4Orgullo y Prejuicio no me pertenece. Si alguien ya escribió una historia semejante a la presentada a continuación, no lo sabía.
George Wickham siempre había sido un hombre de grandes habilidades al momento de ganar el favor de una señorita, y Mary King no fue la excepción.
Mary King, con sus pecas y su reputación de ser antipática, siempre había llamado la atención más de lo que le hubiera gustado, especialmente porque su aspecto le valía comentarios de las mujeres en cada evento y su carácter no le daba demasiadas oportunidades para bailar con los caballeros. Todo esto cambió cuando el señor Smith, abuelo materno de la señorita King, decidió dejarle una importante suma que la ayudaría a encontrar un esposo mejor situado en la sociedad.
Diez mil libras cayeron sobre ella, y pasó de ser una muchacha común a una respetable heredera en el mercado matrimonial. Los caballeros que antes la ignoraron ahora parecían buscar su simpatía, y las mujeres que alguna vez juzgaron su aspecto ahora pretendían no haberla ofendido.
De las hermanas Bennet, la señorita King solo podía declarar tener amistad con Jane y Mary, la primera de ellas por su siempre noble carácter y la segunda porque a menudo compartían el tiempo en las orillas de los salones mientras el resto bailaba. Con Elizabeth había indiferencia, y con Kitty y Lydia un evidente rechazo. Fue por eso que, cuando el señor Wickham empezó a preferirla antes que a la simpática Elizabeth y la alegre Lydia, ella aceptó las atenciones de uno de los soldados más atractivos de todo el regimiento del coronel Forster. Más tarde, cuando él le habló sobre viajar a Escocia para casarse, ella no dudó ni por un momento.
Mary King se convirtió en Mary Wickham.
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Todos se enteraron de su escape con el soldado, y los parientes de Liverpool culparon a los de Meryton por no prestar más atención a la joven. A pesar que ella regresó como una mujer casada, eso no borró de la memoria colectiva la manera en la que todo inició.
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Elizabeth fue a Kent, y recibió una propuesta del señor Darcy que rechazó de inmediato. Él escribió una carta, después los dos tomaron caminos separados.
En el verano del mismo año, Lydia fue a Brighton con la señora Forster y Elizabeth a Derbyshire con los Gardiner. En Kent, Lydia hizo bromas con los soldados. En el norte se concedieron segundas oportunidades.
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El matrimonio de Mary Wickham fue largo, y su esposo descubrió que el carácter de ella era más severo que el que mostró en la etapa de cortejo.
Saludos a todos.