Todos los personajes que aparecen en este fanfic son propiedad exclusiva de Rumiko Takahashi, pero teniendo en cuenta que no voy a sacar ningún bien económico con esto solo lo hago pura diversión.

Hola a todos que me leen hoy le e traído un especial de Navidad. Ya se siente el espíritu de la Navidad en todos los lugares hoy empiezo el reto Guadalupe y Reyes yo espero que le guste el especial navideños que lo disfruten.

Ir a visitar con los abuelos.


Ya han pasado seis meses después de aquella boda fallida, aunque Akane por una parte sintió que su mundo se le destrozaba y ha pesar de todo Akane sabía que Ranma la quería, es más, ella misma juraba por si misma que cuando Ranma la creyó muerta él le había gritado a los cuatro vientos ¡Akane, te amo!...entonces, si ese era el caso, podría esperar un poco más para ahora sí, casarse con su prometido.

"¡Demonios está helando! ¡Todo es por tú culpa, marimacho!". -exclamó Ranma quitándose los zapatos y entrando en la cálida entrada de la casa.

"¿Qué? ¿Ahora aunque haga frío es mi culpa idiota?". -Akane le respondió su pregunta y regresando el insulto a su prometido y por mientras ella colgaba su abrigo.

"¿Sí quién se ha empeñado en salir a mirar escaparates a pesar de que la temperatura no llegaba a un grado?". -le dije Ranma a Akane.

"¡Qué odioso eres! ¿Cazó no sientes el ambiente navideño? La gente saliendo de compras, las luces, los cantos...¡Es todo tan romántico!". -Akane le respondió a su prometido.

"Jajaja ¿romántico? ¡Una marimacho con el peor carácter de un congelador no sabe lo que significa ser romántico!". -Ranma soltó una carcajada como si la congelación hubiera congelado las neuronas de su cerebro, pero ese momento de júbilo duró poco ya que Akane lo mandó al techo para que se enfriara la cabeza.

"¡Ranma idiota! -lo único que Akane quería pasar una tarde tranquila con él.

Ranma bajó la mirada durante unos minutos: ¿podría ser que al menos una vez al día su "dulce" prometida tuviera que llevarlo a un viaje no deseado?

Por supuesto, tuvo que admitir que habían pasado una agradable tarde juntos.

Por una vez, nadie les había interrumpido y habían podido salir sin problemas.

Sonrió, pensando que a la marimacho le sentaba bien el ambiente navideño hace unos meses atrás Akane estuvo mucho tiempo deprimida, Akane lo había pasado realmente mal tras el fatal desenlace de la boda fallida con aquella boda ¿cuando todos sus amigos destrozaron su boda? El día de su boda fallida fue el peor día de la vida de mí prometida ella había deseado casarse lo había deseado con todo su corazón pero como siempre Nabiki había vendido a mis supuestos amigos, aquellos que habían arruinado y se supone debería haber sido el día más feliz de nuestras vidas.

Incluso Akane dejó de hablarle a su hermana un largo tiempo, pero con el tiempo se dio cuenta de que la culpa no había sido del todo de su hermana ni de los eternos pretendientes. La culpa también recaía sobre ellos y había sido una suerte que no se casaran. No estaban listos y con la llegada de las fiestas navideñas ella estaba poniendo más alegre y brillante y podía ver en su cara esa sonrisa que tanto le gustaba de nuevo.

La dulce voz de Kasumi anunciando la cena le distrajo de sus pensamientos, así que volvió a entrar en la casa.

La familia ya estaba reunida en la mesa del guiso humeante que había preparado la mayor de las hermanas Tendo.

Soun tomó la palabra. "Nabiki, ¿cuándo empiezan las vacaciones de Navidad?".

"En dos días, ¿por qué?".

El hombre sonrió. "Hoy hemos recibido una invitación especial para la Navidad, ¡nos iremos fuera de la ciudad!".

Toda la familia se iluminó. "¿Y a dónde vamos? ¿Al spa?". -preguntó Akane con entusiasmo.

"No hija, ¿adivina qué? ¡Nos vamos a casa de la abuela!". -Ranma notó algo extraño ante esas palabras la sonrisa de Akane se resquebrajó, Nabiki miró inmediatamente a su hermana, como si esperara una reacción particular, e incluso Kasumi por un momento abandonó su aire dulce y lo sustituyó por una preocupación.

Nodoka y Genma empezaron a hablar de lo que iban a hacer en estas vacaciones, Soun les dio información sobre el complejo, por lo que ninguno de los adultos se dio cuenta de la reacción de las tres jóvenes.

Después de la cena, Akane se fue a su habitación, pensando.

Van a ir con su abuela.

La adoraba, apenas se veían, pero hubiera preferido que se hubiera unido a ella.

¿Y si?

Sus pensamientos fueron interrumpidos por un golpe en la puerta.

"Ranma".

El chico entró y le preguntó. "¿Qué pasó en la mesa? ¿No quieres ver a tu abuela?". -Akane negó con la cabeza.

"¡Claro que quiero verla! Es la madre de mi madre y la veo tan poco tiene una tienda de flores, ¡pero a veces nos deja para ir de paseo con sus amigas!".

"Entonces, ¿por qué tú y tus hermanas pusieron esas caras?". -el chico seguía sin entender.

"¡No pusimos ninguna cara! Lo habrás imaginado". -pero Akane no era muy buena mentirosa, y Ranma lo sabía, pero no insistió ¡tenía demasiado frío para visitar el estanque!

Mirándola fijamente de forma retorcida, como si quisiera decir que no la creía pero que lo dejaría así por el momento, le dio las buenas noches y se marchó.

Akane suspiró, deslizándose bajo las sábanas.

"Esperemos que no haya problemas". -pensó, antes de quedarse dormida.

Continuará.