DESCARGOS: Harry Potter, personajes y su mundo © de J.K. Rowling y varias otras compañías. Alanna the Lioness © de Tamora Pierce. Fanfiction sin fines de lucro, ni pretensiones de infringir derechos de reproducción, realizado sólo con fines de entretención. La trama y personajes originales pertenecen al autor del fanfic.
.
"LA SIMULACIÓN SANGRE PURA"
AUTOR: murkybluematter
Titulo Original: The Pureblood Pretense
Traducido por BlazeVein
Resumen: La mestiza Harriett Potter sueña con ir a Hogwarts a estudiar bajo el mayor Maestro de Pociones de Inglaterra, pero en este AU donde la escuela solamente acepta sangre puras, la única manera de lograr su objetivo es cambiando de lugar con su primo sangre pura. ¿El único problema? Su primo es un chico.
N. de Autor: Esta historia es Alanna the Lioness versión Harry Potter. No es necesario haber leído esa serie, sólo saber que es la premisa de una niña que sueña con ir aprender a ser un caballero, e intercambia de lugar con su hermano gemelo para hacerlo (quien quiere hacer otra cosa). En cuanto a lo concerniente a Harry Potter, este es un AU. Está situado en un mundo donde no hay profecía, Voldemort se convirtió en un político en vez de un terrorista, y... ah, sí, Harry ahora es Harriett. Eso junto con otros elementos de la trama general pueden parecer cliché, pero he hecho lo mejor para convertirla en una historia tanto entretenida como conmovedora, realista y fantástica por turnos. Disfrútenla.
~~oOo~~
Capitulo 1
.
―¿Acaso una de las bromas de tu padre convirtió tus sesos en potaje? ―Arcturus Rigel Black plantó una mano sobre la boca de su prima mientras inspeccionaba el corredor olor a moho con ansiedad―. No puedes decir cosas así al descubierto, Harry. ¿No sabes lo que tu mamá nos haría si escuchara?
Harriett Potter permitió que la jalaran por el pasillo, y por las escaleras estrechas hasta el dormitorio de Archie, ya bastante acostumbrada al dramatismo de su primo. Su madre esta fuera de oído en el salón con sus padres y sus tíos, no era como si las cabezas decapitadas de los antiguos elfos domésticos fueran a delatarlos, pero cuando Archie quería drama, drama era creado. Ella aguardó con paciencia mientras Archie arrastraba una cómoda para colocar de barricada frente a la puerta y se conformó con una muy leve rodada de ojos cuando él introdujo su pañuelo en el hoyo de la cerradura para rematarla.
―¿Ahora?
―De acuerdo, ahora ―se dejó caer sobre la cama como si los últimos cinco minutos le hubieran agotado más allá de toda medida y la miró a través de su flequillo desordenado―. Porfavorporfavor*porfavor* dime que no estabas bromeando.
Ella miró su expresión patética de esperanza con una pequeña sonrisa―. No lo estaba. Convencí a mamá y papá que quiero asistir al Instituto Americano de Magia ―y no es que hubiera sido cosa difícil de vender; no existían tantas escuelas extranjeras de magia, y aquellas que aceptaban mestizos y nacidos de muggle sin problemas se encontraban situadas casi exclusivamente en el liberal Estados Unidos de América. El hecho de que ella estuviera demostrando cualquier medida de entusiasmo por una escuela que no fuera Hogwarts en este punto era un gran alivio para sus padres.
―No puedo creerlo ―Archie se dejó caer de espaldas sobre la colcha y parpadeó al cieloraso como búho encandilado por el sol―. Esto está pasando. En realidad voy a ser un Sanador. Harry, yo... ―él aspiró aire para estabilizarse―. No sé como voy a darte las gracias.
Harry se estiró para dar unas palmaditas gentilmente en la mano a su primo―. Tú me estas ayudando en igual medida, ¿recuerdas? Sin ti para que tomes mi lugar en IAM, no podría tomar el tuyo en Hogwarts.
―Correcto, supongo que no. ―Archie se rió un poco sin aliento y una sonrisa torcida iluminó su rostro redondo con travesura―. ¿Qué sigue ahora?
Harriett extrajo un pedazo de pergamino bastante arrugado de su bolsillo. Sacó pluma y tinta de la mesilla de noche de Archie y tachó de su lista "mentir descaradamente a los padres". Archie había escrito la lista , lo cual explicaba el porque "saltar de alegría" era el único ítem además de "convertirse en una niña" que no estaba tachado―. Bueno ―dijo ella―, no podemos intercambiar baúles hasta la noche antes de marcharnos, de modo que aparte de la poción multijugos, eso es todo.
―De acuerdo ―dijo Archie lentamente―. De modo que cuando yo llegue al IAM le diré a la directora que quien fuera que transcribió los documentos pasados por Flú se equivocó, y mi nombre es 'Harry' y no 'Harriett'. Ellos no conocen lo bastante bien el Libro de Oro en América para pensar nada extraño de ello.
―Correcto.
―Lo que no comprendo es como *tú*... ―aquí Archie miró en la dirección general de su cara con escepticismo―... vas a convertirte en *mí*.
―Como si fueras tan singular ―Harry dijo con sequedad―. Todos conocen acerca del heredero Black, pero en realidad no tienes amigos...
―¡Ey!
―...aparte de mí, y yo heredé suficientes rasgos sangre pura de mi papá para pasar incluso el escrutinio de Lord Malfoy ―terminó ella, levantando la nariz para enfatizar la mencionada "buena" herencia.
Archie estrechó los ojos juzgándola en broma―. Hmm, sí, éste tiene la nariz sangre pura y los pómulos. Los ojos son un poco vulgares, si tan solo fueran de un señorial gris en vez esa tonalidad verde común, pero la barbilla perfectamente puntiaguda lo compensa con creces. ¡Pero el cabello! Oh, querido Merlín, nunca un sangre pura vio algo así.
Harry arrojó una almohada en forma perezosa contra su expresión snob―. Nuestro cabello tiene el mismo color: negro como el nombre de tu familia.
―El problema no es el color ―se rió entre dientes―. Es la textura. La pelambrera Potter es bastante distintiva.
―No esta tan mal ―dijo Harry, frunciendo el ceño a la defensiva mientras su primo le daba una expresión de evidente incredulidad.
Archie meneó la cabeza con arrepentimiento―. Lo lamento , primita, pero todos en Inglaterra que hayan visto ese pelo lo asociarán inmediatamente con tu padre. Su fotografía esta en el periódico con frecuencia. El cabello debe desaparecer si quieres pasar por mí.
―Pero tú tienes el cabello largo ―ella frunció el ceño, pasando sus dedos por un rizo que le llegaba al hombro―. Se vería extraño que de repente fuera corto.
―Lo convertiremos en un gran gesto. Mañana tu y yo nos cortaremos el cabello en honor al fin de nuestra infancia. Con suerte, eso hará que parezcas un niño afeminado y yo una niña avaronada ―dijo Archie. Ella notó que no se escuchaba entusiasmado al respecto.
Harry hizo una mueca tan sólo imaginando la expresión en el rostro de su madre cuando ellos regresaran de la peluquería. Pero no había nada que hacer. Ellos tenían que verse lo más parecidos posible para que este plan de ellos pudiera llegar a durar más allá del primer semestre. Una vez que el ardid se pusiera en marcha, unas cuantas pulgadas de cabello iban a parecer nada comparados con algunas de las cosas que ellos tendrían que hacer.
...
{HPHPHP}
...
El día siguiente, Archie y ella fueron a una de las barberías en Callejón Diagon y dijeron adiós a su cabello largo, y en el caso de Harry, a su cabello indómito. Antes de darse cuenta, el nido de cuervos que su padre siempre alborotaba cuando ella estaba cerca había desaparecido. En su lugar había rizos cortados casi al ras que se curvaban gentilmente alrededor de su frente y orejas.
―Me veo muy delicada con mi rostro todo expuesto ―Harry frunció el ceño mientras se miraba de cerca en el espejo―. Ellos sabrán que soy una niña.
―No lo sabrán ―le aseguró Archie, admirando su propio estilo corto de peinado. Ella tenía que admitirlo, puestos uno al lado del otro tenían un parecido remarcado entre ambos. No suficiente para que sus padres los confundieran, pero lo suficiente para poner en duda a un extraño quizás―. Los niños sangre pura generalmente tienen rasgos delicados de todos modos. Tú solamente te sientes expuesta porque estas acostumbrada a esa melena de león que agobia tu rostro.
―No puedo ver nada sin mis lentes ―dijo ella, rodando ojos desenfocados.
Archie sonrió―. Eso va a ser un problema. Necesitamos conseguirte lentes de contacto, estoy pensando en un color acero o argén ―se miró en el espejo pensativamente―. ¿Qué es lo que piensas, te parezco argén?
―Pareces idiota para mi ―le informó Harry.
―Bueno, mejor empiezas a practicar tus expresiones de idiota de la aldea ―se rió Archie―, viendo que tú vas a ser *yo* en unos pocos días.
―Tal vez te mejore ―dijo Harry, sonriendo―. Para cuando seas tú de nuevo yo habré puesto la barra tan alta que la gente dirá: «¿Qué le sucedió a Archie Black? Él era tan razonable en la escuela y ahora parece un bufón».
―Ten cuidado, prima, o puede que yo haga algo novedoso a *tu* reputación también ―amenazó Archie con un sonrisa.
―No me das miedo ―Harry se encogió de hombros―. Tan sólo asumiré en forma permanente tu identidad.
Archie hizo una mueca―. ¿Podemos hacer el mayor esfuerzo para que eso no pase? Sin ofender al sexo femenino, pero yo no quiero ser una chica para siempre.
―Tu en realidad no vas a convertirte en una niña ―le recordó a él―. Yo soy quien va a mentir acerca de su género por siete años.
Ambos cayeron en un pensativo silencio, el alcance total de sus intenciones comenzaba a deslizarse más allá de sus defensas mentales―. Valdrá la pena ―dijo Archie por fin, justo antes de que la peluquera regresara con la cuenta.
―Lo valdrá ―estuvo de acuerdo. Tendría que serlo.
...
{ABABAB}
...
Su última noche en casa llegó con rapidez, y Archie empacó todo que pensó que podría necesitar para una escuela a la que no debería asistir. Tenía sentimientos encontrados acerca del ardid, a pesar de sus ganas de seguir adelante con ello. El prospecto de mentirle a su papá por los próximos siete años le ponía infeliz. Ahora que su mamá ya no estaba, era todo lo que le quedaba a su papá, y si este engaño era descubierto podría causar una ruptura en su relación, pero por el otro lado . . . No era como si ellos estuvieran *lastimando* a alguien. Harry conseguiría su sueño de estudiar bajo la tutela del Maestro Snape, y el IAM tenía el mejor programa de certificación de Sanadores de todas las escuelas occidentales; para cuando él se graduara sería un Medimago calificado, muchos años adelante al equivalente de un estudiante de los estándares de Hogwarts. Bueno, eso sería si ellos dos conseguían salirse con la suya con esto, eso sí.
Cuando él terminó de empacar esencialmente lo que sería el baúl de Harry, su papá y él fueron hasta la casa de los Potter en Godric's Hollow para cenar. Tío Remus ya estaba allí colocando la mesa. Por supuesto que Remus no era realmente su tío; ni lo era James, ya que estamos, pero ellos se consideraban unos con otros una sola familia, así que las relaciones sanguíneas en realidad no importaban.
―¿Estás emocionado por ir a la escuela, Archie? ―preguntó James una vez que todos se sentaron a la mesa. Lily le dio un codazo como reproche, dando una mirada de preocupación velada a Harry, pero James sonrió para tranquilizar a su esposa y continuó hablando sobre el tema―. Vas a adorar Hogwarts, no hay sitio igual en ninguna parte. Las cosas que yo, y tu tío y tu padre hicimos cuando estuvimos allí . . . Como el representante de la segunda generación de los Merodeadores, tu tienes que cargar con el legado familiar...
―... de hacer bromas hasta por los codos a los desprevenidos profesores de Defensa Contra las Artes Oscuras ―interrumpió Sirius, soltando una carcajada y dando manotazos en la espalda a Remus, quien estaba sentado junto a él, mientras recordaba. Remus meneó la cabeza en forma exasperada a su mejor amigo, pero no dijo nada para contradecirlo. Archie conocía la opinión de Remus de que Sirius reía escasamente. Lady Black, la madre de Archie, había muerto hacia unos cuantos años atrás de una rara enfermedad debilitante, y su papá ya no había vuelto a ser el mismo de antes. Así como tampoco él.
―¿Por qué solamente a los profesores de Defensa? ―preguntó Archie, siguiéndole el juego―. ¿Eso es parte de la tradición?
―Ah, no en realidad. Es sólo que ellos normalmente son los mejores blancos ―James se sobó el cuello pensando―. Verás, ese trabajo ha estado maldito desde que alguien puede recordar, así que nunca tienes el mismo profesor dos años consecutivos.
―Y los profesores novatos son los blancos más fáciles ―Sirius le guiñó el ojo a su hijo―. Aunque si tu quieres hacerle una o dos bromas a Grasoso, tu viejo se sentiría agradecido.
―No lo llames así, Sirius ―Lily dijo automáticamente, su tono revelando la frecuencia con que hacia ese pedido―. Él es un buen hombre.
―Sin mencionar un genio ―añadió Harry calladamente a su pescado. Nadie tomó nota de su comentario, lo cual también era algo bastante común.
Harry había estado en un estado de adoración casi ídolo con el antiguo rival de la escuela de sus padres desde que ella leyó un artículo en Pociones Trimestral sobre su trabajo con la poción Matalobos. Su prima parecía aburrida y poco interesante, si no francamente fría, para la mayoría de la gente, pero albergaba una profunda fascinación por las pociones. Desde que él tenía memoria, ella pasaba la mayor parte de su tiempo libre mezclando brebajes inverosímiles en el sótano de la casa de sus padres. Archie sabía que su prima no quería nada más en el mundo que preparar pociones el resto de su vida, de preferencia sola, pero en su mente la mediocridad en el arte no era suficiente. La única manera de convertirse en la mejor Maestra de Pociones del país era estudiando con el mejor Maestro de Pociones del país, y *él*, si tu creías en el discernimiento de Harry sobre el tema, se encontraba en Hogwarts.
Archie podía identificarse con su obsesión con el tema, él se sentía de igual modo acerca de la Sanación.
―Once años después y tú todavía sigues defendiendo al hombre ―James suspiró.
―Once años después y tú todavía te aferras a una rivalidad infantil ―retrucó Lily, mirando a Remus para que la apoyara―. Remus piensa que es ridículo, ¿no es así?
―Ella tiene razón ―dijo el hombre lobo en forma moderada―. No hay necesidad de perpetuar esto, ¿o si? Estoy seguro de que ahora se lava el cabello.
Sirius y James estallaron en nuevas carcajadas, y Lily le dio a Remus una mirada exasperada de gracias-por-nada. Levantó las manos en señal de rendición y alegremente cambió de tema―. Entonces, Harry, ¿estás deseando llegar a América?
―No puedo esperar ―la niña de ahora cabello corto dijo, dando una mirada a Archie antes de continuar―. Será interesante viajar al extranjero. Yo estoy, ah, en realidad pensando en intentar el programa de Sanador.
―¿En serio? ―Remus masticó pensativamente mientras sus padres intercambiaban miradas confusas―. Esa es un área difícil de especialidad. Yo pensé que tú estabas planeando seguir una carrera en pociones.
―Bueno, hoy en día la Sanación avanzada es realizada con pociones ―dijo Harry jugueteando casualmente con sus vegetales―. Si yo quiero ayudar a hacer pociones para ayudar a la gente, no solamente a prepararlas por dinero, entonces podré ver el problema desde el otro lado también.
Archie no creyó que ella estuviera mintiendo, ella casi nunca lo hacia directamente. Había mencionado querer un día ser capaz de ayudar a la gente con las pociones que inventara, y los Medimagos se basaban fuertemente en pociones para las curaciones más complicadas, pero sabía que si no fuera por él, ella no consideraría siquiera una especialidad en Sanación. Eso era completamente cosa de Archie. Después de ver sufrir a su madre por meses bajo la influencia de una enfermedad para la que no había un tratamiento viable, se obsesionó con la idea de un día salvar vidas.
Cuando por primera vez decidió que quería ser un Sanador, le preguntó a su padre si podía acompañar a Harry a una escuela en América en vez de ocupar el lugar reservado para él en Hogwarts. Sirius no quiso escuchar nada al respecto. Archie pensaba que la inusual falta de racionalidad de su padre con el tema era una combinación de su miedo a perder a su hijo también si se iba muy lejos, junto con un deseo de que Archie pasara por las mismas experiencias maravillosas que tuvo Sirius en la escuela. Hogwarts era donde Sirius había conocido a sus mejores amigos, James y Remus, y donde había conocido y se había enamorado de Diana, la madre de Archie. Las discusiones sobre el tema de la escuela de Archie se había vuelto un tema tan amargo que cuando Harry había sugerido la primera vez en forma ociosa que ellos deberían cambiar de lugares para resolver sus respectivas frustraciones, Archie lo había pensado con seriedad. Él no quería decepcionar a su papá , pero Sirius vivía su vida en el pasado, y Archie no podía cambiar eso. Sabía que nunca podría revivir a su madre. Pero sin embargo, podría ser capaz algún día de ser la diferencia que salvara al ser querido de alguien, y para hacer ese sueño realidad le mentiría al mundo entero si tenía que hacerlo.
Después de la cena, los dos primos fueron al cuarto de Harry para una despedida privada. No se verían uno al otro hasta el receso de invierno, y nunca habían estado separados antes por tanto tiempo. La larga separación no estaba sin embargo en ese momento en sus mentes.
―¿Hiciste que tu papá encogiera el tuyo también? ―preguntó Harry, extrayendo un baúl miniaturizado de una repisa.
Archie saco un baúl miniatura de su bolsillo y lo intercambió por el Harry, que gracias a Merlín no era demasiado femenino. No serian desencogidos hasta que ellos llegaran a sus escuelas respectivas la noche siguiente―. ¿Te apoderaste de las pociones en el equipo de Auror del tío James? ―esta era la parte del plan del cual se sentía menos seguro. A diferencia del resto, robar era algo obviamente malo. Suponía que sería mejor que se acostumbrara a vivir en un estado de moral ambigua.
―Aquí ―Harry sacó dos matraces de debajo de la cama y dividió dosis del líquido café lodoso en viales, uno para cada uno―. Debes mantener el envase escondido. Yo lo reemplacé por un brebaje neutral que huele y sabe igual de mal, pero que no hace nada. Con suerte él asumirá que se trataba de un lote defectuoso.
Archie asintió su comprensión y ambos se quitaron un cabello sin más. Cambiando de viales, ambos bebieron la dosis de la esencia del otro. La transformación fue más dolorosa de que anticipara, pero pronto pasó y sintió como si estuviera mirando en un espejo.
―Raro ―Archie entrecerró sus nuevos ojos verdes―. Tienes una vista pésima, Harry. Dame tus lentes.
―Eso explica porque el mundo es tan borroso ―Harriett se sacó los espejuelos y parpadeó ante el mundo ante ella, aparentemente disfrutando su visión ahora casi perfecta.
Archie se colocó los lentes con un suspiro. sería solamente por corto tiempo. Ellos tenían suficiente poción multijugos robada para que les durara hasta que estuvieran lejos de sus padres la mañana siguiente, y después de eso Harry tenía los lentes de contacto que él le había conseguido para corregir su vista y cambiar color de ojos a uno color gris ordinario, mientras que él usaría lentes de contactos de color verde por un asunto de minuciosidad. No esperaba encontrarse con alguien que hubiera escuchado acerca de los Potter en el IAM. Harry era la que tendría la labor más difícil sacando adelante el engaño.
―Empaqué libros de pociones extra en mi baúl para ti, así que estúdialos en caso de que mamá mencione algo que yo debería saber en una carta ―dijo Harry―. No te olvides de aprender el encantamiento de escritura a mano alzada como prioridad para que puedas contestar la correspondencia de mis padres, y yo haré lo mismo con las cartas que envíe tu padre. Mantén una copia extra de lo que tu escribas y las intercambiaremos por lechuza al final del año escolar para que contemos las mismas historias durante el verano.
―De acuerdo, lo recordaré ―dijo Archie. En serio, Harry actuaba como si sintiera que debía tomar el lugar de su madre a veces. No es que a él le molestara. Demasiado. Podía ver a través de ella en cualquier caso. Harry estaba más nerviosa de lo que parecía si empezaba a farfullar instrucciones que ellos ya habían acordado.
―Eso es todo entonces. Esto es... el adiós ―Harry se vio un poco perdida por un momento, pero se recompuso con rapidez para decirle con firmeza―: Buena suerte.
―Sí ―Archie también se sentía un poco perdido ante la magnitud de lo que estaban a punto de emprender.
―¿Arch?
―¿Ah?
Harry aspiró hondo―. Aun si esto estalla en nuestras caras y ellos me expulsan después de la primera clase, voy a decir esto ahora: No me arrepiento de nada.
Archie quedó desconcertado por su franqueza, no obstante cuadró sus hombros de onceañero―. Tampoco yo. Gracias. Esta fue tu idea y sin ella me hubiera tomado muchos años poder alcanzar mi meta. También va a ser mucho más peligroso para ti, y, bueno, estoy agradecido por todo, sin importar lo que ocurra.
―Digo lo mismo. Gracias por prestarme tu nombre, Arch ―dijo Harry tratando de aligerar la atmósfera con un intento débil de frivolidad―. Intentaré no ennegrecerlo demasiado los próximos siete años.
―No me das miedo ―dijo Archie, sonriendo.
...
{HPHPHP}
...
Harry se metió en el baño de hombres en el Expreso a Hogwarts y esperó en un compartimento a que pasara el efecto de la poción multijugos. Cada momento pareció una eternidad, pero ella sabia que se trataba tan solo de sus nervios. Cuando fue ella misma de nuevo, se colocó el uniforme escolar de Archie y fue al lavatorio para colocarse los lentes nuevos. Mirándose en el espejo vio a un niño de once años de aspecto serio con un halo de rizos color onix y ojos color gris mate. Sus pestañas quizás fueran un poco demasiado largas para ser masculinas, pero los labios eran lo suficientemente delgados y la frágil estructura osea podría pertenecer a cualquier número de linajes sangre pura. Había escuchado que los Malfoy en especial eran conocidos por sus rostros puntiagudos. Su voz era también demasiado aguda en principio, pero con un poco de práctica había bajado un poco a una octava más natural en un niño de esa edad.
Satisfecha, abandonó el baño y comenzó a caminar la longitud del tren buscando un compartimento vacío. Mirando a su alrededor, comenzó a caer en cuenta que en realidad lo había hecho. Había llegado hasta el tren sin ser descubierta, y todos a quienes ella conociera a partir de ahora serian completos desconocidos, así que cualquier cosa en que se equivocara sería simplemente atribuida al carácter desconocido de Arcturus Black. Arcturus Rigel Black. Ella arrugó la nariz. Se sentía demasiado raro el tomar el nombre de Archie. Un nombre que ni siquiera a él le gustaba. ¿Debería referirse a sí misma en su cabeza como Archie para aminorar el chance de confundirse y arruinarlo? Pero entonces ¿cómo debería referirse a Archie? Después de pensarlo, decidió que mientras estuviera ocupando la persona de Archie debería ser decisiva al respecto. Mientras estuviera interpretando el papel de Archie ella ocuparía su nombre del medio. Desde ahora yo seré Rigel Black, el mejor estudiante de pociones que Hogwarts haya visto.
Rigel, ¿y no era extraño cambiarse de nombre en sus propios pensamientos por conveniencia? Estaba casi al final del tren cuando vio lo que parecía un compartimiento prometedor. Adentro estaba un solo niño sentado calladamente, leyendo lo que reconoció como el libro de Herbología de primer año. Ella abrió la puerta y asintió levemente en saludo cuando el niño alzó la mirada. Él tenía una mirada abierta en un rostro sonrosado, con pelo castaño lacio que caía sobre su frente y ojos color castaño desprovistos de malicia. Había algo familiar en ellos, pero no pensó mucho en ello.
―¿Estás guardando los asientos para alguien? ―preguntó ella.
―Uh, no ―el niño pareció sorprendido de que ella pensara eso―. Puedes sentarte si gustas.
―Gracias ―ella cerró la puerta y tomó asiento frente a él―. Soy Rigel ―dijo ella, intentando el nombre por primera vez.
―Neville ―él sonrió en forma tentativa, y pareció querer decir algo más, pero se detuvo. Él probablemente estaba acostumbrado a dar su apellido al presentarse, imaginó ella. La mayoría de los sangre pura daban su apellido por cortesía, de acuerdo a Archie. Sin embargo, ella no quería sacar a colación su apellido en este momento. Cabía pensar que se tratara de un chico de crianza luminosa que automáticamente odiaría a cualquiera de nombre Black, o bien sus padres de sangre pura oscura le habrían dicho que los únicos Blacks que quedaban era unos traidores a la sangre.
―Encantado de conocerte. ¿Ese es "1000 Hierbas Mágicas y Hongos"? ―Rigel señaló con la cabeza el libro en el regazo de Neville.
Él miró hacia abajo como para chequear, pero se detuvo antes de hacerlo y se ruborizó―. Sí. Uh, ¿has leído mucho de este?
―Lo hice ―dijo ella, pero retrocedió mentalmente cuando el niño pareció alarmado―. No creo que debas leer nada de él antes. Solamente estaba interesado porque la Herbología tiene mucho que ver con Pociones.
―Oh ―Neville pareció mucho más aliviado―. ¿Así que te gustan las pociones? Yo leí la introducción de ese texto, pero me pareció muy complicado. Y la primera poción que aparece usa partes de sapo. Yo tengo un sapo. Su nombre es Trevor ―explicó el niño―. No sé si me gusta la idea de disectar animales por sus partes.
―Lo más probable es que no debas recolectarlas. El profesor tendrá los ingredientes listos ―dijo Rigel.
―¿Lo crees? Quizás entonces no será tan malo ―Neville balanceó los pues un poco nervioso y después dejo salir―: ¿En qué Casa piensas que serás sorteado?
―Espero que en Slytherin ―dijo ella con honestidad.
―Tu... ¿Slytherin? ―chilló Neville.
―Por esa reacción, adivino que en tu familia son Gryffindor. También en la mía ―admitió Rigel.
―¿Y *esperas* quedar en Slytherin? ―se vio medio dudoso, medio confundido.
―El Maestro de Pociones de Hogwarts es el Jefe de Casa de Slytherin ―explicó ella―. He escuchado que favorece a los de su propia Casa, así que la mejor oportunidad que tengo de conseguir tutorias extras de él , es perteneciendo a Slytherin.
―¿Irás en contra de tu linaje por una ayuda extra en pociones? ―Neville se mordió el labio―. ¿Se puede hacer eso? Me refiero a escoger tu Casa en contra de la tradición.
―Quizás no, pero pienso que puedo dar con los requerimientos si tengo la oportunidad. Tan sólo hay que ser astuto y ambicioso, ¿cierto? ―lo último lo dijo con ironía, pero dudó que Neville se diera cuenta.
―Bueno, buena suerte ―dijo él con amabilidad.
―Gracias ―dijo ella―. Espero que te guste la Casa en que quedes también.
Ellos pasaron el resto del viaje en un cómodo silencio. La única interrupción fue cuando Neville le preguntó calladamente si podía salir para poder colocarse el uniforme. A Rigel no le importó pararse afuera a esperar si eso hacia que el niño tímido se sintiera más cómodo, aunque por su parte se encontraba insensibilizada a la forma masculina gracias a crecer con la completa falta de modestia de Archie.
Mientras estaba parada afuera del compartimento, un muchacho alto con rasgos marcados y una expresión hosca se acercó por el lado final izquierdo del tren. Debido a la estrechez del corredor, ella bloqueaba parcialmente su camino. En vez de caminar a su alrededor, sin embargo, él continuó sin detenerse y la hizo a un lado con un hombro pesado y musculoso. Sin estarlo esperando, ella cayó de lado sobre la fea alfombra y detuvo su caída en forma torpe con sus codos. Parándose sobre sus rodillas, miró feo al muchacho, que la miro hacia abajo con burla.
―¿Estás ciego? ―preguntó ella, recordando justo a tiempo bajar el tono de su voz como hacia Archie cuando se enojaba.
En el momento que el chico mayor encogió los ojos ella supo que no debería haber dicho eso. El muchacho era mucho más grande y de aspecto irascible que cualquier chico que ella hubiera conocido, y a pesar de su renuencia a aceptar hostilidad abierta sin defenderse, debió admitir que su posición era ya bastante precaria para ser abiertamente hostil con alguien.
El chico avanzó hacia ella en forma casi casual, lanzando su pie hacia su torso. Solamente un rápido movimiento rodando en la dirección opuesta la salvó de una o dos costillas lastimadas. Ella se puso de pie y se volvió contra el muchacho que parecía de quinto o sexto año―. Mis disculpas ―dijo a través de dientes apretados, pensado en apaciguar la situación―. Es obvio que no esta ciego, sino más bien molesto, pero no hay necesidad de desquitarse conmigo.
Él dio un paso hacia ella con los puños apretados, después hizo una pausa y sacó en vez de eso su varita, con una sonrisa desagradable en su rostro―. Los pequeños de primer año deberían saber que no deben hablar más rápido de lo que pueden moverse sus varitas. Considera esto tu primera lección: Cuando uno de curso superior te patea, tu te quedas abajo.
Podría hacerlo si pensara que eso lograra que te fueras, pensó Rigel con resignación, envarando su espina y preparándose para el maleficio que lanzaría en su dirección.
Antes de que cualquiera de ellos hiciera un movimiento, una voz severa llegó desde el pasillo interrumpiéndolos―. ¡Ustedes allí! ¡Sin peleas en el tren! ―un pelirrojo delgado con una insignia dorada brillante sobre su pecho caminó con importancia hasta quedar entre Rigel y el muchacho hosco, ninguno de los cuales relajó su postura―. Flint ―dijo el pelirrojo al ver el rostro del muchacho―. Debería haberlo sabido. Le quitaré diez puntos a Slytherin en cuanto lleguemos a Hogwarts por apuntar tu varita a otro estudiante, y a uno de primer año nada menos.
Flint le hizo una mueca de desdén al otro muchacho―. Weasley ―aparentemente eso era suficiente en su opinión, porque se dio vuelta y se retiró, tras dar otra mirada irritada en la dirección de Rigel.
―Nada más que problemas este año con ese ―suspiró el pelirrojo. Miró a Rigel hacia abajo con un fruncimiento de frente―. ¿Se encuentra bien? Mala suerte al ponerse en el camino de Flint su primer día. A él le gusta guardar resentimientos por un rato, así que asegúrese de mantenerse alejado por unas cuantas semanas, ¿de acuerdo?
―Le aseguro que no voy a buscarlo ―dijo ella, enderezando su túnica―. Gracias por la intervención.
―No hay problema ―dijo el muchacho en forma pomposa―. Solamente cumplía con mi deber como prefecto.
Rigel asintió una vez más en agradecimiento, después volvió a reunirse con Neville en su compartimiento. Si el otro se preguntó que le habría tomado tanto rato, no hizo comentario. Ella reclamó su asiento quietamente, perdida en sus pensamientos. Ni siquiera había llegado a Hogwarts y ya había hecho un enemigo. Esperaba fervientemente que esta no fuera una señal de muchas instancias semejantes por venir. También esperaba que le fuera mucho mejor a Archie con su lado del engaño, donde quiera que estuviera.
((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((
Nota del Autor: Gracias por darte a esta idea inusual una oportunidad. Para aclarar cualquier confusión inicial (aunque esto ira siendo explicado con el tiempo, por supuesto), Hogwarts en estos momentos solamente recibe alumnos de sangre pura. No siempre fue así el caso. Remus y Severus son mestizos por supuesto, y cuando ellos asistieron a Hogwarts solamente los nacidos de muggle estaban vetados . Desde entonces las leyes se hicieron más estrictas. Aunque Harry y Archie no son primos en un sentido literal, James y Sirius son parientes lejanos y se consideran 'primos' en un sentido. Gracias de nuevo por leer. Lo mejor para ustedes. -Violet.
Nota del Traductor: ¿A que me echaban de menos? Bueno hay cuatro 'libros' escritos hasta ahora de esta serie Rigel Black, y recién esta empezando el quinto libro. Espero poder conservar el tono original del autor y que ustedes me sigan como otras veces con este proyecto que tiene muchos seguidores en el original. En cuanto a lo del mundo de Alanna de Tamora Pierce, eso se verá más adelante, sobre todo fuera de Hogwarts en los callejones.
(Editando porque de algún modo mi mente convirtió a Harriett en Harriette.)
Gracias por leerme. Mis mejores saludos a todos.