¡Hola! He vuelto después de mucho.

Lo más curioso es que los capítulos que tengo por publicar están escritos desde hace años, solo que los tenía en una computadora de otro estado y no había reunido el animo para publicar luego de que se complicarán las cosas. Vuelvo con vergüenza, pero honestamente a publicar.

Vamos a tener un cambio de perspectivas en un momento dado, nada demasiado loco.

Los quiero y espero que les guste!


Primera

Pov Shino

Estaba irritado y su Kikkai por primera vez después de un largo tiempo parecía concordar con él. Hacia una media hora que luchaba con ese sentimiento, quería terminar la misión.

Miró de reojo a Tenten para confirmar la misma situación que se venia presentando hace una hora.

Ella le miraba con desconfianza.

Desde el fin de la última pelea no había dejado de observarle así y con eso algo en su pecho se sentía apretado, tenia la sensación de que no era por la herida y eso le molestaba más.

Apresuró el paso.

Su línea de pensamientos vacilaba entre los objetivos de la misión y su irritación.

¿Por qué no podía confiar en él? ¿No le creía lo suficientemente fuerte? Ese par de preguntas lo fastidiaban, pero lo que más se repetía era ¿por qué le molestaba tanto si ya le había pasado antes con otras personas?

Dejó escapar un pequeño bufido que no era costumbre en él.

No quería terminar de involucrar sus sentimientos, pero realmente le costaba. La idea de Tenten rebajando su calidad ninja llego a su mente y lo hizo tambalear cuando pisó la siguiente rama al correr.

-Shino, déjame revisar- la chica se acercaba a su espalda aumentando la velocidad.

-No debes usar mi nombre, aun no hemos llegado a la aldea. Además no hay nada de qué preocuparse ¿Por qué? No es grave- su tono le traiciono, mas ronco que de costumbre.

Pasó una hora antes de que volvieran a hablar y ella le pidiera detenerse. Su Kikkai zumbaba molesto con la idea de haber sido amenazados para dejar que ella revisase su herida.

-Siéntate contra el árbol- ordenó la chica mientras comienza a sacar sus pergaminos de primeros auxilios de la mochila, de espaldas a él.

Lo hizo con lentitud, sentarse con esa herida ardiendo no era algo agradable. Cuando llego al suelo termino de caer los últimos centímetros, lastimándose, lo cual lo hizo fruncir el ceño.

Ella se giró a él con esa mirada desconfiada, de nuevo.

-Hmp- ¿Qué le pasaba? Podría seguir si quisiera, en realidad no tuvo que haberse detenido en principio. Con eso en mente se removió un poco para levantarse y protestar cuando ella, aun mirándole, apartó su mochila con un lanzamiento que se cargo de más fuerza de la necesaria, tanto que golpeo un árbol algo lejos de ellos.

La idea de ella molesta pareció aclararle la mente ¿Por qué estaba tan renuente? Quizás si le curaba se movería con mayor agilidad y lograrían llegar antes. Su Kikkai zumbo de nuevo, esta vez mucho mas tranquilos que antes.

Se sintió algo avergonzado con su actitud, su padre estaría realmente decepcionado.

Tenten caminó hacia él y se sentó sobre sus talones, de frente a él.

-También hay que quitarte eso- comento sacando un kunai y acercándolo a él.

-Yo puedo hacerlo ¿Por qué? Me sentiría mas cómodo – sabía que no le haría daño, pero él había dado buenas razones para estar molesta y no se quería arriesgar a dejar en sus manos un kunai siendo la maestra de armas de Konoha. La vio rodar los ojos antes de ofrecerle el arma.

Aparto a cada lado la tela de la herida y volvió a recostarse al árbol, el movimiento mando electricidad a su cuerpo. Intentó mantener la compostura solo apretando la mandíbula para soportar el dolor.

Vio a Tenten abrir un pergamino.

-Bien, aquí voy.

Tomó unas gasas con alcohol y se acerco para, al parecer, comenzar a limpiar la piel ensangrentada que bordeaba su herida. Tenten pareció esperar un pequeño segundo antes de que la mano con que sostenía la gasa le tocase.

Ardía, pero todo eso murió cuando su otra mano, sin gasa, bajó a su pecho para mantenerle contra el árbol.

Pov Tenten

La primera vez que realmente lo toca, tiembla. Ella supone que es un acto reflejo ya que es la primera vez que lo toca con un objetivo diferente de golpearlo para dejarlo inconsciente, o al menos lo suficientemente débil como para quedarse con la victoria en uno de sus viejos entrenamientos.

Siente el calor en su piel, desliza su contacto hacia abajo estudiándolo y él vuelve a temblar, esta vez cree que es por el frío. Le acompaña un zumbido algo desordenado que se contrasta con los sonidos del bosque, ella lo percibe como una melodía fascinante que le reconforta, pero se obliga a recobrar el objetivo de su cercanía.

Tener que manejar una herida nunca ha sido problema, no mas allá de los primeros auxilios a los que esta acostumbrada, pero por ahora siente que algo le afecta. Quizás se trata en si de las circunstancias, no es una herida de Lee o Gai-sensei hecha en un entrenamiento abrumador y loco de los suyos, tampoco de Neji, que acostumbraba a desgastar sus brazos, quedando lacerados al final de las arduas batallas, todas de baja fatalidad, porque con ellos siempre a alerta no tuvo la necesidad de aportar mas cuando estuvo presente.

Esto se trataba de Shino, con quien a pesar de todo el tiempo que venían pasando juntos desde el término de la guerra, no terminaba de relacionarse a tal profundidad o medida como su grupo gennin. Probablemente se debiera a que no era el mismo tipo de relación.

Con ese pensamiento levantó ligeramente la mirada, quería observar su expresión mientras limpiaba parte de la herida con alcohol. No podía saber a ciencia cierta que hacían sus ojos detrás de esos lentes, a veces intuía que la miraba- suponía que era el mero instinto ninja- pero ahora mismo no tenia ni idea si siquiera tenia los ojos abiertos.

Volvió su vista a la herida, esta vez asegurándose de no dejar espacios sucios en su pecho y abdomen que pudieran generar infección una vez ella cubriera todo.

Lo escuchó gemir bajo cuando bajo la gasa a su abdomen, supuso que ahí se encontraba la mayor profundidad de la herida. Buscó tocar con suavidad sin ser invasiva, sabia por experiencia propia lo que era sufrir incomodidad mientras era curada- por la infinidad de cortes que se había hecho durante sus entrenamientos iniciales con armas, incluso en la actualidad no le era extraño herirse cuando se trataba de una nueva arma proveniente de alguna aldea extranjera- más él, que parecía odiar todo tipo de contacto.

Terminó de pasar el alcohol y procedió a usar una gasa seca para quitar el exceso restante y así suturar. Luego se lavó las manos con un poco de alcohol y con aguja e hilo listos se inclinó a él.

Detenerse en esas circunstancias, así fuese por un mísero segundo, era algo que no debía suceder. Pero su olor a frio, nuevo y limpio fue algo que le atrajo ¿como rayos olía así luego de una misión como esa y de ser herido en el proceso? Se alejó un poco y comenzó a coser, pero en su consciencia estaba el hecho de que había suspirado sobre él, intentando traer y dejar consigo ese olor que parecía calmarla.

Al terminar coloco un ligero vendaje sostenido por cintas pegantes. Aunque se sentía como más, el proceso no había durado más de 8 minutos.

Pov Shino

Cuando ella superó el límite de su espacio personal le abordaron muchas sensaciones. Identificó el miedo a su toque y la vergüenza de su orgullo al percibir que ella no confiaba en él. Hubo un par más que dejó en lo desconocido;

El primero, en la parte baja de su abdomen, como si algo se estuviera acumulando para salir.

El segundo, en su garganta, como si la hubiesen clausurado internamente.

Atribuyó todo eso a la perdida de sangre de la herida vertical que se extendía, desde su clavícula derecha, hasta el final de sus costillas.

Luego ella se deslizó, él pensó que era una locura como la primera sensación había bajado a su vientre y al mismo tiempo había dejado de respirar. Su Kikkai sonó fuerte, exigente y el solo atinó a volver a respirar.

Cuando terminó de curar su herida pareció recobrar el sentido en muchos otros aspectos. Se levanto de inmediato, alejándose de ella, pero al sondear el lugar, para intentar cambiar de aires, lo notó.

-Reconozco este lugar- le hizo saber. ¿Cómo rayos era posible eso?

-No veo nada característico- comentó detrás de él, levantándose algo curiosa.

-Mira las copas- dijo señalando un par de arboles en especifico-¿Por qué? Vine aquí para recolectar Euphorbia milii. Me entretuve tanto que oscureció como ahora y descubrí…- No pudo terminar, el espectáculo se presento ante ellos como si los hubiese estado esperando y eso pareció alertarlo de cierta manera.

-Es hermoso- dijo mientras un montón de luciérnagas salieron de la nada, adornando el ambiente y al parecer dándole una sensación de tranquilidad y felicidad enorme. Eso pareció hacerla espabilar, como si hubiera notado algo aún más extraño que el que reconociera el lugar - Shino ¿Qué hora es?- preguntó seria, intentando no desviar la mirada al espectáculo que parecían querer mostrar esas criaturas.

-Cinco de la tar- se detuvo a media oración y lo comprendió- ¿Es posible? No, ya estamos en territorio de Konoha- se giro hacia ella y la miraba de lleno- Deben tener algo que haya alterado nuestro sentido del tiempo.

Pov Tenten

-Al llegar el primer día, estaba entrada la tarde pero luego de eso… si me pareció que los días eran mas cortos- se acercó a él- aunque intuí que era por tantos días de trabajo- se tomó el mentón, más calmada. Estando en Konoha podrían luchar sin restricciones.

- ¿Qué pretenden con eso? No lo entiendo, no veo uso funcional para un jutsu de ese tipo en una pelea- comentó él irguiéndose, haciendo desviar su mirada hacia su abdomen descubierto. Si bien estaba un poco mucho destrozado no podía evitar pensar en que estaba más allá de lo que ella había pensado y es que, objetivamente hablando, él no debería tener tal cuerpo si solo se dedicaba a los ataques a larga distancia con cero Taijutsu de por medio- ¿Puedo avanzar? Si, mi herida ya está bien- soltó algo cortante.

Ella se sonrojó. Por Kami-sama, él pensaba que ella estaba actuando de manera objetiva con respecto a su misión, que le miraba el abdomen para evaluar si podía o no avanzar y ella lo que hacia era sopesar que tan bien trabajado estaba a pesar de su herida. Parecía una quinceañera hormonal, culparía a su ciclo menstrual por ello. A pesar de eso no pudo evitar querer golpearse.

-Solo pensaba si te quedaría y aceptarías uno de mis blusones, al menos hasta llegar a la aldea- se excuso, hablando a voz pausada para intentar que no viera su nerviosismo- No creo conveniente que hagas pasar por frio esa herida- ahora que realmente lo pensaba sabia que era correcto, no seria bueno que se expusiera así.

Él pareció pensarlo por un par de segundos antes de volver a hablar.

-Bien- concedió y ella no pudo evitar gritar internamente por la victoria.

Caminó hacia donde había lanzado, inicialmente, su mochila.

-Los kikkais que dejaste atrás- comenzó mientras se agachaba para recoger y buscar el dichoso blusón, - ¿Perciben…- sintió algo en su bolsa que la hizo detenerse, por Kami, ya lo entendía. Se incorporo para mirar a Shino.

-Ocurre algo ¿Por qué? Tu expresión lo grita- comento volviendo a su tranquilidad común.

-Yo…traje este pergamino conmigo pensando que seria funcional para la aldea- dijo mientras sacaba el pequeño objeto, lejos de él- Shikamaru me hablo un poco de él y su importancia, pero me dijo que lo tomara solo si veía una oportunidad que no pusiera en riesgo nada- él frunció el ceño y supo que era por no haber sido informado- Ellos dijeron que tu no podrías tomarlo de ser el caso y que era incluso peligroso que te involucraras con ello en esa aldea, por eso no lo sabias. Además, por efectos de rapidez no lo estudie, pero…- miro el pergamino y el relieve del cintillo que lo retenía.

Dejo salir un largo suspiro antes de seguir hablando.

- Altera la percepción de los sentidos. Cuando entre al cuarto donde estaba lo sentí, pero creí que era la habitación. Ahora se que es un efecto adverso del pergamino en si- volvió a guardarlo, manteniendo la mirada en su bolso, un poco apenada- No quisieron explicarme demasiado lo que contenía, pero sé que sella algo o alguien- no podía dejar de hablar, de cierta manera sentía que había traicionado un poco su confianza- Afecta muchas otras cosas, creo que con nosotros se enfoco en el tiempo porque percibió que era algo que nos preocupaba- termino, levantando el rostro para encararle.

Sabia que hablaba demasiado y Shino nunca se había quejado por eso, pero sentía que se estaba excediendo un poco.

-Yo…- comenzó.

-Lo entiendo ¿Por qué? Era una orden mayor, no tenías que explicarme- le concedió, pero ella no lo tomo del todo bien.

-Bueno- murmuro bajito, mientras volvía a buscar el blusón. Se lo daría y retomarían el camino a la aldea, estarían allí en menos una hora si no se topaban de nuevo con esos hombres. Solo quería llegar a casa y darse un baño, esa misión estaba siendo una ruleta de emociones y necesitaba descansar de ello.

El silencio se mantuvo por un par de minutos, hasta que él ya se había puesto la prenda, que en si no se le veía demasiado femenina.

Ya estaban a la par, a punto de retomar para correr, cuando él volvió a hablar.

-¿Lo estoy reclamando?- soltó él justo antes, deteniendo su partida y haciendo que lo mirase de lleno, encontrándose con su perfil- No, porque somos un equipo y simplemente confiamos en las decisiones del otro- y con eso comenzó a correr, volviendo a dejarla, mas allá de esa recién retomada sensación de plenitud del día antes, en blanco por segunda vez en ese viaje de vuelta a casa.

Solo pudo alcanzarle para mantener el ritmo, aun intentando pensar.

Llegaron a la aldea en tiempo récord, curaron a Shino, hicieron el informe, se presentaron con el Hokage y entregaron el pergamino en la torre. Luego él se fue y a ella la bombardearon de preguntas acerca del desenvolvimiento de Shino luego de la salida del pueblo.

Según Shikamaru había sospechado bien, el pergamino afectaba los sentidos, acrecentaba las inseguridades y vulneraba pensamientos internos de todo ser vivo a su alrededor, más según la cercanía, contacto y oportunidad que el mismo percibía.

Por eso no quisieron involucrarlo a él, que tenía doble riesgo por sus insectos y la reacción de los mismos si ellos entraban en contacto directo con el pergamino, además de la actitud ligeramente insegura que intuían él mantenía. Todo eso podría haber sido según ellos, peligroso, incluso solo el hecho de saberlo dejaba una apertura. Aunque a ella eso último no le pareció tanto.

Todo eso le dejo claro que su propio comportamiento inicial de dejar escapar risas y miradas- bastante acusables- durante la misión, aunado a él, orgulloso y renuente a dejar tratar su herida, dejando salir esos comentarios tan cargados de cosas que no entendía, eran ellos vulnerables, abiertos a lo que generalmente sabrían controlar o enmascarar.

Suspiró por quinta vez tras llegar a la aldea, caminaba hacia su apartamento buscando calma, pero a pesar de haber terminado la misión, y llegado a una especie de conclusión para entender los acontecimientos de la misma, no dejaba de repasarla una y otra vez en su mente con la misma pregunta.

Tras todo lo pasado y escuchado se preguntaba por primera vez en serio…¿Qué era Shino para ella?


A ti, Otinish. La razón de volver, espero te llegue alguna novedad sobre la publicación y logres verla, porque eras la motivación y el grillo en mi mente que decía "ve y publica". Gracias por siempre haber estado ahí. Espero con ansias que estés bien y que esté capítulo te guste tanto como a mi.

Problemáticamente, Megami.