Aquí tienen el capítulo 35. Este capítulo se centra en los personajes secundarios de Sonic, Aggretsuko y Zootopia de este fic.

"Wow, ¿Esa es una de las esmeraldas caos de las que hemos oído?" dijo Honey.

"¿No se supone que las esmeraldas deben ser verdes?" preguntó Morris.

"No nos fue difícil encontrar una de ellas. Deberíamos tomarla" dijo Hugo.

"No se mueva nadie" dijo Rouge.

"Eggman es bastante inteligente como para dejar sola una esmeralda caos sin vigilancia. O es una trampa o es una esmeralda caos falsa" dijo Shadow.

"¿Una esmeralda caos falsa?" preguntaron el oso polar y el gato al unísono.

"¿Eso es posible?" preguntó el tejón melero.

"Si, ya ha pasado antes" dijo la murciélaga blanca.

"Pero estas no poseen la misma cantidad de poder y son diseñadas para sabotear maquinaria" dijo el erizo negro.

"Entonces, ¿Debemos tomarla?" preguntó Morris.

"Si, es la real, no podemos dejar que Eggman la tenga en sus manos otra vez" dijo Hugo.

"Pero, ¿Y si es falsa?" preguntó Honey.

"Bueno, no podemos quedaron con la duda. Pero no iremos todos. Iré yo. Todos manténganse aquí y no hagan ningún movimiento" dijo Shadow.

El erizo negro se dirigió a la habitación, se acercó a la mesa lentamente, y estaba a punto de tomar la esmeralda caos. Pero antes comenzó a mirar a ambos lados en caso de que no hubiera una trampa, pero al ver que no había nada, tomó la esmeralda en su mano.

Al principio no parecía nada raro, pero una vez que la levantó de la mesa, se cerró toda la habitación dejando a Shadow atrapado, y de repente, en la mesa en el punto donde había tomado la esmeralda caos había comenzado una cuenta regresiva. Al ver la esmeralda se dio cuenta de que era falsa, pero por lo menos Shadow la podría utilizar para teletransportarse a él mismo y a los demás que se encontraba afuera de la habitación.

Levantó la mano con la esmeralda en ella y grito "CHAOS CONTROL".

El erizo negro desapareció de la habitación y apareció afuera. Antes de que alguien pudiera decir algo más les dijo a los demás "Tómense todos de las manos".

Al ver la expresión seria en su rostro, todos hicieron lo que les pidieron. Shadow y Rouge se tomaron de las manos y tomaron las manos de dos agentes que estaban cercanos a ellos.

El erizo negro volvió a gritar "CHAOS CONTROL" y todos desaparecieron de allí.

Aparecieron en otra sala y lo único que pudieron escuchar desde lejos fue el sonido de una explosión.

"¿Qué acaba de suceder?" preguntó Honey, todavía sorprendida por la situación que acababa de vivir.

"Si, estábamos de repente en un lugar y ahora estamos en otro" dijo Hugo.

"¿Y que fue esa explosión?" preguntó Morris.

"Ahora no hay tiempo para respuestas o explicaciones, esa explosión debió poner en alerta a todos, hay que ocultarnos antes de que nos vean Eggman y sus robots. Afortunadamente no hay cámaras de seguridad por aquí" dijo Shadow al ver que ese lugar ya lo había recorrido cuando recién entraron.

Todos comenzaron a moverse siguiendo al erizo negro y a la murciélaga blanca una vez más. Mientras que estos dos iban un poco más adelante que los demás la murciélaga se dio cuenta de que el erizo negro ya no tenía la esmeralda caos en su mano.

"Shadow, ¿Qué sucedió con la esmeralda? Hace unos segundos la tenías" preguntó Rouge.

"Era una esmeralda falsa. Eggman de seguro la puso allí en caso de que alguien lograra colarse en su base" respondió Shadow.

"No me extraña de él. Ya veo por qué decidiste ir tú y que los demás esperáramos" dijo la murciélaga blanca.

"Si, no iba a dejar que nadie salga lastimado o muerto, no voy a tener otra muerte más en mi conciencia" dijo el erizo negro.

Ambos sabían a qué se refería el erizo, pero lo que no sabía es que Honey, Morris y Hugo que iban cerca de ellos pudieron escuchar esa última parte de la conversación, y comenzaron a preguntarse qué era eso de que no iba a tener otra muerte en su conciencia.

Tras un trayecto corto encontraron otra sala, y al escuchar pasos que iban en dirección a ellos entraron allí rápidamente, solo para que una vez que desaparecieran de la vista pasaran cerca Decoe, Bocoe y Bokkun con un ejército de robots que iban en dirección a donde se había escuchado la explosión.

El grupo suspiro de alivio al ver que no fueron escuchados por los robots, pero lo que más les extraño es que no parecía a haber rastros de Eggman por ninguna parte. Eso les hizo preguntarse si de verdad se encontraba en la base, y si no fuera el caso en donde estaría en esos momentos.

La madre y la abuela de Retsuko estaban en casa preparando el almuerzo todavía preocupadas por los niños. Todavía seguían encerrados y ninguno hablaba o hacían ruidos. La única cosa que por lo menos les daba tranquilidad era que si estaban aceptando la comida que les dejaban en la puerta de la habitación, por lo que veían que si tenían apetito. Pero cuando intentaron hablar con ellos, estos se cerraron ante ellas y no les respondían a sus preguntas incluso cuando les hablaban detrás de la puerta. Ninguna de las dos creyó que algo como eso pasaría con los niños, pero ahora no sabían que hacer.

En ese momento comenzó a sonar el teléfono, por un momento ambas pandas rojas pensaban que eran los padres de alguno de los niños, pero no fue así, ya que cuando la madre de Retsuko tomo su celular, ambas pudieron ver que la llamada era del padre de Retsuko. Como él había estado muy ocupado en un trabajo, no podía llamarlos a diario, y esta era la primera llamada que había hecho desde el fin de semana que ocurrió en atentado en el restaurante. La panda roja de mediana edad finalmente contestó la llamada.

"Buenas tardes querido" dijo la madre de Retsuko.

"Hola querida, hola madre" dijo el padre de Retsuko respondiendo a su esposa y luego saludando a su madre en la ley, a la cual siempre se le había referido como madre, ya que para él ella era como su segunda madre.

"Hola, ¿Cómo está todos por allá en el trabajo?" preguntó la abuela de Retsuko.

"Bueno, muy ocupado. Pero ya todo está casi terminado. Podré regresar a casa en dos días" respondió el padre de Retsuko.

"¿De verdad? Me alegra mucho escuchar eso querido" dijo la madre de Retsuko.

En ese momento el panda rojo masculino notó algo en los rostros de su esposa y su madre en la ley. Sabía que algo les sucedía, ya casi nunca las veía con esa expresión, supuso que algo había ocurrido y no sabían cómo resolverlo. Y eso es raro viniendo de ellas, ya que de alguna manera u otra lograban sus cometidos, el padre de Retsuko era consciente de eso. Debía ser algo más lo que les provocaba preocupación.

"¿Sucedió algo malo en estos días?" preguntó el panda rojo masculino.

"Oh, no. Todo está bien por aquí" dijo la panda roja femenina de mediana edad.

"Los niños están almorzando ahora mismo" dijo la panda roja femenina anciana.

Ambas decidieron no decirle del problema, ya que no quería que él se preocupara también en horas de trabajo, ya él también se esforzaba mucho en su trabajo para darle otra carga al preocuparlo por el repentino cambio de comportamiento. Habían decidido decirle lo que sucedía cuando regresara a casa.

"Bien, me gustaría poder hablar con Koka un rato, pero como estoy un poco ocupado mándenles mis saludos y denle la noticia de mi regreso. Yo me encargaré de contactar a Haida y Retsuko para avisarles" dijo el padre de Retsuko.

"Es buena idea. Mientras nosotros iremos a comprar los ingredientes para preparar tu cena favorita para tu llegada" dijo la madre de Retsuko.

Al panda rojo masculino se le hizo agua la boca, definitivamente el adora la forma de cocinar de ambas pandas rojas, por lo que no podría esperar a que llegara ese día. Algo que adoraba de su esposa era la buena comida que ella prepara y podía ver que ese talento lo heredó de su madre.

"Bien, está todo arreglado, te veremos en casa dentro dos días" dijo la abuela de Retsuko.

"Genial. Bueno, mi hora de almuerzo casi termina, así que me despido, si tengo tiempo las llamare de nuevo esta noche o mañana. Nos vemos" dijo el panda rojo masculino.

"Adiós" dijeron las dos pandas rojas para luego cerrar la llamada.

Aunque ambas pandas rojas estaban felices por el regreso de su esposo / hijo en la ley respectivamente, todavía eso no disminuía la preocupación que tenían los niños, tal vez saber que su abuelo regresaba podría levantarle un poco el humor. Decidieron hablar con él un a ver si eso lo animaba un poco.

Mientras tanto en otra parte de la ciudad, se encontraban Bogo y Clawhauser, tras haber llegado a la ciudad dos días antes, habían podido relajarse un tiempo, juntos, y disfrutaban cada segundo que compartían, no recordaban la última vez que pasaron tiempo juntos, que no tuviera que ver con las horas de trabajo, o las pocas noche en las que uno que se quedaba en casa del otro. Ese último año de su relación fue genial para ambos. Aunque todavía no habían llegado al punto de tener intimidad, debido a que Clawhauser no estaba listo para eso, eso no le molestaba a Bogo y solo pasar tiempo con su novio era suficiente para él.

Ellos se encontraban en un pequeño local que vendía postres de todo tipo y como opción para bebidas. Algo que le pareció curioso fue encontrar una bebida con sabor a ajo. Aunque no era algo que al búfalo del cabo o al cheetah les entusiasmase, pero podían que de los pocos clientes que se encontraba allí, todos estaban tomando de esas bebidas. Definitivamente las costumbres de lo que se comía en ese país eran completamente distintas a las de Zootopia, ya se imaginaban como sería para los turistas que llegaban a su ciudad proveniente de otros países con costumbres distintas, como por ejemplo la de usar calzado, algo nunca ocurría en su ciudad o país. años" dijo el búfalo del cabo.

"Me alegra haber escuchado decirte eso, ya que me preocupaba que por el excesivo trabajo que hiciera daños, ya que tanto trabajo sin diversión es malo para la salud" dijo el cheetah.

"Quizás eso de traer a Shadow y Rouge con sus hijos no fue mala idea después de todo".

"Si, aunque me pregunto que estarán haciendo en estos momentos. No hemos sabido de ellos en dos

Una vez que pidieron su orden y pagaron lo que pidieron se sentaron a comer un helado de vainilla, mientras bebían un refresco de fresa. A pesar de que cuando se encontraron con Jack dos días antes, él les sugirió de cosas que podrían probar mientras estuviesen en ese país, ellos prefirieron probar primero cosas que les gustaba, antes de pasar a lo nuevo. Aunque lo que más le gustaba de la idea de probar algo nuevo es que lo probarían los dos juntos al mismo tiempo. Mientras se comían los helados notaron que sabían incluso más deliciosos que los de su ciudad, no sabían a que se debía, pero era cierto, aunque eso no les impedía disfrutarlos de igual manera.

"Sabes Clawsy, creo que venir aquí fue una buena idea después de todo, no me sentía tan relajado en

días".

"Quizás estén haciendo algo importante. De todos modos si algo importante ocurre los oficiales Wilde y Hopps o incluso el agente Savage nos avisarán".

"Bueno, si ese es el caso, entonces por el momento tendremos más tiempo de pensar en nosotros y en lo que podemos hacer juntos".

La última parte la dijo de una manera muy coqueta que hizo sonrojar al búfalo, definitivamente el cheetah sabía cómo hacer que su novio tuviera ese tipo de reacciones que con ninguna otra persona hubiera mostrado en ninguna otra situación. Definitivamente esa relación que tenían le hizo bien a Bogo, si los demás lo supieran dejarían de decir que el búfalo estaba casado con el trabajo. La única razón por la que no habían revelado su amor a nadie, no era por temor a que los juzgaran por sus gustos, sino a que comenzar a correr los rumores de favoritismo, es por esa razón que no habían revelado nada y planeaban mantenerlo así, hasta el día en que se jubilaran.

Antes de que se dieran cuenta vieron que ya se habían terminado el helado y los refrescos. Finalmente se levantaron y salieron del local fueron al siguiente destino que tenían, planeado. En ese momento como vieron que esa calle por la que estaban caminando estaba casi vacía, se tomaron de las manos y decidieron ir así todo el trayecto.

Bueno, hasta aquí el capítulo. Espero que les haya gustado.