Antes de empezar, quiero decirles que el español no es mi lengua materna, asi que pido disculpa de antemano por las posibles faltas de ortografía que intentaré sean las mínimas posibles.

Aclaración: No soy dueño de Naruto ni de Cage of eden

Capítulo 6

Naruto y los demás se encontraban descansando en un enorme árbol, en un lugar donde lar ramas brotaban a la misma altura, casi paralelas, formando una especie de cómoda plataforma con espacio suficiente para todos.

La oscuridad era casi total y lo único que podía oírse era el ulular de un búho cercano, el viento al pasar entre los árboles y el bailar de las hojas.

Rion, Kanako, y Kurusu estaban echadas, durmiendo acurrucadas unas contra otras.

Akira, Kazuma, Masanori, Naruto, Mariya y Kouichi se encontraban sentados en semicírculo delante de ellas. Sus sentidos estaban constantemente alerta. Sin dejar de mirar a su alrededor.

-Por ahora parece que todo está tranquilo-

-Tch- Mariya se relajó un poco, y se talló los ojos para quitarse el sueño. -Todavía me cuesta creer que nos hayamos encontrado con dos Titanoboas compartiendo el mismo territorio-

Kazuma se quitó el pañuelo de la cabeza y se lo pasó por la frente. Todavía estaba temblando por lo que había pasado, y lo suficientemente asustado que podía soltar líquidos. -N-naruto, tú nos habías dicho que no nos ibamos a encontrar con otra de esas mierdas en kilómetros-

El ojiazul sintió sobre su rostro la mirada de sus amigos, y suspiró -Yo.. estoy confundido... las serpientes gigantes son animales muy territoriales, me parece inaudito que dos Titanoboas estén cazando en la misma zona... a menos que... Mierda, ahora entiendo...- Se pasó la mano por el cabello puntiagudo, desquiciado con la situación -Chicos, creo que estamos muy cerca de un nido de Titanoboas-

Masanori y Kazuma palidecieron como cadáveres al oír eso.

-Estamos jodidos- Kouichi estiró una pierna y recostó la espalda en una rama -Estamos muy muy jodidos de verdad-

Naruto negó con la cabeza, y miró de reojo a su primo. -No, no estamos jodidos..-

-¡Sí que estamos jodidos!- Interrumpió Kazuma, golpeando la plataforma con la mano abierta, sobresaltando a Akira, y Mariya. -¡Solo estamos en esta puta zona desde la mañana, y ya hemos perdido a tres!- Se llevó las manos a la cabeza. El miedo empezaba a extenderse de nuevo dentro de él. -¿¡Cómo puedes decir que no estamos jodidos!?-

En eso el viento sopló con más fuerzas, agitando hojas y ramas como si una bestia desquiciada estuviese tras ellas.

-Porque seguimos vivos-

Todos miraron con atención al Namikaze, que, tras hacer una pausa, habló de nuevo.

-Normalmente un nido de serpientes contiene hasta 50 ejemplares, pero solo hemos sido atacados por dos Titanoboas... eso significa que...-

Masanori desencajó los ojos y esbozó una sonrisa nerviosa, ya entendiendo a dónde quería llegar su amigo. -S-significa que esas serpientes habían comido antes de que llegáramos nosotros-

-Sí... Se acuerdan de las huellas de pisadas recientes en la orilla del río- Naruto soltó un suspiro, y se acarició el brazo -Bueno, es posible que todos ellos hayan sido devorados por las Titanoboas-

-(Mierda..)- Akira advirtió que su cuerpo estaba temblando; el miedo comenzó a inundarlo. Pero no temía por él, sino por sus amigos, por Asuka. -(Por favor, Dios mío... No puedo perderla. Por favor, haz que esté bien)-

-Hey..- Kouichi flexionó un poco su pierna derecha, y apoyó su antebrazo en la rodilla. -¿Cúanto tiempo tarda una serpiente en digerir?-

-Bueno...- Mariya frunció el ceño, pensando en ello. -Hm... seis días... o más, depende del tamaño de la presa, y cuando terminan de digerir, pueden estar semanas o incluso meses sin necesidad de volver a comer-

-Vaya... Si Naruto está en lo cierto, entonces tenemos más chances de salir vivos de esta maldita situación-

Todos se quedaron en silencio, pensando.

...

...

Naruto levantó la mirada, y observó el cielo estrellado a través de las ramas y las hojas del árbol.

...

...

-Mañana, apenas amanezca nos moveremos de aquí. Tenemos que alejarnos del nido lo más rápido posible-

...

...


Varias horas después – Grupo de Kouhei Arita

-¡Ustedes chicos, son lo peor!-

-¡Hicieron lo que les dio la gana y se comieron la comida que habíamos recolectado entre todos!-

-¿¡Qué es lo que estaban pensando, idiotas!?-

Los únicos tres hombres del grupo, sin contar a Kouhei, se sonrojaron y bajaron la cabeza sin rechistar como si fueran niños regañados por su madre.

-C-chicas, l-lo sentimos, actuamos por impulso-

-Perdónennos por favor-

-¡Cállense, pedazos de mierda!- Una de ellas dio un paso adelante, y los señaló acusadoramente con el dedo. -Ya habíamos decidido las reglas para esto, ¿verdad? ¡Sigan las reglas!-

Kouhei estaba detrás de ellos, sentado en una roca, mirando en silencio la escena. Cuando creyó que la discusión entraría en un bucle bizantino, decidió intervenir. -Chicas, es suficiente. Sólo perdónenlos, por favor. Estoy segurísimo que ya han aprendido la lección- Las chicas se giraron hacia Kouhei y este sonrió, al tiempo que sacaba del bolsillo de su casaca una fruta muy parecida a la Pera. -Aquí es donde ustedes me darán un poco de piedad, ¿verdad?- Dio un mordisco a la fruta y les guiñó un ojo.

Las chicas se miraron unas a las otras y se ruborizaron.

-B-bueno..-

-Si tú lo dices...-

Los tres chicos suspiraron aliviados.

-Gracias por salvarnos, Arita-

-¡No lo volveremos a hacer!-

-Ya no piensen en eso- Kouhei le restó importancia con un gesto de la mano, y se bajó de la roca. -Antes encontré unos árboles con sabrosas frutas por allá, ¿por qué no vamos y las recogemos?-

Las chicas sonrieron, y rodearon a Kouhei como mariposas nocturnas bailando y tropezándose alrededor de una luz.

-¿¡En serio!? ¿¡De nuevo encontraste alimento!?-

-¡Eso es genial!-

-Eres increíble, Kouhei-kun, como esperábamos de un lider-

-¡Kyaaa, mientras que estés aquí, estaremos bien!-

Kouhei cerró los ojos sonriendo. -(Sí, qué bueno..)- Respiró profundamente y, como en una película, por su mente pasaron las imágenes de todo lo que había ocurrido hace unos días, imágenes del piloto que había matado de una sola puñalada en el corazón. -(Si tan sólo.. ese secreto no fuera expuesto... ¡no, tranquilo!... el avión estaba a oscuras, y lo apuñalé en medio del caos, nadie debió haberme visto)- Abrió los ojos y miró a sus compañeros de escuela, quienes lo miraban como si fuera un héroe. -(Sí... sería bueno si eso fuera verdad... Y entonces nos iremos a casa, de regreso al mundo... donde era el mejor)-

-Hey, Asuka, mira cómo se comportan esas chicas- La única pelirrosa del grupo soltó un risita, y apuntó con su mano a Kouhei. -Están completamente embobadas con Arita-

Asuka soltó un bufido divertido, y golpeó juguetonamente un hombro de su amiga -Honoka, tú eres la persona menos indicada para burlarte de ellas-

-¿Eh? ¿Qué quieres decir con eso?-

Asuka rodó los ojos y se cruzó de brazos -Cada vez que alguien menciona a Naruto, tú te comportas peor que ellas-

Honoka sintió las mejillas calentarse y desvió la mirada al suelo -Eh... no puedo negar eso-

Las dos se encontraban un poco alejadas de los demás, sentadas sobre un viejo tronco caído.

Asuka suspiró, y comenzó a mover el pie derecho adelante y atrás. -Por cierto, me pregunto cómo estará Akira-kun-

Honoka le rodeó los hombros con el brazo y le dio un apretón -Animate, estoy convencida de que tu amigo está bien-

-Lo sé, es muy cabezota para morir, estoy segura de que tarde o temprano voy a reencontrarme con él- Se limpió una lágrima que se asomó sin permiso, y sonrió a su amiga. -Seguramente estará con Naruto, los dos son inseparables- Se levantó del tronco caído, y movió la cabeza juguetonamente hacia el grupo -Oye, será mejor que nos movamos porque los chicos se están alejando de nosotras-

Honoka asintió y siguió a su amiga hacia los demás. Cuando alcanzaron el grupo, uno de los chicos gritó.

-¿¡Eh!? ¿¡Qué coño es esto!?-

-¿Hm?- Kouhei detuvo sus pasos, y observó al que había gritado -¿Qué sucede?-

-Arita, echa un vistazo a esto- El joven señaló una pequeña zona plana sin hierba con un gesto de la cabeza -Hay algunas palabras escritas ahí-

-¿Palabras?- Kouhei enarcó una ceja, divertido, y empezó a acercarse al lugar señalado. -Veamos, ¿qué tenemos aquí?- Al leer lo que estaba escrito ahí, su expresión cambio de golpe, su mirada ya no reflejaba diversión, sino más bien sorpresa y miedo.

Todos comenzaron a acercarse para ver mejor.

-Mira esto-

-¿Quién lo habrá escrito?-

-Es algún tipo de juego-

Honoka se detuvo al lado de Kouhei, y leyó en voz alta -"Yo lo vi todo"- Parpadeó confundida, y miró a Asuka -¿Qué querrá decir esto?-

-Ni idea-

-(¿Alguien vio todo?)- Kouhei tragó saliva y cerró los puños con fuerza, mientras un sudor frio corria por su frente. -(Debes estar bromeando)-

...

...

...


Unas horas después – Grupo de Naruto Namikaze

Kanako ya no sabía dónde estaba el suelo, y la cabeza le daba vueltas. Llevaban caminando sin parar desde que había salido el sol, serpenteando entre árboles y lianas. Sus piernas temblaban de cansancio, su cabello estaba lleno de hojas, y lo peor, su corazón hecho trizas por el miedo, inundado de angustia.

-Basta ya, no puedo más- La azafata agarró a Naruto del brazo para llamar su atención -De verdad, no puedo dar un paso más, además ya es de noche, la visibilidad es casi nula, descansemos-

-Cálmate, Kanako-chan. Tenemos que llegar a un claro, y buscar un árbol para pasar la noche. No podemos echarnos a descansar en medio de tantos arbusto. Esto debe estar plagados de bichos-

-Lo sé, pero a diferencia de ustedes, estoy descalza, me duelen los pies-

-Lo siento, me olvidé completamente de eso- El ojiazul detuvo sus pasos, y se agachó -Vamos, sube. Yo te llevaré-

Todos los demás se detuvieron para mirar.

-Namikaze, no te ofendas, pero no creo que puedas cargarla, se ve en tus ojos que también estás cansado-

-Mariya, tiene razón, Naruto-kun- Rion posó una mano en el hombro del rubio, y lanzó una mirada celosa a Kanako.

-Tranquilos chicos, puedo cargarla- Le entregó su mochila a Rion, luego miró hacia atrás, y guiñó un ojo a Kanako -Vamos, sube-ttebayo-

-V-vale- Se acercó y se subió a la espalda de Naruto. Podía sentir sus manos envolviéndose alrededor de sus muslos para ayudar a sostenerla. Kanako gimió de alivio, rodeó el cuello del chico con sus brazos y se dejó caer sobre él. Notó calidez, lo cual le inspiró seguridad. Se sentía demasiado débil como para enfrentarse a nada, pero sabía que si Naruto estaba con ella, el pavor disminuiría.

Sin perder tiempo, el Namikaze se irguió, y reanudó sus pasos, ignorando la sensación de tener los firmes senos de Kanako aplastados contra su espalda.

Al cabo de una hora llegaron exhaustos a un claro.

-Ah, por fin-

-Tengo las piernas destruidas-

Se dejaron caer sin fuerzas en el pasto.

El claro era amplio, y los enormes árboles exóticos se juntaban alrededor de ellos formando un círculo casi perfecto. La luz de la luna se filtraba entre las ramas, iluminándolos, y la visibilidad era mayor. Las ramitas más secas caían al suelo y su ruido producía un sonido quedo, casi apacible y manso.

Kurusu se secó la frente con la manga, y miró a sus alumnos -Chicos, ¿cuántos kilómetros habremos recorrido?-

Mariya se sentó y abrió su mochila -No sé..., pero estoy seguro de que...- Sacó una botella de agua y bebió un trago. -No menos de cuarenta y cinco kilómetros-

-Podemos decir que estamos lejos del nido de las Titanoboas-

-Sí-

Akira soltó un suspiró y con delicadeza se quitó los zapatos y las medias, sobándose los pies con alivio. Kazuma hizo lo mismo. Los demás abrieron sus mochilas, sacaron las pocas provisiones que les quedaban (que habían recolectado en el avión) y comieron un poco. Tras un largo y meditativo silencio, Masanori habló.

-Ya son casi dos días desde que dejamos la cueva para encontrar más gente, y no hemos encontrado a nadie... bueno, excluyendo las huellas en el río-

Kanako se estremeció -Pero se supone que habia mas de trescientos pasajeros-

Mariya deglutió un trozo de galleta y frunció el ceño -Probablemente, estén todos muertos-

-¡Mariya!- Rion lo miró asustada -¿Por qué has dicho algo tan horrible?-

-¿Qué? Sólo estoy siendo realista-

Kouichi sacó una moneda, y comenzó a jugar lanzándola al aire -De hecho, es posible que las personas que han dejado las huellas hayan pasado a mejor vida-

Todos se quedaron en silencio.

Cuando terminaron de comer, Naruto cerró la cremallera de su mochila y se la echó al hombro. Después se levantó y miró a su alrededor, examinando todos los árboles, en busca de uno apto para pasar la noche.

-Chicos, ayúdenme a buscar un árbol idóneo para dormir-

Rion y los demás se levantaron, y empezaron a controlar los árboles del claro.

Al cabo de unos minutos, encontraron lo que buscaban.

-Chicos, miren ese árbol, sus ramas han formado una especie de plataforma natural-

Todos corrieron hacia Kazuma.

-Bien hecho, Zaji-

-No perdamos tiempo, suban-

-Iré primero-

Sin perder tiempo, Kouichi se agarró a una rama y se subió encima con agilidad. Ascendió oscilando por el gran árbol, moviéndose velozmente por las ramas. No tardó ni siete segundos en llegar a la plataforma. Arriba miró a su alrededor, buscando alguna señal de peligro. Nada.

-¡Este lugar parece seguro, pueden empezar a subir!-

Naruto sonrió y miro a su grupo -Ya escucharon chicos, andando-

Los primeros en subir (con la ayuda de Kouichi) fueron Kurusu, Masanori, y Mariya.

-Ahora te toca a ti, Rion-chan-

La pelicastaña se acercó a Naruto, y este la agarró por la cintura y la aupó tan alto como pudo -Agárrate a lo que sea, luego Kouichi se ocupará del resto-

-Ya está- Rion sonrió, asiéndose a una rama lo bastante gruesa para encaramarse.

-Bien- Sin soltar la cintura de Rion, Naruto giró su cabeza hacia Kanako -Tú serás la próxima..-

Fue entonces cuando sin previo aviso, se empezaron a escuchar ruidos de pezuñas aplastando la hierba... y gruñidos de cerdos.

-¿Eh?-

-¿Qué mierda...?-

Kazuma, Akira, Naruto y Kanako empezaron a mirar alrededor nerviosos.

Una alfombra de polvo empezó a levantarse a lo lejos, entre los árboles.

-Joder, denme un respiro..-

-Hay algo que se aproxima-

-¿Un m-monstruo?-

-(¡Maldición!)- Naruto rechinó los dientes, y empujó a Rion fuertemente por las nalgas, ayudándola a subir la rama.

Justo en ese instante unos amimales muy parecidos a los cerdos de casi dos metros de altura salieron de los árboles y entraron en el gran claro.

Eran descomunales, y estaban persiguiendo a unos Eohippus (caballo prehistórico)

-¡Mierda!- Naruto agarró a Kanako, y se tiró a un lado, evitando por poco ser pisoteado por los furiosos animales.

Afortunadamente, Akira y Kazuma también habían logrado salvarse.

La azafata empezó a temblar al ver cómo uno de esos enormes cerdos destrozaba a mordisco un caballo -N-naruto-kun, ¿q-qué son esos animales?-

-Daeodon, pesan una tonelada y son absurdamente feroces.- Naruto la ayudó a levantarse, y luego echó a correr, jalándola de la mano -¡Es un animal omnívoro y come de todo, desde frutas hasta carne muerta, también se comen entre ellos, por eso tienen una violenta disposición!. ¡Tenemos que escapar antes que se fijen en nosotros!- Sin dejar de correr, miró por encima de su hombro, hacia el árbol -¡Kouichi, te encargo a Rion, cuídala, y no se muevan de ahí, volveremos!-

-¡Naruto, una de esas bestias se está acercando a nosotros!-

-Tch, maldición-

Se adentraron entre los árboles, y la oscuridad casi completa les envolvió, pero no bajaron el ritmo. Escuchaban los pasos del Daeodon detrás de ellos, persiguiéndolos. Desesperados, aumentaron la velocidad hasta que las piernas y los pulmones les ardieron.

-¡N-naruto, mis pies, no puedo dar otro paso!-

-¡Por aquí!- El ojiazul la agarró por la cintura y los dos cayeron dentro de unos arbustos.

El Daeodon pasó velozmente al lado de ambos, y chocó contra el tronco de un pequeño árbol que había en su camino. El impacto desgajó el árbol de raíz; sin duda, el cráneo del animal se había hundido como consecuencia del tremendo golpe. El árbol y el Daeodon cayeron juntos, y Naruto y Kanako vieron, estremecidos, que las ramas y las hojas eran sacudidas por las convulsiones del monstruo al que cubrían, y luego se quedaban inmóviles.

-¿H-ha muerto?-

-Sí, creo que sí- Naruto la tomó de la mano, y la levantó de un solo movimiento. Un segundo después se oyó un tremendo rugido que hizo estremecer las hojas de los árboles.

Kanako dio un brinco de terror y se abrazó a Naruto con fuerza -¿Y ahora que fue eso?-

-N-no lo sé ni quiero saberlo- Miró fugazmente a su alrededor, pero no conseguía ver casi nada -Tenemos que movernos de aquí ante de que llegue esa cosa-

-Pero.. todo está oscuro, n-no se ve nada... deberíamos esperar hasta que amanezca para tener mayor visibilidad.-

Naruto la miró un segundo antes de suspirar. -Tienes razón- Miró de nuevo a su alrededor y sonrió. Tiró algo al suelo, luego corrió hacia un árbol, se agachó y volvió la cabeza para mirar a Kanako -Ven-

Sin perder tiempo, ella se subió a los hombros de Naruto. Este se incorporó al momento, y Kanako estuvo a punto de soltar un grito por la rapidez de su movimiento. Se sujetó al tronco para no perder el equilibrio, y sin dificultad se agarró a una rama. Le costó algo más impulsarse para subirse a ella, y en ese momento habría preferido llevar puestos unos vaqueros en vez de una falda. Pero no había tiempo para pensar en el decoro. Pasó una pierna por encima de la rama y se sentó a horcajadas en ella.

Desde abajo, Naruto la miraba, interrogándola. Ella asintió, y él se colgó de la rama dando un salto, y meciéndose en ella, se dio impulso para trepar hasta ella.

Naruto le tocó el brazo y, cuando ella lo miró, él señaló hacia arriba con un movimiento de cabeza. Quería que siguiera trepando. Le indicó que permaneciera sentada, y él se puso en pie sobre la rama. Se echó hacia delante, colocó las manos en otra rama, y Kanako ahogó un grito de temor.

Naruto se volvió y enarcó una ceja, pero al ver que se preocupaba por él, no pudo evitar una sonrisa. Un segundo después, se agarró de una rama más gruesa y se balanceó un poco para subirse a ella. Una vez allí, se inclinó y extendió los dos brazos hacia Kanako.

Ella no lo dudó ni un segundo, y se agarró de las manos de Naruto.

Él la sujetó con fuerza de las muñecas, y tiró de ella hacia arriba.

Kanako notaba que a Naruto le costaba subirla.

La segunda rama era más corta que la primera, y les dejaba menos espacio. Naruto se apoyó en el tronco, con las piernas colgando. Ella se acercó a él, y pegó la espalda a su pecho.

Naruto titubeó un momento, y luego la rodeó con sus brazos. -Aquí estaremos seguros de los animales-

Kanako asintió, y se acomodó mejor contra el cuerpo de Naruto, moviendo inconscientemente las caderas.

Naruto tragó saliva mentalmente al sentir el perfecto y suave trasero de kanako presionando con fuerza contra su miembro, se daba cuenta de que no era una posición casual, y de haberse encontrado en otras circunstancias, se habría despegado de ella. O quizá no. Tal vez se habría despegado, pero debía admitir que sus cuerpos encajaban bien.

La estrechó más entre los brazos, y ella felizmente se reclinó más sobre él.

...

...

-Naruto-kun...-

-¿Si?-

Ella suspiró, y ladeó la cabeza para mirarlo -Gracias por cuidarme, por estar a mi lado ayudándome en todo-

Naruto le mostró su clásica sonrisa zorruna. -No debes darme las gracias. Sabes muy bien que no hace falta. Tú conmigo te habrías comportado igua, ¿no?-

-No lo dudes-

-Pues eso..-

Kanako se quedó mirando fijamente a Naruto, con una sonrisa tonta en los labios -¿Sabes? Me recuerdas a mi mejor amiga-

-¿Ah sí? Cuéntame algo sobre ella-

-Bueno...- La expresión de Kanako se tornó repentinamente nostálgica, y dirigió la mirada al cielo para admirar el magnífico espectáculo que presenta una hermosa noche de verano.

Mil estrellas brillaban en un cielo oscuro; la via láctea se dibujaba como una banda de plata, y en medio de esas magnificencias, la luna, mas magnífica aun, derramaba su plateada y azulada luz sobre todos los objetos que se podían distinguir.

-La conocí cuando yo era una estudiante de primer año en un internado. Se llamaba Towa. Iba dos años más arriba que yo, era una estudiante de último año... y mi compañera de cuarto. Era muy amable, y una muy buena senpai. Me ayudaba a estudiar, y hablábamos sin parar casi todas las noches... era tan divertido- Hizo una larga pausa como recordando tiempos felices, mientras una ligera sonrisa le cruzaba el rostro -Cuando se graduó de la escuela, me dijo que quería convertirse en un auxiliar de vuelo... presa del miedo y la tristeza de no volver a verla, le dije que yo también me iba a convertir en una azafata-

-¿Lograste reencontrarte con ella?-

-Sí, la volví a ver en mi primer día de trabajo- Kanako reclinó la cabeza para mirarlo a los ojos. Su cara se encontraba marcada por la preocupación pero en ese momento a Naruto le pareció ver miedo en su rostro más que preocupación -Ella, estaba con nosotros en el avión... Dios, espero que no le haya pasado nada-

Naruto alzó la mano y acarició su mejilla tratando de reconfortarla -Volverás a verla, no dudes que volverás a verla-

...

...

-Sí...-

Los dos se quedaron en silencio mirándose fijamente. Después de un momento, Kanako se giró entre los brazos de Naruto para quedar de cara a él, levantó el rostro para acercar sus labios a su boca, ambos sintieron el aliento cálido del otro.

-Naruto-kun-

El rubio se cohibió, Kanako lo estaba mirando como si fuera la cosa más valiosa del mundo.

-Naruto... yo...- Ella lo agarró de la nuca y apretó los labios temblorosos contra los suyos, sintiendo con todo su corazón el primer beso de su vida.

Naruto sintió que el pulso se le aceleraba cuando su boca, suave y carnosa, atrapó la suya. Durante un instante se puso rígido por la sorpresa y luego el instinto hizo su aparición. El beso de Kanako fue inocente, casi infantil en su torpeza.

Naruto la estrechó con fuerza y pudo sentir sus grandes pechos contra el torso. Kanako suspiró. Su cuerpo se amoldó al de él. La besó con más pasión, abrazándola más fuerte y sintiendo aquel cuerpo curvilíneo contra el suyo.

-Ah..- Kanako dejó escapar un débil quejido y se retorció para rodearle el cuello con los brazos.

Naruto pasó una mano por debajo de la falda de kanako, y le agarró una nalga. Ella ahogó un grito. Nadie nunca le había tocado el trasero. Pero el tacto de Naruto era sumamente suave y delicado, casi reverencial, como si estuviera palpando una obra de arte.

-Ah..- Echó la cabeza hacia atrás y soltó un jadeo entrecortado, Naruto la besó en el cuello y la mordió suavemente, antes de volver a sus labios y le introdujo la lengua de una forma lenta y pausada, como si estuviera deleitándose con su sabor.

-(Naruto... kun..)-

De pronto se apartó de ella, tan bruscamente que el soplo de aire contra su cuerpo fue como recibir un aluvión helado. Naruto respiraba agitadamente, su cabeza estaba inundada de Rion, de su declaración de amor. -(Que mierda he hecho..)-

La humillación mezclada con el deseo insatisfecho hizo que Kanako sintiera náuseas y que le temblaran los hombros. -¿N-naruto-kun?- Alargó la mano para tocarle la mejilla, pero él ladeó la cabeza.

-No...-

-Pero...-

-No-

Kanako bajó la mano. La cabeza le daba vueltas y le temblaba todo el cuerpo. Por un momento se había olvidado de Rion, de su relación estrecha con el rubio.

Naruto se sintió peor que un gusano al ver la expresión herida en el rostro de Kanako, que parecía encontrarse al borde del llanto.

-Kanako.. yo... lo siento..-

...

...

-¿T-te gusta Rion, v-verdad?-

...

...

-No lo sé..- Naruto bajó la mirada hacia su regazo, tratando de hacerle el momento lo menos desagradable posible. -Me gusta estar con ella, me siento atraido por ella, pero no sé lo que siento, estoy confundido, sé que me agradas mucho, quiero estar contigo, pero también quiero estar con ella-

Kanako permaneció callada, se veía confundida y desesperada.

-Perdóname pero necesito tiempo...-

-Te amo.. Naruto-kun. T-te he amado desde la primera vez que te vi.-

Naruto agrandó los ojos sorprendido por aquella declaración. -Yo... S-sólo dame un poco de tiempo para asimilar lo que me has dicho, hace media hora te veía como una amiga y evidentemente ya no pod...-

-Y si en ese tiempo te das cuenta que es a ella a quien quieres, ¿qué hago yo?-

Ella lo miraba desolada, perdida. Al rubio se le partió el corazón.

-Ven..- Naruto la atrajo hacia sí y le dio un fuerte y cálido abrazo, al que ella se entregó para sentirle el corazón palpitando en su mejilla. -Necesito este tiempo, tienes que entenderlo, necesito estar seguro-ttebayo-

...

...

-E-está bien..-

-Gracias..- Naruto apoyó la barbilla en su cabeza, tan callado como la noche que los rodeaba, y le sobó suavemente la espalda, tratando de tranquilizarla. -(Soy un puto desgraciado)-

Eventualmente, en el silencio, ambos se quedaron dormidos.

...

...


(Unas horas después)

El cielo había amanecido en silencio, con escasos jirones de nubes blancas que flotaban en conjunto, como si estuvieran volando en bandadas, empujadas por las frescas brisas matutinas. Los primeros rayos del sol, ya habían comenzado a dorar el rostro de las montañas.

-Vamos, Kanako-chan, salta-

Naruto se encontraba parado a los pies del árbol donde habían pasado la noche, con los brazos alzados hacia la rama más baja del árbol donde estaba sentada la azafata.

-Yo...- Ella miró hacia abajo, hacia Naruto, y siento vértigo. -Tengo miedo..-

-Cierra los ojos, y salta. Yo te sujetaré, te lo prometo- Naruto le sonrió tratando de tranquilizarla. -Sé que tienes miedo, pero debes hacerlo-

...

...

Kanako respiró profundamente. -V-vale...- Cerró los ojos con fuerza y saltó.

Naruto la agarró soltando un gruñido, y el esfuerzo le hizo doblar una rodilla, pero en efecto la agarró. Tenían las caras tan cerca, que él podía ver las manchas amarillas que salpicaban los ojos marrones de ella.

-Logré atraparte como te prometí-

Kanako asintió con las mejillas rojas.

Naruto la dejó en el suelo y le sonrió. -Tenemos que volver con los chicos, deben estar preocupados por nosotros-

-Sí... pero, ¿recuerdas el camino por donde vinimos?-

-Espera un segundo..- Naruto se llevó la mano al hombro y se lo sobó un poco, luego miró a su alrededor. Árboles, hierba alta, arbustos y... un pañuelo. -Ahí está- Corrió hacia la tela y la recogió. -Ayer, dejé aquí este pañuelo para no perdernos.-

Kanako se detuvo al lado de Naruto, y miró los arbustos que estaban frente a ellos -Aquí es donde nos escondimos del Daeodon-

-Sí, vamos- Naruto silenciosamente empezó a abrirse paso entre los espesos arbustos, haciéndole un camino, y ella lo siguió, agitando las hojas, pisoteando las ramas bajas, rozándose y raspándose las piernas con las ramitas quebradizas. Llegaron al otro lado, junto al árbol caido, y los arbustos cerraron tras ellos su verja de zarzas, oscura, intacta.

-Bueno, si no me equivoco, tenemos que ir en esa dirección...-

-¡Naruto-kun, mira!- Kanako señalo el cadáver del Daeodon, que yacía desparramado en el suelo. El cuerpo del animal estaba mutilado hasta extremos indecibles, con una pata arrancada por completo del muslo, y la cabeza apenas sujeta al cuello por un hilo de piel. Gran parte del cadáver había sido devorado y sus entrañas estaban derramadas entre la hierba, bueno.. lo que quedaba.

-Por el amor de dios...-

-Joder, movámonos deprisa-

...

...


-¿Dónde se habrán ido Naruto-kun, Kanako, Akira, y Kazuma?- Nerviosa Rion caminaba de un lado para el otro del claro, observando todo su entorno. -¡Han pasado varias horas y ni rastro de ellos!-

-Cálmate Akagami-san, y sobre todo no grites- Mariya suspiró, y se pellizcó el puente de la nariz. -Aún podría haber un Daeodon rondando por aquí-

-Seguro que estarán bien, no te preocupes, Rion-

La chica dejó de caminar y miró a su profesora. -Lo sé, pero no puedo dejar de preocuparme por ellos... por... Naruto-kun-

Masanori ahogó un bostezo, y se sentó al lado de Mariya. -Acaso tienes miedo de que pase algo picante entre Naruto y Oomori-san-

Rion se sonrojó, y lo fulminó con la mirada por atreverse a pensar que había alguna oportunidad de que Naruto y... Kanako... -(¡No!)- Sacudió la cabeza apartando aquellos pensamientos. La sola idea de que Kanako lo tocara o lo besara la desquiciaba.

-Hey- Kouichi bajó de un árbol en un atlético salto, llamando así la atención de todos. -Alguien se está acercando-

justo en ese momento entraron al claro Naruto y Kanako.

-¡Naruto-kun!- Fue tal la alegría de Rion de verlo sano y salvo, que corrió hacia él y saltó. Le rodeó el cuello con los brazos y la cintura con las piernas -¡Gracias a Dios que estás bien!-

El rubio la apretó más fuerte que pudo y sonrió. -Lamento haberte hecho preocupar, Rion-chan-

Los demás comenzaron a rodear a Kanako y Naruto.

-Me alegro de que estén bien-

-Joder, tío, no saben qué susto tuve ayer-

Kurusu se acercó a Kanako, y la envolvió en un abrazo -¡Qué bueno verte sana y salva! ¡Cómo me hiciste preocupar!-

La azafata media sonriente respondió al abrazo.

En ese momento, Naruto notó la ausencia de Akira, dejó a Rion en el suelo, y miró a su primo. -Hey, Kouichi, ¿dónde está Akira?... No veo tampoco a Kazuma-

Kouichi se encogió de hombros con expresión indiferente -No lo sé, anoche, en medio de tanta confusión los perdí de vista al instante-

-(Maldición, ¿dónde se habrán ido?.. No podemos quedarnos esperándolos en este lugar por mucho tiempo después de lo de ayer)- Naruto sintió que iba a padecer pronto una migraña. Era como uno de esos huracanes que se formaban en las costas. De ésos que aparecían de la nada e iban ganando fuerza en muy poco tiempo. -Chicos, ¿escucharon anoche ese tremendo rugido?-

Todos asintieron.

-Casi me cagué del susto-

-Yo también me espanté..-

Mariya entrecerró los ojos, pensando. -El animal que emitió ese rugido, debe ser enorme y muy peligroso porque los Daeodon escaparon apenas escucharon su bramido-

-Mierda...-

-¡Pobre de mí, hemos caído de la sartén al fuego!-

Kouichi dejó de escuchar a los demás, y miró a su primo. -¿Naruto, qué propones que hagamos?-

-De momento no nos queda otra cosa que esperarlos aquí- Naruto se dejó caer sentado en la hierba, y cruzó las piernas. -Esperaremos unas horas más... pero.. si no aparecen... proseguiremos sin ellos- Alzó la mirada hacia el cielo, y se reclinó hacia atrás, apoyándose en las palmas de las manos -Nos largaremos de aquí cuando el sol esté más cerca del cénit(culminación)-

Rion y los demás asintieron, y empezaron a sentarse alrededor de él.

-Me parece buena idea..-

Mariya suspiró, y encendió su laptop para reanudar su trabajo(crear un mapa de la isla) -Yo preferiría irme ahora-

-Hey Mariya, ¿cómo es posible que la batería de tu laptop nunca se descarga?-

-Porque se recarga con energía solar-

-Naruto-kun, toma tu mochila y la barra de hierro-

-Oh, gracias...-

...

...


Después de esperar cinco horas, reanudaron la marcha por aquella selva, que ahora se presentaba menos espesa con los árboles diseminados, sin formar ya impenetrables frondas.

-¡Akira!-

-¡Kazuma!-

En el trayecto estuvieron buscando y llamando en voz alta a sus amigos.

Esto último no gustó para nada a Mariya. Cada vez que nombraba a Akira y Kazuma, tenía la sensación de estar llamando la atención de posibles depredadores. Como un cordero perdido en el bosque que al llamar a su madre consigue atraer la atención de los lobos. -(Tch, estamos metiéndonos en un peligro por culpa de esos dos idiotas)- Frunció el ceño, y miró a Naruto -Namikaze-san, no creo que sea buena idea seguir llamándolos en voz alta. Si continuamos haciendo ruido, atraeremos atención no deseada-

-Tienes toda la razón...- Naruto chasqueó la lengua, acomodándose mejor la mochila. -Pero no tenemos otra opción que esa-

En eso, uno de ellos se detuvo, llamando la atención de todos.

-¿Qué pasa, Masanori?-

-Me pareció haber oído algo-

Todos guardaron silencio, y aguzaron el oído. En la lejanía, débil pero inconfundible, sonaba la voz de Akira.

-¡Es Sengoku!-

-¡Está vivo!-

-¡Vamos!-

Echaron a correr hacia la voz, Naruto a la cabeza, cargando con Kanako a su espalda como si fuera una bolsa de viaje.

Poco a poco mientras seguían corriendo, empezaron a notar algo preocupante. Varios esqueletos de animales salpicaban el terreno que estaban recorriendo. Enormes cajas torácicas resplandecían a la luz del sol. También había un cadáver de Daeodon parcialmente devorado y envuelto por una nube de moscas.

-¿Q-qué es esto?-

-Parece un cementerio..-

-Sí, pero no lo es..- Naruto frunció el ceño, y miró alrededor sin dejar de correr. El hedor de la carne descompuesta flotaba en el aire. -Éste es el nido de un animal-

Los árboles empezaron a disminuir aún más, y el terreno a cambiar. Ya no era tan seco y compacto como antes, sino que se reblandecía y su color se oscurecía poco a poco. Debía haber agua en la tierra. Avanzando, llegaron a una zona pantanosa, con charcas de agua estancada esparcidas por aquí y por allá. Fluían varios arroyuelos, y, en sus orillas crecían plantas distintas a las que habían visto antes. Sobre la superficie del agua flotaba alguna que otra planta acuática inmóvil.

-¡Miren. Ahí están!- Rion señaló hacia un enorme tronco caído que impedía ver más allá. Kazuma y Akira estaban sentados en unas pequeñas rocas, cerca del árbol tirado, conversando con dos desconocidas. Una era una niña que aparentaba tener unos diez años, la otra era una joven mujer pelinegra, y llevaba el mismo uniforme de Kanako.

-Hay alguien más con ellos-

-No conozco a ninguna de las dos-

Cuando se acercaron más a ellos, el rostro de Kanako se iluminó. Se bajó de la espalda de Naruto y corrió hacia la mujer. -¡Towa-senpai!-

El grito hizo que los cuatro miraran hacia ellos.

-¡Kanako!- Towa, al verla, también corrió a su encuentro. Se abrazaron muy felices, como verdaderas hermanas. -¡Estás viva! ¡Estás viva, que alegría!-

Mientras tanto, el grupo del rubio permanecía de pie, contemplando confundidos la escena. Rion fue la primera en reaccionar. -¿Quién es esa chica? Parece que ella y Kanako se conocen bien.-

Naruto sonrió, mientras veía llorar de felicidad a las dos azafatas. -Ella es una amiga muy querida de Kanako-chan-

-Viste que yo tenía razón- Akira hizo una mueca a Kazuma y lo golpeó juguetonamente en las costillas -Hice bien a llamarlos en voz alta-

-Sí, sí, lo que tú digas-

Los dos se levantaron y se acercaron al grupo.

-Me alegro de que ninguno de ustedes haya muerto-

-Lo mismo digo-

Naruto y Akira chocaron manos, y luego se rieron desenfrenadamente durante varios segundos mientras los demás soltaban suspiros de alivio.

Kazuma se cruzó de brazos y se quedó observando a Akira -No veo nada de qué reír, a mi se me pusieron los cojones de corbata-

El pelinegro ignoró lo que dijo su amigo, y señaló con la cabeza hacia donde estaban la niña, y Towa, que seguía abrazando a su amiga -Naruto, ¿te acuerdas de las huellas de varias personas encontradas en el río?... Bueno, ellas dos hacían parte de ese grupo-

-¿Y... dónde estan los demás?- Rion bajó la mirada, esperando a que Akira hablara, pero sabiendo perfectamente qué iba a decir.

-Todos fueron devorados por las Titanoboas; todos, excepto ellas dos-

-Joder..- Masanori tragó saliva nervioso y miró de reojo a la niña que los miraba desconfiada. -P-parece que no le gustamos mucho...-

Akira iba a decir algo, pero fue interrumpido por Towa.

-Eso es porque hemos tenido una mala experiencia con nuestro grupo que incluía a veintiuna personas, de las cuales yo era la única mujer.- La pelinegra se secó las lágrimas con las manos, y se acercó a ellos con Kanako a su lado. -Un día ellos intentaron violarme delante de ese pequeño niño... pero gracias a dios no lo lograron porque fuimos atacados por unas serpientes-

-¿Niño?- Naruto, y los demás parpadearon, confundidos.

Towa sonrió, y se giró hacia la "niña" -Heijirou, ven aquí. No tengas miedo de ellos-

El nombrado asintió con la cabeza, y dio un paso vacilante hacia el grupo pero, antes de que diera otro paso, algo le cayó encima, aplastándolo con su peso, enterrando su ahora destrozado cuerpo en el suelo húmedo. Todos miraban con pavor como un chorro de sangre corría de debajo de una pata tiñendo el agua.

Se quedaron congelados, estupefactos, sin poder reaccionar, impactados por lo que habían presenciado.

La pata que había matado al niño pertenecía a un enorme animal que se había elevado por encima del árbol caído.

Se parecía a un cocodrilo, medía 2 metros y medio de altura, y ocho de largo.

-(E-es un Postosuchus.. pero su dimensión es anormalmente grande, su especie no deberia pasar el metro treinta)- Naruto cerró el puño sobre la barra de metal con fuerza y la apretó con violencia hasta que los nudillos se le pusieron blancos, e intentó convencer a sus piernas de que dejaran de temblar.

El animal lanzó un largo y profundo rugido, que se extendió sobre ellos, a su alrededor, los pocos árboles, y el pasto se estremecieron al sentir la fuerza del mismo.

-¡Joder, mis oídos!-

-¡Voy a quedar sorda!-

El postosuchus se abalanzó hacia ellos con la cabeza baja y las fauces abiertas en una inconfundible postura de ataque.

-¡Aaaah!-

-¡Mierda, vámonos de aquí!-

El ataque del animal fue muy rápido.

Naruto vio morir a Masanori, mordido por las fauces del Postosuchus, que abrieron su cuerpo como a un huevo que cae del nido.

La sangre salpicó el suelo como si fuera lluvia.

-¡Mierda!-

-¡Kyaaa!-

-¡Lo mató de un mordisco!-

Naruto se quedó quieto sin poder creer lo que había pasado, observando cómo el Postosuchus masticaba a su amigo... escuchando el sonido crujiente de los huesos, y de la carne tibia y ensangrentada. -M-masanori...- Todo su cuerpo empezó a temblar, y sus ojos a arder y humedecerse. -¡MALDITO!- Un grito de la más profunda rabia emergió de sus pulmones y se fundió con unas lágrimas provocadas por la tristeza. -¡Te voy a destripar estupida bestia!-

Los demas compañeros del rubio, dejaron de correr al escuchar su fuerte grito.

-No, no... oh, mierda, Naruto se ha quedado atrás-

-Rayos-

-¡Naruto-kun!-

Kanako y Rion iban a correr hacia el rubio pero, fueron detenidas por Akira, y Kazuma. -Nosotros nos ocuparemos de Naruto, ustedes sigan a Towa, ella les llevara a algún lugar seguro-

-P-pero..-

-¡Rápido!-

Sin darles otra mirada, los dos fueron corriendo hacia el rubio, que estaba completamente fuera de sí por la muerte de Masanori, uno de sus amigos más cercanos. -¡Te rajaré como a un cerdo y luego escupiré y me mearé dentro de ti, maldita bestia!- Quiso abalanzarse contra el Postosuchus, pero fue sujetado por Akira y Kazuma.

-¡Cálmate, hombre!-

-¡Tenemos que escapar de una maldita vez ahora que todavía está ocupado con Masanori!-

Naruto no los escuchó, y empezó a retorcerse para liberarse. -¡Sí. Me mearé dentro de ti y te escupiré en las entrañas!-

-¡Mierda, no nos hace caso!-

-¡Joder, Joder! ¿qué vamos hacer ahora?-

-Apártense ustedes dos..-

De pronto, Naruto sintió como sus brazos se liberaban, también sintió un poderoso golpe en la nuca, como si algo lo hubiera partido en dos. El golpe fue fuerte, que cayó inconsciente sobre el piso.

-Vamonos antes de que ese animal termine de merendar- Kouichi miró a los dos y, levantando al rubio apenas sin esfuerzo se lo cargó al hombro como un saco de patatas.

-S-sí-

Los tres corrieron tras el grupo.

El postosuchus no les dignó ni siquiera una mirada, estaba demasiado concentrado con el cadáver del niño.

...

...

...


Unas horas después – Grupo de Kouhei Arita

-(¡Mierda, mierda!.. Desde que encontramos el primer mensaje no han dejado de aparecer otros)-

Era de noche profunda, y todos estaban durmiendo menos Kouhei, que se encontraba caminando, buscando cualquier pista que le indicara quién era el que dejaba esos mensajes.

-¡Maldición!- Cerró el puño contra un tronco con un sonido de frustración y miedo en su garganta. -(Esos mensajes son para mí, joder.. alguien me vio asesinar al piloto)- Se agarró la cabeza por las sienes y perdió un poco el equilibrio. -(¡Esto no me puede estar pasando, no puedo ser descubierto! ¡Tengo que pillar a ese maldito antes de que todos se enteren!)- Se apoyó en un árbol, y respiró profundamente para calmarse. -(Definitivamente lo descubrire)-

Justo entonces escuchó un ruido entre los árboles. Eran sonidos de pisadas.

-(¡Es... es él!)-

Sin perder tiempo siguió el sonido, haciéndose paso entre los arbustos y árboles, hasta que llegó a un área sin pasto.

-(¿Qué demonios?)-

En el centro del lugar estaba una de las chicas de su grupo escribiendo algo en el suelo con una rama.

-(Hikari... eras tú... eras tú la que me estaba haciendo esto)- Se acercó a ella lentamente, por detras, sin hacer el menor ruido. -(¡En los últimos dos días!)- Le cubrió violentamente la boca con la mano, aplastándole los labios contra los dientes. Sintió que un hilo de sangre tibia le corría por las palmas.

-¡Uhmm!- Ella empezó a forcejear, intentando zafarse. -¡Mmm! ¡Mmm!-

-(¡Por qué lo hiciste?)- Kouhei la agarró del cuello con la otra mano, y la levantó del suelo. -(Bueno, no importa... No puedo dejarte viva, eres un testigo y debo callarte para siempre.)-

Empezó a estrangularla.

La chica tenía los ojos desorbitados mientras se agitába desesperadamente queriendo librarse de la argolla de hierro que la estrangulaba, agitando furiosamente los pies en el vacío. Sus facciones viraron al rosa, después al rojo y por último a un violeta congestionado. Sus forcejeos empezaron a amainar.

(¡Muere, muere, muere, muere, muere!)-

Los ojos de Hikari estaban desencajados como los de algunas de esas muñecas extravagantes que venden a lo largos de las avenidas de las ferias.

-(¡Muere!)-

Ella dejó de moverse.

Luego de unos segundos, apartó la mano del cuello, listo para volver a apretarlo si ella se movía. Pero no se movió.

-A-ahora tengo que apurarme y esconderla...- Soltó el cuello de la chica, cuyo cuerpo cayó inerte y sin vida sobre el suelo. Miró alrededor en busca de un lugar donde esconder el cuerpo -Tengo que enterrarla en algún lugar...- Agarró el cadáver bajo las axilas y empezó a arrastrarlo.

...

...

-Yo lo vi todo...-

-Eh..- Kouhei se sobresaltó al escuchar aquella nueva voz. Un sudor frío y angustioso le recorrió el cuerpo. -(Es es la misma frase de todos los mensajes..)- Soltó el cadáver, y miro por todos lados. -¿Dónde estás? ¡Muéstrate!-

...

...

Se oyó un crujido y algo salió de entre los árboles, parándose frente a Kouhei. Era un chico de su misma edad con una rara máscara.

-Soy el señor del inframundo, Hades-

...

...

-¿Hades?- Kouhei soltó una risita como si él hubiera dicho algo muy divertido. -Jejeje...- Su risa desapareció fulminante, y corrió enfurecido hacia el chico. -¡No me jodas!-

-Tomá. Te olvidaste de esto en el avión-

Algo cayó cerca de los pies de Kouhei, deteniendo sus pasos violentamente.

-E-este es el cuchillo con el que maté a...-

-Jejeje, y has matado nuevamente. A pesar de que yo la manipulé para que hiciera todo eso...- Hades se llevó una mano al corazon como si hubiera sentido un fuerte golpe en el pecho, y negó con la cabeza de forma burlona. -Ah... es tan triste... Creo que esta noche no podré dormir-

Kouhei dio un paso atrás -¿¡De q-qué estás hablando!?-

-Yo le ordené que lo hiciera..- Hades lanzó un bufido divertido, y señaló el cadáver con un gesto de la cabeza. -"Escribe los mensajes donde nadie te pueda encontrar, de otra forma Arita Kouhei hará algo horrible"... Jeje, ella siguió mis órdenes sin siquiera saber que esa pequeña frase te estaba causando dolor y haciendo imaginar cosas-

Kouhei agrandó los ojos y palideció

-El que te vio matar a ese piloto... fui yo, jejeje... y tú ahora has matado a una chica que no tenía nada que ver en esto-

-No..- Kouhei dio otro paso hacia atrás y cayó torpemente en el suelo -¡Yo no quería hacerlo, no soy una mala persona!-

-Relájate, no diré una palabra de esto a nadie. Y de todas formas nadie me creería si lo hiciera- El enmascarado se dio la vuelta y lentamente comenzó a alejarse -Jeje, tú eres el superman del que todos dependen, no hay una persona que desconfie de tí-

...

...

-(No... sólo soy un maldito asesino)- El joven comenzó a temblar, apretando los puños. -(Ya no puedo volver atrás, y vivir como si nada hubiera pasado... Sí, esa es la verdad)-

...

...

...

-(Entonces no me queda más remedio que...)- Un asomo de sonrisa desquiciada apareció en los labios de Kouhei. -(Seguir por este camino..)-

...

...


(Unas horas después – Grupo de Naruto Namikaze)

-Ya nos hemos alejado suficiente del pantano, descansemos aquí por hoy-

-Uff... por fin- Mariya se dejó caer sobre el pasto, y sacó su pañuelo para secarse el sudor.

El pequeño grupo se encontraba en una llanura, casi libre de árboles, devorada por la maleza, y surcada por un río que se perdía en el horizonte.

Akira dejó su mochila en el suelo, y junto a Kazuma empezó a estirar los brazos y a mover el cuello en círculos, tratando de aliviar la tensión acumulada.

-Hmm- Rion se quitó la mochila y los zapatos, y se acercó a la orilla del río. No era el agua más limpia del mundo, pero sentía la tentación de hundirse en ella. -Hace mucho que no tomo un baño, mi cuerpo está tan pegajoso por todas partes-

Kanako asintió mientras se miraba. El sudor marcaba la camisa en su escote, y su piel estaba húmeda. -Con todo lo que ha pasado, no hemos tenido tiempo para limpiarnos-

-¡Hey, chicas!- Kurusu juntó las manos, y las miró como si fuera a estallar de entusiasmo. -Vamos a darnos un baño-

-¡Sí!-

-¡Buena idea!- Rion recogió su mochila y miró de reojo al líder del grupo -Naruto-kun, nosotras iremos a lavarnos-

El rubio se sentó en el pasto y asintió débilmente con la cabeza. -Esta bien, pero no se alejen mucho, no quiero que se pierdan-

Kanako y Rion se apenaron al verlo triste. Naruto estaba desolado por la muerte de su amigo. Se sentía deprimido y, por alguna razón, se culpaba de lo sucedido.

-No te preocupes, Naruto-kun, no nos alejaremos demasiado- Kanako señaló una zona del río cubierta con espadaña, juncos, y una variedad de plantas acuáticas. -Estaremos detrás de esas plantas-

Naruto suspiró y se echó en el pasto -Bien..-

-Nos vemos luego-

-No vayan a espiarnos-

Después de eso, Kanako, Rion, Kurusu y Towa empezaron a alejarse. Esta última iba detrás de las demás, con la mirada un poco perdida, estaba todavía afectada por la muerte del niño.

...

...

-¡Joder, yo también voy a bañarme!-

Kazuma no lo dudó ni un segundo, y quitándose la camiseta, los pantalones y la ropa interior, se desnudó completamente sin complejos, y se lanzó corriendo hasta la orilla. Naruto y los demás lo vieron entrar en el agua de un modo descontrolado y caer bruscamente como un juguete estropeado.

-¡Mierda!- Kazuma sacudió la cabeza y soltó un grito de euforia -¡La puta agua está helada!-

-...-

-...-

-Me han entrado ganas de darme un buen chapuzón-ttebayo- Naruto se desvistió rápidamente y se zambulló en el agua. Se sumergió unas tres veces y luego nadó de espaldas, con los ojos cerrados por el placer.

Kouichi y Akira, siguiendo el ejemplo del Namikaze, se desvistieron rápidamente y uno tras otro, con fuertes risas(Akira) y un placer anticipado, se lanzaron al agua. El río hasta entonces apacible y tranquilo, se llenó de resoplidos, chapoteos y gritos. Akira tosía, se reía y gritaba como si hubieran querido ahogarle, mientras Kazuma le perseguía y trataba de agarrarlo por una pierna.

Mariya también se desvistió, pero en lugar de lanzarse, se adentró con cautela en la zona poco profunda.

Unos minutos después, cuando Akira y Kazuma estuvieron agotados, se pusieron a flotar boca arriba juntos a Naruto y Kouichi, y dejaron que la suave corriente meciera sus cuerpos.

-Hey, chicos- Akira cruzó los brazos detrás de la cabeza, y observó el cielo azul. -¿Dónde creen que estamos?... Han sido cerca de cuatro semanas desde que llegamos aquí, pero no hay señal de que venga ayuda...-

Nadie respondió.

Se quedaron en silencio, pensando, sólo se escuchaban el canto de las cigarras y las aves.

...

...


En otra orilla, con una densa vegatación de juncos, brillaba al sol, y sus flores inclinaban sus bellos racimos sobre las aguas. En un determinado punto los juncos se estremecieron, se inclinaron con sus flores y crujieron: eran Rion, Kanako, Kurusu y Towa que se estaban lavando.

-Parece que los chicos se han calmado-

-Espero que no vengan a espiarnos-

Kanako sonrió mientras se frotaba un pañuelo contra sus senos. -No me molestaría ser espiada por Naruto-kun-

-¿¡Qué!?- Rion, Kurusu y Towa la miraron sorprendidas.

La azafata parpadeó y ladeó la cabeza como una cachorra confundida -¿Por qué me miran así? ¿He dicho algo malo?-

-Bueno...- Towa sonrió nerviosa y se rascó la mejilla con el dedo -No me esperaba para nada que estuvieras interesada en Naruto-san. En la escuela nunca mostraste ningún interés por los hombres, al menos delante de mí.-

Kanako no dijo nada, sólo le devolvió la sonrisa, y se sentó bajo la atenta mirada de sus tres amigas, que miraban el par de protuberancias que flotaban en el agua.

-(¡Dios, son enormes!)-

Kurusu tomó sus pechos alzándolos un poco y se los miró ella misma... una nube negra apareció sobre su cabeza. -(Son muy pequeños)-

Rion infló sus mejillas y se sumergió en el agua hasta la barbilla. -(No perderé contra ti)-

En eso Towa vio algo -¡Hey, miren eso!-

La corriente del río estaba arrastrando varios troncos hacia ellas.

-¿Hm?-

-¿Qué está sucediendo?-

-Está pasando algo río arriba-

-¿Eh?... chicas, ¿qué es eso?-

Kanako, Kurusu y Towa miraron hacia donde Rion estaba señalando y, vieron a una chica desmayada sobre uno de los troncos.

...

...

...


-No parece haber tragado agua, sólo ha perdido la conciencia- Kanako soltó un suspiro de alivio mientras dejaba de inspeccionar a la chica. Todos los demás estaban parados alrededor de ellas dos. -¿Alguien de ustedes la conoce?-

-Sí- Akira se acuclilló al lado de Kanako -Su nombre es Yuki Sakuma, mi compañera de clases-

-Pero... ¿Por qué flotaba río abajo?- Mariya se llevó una mano a la barbilla con semblante pensativo. -Además... está muy golpeada y tiene sangre seca en los labios... ¿Qué le habrá pasado?-

-Tch, joder..- Akira chasqueó la lengua, y se inclinó sobre la chica -¡Vamos, Yuki, despierta!-

-Mmm...- Ella empezó a reaccionar. Lentamente abrió los ojos, y la borrosa cara de un chico flotó ante ella. Un límpido cielo azul resplandecía por encima de él. Pestañeó varias veces hasta que logró enfocar sus ojos. Uno de sus compañeros de salón, la miraba preocupado. -¿A-akira-kun?- Se incorporó de golpe y lo abrazó desesperada. -¡Akira-kun, por favor, ayuda a Kouhei-kun!-

El pelinegro agrando los ojos sorprendido, y la apartó delicadamente -H-hey, ¿qué pasa con Kou-chan? ¿Él está cerca de aquí? ¿Qué quieres decir con ayudar?-

Yuki bajó la cabeza y empezó a temblar de miedo. -Un asesino d-demoniaco, fuimos atacados por un asesino demoniaco-

-¿¡Qué!?-

Naruto y los demás se miraron, sin creer en lo que oyeron.

-Hikari fue la primera asesinada, los demás fueron cayendo uno a uno... ¡Todo el grupo será asesinado si sigue así!- Se detuvo un segundo, y se agarró la cabeza. -Kouhei-kun decidió capturar al asesino el solo..-

Todos se quedaron helados menos Kouichi y Naruto, este último dio un paso adelante. -¿No sabes quién pueda ser?-

Yuki negó con la cabeza -No... al parecer nadie lo ha visto- Miró de nuevo al pelinegro -¡Ayúdalo, Akira-kun!-

-Bueno... yo...- Akira cerró los puños y se giró hacia Naruto. -¿Podemos?-

El rubio no respondió y observó el río mientras sentía el peso de todas las miradas concentradas en él. -(Yuki vino flotando de allí, entonces Kouhei debe estar río arriba)- Dejó escapar un suspiro y miró a su amigo -Claro-

Akira sonrió. -Gracias, Naruto. No me gusta la idea de interrumpir la búsqueda de Asuka-chan, pero no puedo ignorar a un amigo que necesita ayuda-

-Akira-kun- Yuki le tocó el hombro para llamar su atención -Asuka está con Kouhei-kun y los demás-

...

-¿Q-qué?-

...

...


Espero que les haya gustado y nos leemos hasta el próximo capítulo ;)


Grupo de Naruto

1) Akira

2) Mariya

3) Kazuma

4) Rion

5) Kanako

6)Towa