Año 845
Cada vez que se cambiaba de comandante, el anterior le tenía que contar una historia curiosa al sucesor, repitiéndose esto por más de un siglo.
Hoy le toco al capitán Erwin Smith, luego de que fuera elegido el futuro comandante, el antiguo, Keith Shadis, lo llevo al castillo real, en donde él verá con sus propios ojos la leyenda que se encuentra escondida como secreto de la nación.
- Señor Shadis, ¿por qué me trajo aquí?
- Erwin... para ser comandante tienes que escuchar una historia que no es contada a las demás personas
- ¿Por qué señor?
- Porque sería un caos- en ese momento, el carro paró en la entrada del palacio- Ahora Erwin sígueme
Recorrían los lujosos pasillos, las alfombras pulcras y finas de color rojo, las paredes blancas y enormes ventanales dando una vista espectacular. Al llegar a una gran puerta de caoba, tocaron y fueron abiertas de par en par; En ella se encontraba el "Rey" con una mirada pérdida en el techo, al igual que los pasillos, la cámara era elegante y digna de un Rey, pero esta tenía algo singular. Si veías el techo, notarías que tenía un gran diamante de cristal, y dentro de este, se hallaba el cuerpo de una joven hermosa, con tez blanca, sus cabellos eran azabaches con las puntas blancas y estaban esparcidos por todo el cristal, cubierta con un vestido negro y con blanco, utilizados por las mujeres de la realeza.
- Es hermosa, ¿no lo cree? - dijo el Rey
- ¿Quién es? - preguntó Erwin
- La verdadera salvadora
Erwin solo se le quedo mirando al monarca con un rostro de duda.
- Veras joven, hace tiempo la humanidad al no tener murallas que la proteja, la monarquía dio la orden de que diversos niños huérfanos fueran sometidos a varios experimentos para encontrar una esperanza, y todos los niños participantes morían en menos de un mes, pero excepto una, su nombre era Kaysa... la Gran Kaysa Niké, la leyenda dice que ella con sus nuevos poderes hizo creer al resto de la población que era una enviada de los cielos, un milagro para nosotros.
- ¿Qué poderes tenía? - interrumpió Erwin
- De hecho, uno era volar por los cielos con enormes alas, una blanca a la derecha y otra negra a la izquierda
- El escudo - dijo Erwin mirando el escudo de la Tropa de Exploración
- De hecho, ella dio la idea de crear esa tropa, con su carisma e inocencia llamó a grandes grupos de humanos para formarlo -dio un largo suspiro- como decía joven, con estas alas ella alcanzaba a los Titanes y los mataba con otro de sus poderes, flechas mágicas- dijo formando con sus manos la posición de un arquero
- ¿Flechas? Con eso no mata a los titanes su majestad
- No eran cualquier flecha, la leyenda dice que utilizaba la energía de nuestro planeta y las hacía, pero un gran poder te lleva a un desgaste físico, y Kaysa sabía que no nos protegería para siempre, entonces con sus poderes mando a manipular a 3 grandes titanes y hacerlos murallas, y ella al tener que usar grandes cantidades de energía fue sumergida en un sueño eterno, haciendo que la mayoría de las personas la olvidaran para siempre
- Entonces esa es la verdad de las murallas... apuesto que tenía muchos pretendientes por la hermosa que era
- Sí, mi señor padre me decía que lo más hermoso de la muchacha era sus ojos, azul zafiro, siempre me decía que estaba seguro de que la chica reencarnaría y nos daría la libertad, pero hasta ahora no ha dado señales de vida
- Señor, y ¿por qué me cuenta esto?
- Porque fue uno de sus últimos mandatos, ahora futuro comandante espero grandes hazañas suyas
- Sí señor- dijo poniendo la mano derecha en el corazón y la otra en su espalda
Seis meses después
Todos los nobles, los tres comandantes de las distintas tropas y el Rey, se encontraban discutiendo sobre la violación de la Muralla Sina.
- ¡NO SE SUPONE QUE ESA MUJER NOS PROTEJE! - dijo un noble con enojo
- ¡SI! ¡LA LEYENDA DICE QUE SU PODER MAGESTUOSO SIEMPRE NOS PROTEGERÍA! - afirmó otro
- ¡TONTERIAS! - agregó un tercero
- Si son tonterías, como quieren que una fina dama nos proteja para siempre- dijo el comandante de las Tropas Estacionarias, Dot Pixis.
- ¡PERO NUESTRA SEGURIDAD! - dijo el primer noble
- Se preocupan más por su seguridad que la demás gente- afirmó Erwin
- ¡TÚ MEJOR CALLA...- pero fue interrumpido por un sonido proveniente del techo
La mayoría que estaban en la cámara miraron hacia el techo y vieron que el cristal se estaba agrietando, siguiendo progresivamente, extendiéndose la grieta hasta finalmente romperse.
Todos esperaban que la joven cayera de formar brusca, pero no, bajaba calmadamente girando en su eje, y justamente cuando estuvo en frente de los comandantes abrió los ojos, mostrando a dos grandes zafiros, sin embargo, igual que el cristal, una grieta apareció en su rostro, y poco a poco fue rompiéndose hasta que su cuerpo se convirtió en nada más que simple polvo.
- ¿Eso qué fue? - preguntó el comandante de las Tropas de la Policía Militar, Nile Dok.
- Una señal- afirmó el Rey
Cinco años después
Una muchacha azabache se encontraba matando a cualquier titán que se apareciera frente de ella, pensando sobre el portal que uno a los dos mundos.
- Kaysa, ¿crees que el pozo vuelva a funcionar?
- Si Kags, la perla lo pidió así
- ¿Hace cuánto que estoy aquí?
- Mmm, cerca de 2 meses, pero me has sorprendido Kags
- Jajaja ¿por?
- Porque ya sabes pelear con todas las armas que te regaló tu abuelo, aparte de que también sabes pelear a puño y moverte con bastante flexibilidad, agilidad y velocidad
- Bueno tuve una gran tutora
- Jajaja pues claro mujer, yo soy la mejor, pero también fueron sus clases anteriores de baile, eso te ayudo en la flexibilidad y agilidad, y quisiera preguntarte algo
- Si dime
- ¿Por qué es que empezaste a bailar y cantar?
- Por unos primos lejanos, de hecho, te llevarías de maravilla con ellos, provienen de América Latina
- ¿América Latina?
- Para ser más precisa de México
- Jump, la que decía que no era la gran cosa y que nunca había escuchado el español
- De hecho, a pesar de ser de allá, nunca los he escuche hablar su lengua nativa o hablar de su país
- ¿Cuántos son?
- Son 3, dos hombres de 20 y una mujer de 15
- Tiene tu edad
- Si, pero es igual que tú
- Nooo mija, nadie es igual a mua
- Jajaja si igualitas
- Bueno, pero bailas y cantas de maravilla
- Huu, si vieras a mis primos te enamoras de su danza y si oyeras a mi prima quedarías encantada
- Los estimas demasiado
- Si, son de parte paterna... y cuando mi padre murió, los conocí y de verdad fueron una gran ayuda para mí en ese entonces
De pronto, sintieron que un gran número de titanes se reunían junto a humanos.
- ¿Sentiste eso Kaysa?
- Si... ¿Qué vas a hacer?
- Dices que no debo nombrarte, ¿cierto?
- Si
- Entonces... observa el show- finalizando con una sonrisa
Cerca del lugar
Dos jóvenes cadetes se encontraban huyendo de tres titanes de 9 metros.
- Armin, ¿hacia dónde nos dirigimos?
- No lo sé Jean, estamos muy lejos de la formación
Entonces de la nada aparece un titán anormal, agarrando los cables del equipo de tercera dimensión de ellos, causando que el par fuera estampado en el piso, con algunas fracturas, pero vivos. Ambos estaban temblando, de pronto cuatro luces rosas aparecieron y se clavaron en los Titanes, ellos empezaron a temblar o a chillar y poco a poco fueron reducidos a ceniza.
Los cadetes dirigieron su mirada hacia el origen y de ahí apareció una chica azabache, blanca y con ojos café chocolate. Para ellos fue su heroína, quedando hipnotizados por esos ojos, mientras la chica se acercaba tambaleándose de un lado para el otro.
- ¿Se encuentran bien?
Les habló, pero ellos no entendieron el idioma.
- ¿Qué? - preguntó Armin, que fue el primero en salir de la hipnosis
- OH, así que es inglés- la chica cerró un momento los ojos para volverlos a abrir y mostrando una gentil sonrisa- Les había preguntado si se encontraban bien
- Oh...este... ¿sí? - dijo Armin
- Mmm, bueno señorita mi compañero y yo nos.…- empezó Jean, sin embargo, fue interrumpido ya que la muchacha se había desmayado en sus brazos, haciendo que el chico se sonrojara.
- Debe de estar cansada, será mejor llevarla con los demás, ya me he ubicado ¿Crees poder cargar con ella Jean?
- ¡SII! ¡CON MUCHO GUSTO!
- Oh, mira estas deben ser sus cosas - señaló a dos grandes mochilas- tu lleva a la chica y yo sus mochilas
- ¡OK!
Al llegar, lo primero que vieron fue una gran cantidad de cadáveres en las carretas y cerca de ellas se hallaba una joven pelinegra con un muchacho castaño acostado en una de las carretas, quisieron preguntar su estado, pero alguien los había distraído
- ¿Qué llevas ahí Jean?
- Mmm- dijo haciendo una sonrisa soberbia- a una fina chica que cayó en mis brazos
- Jeje no es cierto Connie, fue alguien que encontramos en el bosque perdida
- ¡Oh! ¡Vamos Armin! Hubieras dejado que una linda chica se había interesado en mí
- Cadete Kirstein, cadete Alert ¿Qué dicen que encontraron?
- ¡CAPITAN LEVI!- dijeron al mismo tiempo ambos y haciendo el saludo militar, dejando a la chica en los brazos de Connie.
- Tks, llévenla con la cuatro ojos y quiero un informe
- ¡SI SEÑOR!
Acataron la orden de inmediato, y la llevaron junto al capitán Zoe.
- ¡HUAU! ¿Quién es la princesa?
- No lo sabemos capitán Hange- respondió Armin- la hemos encontrado junto a estos sacos me parece- le extendió las mochilas
- ¡AHH! Tal vez sea el titán femenino
- Lo dudo mucho
Entonces la chica empieza a mover su cuerpo y Hange se acerca a su rostro, en el momento en que abrió los ojos, dio un gran grito que se escuchó por kilómetros y Hange por inercia también lo hizo.
- Lentes con mierda, ¿qué coño haces?
- ¿Dónde estoy? ¿Qué está pasando? ¿Mis cosas?- decía la extraña chica angustiada
- ¿Eh? Oye tranquila no pasa nada cariño- decía Hange para tratar de calmarla
- ¿Eh?- la chica para en seco para dirigir su mirada hacia la otra- ¡Cierto!- dijo dándose un golpe en la frente- Ustedes hablan en inglés
- Oye mocosa ¿qué estás diciendo?
- Mmm, lo siento me espanté por tu rostro jeje- dijo la joven con una linda voz
- Oh no lo siento fue mi culpa- respondió Hange- Ah, Armin, Jean pueden ir por Erwin
- ¡SI!
- Ah, ustedes muchas gracias, de seguro me trajeron aquí- dijo haciendo una reverencia y juntando sus manos para después darles una sonrisa, provocando un notable sonrojo en ambos jóvenes.
- Ah no fue nada- dijeron a la par y negando con las manos
- Oigan ustedes dos mocosos, la cuatro ojos les dio un orden
- ¡AH! ¡SII!- y después se fueron
- ¿Cómo te llamas?- preguntó Hange
- Mucho gusto, yo soy Kagome Higurashi- haciendo otra reverencia para después juntar las manos- ¿y ustedes?
- Yo Hange Zoe, y el enano gruñón Levi
- ¿Y qué hace afuera de las murallas, señorita Kagome?- dijo un hombre apareciendo de repente, con un rostro impasible, pero que por dentro era una gran sorpresa por la joven
- ¿Murallas? Pero ¿Qué murallas?
- ¿Qué mierdas dices mocosa?- dijo Levi
- ¿Eh? Pero si yo no vi...- pero su mirada se dirigió hacia una persona tendida en el suelo y está por inercia fue hacia ella, quedando de frente.
- Es muy joven, y está muerto- susurró, después puso su mano derecha en la frente del chico y de esta salió luces verdes
- ¿Pero qué mierda estás haciendo?- dijo Levi que se colocaba a su lado, para posteriormente poner una cara de sorpresa, que solo duro unos segundos.
El chico que estaba tendido empezó a toser de la nada, y abrió los ojos despacio, de pronto comenzó a dar gritos, pero Kagome puso su mano derecha en el hombro izquierdo del chico para hacer que volteara hacia ella, y le dio una sonrisa tranquilizadora.
- ¿Qué hiciste?- dijo asombrada Hange
- Solo... le devolví la vida- dijo Kagome de la forma más normal que sorprendió a todos.
- No digas tonterías mocosas, si este tipo estaba muerto
- Señor le debo de decir que me está cansando su forma de hablarme
- Mo-co-sa- y esto desató la furia de Kagome
- Haber maldito enano me vuelves hablar así y te juró que no volverás a pensar en hijos en un futuro
- Señorita Higurashi- interrumpió Erwin que también estaba impresionado- antes de que atente con la vida del capitán Levi, ¿Qué tal si hacemos un trato?
- Suelta
- Nos presta su poder, a cambio de su seguridad para el regreso de la Muralla Sina
- Quiera mi seguridad dentro y fuera de esa Muralla- dijo para nada amable Kagome, agarrando de la ropa a Erwin.
- Jaja usted tiene carácter, hecho- extendió su mano a Kagome y está la agarró
- Le sugiero que ponga todos los cuerpos formando un círculo, dese prisa después de cierto tiempo será imposible traerlos de vuelta- soltando a Erwin y alejándose del grupo, para después ponerse unos audífonos.
- Nunca en mi puta vida te vi de ese modo cejotas
- Calla Levi... nadie me había hecho eso - suspiro de alivio- vamos a ponernos en marcha
Erwin hizo lo que le había dicho Kagome, junto a todos los cuerpos en círculos, luego le dijo a Armin que fuera a por la chica.
- Disculpe...este señorita- dijo Armin acercándose a Kagome y notando unos objetos extraños en las orejas de esta
- Mmm, a Armin ¿cierto?- Armin asintió en respuesta, pero mantenía los ojos en esas cosas raras.
- Ahh, nunca los habías visto- agarró el izquierdo y se lo paso al joven- mira póntelo en el oído, como yo- le dijo moviendo el rostro para que el chico lo viera, este empezó a escuchar música proveniente de eso, quedando asombrado- se llaman "audífonos" sirven para escuchar música
- ¿Y por qué los está usando en este momento señorita?
- Para distraerme y escuchar la canción que voy a usar
El chico mostró un rostro de confusión
- Jaja- rio leve Kagome- verás luego, ahora vamos
Los chicos llegaron al círculo, Erwin tenía la intención de acercarse, pero unos ojos enojados le advirtieron que no lo hiciera. Kagome se situó en medio, puso sus manos un su pecho, pero empezar a cantar con una voz melodiosa.
Niña, cuando yo muera
no llores sobre mi tumba,
canta sones alegres mamá,
cántame la sandunga.
Kagome dio un suspiro, alejo el pie izquierdo de su cuerpo, para después dar una vuelta en su propio eje y agacharse, abrió los ojos que ya no eran chocolate, sino verde esmeralda y en el centro dorado, y comenzó a cantar.
Niña, cuando yo muera
no llores sobre mi tumba,
canta sones alegres mamá,
cántame la sandunga.
No me llores, no, no me llores, no,
porque si lloras yo peno,
en cambio si tú me cantas
yo siempre vivo, yo nunca muero.
Todos empezaron a escuchar guitarras que acompañaban a la chica, nadie podía quitar su vista de ella.
Lucero de la mañana,
el rey de todos los sones,
canta a Martiniana: ¡Ay, mamá!,
que alegre los corazones.
Lucero de la mañana,
el rey de todos los sones,
canta a Martiniana: ¡Ay, mamá!,
que alegre los corazones.
Kagome levantaba los brazos para después bajarlos conforme el ritmo de la música, después los estiraba de un lado para el dando vueltas conforme la circunferencia del círculo.
Si quieres que no te olvide,
si quieres que te recuerde,
canta sones alegres, mamá,
música que no muere.
Repitió las estrofas, después se arrodilló, y empezaron, de todos los cuerpos que estaban en el piso, empezaron a escuchar como tosían para después gritar o llorar, y terminar la canción.
Nota del autor
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