Había peleado con sus padres otra vez, sobre el mismo tema. Estaba cansada de sus estudios y odiaba su trabajo de medio tiempo, aunque lo que mas odiaba era tener que estar en casa y soportar a sus padres pelear con ella o entre ellos, ¿Cómo habían terminado las cosas así? ¿Cuándo todo se vino abajo? Hace meses que no sabia nada de su novio, aunque ella lo esquivaba... Ella ya no sabia si se amaba a si misma.
La chica de cabellos azules observó una nota sobre el marco de la ventana, sea cerco y abrió la el sobre. Una historia de amor e intriga, no venía con ningún nombre ni menos una letra reconocible.
Pero era una carta de amor.
"En realidad, siempre comparé nuestro amor con una maceta llena de vida.
Jamás con un ramo.
Jamás con un adorno.
Por qué el amor se planta como una semilla sorpresa, es un compromiso entre dos para regarlo y darle sol. ¿Lo imaginas como yo?
Seré más sincero, más breve y conciso.
Conocer a una persona es elegir la tierra, sin saber si es fértil o estéril, dudosamente y con miedo plantaran una semilla, juntos.
Uno cavara en el terreno y otro la cubrirá, un compromiso desde el comienzo.
Yo seré el agua, tú serás el sol. ¿Lo deseas así? No me importa que sea, mientras lo sea contigo.
Cuidaremos esa semilla y veremos cómo crece en la maceta, podemos sacarla a pasear por ahí, pero jamás cortar el tallo de lo que crezca.
Hay personas que cortan para mostrar esa flor, pero muere poco tiempo después.
¿Escuchaste alguna vez sobre la semilla de árboles? Dicen que esas relaciones son fuertes y jamás caerán.
¿Sabías que los árboles se pudren desde adentro? Cuando caen… jamás se levantan.
¿Con que estará llena nuestra maceta?"
Sus ojos estaban rojizos, sintiendo el pecho arder de amor, de intriga y de ese cariño sin nombre de autor. Pero observó el cielo rosado del atardecer y susurro:
"Esa semilla la plantamos hace mucho, Goten"