Esta es una pequeña historia, ya está escrita en su totalidad así que esperen actualizaciones por día.
A decir verdad Rosalie y Emmett son mi pareja favorita de todo crepúsculo pero no puedo evitar notar ciertos fallos en su relación. Así que dije "¿Por qué no?" y esto fue lo que salió
Es una historia corta, solo tiene 4 capítulos más el epilogo
De cualquier manera espero que les guste
Debió haberlo esperado desde un principio
Y ese fue el problema; no lo hizo. Estaba tan profunda en su fantasía de matrimonio perfecto que nunca admitió la dolorosa verdad. Era cuestión de tiempo antes de que Emmett viera las cosas con claridad y notará con la perra sin corazón con la que se había casado. Era hermosa, no había duda, pero su corazón era frío y egoísta, su belleza externa no era más que una compensación por su interior podrido
Desde el principio se opuso a que Carlisle y Esme permitieran que ella se quedara con ellos por tiempo indefinido. Era una extraña, no había lugar para ella en su hogar. Pero como siempre, fue reprendida suavemente por Esme mientras Carlisle explicaba pacientemente, entre tanto sus hermanos adoptivos ignoraban sus quejas tomando como uno de sus berrinches habituales. El único que se preocupaba en serio por ella era Emmett, la tomó en sus brazos y trató de calmarla
No tuvo más remedio que callarse y tratar de evitarla lo mejor que pudiera
Pero jamás contó con que su esposo la encontrara tan divertida. Poco a poco, Emmett fue buscando su compañía, hablan durante horas y parecían olvidarse de los demás. Mientras tanto Rosalie observaba desde un lado como su esposo se enamoraba sin saberlo
Trato de negarlo. A ella misma, a los demás, a todos.
No iba a aceptar que su esposo se estaba enamorando de otra persona
Pero las miradas de pesar que le enviaba Jasper eran esclarecedoras. Pero, de nuevo, lo ignoro. Tal vez era un flechazo; algo superficial sin futuro. Naturalmente cuando todo pasara Rosalie se lo echaría en la cara y exigiría respuestas. Ella era su esposa, no había razón para que se fijara en alguien como ella
Pero fue un día como cualquier otro en que tuvo que aceptarlo. Ella y Emmett acaban de pasar un buena noche juntos; ella no dejaba que cosas pequeñas la afectara, no le hacía caso a los besos que se sentía vacíos, como sus manos la acarician como si buscara a alguien más o como sus ojos jamás se encontraron con los de ella. Ella estaba recostada a su lado, no sobre él, a su lado. Sin más palabras Emmett se levantó de un salto y empezó a vestirse a ritmo humano
-¿Ya te vistes?
-Sí, Rose. Prometí que la llevaría a Seattle. Estoy retrasado
Rosalie ni siquiera tuvo que preguntar a quién se refería. Ella lo sabía. Ahora su esposo la dejaba de lado por ella
Sin siquiera esperar una respuesta, Emmett le dio un beso rápido en la frente y salió en un borrón de la habitación
Estaba perdiendo a su esposo. Ahora lo tenía que aceptar
Su esposo se estaba enamorando de alguien que no era ella