Descargo de responsabilidad: Ya saben que Pucca y sus personajes no me pertenecen, pues de hecho es del rey Boo Kyoung Kim. Yo sólo huso sus personajes para entretener, entregándoles historias que les diviertan, así que la trama de este relato sí es mía.

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"Zapatillas: es un calzado ligero y cómodo, con o sin talón, de tela o cuero fino y suela plana de grosor variable, que se usa dentro de casa."_perlapuccabf

Hoy 7 de Julio en Sooga por la noche, era el cumpleaños número 15 de la pequeña adolescente Pucca. En donde los habitantes de la aldea estaban en el Goh Rong, asistiendo en la fiesta de cumpleaños de la joven porque para la aldea Pucca era su luz.

Así que todos estaban ahí, desde algunos enemigos hasta amigos cercanos. Esperando a que la joven bajara de su cuarto, para así empezar la celebración como deberían.

Sin saber que Pucca no quería bajar de su cuarto, ya que en donde estaba se veían todas las personas que habían asistido a su fiesta. Y entre todas ellas Garu no estaba en ningún lugar, por lo que se había entristecido y se había negado a salir a su fiesta y estar con toda la gente.

Ya que no le veía el sentido a bajar de su habitación si su amado no estaba, así que, aunque estuviese vestida con un vestido azul como el de la cenicienta. Ella se aferró a la idea de no bajar hasta que su amado no apareciera por la puerta de la entrada del restaurante, esperándolo sentada con el vestido puesto, la corona dorada de princesa y delicadamente maquillada por su mejor amiga con anterioridad.

Mientras que abajo del cuarto de Pucca, exactamente en la parte del restaurant Goh Rong en donde estaban todos los invitados. Cada uno de ellos se estaba impacientando para ver a la joven, debido a que si bien cuando la fiesta había iniciado ellos ya la habían visto.

Ahora querían verla otra vez, pues el vals que sus tíos habían organizado para que ella bailara ya tenía que comenzar. Ya que la tercera llamada ya la habían dado y Pucca aún no bajaba, preocupando a sus tíos y a sus amigos, Ching, Abyo, Hwayo, Soso, Dada y los demás.

Mirándose todos ellos entre sí mientras la gente susurraba, escuchando Ching lo que Ring Ring decía con desprecio. Al ver que su rival Pucca no bajaba de su cuarto, provocando así que los amigos de Pucca y el hermano de Ring Ring voltearan a verla.

–Vaya, vaya, vaya, veo que Pucca no ha bajado de su cuarto ni creo que vaya a bajar. Ahora la pregunta es, ¿Por qué no quiere bajar? Y creo que yo se la respuesta, ya que es tan obvia que hasta da risa.

–¿Y cuál es la respuesta según tú, Ring Ring?

Cuestionó Ching seria, luciendo ante ellos un vestido morado con encaje en plateado, maquillada con ligereza, zapatillas de tacón mediano del mismo color del vestido, pelo suelto y ondulado, pluma rosa en el lado derecho de su cabeza y con su gallinita finamente arreglada. Haciendo que Ring Ring le respondiera orgullosa de lo que decía, mostrando su vestido rosa de marca con escote en uve, tacones bajos rosa palo, maquillada como estrella de cine, un abanico de adorno y su cabello en un chongo con diadema de rosas rosas.

–¡Ay, Ching! Sí es tan fácil, ella no quiere salir porque de seguro se ve horrenda y le da pena mostrar su cara, son cosas que les pasa cuando las chicas son feas por naturaleza y no se ven como yo.

–¡HERMANA, NO DIGAS TONTERÍAS! Pucca siempre se ve realmente hermosa, de hecho, hasta se ve mejor que tú en muchas ocasiones, así que no debe y no tiene necesidad de actuar como tú en ningún momento.

Habló Ronnie completamente enamorado, esperando a que su amada bajara para bailar con ella en su traje negro, corbata azul cielo, sus gafas negras, sus zapatos pulidos y su flor en mano. Sonriendo alegre al imaginase entre los brazos de Pucca, en el momento que Ching volvía a intervenir con algo de burla en su voz.

–Así es, Ring Ring. Tú hermano Ronnie tiene razón, Pucca no tiene necesidad de actuar como una urraca porque ella sí es muy bonita.

–¡ASH! Yo no actúo como urraca, sólo actúo como debo de actuar y digo verdades.

Dijo furiosa Ring Ring, apunto de sacar su poder de una vez y así sacar volando a Ching. Pero no haciéndolo al recordar que su padre estaba ahí y que la vería actuar de una forma indeseada, por lo que se contuvo para no hacer enojar a su papá mientras Ching le daba el avionazo.

–Ah ja, lo que tú digas, Ring Ring.

–Bien, olviden lo que Ring Ring dijo. Y mejor digan, ¿Cómo bajamos a Pucca de su habitación?

Cuestionó Abyo curioso, estando sentado cerca de ahí con un traje blanco, zapatos del mismo color y corbata negra. Observando a todos alternativamente, para que entonces Ching dijera decidida.

–La verdad es que no lo sé, pero creo que es mejor que yo intente ir por ella.

Y al terminar de decir eso, Ching se fue de su grupo de amigos hacia el cuarto de Pucca. Muy molesta porque a Garu se le diera la gana no asistir a la fiesta de Pucca, subiendo las escaleras para ir a los aposentos de su amiga y sacarla de ahí para que bajara hacer su vals.

Entrando al pacillo de la parte superior del local, caminando por los pasillos de ese lugar con seguridad. Para plantarse con firmeza en la habitación de su amiga, tocando con fuerza para que Pucca la escuchara y le abriera mientras decía seria.

–Pucca, ¿Estás ahí? ¿Me puedes abrir? Es que necesito hablar contigo y aquí afuera no puedo.

Volteando Pucca a ver la puerta de su cuarto desde adentro de este, dudando si abrirle a su amiga o no hacerlo. Para después suspirar pesadamente con tristeza, levantándose así de su cama en donde estaba sentada para dirigirse a la puerta.

Caminando desanimada hacia la entrada del cuarto, mientras veía las fotos de su amado Garu pegadas en cada pared. Hasta que por fin abrió la puerta, viendo a su amiga Ching que le decía un tanto apresurada.

–Qué bueno que abres, es que quería cuestionarte, ¿Por qué diablos no estás allá? ¿Qué no ves que tu baile ya tiene que iniciar?

Suspirando Pucca de nueva cuenta, para después señalar una de sus paredes en donde una de las fotos de Garu se veía a relucir. Alzando una de sus cejas para preguntar, escuchando como su amiga Ching respondía tristemente.

–Hmmm... Bueno, Garu está... Bien Pucca, te diré la verdad, Garu no quiso asistir a tu fiesta de cumpleaños porque le dijo a Abyo que estaría ocupado.

Suspirando Pucca de tristeza, porque realmente deseaba bailar el vals de esa noche con Garu. Pero sí Garu no iba a venir a su fiesta, entonces el bailar y bajar a su fiesta no tenía sentido.

Por lo que mejor se decidió regresar a su cama, ya que no le cobraba sentido a nada si Garu no estaba para bailar con ella. Aunque en realidad no logró hacer lo que quería, porque Ching logró agarrarla del brazo para regañar medio molesta.

–Mira Pucca, entiendo bien que estés triste porque el despistado de Garu no haya querido venir a tu fiesta de cumpleaños. Pero recuerda que este día se trata sobre ti y no sobre lo que él quiera hacer, por lo que es mejor que quites ese mal gesto, pongas una sonrisa en tu rostro, salgas a tu fiesta, bailes ese vals con el que quiera bailar contigo y disfrutes tu fiesta por ti y tus tíos que planearon todo esto para ti.

Haciendo sonreír a Pucca por lo que dijo, para entonces bajar con ella por las escaleras con cuidado. Luego de salir del cuarto y cerrar la puerta de tras de ellas, descendiendo Pucca y Ching por las escaleras con elegancia.

Viéndolas Destini desde la posición en la que estaba, para que entonces tomara el micrófono del escenario. Diciendo alegre mientras las chicas bajaban, provocando que todos los de la fiesta las vieran bajar de las escaleras con una sonrisa en el rostro.

–Ahora sí, damas y caballeros, el vals que ustedes tanto estaban esperando.

Terminando de bajar Pucca y Ching de las escaleras, para entonces dirigirse a la pista de baile improvisada del restaurante. Volteando Ching a ver a su amiga con una sonrisa en la cara, para soltarla del brazo y decirle alegre.

–Felicidades por tus quince años, Pucca. Recuerda que esto se trata sobre ti, así que disfruta.

Alejándose hacia su posición, mientras las parejas que bailarían junto a ella se colocaban en sus lugares. Estando Ching y Abyo a su derecha, Tobe y Chief a su izquierda, Ring Ring y Dada atrás, Hwayo y Ayo delante de Pucca y otras parejitas más cerrando el círculo que mantendría en medio a Pucca, para que entonces Ronnie fuera quien se acercara a Pucca para iniciar el baile de la festejada.

Caminando hacia ella con decisión, mientras este sonreía con orgullo por poder bailar con Pucca. O por lo menos a eso era a lo que Ronnie iba, antes de que de la nada la puerta de la entrada del Goh Rong se azotara de par en par.

Volteando todos sorprendidos con excepción de Pucca, que sólo se desconcertó al ver como todos volteaban hacia la puerta. Escuchando murmullos impactados al ver a la persona que había entrado, mientras Ching y Abyo murmuraban en un tono bajo.

–Es Garu, ¿Qué hace aquí? ¿Qué no se suponía que no iba a venir?

–No lo sé, sí se suponía que no vendría. Pero vino y debo admitir que se ve muy guapo, a Pucca le gustará mucho su sorpresita inesperada.

Caminando Garu hacia donde estaba Pucca en medio de la pista de baile, estando más rojo que una manzana, debido a que su mente no le dejaba de decir que Pucca se veía divina. Teniendo entre sus manos una brillante caja de regalo de color roja, mientras el portaba un traje de príncipe azul con capa y una corona dorada.

Avanzando con seguridad hasta pasar de largo a Ronnie, a pesar de que se sentía ridículo y nervioso por usar ese traje. Haciéndose a un lado las parejitas para dejar pasar a Garu, dejando que de esa manera Pucca se diera cuenta quien venía hacia ella.

Sorprendiendo a la cumpleañera por ver a su amado en la fiesta, a pesar de que Ching le había dicho que no iba a venir. Tornándose sonrojada al igual que el chico frente a ella, sonriendo a lo grande al ver como Garu se hincaba frente a ella con una caja de regalos en manos.

Abriendo la caja frente a los ojos de Pucca, mientras pensaba que mataría a Abyo por ponerle ese traje de príncipe en su casa y decirle que eso le fascinaría a Pucca. Y aunque no sabía por qué se lo puso, la verdad es que ahora no le importaba porque quería complacer a la cumpleañera.

Así que hincado como estaba en el piso, él destapó la caja de regalo ante su fanática quinceañera. Descubriendo así unas bellísimas zapatillas de cristal como el de la cenicienta que combinaría con el vestido que Pucca usaba, sorprendiendo y poniendo aún más feliz a Pucca por lo que veía.

Alegrando se Garu por dentro al ver la felicidad de la festejada, pues haber gastado sus ahorros en esas zapatillas para Pucca habían valido completamente la pena al ver a Pucca tan emocionada. Viendo como Pucca acercaba lentamente sus manos para tomar las zapatillas de tacón, negando rápido con la cabeza para que no lo hiciera.

Asustando a Pucca por la negativa de Garu, apartando sus manos rápido para no tocar el calzado. Estando apunto de alejarse de él lentamente, pero no haciéndolo al ver como Garu le hacía un gesto para que alzara su pierna un poco hacia él.

Confundiéndose ambos por la petición silenciosa, pues ni Garu sabía por qué estaba actuando tan impulsivo como casi nunca lo hacía. Sin embargo, Pucca obedeció de inmediato lo que Garu le pidió silenciosamente.

Alzando la pierna derecha hacia él, para que entonces los invitados y ella vieran asombrados como Garu le quitaba la zapatilla negra que usaba y que no tenía nada que ver con el vestido que lucía. Colocándole con delicadeza la zapatilla de cristal, mientras Pucca mantenía el equilibrio con asombro.

Bajando la pierna derecha de Pucca al suelo, para volver hacer el mismo proceso con la otra pierna. Quitando y poniendo el nuevo calzado en el pie izquierdo de Pucca. Guardando con velocidad las zapatillas que usaba antes la joven.

Para luego darle la caja a Dandy con rapidez, llevándose el otro chico la caja con él para desaparecer entre la multitud. Bajando con delicadeza el otro pie de Pucca, poniéndose de pie y extenderle la mano con una pregunta seria.

~Pucca, ¿Me permitirías esta pieza?

Inclinándose un poco con respeto, para luego alzarse y mirarla atento aun con la mano extendida. Riendo Pucca encantada de la caballerosidad de Garu, para de esa manera tomar su mano y decirle silenciosamente con su mirada brillante por la emoción.

–JI JI JI.

~Sí, yo acepto bailar con usted.~

Empezando el ansiado vals que todos querían ver, estando feliz Pucca por tener a Garu en su fiesta, clasificando ese día como uno de los más hermosos en su vida.

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6 de agosto de 2022.

Nota de la autora.

Y este capítulo amigos míos, es el capítulo final de esta historia Garucca, en donde se recopilaban momentos de esta bella parejita de la A a la Z que espero que les haya gustado. Y no olviden comentar que eso me haría muy feliz, además de que este capítulo es para todos los que siguieron esta historia hasta su final. Así que espero que lo hayan disfrutado, porque pronto traeré especiales a esta historia que ya finalizó.