El camino a una graduación es tan complicado, no he acabado de estudiar inglés para que me convaliden ciertos cursos, aun no consigo pasantías, pero sí un trabajo en algo totalmente diferente a lo que estudio... y para colmo ahora me piden una tesis. Si no he muerto es porqué la película de Mario (y su posible universo cinematográfico) y Road to Heroes me gritan que siga con vida. No garantizo mi próxima actualización. Aun así, disfruta el capítulo por favor.

Canción del capítulo: Menos tú

Canción del verso: Public - Pretty Face


Capítulo 9

"Dice que es feliz, pero ¿está mintiendo?

Ella huye una y otra vez

Ella está tratando de entender, pero no puede

Ella huye una y otra vez

Ella está llorando sola porque puede

¿La conoces?

¿A la chica que te mira?

¿Y la amarías?

¿De la misma forma en que ella te amó?

¿Y estarías allí?

¿Para ayudarla a seguir adelante?

¿Y la conocerías?

¿Si ella no te conociera?"

"Entonces… ¿Está todo bien por allí?" preguntó la pelirroja a través de la pantalla

—La verdad sí — respondió la peli azul mientras se sentaba en su acolchado sofá y dejaba su desayuno en la mesa de centro— ¿por qué lo preguntas?

"Pues…Me resulta extraño. Después de todo lo que pasó ¿pueden hablar con normalidad?"

—Se podría decir — aclaró encogiéndose de hombros

"Eso es maravilloso" interrumpió la castaña, juntan sus manos y con sus típicas estrellas volando a su alrededor "Me alegra saber que todo anda bien entre ustedes"

"Es increíble, la verdad creí que esto iba a transformarse en otra cosa"

—¿Qué quieres decir?

"Bueno, pensé que a la primera semana no soportarías su presencia y lo terminarías asesinado a guitarrazos"

—Por dios, no ¿Qué te sucede? … No sería capaz de tal cosa

"Uhm… bueno, debe ser porque se trata de él. Porque si fuera Andrew estoy muy segura de que sería un caso distinto"

—¿Qué? ¿De quién hablas? — le dijo la joven con una amable sonrisa — Ese nombre no me suena

Fue inevitable que ambas chicas se rieran, consideraban un poco gracioso la indiferencia que la peliazul había decidido tener hacia el joven guitarrista, pero de ese tema no se habla más, había otro asunto mucho más importante por el cual discutir. El día de hoy se cumplían dos meses desde que la idol tenía un inquilino en su departamento, puede que los primeros días les haya resultado super incomodo vivir juntos, pero esa pequeña charla que tuvieron aclarando lo que sentían les ayudó en sobre manera. El espeso aire de incomodidad se había disipado, lo mismo ocurrió con su inconformidad al momento de hablarse, surgiendo una que otra broma de manera orgánica. Ni por asomo se asemejaba a su antiguo relación, pero por lo menos estaban mucho mejor que como empezaron. Aunque no llegaran considerarse amigos, por lo menos ahora tenían una mejor relación como compañeros de piso. De esos típicos que no tenían dificultad para comunicarse, pero que no contaban nada acerca de su vida laboral … así es, aún no había confianza suficiente para aquello. Bueno, nunca nadie dijo que mejorar esa relación sería fácil. Claro, solo si querían llegar a lo que antes fueron. Ese día ella se encontraba libre, logró terminar todas las obligaciones de su estricto horario y podría relajarse en su departamento, sus amigas aprovecharon la ocasión para tener una video llamada y así les explique mejor su situación. Que suerte que su teléfono pudiera conectarse al televisor, de esa manera las veía mucho mejor.

"A todo esto ¿Dónde está él? No lo veo por ningún lado" la idol parpadeó confundida "No pongas esa cara conmigo"

—Ah, no está, salió a correr. Ya les dije que aún tiene esa costumbre

"Uhm…Sospechoso ¿No te parece Akane?"

"No, la verdad no" aseguró con su típica sonrisa

"No me lo creeré hasta verlo yo misma ¡Oye Tenma! ¡¿Estás allí o ya fuiste asesinado por Aoi?!"

—Midori por favor — susurró poniendo sus ojos en blanco — como te dije, él no…

—¿Qué yo qué? — interrumpió en la sala la voz del mencionado. Sorprendidas miraron a hacia un extremo de la habitación. En efecto, allí se encontraba el castaño cerrando la puerta aun con los audífonos colgando de sus oídos, vistiendo un chándal de color blanco y zapatillas negras.

—¿No te han dicho que es de mala educación espiar conversaciones ajenas? — Al ver sus reacciones por su repentina presencia, les dio una sonrisa burlona

—Su charla se escucha por todo el pasillo. Tienen suerte de no tener vecinos que se molesten por eso

"No pues ser … ¡Estas vivo!" exclamó la pelirroja subiendo sus manos a su cabeza

—Por fortuna sí — le respondió a la vez se rascaba la nuca — No es que estén haciendo algo malo, pero una duda… ¿Por qué están haciendo una videollamada tan temprano?

"Entramos a trabajar a las 8 y estas horas son los únicos momentos que tenemos libres para hablar con Aoi"

—Ah…entiendo

"Hola Tenma-kun. Me alegra saber que te encuentras mejor" agregó la oji violeta mientras le saludaba con la mano, a lo que este repitió la acción

—Hoy te demoraste más de lo usual — soltó la idol comiendo sus huevos revueltos, a la vez que observaba de reojo sobre su hombro

—Ah... sí. Es que corrí el doble — sin más que agregar, tomó el bolso deportivo que se encontraba al lado del sofá y se lo puso sobre el hombro — vi que faltan unas cuantas cosas en la cocina ¿las compro al regreso?

—No es necesario, yo me encargaré

—De acuerdo. Hasta luego

—Hasta luego — tras esas cortas palabras, el médico se retiró tan pronto como entró, dejando en silencio a las chicas de la pantalla. La cantante las miró extrañada — ¿qué?

"Ok ¿Qué fue eso? Me dijiste que ponían hablar sin problemas" bien, ahora era el turno de la maestra de estar extrañada

—Sí, y eso hicimos

"Uhm…yo no vi eso" dijo la fotografía "¿A dónde se va? ¿cómo están sus heridas? ¿por casualidad comió algo?"

"Jeh, como era de esperarse de nuestra señorita maternal"

—Fue al hospital ¿A dónde más? Sus heridas sanaron, puede trabajar y siempre come algo por allí. No se preocupen — les aclaró encogiéndose de hombros. Su amiga pelirroja resopló

"Tal y como sospechaba, no hay cambios. Lo que me decías era demasiado bueno para ser verdad"

"Apenas han pasado dos meses, no van a mejorar en tan poco tiempo"

—Hey, yo les dije la verdad, que se hayan imaginado otros resultados es distinto. Podemos hablar sin problema, pero no interferimos en nuestros trabajos, no hay nada de malo en darnos espacio

"Sí, pero es como si no quisieran avanzar en algo"

—¿Avanzar en qué? Te dije que….

—¡Me olvidaba! —de golpe se abrió la puerta de nuevo, mostrando al castaño de regreso, aunque esta vez solo se quedó en el umbral — ¿a qué hora dijiste que vendrías? Es que ya sabes, estas cosas debo decir con anticipación y confirmar más de una vez

—Oh, es verdad. Pues… — ella se quedó pensativa un momento, después regresó su mirada azulina — si las compras no me toman mucho tiempo, quizás esté por allá al medio día

—Entiendo, avísale a Taiyou para que me pase la voz

—Está bien, allí estaré

—Bien, gracias — el pediatra se retiró tras decirle esas palabras, esto sin duda llamó la atención de sus amigas

"Vaya, vaya ¿de qué nos estamos perdiendo?"

"¿A qué se debe ese agradecimiento? Eso no nos has dicho ¿Por qué iras al hospital? ¿Estas bien?"

—Ah, sobre eso. Tiene un grupo de pequeños pacientes que sueñan con querer conocerme — les respondió con una emocionada sonrisa — Siempre he querido tener una experiencia así, por eso iré

"Uhm, ya veo, así tendrás una buena imagen ante los medios. Tu representante es un genio"

—¡No, no! No se trata de nada de eso, esto es por mi propia voluntad — aseguró negando con sus manos — Es más, él ni está enterado de esto y mejor que sea así. Por un sinfín de veces le sugerí la idea Robert y como siempre no la aceptó, por eso aprovecho este día para hacerlo

"Eso suena muy lindo de tu parte, me encanta la idea" las amables palabras de la castaña fueron opacadas por el bufido de la pelirroja

"Que imbécil, es una buena idea de marketing, es decir ambos salen ganado. Se nota que no todos pensamos de la misma manera"

—Sí, puede ser…

"Mejor céntrate en pasar un buen rato con los niños"

—Eso pienso hacer — dijo la cantante sonriendo con sus mejillas sonrojadas de emoción. Por fin podría tener la experiencia que tanto quería, aparecer de jueza en concursos de canto y baile o de invitada en alguna serie de televisión, no era lo misma que interactuar con sus fans directamente. Eso era lo que más le gustaba de la idea — Bueno, chicas, fue divertido hablar con ustedes, pero creo que ya es hora de irme

"Sí, será mejor que salga ahora o perderé el tren. Me divertí hablando contigo"

"Yo solo debo caminar unas cuantas cuadras, pero hay que asegurarse que estos niños hayan limpiado su aula. Como sea, disfruta tu día querida"

—Cuídense, hasta la próxima — justo cuando estaba por colgar escuchó a la pelirroja gritar "¡No puede ser, olvidé decirle a Tenma que se comprase un jodido celular!"

La idol soltó una risa avergonzada. Era cierto, por culpa del incendio, el cirujano perdió su teléfono móvil. Por lo tanto, comunicarse con él era muy complicado. Si a ella a veces le costaba hacerlo, no se podría imaginar como estarían sus amigos… "Dios mío, si mandan a Midori de mensajera, es que deben estar desesperados"

Tal y como la idol explicó, su compañero de piso fue en dirección a su trabajo. Dado que sus brazos estaban recuperados, de inmediato volvió a realizar sus operaciones pendientes, no era necesario aclarar que se encontraba más que contento por esta noticia. Tras ponerse su preciado uniforme azul marino y comer algo en la cafetería, se encaminó a su área del hospital listo para comenzar con su rutina. Su primera cirugía asignada para ese día era atender la pericarditis de una niña de 12 años llamada Mary, por lo que pidió el apoyo de su amigo peli naranja. No necesitó que se lo pida dos veces para asistirlo, así que sin más preámbulos prepararon a la niña y se fueron al quirófano. Como siempre colocaron a la pequeña niña sobre la mesa quirúrgica, cubriéndola por la tela celeste antes de anestesiarla, rodeada por sus doctores y enfermeras en la sala, siendo observados por varios internos desde el palco.

—La pericarditis es muy severa. Su saco pericárdico está inflamado y esto empezará a adherirse al corazón, así que realizaré una pericardiectomía — explicó el cardiólogo a su compañero de mesa, observando el corazón de la niña — Removeré el pericardio y así el corazón latirá por sí solo de nuevo

—De acuerdo, entonces dejaré que el experto se encargue — expresó el pediatra sosteniendo las pinzas quirúrgicas

—El pericardio está libre, debemos ver un incremento de la función cardiaca — le explicó a las enfermeras y anestesiólogo

—Oye…Esto es extraño — le interrumpió frunciendo el ceño —su corazón se ve flácido, no debería verse así ¿crees que sea endocarditis?

—…Quizás ¿sabes? Haré una biopsia para comprobar. Aguja por favor — extendió su mano hacia la enfermera, quien le entregó la aguja para biopsias. Al ingresarla en los tejidos y revisar bien los resultados, el cirujano quedó sorprendido—…No puede ser ¿Esto es…fibrosis endomiocárdica?

—¿Eso es malo?

—¿Malo? Todo lo contrario ¡es buenísimo! — respondió en japones, no quería revelar su emoción al resto de los presentes en su idioma— leí sobre esto, es una rara y muy fascinante variación subtropical. Jamás creí que lo vería con mis propios ojos ¡Esto es bellísimo a mis ojos!

Tuvieron que dejar la operación hasta allí, la pequeña niña tendría que someterse a otra cirugía de parte de ambos para tratar su nuevo caso descubierto. Tendrían que despegar el endocardio del musculo papilar para no reemplazar su válvula mitral, por lo que su cirugía sería reprogramada. Todo el personal comenzó a guardar todos los utensilios, dejando la habitación limpia y vacía, los doctores entraron a la sala de lavado dando por finalizada su tarea. Antes que las enfermeras se vayan, el cardiólogo les entregó la muestra del tejido en un pequeño frasco, diciendo que lo llevaran a patología para analizarlo. Ellas asintieron al retirarse de la sala.

—Wow. Apenas es la primera cirugía de la mañana y diría que es suficiente para alegrar el día ¿No crees? — soltó el castaño desechando su mascarilla

—¿Que si lo creo? ¡Por favor! ¿Sabes cuando médicos han tenido el privilegio de retirar un pericardio así? ¡Apenas un puñado en el mundo! — balbuceaba el pelinaranja aun sin salir del asombro con las estrellas flotando alrededor de su rostro —De verdad amarás trabajar aquí Tenma, es una mina de oro cuando se trata de fenómenos médicos. Todos los casos que se encuentran son impresionantes

—Por más bueno que sea tu argumento, ya amo mi trabajo lo suficiente— le respondió abriendo las llaves del grifo para lavar sus manos — no necesito de extrañas enfermedades para alegrarme. Con tal de ayudar a esos niños me basta

—Eso lo puedo notar desde que te recuperaste del incendio — argumentó también acercándose al lavado— te lo dije porque, no te veo con el mismo entusiasmo de los primeros días. Se que apenas han pasado dos meses, pero ¿tu nueva compañera de piso tiene algo que ver con esto?

—No entiendo a qué refieres — mientras se encogía de hombros pasó el jabón por sus manos y muñecas hasta los codos, su amigo de al lado prosiguió a hacer lo mismo — ella y yo estamos bien

—Bien incomunicados será, porque yo no veo avance en ustedes dos

—¿Avance? ¿Qué quieres decir con eso? Podemos hablar con naturalidad

—Puede que eso sea cierto, pero no veo un progreso en reforzar su antigua amistad ¿No le habías dicho al jefe que te gustaría reparar su antigua relación?

—Sí y sigo pensando que…quizás sea posible. Es solo que... aun no puedo avanzar en eso…

—Si realmente quieres hacerlo ¿qué es lo que te impide?

—Pues, tras nuestra pequeña charla ese día. Me quedó claro que ella me rescató del incendio para así terminar de perdonarme, lo cual le agradezco. Si logra superar esto, terminaríamos en los mejores términos y así podríamos seguir con nuestras vidas por separado. Eso aclaramos, y sigo pensando que una buena idea

—Uhm…tiene sentido, es una forma sana de afrontar rencores del pasado. Aunque aún tengo dudas al respecto ¿quieren terminar de perdonarse, pero no regresar al unido vinculo de tenían antes?

—En resumen, sí

—Bien… ¿y no has pensado?… ¿en intentar cambiar eso? — el pediatra puso los ojos en blanco

—Taiyou, no pienso causarle más molestias

—Reparar un vínculo no creo que se considere una molestia —el castaño cerró el grifo de agua y sacudió las manos sobre el lavado

—Claro que no lo es, pero ella está conforme con la situación y no pienso incomodarla más. No busco presionarla, puede que ya no se encuentre tan cerrada como antes. Aun así, no tenemos confianza suficiente todavía

—Ah~ ya entendí~. Me estás diciendo que piensas actuar cuando ella muestra señales de abrirse ¿cierto? Entiendo, también tiene sentido — el pelinaranja tomo un par de toallas y se las lanzó a su amigo, siendo tomada en el aire — es un buen primer paso si quieres arreglar las cosas con una dama

—Oye, no eres el mejor para decirlo — le cuestionó secándose las manos —Nunca lograste reparar las cosas con ninguna de tus exs

—No es que buscara hacerlo de todas maneras, no intenté regresar con ninguna de ellas. Tu caso es distinto, Aoi es tu amiga, no tu exnovia

—Aun así, no entiendo por qué insistes tanto

—Ya te lo dije, ella no se encuentra bien y solo tú puedes ayudarla — "Como también se nota que tú la necesitas"

—Pues la verdad yo la veo bastante bien. Tenías razón al decirme que mi antigua amiga aún estaba allí, es solo que… está muy distante, por obvias razones

—Lo entiendo. Hablaron, pero no tienen confianza todavía y eso es normal, aún falta tiempo para terminar de sincerarse con el otro. Aunque…me dices que solo actuarás si ella muestra señales ¿verdad? — alzó las cejas de manera picara

—Quita esa cara, ni se te ocurra — se cruzó de brazos apoyándose contra el lavado

—¿Qué? No he dicho que vaya a hacer algo

—Piensas ir a decirle todo lo que acabamos de hablar y pedirle que me dé más oportunidades ¿verdad? ¿en serio crees que no te conozco? — "Por no decir que hace poco fue exactamente lo que hiciste"

—Lo mismo digo para ti ¿crees que no te conozco? Se nota que quieres mejorar tu relación con ella. Como buen amigo que soy, intento ayudarte en eso — dobló la toalla y la guardó en el pequeño compartimiento del lavadero — si no quieres que vaya y hable con ella ¿dime que harás para mejorar esto? ¿planeaste algo o seguirás allí sin hacer nada?

—Bueno… Si insistes tanto, te explicaré — suspiró mientras tapaba sus ojos con una mano — Le pedí un favor, quería que venga más tarde para que visite a una paciente

—… ¿Qué?... ¿de verdad? — susurró sorprendido mientras se quitaba la cofia de su cabeza — ¿convenciste a su representante? Tienes mis respetos

—Uhm…no exactamente

—¿Está todo preparado? Lo digo porque… el hospital no tiene pinta de estar listo para recibir a una celebridad

—No viene como celebridad. Será a escondidas de Robert, por lo que intuyo que vendrá disfrazada o algo así

—Ah… que decepción, sonaba demasiado bueno para ser cierto — el castaño estaba por protestar sobre ello, pero fue interrumpido—No lo digo por ustedes, es por Robert. Ese tipo no es muy flexible con esas cosas. Aoi se la pasa sufriendo con eso, creí que por fin haría algo que a ella le gustase

—¿Cómo…dices? — el pediatra quedó sorprendido por esas palabras —su postura… ¿no han cambiado? ¿Sigue igual de estricto?

—Bueno, no importa. Si pasarán la tarde de hoy juntos, entonces no los molestaré — dijo encogiéndose de hombros avanzando hacia la puerta de salida

—¡Oye! No puedes revelarme eso y luego irte como si nada

—Lo siento amigo, pero eso es algo que ella misma debe decírtelo ¿no crees?

—Ah...sí. Tienes razón — susurró, era cierto. Solo le compartiría esa información si fueran más cercano… como antes

—Una pregunta ¿a qué hora te dijo que vendría a ver a tu paciente? — preguntó sacando su teléfono

—Eh…— esa pregunta le hizo reaccionar, saliendo de su mundo mental lleno de dudas al respecto de la situación de su amiga — me dijo al medio día

—Ah…con razón. En ese caso, te vendría bien ir a buscarla — le informó mostrando su pantalla iluminada.

Se asombró al ver hora. El reloj del celular mostraba las 12:35 ¿de verdad había pasado el tiempo tan rápido? Una sola operación había pasado ya debía ir a encontrarse con su… compañera piso, dado que "amigos" no eran. Debajo de la hora se veía el mensaje de ella, este decía "Ya llegué. Avísale que estoy aquí". Después de agradecerle a su amigo por decirle, salió del salón en camino al vestíbulo.

Mientras tanto dentro de la amplia cafetería del hospital, tenía el típico ambiente de siempre. Padres de pacientes haciendo cola para comprar alimentos y degustarlos, cocineras y cajeras atendiendo a dichas personas, y por supuesto el alto números de internos nunca faltaba. Tomando la mayoría de las mesas, discutiendo o charlando sobre mil y un cosas ocurridas en sus rutinas. De entre todas las mesas, en una de ellas se encontraban tres internos. Una de esponjoso cabello verde comiendo un sándwich, un pelirrojo bebiendo un humeante café y por último un moreno de cabello gris, cruzando sus pies en la silla de al lado sosteniendo un hot-dog en la mano izquierda y libro de medicina en la otra.

—¿Cómo les ha ido esta semana? A mi bastante bien. Rellenar reportes y revisar postoperatorios ya no me es muy difícil — les dijo la chica, el pelirrojo asintió

—A mí también, siento que cada día me adapto más al programa

—En las clases teóricas aun soy una mierda— aclaró el moreno — pero en los quirófanos he mejorado

—Qué bueno es poder tomar un pequeño descanso después de llenar tantos expedientes ¿no creen?

—Yo no lo hubiera dicho mejor. Después de tantas horas de trabajo, un pequeño respiro siempre es ideal

—Aunque, me resulta extraño…

—¿Qué quieres decir Elliot? — preguntó su amigo dejando su vaso sobre la mesa, este lo miró de reojo

—Está más tranquilo de normal…es más, diría que demasiado. Presiento como si algo malo vaya a pasar, o por lo menos interrumpir y romper este ambiente— sus compañeros no entendían que quiso decir. De todas formas, no es que hubieran tenido tiempo de responder dado que alguien les interrumpió

—¡Oigan chicos! ¡Acabo de percatarme a algo maravilloso! — exclamó la rubia. Uniéndose al grupo de la mesa sosteniendo su bandeja en manos "Y allí esta lo que me refería" susurró el chico de cabellos grises

—¿Qué pasó Star? ¿De qué te enteraste? — preguntó curiosa la peliverde

—Si es otro chisme de enfermeras o de infidelidades de los titulares, no me interesa oírlo — expresó el moreno sin levantar la mirada de su libro, dando por acabado su hot-dog

—No es como si estuviera hablando contigo — dijo la rubia haciendo un puchero. Después se sentó en la silla sobrante y se aclaró la garganta — pues… ¡resulta ser qué…!

—¡Chicos, a que no adivinan que acabo de ver! — interrumpió emocionado el interno de cabello negro, sosteniendo un cuaderno entre sus manos

—Vaya, parecer que acertaste Elliot — susurró el pelirrojo

—Discúlpame querido, yo estaba hablando primero — se quejó la rubia volteando a verlo. Como siempre, no faltó la molestia y chispas volando por los aires al verse a los ojos

—Descuida Sonny, te escucharemos después — aseguró Sandra

—Apuesto que es más interesante que lo que trae ella — dijo el moreno bajando los pies de la silla — mejor siéntate, quizás se trate de algo largo

—Bien, como les decía. Me acabo de darme cuenta qué… ¡Estoy profundamente enamorada del Dr. Matsukaze! — expresó la chica de ojos azules, llevando las manos a sus mejillas — y creo que es hombre con quien deseo casarme

—De verdad, felicidades — respondió el pelirrojo aplaudiendo

—Lo sabía, no me interesa

—¡Elliot, no seas grosero! — le regaño su amiga— continua, las historias de amor me encantan

—Pues…me fue muy fácil caer rendida, es decir ¿lo han visto? Es un hombre super encantador y… — blah blah blah, era todo lo que oían los dos chicos del otro extremo de la mesa

—Oye Elliot ¿Qué es lo que lees? — preguntó el oji-verde desinteresado del tema, dejando que las chicas sigan hablando

—Los distintos tipos de fracturas expuesta y el cómo tratarlas — Su amigo acercó el libro para que leyese un poco, entendiendo su aburrimiento

—Aunque lo que más me sorprendió fue que… — ella comenzó a frotar sus pulgares nerviosa— él también haya mostrado corresponderme

—Qué estupidez… ¿Qué te hace pensar semejante tontería…? — interrumpió el moreno. Al ver a la rubia tan segura de sí misma, empujó al libro a su amigo para que lo leyese tranquilo, dejando a este confundido…pero igual siguió con su lectura

—Lo sé, aunque les suene raro, es cierto. Al principio no me había dado cuenta, pero él siempre ha sido muy amable conmigo y me ha dado un trato especial por encima de todos…

—¡¿Que de verdad?! — chilló Sandra

—No veo nada de especial en eso, quizás solo estas malinterpretando las cosas — agregó Heath

—No lo creo, a mí me dice "Buenos días" a diario, siempre agregado su hermosa y característica sonrisa — la rubia sonrió de solo recordar eso

—Así le saluda a todo el mundo, incluyéndome a mí — bufó Elliot — No te hagas ilusiones

—¿Eh?... ¿de verdad? — ella parpadeó conmocionada —Pues…cuando le llevo su café matutino también me sonríe como agradecimiento ¿Cómo respondes a eso?

—El otro día yo también le llevé un café cuando estuve a su servicio y también me agradeció así — aclaró la peliverde, la rubia hizo un puchero

—Entonces… siempre se alegra cuando hago un buen trabajo. Me felicitó por usar el tomógrafo y por presentar un expediente impecable

—A mí también me felicitó por eso — interrumpió el pelirrojo, a ella le salió el símbolo de garrapata en la frente — Star, presentar un buen informe es lo mínimo que podemos hacer

—¿A sí? Pues ¿Cómo se toman el hecho, que el otro día me dio el privilegio hacer succión al paciente durante toda la operación? — expresó hinchando orgullosa su pecho

—Lo hizo porque yo tuve ese "privilegio" la semana pasada. Y creo que también se los dio a los demás internos — respondió el azabache pasando de página — oye, que interesante es este libro

—¿Lo ves rubia? No hay ningún trato especial. Solo fue amable contigo y te trató como a toooooooodos — resopló el chico de cabellos grises

—¡Ay, como te gusta destrozar los sueños y esperanzas de una joven enamorada! — gritó levantándose de golpe mientras lo señalaba con su dedo — ¿cómo puedes dormir por las noches?

—Nah, es algo que puede quedarse en mi conciencia — respondió despreocupado mientras se encogía de hombros

—¡¿Acaso no tienes alma?! — este se rio

—La verdad no, hace mucho tiempo que la perdí — le susurró formando una diabólica sonrisa relamiendo sus labios, alisando con su mano el cerquillo que cubría la mitad de su rostro. Ella se estremeció volviendo a sentarse

—Tranquila, solo te está vacilando — la calmó la chica latina con sus manos, reconociendo la broma del moreno — y bien Sonny ¿Qué te pasó a ti?

—¡A que no saben! — cerró el libro de golpe y se lo devolvió al moreno — el día de hoy fui a ver la cirugía del Dr. Ameniya y Dr. Matsukaze, quería ir para tomar apuntes de la pericardiectomía que harían, y pues ¿saben que encontraron? ¿…No? Pues aquí les va ¡Fibrosis endomiocárdica!

—¿Encontraron…que cosa? — preguntó la peliverde asombrada — ¡Mira! Incluso lograste cambiarle la cara a Heath

—Una extraña enfermedad cardiaca de entre millones de personas…— susurraba el pelirrojo con sus ojos bien abiertos — ¿en este hospital? … ¿y la viste en vivo y en directo esta mañana?

—¿Tomaste apuntes, verdad? No, fotos ¿tomaste fotos? ¡Quiero ver eso! — expresó Elliot con sus pupilas dilatadas

—Mejor que eso ¡la grabé! — de inmediato sacó su teléfono y abrió su galería para mostrarle el video a sus amigos, quienes en seguida se levantaron de sus sillas para verlo

—Hablas de su cirugía de pericarditis, eso es imposible ¡Se supone que sería el día de mañana! yo misma lo anoté en el Google Calendar — expresó la rubia viendo su teléfono, para su desdicha este le indicaba que su compañero estaba en lo corrector— a no ser que tú … ¿cambiaste la fecha?

—¿Qué? ¿Perdona? — preguntó Sonny super confundido — ¿Por qué piensas que hice eso? Ni siquiera sé el patrón de tu celular

—Era una cirugía abierta ¿Qué ganabas evitando que la vea? — gruñó Star apretando sus dientes, ignorando los comentarios del joven interno

—¿Qué importa si la perdiste? La tengo grabada

—¡Ese no es el punto! yo quería asistir por mi cuenta y tomar apuntes o fotos YO MISMA ¡¿cómo pudiste sabotearme así?!

—Oye, que te hayas confundido al momento de escribir la fecha, no significa que yo tenga algo que ver. Tu acusación no tiene ni pies ni cabeza

—Tú… ¡eso fue lo más rastrero que has hecho hasta ahora!

—Yo preferiría usar la palabra "ingenioso" para esto. Así es el mundo de la medicina rubia, lo siento mucho — agregó el moreno chocando puños con el azabache

—Pero Elliot… yo no hice nada

—Bien…si con estas estamos— dio un par de respiraciones para calmarse y después sonrió confiada—Entonces, dado a mi buen comportamiento dentro y fuera de quirófano. Si le pido al Dr. Matsukaze que me deje asistirlo en su siguiente cirugía ¿creen que me aceptará?

—No lo creo rubia, mejor ríndete ¿ya nos dejas ver el video en paz?

—Ni creas Elliot— intervino Heath, Sonny alzó preocupado la vista — Escuché que le gusta cuando alguien toma iniciativa por aprender, es de las personas que adoran enseñar si les preguntan. Quizás si acepte si se lo pide

—Y también, podría acusarte de lo que me hiciste

Tras susurrar acompañada de una maligna sonrisa, salió corriendo de la cafetería a gran velocidad. El interno azabache al ver esto, también se levantó de la mesa y comenzó a seguirla, dejando a sus amigos con el video de su teléfono. La verdad que se queden con el le daba igual, tenía asuntos más preocupantes por los que ocuparse. Su intensa rivalidad contra la rubia crecía cada vez más a medida que pasaban los días en ese hospital. Puede que acabase de "robarle" según ella, la oportunidad de VER una cirugía increíble, pero eso no significaba que de nuevo debía salirse con la suya para ASISTIR a una cirugía a través de mentiras. Sin mencionar que volvería a perjudicar su imagen frente a un titular que comenzó a apreciarlo, no podía dejarla escapar, no iba a permitirle ese gusto. La alcanzó a los pocos minutos, como siempre golpeándose con los codos y hombros, siendo regañados por algunos titulares que pasaran por los pasillos. Por algún extraño motivo, correr de esa forma a Sonny le trajo recuerdos de la secundaria cuando Elliot y el jugaban futbol, e irónicamente esta chica también resultó convertirse en su rival…que increíble deja vú.

Un par de veces logró atraparla, aunque para su desdicha siempre conseguía volver a escaparse, era super escurridiza. Por varios minutos la buscó y buscó por todo el hospital, pero no volvió a hallarla por ninguna parte, hasta que por fin la divisó caminando por el fondo de un pasadizo que llevaba a la recepción. Sin perder más tiempo tomó dicha dirección. Sin embargo, al tenerla cerca se dio cuenta que estaba oculta tras una pared observando el vestíbulo. Sus ojos se desplazaron hacía la persona que estaba allí, era el pediatra castaño hablando con un par de personas. En caso qué se tratase del pariente de un paciente, no era buena idea ir a interrumpir su charla por simple capricho de ambos. Por lo que, optaron con observar tras la esquina de la pared a que terminasen de hablar para recién acercarse. Cuando acabó su charla, vieron cómo se acercó una mujer desde el otro lado de la sala. Con timidez tocó su hombro y este volteó a verla, al principió pareció algo confundido…aunque, después de intercambiar unas palabras se notó el nerviosismo por su cara.

—No puede ser… ¡¿tiene novia?! — gritó la rubia

—Shhh, vas a hacer que ser percaten de nosotros — le regañó el azabache — No, no creo que se trate de eso

—¡¿Y tú cuando apareciste?! — exclamó la rubia, su compañero de nuevo la silenció — Bueno, como sea. Lo que decía, claramente le interesa esa chica

—No, tampoco creo que se trate de eso — susurró dudoso — hasta donde sé, nos dijo que no tenía ni estaba interesado en buscar pareja

—Entonces ¿Por qué otra razón estaría tartamudeando así? ¿o se mostraría tan nervioso de verla?

—Tal vez solo está nervioso o avergonzado

—Exactamente, los seres humanos somos obvios al momento de mostrar atracción por alguien. Querido, no todos podemos tener una preciosa relación como Sandra y tú

—¡N-Nu-Nuestro caso es distinto! — aclaró el interno con las mejillas enrojecidas — eso será cierto, pero estoy seguro que debe tratarse de algo más

—Sea su esposa, novia, amiga, compañera o lo que sea. Eso a ustedes no les debería incumbir — intervino una tercera voz detrás de ellos, un escalofrió sacudió sus cuerpos. Como si se tratase de una gota de agua helada bajando de sus cuellos hasta el final de sus columnas, con lentitud voltearon a contemplar su peor pesadilla. De golpe vieron como unos fríos ojos azules pasaban a convertirse en llamas zarcas, cruzó sus brazos sobre su pecho y los observó con furia — correr por los pasillos, asustar a los pacientes, desobedecer las ordenes de sus titulares y ahora ¿espiar a sus superiores? ¡¿Qué diablos les ocurre?! ¿no les fue suficiente el castigo que les di la semana pasada? ¿acaso quieren uno peor?

—¡Cla-claro que no Dr. Reese! — temblaron ambos internos ante su residente

—Tienen 15 segundos para desaparecer de mi vista y ponerse a trabajar. 15, 14, 13… — ambos internos huyeron despavoridos apenas comenzó su cuenta regresiva — Por volver a correr, les duplicaré sus horas de guardia. Dios, estos internos van a matarme en uno de estos días…

Después de esa terrible escena en el vestíbulo, ya no sabían cómo volver a hablar. Por los pasadizos del hospital había una gran bruma de incomodidad a su alrededor, haciendo el tiempo de su caminata super silenciosa con sus pasos resonando por las paredes. La vergüenza lo comía vivo ¿cómo demonios pudo hacer eso?... Cuando terminó de informar a los padres de Mary acerca de su situación y que terminarían de operarla el día de mañana, sintió como alguien le tocaba el hombro con suavidad. Al girar se encontró con una chica de cabello rubio con un corte bob, con unas grandes gafas de sol cubriendo su rostro y vistiendo una delgada gabardina blanca. Por no reconocer de quien se trataba, parpadeó confundido preguntando si la conocía…tras unos segundos de silencio, la chica solo respondió en un susurro con una riza vergonzosa "soy yo Tenma". Por escuchar su voz, de inmediato la identificó. Era su…compañera piso. El mismo le había dicho a su amigo, que sabía que vendría disfrazada…y aun así se sorprendió…

—Perdón por no…reconocerte…— susurró el médico viendo hacia otro lado — es que…te ves muy distinta

—Descuida, así también reaccionaron Midori y Akane al verme la primera vez — habló la idol en un intento de calmarlo — es normal, me esfuerzo en crear un buen disfraz

—…Supongo que eso es bueno ¿no? Porque… de verdad note reconocí — respondió avergonzado rascando su nuca

—Bueno…muchas gracias

—También… ¿fue por eso qué no te noté la otra vez? Ya sabes, cuando… viniste a hablar con Taiyou

—Esa vez… bueno… me tomó por sorpresa verte, no estaba entre mis planes— le susurró incomoda, frotando los pulgares de sus enguantadas manos — Traté de ocultarme para que no me notaras…

—Ah, ya veo… — su conversación acabó tan rápido como empezó… cayendo en silencio otra vez. El "¿ahora qué?" se repetía en la mente de ambos a cada rato —Uhm… ¿estás segura qué quieres hacer esto a espaldas de Robert? — preguntó el pediatra, en un intento se continuar con la charla — es que… la verdad. Esto puede ser muy bueno para tu imagen, y todo ese asunto de los medios…

—No, créeme que es mejor así — interrumpió ella de golpe — es la única forma de hacerlo

—¿De verdad? ¿Mínimo no deberías decirle dónde estás?

—No — respondió con firmes palabras. El castaño se extrañó por eso, pero no podía forzarla a cambiar de opinión

—Entiendo… Eso me recuerda ¿por lo menos sabe… que estoy viviendo contigo? —ella se estremeció por la pregunta — ¿qué…? ¿No lo sabe?

—Eh… la verdad no he…podido decírselo — sus ojos se abrieron con incredulidad

—¡Espera, espera, espera! — exclamó deteniendo el caminar de ambos — ¿me estás diciendo que mi convivencia contigo ha sido un secreto hasta ahora…incluso a tu disquera?

—Uhm… sí — le susurró con una pequeña sonrisa. El palmeó su rostro preocupado

—No pensé en eso antes. Lo último que quería era causarte problemas, y este es uno muy grave

—Sí, lo sé. No es muy buena idea ocultarlo, pero te repito, es lo mejor…

—¿Y eso por qué? Es lo que no termino de entender

—Porque… así ellos no intervendrán — él parpadeó confundido sin comprender a que se refería, ella suspiró antes de hablar— si se enteran que tengo a un inquilino conmigo, harán todo lo posible para sacarte de allí por considerarte "una distracción"

—¿Robert siempre ha sido así? Cuando lo conocí esa vez, no parecia ser tan posesivo

—Solo a veces, aunque solo sigue las ordenes que mis jefes de les dan. Son ellos quienes realmente controlan todo— le susurró nerviosa, acomodando unos cabellos de su peluca tras la oreja— Oye, hablé en serio cuando dije que te iba a ayudar y la única manera de hacerlo es sin que ellos se enteren… lo mismo ocurre con esta situación, no me dejarían estar aquí si les dijese lo que voy a hacer

—… ¿Qué dices? Hablas como si… no tuvieras libertad en tus acciones

—Eso es exactamente lo que ocurre — le confirmó enterrando su mirada en el suelo, el cirujano la miró extrañado — lo siento, son asuntos que mi fama limita… y sin ofender, no creo que puedas entenderlo ¿podemos continuar?

—Ah…claro. Por aquí — retomaron con su camino al acabar de hablar. Durante el recorrido, el pediatra observó con recelo a la idol, quien ahora parecía bastante abatida "Tsurugi y Shindou también son celebridades. Cuando hablan como su fama les cuestas ciertas cosas, jamás dijeron que tenían prohibido hacer lo que quisieran ¿Qué clase de personas son tus jefes?"

—Eh… ¿sabes? Mejor háblame de como son los niños. Me gustaría tener una imagen previa antes verlos ¿me explico? — soltó la peliazul en un intento de mejorar el silencio durante su caminata, el doctor tuvo un pequeño sobresalto por el comentario

—Uhm…sobre eso…pues — balbuceo el castaño mientras pasaba nervioso su mano por su cuello — Lo siento, te he metido sobre eso

—¿Cómo dices? — preguntó frunciendo el ceño

—A ver, no lo es del todo. Mas bien te he dicho la verdad …a medias

—¿Podrías explicarte mejor? — el castaño se preocupó al ver los ojos decepcionados de su amiga. Debía ser cuidadoso, después de todo de sus palabras dependía el que aun estuviera presente. Soltó un suspiro antes de hablar

—Escucha. El favor que te pedí sigue en pie, solo que…no iras a ver a un grupo de niños, solo a una niña

—Bueno, está bien. Admito que estoy un poco decepcionada por el número, pero es mejor a no ver a ninguno —respondió con una pequeña encogida de hombros — ¿era eso lo que te preocupaba? ¿por eso lo ocultaste?

—No, no fue por eso

—¿Entonces por qué?

Extendió su brazo por delante pidiendo que se detenga, quedando ambos parados en una de las esquinas que finalizaba el pasillo. "Ten cuidado, nos podrían ver desde aquí" susurró el doctor. Si volteaban un poco más, podía verse al lado de la puerta una gran ventana que daba vista al interior de la habitación, allí adentro se encontraban una pareja de esposos al lado de una camilla. Sobre esta estaba recostada una niña de cabello rojizo, vestida con el típico pijama sanitario del hospital, aunque parecia tener unos cuantos tubos adheridos a su cuerpo, quienes estaban conectados a una maquina al lado. Pese a que la pigmentación de su piel era de un enfermizo color amarillo, se encontraba sonriendo junto a sus padres. La imagen ante ella le era tan dulce como a la vez triste, la idol no pudo evitar petrificarse por ello

—Me dijiste que quería que te hablara de ella ¿no? Bueno. Su nombre es Susel, tiene 10 años y es una pequeña con mucha energía. Le gustan mucho los peluches grandes y esponjosos, su color favorito es el verde y ama el maní, tanto así los prefiere por encima de los caramelos, es muy raro ¿no crees? — le explicó con una pequeña sonrisa. La mirada azul de la cantante no se despegó en ningún momento de la familia, quien los miraba sin palabras

—¿Por qué…por qué si piel está así? ¿Qué le pasó? — la sonrisa del doctor se esfumó por la pregunta

—Porque sufre de síndrome hepatorrenal. En términos simples, tanto su hígado como sus riñones están fallando, por eso se encuentra de ese color ¿ves la maquina a la que está conectada? Esta trabaja filtrando la orina en lugar de sus riñones…y hace poco empezó a desarrollar insuficiencia intestinal. Por lo que necesita un trasplante de esos tres órganos si quiere seguir con vida. De hecho, su nombre fue el primero en la lista de trasplantes por semanas enteras, por lo que no fue difícil buscarle dichos órganos…El problema es que, en sí una cirugía es cara, un trasplante lo es mucho más y teniendo en cuenta la cantidad de dinero que requiere, para sus padres es imposible pagarla. No tienen seguro, por lo que tienen tres empleos solo para mantenerla atendida aquí

—Tenma Matsukaze — susurró la idol ahora viéndolo de manera fija, no iba a negar que la situación de esa pequeña niña le entristeció, pero… estas acciones le resultaban demasiado sospechosas de su parte "¡¿De verdad piensas usarme así?!" — No me digas que me trajiste hasta aquí para que sintiera lastima y acceda a pagar la cirugía de tu paciente

—¿Eh? — fue todo lo que pudo salir de su boca

—¿También piensas usar mi imagen para atraer donaciones o mejorar la imagen del hospital ante los medios? ¿Es esa la razón por la que estoy aquí? — expresó en un tono sereno, frunciendo su ceño y apretando su puño tratando de controlar el enojo que crecía en su interior

—Esa acusación me ofende ¿sabes? — respondió frunciendo un poco el ceño — te dije que por ningún motivo pensaba aprovecharme de tu posición o fama

—¿A no? ¿Entonces dime por qué estoy aquí? Y no me ocultes más detalles

—Por eso — aclaró señalando con el pulgar — no tengo más motivos

Ella regresó su vista a la familia, vio como la madre sacaba algo de su bolso. Era un gorro cosido a mano de lana color azul oscuro, tenía bordadas unas pequeñas estrellas y una gran luna a los costados. Susel al verlo enseguida extendió sus brazos pidiendo el gorro, a lo que su madre accedió. La niña metió todo su cabello dentro de este y sonrió agradecida. Por ser de gran tamaño, el resto de la lana cayó quedaban por encima de sus hombros como si fuera cabello. Al tenerlo en la cabeza fue allí cuando la cantante lo entendió todo, el color de la lana, los adornos, el tamaño, todo eran porque…

—Hace poco nos reveló que su sueño antes de irse… era conocerte. De hecho, tiene una voz muy linda, y desde hace mucho tiempo quería presentarse a esos concursos de canto en la televisión para lograr ser como tú, pero por obvias razones no pudo — a la joven peliazul se le encogió el corazón por esas palabras — por supuesto que a sus padres les es imposible contactarte, así que ella se conforma con pequeños regalos que tengan que ver con tu imagen. Me dijeron que tu merchandising es un poco caro, así que optaron por hacerlos con sus propias manos

—… ¿y los tienen cierto? Los órganos — preguntó con los ojos esperanzados — apenas ha terminado su niñez, no sería justo que…

—Por ser la primera en la lista no es difícil conseguir otros, pero por no estar pagada la cirugía se le da paso al siguiente de la lista

—¿Y no hay otra manera? Taiyou me dijo que suelen hacer cirugías gratuitas ¿"por bono"? ¿Creo que se llaman así?

—Es "pro-bono" y no, no puedo hacerlo. Ya lo intenté — le dijo con una vergonzosa sonrisa — Soy muy susceptible a estas situaciones, me duele ver como los padres sufren por no poder salvar a sus hijos, como también cuando estos muestran claras señales de querer seguir viviendo. Sé que llevo poco tiempo trabajando aquí, pero ya hice demasiadas pro-bonos, tanto así el jefe dijo que debía detenerme

—Ah…ya veo— respondió hundiendo su mirada

—Incluso les sugerí a los padres que la operación la podría pagar yo, y por supuesto que no funcionó. Estos se negaron porque no querían abusar de mi amabilidad. Créeme, ya intenté de todo para ayudarla y nada ha resultado, ese trasplante es su única salvación y no puede acceder a ella — se cruzó de brazos y soltó un suspiro — Si te soy honesto, ya pasaron 8 semanas, no sé cuánto tiempo más podrá soportar sin la cirugía… tal vez no pase de esta… y parece ser que tanto sus padres como ella lo saben. Lo único que puedo hacer para aliviar todo el dolor que sienten, es cumpliendo el último deseo de su hija

—Aun así ¿Por qué lo ocultaste?

—¿Hubieras venido si te decía la verdad?

—¡Claro que sí! — alzó un poco su voz, colocan sus manos en puños sobre su pecho

—Sin ofender Aoi, sé muy bien que eso no habría sido así. No estamos en los mejores términos, y puedo notar que aun estás incomoda cuando te hablo. Aunque sé que aceptaste esto por tu propia voluntad, si te decía la verdad hubieras desconfiado pensado que solo quería dinero, y no te culpo por ello. De hecho, pienso que sería lógico — ella apartó la vista avergonzada, era cierto lo que decía. Hace apenas unos minutos desconfió y lo acusó por eso, era obvio que hubiera sucedido lo que explicaba — Aunque la principal razón fue porque, quería que conocieras a Susel de manera honesta y no porque le tenías lastima. Solo era eso

—En-entiendo — lo dijo con un hilo de voz, soportando el nudo que se formaba en su garganta

—Si aun te sientes incomoda y quieres retirarte, lo entenderé. No pasa nada — le aseguró con su amable sonrisa — no busco forzarte si no quieres entrar

—No…está bien. Lo haré, entraré a conocerla — el pediatra sorprendido abrió los ojos y ella alzó su vista, por fin mirándose a los ojos en todo el día — es una fan mía ¿Qué clase de ídolo sería si la ignoro en esta situación?

—Me alegra ir eso — tras sonreírle, sacó un pequeño pañuelo del bolsillo de su bata y se lo entregó a la peliazul, quien no paraba de limpiarse las lágrimas con sus muñecas — Te daré algo de tiempo si gustas, el baño está al otro lado del pasillo hacia la mano derecha. Toca la puerta tres veces antes de entrar

Ella asintió y vio como avanzaba por el pasillo entrando a la habitación. De manera inmediata la atención se centró en su presencia, siendo sonreído y abrazado por los padres de la niña quien no se quedó atrás al momento de saludar al doctor, tras sonreírle chocando puños este se sentó a los pies de la camilla para seguir conversando. Despacio avanzó en la dirección que segundos antes le indicó. Cuando estuvo frente al amplio lavado de mármol, retiró sus gafas de las cuales sus cristales estaban empapados de agua salada, llevó su mano hacia su boca y la tapó permitiéndole llorar en silencio. Esa niña aún tenía muchos años por delante para disfrutar, podría ir a la escuela, salir con amigos y pasar tiempo con su familia sin problemas, pero el destino le entregó horribles enfermedades que atentaban con arrebatarle la vida, sin mencionar que tenían la solución tan cerca pero que por asuntos financieros que resultaba imposible acceder a ello. Le parecia tan injusto todo esto, ella no lo merecía para nada. Había oído que existían muchas personas que padecían de dichas injusticias por todo el mundo, aunque una cosa era saberlo y otra era verlo con sus propios ojos. Admitía que el choque de emociones le fue difícil de asimilar, y que lidiar con ello le resultó bastante complicado. De manera involuntaria para cubrir sus sentimientos, aprendió a ocultarlos a través de una máscara de emociones fuertes. Sin embargo, su acusación hizo parecer ver a su antiguo amigo como un egoísta cuando claramente no era así.

Era lógico que desconfiara de él debido a su distanciamiento, pero al tener más de un conocido que aseguraba que no era esa clase de persona, que dudara de esa forma realmente fue ofensivo. Era cierto que debía cuidarse de todos lo que quisieran colgarse de su estatus, aunque eso no le daba ningún motivo para andar señalando a todos de iguales. Se sentía demasiado avergonzada de sus palabras, era tal y como decían sus amigas, que hayan hablado no significaba que aun estuvieran bien. "Vamos a tener que disculparnos más tarde ¿Por qué dijiste eso?" regañó a su reflejo en el cristal "No lo sé, la verdadera pregunta sería ¿por qué eres así?" ella se estremeció, no sé esperó que su conciencia le respondiera "Él ha sido sincero en todo momento ¿por qué sigues actuando tan reacia? ¿Por qué debes seguir fingiendo esta imagen?" allí estaba de nuevo, su incomodidad al verse en el espejo. Con el pañuelo limpió sus pómulos del rastro de lágrimas junto al oscuro maquillaje corrido. De su amplio bolsillo sacó un pequeño bolso, del cual extrajo su kit de maquillaje y de acercó a su reflejo "Dejemos ese tema de lado. Nos están esperando allí afuera".

"¿Por qué siempre me evades con esa excusa?"

Regresó por el mismo camino por donde vino, al doblar la esquina de nuevo pude ver al pediatra reírse junto a la pareja de esposos, a la vez que había comenzado a jugar con la pequeña niña esos típicos juegos de manos junto a una canción infantil. La escena le pareció demasiado adorable ¿en serio había dudado de él hace unos minutos?

Siempre había pensado que su brillante sonrisa era contagiosa, literalmente con sola verla era capaz de mejorar el día entero. También notó como era su imagen profesional frente a los padres de la pequeña, su rostro que transmitía tanto seguridad como amabilidad al escucharlos. No podía escuchar su voz desde allí, pero podía apostar que era tan serena como calmante transmitiendo total tranquilidad. Ni hablar de sus ojos, de como siempre estaban presentes los vivaces brillos en sus pupilas azulinas, transmitiendo gran confianza a través de ellos. Pareciendo la viva imagen de la bondad en persona.

De repente su inspiración la atacó. Todo el ambiente más las personas de la habitación, de verdad le daban suficiente material para que su cabeza trabajase. Le pareció gracioso, de verdad no se esperaba sacar una idea para una futura canción durante esta visita, se aseguró de recordar escribirla al regresar a su departamento. Mientras se acercaba a la puerta, dejó que su cerebro trabaje solo y de manera involuntaria en la letra.

"Me gusta todo, todo de ti
Cuando amanece y estás ahí
Cuando una duda, se infecta en mí
Me gusta verte usar paciente el bisturí"

—Dime Susel ¿te gustó tu regalo? — preguntó el pediatra

—¡Sí, lo adoro! De verdad se parece mucho a su antiguo corte de pelo ¡Me encanta!

—Eso quiere decir ¿Qué estás satisfecha?

—Sí, no creo poder tener un regalo mejor — Tal y cómo le indicó, tocó la puerta tres veces antes de pasar. El castaño miró de reojo y sonrió

—¿En serio? Vaya, es una lástima ¿ahora que le voy a decir a nuestra invitada especial? — le bromeó mientras se levantaba de la camilla

—¿"Invitada especial"? ¿de quién habla? — preguntó confundida la niña, al igual que sus padres quienes alzaron las cejas

"Eres así, perfecto así
Con esa cara tan formal
Esa que pones para escuchar
Con esos ojos verde mar
Donde me veo tan especial
Con esa calma para hablar
Mientras despeinas mi soledad
Eres perfecto así tal cual"

—Ya lo verás — al acabar de responderle, abrió la puerta y extendió su brazo dejando pasar a la invitada mientras decía "Adelante". Antes de que alguien pueda preguntar quién era la desconocida dama que acababa de entrar, ella prosiguió a quitarse sus gafas y su peluca rubia, dejando que sus largas y ondulados cabellos azules cayesen por su espalda.

—Hola pequeña Susel ¿Cómo estás? — le preguntó la idol con una dulce sonrisa. Tanto los padres como la niña abrieron los ojos sorprendidos soltando gritos ahogados — Oh vaya, que lindo gorro llevas

—¿E-e-eres…tú? ¿eres r-re-real? — preguntó la niña con sus manos temblorosas

—Así es, soy yo — se sentó a los pies de la camilla y juntó su mano con la niña — ¿lo ves? Soy yo

—Eres real… ¡Eres tú Aoi, eres tú! — exclamó la pequeña con brillantes estrellas llenando sus ojos

"Me gusta todo, todo de ti
Me encanta tu modo de pasar de mí
Cuando hay tormenta en mi país
Tocas el himno de mi vida, junto a ti"

Mientras ellas hablaban, el pediatra jaló la cuerda de la ventana para cerrar las persianas. Esa acción hizo salir a los padres de su shock, el doctor tuvo darle señales con la mano indicándoles que salieran de la habitación. Apenas cerraron la puerta y se quedaron en el pasillo, el castaño no tuvo tiempo de responder a sus dudas, dado que recibió un par de sonoros besos en las mejillas y un fuerte abrazo de parte de la madre.

"Eres así, perfecto así
Con esa cara tan formal
Esa que pones para escuchar
Con esos ojos verde mar
Donde me veo tan especial
Con esa calma para hablar
Mientras despeinas mi soledad
Eres perfecto así tal cual"

—Usted es simplemente maravilloso — susurraba la señora sobre su hombro

—¿Co-cómo lo hizo? de-de verdad es ella — irrumpió el padre — ¿cómo lo consiguió? Había escuchado que es alguien complicada

—Bueno… digamos que, por ser el mejor hospital de la ciudad tenemos ciertos contactos — no era del todo mentira. Después de todo él tenía su contacto… y Taiyou también — Me alegro de que haya aceptado venir

—En serio, aun no me lo creo… — susurró el padre alisando su cabello — la idol #1… está hablando con mi hija

"Eres así, perfecto así
Con esa cara tan formal
Esa que pones para escuchar
Con esos ojos verde mar
Donde me veo tan especial
Con esa calma para hablar
Mientras despeinas mi soledad
Eres perfecto así tal cual"

—Es cierto — expresó la madre por fin terminando el abrazo — … por casualidad ¿cree que nos deje tomarle una foto? ¿De ella junto a mi niña? Es que es un momento tan memorable y bueno, Susel se enojaría si no le tomara una foto con ella y…

—Yo creo que no habría… — "No me dejarían estar aquí si les dijese lo que voy a hacer" sus palabras se repitieron en su mente. A ella quizás no le enoje, pero a sus superiores… — Uhm, pensándolo bien. No se molestará dado que ella no es la complicada, sino su representante. Él me dio la condición de dejarla venir con tal de no hacer esto publico

—Ah, entiendo. No se preocupe, no es como si pensara compartir las fotos de todos modos. Eso llamaría la atención de todos y molestarían a mi niña

—Espero que no les moleste que tome todo el tiempo de su visita — Se disculpó por ese inconveniente

—No, no. No nos molesta en absoluto — respondió ella negando con su mano

—Para nada— agregó el padre— Al contrario, ella parece la más feliz aquí

—Sí, realmente me alegra poder ayudarle de esta forma — respondió sonriendo, escuchar como allí adentro su paciente sonaba mucha más contenta que semanas atrás

"Me gusta todo. Todo de ti
Me gusta todo
Menos tú"

Al acabar la hora de visita que tenía permitido el horario del hospital, la idol pudo retirarse del lugar. No sin antes tomarse unas "cuantas" fotos junto a la niña pelirroja, fueron tantas que fácilmente podría llenar todo un álbum. Antes de salir por el umbral de la puerta los padres de Susel le preguntaron si estaba bien abrazarla también, a lo que ella no tuvo problema en acceder. Se despidió de la familia con una sonrisa mientras volvía a colocarse su peluca y la niña le pidió que venga a visitarla más seguido si no le era mucha molestia… Su madre le acarició la cabeza diciéndole que por ser una celebridad le sería muy complicado, ella dio una sonrisa triste entendiendo la situación.

Por el resto del día, el pediatra se dedicó a atender a sus demás pacientes, posoperatorios y también los casos que venían de urgencias, como también a sus internos asignados ayudándole por el resto del turno. Así fueron los siguientes tres días, siendo tan estresantes como cualquier otro día común en su trabajo. Tarde por la noche cuando estaba retirándose para descansar, pasó por la habitación de Susel de donde salieron sus padres apresurados pidiéndole explicaciones. Resultó ser que cuando se acercaron a secretaria para pagar el tratamiento de la niña, les enseñaron que todos los gastos médicos ya habían sido pagados de manera repentina, por lo tanto la niña tenía luz verde para su cirugía. Por supuesto que no habían sido ellos quienes pagaron, por lo que el único sospechoso en sus mentes fue el cirujano. Este les aclaró que tampoco había sido el responsable de pagar los gastos, haciendo que ahora todos los adultos presentes en la habitación quedasen perplejos. Si no hubiera sido por la última frase soltada por la niña, ese misterio no se hubiera resulto.

"¿Zapatos? ¿De verdad quieres que me trague eso? Por favor. Aoi, dime la verdad ¿en qué cosa has gastado semejante cantidad de dinero?" preguntó el representante tras el teléfono

—Está bien, me atrapaste. No fueron solo zapatos, también fueron unos cuantos vestidos, faldas y muchas otras cosas…como por ejemplo, joyas — argumentó la peliazul mientras se sentaba en su sofá, también exhausta por sus horas de trabajo

"¿Y valían tanto?"

—¿Qué hay de malo? Es mi dinero, puedo gastarlo en lo que quiera como sea

"Eso lo entiendo. Aun así, no creo que en simples vestimentas se gaste tanto"

—Jah, como se nota que jamás me has acompañado a comprar ropa. Además, por las marcas que suelo usar, ya deberías tener un aproximado de cuanto valen

"Eh… bueno, eso es cierto"

—Disculpa por lo repentino que fue, es que en esta temporada lanzaron unos conjuntos que me encantaron y los deseaba en mi closet con locura. Espero que entiendas

"Está bien, no hay problema. Les explicaré eso, solo avisa con más anticipación al respecto"

—De acuerdo, lo tendré en cuenta — le dijo riendo cuando cortó la llamada

—¿Zapatos, ropa y joyas? ¿En serio? — interrumpió una voz en su sala, ella se sobresaltó y giró para encontrar al cirujano castaño a un par de metros del sofá cargando su bolso sobre el hombro

—¿No te han dicho que es de mala educación escuchar conversaciones ajenas? — "¿Qué clase de deja vú fue ese?"

—Ya te lo dije. La charla se escucha por todo el pasillo — le explicó mientras avanzaba y volvía a dejar su bolso deportivo al lado del sofá — dime ¿de qué marca era la ropa?

—¿Eh? ¿por qué te interesa saber eso? — preguntó ella confundida, el médico entrecerró los ojos

—Por casualidad, no comenzará por "SU" y acabará en "SEL" ¿cierto? — le preguntó cruzándose de brazos, la idol trató de disimular su sorpresa

—¿Ella que tiene que ver con esto?

—Vaya, vaya. La vas a visitar y después de un par de días, todos los gastos de sus padres bajaron a cero. La verdad, es un poco sospechoso ¿no te parece?

—Creo que estas confundiendo las cosas — le dijo soltando un bufido

—¿A sí? Pues… — inclinó su cabeza llevó su pulgar bajo su barbilla — antes de irme del hospital, Susel me dijo "La luna se veía muy hermosa hoy ¿no cree doctor?". Pues me resulta extraño, porque se supone que esta noche tendríamos luna nueva ¿verdad? Entonces… ¿a qué luna se refería?

—¡Está bien, está bien! Tú sí me atrapaste — exclamó refunfuñando… y sonrojándose por la vergüenza de ser descubierta, hundió su mirada en la alfombra del suelo — sí, sí, lo admito. Fui yo quien terminó de pagar los gastos de Susel … si ya me delató no le veo sentido seguir ocultándolo… ¿contento?

—Sí, de hecho sí — le respondió tras un par de segundos de silencio, acompañado de unas pequeñas risas — ¿por qué lo confiesas como si fueras la cómplice de un robo?

—Por qué…. Se supone que debía ser un secreto — susurró haciendo un puchero y jugando con un mechón de su cabello entre sus dedos

—Si te preocupa el hecho que tu visita se haga pública, puedes estar tranquila. Sus padres prometieron guardar silencio hasta que les digas lo contrario. Supongo que lo mismo abarcaría conmigo

—Ah…bueno. Aunque lo haya hecho de manera anónima, aun me preocupaba lo que dirían, gracias por eso.

—¿Sabes? A veces cuando planeas una cosa, te sale otra completamente diferente ¿no crees? De verdad solo quería hacer que una niña conozca a su ídolo, no te pedí el favor con otro fin…Nos tomaste por sorpresa a todos. Llevaba días preparándome para el fallecimiento de Susel, ahora creo que podré irme a dormir tranquilo porque mañana voy a poder salvarle la vida. De verdad te lo agradezco mucho por lo que hiciste

—…Uhm, de nada supongo — respondió aun jugando con sus mechones, observando de reojo su tierna y brillante sonrisa — Aunque cabe aclarar que lo hice por ella, no por ti ¿Ok? Tiene una voz muy linda, sería un desperdicio si no se presentara a algún concurso. No vayas a pensar que tú tienes algo que ver en mi decisión

—Tranquila, en ningún momento pensé así. Eso lo tengo bien claro— agregó con una encogida de hombros

—¿Perdona? — le dijo alzando su ceja — ¿cómo puedes hacer eso?

—La verdad no lo sé, tal vez… logré conocerte tan bien, que a pesar del paso de los años aun me es sencillo leer tus emociones

—Bueno…tú siempre has demostrado ser muy perceptivo…— la cantante no pudo evitar sonrojarse por ese comentario ¿de verdad podía hacer eso?... Ella perdió esa habilidad hace mucho tiempo, al intentar cerrar todo lo que sentía logró disipar esa habilidad. Podía notar que el adulto que tenía al lado no estaba muy lejos del niño que solía conocer como la palma de su mano, pero aun así consideraba complicado notar lo que pensaba o sentía…y bien, si querían llegar a los mejores términos… quizás debía recuperar esa habilidad ¿cierto?

—Te dejaré descansar…eh… ¿no te molesta si entro primero a la ducha, cierto?

—Perdóname — soltó la peliazul, dejando al castaño confundido — no debí acusarte de esa manera. Sé que esto sonará muy mal, pero es la verdad. Estoy acostumbrada a lidiar con personas que buscan aprovecharse de fama y esas cosas… De verdad me enferma enterarme de eso después de acordar un plan que me emociona mucho, más de una vez me ha pasado, por eso reaccioné así…lo siento.

"Ya te lo dije, ella no se encuentra bien y solo tú puedes ayudarla" las palabras de su amigo resonaron en su cabeza por escuchar esa confesión. Si había notado que aun poseía ciertas barreras, pero no se esperó que se debía a esas cosas "¿No le habías dicho al jefe que te gustaría reparar su antigua relación? Si realmente quieres hacerlo ¿qué es lo que te impide?"

—Si quiero dejar atrás el resentimiento que siento… creo que sería mejor que deje de comportarme tan a la defensiva contigo ¿no crees? Así que… trataré de ser más honesta de ahora en adelante ¿te parece?

—Ah…sí… claro. Me parece bien — balbuceó nervioso el castaño pasando una mano por su cuello, tiñendo un poco sus mejillas de rosa — aunque sabes, creo que eso también debe abarcar a mí. Quiero decir, no fui del todo sincero con el asunto delicado de Susel. No debí ocultarte la mitad de la información. Así que, ambos deberíamos terminar de sincerarnos, sería lo mejor ¿cierto?

"Tal y como sospechaba, no hay cambios. Lo que me decías era demasiado bueno para ser verdad. Es como si no quisieran avanzar en algo" los regaños de Midori volvieron a su mente por esas palabras. Tal vez con esto podrían tener una mejor comunicación… esta vez una de verdad

—Sí… creo que sí. Será mejor que trabajemos en ello — dijo ella sonriendo — adelante, puedes usar la ducha. Cuando salgas te devolveré el sofá

—De acuerdo — le respondió devolviéndole la sonrisa

—Una cosa más — sus palabras detuvieron su caminar, haciendo que girase para verla —Me dicen las chicas, que los chicos te ruegan, que es hora que te compres un nuevo teléfono. Están super preocupados por ti y dicen que la información que les doy a las chicas no es suficiente

— Ah… está bien. Lo tendré en cuenta — "Ya decía yo que algo me faltaba por hacer…por no decir que andaba demasiado tranquilo"


Diablos...que Tsundere he puesto a Aoi en este capítulo. Sí, sé que ese es el punto, pero aun así me sorprende.

Por fin tuve tiempo para escribir todo esto y espero que haya sido de su agrado. A ver que más depara a esta pareja no pareja

Sorry por no venir muy inspirada para los saludos y despedidas. Literal es media noche, y me quiero ir a dormir.

Hasta luego. Los adoro