Notas: Participando en la GiyuShino week 2021 que se organizó en twitter. La gente de twitter me cae muy bien.
Canon-divergent. Los Pilares viven. What if. Me basé mucho en los datos extras del fanbook. Todos dicen "si Shinobu hubiera sobrevivido" pues esto es eso, mi versión (y mi versión es mucha amistad jaja yay)
Prompts: Sueño/Tomar las manos.
Para Yess (porque le estresa que los deje como platónicos así que le prometí que algún día los juntaría de forma romántica. Pero terminó siendo un slowburn. Soy lo que soy).
Kimetsu no Yaiba © Koyoharu Gotōge
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Sueño
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Giyuu tuvo un sueño extraño donde todos morían.
Rengoku, Himejima, Tokito, Iguro, Kanroji, Kochou. Cayeron uno a uno y él no pudo evitarlo. El dolor y la desesperación fue tan horrible que se podría decir que era una pesadilla.
Lo fue. Tal vez.
Porque abre los ojos, mira el techo y ve que está en la mansión mariposa. Los gritos de alegría de Tanjiro lo traen al presente, en medio de lágrimas le dice que se alegra tanto de verlo despierto.
—Todos… ¿Cómo…? —hablar le cuesta trabajo y el cuerpo le duele como la mierda.
Tanjiro comprende lo que intenta decir y sus lágrimas brotan más al ensanchar su sonrisa, mira a Nezuko detrás de él quien también llora y sonríe.
¿Las personas pueden llorar de alegría?
—Todos están bien, Giyuu-san —le dice Tanjiro, pasando la manga de su haori por el rostro—. Vencimos, todos estamos bien. Ahora que despertaste puedo decirte que todo salió bien —suelta una risa ahogada—, no puedo creerlo… todo salió bien.
Giyuu se levanta un poco, soportando el dolor que le aqueja y mira el haori que cubre su cuerpo. La prenda se ve más pequeña que antes y nota que hay algunas costuras nuevas, después de unos segundos Nezuko le explica que lo había arreglado.
"Todos están vivos".
Y al sentir humedad corriendo por sus mejillas, descubre que, efectivamente, las personas pueden llorar de alegría.
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Tomar las manos
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Desde que despertó sólo vio una vez a Shinobu.
Llegó la misma tarde que recuperó la consciencia y la vio cansada, ojerosa, débil, pálida. Verle en ese estado incluso le asustó, pero a pesar de su apariencia tan frágil Shinobu le brindó su sonrisa (la de su hermana) de siempre. Le soltó un comentario sarcástico sobre ser el último en haber despertado y al final se fue, sin más.
Giyuu no espera obtener una reacción más emotiva de su parte (ella no es ese tipo de persona, a fin de cuentas). Pero sí le extraña que no haya vuelto a visitarlo, como lo hacen todos los demás.
Se dice a sí mismo que no es para tanto, que debe estar muy ocupada como para ir a verlo, que quizá el lazo de amistad se lo había imaginado. Tal vez sólo era él quien se divertía al estar juntos.
—Giyuu-san ¿está bien? —le pregunta Nezuko al tenderle un trocito de manzana que cortó para él—, tiene la mirada un poco perdida.
—Disculpa —toma la fruta—, yo… no te he agradecido adecuadamente por el haori ¿de qué forma puedo pagarte?
La chica niega con la cabeza y suelta una risita—. No es necesario, Giyuu-san. Si comienzas a pagarle a todos los que te han ayudado, te quedarías sin dinero, comenzando por Shinobu-san.
Giyuu la mira sin comprender y Nezuko se gira a todos lados, comprobando que se encuentran solos. Entonces se lo cuenta con el tono de un secreto.
Sanemi, Tanjiro y él, al poner su cuerpo al límite, cayeron en coma después de vencer a Muzan. Shinobu y los demás se encargaron de ellos y otros heridos. Fueron largos meses de tensión y espera hasta que cada uno mostraba mejoría e iba despertando, excepto él.
El pasar de los meses preocupó a todos, pero en quien caía el mayor peso era en Shinobu al tomar el rol principal de médico. Cada noche, le cuenta Nezuko, cuando creía que nadie estaba cerca, se acercaba a él, le hablaba en voz baja y tomaba su mano.
Muchas veces le dijeron que alguien más se encargaría de sus cuidados, pero Shinobu se limitó sonreírles de vuelta y negarse a su ayuda de forma educada, pero firme. De sus labios no salió ninguna queja, a pesar de que cada día la fatiga hiciera mella en ella y la preocupación se reflejara en sus ojos. Ella siguió cuidándolo sin descanso.
—¿Por qué? —le pregunta Giyuu.
—El miedo a perder un ser querido —responde Nezuko.
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Al día siguiente, Giyuu toma la decisión de ponerse de pie. No resulta fácil, para nada, pero Tanjiro le ayuda y después consigue moverse de forma torpe con las muletas. Pregunta por Kochou a una de las niñas de la finca y con voz titubeante le indican que no es buena idea despertarla a esas horas.
Pero está decidido a verla porque tiene algo muy importante que decirle. La culpa de que se haya puesto al límite por cuidarlo no le dejó dormir. Tiene que hablar con ella o no podrá sentirse tranquilo.
Cuando has visto la muerte tan de cerca y sabes que el mañana siempre es incierto, no dejas de pensar que el después es demasiado tarde y posponer las cosas es una horrible idea.
Entonces toca la puerta una, dos, tres veces. Se escucha un quejido detrás y el movimiento perezoso de la tela. Shinobu abre de golpe, con el pelo enmarañado y el rostro con una mueca de fastidio.
—¿Tomioka-san? —se talla los ojos y vuelve a enfocarlos en él, más fastidiada que antes—. Pero qué… ¡Te has levantado! No puedes, oh dios.
Ella comienza a quejarse de su estado, de haberla despertado, de sus heridas, de su insensatez.
Nada está saliendo como él había planeado y a ese punto no recuerda su discurso de disculpas y agradecimiento, así que dice lo primero que viene a su mente.
—Gracias por tomar mi mano.
Es en lo único que ha pensado desde que Nezuko habló con él y es lo que siguió pensando esa misma noche al no poder dormir.
Shinobu lo mira sin dar crédito a lo que acaba de escuchar. Puede ver en su rostro el desconcierto y supone que, dentro de su cabeza, debe estar barajando todas las respuestas burlonas que tiene listas en la punta de la lengua. Pero no suelta ninguna de ellas. En realidad hace lo que nunca esperó que haría: le sonríe.
Shinobu emboza un gesto cálido que duda haber visto antes, el tipo de expresión de quien ya no quiere seguir luchando y al fin se rinde. Descubre que sus ojos se ven brillantes y Giyuu piensa que el violeta es un color fascinante.
—Gracias a ti, Tomioka-san —su sonrisa se hace más grande—, por despertar.
Y él, sin darse cuenta, le regresa la sonrisa.
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N/A:
Yo pensé que no lograría entrar a la week, eh. Bueno tampoco es que "lo logré" porque solo tengo tres días terminados pero ya tengo todo el fanfic estructurado y así. Espero lograrlo aunque sea tarde. No tengo nada más interesante qué contar. Me estoy muriendo de sueño. Querido desconocido de internet, espero te haya gustado (y si no, no pasa nada, igual podemos ser amigos).
Nos leemos mañana (❁´◡`❁)