Edward también se encontraba en la sala esperando el momento para poder atender al bebe, pero también tratando de analizar en todo momento lo que estaba pasando. Carlisle se encargaba de su trabajo. Trataba de traer al mundo a su nieto, sin que ninguna desgracia cayera sobre su familia de nuevo.

—Bella, cuando te diga quiero que empujes con fuerza, ya queda poco — le pidió Carlisle — Tu puedes — trato de darle ánimos.

Llevaban en esa sala de partos cerca de una hora, aunque Bella había estado teniendo contracciones desde hacía ya aproximadamente quince horas.

—No puedo más... — susurro Bella con voz cortada. Se había quedado sin fuerzas para empujar, sin fuerzas para poder traer a este mundo a su pequeño.

—Si puedes cuñada, venga que ya estás casi al final — habló Edward tratando de animar a Bella.

Carlisle ordeno unos medicamentos a la enfermera para tratar de ayudar a Bella, mientras continuaba dándole ánimos para que continuara.

—Bella queda muy poquito para que tengas a tu pequeño entre tus brazos, solo necesito un par de empujones más — pidió el rubio.

—Venga cariño, que ya casi termina todo — le susurro Emmett al oído dando ánimos.

—Ahora Bella — grito Carlisle y Bella como reflejo agarro con fuerza la mano de Emmett buscando un apoyo para poder empujar con más fuerza — Muy bien preciosa, ya tengo la cabeza, un poco más — insistió Carlisle. Bella empujo con más fuerza, toda la que pudo hasta que finalmente el bebe salió. Carlisle se lo paso rápidamente a Edward para que lo atendiera al ver que no lloraba, mientras que el rubio se encargo de Bella, pero su corazón se detuvo al ver que comenzaba una hemorragia.

De un momento a otro parecía que todo se había vuelto un completo caos y la historia volvía a repetirse. Carlisle tratando de salvar a Bella y mandando a que sacaran a Emmett del lugar, Emmett preguntado desesperado que era lo que pasaba y tratando de evitar que lo sacaran de ahí y Edward actuando con rapidez para poder salvar a su pequeño sobrino que no lloraba y aun no respiraba por su cuenta.

Lo último que alcanzó a escuchar Emmett antes de que cerraran la puerta de la sala de partos fue un leve llanto que apenas se escuchó. Al menos sabía que su bebé estaba vivo.

Una vez llegaron a la sala de espera, toda la familia se abalanzó sobre él grandote para preguntar cómo estaba todo, pero él no era capaz siquiera de mover los músculos de su cara para poder emitir un sonido que sonara cuerdo o que tuviera algún sentido.

Al ver que no conseguirían nada con él, Jasper decidió ir a donde una enfermera para que le explicara lo que pasaba y ella solo le dio un poco de información, al menos la que manejaba.

Pasaban y pasaban los minutos en los que nadie les daba información sobre Bella o el bebé, del que al menos sabían que había sido un varoncito. Estaban desesperados por saber algo y Emmett ni siquiera les hablaba, estaba en completo shock.

A la media hora por fin salió Edward y estaba mucho más tranquilo que cuando su hermano lo vio en la sala de partos. Él se acercó a todos y comenzó a relatarles lo que había pasado con el bebé. Al principio había tenido unos cuantos problemas respiratorios y habían tenido que ayudarle con oxígeno, pero ahora estaba mucho mejor y solo lo tendrían en incubadora por precaución. Además había resultado ser un poco flojo y solo lloraba cuando estaba incómodo.

Edward comprobó que aunque todos quedaban tranquilos con saber que el bebe estaba bien, nadie parecía satisfecho con la noticia, pues continuaban preocupados por Bella. El mediano de los hermanos Cullen se acerco a su abuelo y a su tío que estaban sentados juntos y los miro con atención.

— ¿Cuánto tiempo lleva así? — pregunto serio Edward revisando a su hermano.

—Desde que lo echaron de la sala de partos y ver ese estado no calma mucho a Esme y las chicas que están igual de preocupadas — contesto Anthony.

—Emmett... sobrino, pensaron como quieren que se llame el pequeño — pregunto Carmen tratando de distraer a Emmett. Pero este no contesto, ni siquiera movió su posición.

— ¡Cómo odio esperar! — grito Alice desesperada por la situación.

En ese momento las puertas de metal se abrieron y por ellas apareció Carlisle, todos lo miraron tratando de encontrar en su rostro el estado de Bella, pero no sacaron ninguna deducción, solo que el doctor se veía cansado, no cansado era poco, estaba agotado.

Emmett se puso en pie y se acerco vacilante a su padre con miedo a que le fuera a decir, la familia quedo atrás pero siendo consciente de que escucharían todo.

Emmett miraba a su padre con temor, angustia y desesperación. Esperaba una respuesta por parte de su padre, pero no estaba seguro si quería escucharla.

—Bella... — susurro mirando a su hijo quien sin querer escuchar dio unos pasos atrás con intención de salir huyendo, Carlisle cogió de la mano a su hijo — Está bien, Bella está estable — dijo mostrando una pequeña sonrisa—

Emmett dejo escapar algunas lágrimas, pero ahora eran de alegría. Se dejo caer en el suelo junto cuando perdió toda la tensión que había estado soportando.

Esme daba casi saltos de alegría y cuando su marido se acerco a ella dejo que la abrazara con fuerza. Jasper abrazaba a Alice alegres de que este viaje no terminara como el de Gisella. Rosalie miro a su hermana y su madre, se alegraba por su hermana de una manera que no podía expresarse, con la mirada busco a Edward necesitaba su apoyo, ese que ambos se daban desde hace unas semanas, pero aunque lo busco no lo encontró y eso la tenso. En ese momento noto unos brazos que la envolvían y sonrió al ver que se trataba de Edward.

—Todo ha salido bien — dijo con una sonrisa. Se separo del abrazo para que nadie lo notara, no querían que nadie supiera nada.

—Mi hermana está bien — dijo Rosalie con una gran sonrisa.

— ¿Puedo verla? — pregunto Emmett poniéndose en pie mirando a su padre.

—Tendrás que esperar a que la lleven a una habitación — dijo Carlisle mirando únicamente a su hijo — Y Emmett... Bella está bien, pero débil después de todo lo pasado, no es bueno alterarla, ni preocuparla, tenemos que ser muy cuidadoso con las palabras que utilicemos... sobretodo referente al bebe — menciono Carlisle ahora mirando a toda la sala.

—Vale, no te preocupes — dijo con un suspiro — Voy a salir, necesito que me dé el aire — expreso Emmett caminando hacia la salida.

El tiempo hasta que lo dejaron ingresar a ver a su amada se le hizo eterno al joven, pero cuando por fin lo permitieron estaba desesperado por verla. Por ahora solo podían a pasar a verla él y su madre, así que el resto decidió irse a la casa después de ver al pequeño.

Bella estaba agitada y apenas se movía lo suficiente como para acomodarse en la camilla. Pero la sonrisa no desaparecía de su rostro. Había sido madre y estaba feliz, aunque preocupada porque aún no veía a su bebé.

Emmett trató de calmarla diciéndole que todo estaba bien y la llegada de Edward para confirmar lo que el grandote le decía la había dejado aún más tranquila. Sabía de los problemas que había tenido al nacer, pero el cobrizo le aseguró que ahora estaba bien y que solo estaba en incubadora por precaución.

Pronto la nueva madre se quedó dormida con las caricias de su novio y de su madre, por lo que decidieron dejarla tranquila. Esme se marchó a la casa, pero prometió volver temprano para acompañarlos y para traerle ropa y sus útiles de aseo al grandote, quien le agradeció.

Emmett se acomodó en el sofá que había en el lugar y poco a poco se quedó dormido. Estaba agotado mentalmente y necesitaba descansar.

A la mañana siguiente la primera en llegar fue Esme, quien se encontró a su hija despierta y desayunando y a Emmett aun dormido en el sillón. Se acercó con una sonrisa a saludarla con un beso en la mejilla y para preguntarle cómo había dormido.

Cuando le respondía llegó la enfermera para tomarle las constantes y ver cómo había pasado la noche.

— Parece que el papá estaba realmente cansado— comentó la chica con una sonrisa y Bella asintió

— Parece que si porque nada lo despierta.

— Buen día a todos— exclamó Carlisle ingresando en el cuarto y haciendo que su hijo se despertara un poco asustado. Todos rieron por el sobresalto del grandote.

—Buenos días papá— dijo Bella con una sonrisa mirando a Emmett.

— ¿Hace mucho que estás despierta? Debiste avisarme... — dijo el grandote incorporándose pero todavía medio dormido.

—Necesitas descansar... — dijo Bella con un suspiro.

—Ni que yo hubiera traído al mundo un bebe — contesto poniéndose en pie para darle un tierno beso.

— ¿Cómo dormiste? — pregunto Carlisle revisando las constantes que acababa de revisar la enfermera.

—Bien... un poco incomoda y continuo algo cansada... pero estoy bien — contesto Bella con una sonrisa.

—Todo eso es normal, en unos días te sentirás recuperada del todo — le animo Carlisle.

—Carlisle... — pronunció Bella las palabras y él ya sabía lo que le iba a pedir, pero por el momento no estaba en su mano — ¿Puedo ver a mi bebe? — pregunto ella mirando sus manos.

—No soy yo quien atiende a tu bebe — dijo él con un suspiro — Edward es su pediatra — le dijo.

— ¿Y dónde está Edward? — pregunto ansiosa.

— ¿Hola? — pregunto Edward al escuchar su nombre.

Este entro por la puerta de la habitación seguido de Rosalie, Jasper, Alice y la pequeña Alma que venía en los brazos de Rose. La enfermera miro a toda la familia y salió de la habitación. Carlisle les pidió nada de jaleo ni alboroto, que Bella todavía debía descansar.

—Hola tía Bella, hola papá — dijo la pequeña Alma. Cuando Rose el dejo en el suelo se acerco a darle un beso a Emmett y luego le pidió que la subiera en la cama para saludar a Bella.

Todos pensaron que ese hecho sirviera para distraer a Bella sobre el bebe y aunque por media hora sirvió gracias a las constantes preguntas y discursos de la pequeña Alma, Bella miro a su cuñado con desesperación.

—Iré a ver como se encuentra, yo hoy tengo libro y Tanya es la encargada — informo Edward saliendo de la habitación.

— ¿Cómo te sientes? — pregunto Alice con una sonrisa abrazando a su hermana.

—Bien — contesto feliz, Alice siempre transmitía ese sentimiento.

—Tía Bella, yo también quiero conocer a mi hermano/primo — dijo Alma con una gran sonrisa en su rostro.

Todos fueron hablando de cosas salteadas, Rose, Bella, Alice y Esme hablan de todo lo que debían preparar para el pequeño de la casa y Alma se quedo con ellas.

Carlisle había salido de la habitación, hoy no tenía guardias pues había estado el día anterior trabajando cuando no le tocaba, pero salió con Edward para ver como se encontraba su pequeño nieto, el cual todavía no tenía nombre.

Jasper por su parte se acerco a su hermano y se sentó a su lado en el sillón.

—Tienes una mala cara... parece que fuiste tú el que dio a luz ayer — dijo el pequeño de lo Cullen con una sonrisa.

—Estoy muerto... emocional y físicamente — contesto el chico con un suspiro.

—Deberías ir a casa a descansar ahora que Bella y el bebe están bien... darte una ducha y relajarte un poco... — le ofreció el chico.

Emmett negó. No quería marcharse hasta saber que tanto Bella como su hijo iban a estar bien o hasta que lo viera en los brazos de su madre.

La puerta de la habitación se abrió poco después y por ella entró Carlisle con una enorme sonrisa. El rubio venía seguido por Edward con un bulto en los brazos, un bulto celeste que apenas se movía.

— Alguien quiere conocer a sus padres— le sonrió a Bella y con paso calmado se acercó a la cama.

Bella se acomodó mejor con la ayuda de sus hermanas y de Esme hasta que estuvo en una posición cómoda. Emmett, por su parte, se acercó hasta ella y se colocó a su lado.

Edward se acercó hasta ellos y colocó al bebé profundamente dormido en los brazos de su madre. Tanto Bella como Emmett quedaron embobados de inmediato y no despegaban la mirada del pequeño.

— Yo también quiero verlo— exigió la pequeña

Se encaramó en la cama hasta que estuvo al lado de su padre y pudo ver mejor al bebé que su tía Bella tenía en los brazos. Era pequeño, muy pequeño, y estaba arrugadito pero era lindo.

— ¿Él es mi hermanito?— preguntó mirando a su papá

— Si, él es— le respondió Emmett

— Es muy pequeño— se acercó más al bebé— Hola, yo soy Alma y soy tu hermana mayor— se acercó a su frente y dejó un pequeño beso

Ese gesto los enterneció a todos y Alice no pudo evitar tomar una foto de esa hermosa imagen. Ver a su hermana, Emmett, Alma y el bebé juntos era algo que nunca pensaron ocurriría.

— ¿Pensaron él nombre qué le pondrán? — pregunto Carlisle mirando la escena igual de fascinado que el resto.

—Sí, Alma diles a todos como se llama tu hermanito — dijo Emmett con una sonrisa.

—Se llamara Tony, como mi papi — dijo la pequeña dando saltitos de felicidad en la cama, por lo que tuvieron que bajarla para que no incomodara al bebe o a Bella.

— ¿En serio? — pregunto Edward confuso por las palabras de la pequeña.

—Sí... no te agradecí nunca por todo lo que has hecho por mí... cuando yo mismo no me esforcé en hacerlo... Alma propuso el nombre y no me pareció mal y a Bella tampoco — contesto Emmett encogiéndose de hombros.

Edward suspiro un par de veces y a paso lento se acerco hasta su hermano para luego abrazarlo como hacía años que no hacía.

—De nada, pero no tienes porque darlas — dijo Edward al oído de su hermano. Se separo de él cogiendo a Alma en sus brazos dándole un abrazo — Y gracias — dijo refiriéndose al nombre del bebe.

—Tendremos un nuevo medico en la familia — dijo Carlisle con ilusión.

—Papá por favor, Anthony estudiara lo que quiera... — dijo Emmett serio.

—No te preocupes abuelito, yo seré medico como tu — dijo Alma con una gran sonrisa. Todos rieron por el comentario de la pequeña. Rieron todos juntos, felices como hacía mucho tiempo que no estaban.

Bueno, aquí termina la cosa... En su momento no escribí epilogo del fanfic pero si os apetece lo podría escribir. Espero que os guste y saber todas vuestra opinión final.

Sandra