-¡Inspectora Azumabito!-
Mikasa Azumabito baja del vehículo policial con su rostro demostrando máxima concentración. Es una mujer de metro setenta y cinco, cabellos negros intensos hasta los hombros, ojos grises cubiertos por una gafas al aire.
Acaba de llegar a una escena de crimen que avisaban por radio, era macabra. Solicitaron su presencia en el lugar después que un par de niños que jugaban a la casa embrujada en una abandonada se encontraron con un cadáver evidentemente dañado por terceros.
-Detective, infórmeme de la situación. -Ordena Mikasa aferrándose más a su abrigo. El maldito distrito de Mitras a pesar de estar en el centro de Paradis en invierno es un maldito glacial.
-Kitz Weilman, ex capitán de Guarnición del distrito Trost. Fue hallado por unos niños. Lo encontraron y salieron corriendo por lo que igual descartamos sus huellas. Los médicos forenses dicen que fue torturado antes de asesinado.
-Muéstrame el cadáver. -Dice Mikasa ingresando a la casa abandonada. Realmente es lúgubre y lo suficientemente alejado de otras casas para poder mantener cautivo a alguien mucho tiempo. -¿Qué más puedes decir de la víctima? ¿Llevaba mucho tiempo fuera de la milicia?
-No exactamente inspectora, fue dado por desaparecido hace dos semanas por sus camaradas, pero no había rastro de él hasta ahora.
-¿Familiares involucrados? ¿Algún enemigo que pueda ser responsable? -Sigue preguntando mientras suben unas escaleras hacia el segundo piso.
-Ninguno, inspectora. Tenemos gente investigando sobre sus enemigos en la milicia. -Dice el detective cuyo nombre no se ha molestado en aprender en los dos días que lleva ahí, abriendo la puerta para ella. -Los médicos forenses siguen trabajando, así que exigen los guantes y mascarilla.
Mikasa pone los ojos en blanco. Comprende la utilidad de los guantes, pero la mascarilla no ayuda más que para tratar de tapar el olor de descomposición y eso para ella era información. Entra a la habitación sin el último implemento y se encuentra a Kitz Weilman de piernas y brazos amarrados alrededor de la silla en la que está sentado. Su rostro inclinado hacia arriba.
-Necesito que se alejen unos minutos del cadáver para analizarlo yo. -Informa Mikasa con autoridad hacia los forenses y su equipo que la miran de forma escéptica. -Soy de la policía especial, la inspectora Mikasa Azumabito. Esa es toda la información que necesito darles para que me dejen hacer mi maldito trabajo. Pero no se vayan, rocié todo el luminol que tengan alrededor del cuerpo y traigan la luz ultravioleta más grande que tengan disponible mientras veo el resto.
Mikasa arremangó su chaqueta y sacó una cómoda lupa plegable de su bolsillo antes de acercarse al cadáver con sus manos enguantadas en dos pares de látex. Ante la vista de todos, comenzó en la nuca explorando minuciosamente, cada hebra de cabello. Luego descendió hasta la frente y cejas, sin alterar su comportamiento o encontrar extraño que ambas cuencas orbitales estuviesen vacías de globo ocular. Sacó una linterna más fina para explorar al interior reparando en todo para seguir bajando por las mejillas y explorar la nariz hacia dentro aprovechando que estaba en el ángulo adecuado. Así terminó revisando con todos sus sentidos, orejas, boca, cuello, tórax anterior y posterior, abdomen, miembros superiores e inferiores para terminar en sus genitales. Sí, el responsable de todo no se había conformado con todo el daño que causó, si no que torturó a su víctima completamente desnudo.
-Bien, veo que cumplieron con lo que pedí. ¿Quieren dar algún detalle o voy yo primero? -Dice Mikasa guardando sus dos implementos para sacar su teléfono y utilizar la grabadora de voz. No espera ningún tipo de respuesta ante la incredulidad de todos los hombres presentes. -Bien, comenzaré yo.
Este militar fue torturado de diferentes maneras según la zona y según el orden. Comenzaron desde abajo: abrieron con un bisturí común por el lado del astrágalo para cortar todo tipo de tendón, nervio y músculo que conectara con las piernas. Retiraron gastrosnemios y patelas con cinceles, pero sabiamente dejaron la ciática intacta. Genitales sin un daño tan evidente, pero debe haberlo cubierto con algún tipo de plástico para aplicarle electricidad en sus testículos. De abdomen no tocaron ninguna zona dirigida al aparato digestivo, pero sí en los hipocondrios derechos e izquierdo. En tórax anterior le fracturaron las costillas lo suficiente para causarle dolor pero no para causar un neumotórax, por posterior lo mismo y no dudó de destrozar vertebras lumbares y cortes en el resto de las verticales hacia superior. En miembros superiores pasó lo mismo que en inferiores y su cuello también fue atacado con electricidad. La boca no fue utilizada más que para usar algún paño o trapo para amortiguar los gritos. Retiró la mayoría de las vibrillas y aplicó calor y electricidad en orejas y nariz. Con los ojos se ensañó al final, debe haber dejado que se desangrara lentamente de uno antes de intentar con el otro.
Bueno, estamos buscando a algún posible hombre, odontólogo, entre los treinta y cincuenta años, diestro con…-Después de mucho rato Mikasa toma un momento para respirar mientras ilumina con las luces ultravioleta. -Con una habilidad para la limpieza de escenas envidiable. Miren, casi no hay rastros de sangre.
-¿De qué demonios está hablando?- Pregunta uno de los tres forenses por fin. Se dirige al detective. -Gustav, ¿quién te dijo que debías traer a esta policía que se cree médico?
-Uy, al hombrecito se le encogieron las bolas con ver a una mujer no médica hacer su trabajo. ¿La facultad de medicina no es necesario para lo obvio, sabes? -Dice Mikasa antes que el detective.
-No parece tan obvio para mí tampoco inspectora, ¿podría explicar más lento como identificó a un posible sospechoso?
-Por Ymir, que son lentos. Por eso se les escapan los criminales y terminan dejándome el trabajo sucio a mí. -Dice Mikasa negando con la cabeza. Pero toma aire una vez más para explicar. -No necesito más que las pruebas sanguíneas, químicas y biopsias para confirmar algo que ya sé. Este hombre fue torturado con herramientas finas y manejables por alguien cono conocimientos de anatomía, pero no tan intensos como para seccionar bien las piernas. Conclusión, se enfoca en zonas más superiores como la boca. Todos los demás especialistas, hasta un otorrinolaringólogo abarcan más zonas que la superior. Es hombre porque tienen una especial empatía por los genitales del otro como si fuesen los propios. No aplicó más que electricidad, porque se ven las quemaduras que producen en la piel, al igual de cada lado donde quemó. Los cortes del abdomen en los hipocondrios me hacen pensar en tener un acceso más directo a zonas como el hígado o más importante, el estómago. Ahora piensen: esto es tortura, a medida que se obtengan respuestas empeora el método, por lo que ya sueltas información sólo para acelerar tu muerte. Pero el asesino no lo hizo así. Torturó lo máximo posible, mientras perdía el mínimo de sangre y lo mantuvo aquí mientras interrogaba y limpiaba las grandes señales. Después lo dejó solo para que muriera de inanición, con las extremidades desligadas de su tronco, dejando en cero sus posibilidades de escapar. Espera.
Mikasa vuelve a sacar su linterna y abre más la boca del muerto para explorar la garganta. -Le cortó las cuerdas vocales. Algo sencillo de hacer si sabes dónde cortar. Por eso le quitó el paño de la boca, ya no podría gritar aunque quisiera.
-¿Y el ojo inspectora? -Pregunta Gustav tan asqueado como interesado en el proceso razonamiento de su superior.
-Puede ser un juego, pero con este nivel de minuciosidad me extrañaría. Me parece más un mensaje, por el tiempo que tienen los gusanos…
-¿Los gusanos? -Interrumpió el forense que siempre odiando.
-En serio, ¿a que vinieron si no hacen su trabajo? -Pregunta Mikasa encendiendo de nuevo su linterna para apuntar la cuenca ocular. -Hay gusanos en el ojo izquierdo sobreviviendo a base del resto de viseras que quedan, también hay una en la nariz, pero esa debe haber pasado de la cuenca derecha a través del esfenoides. Por el tiempo, lleva por lo menos cinco días por la cantidad y grosor que tienen. Así causas la muerte estando a kilómetros de distancia creando tu coartada. ¿Me explico?
-Sí inspectora Azumabito, ¿qué procede? -Pregunta Gustav tomando su propio teléfono celular para comenzar a mover las masas.
-De la inutilería de los forenses los exámenes que solicité más la biopsia, digo, es su trabajo. Cuando confirmen todo lo que les dije acá y se muerdan la lengua para no pensar en el "Te lo dije", necesito que analicen la comida de los gusanos, pueden darnos información y el equipo de etmología estará encantado de hacerlos jugos.
-Gustav, también necesito que busquen la ropa y todo lo que puedan haber ocupado acá. Por mucho tiempo que tenga no puede andar con tanto implemento sin ser sospechoso, por lo que además busca declaraciones de la gente que vive alrededor de esta casa. Se que puede sonar algo imposible, ya que se está al menos veinte metros, pero el humano es chismoso por naturaleza y algo deben saber. Mantengan alerta por la teoría de venganza por algún proceso militar. Yo me voy.
-¿Se va, inspectora?-Se impresiona Gustav al ver como la azabache deja los guantes en un basurero y comienza la retirada.
-Por supuesto, no puedo hacer nada más. Ya que les toca todo el trabajo a ustedes. Yo voy a dormir, con mi esposo, calentita. Si osan molestarme antes de las seis de la mañana son hombres muertos. -Responde Mikasa saliendo hacia el que la llevaría de vuelta. Dejando al detective y forenses con una enorme boca abierta y en ridículo de sus capacidades.
-¿Y esa belleza está casada?-Preguntó uno de los forenses que se había quedado anonadado.
Pasa el umbral de la puerta y deja su abrigo colgado. Se lava las manos en el pequeño baño que está cerca de la entrada y se va quitando la ropa camino a su habitación. Ahí lo está esperando su querido esposo, que en vez de ver televisión prefiere leer un buen libro. Su también cabello negro esta todavía algo húmedo después de la ducha y sus ojos azules tan intensos como el océano la miraban de forma analítica y deseosa. Porque aún con frío la azabache de ojos grises se despoja hasta de su ropa interior antes de entrar bajo las sábanas y apoyarse en el pecho de su marido.
-¿Me demoré mucho?-Pregunta Mikasa entrecruzando las piernas con el hombre.
-Pues tuve que darme una ducha fría por lo rápido que tuviste que marcharte. -Se explicó el azabache dejando su libro en la mesa de noche y comenzando a quitarse el polerón celeste que cubría su torso.
-Eso no hubiese pasado, si un psicópata que me conozco no hubiese dejado a su fétida víctima más tiempo del necesario para identificar. -Dijo Mikasa ayudándolo con el pantalón de pijama. -Digo, Levi, ¿cuál es la gracia de los cortes del abdomen? No es como si hubiese sobrevivido más sin eso.
-Me dio el tiempo necesario para dejar todo como lo encontraste, no pueden llegar a mí. -Responde el mentado Levi dejando su ropa interior también olvidada fuera de la cama. -Todo marcha según el plan. ¿Te gustó la escena del crimen?
-Dejaste muy bien la escena. Y para tu suerte, son unos buenos para nada. Ni los gusanos encontraron. Sólo tuve que tomarme mi tiempo en revisar todo. Sí que lo hiciste contarte todo. Me gustó el desafío. ¿Ahora sí me dirás todo?- Pregunta Mikasa sentándose a horcadas de Levi- O sea, fui interrumpida en medio de nuestra genial sesión de sexo, tuve que averiguar todo lo que le ocurrió al imbécil de Weilman solita porque los demás son unos inútiles y- Sofocó un gemido de satisfacción al sentirse penetrada por su esposo. -Oh, eso está genial, mi hombre.
-¿Ah sí?- Dice Levi invirtiendo las posiciones para atender como se merece a su trabajadora mujer a la vez que comenzaba con las embestidas-Tengo la información necesaria para llegar a los cabecillas que andan tras el Clan Ackerman. -Nuevamente embiste. -Weilman fue un estúpido fácil de controlar. – Mikasa gime más fuerte ante la dirección de la nueva embestida. - Y con los días extras que tuve pude confirmar la información y crear los siguientes pasos.
Mikasa batalla entre disfrutar el momento u obtener la información: lo que le pida, Levi se lo dará. Lo besa intensamente, devorándose con sus lenguas mientras sus labios se succionan con pasión y perversión. Y lo insta a seguir un poco más en aquél juego tan placentero. Pero, ¡AH! Quiere saber.
-Asesinaré a todos los mercenarios de Ackerman y sus líderes, en menos de 9 meses. Así cuando nuestro hijo nazca. -Explica Levi besando el vientre que custodia el máximo tesoro de ambos. -Cuando nazca podrá ser libre sin preocuparse de cambiar de apellido ni de cuidad.
-¿9 meses bastarán para ti?-
-Llevo años haciéndolo, no me hará mal acelerar el paso para asegurar el futuro de mi familia. ¿O quieres que nuestro hijo viva con mis tendencias psicópatas y las tuyas sociópatas?
- ¡Oye! ¡Somos felices así! -Se quejó en broma Mikasa.
- Ahora nos sirven porque arrancamos del peligro y lo enfrentamos, pero después, tendremos a alguien más importante que nosotros, Mikasa.
-Está bien, lo hablaremos después. -Dijo Mikasa levantándose para atraer a Levi hacia sí misma. -Ahora concéntrate en generarme muchos orgasmos, esposo mío.
-Sí, señora. -Sonríe Levi como el sádico que es y retoma las caricias y movimientos para cumplir con la orden de su extremadamente inteligente esposa.
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¡Hola de nuevo lectores! Me complace informarles que anoche me sentí inspirada y escribí esto para la temática "Dark" de día viernes en nuestro querido grupo de Facebook "Forever Ackerman" al cual pueden ingresar si quieren en mi perfil.
Era un one shot hasta que lo terminé y me gusté a mi misma y decidí continuarlo. No sé nada de nada, así que les dejo a ustedes que teoricen de la historia hasta cuándo actualizaré.
Dejen sus votos y comentarios para alimentarme y estimularme.