XXXXXXX

Black Feathers

Capítulo 3: ¿No fuí Humano?

XXXXXXX

—¿Entonces dices que es un Ángel caído?

—Al menos la mitad, pude sentir la energía de un Sacred Gear dentro de él.

—Esperemos que no de salga de control esto o tendremos que asesinarlo, Rias.

Ambas guardaron silencio por un momento, actualmente se encontraban en la sala del Consejo estudiantil, lugar donde la ahora llamada Sona, se mantenía generalmente como presidenta. En su costado derecho estaba Tsubaki, quien porta el cargo de Vicepresidenta.

—Yūto y Koneko están vigilándolo en mi salón de club —comentó tranquilamente Rias—. Vamos a interrogarlo y ver si es una amenaza, aunque por lo que ví ahí debo decir que no sabía nada.

—Sea como sea, un Ángel caído está aquí en Kuoh, no podemos tomar esto tan a la ligera —dijo Sona.

Ella es una chica atractiva de pelo corto y lacio, porta gafas de montura morados, es de cuerpo esbelto y firme, aunque a comparación de Rias quien tiene grandes pechos ella no tiene tantos atributos delanteros, sin embargo tiene unas piernas y caderas muy bien definidas.

—Claro que lo tengo en mente, simplemente necesitamos más pruebas de si realmente está afiliado a Grigori.

Sona cerró sus ojos por un momento.

—En todo caso ten cuidado, no sabemos si es peligroso o no.

—Buchō, Koneko-chan acaba de avisar que está por despertar —quien dijo eso fue Akeno.

Himejima Akeno, una muchacha de buen físico —erótico por decirlo más claramente— un pecho grande, muy grande. Rostro con rasgos japoneses bellos y pelo negro muy largo que está atado en una cola de caballo, con una cinta naranja sosteniendo todo el pelo.

—Hablamos después Sona.

—Con cuidado, Rias.

Ambas salieron de salón.

XXXXXXX

Rojo.

Más rojo que el rubio rojizo.

Rojo.

Del mismo color del pelo de esa mujer frente a mí, tan rojo como la sangre que tiñe mi brazo derecho, que duele todavía.

Fue lo primero que había visto luego de despertar, además de claramente no estar en mi casa y amarrado con cadenas brillantes, aunque inútil, intenté moverme y resultó como en un principio. No podía moverme, estaba atrapado con quienes sean estas personas porque simples estudiantes no son.

—Parece que has despertado, Hyōdō-kun —dijo Gremory-san, parece victoriosa con la sonrisa que tiene en su rostro—. ¿Podrías decirme qué haces en mí territorio?

¿Kuoh es su territorio? Que yo sepa es del gobierno, esta chica...

Habría venido para otra cosa. Sacudí mi cabeza, Issei malo, esto es serio no veas sus tentadores pechos grandes y sus curvas...

—Creo que no estoy entendiendo ¿Tu territorio? —contesté con la mayor calma posible, aunque esto sea un poquito aterrador—. Yo vivo aquí desde que tengo uso de razón.

Ella hizo una mueca disgustada.

—Si es así el caso ¿Por qué no te acercaste a nosotras? A Sona y a mí Rias Gremory.

—¿Por qué habría que preguntarle a un par de chicas de MI edad si puedo vivir aquí o no?, este es un país libre.

—No estás entendiendo Ángel Caído.

—En serio ¿De qué estás hablando? ¿Ángel Caí…?

Todo fue como una avalancha de información, recuerdo la pelea contra el Uwan. Entonces ¿Qué son ellos?

Y ¿Qué rayos soy yo…?

—Ahora lo recuerdas ¿No? —dijo—. Repito mi pregunta ¿Qué haces en mí territorio?

No sé qué responder.

—No sé qué está pasando, estoy tan desconcertado como tú —dije—. ¿Qué son ustedes?

Ahora apenas había notado las presencias de los demás aquí, esto parece una habitación antigua y lo digo por la decoración, posiblemente sea muy caro todo esto, hasta la estúpida madera del escritorio…

—Buchō, no parece que esté mintiendo —dijo la niña segura de sus palabras—. Además, de ser alguien con años de entrenamiento habría actuado ya.

¡Me ignoraron!

Gremory-san tomó en consideración las palabras de la niña de pelo blanco.

—Espero que tengas razón Koneko.

Así que Koneko ¿Eh?

—De hecho Buchō, la forma en que sostenía la Lanza de Luz era torpe y tenía muchísimos huecos en su defensa.

Dijo el chico rubio que no tengo idea de quién es, pero por el uniforme que tiene es de Kuoh, posiblemente un Kōhai. Es desalentador que alguien menor que yo me diga que soy malo en algo que no tenía ni idea que podía hacer ¡Esto es bizarro a niveles locos!

—Le daremos a nuestro invitado el beneficio de la duda —contestó—. ¿Qué opinas Akeno?

Himejima-san parecía odiarme, esa mirada horrible es peligrosa ¿Cómo una chica tan linda puede hacer tal expresión?

—Los Ángeles caídos son seres repugnantes, es obvio que no podemos confiar en él —¡Oye oye! Sé que no soy guapo, pero no soy repugnante… en lo que cabe.

Gremory-san suspiró.

—Gracias Akeno —dijo honestamente—. Escucha Hyōdō-kun, solo porque no pareces mentir y además eres nuestro compañero de clases se te permitirá estar aquí, solo no causes problemas y todo estará bien.

Por alguna razón no confío en sus palabras completamente, tal vez debido a la forma en la que parecen manejarse podrían espiar mi vida privada y mis cosas Ecchi, no confío en ellos.

Ella chasqueó sus dedos y las cadenas desaparecieron. Sobé mis brazos adolorido, aún está fresca la herida, esto va a dejar alguna cicatriz y necesito limpiar la herida o puede infectarse.

—Gracias… supongo.

No creo que vayan a disculparse, tampoco quiero sus disculpas y definitivamente no su ayuda, no confío en ellos. Bueno, a decir verdad no creo que ellos tampoco confíen en mí y por la mirada venenosa de Himejima-san no puedo decir que le agrado. Simplemente me marcharé, no quiero perder tiempo y necesito pensar, pensar mucho.

Con dificultad me dirigí a la puerta y salí, no dije buena tarde o algo así porque realmente no creo que unos tipos que me secuestran merezcan esa ¿Amabilidad? a menos que prueben lo contrario. Es ya de noche, Kaa-san me va a matar y tendré que inventar una historia para que no me diga mucho, pero ¿Cuál?

No me va a creer así como así, ya pensaré en algo, quizás pueda usar el grifo que está en la zona deportiva y limpiar un poco la ropa y las heridas.

Ya estando en el sitio y habiendo limpiado lo más que pude mi ropa y las heridas era momento de ir a casa, espero que no se note mucho la sangre.

Suspiré.

¿Cómo debo sentirme?

Ellos me llamaron abiertamente Ángel Caído, no sé demasiado acerca del cristianismo, pero ¿No son Demonios Ángeles que cayeron? Esto realmente no ayuda demasiado, tengo demasiadas preguntas y tan pocas respuestas.

¡Maldita sea!

Pero mis… alas, pueden aparecer y desaparecer, quizás debería intentarlo nuevamente. Mi cuerpo creo que aún recuerda la sensación de hace rato

Fluf

Esa pesadez en la espalda y la sensación de que hay algo más ahí atrás, como músculos extra, no tengo ni idea de cómo describir esta sensación. Es como si siempre fue así, que tiene sentido porque no recuerdo haber sido atacado por algo, a excepción del Uwan, o que hayan realizado experimentos en mí, entonces debe ser por nacimiento.

Kaa-san debe tener conocimiento sobre esto. A saber si me dirá algo siquiera, ocultó esto bajo mis narices por casi 17 años, es obvio que es por una razón que la supera, quiero creer.

Estas alas mías son suaves, las plumas son preciosas a decir verdad y parece afelpado e impermeable, ese color negro es alucinante. No es buena dejarlas al aire libre, las guardé, si le puede llamar así. No puedo dejar que esto me supere, mejor me voy a casa, este en general fue un segundo día muy cargado y realmente quiero relajarme.

Cuando me fui seguí sintiendo esa sensación de inseguridad y de que alguien me miraba a lo lejos.

Si eres una chica, por favor háblame.

XXXXXXX

En el momento que llegó a casa recibió una reprimenda de su madre, además de que casi pasa de ella de no ser porque Hayato le dió un golpe en la pierna. Incluso se inventó un cuento de que lo asaltaron con una cuchilla y fue suficiente para que ella lo dejara en paz.

—Hola Issei-kun, no sé si me recuerdas —habló la invitada, Tearju.

Él se sorprendió por verla ahí, no esperaba que fuese ella quien se fuera a vivir con ellos.

—Claro que te recuerdo, Tear, tampoco es que haya pasado demasiado —dijo desestimando la situación.

Ciertamente estaba cansado y con la mente en otro lado, pero eso no significaba que fuera a ser grosero con ella, después de todo, gracias a ella fue que decidió ser más serio en sus estudios y sentía que tiene aún una deuda por saldar.

Además sus pechos eran enormes ¡Él se había bañado una vez con ella! No los recordaba tan grandes, eso era genética señores.

—Me sorprende lo mucho que has crecido, ya me cruzaste —rió ella.

Fue una charla tranquila y rápida, tuvo que despedirse rápidamente no queriendo alargar más su estadía en la sala, aún ardía la herida y había que curar.

Una vez dentro del baño, ya desnudo porque apestaba —por dentro su ropa afortunadamente— a la saliva asquerosa de ese Yōkai, él pensó.

—No puedo poner puntos, además será doloroso…

Entonces si existían todas esas cosas —él incluído— también debía existir la magia. Generalmente en los videojuegos lo describen como una energía, entonces si es una energía puede ser moldeada o canalizada para su uso.

¿Cómo podría darle un uso específico? Era sólo teoría, pero técnicamente ni siquiera sabía si existe en realidad y al menos debe intentarlo. Inhaló profundamente y exhaló lentamente varias veces para concentrarse.

Su mente comenzó a pensar en energía, buscando en los más profundo de su ser, era como viajar en el fondo del mar y estaba hundiéndose lentamente en lo que creía como su mente. Sintió un tirón, algo denso y pasivo como si estuviera atrapado o algo mantuviera restringida su salida ¿Debía forzarlo? No tenía ni idea de lo que podría provocar, pero no debía decirle a su madre porque se daría cuenta de que no fue un corte de hecho por una navaja o algo similar.

Debía arriesgarse.

Tomó una especie de masa extraña, era lo más cercano que se le ocurría que era esa cosa. Dió un tirón y fue un tanto doloroso, lentamente empezó tirar más y más fuerte a medida que avanzaba hasta que escuchó un crujir, pero tenía que seguir a pesar de que sentía su cuerpo doler.

¿Por qué soy tan temerario?

Con decisión jaló lo más fuerte que pudo y sintió algo romperse dentro suyo.

Abrió los ojos de golpe y empezó a jadear pesadamente, eso lo cansó horrible, fue como si hubiese trabajado en campo en una larga jornada muy pesada ¡Y ese apenas había sido el primer paso!

Ahora venía lo siguiente, manifestar esa energía fuera más físicamente y entendió que era una poder que habitaba dentro de él, era diferente a como se produce la sangre, ya que era una cantidad considerable y algo densa, por ende debía venir de algún lugar ¿Quizás su espíritu?

Dejó de pensar en esas cosas, había que seguir para curar su brazo y pierna.

Esta vez sin cerrar sus ojos trató de canalizar esa energía en sus manos, Dragon Ball servía de algo por una vez. Pero no había nada, no salió o brilló algo, había que seguir.

Estuvo intentándolo por al menos 25 minutos y pensó que era estúpido seguir haciendo eso. Esta vez lo hizo nuevamente, centrando todo en una sola mano hasta que surgió una pequeña esfera amarillenta.

—Así… que era verdad, al menos explica lo de las cadenas —dijo para sí mismo—. Esta sensación tengo que emularla en ambas manos.

La esfera desapareció una vez perdió la concentración. Era más difícil de lo que había imaginado, pero es algo que jamás había experimentado y por ende habían cosas que no podía entender de todo esto ¡Él sólo quería curarse!

Una y otra vez repitió el mismo proceso hasta que parecía tener algo de control sobre él. Ya podía aparecer una bola más grande, no demasiado pero lo suficiente como él creyó que era maleable. Ahora debía encontrar una forma de "configurar" dicha energía en algo que ayude a curar, quizás una mejora en la producción de nuevo tejido… pero tampoco tenía idea si eso funcionaba de esa manera.

Con duda acercó la pequeña esfera de energía a su brazo, pensando que realmente funcionara.

Una vez hizo contacto sintió el verdadero dolor, ardía como el infierno, era muy doloroso a tal punto que tuvo que morderse el labio para no gritar. Tuvo que retirar esa cosa, pero para su buena fortuna… funcionó.

—Joder… funciona, gracias magia —dijo—. Pero duele muchísimo, ya vas a ver.

Una vez terminó de curarse —torturarse a sí mismo— empezó a ducharse con cansancio, los ojos le eran demasiado pesados y veía más borroso de lo habitual, tuvo que echarse agua fría para mantenerse despierto un momento más y no caer en el baño.

Una vez había terminado de enjabonarse y lavar su pelo fue directamente a la tina y se metió hasta que el agua casi le rozaba la nariz.

Ahora por fin podía pensar en él directamente. Pensar en lo que hizo y lo que pasará después.

Pero estaba tan en blanco que no sabía cómo sentirse, estaba asustado, inseguro y ansioso, no era algo agradable. Tantas cosas en un solo día fue demasiado para él.

¿Él no era humano? ¿Jamás fue humano en primer lugar? ¿Ayaka y Hayato eran como él?

Tenía que ser de sangre, de su madre o padre, que tendría más lógica de su padre ya que eso también podría explicar por qué no estaba en casa. Empezó a hacer burbujas con su boca en agua, necesitaba informarse y saber cómo defenderse de lo que sea que esté allí fuera, ya que por algo lo habían atacado y no significaba que sería la última vez que eso pasara. Necesitaba saber, conocimiento de esto en lo que se acababa de meter sin querer, no, él ya formaba parte desde que nació.

Pero ¿Qué más podía hacer? Sí, era artista marcial más o menos, pero eso no era suficiente, necesitaba aprender a controlar esa magia y verificar las propiedades destructivas de ella, aprender a volar, investigar de las razas y muchas cosas más.

Ahora Black Feathers era también parte de ese problema y luego la escuela…

Salió de la tina.

Al final, recordó lo que sucedió al final con el Uwan, él había matado. No lo había pensado claramente, no se sentía culpable, esa cosa trató de asesinarlo. Pero no se sentía bien de ninguna manera, se sentó en la silla de su escrito.

Se sentía vacío, no se sentía como él.

Quería llorar, de hecho estaba ya llorando.

—(Sniff)...

Se restregó la cara intranquilo, no había hecho el ensayo.

¿Qué pasaría con Tendō-sensei?

¿Y su familia?

Esa cosa se los comió, era lo más lógico que pudo armar, cerró los ojos fuerte pensando en esas personas inocentes que pasaron tal destino, no era justo.

Miró el papel en blanco y escribió "Buscar Hobbie, distracciones ayudan a mitigar momentáneamente el estrés acumulado", tenía que hacer el ensayo, sí, aún faltaba eso.

XXXXXXX

No dormí nada, me duele la cabeza y tengo mucho sueño, terminé el ensayo.

Como siempre, nada fuera de lo usual para mí, nadie con quien charlar y Kiyome-san parece ignorar mi existencia rotundamente. Ya ni siquiera quiero pensar en qué sucedió, a lo mejor es culpa de Gremory-san con sus poderes raros esos, no puedo sacar conclusiones pero eso es lo que siento.

Al final terminar el estúpido ensayo no sirvió de nada, ¿Por qué? La existencia de Tendō Isshin era nula, para los alumnos y ahora para mi igual, Tendō-sensei jamás existió. Ahora mismo estoy en clases de Japonés y un profesor X de Historia fue quien impartió la clase de hoy.

—Agh… —me duele la cabeza, es como si fueran punzadas.

He estado así desde la noche, en ese momento no era tan agudo y no dolía demasiado como ahora.

Alcé la mano.

—Sensei necesito ir al baño —típica excusa.

Él solo asintió y yo me levanté, ignorando las miradas de todos hasta que.

—¿Are…? —de un momento a otro ya estaba en el suelo hincado.

—¡Hyōdō-kun! —escuché al profesor hablar.

Este color como gotas en el suelo, es sangre.

Me está sangrando la nariz, podía oír a mis compañeros hablar, no escuché demasiado porque realmente no entiendo nada.

Enfermería.

Mis dos compañeros salieron de la enfermería, me habían ayudado a venir. Estoy sentado en la cómoda cama de reposo que hay aquí, si algo tiene la Academia Kuoh es que sus instalaciones son impecables en su gran mayoría.

—Disculpa la demora Hyōdō-kun.

—No se preocupe, Hasegawa-sensei.

La enfermera de la Academia Kuoh, Hasegawa Chisato, una hermosa mujer de pelo negro, un rostro bonito de facciones delicadas, tiene ojos verdes y un lunar debajo de su ojo izquierdo. Ella es delgada y de buen cuerpo, aparentemente se ejercita, tiene su bata blanca y debajo de ella está una blusa verde sin mangas y es de esas de cuello de tortuga, falda un pelín corta y medias, combinación con tacones ¿Eh? Además ella usa gafas de montura rojas.

Es super sexy, desprende un aura seductora y madura a su alrededor, definitivamente es una experiencia estar junto a ella.

—¿Has estado durmiendo bien? Tienes ojeras bastante marcadas —dijo.

—Solo ayer que no pude pegar los párpados toda la noche —contesté.

—No puedes ir a clases así, necesitas dormir.

Bueno es algo obvio. Es que ni siquiera mi lívido sale a flote como de costumbre.

—Además no creo que después de forzar y romper un sello mágico y no dormir sea la mejor combinación —¿Qué?

Ella…

Me puse en una posición defensiva, no pasará otra vez.

—No te preocupes no voy a lastimarte, estoy velando por tu seguridad —me dijo com una sonrisa amable, tomó una postura algo estricta luego de ello—. Ayer usaste magia por primera vez sin capacitación adecuada, eso es peligroso, sabes que de haber seguido gastando imprudentemente una gran cantidad de poder mágico lleva a la muerte ¿No?

Un escalofrío corrió por mi espalda al escuchar eso.

—Rompiste algo que debía haberse disuelto en unos meses —Hasegawa-sensei parece genuinamente preocupada, no sé cómo tomar esto, aunque mi instinto dice aprovecharlo al máximo—. Es un milagro que no hayas muerto, ese sangrado que tuviste significa que no te has recuperado de tanto esfuerzo.

Tomó mi mano.

¡¿Qué está pasando?!

—Debí protegerte de ese Yōkai, pero ellos estaban ahí y no podía dejar que me vieran —dijo, estoy demasiado confundido ahora mismo—. Perdóname por no haber podido ayudarte.

Esa expresión tan triste… ella es tan hermosa incluso triste, pero no le queda esa expresión, es mejor una sonrisa alegre y honesta. Quité el pensamiento de mi mente, necesito respuestas.

—Está bien Hasegawa-sensei, no necesitas por qué disculparte cuando ni siquiera es algo que debas hacer —dije—. Por cierto ¿Es usted quien me ha estado viendo?

Ella sonrió triste. Supongo que ya encontré la respuesta.

—Claro, es mi deber después de todo, pero no puedo decirte nada ahora mismo —contestó—. Sí, últimamente había sentido energías extrañas cerca de aquí y tuve que encargarme de esas alimañas, pero no pude deshacerme de todas.

Al menos lo intenté.

—Sé que tienes más preguntas, pero por favor descansa.

No quiero dormír, tengo más preguntas que hacer.

Ella alzó su mano y esta empezó a brillar suavemente...

Mi cuerpo se siente fatigado, creo que iré a…

XXXXXXX

Chisato se quedó viendo fijamente la figura dormida de Issei, primero iba hacer una revisión en su brazo ya que ahí había recibido un ataque.

Ya no estaba, eso le dejaba dos opciones, él se curó o tenía capacidad regenerativa, la última descartada, tuvo suerte. Había usado un estado incompleto de Magia Curativa, por pura suerte fue que no terminó con músculos atrofiados y sin movilidad o con cicatrices, su protegida tuvo tan tan suerte.

—Para que te recuperes pronto… —se acercó a él y le depositó un beso en la frente.

—Hay cosas que quiero mostrarte, por favor vuelve a la normalidad rápido.

Su jefe le había ordenado la protección de su hijo y familia siempre los ha mantenido a salvo, pero con él era diferente, ella se dio cuenta de lo que el chico podía convertirse y realmente lo quería para ella. No le gustaba usar magia de hipnosis para hacerlo dormir, pero era un joven muy terco cuando quería hacer algo.

Sin embargo, la bella mujer mantuvo una mal agüero por lo que sucedió el día anterior. Un Yōkai atacando a un estudiante en plena tarde había sido algo con lo que no había contado, un Uwan débil había burlado su propia detección aurica, pero de igual manera notó interés por parte de las herederas demoníacas Gremory y Sitri —Sitri se hacía llamar Shitori como regionalización de su apellido— que de cierta forma le restringió su protección.

Debía mantenerse serena, tranquila y amable como siempre, solo esperaba que ambas féminas herederas no molestaran demasiado a Issei o que lo obligaran a unirse a alguna de sus Noblezas. Este día había que preparar alguna clase para Issei y que aprenda magia lo antes posible, como Ángel Caído que era le enseñaría lo que sabe.

XXXXXXX

Esa siesta funcionó de maravilla… ser cuidado por una belleza como Hasegawa-sensei es un sueño, aunque estaba dormido. Lo que dijo realmente me deja con intriga, de seguro sabe algo de los Ángeles Caídos.

El problema es que sabe que usé Magia de Curación como ella lo llamó, además dice que tuve suerte y me dejó ir con una advertencia de no usarlo nuevamente o incluso pude haber perdido el brazo por eso, mientras que la pierna eran heridas más leves y fue cuestión de limpiar y curar poco. Entonces esas sensaciones de que alguien me observa son por ella después de todo, pero ¿Quién será su líder? Posiblemente mi viejo.

Oyaji, ni su nombre sé.

Bueno… Black Feathers abrirá sus puertas finalmente el día de mañana y creo que hacer una llamada a una Idol funciona como marketing. Intenté hablar con Kiyome-san pero no me hace ni caso, si no va a hablarme entonces bien, tampoco es que la conozca demasiado aunque es una pena. También me había enterado de algunas cosas, ya sé quién es ese tipo rubio, Kiba Yūto, primer año grupo B, ahora las chicas le llaman el segundo príncipe, al parecer yo soy el primero… ¡Eso es genial! Un paso más para formar un Harem.

Necesito algo así en mi vida.

Ya estaba por irme a mi nuevo Club, el Club de Fotografía y Filme. Siempre me había parecido interesante esa actividad como pasatiempo, además que tener una mejor perspectiva de la vida a través de un lente —que no sean gafas— puede llegar a ser algo genial.

—Al fin te uniste Hyōdō —dijo una tipo golpeando mi hombro al entrar al salón del Club.

—Tenía que hacer algo ¿No? —dije—. Además la fotografía se ve interesante, Miyamoto.

Miyamoto Bennosuke, mi mejor amigo, es un tipo despreocupado y algo flojo pero un buen amigo, aunque no es tonto por muy flojo que sea. Él tiene el pelo negro lacio y corto y ojos azules, una complexión delgada y es un tipo ágil.

—La fotografía es interesante querrás decir —dijo—. Bueno para tu mala suerte empezamos hasta que Sasaki venga, él es el Buchō de este Club después de todo, yo solo vine aquí para pasar tiempo.

—No sé si es mi mala suerte pero creo que los primeros días de clases han sido algo radicales —comenté tranquilo—. Además fue algo raro que me cambiaran de grupo así solamente.

Miyamoto se quedó pensando y me miró intensamente.

—Te odio.

—¿Ahora que hice?

—¡Estás en el grupo que todas las bellezas de la Academia Kuoh! ¡Muere! —a veces se pone algo intenso—. Oye… ya que estás en su grupo, ¿Por qué no le dices que posen por amor al arte?

A veces se me va que es casi tan pervertido como yo.

—Me tientas, me tientas…pero, no. No es que me hable con ellas —contesté—. Aunque Tsubaki-Fukukaichō me habló una vez y eso que fue por romper mis lentes por accidente, por lo que sigue sin contar.

—¡Maldición!

—Lo sé, es decepcionante, habría sido increíble ver esos cuerpos.

—Así es la vida, Hyōdō.

—No me culpes, es mi mala suerte. Por cierto temprano en la mañana se abre la cafetería de mi familia, ¿Por qué no te pasas por la tarde cuando salgas?

El me miró interrogante.

—¿No vendrás mañana?

—No, diré que estaba ocupado, enfermo o algo así.

—Tienes suerte de que Kuoh no sea estricta con las normas de no trabajo para estudiantes.

—Sí… bueno, creo que me iré.

—Anda, largo.

—Ojalá se te rompa un lente y pagues por eso.

Cuando salí solo oí sus risas, este tipo…

Ya fuera solo pensé en lo que haría mañana si no vendré a la escuela. Tengo que llamar a mi prima, Hyōdō Rena para que ayude con un Directo o que lo diga en Twitter, sería de gran ayuda.

Tantas cosas en tres días…

Habrá que capacitar empleados temprano para que atiendan bien a los clientes, hay dinero en reserva por si no hay buena recepción en los primeros dos meses. Aunque se pudo conseguir socios mediante mi tía, que su esposo es dueño de una empresa de Importación y Exportación de recursos de todo tipo, así que tenemos ventaja para hacer negocios con él y traer granos de Café de los más frescos y de calidad. Primeramente espero que pegue, ya hay suficientes empleados para empezar y para que se paren fuera ofreciendo pequeñas muestras de café y postres fuera del establecimiento.

Estoy nervioso y emocionado, es que, joder es un negocio más propio, si todo va viento en popa puede ser genial, aunque hay muchas cosas que pueden fallar o que salgan mal pero es cuestión de tiempo y esfuerzo.

Más vale tener paciencia o podría ponerme ansioso y no quiero eso.

Una cosa resuelta en mí, falta lo del Ángel Caído.

Es curioso que la cafetería tenga por nombre Black Feathers teniendo en cuenta que tengo plumas negras en mis alas. Y pensar que viví toda mi corta vida engañado de que fuí humano cuando no lo fui jamás, demasiadas coincidencias.

Tomé mi teléfono y busqué el contacto de mi prima.

Esperé a que ella respondiera.

Hola.

—Hola, Rena ¿Estás ocupada?

Primer paso, listo.

XXXXXXX

1-Miyamoto Bennosuke también es conocido como Miyamoto Musashi, usé ese nombre como una referencia a ese guerrero :p.

Este fue Alex, nos leemos luego.