Saludos, este es mi primer fanfic y les traigo un ship no muy conocido. Entiendo que en la serie no se producen momentos para ellos, pero en vista de lo que representan (ninjas fuertes pero mal tratados en la trama) y la manera en la que se han relacionado entre si algunos fic's que él detectó en esta plataforma, yo él se enamoró totalmente de ellos.

Espero les guste


Ambientado en Boruto

Dudas

Había un aire de entusiasmo, los chicos se removían en sus asientos mirando el reloj digital que estaba pegado justo encima de la pizarra. Sabía a la perfección lo que seguiría cuando marcase la hora esperada, era rutina, estaba acostumbrado a ello. Aún así esta vez era diferente, esperaban ansiosos no porque estuvieran aburridos o tuviste planeado algo que hacer, no, sino por lo que significaba para ellos el término de la clase. Era el fin.

Tenía un sentimiento de opresión en el pecho, su Kikkai se removía con lentitud, como si estuvieras tristes o lastimados, pero al mismo tiempo, conformes. Era raro todod los opuestos que se manifestaron en él desde que comenzó esta etapa de su vida.

-Felicitaciones ¿Por qué? Han hecho un buen trabajo- dijo mientras los observaba intensamente, completando su ritual, elaborando una estampa que quedaría grabada en su mente esperaba él, para siempre.

* RIIIIIIIIIINGG *

-Arigatou, Shino-sensei- respondieron entusiasmados en coro, su Kikkai zumbó. Luego de eso chillidos, silbidos, gritos de júbilo. Él se dedicó a recoger sus cosas.
Fueron saliendo, generalmente en grupos, algunos dedicándole sonrisas y asentimientos como respeto.
Se dio la vuelta para borrar la pizarra y su Kikkai le dejo claro que solo quedaban unos cuantos chicos.

-Roi-kun, estoy muy emocionada por mañana ¿Crees quedemos en el mismo equipo? - escuchó a la chica decir alegre.

- Espero que no-dijo una voz firme.

Shino había terminado con la pizarra y ahora solo le quedaba guardar el borrador para ir a almorzar. Observó mientras lo hacía cómo un par de niños bajaban los escalones, él había notado como preferirían los puestos de atras desde su primer año en la academia.

-¡Eeeh! ¿Ni siquiera lo analizas como una pequeña posibilidad? - dijo la niña deteniéndose en los escalones y mirando la espalda de Roi.

-No- respondió secamente el chico mientras seguía caminando. La niña suspiró derrotada mientra bajaba la cabeza.

-Eres un insensible- murmuró. El chico salió del salón sin detenerse y ella reanudó el paso sin saberse observada más allá de los ojos de Shino y terminó por salir del aula cerrando tras si con un "Adios, sensei".

Él salón ahora estaba casi vacío. Un chico aún estaba sentado en su lugar mirando la puerta por donde había salido la joven.

-Sensei- lo llamó y giró su rostro para verle. Shino asintió levemente haciendole notorio que lo escuchaba- ¿Siempre es así? - arrugó un poco el ceño e hizo silencio.

-¿Puedo responder esa pregunta? No, porque no me ha dado datos necesarios para analizar- respondió Shino mientras cerraba el maletín.

- ¿Ellas siempre se enamoran de quienes no tienen interés en sus sentimientos? - murmuró mientras volvia la mirada hacia la puerta- escuche la historia de mis padres, de los padres de mis amigos, de conocidos y ... todas tienen en común el rechazo inicial e incluso constante antes de ...- cerró sus manos en puño sobre la mesa, aún con la mirada fija en el mismo lugar- Sé que es estúpido y que no debería preocuparme por eso, nos acabamos de graduar de gennin y es lo menos que debería pensar ... pero- dijo mientras giraba la mirada hacia Shino con vergüenza.

-No creo que sea estúpido ¿Por qué? Son tus sentimientos, debes entenderlos y controlarlos para ser un buen ninja-rodeó la mesa y bajó de la tarima con el maletín en la mano.

-Lo entiendo, sensei- dijo con desgano algo decepcionado mientras comenzaba a guardar sus cosas con lentitud.

-No siempre es así- la voz de Shino lo hizo detenerse en seco mientras agarraba los bolígrafos. El chico le miró alzando las cejas.

-¿A qué se refiere? - dijo con lentitud, no terminando de creer que su profesor estaba respondiendo su pregunta inicial.

-¿Cómo entiendo tu preocupación? Sé que en Konoha la mayoría de las relaciones siguieron a ese patrón-hizo una pausa. Era conciente de eso, su generación gennin era un ejemplo claro de ello. Habían salido algunas de las parejas más peculiares- Pero hay ciertas excepciones, Hamiko. Solo que la gente puede que no les preste atención o ni siquiera se den cuenta ¿Por qué? Las relaciones sin drama suelen ser aburridas para el público- Esperó que eso fuera suficiente para calmar a un niño.

-¿Como asi? - Preguntó ladeando la cabeza, mientras que el Kikkai de Shino zumbaba, era como si estuvieran burlándose de él por creer que la curiosidad del joven había sido aplacada solo con su comentario incial. Como si le recordara lo que, en los últimos años, aprendió de convivir con niños.

-¿Pueden cambiar los sentimientos con el paso de los años? Si, las personas maduran- respondió, luego, recordó a Sakura y su eterno amor por el Uchiha- generalmente- terminó por decir. Si bien eran una pareja consolidada actualmente, él nunca vio lógica en como se dió todo. Sin embargo, así funcionó para ellos.

-¡Eso quiere decir que tengo oportunidad! ¿Cierto? - exclamó levantarse de golpe con una sonrisa en el rostro y sus ojos verdes brillantes. Rayos, Shino tampoco quería darle tantas esperanzas.

No era como si enamorandose de una chica con todas sus fuerzas iba a conseguir que ella le amara, asi no. Shino había visto a Rock Lee desvanecerse por la Haruno durante muchos años. Demostrando un ferviente amor que fue, sin dudas, rechazado.

También presenció en sus momentos a Naruto pregonando que amaba a Sakura desde que la conoció. También el gran daño que le hizo al decir lo amaba con la "intención" de que ya no fuera por Sasuke.

La interpretación del amor y las relaciones eran complicadas, pero el rechazo y el como afrontarlo luego de tener unas sólidas esperanzas, era simplemente arrollador.

-No se trata de eso ¿Por qué? Pueden cambiar los sentimientos de ella, pero también los tuyos- él quería que el niño se diese cuenta que, en tal caso de no lograr nada, podría amar a otra persona y esta le podria devolver el sentimiento.

-Pero, sensei ... usted dijo que podría cambiar de opinión -Hamiko se volvió a sentar, derrotado- No logro entenderlo- dijo mientras se tomaba la cabeza con ambas manos y colocaba sus codos sobre la mesa.

Shino suspiró, serio complicado.

- Hay algunos que duran enamorados de la misma persona toda la vida ¿Cómo lo sé? Tengo ejemplos de primera mano- se acercó a los primeros puestos y colocó su maletin sobre el asiento que normalmente ocupaba el hijo de Hinata- Lo lograron luego de persistir durante años-hizo una pausa- Con esto no quiero decir que te aferres a un sentimiento puede hacerte daño ¿Por qué? Llega un punto en donde tienes que soltar, pausar y mirar a tu alrededor, porque puede que estes pasando por alto a la persona que en realidad es para ti- si, Shino lo sabía. Incluso el séptimo Hokage dejó pasar mas de 8 años antes de darse cuenta de los sentimientos de su actual esposa.

-Quiere decir que ... debo persistir hasta que crea es suficiente y luego- suspiró levantando la cabeza- soltarle, dejar pasar el tiempo y esperar- El chico estaba un poco mas calmado, notó.
Shino asintió, se alegraba que había entendido su punto.
Tomó nuevamente el maletín y antes de alzarlo él niño volvió a hablar.

- ¿Y si nunca llega nadie? ¿Debo resignarme? -Murmuró mirándolo con el rostro en una mueca y rascándose las marcas características de los Inuzuka.

-Siempre llega alguien ¿Como lo sé? La experiencia -vio que el joven se sorprendía y se sonrojaba.

-¡Shino-sensei! ¿Acaso ust- Abrieron la puerta del aula.

-¡Oh, lo siento! Creí que ya había terminado la clase- Shino no se giró, sabía que era el encargado de limpieza.

-Así es, ya nos retirabamos- terminó de tomar el maletín y comenzó a caminar hacia la puerta corrediza, escuchó que Hamiko le seguía con pasos apresurados hasta ponerse a su altura e igualar su ritmo.

Salieron al pasillo y continuaron por un largo tramo hasta una intersección que dividía la vía de salida y el camino a las salas de profesores.
Hamiko ya se habia volteado a su vía cuando Shino habló.

-En ocasiones pasa sin darte cuenta- dijo mientras giraba al ala que le correspondía- Creces ignorando el área en si misma y, de repente, surge solo- dejó que una leve sonrisa se instalara en su cara- sin estrés, apuros o dramas ¿ ¿Por qué? No son necesarios para hacer de algo interesante, a veces solo hay alegrías, a lo mucho un poco de confusión - subió el rostro recordando- pero nada que no se pueda superar, Hamiko.

El chico estaba de piedra ante las palabras de su profesor, siempre habia pensado que él se encontraba solo, ausente y amargado. Pero ahí estaba, comentandole de una u otra forma, lo feliz que era con lo que la relación que ahora sabia, tenía su profesor.

-¡Arigatou, Shino-sensei! - exclamó Hamiko con una sonrisa, se sintió aliviado y feliz. Se encontraban espaldas y aún asi, se escuchaba en sus voces el tamiz de alegría y esperanza.

Cada quien siguió su camino.
Shino se dio cuenta, por el reloj que habia en el pasillo, que ahora solo le quedaban 40 minutos de almuerzo y descanso. Iba tarde.

Caminó hasta llegar al salón de profesores y lo pasó, escuchando unos ruidos durante el proceso. Recordó que hoy era el último día y que quizás algunos profesores celebraban allí.

Siguió un tramo con paso tranquilo, subió las escaleras y se ubicó frente al segundo salón a su derecha. Su kikkai revoloteo alegre en su pecho, sabiendo lo que esperaba del otro lado de la puerta.

La abrió, dio un par de pasos y cerró tras él.

-Te veo algo nostálgico- Le dijo una voz suave- Es por los chicos ¿No? - preguntó aún sabiendo que estaba en lo cierto, le conocia bien.

-Son un buen grupo- dijo mientras veía como se levantaba del asiento de sensei y se dirigia a los puestos del frente.

-Siempre lo son para ti- soltó riéndose.

-Son buenos chicos ¿Por qué lo se? Yo los instrui- le dijo con una leve sonrisa mientras se acercaba a colocar el maletín encima de los puestos cerca de la puerta.

La escuchó reír, ella ahora estaba de espaldas sacando uno de sus pergaminos.

-Esta bien, pero llegas tarde- se giró y lo miraba de frente con un rollo en la mano- me estoy muriendo de hambre- hizo un puchero y luego se sentó en una de las mesas.

-¿Esta comportándose mal? Si, no debe sentarse sobre las mesas, Tenten-san- metió sus manos en los bolsillos disfrutando el momento.

-¡Ay Shino! Ven aquí ahora mismo, tengo un hambre atroz- dijo bajando los hombros y exagerando sus movimienros. Shino sonrió, podia seguir jugando, pero una Tenten con hambre era peligrosa, él lo sabia.

Se acercó al puesto donde estaba y la imitó, ella colocó el pergamino en su regazo y con un sello sugieron dos envases envueltos en tela. Verde y vinotinto. Le entrego el que le correspondía con los palillos sobre este y comenzo a desenvolver el paquete.

- ¿No estas ansioso por probar lo que hicimos? Porque yo si. Se que salió diferente porque no seguimos las reglas, pero creo que si tiene un buen sabor podemos repetirlo con frecuencia- terminó de abrir su paquete y tomó sus palillos- Ya sabes, se cocina con facilidad y ahorramos muucho tiempo ¿No crees? - Él asintió, mirándola embelesado. Al principio pensó que con el tiempo pasaría. Pero ya eran más de dos años y todo se sentía como la primera vez.

-¡Itadakimasu! - corearon mientras comenzaban a comer.
Él se alegraba de que, a pesar de lo común que eran los inicios turbulentos en las relaciones de ninjas de Konoha, no fuera su caso.

Eran adultos, con un millar de mariposas recorriendoles (a Shino casi que literalmente), pero adultos al fin y al cabo. Se había extrañado al principio, pensando que su Kikkai quizas estaba defectuoso en relacion a la alimentación con su chakra o algo parecido. Pero en realidad le estaban empujando hacia ella. Después de tantos entrenamientos juntos (algo nuevo), sesiones de estudio por compartir cierto gusto con la enseñanza y muchas misiones, hicieron buenos amigos y, con el paso del tiempo, se transformó en algo inesperado o mejor dicho, en sentimientos inesperados.

Ambos abandonaron esos objetivos desde el momento en que decidieron ser ninjas, hacia muchos años. Era algo que tenían en común. Así que cuando llegó les tomó por sorpresa, pero pudieron manejarlo.

-¡Esta delicioso! ¡No puedo creer que esté taaan bueno, Shino! - dijo mientras hacia una mueca de gusto. Para luego mirarle y sonreír mientras bajaba el envase.

-Esta bueno ¿Por qué? Lo mejor siempre surge inesperadamente- volteó su rostro al de ella, centímetros más abajo que el suyo y ella le devolvió una sonrisa, esta vez ladeando la cabeza. Su Kikkai se agitó alegre.

En definitiva, no se quejaba de nada. Quizas se han tomado su tiempo para encontrarse, pero no cambiarían nada de lo vivido hasta ahora. No teniendo a Tenten, ahora, sonriendo contra su pecho en un ligero abrazo.


Espero les gustara. Saludos Me encantaría recibir opiniones y ver si me animo a una posible continuación. Ya saben, para explicarles como creo que se formaría esa relación.

Problematicamente, Megami.