Disclaimer: Boku no Hero Academia no me pertenece. Sólo utilizo sus personajes de forma no lucrativa. La imagen de la portada no me pertenece, la edición de la misma si. La historia es 100% mía, cualquier semejanza con otra es pura coincidencia o plagio por parte de la otra.


Palabras: 1898.


Fecha de publicación: 05/11/2020. 20:05 hs.


Momo se desperezó frente a la línea amarilla de la estación del metro. Volvía a su departamento tras una jornada de doce horas en la agencia de héroes donde trabajaba y sentía que sus piernas le iban a fallar en cualquier momento. La vida del héroe era más agotadora de lo que aparentaba.

Suspiró dramáticamente al cerrar la puerta de su hogar y dejó su bolsa en el suelo. Un ruido la alarmó y llevó su mirada al origen, encontrándose con dos ojos verdosos que la miraban desde abajo. Soba soltó un maullido agudo y se acercó a ella, frotándose en sus piernas, pidiendo alimento mientras ronroneaba a un nivel extraordinariamente alto para alguien de su tamaño. Momo aún no se acostumbraba al pequeño gatito. Tras darle de comer se quedó un momento a su lado, escuchando los pequeños y adorables ruidos que hacía el minino al comer. Soba era un cachorro que había seguido a Shoto hasta su departamento. El joven Todoroki no pudo resistirse a acoger al pequeño, pero como en su edificio no se permitían animales, Momo se había ofrecido a darle hogar.

Yaoyorozu dejó al gato solo para ir a la cocina y buscar algo para comer: no recordaba cuándo había comido por última vez. Encontró unas galletas dulces que había traído Jirou en su última visita y tomó algunas antes de sentarse en la mesa para satisfacer su hambre, pero para no llenarse antes de la cena. Encendió su celular para responder los mensajes y correos que había recibido durante su turno. El último mensaje era del Todoroki, quien preguntaba si podía pasar la noche en su departamento, puesto que su turno parecía que terminaría muy tarde. Momo le dijo que no habría problema si traía sopa del local que había de camino para cenar. Un pulgar arriba no tardó en llegar y Momo guardó el aparato para terminar la última galleta y dirigirse al baño: necesitaba una ducha. Contempló el reloj de la pared y descubrió que aún quedaban, al menos, tres horas hasta que Shoto apareciera. Iba a alargar esa ducha lo más que pudiera.

Habían pasado casi tres años desde su graduación. Tras terminar la escuela, cada quien en su clase se había ido por su camino. Algunos se habían mudado juntos, otros se habían ido de la ciudad. Momo y Shoto habían hablado en su momento de mudarse juntos tras la graduación, pero los Yaoyorozu no se habían mostrado muy de acuerdo con ello y simplemente dijeron que cuando llegara a la mayoría de edad podría seguir con su camino a su gusto. Momo se había mudado a un departamento espacioso a dos estaciones de tren de la agencia en la que trabajaría. Había aceptado la ayuda económica de sus padres para mantenerlo con la condición de devolverles el dinero en el futuro. Shoto, por su parte, quiso lograr ser lo más independiente de su padre que pudiera. Había vuelto a la casa donde vivía con su hermana hasta que ganó el suficiente dinero para alquilar un pequeño departamento que, si bien no estaba muy cerca de la agencia de su padre, estaba en una buena zona. Las noches en los que su turno se extendía demasiado, las solía pasar en el departamento de Momo, que quedaba entre su propio departamento y la agencia de su padre. Habían desarrollado una especie de compensación por las pocas veces que podían tener una cita fuera: las noches en las que el Todoroki iba a su departamento las disfrutaban todo que podían.

Momo salió de la ducha y se vistió con cómoda ropa de entrecasa. Encontró a Soba durmiendo en una de las sillas de la cocina tras haber satisfecho su hambre. La mujer sonrió y buscó su bolso: terminaría algunos informes antes de que su novio llegara. Tras unos minutos, el gato decidió que el regazo de Momo sería más cómodo y calentito para dormir. Él ronroneo y la Yaoyorozu continuó con su trabajo.

Shoto apareció a eso de las diez de la noche con una clara expresión de cansancio, una bolsa grande con el logotipo de la tienda de sopas que tanto le gustaba a ambos y una herida sangrante en su mejilla derecha.

—¡¿Shoto?! —exclamó sorprendida mientras contemplaba cómo su novio entraba al departamento. Cerró la puerta y lo siguió a la cocina.

—Traje la sopa de carne —comentó mientras alzaba la bolsa de su mano izquierda—. También tenía un juguete nuevo para Soba, pero quedó en mi departamento.

Momo lo tomó de la mano que no traía la bolsa y lo sentó en una silla para ir a buscar el botiquín de primeros auxilios al baño. Cuando volvió a la cocina lo encontró acariciando al gato.

—¿Qué te sucedió? —preguntó aún algo asustada mientras sacaba un trozo de algodón y lo mojaba en alcohol para limpiar la herida.

—Tuve una pelea con un ladrón en el lugar de sopas —respondió, siseando ante el contacto con el alcohol—. El lugar es pequeño, así que me abstuve de usar mis poderes, pero me descuidé y no noté que traía un cuchillo.

—El cansancio es peligroso —comentó ella mientras dejaba el algodón manchado sobre la mesa y sacaba una gasa y cinta hipoalergenica para cubrir el corte.

—Sí… —le dio la razón.

Finalmente, Momo le besó en modo de saludo tardío y tomó la bolsa de las sopas para calentarlas.

—Me dieron un poco más por evitar el robo —le comentó al ver la extrañes de la Yaoyorozu al ver tanta sopa.

—¿Quieres tomar un baño mientras caliento la cena? —le preguntó. Parecía que Shoto aún tenía encima la suciedad de la jornada. Él asintió—. Tienes ropa limpia en tu cajón —le comentó haciendo referencia al cajón que tenía el Todoroki que su departamento. Después de tantas veces de Shoto quedándose en el departamento de su novia, algo de ropa se había acumulado en un cajón en el armario de Momo.

El asintió y se levantó el lugar. Tras dejar al gato en la silla en la que estaba y besar a su novia, fue a buscar la ropa para tomar el baño.

El agua caliente fue bien recibida por el cansado cuerpo del Todoroki. Relajado, salió del baño, con algunas gotas aun cayendo de su húmedo cabello. Lo recibió el aroma a sopa que llenaba el departamento. Se dirigió somnolientamente a la cocina para encontrarse con la espalda de su novia frente a la estufa. Reposó su barbilla en uno de los hombros de Momo y olfateó la cena.

—Es mucha sopa… —comentó por lo bajo, aún somnoliento.

Momo rio suavemente. —¿Puedes poner la mesa? Esto ya casi está.

Sin mucho problema, Shoto rebuscó con familiaridad en los muebles de la cocina hasta dar con los platos y utensilios. Se sentó en su lugar habitual y Momo frente a él, tras poner la comida en la mesa. Tras agradecer, comenzaron a comer mientras hablaban de sus días. Soba no tardó en regresar al regazo del héroe, quien le dejó estar a pesar de que no debía malacostumbrarlo. Comieron con calma, en un ambiente cálido que les hacía olvidar lo cansados que estaban o lo tarde que era. Las anécdotas de sus jornadas eran reemplazadas por preguntas del día libre del otro o cuándo era la cena que había organizado un amigo. La charla progresó y continuó aún después de terminar. Los bostezos de Shoto se hacían cada vez más frecuentes y Momo sólo podía sentir calidez al ver su dulce expresión de cansancio. No tardó en decirle que fuera yendo a la cama mientras ella se encargaba de los platos. Shoto no dudó dos veces antes de levantarse de su lugar para recoger por su cuenta los platos, alegando que Momo también había tenido una larga y agotadora jornada, así que no tenía por qué acaparar la tarea. Rápidamente y entre los dos terminaron con el lavado y, tras un vaso de agua y una última visita al baño, ambos fueron al dormitorio. Ya estaban acomodados en la cama, pero cuando estaban listos para dormir el sueño pareció abandonarles. Conversaron un rato más, en voz baja, casi susurrando, como si, aunque fueran los únicos allí, no quisieran molestar a nadie.

—¿Momo? —preguntó él tras unos minutos de silencio. Momo estaba recostada sobre el pecho de su novio. Los brazos se Shoto la abrazaban protectoramente.

—¿Mhm? —Momo ya estaba adormilada.

—Estuve pensando…

—¿Mhm?

—¿Qué tal si nos casamos?

—Me parece bien. —Respondió semi-dormida, sin pensar en sus palabras. Su cerebro tardó unos segundos más en procesar lo que le acababan de preguntar. En ese momento, sus ojos se abrieron con sorpresa mientras se incorporaba y buscaba los ojos heterocromáticos de su novio. Cuando sus miradas se encontraron, descubrió que no había ni un ápice de duda o broma en ellos.

—¿L-Lo dices en serio? —preguntó, aún sorprendida.

Él asintió. —Lo llevo pensando unos meses ya —comentó con tranquilidad. Él también se incorporó y ahora estaban ambos sentados—. Aún no compré un anillo o algo así, pero lo he pensado. Hablé con Midoriya al respecto, pero él me dijo que esto sólo nos compete a ti y a mí. —Shoto siguió hablando, tomó las manos de su novia entre las suyas—. Yo ya tengo claro que quiero pasar el resto de mi vida contigo, independientemente de si nos casamos o no. —Pausó un momento—. Tú, ¿quieres casarte conmigo?

Momo parecía que estaba al borde de las lágrimas. Amaba tanto al héroe frente a ella.

—Yo también quiero pasar el resto de mi vida contigo —dijo con la voz temblorosa—, aunque talvez deberíamos esperar un poco más para una boda. T-Tendríamos que tener una estabilidad segura en nuestras carreras, mudarnos juntos, avisar a las agencias y-y- —Se interrumpió y se obligó a respirar. Su cabeza daba vueltas. Volvió a ver a Shoto para encontrarse con un brillo de anhelo en ellos—. Pero sí, quiero casarme contigo.

Shoto sonrió, con su rostro, con sus ojos y con su cuerpo entero. Abrazó fuertemente a su novia, sorprendida por el arrebato del joven, quien que no solía abrazar. Momo rio, aún en una nube de felicidad, y devolvió el abrazo. Terminaron besándose con ternura y amor antes de ser interrumpidos por un agudo maullido. Soba se había subido con mucho esfuerzo a la cama y ninguno de los héroes le estaba prestando atención. Shoto lo tomó por el vientre y lo depositó sobre su pierna izquierda, casi sobre Momo. El ronroneo del felino no tardó en llenar la habitación, haciendo que la calidez del ambiente se potenciara. Momo volvió a sonreír antes de tomar el rostro de su novio (¿prometido?) y besarlo con dulzura. Volvieron a acomodarse, tratando de no despertar al gatito y siguieron hablando por lo bajo unos momentos más.

Enfrentados, con Soba entre ellos, se rindieron ante el sueño mientras susurraban las cosas que debían hacer. Debían comprar los anillos y, tal vez aún no, hablar con sus padres. Shoto podría mudarse al departamento de Momo, teniendo en cuenta el hecho que pasaba más tiempo allí que en su propio departamento. Podían no hacerlo público por el momento (su noviazgo no era público en el mundo de los héroes y había sido lo mejor hasta el momento, sin nadie interviniendo en sus vidas). Había mucho por delante, pero, por ese momento, de limitaron a dormir.


Hi pipol!

Nuevamente, acá Hati-chan con un nuevo capítulo.

Ví que Dabi era tendencia en Twitter y me dije: "Esperá, ¿vos no tenías que actualizar un fanfic?", así que acá estoy xD

¿Cómo están? ¿Todo bien? ¿Todo mal? ¿Más o menos? ¿Felices porque ya terminan las clases virtuales de porquería? Yo, por lo menos, termino en dos semanas uwu

Bueno, no sé si tengo mucho que agregar a sobre este capítulo... La proposición de Shoto la tengo planeada desde hace banda, y me acuerdo l momento justo porque estaba practicando para un concierto de Navidad para la Iglesia xD.

Nuestros niños ya son adultos trabajadores y me superan en edad, así que no sé cómo los voy a seguir escribiendo. Ya aviso que lo más probable es que nos queden menos de cinco capítulos contando el epílogo... La verdad es que no sé cómo prodría seguir extendiendo el fic, y no me gustaría extenderlo de gusto y joder algo de la historia (es decir, planeados planeados tengo como dos o tres capítulos y el epílogo). Si tienen algo que les gustaría ver, comentenló y trataré de hacer algo uwu

Como siempre, ¡muchísimas gracias a Amy Rosalina, TraviesaK64 y a Caro por los comentarios! He de decir que veer que las visitas del capítulo anterior no llegaron ni a ser ni una cuarta parte de la usual, pero los comentarios me alegraron muchísimo. De verdad, gracias. Como siempre, respondo acá comentarios de guests.

Caro: Muchas gracias pror comentar, bella,, y sí, el cumple de Momo se celebra por lo alto uwu. Veo que hice que arios se acuerden de su graduación xd (terminé el cole el año pasado, así que tengo la mía fresca todavía). Yo estoy hypeando por las 4 temporadas confirmadas y TDP xD y Momo con capa es bellísima o/w/o

Bueno, creo que no tengo más que agregar. Del siguiente capítulo tengo algunas ideas dando vueltas desde febrero, pero como estoy mensa no anoté nada, así que va a costar un poco el actualizar :3

Cuídense, tomen agua, si salen que sea con barbijo, sean felices, avisen si ven algún error y esas cosas uwu

Nos leemos!

Se despide

Hati-chan