No creí que esto pasara la verdad, pero… Sucedió, esta historia de South Park vuelve con otro capítulo lo cual no creí que de verdad sucedería. En fin, no tengo mucho que decir, solo que lo disfruten y que sea de su agrado.

CAPITULO 3: PREGUNTAS Y MISTERIOS

Comenzamos esta nueva mañana con nuestro protagonista aun durmiendo a gusto como alguien que se había desvelado haciendo una tarea escolar importante, y como apenas que Tyler no se había percatado que no poseía ningún tipo de alarma o despertador, ni siquiera organizado la hora y reloj de su celular, que prácticamente estaba con la batería bajísima. De momento, no había ninguna forma de despertarlo, pero como apenas son las 9:00 A.M. No había mucho de qué preocuparse, ni que hubiera una razón alarmante para levantarse ahora mismo, así que pasaron un par de horas ya siendo las 11:00 A.M. Nuestro protagonista comienza a levantarse estando sentado y empieza a estirarse y bostezar al mismo tiempo para después levantarse del sofá que durmió por la noche anterior.

— ¿Cómo están mis preciosuras? No se preocupen que varias de ustedes serán estrenadas por mí cuando las conecte y pase horas de vicio con ustedes…

Dijo Tyler hacia las consolas mientras iba hacia el baño para comenzar a lavarse y sanar sus heridas de ayer, solo que había un pequeño detalle… Más bien uno muy grande, y era… Que en su casa no había luz, ni agua, y eso fue comprobado al tirar al interruptor del baño y tirar la manija del caño. Vaya sorpresa.

— Oh, puta madre, debes de estar jodiendome. ¿En serio que no hay ni una sola gota por lo menos? Ahora estas mierdas se me infectaran pronto si no me lavo. Veamos si funciona la ducha, se dijo a si mismo mientras que fue a ver si la ducha funciona, pero tampoco hubo resultado alguno, tampoco funcionaba y eso frustro a nuestro protagonista…

— Carajo… ¿Y ahora…? La manguera de afuera, eso es.

Se dijo así mismo otra vez mientras se iba al patio de su casa a ver había agua en la manguera de afuera, pero tampoco hubo resultado alguno.

— ¡Que mierda! Tampoco hay aquí, ¿Y ahora…? ¡El lago Stark! Eso es, ahora mismo voy para allá.

Se dijo así mismo Tyler dirigiéndose al lago que estaba lejos de su casa, tenía que irse rápido para que no lo descubriese nadie. Y así fue, como no había nadie aun en las calles de South Park, Tyler aprovecho el momento se fue a dar un largo recorrido hasta el lago Stark para lavarse, tras la mitad del recorrido, se detuvo un rato a mirar los televisores de un pequeño local donde vende dichos electrodomésticos, ahí estaba dando dicha serie sobre el dúo canadiense llamado Terrance y Phillip, mientras que en la serie, ambos pedorros se encontraban fuera de un tribunal conversando de temas comunes…

— ¡Que divertido, Phillip, vamos a casa a comer comida Kraft!

— ¡Muy bien! —Asiente Phillip, y entonces de repente aparece Scott a molestar al dúo—

— Parece que se salieron con la suya Terrance y Phillip.

— ¡Oh! ¡Hola, Scott! —Saluda Phillip— Espero que no haya rencor, amigo.

— ¡Claro que si hay rencor! —Exclama Scott molesto— Esto no ha terminado, hare lo que sea porque ambos paguen lo que han hecho ¿Y saben porque?

— ¿Por qué eres un imbécil? —Responde Phillip—

— ¡No! ¡Porque los odio! ¡Piensan que pedorrearse es gracioso pero no lo es! ¡Los chistes de pedo son lo más bajo de la comedia!

Entonces Phillip se pedorrea en frente haciendo que este moleste aun mientras que el dúo canadiense se ría a carcajadas.

— ¡Argh! ¡Los odio a ambos, los odio desde que tengo uso de razón, los odio y ojala les de cáncer!

— ¿Cáncer? —Pregunta Phillip—

— ¡Si! En la cabeza.

— ¿Cáncer de cabeza? —Pregunta Terrance y Scott los interrumpe—

— Esto no ha terminado, Terrance y Phillip, lamentaran este día —Scott se va dejando al dúo canadiense solos—

— Vaya, Scott, nos odias en serio.

— Si, tal vez sea homofóbico.

— Pero no somos gays, Phillip.

— ¿Ah no?

— Bueno, tomemos el metro y vayamos a casa. ¡Allá podemos comer comida Kraft!

— Si, ha sido un día largo, necesito comida Kraft, calma mis nervios.

Dijo el rubio canadiense mientras se iba con su amigo a la estación del metro de Canadá.

Mientras que de vuelta en South Park, Tyler se rio mucho que estuvo a punto de caer al suelo, pero luego se recompuso se fue directo al lago Stark a sanar sus heridas.

— Dios ¡En serio esos canadienses son unos genios en la comedia! Me pregunto como lo hacen… ¿En dónde estaba? ¡Ah sí! El lago Stark, ya voy en camino…

Se dijo a si mismo mientras regresaba a la carretera, ya faltando poco. Luego paso por la escuela primaria de South Park al lado, ahí se encontraba el lago Stark. Entonces ya estando ahí, nuestro protagonista procedió a acercarse al lago y luego se arrodillo en la tierra, se quitó los guantes y después con sus manos se mojó la cara, sin importar que fuera agua del lago. A continuación siguió aseándose y cuando estaba a punto de terminar, un par de personas acababan de aparecer y resultaron ser un par de chicos de sexto grado que merodeaban por el lago, al percibirlos, Tyler tuvo que esconderse…

— ¡Viejo! —Exclama uno de sexto— ¿Para qué mierda me traes aquí? ¿Acaso hemos venido a pescar?

— No, pendejo, necesito mear aquí ya que el baño de mi casa no funciona, tú también aprovecha para que te cagues aquí mismo y… Espera… ¿Ese no es un mocoso de cuarto? —Pregunto uno de sexto mientras que su compañero asiente ya que lo percibieron—

— Mierda, son los de sexto, debo irme o me verán para hacerme mierda ¡Carajo, muy tarde!

— Pero mira que tenemos aquí, un pedazo de mierda a quien agredir, esto será divertido.

— Oigan ustedes —Dice Tyler— No he venido a buscar problemas, solo me estoy aseando tranquilamente, así que me no hagan caso.

— No has venido a buscar problemas ¿Eh? ¡Pues nosotros sí! Nunca desaprovechamos la oportunidad de humillar a un puto mocoso de cuarto.

— ¿Me has llamado puto? —Pregunto Tyler ofendido ante tal insulto de parte del niño de sexto y este responde agresivamente—

— ¿Y qué mierda harás al respecto mocoso? ¿Ir a llorar con tus padres? Claro, si es que los tuvieras, imbécil. Ahora te daré una buena tunda ¡Prepárate para sangrar! —Dijo el niño de sexto a punto de atacar a Tyler pero este enfurecido por dentro, la ira le ayudo a vengarse de esos insultos, entonces los esquiva los ataques del niño de sexto y saca un cuchillo muy filoso que tenía guardado en su bolsillo para apuñalar a los de sexto y así completar su venganza. Empezó por clavar la palma de la mano del niño de sexto y luego comenzó a rebanar su mano para que desangrara mucho su brazo izquierdo. El niño de sexto gritaba de agonía, tanto así que el otro muy asustado, decide alejarse de la escena pero era muy tarde para él, Tyler corrió hacia el otro niño para clavar su cuello y hacer que este sangre igual de mucho como el otro niño de sexto, haciéndole casi imposible respirar ya que su cuello sangraba mucho, luego de que los de sexto recibieran su mortífera lección, Tyler les advierte lo siguiente—

— Seré puto, pero un puto maestro humillando y castigando a los de sexto porque se lo merecen, así que no vuelvan a mencionar a mis padres o los matare de verdad… Pero que estoy diciendo, si ya están por morir ¿Unos últimos deseos antes de subsistir?

Pregunto Tyler a los de sexto mientras que estos muy asustados y a punto de llorar, huyen del lago para alejarse de Tyler lo más lejos posible, pero era tarde, no los dejaría escapar tan fácilmente ya que saca otro cuchillo para clavarles en la espalda de ambos de sexto para que sangren hasta morir y así fue, Tyler casi los mata pero se lo tienen bien merecido.

— Ahora no quiero volver a verlos nunca más. De lo contrario los matare de verdad ¿Me entendieron?

— ¡S… Si! —Dijeron los de sexto, muy heridos mientras huían del lago dejando a Tyler solo, por fin podría asearse en paz—

Mientras tanto en la casa de Stan Marsh, el mismo pelinegro estaba guardando todas las consolas robadas ayer en su closet. Entonces su hermana Shelly le habla a su hermano no muy amable.

— Oye, pedazo de mojón, saldré con mis amigas a estar un tiempo afuera, así que tú te encargas de cuidar la casa.

— Si, como digas, Shelly, haz lo que tú quieras.

— Por cierto, antes que me olvide, he oído que tu noviecita está en el… —Entonces suena el teléfono de Shelly— Ah, mierda, espera un segundo… ¿Si? Ah, hola, Jessica ¿Qué ha pasado? Aja… Aja… ¿Qué cosa? ¡¿Me estas jodiendo?! ¿Un mojón de mierda te humillo en el parque cuando abusabas de una menor? Eres una imbécil, Jessica. Me decepcionas mucho. Ahora salgo para allá.

— En fin, ya me voy, mojón estúpido, cuida la casa o te jodere a ti.

— Como quieras, Shelly, ya lárgate.

Entonces Shelly se va de la casa dejando solo a su hermano Stan mientras que este se recuesta en su cama queriendo descansar un poco hasta que le llega un mensaje de su celular.

— ¿Y ahora quien será? —Saca su celular para ver quien le mando el mensaje y resulto ser su súper mejor amigo Kyle—

— Oye, Stan ¿Qué haces? ¿Estas ocupado?

— No, Kyle, pero necesito descansar, estoy muy exhausto ahora.

— Entiendo, pero oye ¿Te has enterado de lo que le paso a Wendy? Está en el hospital. Parece que alguien la ataco.

— ¿Qué? ¿De que estas hablando, Kyle? Wendy es capaz de patearle el culo a quien sea, ella nunca fue vencida en una pelea.

— Lo sé, pero parece que alguien si la venció de verdad, me he enterado gracias a Bebe y las chicas en una publicación en redes sociales.

— Pero… ¿Está bien?

— No muy bien que digamos, tiene varias contusiones y moretones pero no es tan grave, tal vez deberías ir a verla.

— Hmm… Está bien, ya me daré el tiempo de ir a verla cuando pueda… Gracias, Kyle, ahora necesito descansar…

— No te preocupes, amigo, tengo que irme, debo ayudar a Ike. Te hablo después.

— Esta bien, Kyle, luego nos vemos…

Entonces Stan pone a cargar su teléfono ya que esta con la batería baja, y se recuesta en su cama a dormir un poco y más tarde visitar su novia hasta que…

— ¡Stan! Ven acá, necesito que me ayudes con algo —Grito su padre Randy Marsh solicitando la presencia de su hijo—

— ¡Puta madre! ¡No he dormido toda la noche! ¡Ya voy! Idiota…

Mientras tanto en casa de Craig Tucker, se encontraba en su cuarto con una parte de las consolas y videojuegos robados de anoche, pero no le importaba, aún seguía enfurecido por las siguientes razones, Tyler le pateo el culo y que haya atacado a su novio Tweek, entonces estaba planeando un plan de venganza hasta que su novio vino a visitarlo…

— Hola, Craig… ¡Agh! Veo que aun sigues enojado…

— ¡Pues es obvio! Ese imbécil me dejo la frente roja y aun no sana esta herida de mierda. Te miraba el pajarito y no lo pude soportar ¿Qué esperabas? ¿Qué me quedara de brazos cruzados? ¡Yo moriría si algo te pasara!

— ¡Agh! Lo sé, Craig, lo sé ¿Pero se te ocurre algo para vengarnos de ese maldito?

— Eso estoy pensando, Tweek, pero la cólera no me permite pensar bien, necesitare ayuda de Clyde, Token y de los 4 idiotas. Seremos 8 contra él, estará acabado ese maldito y lo haremos sufrir como nunca.

— Se oye bien tu plan, Craig, pero… ¡Agh! No lo conocemos ni sabemos dónde vive. Tal vez deberíamos esperar hasta encontrárnoslo milagrosamente y así acabar con el de una vez por todas.

— Bien, solo tengo que idear una estrategia y… —Craig no pudo terminar ya que su madre vino a su cuarto—

— Hijo, necesito que saques la basura, por favor, más tarde tendremos visita.

— Mierda… Está bien, aya voy, mama. Espera aquí, Tweek, ve conectando la consola, no me tardo.

— ¡Agh! Está bien…

Mientras tanto en casa de Eric Cartman, el gordo se encontraba en su cama recuperándose del chichón en su cabeza provocado por Tyler, y el único quien le atendía era el inocente de Butters, estaba sentado junto a la cama de Eric…

— Oh, hamburguesas, Eric… Aún sigo preguntándome quien habrá sido el maniático que te hizo esto, espero que te recuperes pronto, amigo.

Entonces aparece la mama de Cartman, Liane.

— Oh, Butters, muchas gracias por cuidar de Eric, de verdad te lo agradezco mucho, de ser el caso contrario, me sentiría muy perjudicada porque alguien lastimo a mi hijo.

— No se preocupe, señora Cartman, Eric es mi amigo y haría cualquier cosa por él, tampoco esperaba que pasaba esto.

— Tienes un corazón de oro, hijo, no me explico porque tus padres siempre te castigan sin razón, deberías de… ¡Oh, mira ya está despertando!

—Bosteza del dolor— Ayyy… ¿Mama? ¿Butters? ¿Qué hacen aquí? ¿Y mi Nintendo Switch?

— Esta por ahí, Eric, pero necesitas descansar primero, ayer fue una noche agotadora.

— Mierda, es cierto, pero… ¡Ayy! ¡Carajo! Tengo un chichón en la cabeza ¿Quién me habrá golpeado? Apuesto que fue el judío de Kyle...

— Calabacita, deberías dejar de culpar a tus amiguitos por todo. Ellos solo querían ayudarte.

— En fin… ¿Qué mierda fue lo que paso ayer?

— Pues digamos que si mal no recuerdo, tengo entendido que alguien vestido de gorro negro, con gafas oscuras, bufandas negras te ataco con un bate de beisbol, era demasiado rudo como para encararlo y no hemos podido hacer nada para enfrentarlo, tristemente. Es todo lo que Scott pudo decirme hasta ahora, no sabemos mucho sobre el aun. Tendremos que reunir más información por ahora.

— ¡Carajo, me lo imaginaba! ¡Otro idiota que me quiere joder los planes maldita sea!

— Calabacín, tranquilízate por favor.

— ¡No, mama! ¡No voy a tranquilizarme! Si cree que ese hijo de puta haya aparecido de la nada va a cagármelo todo ¡Pues se equivoca del todo! ¡Nadie jode a Eric Cartman! ¡NADIE!

— Y no solo eso, sino que también ataco a Wendy en una pelea y este término ganando. Se nota que tenemos a alguien en el pueblo que es muy invencible.

— ¡Invencible mis bolas, Butters! Ese marica no tendrá oportunidad contra nosotros si lo acorralamos entre todos. Yo soy quien lo va a joder a ese estúpido. Ya lo veras.

— Y no solo eso… También… —Butters interrumpe a Eric ya que este muy molesto le reclama—

— ¡Ya hablaste demasiado, idiota! Mama, ve a comprarme peditos de queso que tengo hambre…

— Claro, amorcito, no me tardo…

— Y tu Butters, carga mi Nintendo Switch que debe estar con la batería baja, necesito jugar y olvidarme de todo esto. Pero no lo olvides, mataremos a ese cabron de mierda.

— Claro, Eric, pero…

— Nada de peros, Imbécil ¡Cárgalo ya!

El chico rubio accedió a la orden del gordo castaño conectando el cable de su consola para cargar su batería baja. Mientras que Butters le haría un poco de compañía a Eric mientras que este jugaría a gusto con su consola.

Mientras tanto en la residencia de los McCormick, la pequeña y dulce Karen había regresado a casa de su visita con Cindy, se le notaba muy feliz a la pequeña, y no solo eso, sino que su hermano Kenny también la estaba esperando alegremente pero de paso preguntarle lo siguiente.

— ¡Hermanita! Qué bueno que llegaste ¿Cómo estás? ¿Te divertiste mucho en casa de Cindy?

— ¡Hola, hermano! —Corresponde el saludo con un fuerte y cariñoso abrazo— ¡Claro que sí! ¡Hicimos muchas cosas juntas! Nos hemos divertido como nunca ¿Por qué lo preguntas?

— Por nada, solo me preguntaba que habían hecho juntas… De hecho si quería preguntarte lo siguiente…

— ¿De qué se trata, hermano? ¿Paso algo malo?

— No, no te preocupes, hermanita, no es nada grave. Solo que me acabo de enterar de algo que me intrigo mucho y tiene que ver contigo. Cuéntame, cuando te dirigías a casa de Cindy… ¿Alguien te quiso hacer problemas? Como ¿Golpearte o acosarte?

— Oh… De hecho sí. Cuando iba a casa de Cindy, esa tal Jessica me quiso hacer problemas otra vez. Creí que no iba vivir para contarlo hasta que de la nada apareció un chico con aspecto rebelde. Si no me equivoco vestía de unos jeans, saco o casaca negra, guantes marrones, un gorro negro, unos audífonos, se parecía a uno de los góticos y traía consigo un bate de beisbol para defenderme de la agresora. Por un momento pensé que iba aparecer ese superhéroe enmascarado pero esta vez fue diferente. Me salvo, me ayudo, y me llevo hasta casa de Cindy y luego me dejo ahí ¡Ah! Y su nombre es Tyler Blake. Eso todo lo que recuerdo.

Kenny quedo muy sorprendido por todo lo que dijo su hermanita, hasta eso le genero varias preguntas al respecto.

— Ya veo… Entonces dices que un extraño te salvo de la nada y te ayudo a llevarte a casa de Cindy… Me alegra bastante que no te haya pasado nada malo, hermanita, más bien perdóname por no haberte llevado antes, ya tu sabes, asuntos con mis amigos y todo eso. En fin descansa un poco, debes de estar muy cansada.

— Claro, Kenny, muchas gracias. Si ahora mismo tengo mucho sueño.

Dicho esto, la dulce Karen se fue a su cuarto a dormir, dejando a su hermano Kenny solo con muchas dudas al respecto.

— Necesito saber más información acerca de ese sujeto quien salvo a mi hermanita, aunque haya tenido buenas intenciones de ayudarla, tengo que saber quién es el… ¿Pero cómo? Karen dijo que su nombre es Tyler Blake, pero ¿Sera que Clyde decía la verdad acerca de que ese niño que lo vieron en el parque? Debo averiguarlo.

El rubio encapuchado estaba más que decidido en descubrir quién era Tyler y porque salvo a Karen de aquella agresora ayer ¿Pero cómo lo lograría? Eso lo veremos más adelante.

— ¡Kenny! ¿Puedes venir un momento? Ayúdame a buscar mis revistas Playboy.

Dijo el padre de Kenny pidiendo la presencia de su hijo. Cosa que eso lo frustro un poco pero accedió a ir de todos modos a ayudar a su padre.

Mientras tanto con Shelly, quien se dirigía a un escondite donde había quedado con reunirse con sus camaradas siendo la líder de una pandilla de agresoras de todo South Park, no parecía muy contenta con sus compañeras ya que una de ellas fue humillada por Tyler, entonces exigió una explicación.

— ¡Muy bien, Jessica! ¿Cómo es eso de que un estúpido mojón de mierda te humillo en el parque? ¡Explícate ahora!

— Jefa, ese mocoso tan solo tuvo suerte, además era muy habilidoso en combate, hice todo lo que pude para joderlo, pero fue muy rápido, todo paso muy rápido y… —Jessica no pudo terminar ya que fue golpeada por su líder Shelly—

— ¡Eres una desgracia como para formar parte de esta pandilla, Jessica! ¡Debería expulsarte por dejarte humillar por un mocoso de mierda! ¡Nadie debe saber que nos dejaron en ridículo! ¡Nadie! ¿Me oíste? ¡Nadie! ¿Qué hare contigo para castigarte?

— No tiene que hacer esto, jefa, se me ocurre como vengarnos entre todas para darle su merecido a ese mocoso y creo tener el plan perfecto.

— Te escucho…

— He conseguido un paquete con muchos cuchillos filosos ¡Podemos usarlo contra él y así rebanarlo entre todas! Es un buen plan ¿No cree?

Tras decir eso, las otras miembros de la pandilla siendo otras agresoras solamente chocaron la palma de su mano hacia su cara por el pésimo plan de Jessica, entonces Shelly la cachetea otra vez.

— ¿Qué carajos te pasa? El punto es vengarnos humillándolo a golpes ¡No matarlo, estúpida! ¿Quieres que la policía nos arreste?

— Bueno, es lo único que se me ocurrió por ahora, pero no se enoje conmigo por favor.

— ¿Y si mejor le tendemos un ataque sorpresa entre todas? —Añade otra de las agresoras la pandilla— Bueno, es lo que se me ocurre por ahora ¿Pero a quien más se le ocurre algo?

— La jefa tiene razón, humillémoslo a golpes hasta que aprenda a no meterse en nuestros asuntos, creo que eso sería suficiente.

Dijo otra miembro de la pandilla dándole la razón a líder mientras que esta y las otras asienten llegando a la conclusión de que una golpiza sería más que suficiente para Tyler.

— Bien, está decidido, le daremos una paliza brutal par que aprenda, con eso bastara. En fin, vayamos a comer, tengo cupones de Willy el Silbador, hay que aprovecharlas hoy, mañana podrían caducarse.

Dicho esto, Shelly y su pandilla caminan rumbo al restaurante de Willy el Silbador para pasar el rato, se notaba que hoy habría una buena ganga por así decirlo.

— ¿Y que más tienen para informarme hoy, chicas? —Pregunta Shelly—

— Bueno, también nos enteramos que hubo un asalto en el centro comercial y que nadie, digo, absolutamente nadie estuvo haciendo guardia o vigilando la entrada o las tiendas del centro, últimamente hay gente muy irresponsable en estos días ¿Puede creerlo, jefa?

— Si… Ya me imagino como debe de ser la idiotez adulta, a veces no soporto a mi padre. Es tan, no sé cómo decirlo… Imbécil.

— Ni lo mencione, todos nuestros padres son así de estúpidos e irracionales, ya no hay nada que podamos hacer por ellos.

— Si… Tal vez…

— Oye, Shelly ¿Ya jugaste Super Street Fighter ll Turbo? Hay un arcade del juego en el restaurante por si te interesa.

— No lo sé, por ahora ando con muchas cosas en la mente, no creo que jugar me levante mucho los ánimos. Solo quiero comer y ya.

— Bueno, está bien, hagamos lo que la jefa diga.

Dicho esto, los miembros de la pandilla de Shelly accedieron a escuchar la orden de su líder. Entonces ya al haber llegado al local de Willy el Silbador, las chicas entran al local y no estaba muy lleno, había poca gente en especial siendo niños de 10 años jugando y comiendo en el local.

— Bien, aquí estamos. Iremos a buscar mesa ¿Nos acompaña, jefa?

— ¿Eh...? Si, voy con ustedes.

Shelly y su pandilla buscaron una mesa rápida por todos lados hasta que encontraron una disponible que estaba cerca al mostrador. Entonces agarraron un menú y miran que van a decidir para comer.

— Bien ¿Pedimos 2 de peperoni o americana? Yo voto por peperoni ¿Alguien más?

— Si, peperoni estará bien.

Y así las chicas pasaron la tarde ordenando y conversando mas sus de sus temas personales. Nada las podría molestar para nada.

Mientras tanto en la estación de policía con los oficiales de South Park, estaban en la estación algo aburridos sin mucho que hacer la verdad. Terminaron todo su papeleo y otros asuntos policiales que habían ya atendido, entonces tomaron la decisión de patrullar un rato por la calles para ver que sucedía en el pueblo. Entonces los policías conversan de lo siguiente.

— Sabía que mandar a ese imbécil de Barbrady a patrullar era pésima idea.

— Y que lo diga, señor. No es de sorprender que sea tan analfabeto después de todo. Así que ¿Qué haremos con el cuándo lo tengamos aquí?

— Lo que siempre hacemos, Mitch, bajarle el sueldo y golpearlo hasta que aprenda que ser policía implica a hacer las cosas bien y como se debe. O hace lo que le decimos o tendrá serios problemas como los que tuvo Dawnson con Tad en el pasado, sigo sin poder superar su perdida, diablos, necesito un café.

— Tenga, le guarde un cappuccino exprés a ver si eso le anima un poco.

— Gracias, Mitch. Pero eso no es lo que me preocupa del todo, si no acorralamos a ese mocoso de Tyler para que haga nuestro trabajo sucio, será muy tarde para nosotros.

— Lo entiendo muy bien, señor, entonces vayamos por el de une vez. Por cierto, páseme un cigarrillo.

Y hasta aquí el capítulo de hoy, como les repito, ojala haya sido de agrado y que lo hayan disfrutado mucho. Hare todo lo posible y tratare de seguir avanzando, aunque es muy probable que necesite ayuda, muchísima ayuda. En fin. Hasta otra.