoco era la excepción, hay los ángeles que lo habitaban eran los encargados de manejar el cielo.

Crear sus leyes y cosas así.

El líder principal era Miguel, él tomaba las decisiones en conjunto con ocho serafines más, se presumía que el decimo serafín que iba a mandar con ellos, iba a ser la pequeña Gabriel, claro cuando ella crezca.

Pero Dios era el jefe de jefes, el jefe absoluto…

Lo que Dios ordenase, se cumplía… así sin más.


.


Y por último, el séptimo cielo… el hogar de Dios.

Incluso Dios no se salvaba de las tares domesticas…

Y ahora que tenía un hijo, las cosas no eran más sencillas.

Aunque él pudiese ordenar que todo estuviese limpio, no lo hacía.

El era de los que les gustaba hacer las cosas por sí mismo, sin valerse de otras cosas.

Pero era difícil tener que cuidar a un bebe.

Pero algo se le iba a ocurrir…

Mientras tanto, tenía que velar porque el castañito comiera…


.

Cuatro años más tarde

.


Han pasado cuatro años ya, y en todo este tiempo…

El cielo seguía normal…

El castañito había crecido…

Dios ya podía dormir un poco más…

No habían pasado cosas tan importantes, y aun Dios mantenía en secreto al castañito.

Por otro lado…

Miguel se había vuelto mejor cuidador.

Gabriel también había crecido.

Y la relación de esos dos era como la de dos hermanos… de hecho, si lo piensas bien esos dos si son hermanos.

Y aunque todo iba bien, no todo siempre era miel sobre hojuelas…

Había días en los que Miguel no quería saber nada de nadie.

Y justamente esos días Gabriel quería jugar…

Una lástima por Miguel…


-Papá ¿por qué las calles son doradas?- preguntó el castañito de cuatro años.

-Porque no encontré con que más hacerlas- respondió Dios. Él estaba ocupado, sentado en su escritorio… dibujando algo en unos papeles… grandes y azules.

-¡ah! Y ¿de dónde vienes?-

-¡! Eh… yo… mmm…-balbuceaba Dios sin saber que decir –te lo diré cuando estés más grande…-le dijo aplicando la legendaria táctica milenaria de los padres (XD).

-¡ok! ¿Qué estas dibujando?-

-No son dibujos, son planos…-

-…-

Por unos instantes hubo un silencio en la sala…

¡Termine!-exclamó.

-¡siiii~!-


Residencia de Miguel…

-E-Esto es… ¡MAGNIFICO!- exclamo el rubio.

-¡Verdad que si! Con esto puedo descansar- dijo Dios. Tomando asiento y sirviéndose una bebida en la copa que tenía en la mano izquierda.

-¡Sí!... oye ¿Cómo qué vas a descansar?- pregunto el rubio mirándolo con los ojos entrecerrados –hasta donde sé, nosotros los serafines hacemos ¡tú! Trabajo- señalándole.

-Eh…- intentaba decir algo al mismo tiempo que miraba a todos lados -¡Gabriel se cae!- señalo detrás del rubio.

-¡(O.O)!- volteando su cabeza en busca de la mencionada niña; no encontrándola – ¡Oye! Qué te pas… ¡¿a dónde fue?!- el rubio había vuelto a mirar a Dios, notando que este ya no estaba, solo la copa estaba levitando.

-¿?- Miguel estaba confundido, además cogió la copa y se termino la bebida.


-"Casi la cagó"- pensó Dios mientras aparecía en la sala de su casa.

-¡¿Papá?!- dijo una mini voz -¿Qué haces aquí?-

-Esta es mi casa ¿no puedo venir o qué?- respondió Dios en modo de broma.

-No~- dijo el castañito.

-…-

-Jajajaja/Jajajaja- rieron ambos.


Días después…

-Esta sala entra en sesión- dijo una voz seguida de un leve martillazo –nos hemos reunido… otra vez… para debatir sobre la construcción de un centro educativo-

-Háganlo- dijeron unos cuantos –constrúyanlo- dijeron otros. Todos con monotonía y cansancio.

-En ese caso… por unanimidad se ha decidido construir el centro educativo… pueden descansar- dijo el serafín a cargo: Miguel.

-¡SI!- gritaron todos.


Meses después…

-Cuarto del castañito-

-¡No quiero ir!- grito el castañito.

-Tienes que ir, en ese lugar vas a aprender muchas cosas interesantes…-dijo Dios. Rogándose a sí mismo de que el castañito cambiara de opinión.

-¿seguro?-

-segurísimo-

-Si lo dices tú…-meditó por unos momentos -En ese caso ¡quiero ir! ¡LLEVAME!- dijo rugiendo la última parte.

-¡Woa! Calmado tigre, las clases comienzan mañana- le dijo mientras le despeinaba el cabello.

-Ghe – rio el castañito.

-Descansa campeón… nos vemos mañana en la mañana…-dijo Dios cerrando la puerta suavemente. El castañito se había arropado mientras su padre cerraba la puerta de su habitación.

-A todo esto ¿Qué se supone que es la escuela?- dijo el castaño ya cerrando los ojos…


Al día siguiente…

-¡Despierta!-

-G-Gha… zzz…-

-¡Despierta! Hoy es mi primer día de… ¡hoy es mi primer día!-

-… ¡Ya estoy despierto!...-dijo Dios levantándose abruptamente para después frotarse los ojos por el exceso de luz. El castañito se había levantado más temprano y había ido directamente a despertar a su padre.

-¡hmpf!- el castaño hacia ruidos por la impaciencia.

-¡Ha…! Vhamosh a bañarnos primero y a alistarnos ¿ok?- dijo él bosteando cansadamente.

-Si- dijo el castaño antes de salir corriendo en la dirección del baño.

-¡G-Gha…! Cinco minutos más- dijo para volver a acostarse en la cama.


-…y recuerda no mencionar que eres mi hijo… directo-

-¿?-

-Veras por el simple hecho de que yo mismo creó a los ángeles, ellos me dicen padre como forma de respeto, por eso a veces los escuchas referirse a mí como "padre esto, padre lo otro" ¿entiendes?

-Si… ¡vámonos!- saliendo por la puerta toda velocidad.

-¡ESPERAMÉ!- dijo él para después desaparecer a gran velocidad.


-Ya sabes… pórtate bien… te dejó aquí para que no sospechen… ves hacia allá, yo te vigiló- le dijo el todopoderoso a su pequeño hijo bajo la sombra de un lejano árbol.

-Adiós- le dijo el castaño para después abrazarlo y salir corriendo a la entrada de aquél recinto


-En la cárcel… digo clase…-

-Mi nombre es Issei ¿y el tuyo?- pregunto el castañito a otro niño de pelo rubio.

-Un gusto en conocerte Issei, mi nombre es Jeliel- dijo el rubio.

-¿quieres jugar conmigo?-

-Está bien ¿Por qué no invitamos a más?

-¡hazlo!-

-¡…Issei, Jeliel! Guarden silencio-

-lo sentimos profesora- dijeron ambos.

Como todo niño Issei y Jeliel no prestaban atención a lo dictado por su maestra, ganándose un regaño por parte de esta; inclusive los demás niños no prestaban atención…


Fin de las clases…

-¿Dónde dijo papá que lo esperará?- se preguntaba el castañito mientras trataba de recordar lo dicho por su padre…


-Por cierto, cuando se acaben las clases me esperas en la pastelería- decía Dios mientras agarraba unos panqueques para después morderlos.


-No, no creo que él me haya dicho eso- decía el castañito -¡HMP!- el castañito intentaba recordar…


-Por cierto, cuando se acaben las clases me esperas en el parque- decía Dios mientras agarraba unos panqueques para después morderlos.


-¡Al demonio! Iré a ambos lugares a ver si lo encuentro- decía el castañito partiendo a uno de los dos lugares…


-¿Dónde estará Ise? Le dije que nos viéramos en la parte de atrás-


Una hora más tarde…

-Residencia de Dios y del castañito-

-… Y ¿cuántos postres trajiste?

-Tengo de chocolate y tres leches, me los comiera pero ya no quiero más… ¿los quieres?-

-En compensación por el tiempo que me hiciste esperar… ¡obvio que si! Échalos para acá- dijo Dios, recibiendo los postre de parte del castañito.


-Mientras en la residencia de Miguel-

-… también hice nuevos amigos- decía Gabriel. La cual estaba sentada en la mesa en la que Miguel estaba trabajando.

-¡oh! Y… ¿qué tal son? Platícame sobre ellos-

-Está bien, primero esta Jeliel, un chico algo despreocupado pero a la vez es demasiado organizado con sus cosas; esta también un chico llamado Issei, es inteligente… demasiado diría yo, pero es un poco despreocupado también- relataba Gabriel.

-Me alegra que ahora tengas más amigos… y pensar que hasta hace unos días eras un poco tímida con respecto a hacer amigos…- recordaba Miguel.

-Ghe…-

-Bueno, déjame terminar esto y después salimos por ahí ¿ok?-

-Me parece bien…- decía Gabriel, bajándose de la mesa para después irse a otra parte de la casa.

-Como crecen tan rápido…-


.

Cuatro años más tarde…

.


-Y si haces esto… te dará como resultado 1…-

-tanto para un mísero uno… (Tsk) las matemáticas son basura-

-No digas eso… con las matemáticas vas a poder desentrañar los misterios que deje en la creación del universo… aunque también la física es buena… -Dios empezó a hablar sobre demasiadas cosas que el castaño de ahora ocho años no tenía ni la menor idea.

-H-He… ¿papá?-

-y la química… sabias que en el momento de crear al universo, los elementos se organizaron en cuerpos… cuerpos… ¡OH RAYOS! ¡ME OLVIDE DE ELLOS!- grito Dios para después levantarse y salir corriendo a quien sabe dónde.

-¡ESPÉRAME!-


-¿Qué se supone que son esos seres?- pregunto el castaño.

-Ellos son [dioses]… ven ayúdame a tele-transportarlos- dijo Dios apilándolos en un solo lugar.

-y ¿Por qué hay tantos?- preguntaba el castaño mientras ayudaba a su padre.

-Eso no lo sé, lo que sí sé es que no hay lugar donde colocarlos… -decía Dios mientras cerraba los ojos -espera… ¡listo!- dijo para después crear un círculo mágico ENORME.

-¿Qué hiciste?- pregunto el castaño.

-¿Te acuerdas de aquella vez que te platique sobre el ser humano y su creación? Bueno como los días en el cielo son diferentes a los de la tierra, por poner de ejemplo, si en el cielo tienes ocho años, en la tierra vendrías teniendo ocho cientos, en todos estos ocho años celestiales los humanos se han reproducido lo suficiente por todo el globo terrestre…- decía Dios.

-Pero no respondes a mi pregunta-

-ya voy a eso, como hay humanos en cada rincón del planeta, decidí dividir y agrupar a los [dioses] en partes distintas en la tierra, para que los humanos les rindan culto y cosas así ¿comprendes?-

-Claro como el agua- dijo el castaño mirando a su alrededor –por cierto ¿Por qué son dos unidades de tiempo distintas?-

-Mmm… con respecto a eso, yo planeaba ajustar el tiempo del cielo en conjunto al de la tierra, me explico, hacerlos iguales con respecto al tiempo, por ejemplo: un año en el cielo, es un año en la tierra-

-Sí hazlo… ¿otra pregunta?-

-Adelante-

-¿Has cambiado el tiempo antes? El del cielo claro-

-Sí, cuando hice a la tierra, los días en el cielo equivalían a mil años terrestres… si ya no hay más preguntas vámonos-

-E-Eh… no, vámonos-


Cuando Elohim e Issei llegaron al cielo, estos se fueron a comer a un restaurante… claro, que para que no sospechasen Issei entro primero y unos segundos más tarde entro Elohim.


En un lugar en lo más profundo de la tierra, en otra dimensión… se alojaba un lugar cuyo tamaño es comparable al de la tierra…

En este lugar cayeron los ángeles rebeldes… que ahora eran demonios.

Estos demonios se habían organizado en una especie de ciudad, y se habían reproducido a lo largo de todos estos miles de años.

Sus líderes eran los antiguos ángeles que albergaban un gran poder en su interior, eran 4 y se hacían llamar los [Maou]; el [Maou] Asmodeus, encargado de la parte militar del inframundo; la [Maou] leviatán, encargada de los asuntos exteriores del inframundo, gracias a ella el inframundo no atacaba al cielo y viceversa; el [Maou] Belzebuub, encargado de la parte tecnológica del inframundo; y por último, uno de los dos primeros ángeles en ser creados, el ahora [Maou] Lucifer era el líder absoluto del inframundo, tenía más autoridad que los otros [maou], el mismo recurriendo a su experiencia, organizo al inframundo en familias.

En todo este tiempo, el cielo y el inframundo, a pesar de las ciertas indiferencias, mantenían una convivencia un tanto buena, aunque de cuando en vez se disputaban algunas pequeñas batallas entre ángeles y demonios, que por fortuna no pasaban a mayores.

La principal fuente de entretenimiento; son los llamados juegos de ratificación o por su nombre original: [Rating Game] que así se oye más chido.


Mientras tanto… en la capital del inframundo


-Lucifad- -consejo de demonios-

Murmullos por montones eran los que se escuchaban en aquella gran sala, cabe recalcar que en dicha sala, solo se encontraban los demonios de la más alta clase… los patriarcas de las 72 familias o pilares fundadores, como les guste nombrarlos.

Unos aplausos seguidos de un toque de trompetas sonaron…

-Los grandes [Maou´s] hacen acto de presencia, favor mantenerse callados o si no…-dijo un sujeto vestido con ostentosas ropas en lo alto de aquella sala de dos pisos, que diciendo lo último miró hacia el demonio en la esquina, el cual tenía una sandia y de momento a otro la cortó por la mitad…

-(¡Glup!)- tragaron saliva todos los presentes.

Esta reunión era un tanto importante, pues por primera vez los [Maou´s] iban a jerarquizar a las familias… y los patriarcas como representantes de estas no podían faltar…


-…-


Con Dios y el castaño…

-Ise… presta atención hijo mío, pues lo que vas a escuchar no lo volverás a oír de mí…-

-¡E-Eh! ¿Q-Qué sucede?- pregunto el castaño con un pequeño grado de temor.

-Lo he estado pensando detenidamente… y he decidido que…- empezó a decir Dios.

-¿? ¡No me dejes intrigado!- exclamó el castaño.

-…te mandaré a la tierra- él soltó la bomba.

-¡QUÉ!...


FIN.

(me cambie el nombre) lo siento más sido, no se ustedes.

Agradecería que me dijeran si tengo errores (tanto gramáticos y contextuales) o si les gusto la historia…

Una cosa que aclaro ahora es que los nombre de ángeles que ponga en el futuro, lo busco en páginas de internet pero la descripción de estos mismos no será igual…

Gracias por tomar de tu tiempo y leer esto.

Hasta la próxima.