Disclaimer: los personajes no me pertenecen, eso es sin fines no lucrativos, meramente entretenimiento.
N/A: esta es mi versión de lo que me hubiera gustado que pasara después del genjutsu que le lanzó Sasuke a Sakura.
Título: Alexitimia
Capítulo 1: La luz que se perdió aquel día.
Siempre que pienso en mi corazón, en términos no médicos sino en cuestión a aquel espacio en donde se cree que se albergan todo tipo de sentimientos, imagino al mío como un pequeño contenedor de cristal que guarda en su interior una pequeña luz.
Una luz que si me siento feliz se expande e irradia más allá del cristal que la contiene y si me siento triste se apaga gradualmente, pero jamás al borde de la extinción. Una luz que, también dependiendo del sentimiento en concreto, cambia de color, por ejemplo, rosa radiante cuando estoy avergonzada, blanca cuando estoy en calma, azul cuando me siento triste y dependiendo de qué tan triste o feliz esté, cambia el degradado de su color.
Imaginarme casi al borde de sentir esta luz dentro de mí, es lo que me hace sentir viva y que a su vez me motiva a no rendirme y seguir adelante pese a los matices de sus colores.
Pero… entonces tres palabras.
"Eres… realmente molesta"
Después una profanación en lo más profundo de mi corazón, el cristal se quebró y la luz se tornó en oscuridad y se perdió en un vacío del mismo color.
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Sakura se despertó sobresaltada, abriendo los ojos notó que su alrededor se había esclarecido, la oscuridad se había ido y el cielo mostraba unos matices anaranjados, símbolo de la pronta culminación del día.
Los destrozos de la guerra eran evidentes y no sólo eso, los capullos que colgaban del árbol permanecían, lo que le dio a entender que todavía no se había resuelto aquel "problema" y que sus amigos, así como el resto de la alianza seguían atrapados en una clase de ilusión.
—¿Ya despertaste?
Escuchó una voz cerca de ella, era su maestro
—Umm… ¿Naruto… y…? —le costó trabajo pronunciar el otro nombre, al intentarlo algo en su pecho la golpeó provocándole dolor.
—Seguramente siguen resolviendo sus problemas en una última pelea…
Sakura agachó la cabeza, pensando que era lo más obvio.
—¿Tú te encuentras bien? No pareces tener secuelas del genjutsu. —la analizó Kakashi, recordando sus propias experiencias.
—Estoy bien.
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A petición de su maestro, fueron a buscar a Naruto y Sasuke tras una abrupta interrupción de sus chakras, indicativo de que la pelea había finalizado y tal vez con un final no agradable, pero cuando ambos los encontraron al fondo del acantilado del valle del fin vieron que se habían equivocado.
Dejando de sostener a su herido sensei, Sakura pidió autorización con la mirada para acudir con ellos. Kakashi en respuesta sólo asintió, dándole la oportunidad de reunirse con quien eran sus compañeros de equipo.
Descendió dando un salto y aterrizando frente a ellos, vio con melancolía sólo la herida del ninja rubio, de la otra persona que estaba a su lado, le costó trabajo verlo, pero ya desde las alturas notó que estaba en el mismo estado.
Entonces extendió sus manos para ambos y comenzó a emanar aquel chakra verde para curarlos. Era médico después de todo, ese era su trabajo.
—Gracias Sakura chan. —expresó Naruto con una sonrisa aliviada.
—"Al menos está de buen humor" — pensó, tratando de no distraerse de su labor, sin embargo…
—Sakura, yo…
¿Él le estaba hablando?
Las manos le temblaron con terror lo que causó una casi imperceptible interrupción en el flujo de su chakra.
—Cállate, necesito concentrarme. —pidió con voz neutra.
No lo estaba viendo, pero podía sentir el peso de esa poderosa y terrorífica mirada sobre ella y comenzaba a desconcentrarle, cuando…
—Perdón.
—"¿Perdón?"
¿Había escuchado bien? Y sí así fue, ¿Qué se suponía que debía hacer con eso? ¿Que se suponía que le debía decir?
No respondió.
Trató de buscar en su interior qué decirle, pero en donde antes podía imaginar una luz, ahora sólo se encontró con un espacio oscuro e infinito. No podía sentir nada y en especial nada por él.
En la realidad, él seguía esperando una respuesta con una expresión en su rostro que jamás le había visto.
—¿Perdón por qué? —respondió, sin atreverse a verlo.
—Por todo.
—De acuerdo.
Y eso fue todo, ya no pudo decir nada más, pero por la sonrisita que vio en Naruto parecía que había dicho lo suficiente al menos para hacerlo feliz a él.
Terminando la curación, como solía pasar de pequeños, fue ignorada y quedó detrás de ellos viendo como en conjunto deshacían el Tsukuyomi en un aparentemente feliz final.
Todos sus amigos y la alianza habían vuelto y estaban felices, pero Sakura seguía sin saber que sentir, no se sentía feliz como el resto de la gente, no sentía absolutamente nada.
NA: proyecto fic, déjenme saber si les gustaría seguir leyendo este relato.