Aware.
"¡Pff! Así que aún recuerdas ese nombre ¿eh? Levi Ackerman…"
"Ese tono de voz…"
"Braus…"
"¿Decepcionado?"
"No lo sé…"
"Claro que no… yo solo… tu perfume… Me recordó a… ella… Es todo. Sabes que soy más susceptible a ese tipo de estímulos…"
"Hmm, cierto. Sinceramente no recordaba que ella usara este mismo perfume. Quizá por eso me agradó tanto cuando lo encontré. ¿Cómo has estado? Supe que eres gerente de la librería que está aquí cerca."
"Bien y sí, de hecho acabo de cerrar, voy camino a casa. ¿Qué hay de ti?"
"Acabo de llegar a la ciudad. Estuve fuera un par de meses, asuntos familiares y esas cosas…"
"¿Todo bien?"
"Sí, algunos papeleos en la capital que quise hacer para ayudar un poco a mis padres. Por cierto, ¿cómo está la señora Kushel?"
"Tan enérgica como siempre. No sé cómo lo hace."
"Envíale mis saludos."
"Con gusto. Por favor envíale mis saludos a tus padres también y, de paso, dile a tu madre que ya llegaron los nuevo ejemplares de la colección de libros de cocina."
"Oh, creo que eso la alegrará más que mi llegada. Me dio gusto verte, Levi. Sobre todo después de que te alejaste de la mayoría luego que ingresamos a la universidad."
"Lo lamento, yo…"
"Creo saber por qué lo hiciste y no te preocupes, lo puedo comprender. Sin rencores."
"Gracias, Sasha."
"Bien, debo irme antes de que mis padres se vayan a dormir y tenga que acampar en el jardín."
"Si no llegas a tiempo, eres bienvenida en mi casa, a mi mamá le dará gusto verte."
"Oh, lo tomaré muy en cuenta."
"Hasta luego, Sasha."
"Hasta pronto, Levi."
Me di media vuelta para retomar mi camino a casa. En verdad estaba ¿decepcionado? Porque la dueña de ese aroma no fuera Mikasa… quizá fue porque todo el día la estuve recordando sin motivo aparente. Escuché los pasos de Sasha comenzar a andar en sentido contrario al mío pero el aroma no disminuía o quizá era yo quién lo memoricé, inicié mi andar y posiblemente estaba tan absorto en mis pensamientos que no me di cuenta que alguien se acercaba o hasta pasó por mi lado porque escuché un segundo andar a la par del de Sasha.
.
.
.
Marzo 11, 2013.
Y ahí estaba yo, frente a una bola de desconocidos que me observaban como si fuera la cosa más curiosa (o extraña) del mundo. Mi nueva profesora sí que se estaba tomando el tiempo para escribir la fecha en el pintarron antes de hacer mi presentación oficial.
Nunca en la vida había sido la chica nueva. Puedo jurar que moría de nervios por pensar que quizá no encajaría tan bien con estos nuevos compañeros por el simple hecho que todos ellos ya habían tenido prácticamente 3 años juntos.
Por fin la maestra se colocó a mi lado cuando alguien llegó a la puerta de la clase.
"Joven Ackerman, llega justo a tiempo para escuchar la presentación de su nueva compañera de clases."
"¿Ackerman?"
Dirigí mi mirada hacía la puerta y me encontré con la extravagante imagen de un chico azabache que llevaba unas vendas cubriendo sus ojos, no sé si se debía solo a las hormonas típicas de esa edad pero, el impuntual compañero me pareció sexy a pesar no poder ver por completo su rostro.
El chico no demoró en entrar y dirigirse sin dificultad alguna a su asiento, lo cual me sorprendió ya que si yo estuviera en su lugar habría chocado con cada cosa en el camino y muy probablemente habría caído encima de alguno de los compañeros.
Luego del que chico sexy de las vendas tomara asiento, la maestra comenzó con mi presentación.
"Bueno muchachos, como se pueden dar cuenta Mikasa es su nueva compañera de clases, viene de una escuela hermana por lo que ha llevado las mismas materias que ustedes. Mikasa, por favor, si hay algo en lo que tengas dudas, no tengas pena en pedirme ayuda o pedirle ayuda a alguno de tus compañeros. Ahora, por favor, cuéntanos algo sobre ti."
"Hola…"
No se me ocurrió mejor cosa que hacer el típico saludo infantil con la mano lo que provocó algunas risas en mis nuevos compañeros… Genial…
"…mi nombre es Mikasa Ackerman…"
Chico sexy dio un respingo al escuchar mi apellido, al igual que algunos otros compañeros.
"No te culpo, me pasó lo mismo…"
"…tengo 17 años. Mi familia y yo recientemente nos hemos mudado a esta ciudad por lo que no conozco a nadie y… bueno… me gustaría poder llevarme bien con ustedes."
Listo, no había sido tan difícil y gracias a Dios no lo arruiné tartamudeando por los nervios
"¿No eres familiar de Levi?" Preguntó una compañera.
"No que yo sepa…" Respondí.
"Por todos los cielos, espero que no…"
La maestra me indicó mi asiento, al otro lado del salón, lejos de mi "posible" primo o familiar en general. Era una lástima, quería poder conversar un poco con él, tenía curiosidad por su apellido.
Ese día transcurrió demasiado lento. Fue un fastidio tener que presentarme con cada maestro en cada cambio de clase.
A la hora de salida estaba a punto de salir directo al estacionamiento para encontrarme con mis padres pero, noté que chico sexy, bueno, Levi, no parecía tener intención de salir pronto. Estaba demasiado absorto en sus pensamientos que dudaba que fuera consciente de mi presencia en el salón y lo comprobé cuando al empezar a caminar hacia él dio un gran respingo.
"No eres alguien que hable mucho, ¿cierto?" Genial manera mía de iniciar una conversación.
"Me agrada el silencio." Dijo con una media sonrisa en sus labios.
"!Dios, que no sea familiar mío, por favor!"
"Se nota."
"¿Qué te ha parecido la escuela?"
"Lo mismo que siempre, solo que con nuevas caras."
"Y la mitad tuya que puedo ver es la más atractiva y lo más interesante de esta escuela… ¡Control, Mikasa!"
"Entiendo."
"Oh, no, no tienes ni idea."
Estuvimos en silencio unos segundos hasta que él tomó su mochila y su bastón y se puso de pie.
"Supongo que sabes cómo regresar a tu casa. No esperarás que yo se tu guía." Dijo señalando con sus manos las vendas que cubren sus ojos.
Este chico tiene buen sentido del humor, me dio risa su broma.
"De hecho, mis padres pasarán por mí y me preguntaba si quieres un aventón."
"Solo estoy tratando de ser amistosa, ¿cierto? Sí, obvio, soy la nueva."
"¿Un aventón o un levantón? Oye, creo que es un poco ofensivo que creas que por mi condición no me puedo cuidar solo, además, soy una víctima potencial. La víctima perfecta a decir verdad… ¿Vas a fingir llevarme al estacionamiento y terminarás llevándome a un rincón de esta escuela donde abusarás sexualmente de mí y luego de eso me dejarás ahí tirado luego de haberme utilizado como juguete sexual que no podrá señalar a su agresora porque "pudo haber sido cualquiera"?"
"Tranquila Mikasa, piensa en la biblia…"
Solté una carcajada, más que nada para ocultar el hecho que me imaginé todo a una velocidad tan impresionante que me sentí como una total pervertida. La idea de este chico y yo… bueno… no me desagradó… Todavía me pregunto si ahí fue cuando me eché encima el karma…
"¿Tan guapo te sabes que crees que me quiero aprovechar de ti?"
"A las pruebas me remito." Dijo abriendo los brazos, exhibiéndose. Sí, este chico era consciente de su atractivo.
Al final, rechazó mi propuesta.
Durante la comida, esa tarde, les pregunté a mis padres si teníamos familiares viviendo en esta ciudad a lo que respondieron que no. Los Ackerman de los que provengo por generaciones han radicado en la zona este del país, aquí estamos prácticamente en el lado opuesto.
Grandioso, ya podía pensar en chico sexy sin sentirme sucia.
Al día siguiente, en la escuela, lo primero que hice fue dirigirme al asiento de chico sexy y anunciarle que no teníamos ningún lazo sanguíneo. Él solo rió un poco y agregó un "eso es genial".
Contrario a lo que pensaba, fue muy fácil adaptarme a la nueva escuela y a mis compañeros, todos eran muy amigables, por decisión propia pasaba la mayor parte del tiempo con Levi lo cual sorprendió a propios y extraños pues por lo que fui descubriendo al pasar los días, al parecer Levi es el tipo de persona que disfruta demasiado de su propia compañía. Aun así, logré hacer una estrecha amistad con Sasha quien en ocasiones se nos unía a Levi y a mí durante los almuerzos.
Creo que todos tenían una idea errada de Levi, me sorprendía que no fuera el chico más popular pero, no me molestaba, al contrario, creía que tenía suerte ya que lo tenía casi exclusivamente para mí y digo casi ya que irónicamente, gracias a mí, más personas se fueron acercando a él por lo que nuestros almuerzos solitarios poco a poco se fueron volviendo más concurridos lo cual era agradable y divertido, pero extrañaba tener toda la atención de Levi para mí.
Ahí descubrí que el amor también podía llegar a ser egoísta.
A este punto no es una sorpresa que admita que Levi me flechó desde la primera vez que lo vi. Era tan diferente a todos los chicos que había conocido previamente. Nunca había salido con ninguno más por falta de interés de mi parte que por otra cosa. Y ahí estaba yo, intentando acaparar toda la atención de un chico que llevaba pocas semanas de conocer.
Por supuesto, al cabo de unos días me di cuenta que las vendas en los ojos de Levi no eran por una reciente operación, su dominio del espacio, su sorprendente uso del bastón y además que leía en braille me hicieron que saliera de mi error. Era una lástima que un chico tan increíble como él estuviera privado de algo tan esencial como es la vista, aun así, mi curiosidad por saber por qué usaba unas vendas en lugar de simplemente unos lentes oscuros o nada hicieron que una tarde que fui a su casa por primera vez me armara de valor y le preguntara consciente que quizá me estaba pasando del límite.
Cuando supe la historia, no pude más que sentir mayor admiración por él. Este chico me enamoraba con solo existir, y eso me gustaba. Él no hacía nada por ganarse mi atención, él simplemente era él y eso bastaba.
Y bueno, como dije antes, a veces mi amor por él llegaba a ser un poco egoísta y eso incluía el hecho de querer conocerlo y saber todo sobre él, moría por conocer su rostro completamente, que aunque sus ojos no me pudieran ver, yo poder perderme en ellos por lo que sin ser completamente consciente de lo que estaba a punto de hacer, me levanté del sillón de su sala para dirigirme a él y tomarlo de sus mejillas.
FLASHBACK.
"Oye…" dijo nervioso al sentir mi contacto.
"Quiero verlos."
"¿Qué?"
"Quiero ver tus ojos. Tu madre te dijo que son hermosos, quiero verlos."
"No seas ridícula Ackerman… Las madres siempre dirán que sus hijos son los más hermosos, si no lo hacen ellas, ¿quién más lo hará?"
No solté sus mejillas.
"Qué remedio." Soltó derrotado. "Está bien, tú ganas."
Solté mi agarre y él se incorporó en el sofá. Comenzó a aflojar sus vendas. Solo bastaba que las soltara de sus manos y las dejara caer pero, realmente parecía tener miedo de hacerlo.
"Levi…" inquirí
"Ya, ya…"
Bajó las vendas y abrió los ojos. No pude contener el aliento…
"Te dije que…"
"Levi… ¡tus ojos!"
"Sí, sí, lo sé…" empezó a decir mientras llevaba sus manos a colocarse las vendas de nuevo.
"¡Realmente son hermosos!" Dije al tiempo que de nuevo lo tomaba de las mejillas, esta vez acercándome más a su rostro para poder ver más de cerca sus hermosos orbes…
"¿Qué?"
"Wow, son azules, ¡no! Grises… ¿o son plata? Aunque veo algo de oliva…"
"¿Qué rayos dices, mujer?" Dijo queriendo zafarse de mi agarre.
"Es curioso. Están fijos, pareciera que me ves intensamente y eso llega a intimidarme… mejor dicho, a apenarme…"
"¿Apenarte?"
"Me gusta empezar a creer que realmente me estás viendo así, Levi…"
Si ya estaba enamorada de Levi, el ver sus ojos me robó el alma. Nunca había visto un rostro tan bello como el suyo, tan atractivo, varonil y a la vez angelical. No podía soportarlo más, estaba ahí, entre mis manos, con una expresión de confusión que lo hacía ver adorable y sus labios, tan cerca, solo bastaba acercarnos un poco más y…
"¡Estoy en casa, cariño! Perdón por la demora."
Al escuchar la primera sílaba soltada por su madre solté a Levi cayendo de sentón en la alfombra de la sala, apenas había logrado un mínimo contacto de nuestros labios…
"Oh, aquí están."
"Buenas tardes señora Ackerman. Mi nombre es Mikasa, un gusto en conocerla. Perdón por la molestia de mi visita." Dije tratando de sonar lo más casual posible, sentía mis mejillas arder y que el corazón se me iba salir del pecho, Levi en cambio se veía tan tranquilo como siempre, ¿se habría dado cuenta de lo que había intentado hacer?
"Oh, pero qué chica tan encantadora. Por favor solo llámame Kushel y por el contrario, me da mucho gusto que por fin mi hijo haya traído un amigo a casa… ¡Levi! Tus vendas…"
"Creo que las apreté demasiado en la mañana. Solo me las iba a colocar correctamente, mamá."
"Oh, es eso… Pero bueno, ustedes chicos deben estar hambrientos como yo, pasemos a comer."
Al parecer, Levi no se quitaba las vendas ni siquiera en su casa… O quizá sí y lo que sorprendió a su madre fue que lo hiciera delante de otra persona.
La señora Kushel fue amable conmigo desde el primer momento, pasé la tarde con ellos y al momento de irme a mi casa incluso se ofreció a llevarme pero rechacé su ofrecimiento. Dejó de insistir con la condición de que los llamara en cuanto estuviera en casa, solo para hacerles saber que había llegado sana y salva.
Al llegar a casa lo primero que hice fue llamar a casa de Levi.
"¿Hola?"
"Señora Kushel, habla Mikasa, solo para informar que ya llegué a casa sana y salva."
"Muchas gracias por avisar Mikasa, en verdad me hace sentir más tranquila."
"Muchas gracias por recibirme esta tarde en su casa, espero no haber causado muchas molestias."
"Oh, para nada, querida. Fue un gusto tenerte aquí. Ven cuando quieras. Las puertas de esta casa están abiertas para ti de ahora en adelante."
"Se lo agradezco mucho. ¿Cree que pueda hablar con Levi un momento?"
"Por supuesto. Espero verte de nuevo por aquí, Mikasa."
"Claro que sí."
"¡Levi, levanta tu teléfono. Mikasa quiere hablarte!"
Escuché como un teléfono se descolgaba y luego otro colgaba. Ni siquiera sé por qué pedí hablar con él…
"¿Hola?"
"¿Levi?"
"Ajam…"
"Gracias por la invitación. Fue muy agradable pasar la tarde con ustedes y tu mamá cocina delicioso." Dije lo primero que se me vino a la mente.
"No tienes nada que agradecer…"
"También, gracias por contarme la historia del porqué de tus vendas."
"Uh, bueno… yo…"
"Tienes unos ojos hermosos, Levi Ackerman. Tu madre no lo dice solo porque seas su hijo…"
"Bueno, gracias, creo…"
"Levi…"
"Dime."
"Eres muy atractivo."
Listo, lo dije.
"Woah, ¿A qué viene eso?"
"Bueno, yo… no sé… Supongo que consideré mi deber decírtelo."
Y ya lo estaba arruinando…
"¿Deber?"
"¡Sí, deber! Hasta mañana."
"Espera, Mikas…"
FIN FLASHBACK
Afortunadamente, eso que hice no arruinó nuestra amistad. No sé si Levi no se dio cuenta o no quiso hacerme las cosas incómodas, sin embargo lo que restó del año escolar considero que fue el tiempo más hermoso de mi vida hasta ese entonces.
Octubre 4, 2018.
"Holaaaaa Tierra a Mikasaaaa"
"¿Eh?"
"Vaya, ver a tu primer amor sí que te afectó. Estuviste en las nubes todo el camino."
Ya estábamos frente a la casa de los Braus. Estar recordando lo vivido en el tiempo que llegué a esta ciudad, estar recordando a Levi, literalmente me sacó de mi realidad. No. VER a Levi luego de tanto tiempo fue lo que me sacó de mi realidad.
"¿Y bien?"
"¿Y bien qué?"
"¿Qué te pareció Levi de 24 años?"
"Él… sigue igual… quiero decir… serio… genial… responsable… quiero decir, es gerente ¡wow!"
"Y uno de los hombres más sexys de esta ciudad y soltero."
"Sasha…"
"¿Qué?"
"Sabes que no me quedaré por mucho tiempo."
"Sí, sí, pero, ¿por qué no simplemente saludarlo? Por los viejos tiempos…"
"No creo que sea necesario…"
"¿No? Levi te recuerda como el primer día… admito que tenía mis dudas pero wow, solo percibió tu perfume y supo inmediatamente que eras tú…"
"Y por eso mismo no creo que sea conveniente acercarme si me iré pronto y ya no volveré."
"Creo que lo que pasa es que tienes miedo que el apuesto Levi Ackerman no te deje huir esta vez."
"¿Podemos entrar? Estoy cansada del viaje."
"Sabes que dormirás en mi habitación y seguiré esta conversación, ¿cierto?"
"Sí, pero por lo menos descansaré de ella el tiempo que estemos con tus padres…"
.
.
.
"Estoy en casa."
"Oh, creí que llegarías más tarde."
"No sé por qué lo haría, siempre llego a la hora de la cena, madre."
"Sí, pero pensé que tal vez irías a cenar con tus amigas. Por cierto, fue una grata sorpresa ver a…"
"¿De qué hablas madre? ¿A qué amigas te refieres?"
"Sasha y Mikasa, te vi platicando con ellas cerca de la librería. No sabes las ganas que tenía de bajar del auto e ir a saludar a Mikasa pero no quise incomodarlos."
"Mikasa… ¿estaba ahí?"
"Mikasa, realmente… volvió. Estuvo a unos pasos de mí pero, ¿por qué? Ella no dijo nada… Sasha tampoco…"
"Hijo…"
"Creo que a Mikasa no le dio tanto gusto verme, madre."
"¿Por qué…
"Yo no sabía que frente a mí estaba ella, yo solo conversé con Sasha…"
"Levi…"
"Supongo que no me ha perdonado por lo de aquella fatídica noche… Estoy de acuerdo. Yo tampoco lo he hecho."
"Levi no…"
"Perdón madre, perdí el apetito."
Por primera vez en años dejé a mi madre cenar sola y estoy en mi habitación de siempre recostado sintiendo un enorme agujero en el pecho. Mikasa había regresado y lo más seguro es que no quiere saber de mí. El encontrarnos fue una mala pasada para ella. No es como si no hubiera imaginado que algo así pasaría, es solo que, la realidad es infinitamente peor.
Mañana será un largo día.
.
.
.
Octubre 5, 2018.
"¡NO! ¡SUELTENME! ¡LEVIIII!"
"¡MIKASAAAAAAAAA…..!"
"¡Oh, mierda! ¡Ah, carajo!"
Basta… por favor…
"¡Oye imbécil es mi turno!"
"¿Yo la vi primero y seré el último? ¡Vaya mierda!"
Por favor, alguien…. Levi, por favor, Levi…
"Mikasa, por favor, no te vayas…"
"Mikasa…"
"Quiero que sepas que no te culpo de nada. Así que luego de que marche quiero que continúes con tu vida y hagas de cuenta que nada de esto pasó. ¿De acuerdo?"
"No"
"Nadie tiene que cargar con esto. Solo yo, porque no me queda otra opción…"
"Basta…"
"Sigue siendo tan genial como hasta ahora, por favor."
"Mikasa, por favor, por favor… no… no te vayas…"
"No… por favor… Mikasa… ¡MIKASA, TE AMO!"
"¡Levi"
"¿Mikasa? ¿Qué pasa?"
Otra vez estas pesadillas… otra vez…
"Vuelve a dormir, Sasha… no…"
Sasha ya se había vuelto a dormir antes de que terminara de hablar. Qué envidia. 6:07 a.m. Estoy demasiado agitada como para intentar volver a dormir. Bueno. Ya que estoy despierta tan temprano quizá puedo aprovechar el largo día que me espera para hacer lo que vine a hacer, tal vez logre irme antes de lo previsto.
Luego de un baño y una taza de café salí con rumbo a la que un tiempo fue mi hogar.
Al llegar sentí un poco de tristeza, la casa era hermosa cuando llegamos aquí por primera vez, sin embargo luego de irnos nunca volvimos y el tiempo y olvido hicieron estragos en ella. Me sorprende que los vidrios no estén quebrados o algún indicio de vandalización pero, esta ciudad es tranquila. Simplemente tuve mala suerte, estuve en el lugar equivocado, en el momento equivocado y…
"Anoche creí que aunque un poco tarde, la locura por fin me había alcanzado. ¿Confundir la voz de Sasha con tu voz?"
"Por favor, no me hagas esto…"
Levi estaba atrás de mí y yo no me atrevía a voltear a verlo.
"Sé que soy la última persona que deseas ver y créeme que hice lo posible por cumplir tu deseo pues es claro, sin embargo, luego de tu partida me volví una persona egoísta que comenzó a preocuparse solo en sí misma… Siempre pensé que tú estabas por encima de eso y heme aquí. Es curioso."
"¿Qué es curioso, Levi?"
"Siempre supe que aquella noche no hice nada, que fui un total inútil y que es justo que me odies por eso, sin embargo, por mucho que me hice a la idea, no deja de ser duro…"
"¿Sigues culpándote? Levi, ya te lo dije tú…"
"Perdón Mikasa."
"Levi…"
"Te juro que si pudiera volver en el tiempo…"
"Basta, Levi."
"Nunca debiste confiar en mí, yo lamento haber sido tan arrogante y acapararte, yo te juro que si siquiera hubiese imaginado…"
No sé por qué, pero lo único que quiero ahora es que me abrace, así que simplemente me di vuelta y me arrojé a sus brazos y comencé a llorar.
"Mikasa…"
"Por favor Levi, solo abrázame. Por favor."
Levi me rodeó con sus brazos los cuales ahora se notan mucho más fuertes pero siguen siendo igual de cálidos.
"Te juro Mikasa, que no dejaré que nunca nadie pueda hacerte daño, ni siquiera yo. Primero muero antes de lastimarte."
El problema, Levi, es que estoy demasiado rota… ni siquiera hay pedazos de mí, soy solo polvo y tú, mereces muchísimo más que eso, pero por el momento, déjame soñar que soy arena, arena que en estos momentos siente que está siendo moldeada por ti.
Por primera vez en años, siento que mi corazón late.
Gracias por existir, Levi Ackerman.