Y bien, lo último de este fic.

Alexitimia.

Epílogo.

Secuelas.

I

A veces en la vida las cosas no salían como uno lo planeaba. Como decían: la vida era impredecible pero no por ello tenía que significar algo negativo, al menos era lo que pensaba Sakura Haruno cuando terminó de escribir una carta para Naruto y Kakashi informándoles que no haría sola su viaje, que había encontrado compañía.

—¿Ya la tienes? —preguntó Sasuke, esperando con el ave posada sobre su brazo.

—Sí. —respondió, doblando cuidadosamente el pergamino el cual puso posteriormente en la pata del ave. —Se van a llevar una gran sorpresa. —rio al momento en que el ave alzó el vuelo.

—¿hm?

—Bueno, es que el plan inicial era que tú no te enteraras que había salido.

—¿Por qué no?

—Aparte de que fue una idea que se me ocurrió después de que me…" recha-zas-te" —fingió toser. —Mi yo interno creyó que tal vez te opondrías a que saliera de la aldea sola y más a como estoy ahora. —sonrió nerviosa. —Lo sé, tal vez mis expectativas son muy altas.

Sasuke entonces desvió su mirada hacia otro lado, para evitar que viera el enrojecimiento en el tronco de su nariz.

—En fin… creo que debemos continuar.

—Probablemente…

—¿Eh?

—Me hubiera opuesto a que salieras tú sola… —musitó. —pero igual estoy consciente de que no soy nadie para detenerte… en lo que quieras hacer.

—Gracias Sasuke-kun. —asintió Sakura apenada.

—Me gusta que nos hayamos encontrado. —finalizó él, comenzando a caminar.

Al decir aquello fue todo un bochorno para la kunoichi que se enrojeció hasta la parte más alta de su frente, pero viendo que su compañero se le adelantaba se dio prisa para alcanzarlo, y así como él había logrado "molestarla" con sus "sutiles" comentarios, ella hizo lo propio y se le colgó del brazo para fastidiarlo y darle de nuevo una dosis de ternura, mientras que a lo lejos el ave se alejaba por otra dirección, llevando la carta.

"Naruto, Kakashi-sensei seguiré mi camino con Sasuke-kun, sí con él.

Después les daré detalles o tal vez no. Veremos qué pasa.

Cuiden a todos.

Los quiere, Sakura

PD: no se olviden del jardín"

II

Conforme los días se fueron haciendo semanas y las semanas meses, Sasuke fue capaz de conocer otros lados que desconocía de su "amiga". Una de esas nuevas cosas que le conoció fue su tranquilidad, una tranquilidad que incluso contagiaba, y que a principios de su viaje le intrigó pues lo que generalmente se podía esperar de su amiga era que fuera una persona escandalosa, pero no, encontró que también podía ser muy calmada.

¿cómo conoció aquella faceta?

En un día de lluvia, cuando ambos quedaron atrapados en una cueva por una alerta de tormenta que resultó al final ser una ligera llovizna. Aquel día, Sakura contempló el caer del agua como si fuera lo más interesante del planeta. Era casi hipnótico para ella y hasta cierto punto terapéutico, ese día Sasuke la contempló tratando de adivinar lo que pasaba por la cabeza rosada de su amiga, hasta que ella misma le dio a entender en lo que pensaba o en quien pensaba.

—Hoy está tranquila. —musitó de la nada.

Sasuke no respondió aquella vez, pero supo a quien se refería, y lo comprobó cuando después tuvieron otros incidentes, generalmente cuando llovía, por ejemplo, una vez arreció una tormenta eléctrica a su alrededor y los truenos resonaban en el cielo como si se estuviera partiendo la tierra.

—Parece que está enojada… ya se le pasará. —dijo Sakura en aquella ocasión, y asustada se ocultó en su bolsa de dormir.

Y aunque Sasuke prefería no hablar de esa persona, sabía que siempre formaría de algún modo parte de la vida de Sakura, pero no sólo eso, algo le preocupaba y eran las secuelas que pudiera haber en un futuro para su amiga.

No quería ser paranoico y por eso ni se lo mencionaba, pero a veces le parecía ver como si las flores crecieran por los campos por donde ella pasaba, o sentía algo en ella cuando de repente se ponía a bailar sólo porque se le daba la gana o cuando meditaba para concentrar su chakra, de alguna forma sentía que algo había alrededor de ella, pero desde lo de Yuki ni ella ni él con sharingan y rinnegan podían ver ya a esas lucecillas.

No estaba seguro si Sakura seguía conservando el poder que le daba la flor de la pureza, pero de alguna forma sentía que aunque ella no tuviera la flor, algo de esa identidad seguía en ella, así como ella en esa cosa, pues no olvidaba que Sakura le entregó alguna vez parte de su corazón.

Eso creía o tal vez sólo era que una vez que una era sacerdotisa de la naturaleza, siempre lo sería independientemente de la flor. Le causaba escalofríos a veces pensarlo, pensar que Sakura un día despertara, perdiendo nuevamente su calidez, pero con un poder para congelar a todo el mundo.

III

El control de chakra ameritaba mucho esfuerzo y concentración, esto era generalmente sencillo de hacer si se tenía muy poco chakra o al menos así lo tenía establecido Sakura que después de unos meses de entrenamiento con Sasuke, de una buena alimentación y por supuesto una mejor estabilidad mental iba a hacer prueba de los resultados e intentaría caminar sobre el agua con el chakra concentrado en sus pies.

—Bien, allá voy…

Con Sasuke atento en ella y a lo que pudiera suceder, la observó andar por si sola sobre el agua de un lago en donde se encontraban acampando.

—¡Sí pude, Sasuke-kun, sí pude! —celebró ella, cuando llegó a la mitad de aquel estanque natural de agua, y hasta saltos emocionados dio.

El Uchiha sólo suspiró aliviado, dejando muy apenas ver lo feliz que se encontraba al ver recuperada de esa manera a Sakura, hasta que…

—¡Oh!

La kunoichi se hundió en el lago.

—¡Sakura! —corrió sobre el agua para socorrerla.

Para cuando llegó al punto medio, Sakura ya había salido a flote, riendo, diciendo que había perdido la concentración.

Sasuke sólo soltó un bufido exhausto y le extendió su mano para ayudarla a salir, sin embargo.

—No, ya estoy empapada, creo que aprovecharé para bañarme. ¿Te importaría, Sasuke-kun? —le dijo con sutileza, invitándolo a retirarse.

Sasuke se giró rápidamente enrojecido, comenzando a retirarse.

—No te alejes mucho. —fue lo único que le dijo.

Sakura asintió y después de nadar un poco con la ropa puesta, se acercó a la orilla, viendo que Sasuke ya no se encontraba cerca del campamento, pero que este le había acercado una muda de ropa, una toalla y jabón para que se pudiera bañar en paz.

"Así era su Sasuke-kun", pensó, mientras que se quitaba la ropa cuidadosamente, a la vez que vigilaba su alrededor minuciosamente, no tanto porque temiera que su "amigo" la viera, sabía que él no era un pervertido, sino porque lamentablemente, después de iniciar el viaje se dio cuenta que se encontraba a veces demasiado a la defensiva con lo que desconocía, eso incluía no sentirse del todo segura cuando se quitaba la ropa en medio de la nada.

IV

Definitivamente podía decir que Sakura era su compañera de equipo insustituible y también única, ya que con dedicación y mucho esfuerzo había logrado recuperarse al grado que pudo amedrentar de un solo puñetazo a un delincuente que quiso asaltarla.

Ese día, estaban acampando en uno de los tantos sitios que se encontraban, él había salido a buscar algo de comer mientras ella buscaba la leña, y preparaba lo necesario para la fogata, cuando de repente se encontró con aquel delincuente.

El delincuente, sin saber con quién se estaba metiendo, le exigió a gritos que le diera las pocas cosas que llevaba con ella, y por supuesto amenazó con tocarla y hacerle más cosas depravadas, pero a la mínima insinuación, Sakura reaccionó concentrando todo su chakra en su puño y lo mandó a volar, el tipo hubiera llegado hasta Konoha de no ser porque Sasuke detuvo su vuelo y con el "mejor" trato del mundo se encargó de llevarlo (aventarlo) a donde pudieran ajusticiarlo.

A veces sentía que no tenía derecho para juzgar a otra persona, por como él se había comportado en el pasado, pero cuando se trataba de criminales que amenazaban con dañar la integridad física de la persona que él amaba, simplemente no lo podía perdonar.

Sin embargo, Sakura tampoco era alguien que se dejara tan fácilmente, y como siempre lo seguía sorprendiendo pues después de casi un año de viaje, mientras lidiaban con una misión que incluyó una pelea, ella fue capaz de activar el sello en su frente.

Había recuperado todo su chakra.

V

Recibir misiones y vivir de ellas fue lo que formó su estilo de vida así como su economía, consciente de que tenía una responsabilidad por la cual ver, Sasuke exigió que se le pagaran las misiones que le eran encomendadas, pues anteriormente no le eran pagadas debido a su libertad condicional; cosa que tuvo que cambiar cuando la kunoichi se unió a su viaje y a la cual también le debían su respectivo pago, no sólo por las misiones sino también por la información, antídotos e incluso diagnósticos que a veces realizaba a distancia.

En el caso de Sasuke sólo porque Kakashi intervino se le autorizó dicho pago, ya que el Hokage logró convencer al concejo que, si querían que Sasuke se integrara de nuevo en la aldea (y no tratarlo como un forajido), le debían dar estabilidad así como a su "pareja".

El concejo aceptó, pero claramente no fue por buena voluntad, se le solicitó al Hokage que Sasuke y Sakura indagaran más con cualquier tipo de terrorista que afectara su paz.

Dado a dicho motivo, las misiones de los shinobis a veces podían llegar a ser un tanto peligrosa, en especial cuando cayeron en cuenta de que había personajes que trataban de imitar a los de la flor de loto e incluso a los Akatsuki; aunque lo que más temía Sasuke es que hubiera algún rezago de los externos, de los Otsutsuki.

VI

A pesar de que su trabajo era un poco difícil y a veces parecía no muy estable en el sentido de que a veces no tenían comunicación con sus conocidos, cuando la tenían era la sensación más agradable tanto para Sakura, así como para el amargado Sasuke.

Por ejemplo, a los pocos meses de haber emprendido su viaje, Sakura recibió una carta enviada por Naruto, pero que había sido escrito por Ino, donde la kunoichi le daba la buena noticia de que Sai y ella estaban esperando un hijo en donde sí todo salía bien lo tendrían a finales de diciembre.

Sakura saltó de la alegría, diciendo que era algo que ya sabía, no por nada había visto a su amiga "sensible" el día de su despedida.

Luego semanas después recibieron otra buena noticia.

"No saben lo emocionado que estoy, es increíble, sigo sin poder creer que haya sucedido, Hinata está muy feliz, más que feliz lo que le sigue de ahí, si hubieran visto lloré como un crío cuando me lo dijo, y es que no puedo creerlo, ¿ustedes pueden creerlo? ¡VOY A SER PAPÁ.

No quiero esperar tantos meses para conocer a mi hijo, pero Hinata me dice que debo ser paciente que ya llegará, por lo pronto sólo tengo esto que también les comparto, una foto de cómo se ve.

¿No creen que mi hijo o hija es lindo? Creo que se parecerá a mí, dattebayo, sólo miren como se ve, está enorme.

Sakura-chan, Sasuke…

¡ESTOY FELIZ!"

—Y puso una de las ecografías, ¡ay, es tan lindo! Sigo sin creer que ese tonto será papá, quiero llorar. —Exclamó una emocionada Sakura mientras levantaba a la luz la ecografía que su amigo había mandado para que los dos conocieran a su "hijo".

—A ver quieta, déjame ver. —pidió Sasuke, pues Sakura se estaba moviendo demasiado y no le permitía ver con propiedad lo que ese "Usuratonkachi" había enviado.

—¡Ah, sí! ¡Mira! Que tierno ¡¿no crees?!

Sasuke disintió, lo que veía para él sólo se veía como una imagen con manchas blancas y un fondo negro.

— "No veo nada". —pensó, tratando de ver donde estaba el mentado hijo de su amigo.

—¿Ya lo viste? Es lindo, ¿Verdad-Sasuke-kun?

—"Sigo sin ver nada"

Sasuke activó el sharingan para ver si así podía ver más allá de la imagen, pero ni sus poderes oculares le permitieron ver lo que supuestamente Naruto y Sakura veían.

— "¿Qué demonios"

—Sasuke-kun… ¿Activaste el sharingan?

El Uchiha gruñó enrojecido.

—Yo no veo nada. —confesó molesto.

—¡Ah! Pues me hubieras dicho que no le entendías, yo te explico, mira… aquí está el saco gestacional y este pequeño punto que se ve aquí es el embrión, apenas tiene 4 semanas por eso es muy pequeño.

Sasuke asintió. — "Sigo sin ver nada" — pero ya no quiso indagar, supuso que Sakura tenía un poder ocular médico que le permitía ver todo aquello, así que si ella decía que había algo ahí, él le creería.

—¿Por qué el Usuratonkachi dijo que era enorme si es muy pequeño?

—Creo que ha de haber confundido el saco con el embrión, pero déjalo, es la emoción ¿No te parece lindo? ¿Puedes si quiera creerlo?

—Pues no tanto, a como andaban esos dos durante la misión, más bien diría que ya se habían tardado.

—¡Ay, Sasuke-Kun! ¡Qué cosas dices! —se sonrojó Sakura. —En fin, iré por papel y un bolígrafo para escribirle.

Viendo como Sakura se alejaba para ir por las cosas, Sasuke no pudo evitar recordar a los tres chiquillos que habían formado el equipo 7, esos que en una fotografía (que lograron recuperar gracias a Naruto) no parecían tener idea de lo que les depararía en su futuro, su actual presente. Seguía sin creer que Naruto fuera a ser padre, pensó que sería algo interesante de presenciar, o incluso de experimentar; sin embargo, en cuanto pensó aquello, sacudió su cabeza descartándolo, no es que fuera imposible, pero Sakura y él apenas y mantenían una relación en donde no pasaban de darse besos ocasionales y tomarse de las manos, pero al verla volver con el bolígrafo y papel, supuso que algún día tal vez pasaría.

VII

Llevaban casi dos años viajando juntos, conociéndose, reafirmando lo que sentían el uno por el otro, aunque no lo dijeran tan explícitamente y tal vez no tan cursimente, ambos querían dar el siguiente paso, sin embargo no sabían cómo abordarlo, uno por la timidez y el bochorno que le causaba lo que todo aquello implicaba y el otro, más que nada por lo que podía implicar y no sabía si estaba preparada para dar. Mas aquellas dudas quedaron atrás, cuando un día, hospedándose en una posada tradicional, presenciaron una boda invernal que afloró los mentados "anhelos" que la kunoichi aún estudiaba.

—Sakura… casémonos…

Fue lo que pronunció torpemente Sasuke una vez les entregaron su habitación y dejaron aquella boda atrás, por obvias razones, Sakura se enrojeció por completo.

—Quiero decir… ¿tú quieres? —trató de corregir el shinobi y se reprochó internamente por no poder ser sutil con las palabras. —Es decir… Sakura…

—¿Qué si quiero casarme contigo? —lo ayudó ella, con una sonrisa. —Te iba a decir que sí, desde que lo pediste/exigiste. —se burló ella, aunque luego se enrojeció al reparar en su respuesta.

Sasuke igual se entumió en su sitio, pensando que ya tenía el "sí" pero ¿Ahora que se suponía debía de hacer? ¿Volver a Konoha y montar todo un espectáculo y ceremonias como Naruto y Lee? Eso era demasiado para él, pero pensó que Sakura de seguro quería algo así, es decir, su novia era soñadora y de seguro querría algo similar a lo de las otras chicas; sin embargo…

— Casémonos aquí, Sasuke-kun.

—¿Hm?

—Este lugar es muy hermoso ¿no crees?

—¿Hermoso?

Sasuke miró a su alrededor, viendo que el lugar sólo era una posada como todas las demás, en donde apenas tenían una ventana en donde se podía apreciar como la nieve caía sin parar; sin embargo, al ver la nieve caer de repente le generó una cierta nostalgia, pero también un estremecimiento que le hizo ver lo "hermoso" y especial del lugar.

—Si es lo que quieres... —asintió, cabizbajo para ocultar su enrojecimiento. —Pero… ¿estás segura? ¿no quieres una boda como el del Usuratonkachi y su esposa?

Sakura sonrió.

—Sí me gustaría; pero me da un poco de pena, la verdad quisiera que fuera algo más sencillo y privado, lejos del que dirán…

Sasuke se sobresaltó al escuchar aquello y por un momento pensó que ella lo decía por él, es decir, había aceptado casarse con un excriminal que estuvo hasta la cima del libro bingo; sin embargo pronto recapacitó, su Sakura pese a todo jamás pensaría eso de él, así que lo siguiente que creyó era el motivo era por lo que le había sucedido. Sí, tal vez con una boda grande no faltaría el desgraciado que haría un comentario inapropiado como: "por fin encontraste a alguien que te quiso" o "no te quedaste solterona" o una estupidez similar.

—De acuerdo, casémonos aquí.

—Sí. —sonrió Sakura. — pues hagámoslo…

.

Acto seguido, unas horas después, Sasuke se encontraba sólo, sentado sobre un cojín frente a una mesita de madera en donde había una tetera y un par de tazas, a un lado de él había un par de papeles que ya validaban el matrimonio entre Sasuke Uchiha y Sakura Haruno, ahora Uchiha, algo que hicieron de lo más sencillo pues sólo acudieron a un registro civil, tomaron a dos testigos al azar y pagaron y así quedó, pero dejando las frivolidades de la legalidad, lo especial sería la ceremonia que ellos harían lejos de todas las multitudes. Algo que Sakura le había pedido hacer.

Y justo pensando en esta, la puerta de la habitación se abrió, revelando a Sakura vistiendo un hermoso kimono azul, prestado por los dueños de la posada y que hacía juego con el que a él le habían prestado para su noche especial.

Sasuke la admiró asombrado, pues a diferencia de él, que sólo se puso el kimono y ya, Sakura le había puesto más esmero a su arreglo, ya que su cabello (nuevamente largo) lo había peinado de tal manera que lo tenía todo sujeto a un moño alto, el cual era decorado por una horquilla que tenía figuras de cerezos, así como su flequillo de lado.

Era hermosa, era lo único que podía pensar.

La avergonzada Sakura sonrió al ver a su ahora esposo y se regocijó con su expresión. Con el corazón acelerado y deslumbrante por dentro, pero serena por fuera se acercó lentamente, sentándose sobre su respectivo cojín.

En silencio, y siguiendo con un antigua tradición de ceremonia del té que le fue inculcada en sus clases de kunoichi, sirvió el té en sólo una de las tazas, al terminar de verter el líquido se lo ofreció a su esposo, quien lo tomó cuidadosamente con su mano.

Sasuke sabía lo que seguía, así que bebió un poco del té y enseguida se mentalizó para lo que tenía que decir, o más bien lo que quería y también necesitaba decir, aunque era muy difícil para alguien que tenía problemas de comunicación, sólo esperaba que lo que fuera a decir se entendiera.

—Sakura… sabes que no soy muy bueno con las palabras.

Se le salió y se reprochó por ello, aunque trató de enfocarse y más al ver que a Sakura, como siempre, parecía no importarle esa "torpeza" de su parte.

Suspiró.

—La luna está hermosa está noche. —dijo, mirando hacia la ventana.

Sakura por inercia se volvió hacia la ventana, aunque al ver la nieve que caía por fuera reparó en que no se podía apreciar la luna, entonces cayó en cuenta del significado de aquellas palabras, algo que la hizo encogerse sonrojada en su lugar, más cuando Sasuke volvió su mirada a ella con una tenue sonrisa.

—Sakura, yo… quisiera decirte primeramente… gracias por todo. —inclinó levemente la cabeza. — por amarme tal como tú lo sabes hacer a pesar de todo lo que hice. Quisiera decir que te prometo muchas cosas, pero como una vez me dijiste, las promesas conllevan a la presión, así que sólo te diré que haré todo el esfuerzo necesario para ser la persona que te mereces, aunque temo que pueda llegar a arruinarlo en el proceso, mas lo que sí te puedo prometer es que siempre te protegeré no importa qué… siempre lo haré, tú eres para mí, mi familia… tú eres para mi como la cálida luz del sol en la primavera. Yo… te amo.

El shinobi exhaló, tal como si hubiera recitado una larga letanía, sintiendo una gran tranquilidad dentro de su ser al poder finalmente expresar lo que a veces sólo decía con insinuaciones o con el "tacto", igualmente sabía que Sakura tenía muy presente lo que ella significaba para él, pero bien, como a veces decían, a veces era necesario decirlo y también que su persona especial lo escuchara.

Una vez terminado sus votos, le pasó la taza de té, pues era el turno de ella en decir los suyos.

Sakura bebió del té, terminando con este.

—Sasuke-kun, supongo que has de saber lo que quiero decir. —sonrió. —también sé que alguna vez te dije que las promesas conllevan a la presión, aun así yo… —suspiró. —Sasuke-kun… si te quedas conmigo… yo…

El Uchiha se sobresaltó al escuchar aquello, y sintió como su corazón saltó por dentro de él.

"Te prometo que no te arrepentirás"

"Cada día será de alegría"

"Seremos realmente felices"

"Haré cualquier cosa por ti"

Conforme la escuchaba, Sasuke no podía creer que siguiera recordando cada una de las cosas que le dijo cuando era una niña, y de cierta manera le halagaba que Sakura pudiera prometer tales cosas, no dudaba que su esposa tenía la capacidad para cumplir con aquellas promesas, se lo había demostrado todo ese tiempo.

—Sasuke-kun, creo que por algo decidí quedarme aquí en la tierra, es algo que siempre me digo a mi misma de vez en cuando y es el primer pensamiento que tuve después de que desperté de aquella batalla, y no sé, siempre me da la sensación de que por algún motivo estoy aquí, quiero creer que esta unión es parte de ese motivo, aunque siendo sincera, todavía siento que me falta algo más… espero descubrirlo a tu lado. Sasuke-kun te amo demasiado.

Las lágrimas salieron de los ojos de Sakura, quien feliz dio por terminado sus votos que tenían más que conmovido al Uchiha, quien sólo pudo reaccionar inclinándose levemente a ella para cerrar aquellos votos con un tierno beso que iniciaría su noche de bodas, de no ser porque lo único atrevido que pudo hacer él esa noche, fue haberle quitado la horquilla del cabello, el cual a liberar los cabellos de ella los cohibió a ambos, el por su inexperiencia y ella por recordar algo que no quería recordar pero que inevitablemente le llegó a la mente.

VIII

Paciencia. Fue lo que le recomendó el Dr. Arata a Sasuke en una carta de respuesta que recibió después de que él envió su reporte. (parte de la terapia).

Después de su boda con Sakura, habían pasado alrededor de 4 meses y no lo habían consumado, y no es que el shinobi estuviera apurado, mas si le preocupaba que su esposa se pusiera tensa cada vez que compartían la cama, el futón o el suelo donde se acostaban.

Sakura decía que le gustaba dormir cerca de él, ya lo habían hecho antes (hasta abrazados), pero después de la boda parecía que estaba a la expectativa de que algo malo le pasara que se levantaba por las noches gritando que no quería que se le acercaran. Algo similar a lo que le pasaba a Sasuke cuando de repente soñaba con su familia y la masacre.

Teniendo en cuenta que era un problema, Sakura también solicitó ayuda por su parte, aunque cuando recibía respuestas y aplicaba los consejos que le daban, siempre terminaba cediendo al miedo, y Sasuke no quería presionar pues temía que pasara lo que había pasado la primera vez que intentaron intimar.

Esa vez, todo lo trató de hacer de la forma más sutil, dulce, romántica que se le pudo ocurrir, de acuerdo con los consejos que recibió. Sakura y él habían comenzado primero con tiernos besos, esos nunca faltaban, pero cuando la recostó suavemente sobre el futón y desabrochó un poco de la cinta que sostenía la yukata, su esposa empezó a agitarse y a temblar más que un terremoto.

—Tranquila.

Le quiso dar seguridad, tocándola con suavidad, y Sakura parecía que quería también ceder pues le estaba permitiendo tocarla; sin embargo, pronto su expresión cambió a una de desesperación cuando sintió la mano de su esposo bajando por su abdomen, acercándose hasta su parte más baja y que aun era cubierta por la ropa interior.

—Tranquila, Sakura… mírame a los ojos, soy yo…

Sakura, sin dejar de temblar, miró a los ojos de su esposo al mismo tiempo que sentía el roce de su mano ahora subiendo hasta su pecho a medio descubrir.

—Lo siento…—musitó ella, al momento que comenzó a agitarse más. —Sasuke-kun… no puedo respirar, no puedo respirar… —se empezó a quejar como si tuviera a alguien pesado encima de ella.

—Rayos… cálmate, por favor, trata de respirar por la nariz. —la reincorporó rápidamente para ayudarla con su respirar.

Pero no funcionó, ella comenzó a agitarse más, como si nuevamente estuviera sufriendo aquel doloroso episodio y a pesar de que Sasuke trató de confortarla, quedó impactado al momento en que Sakura encontró refugio en el vacío.

Después de años, volvía a tener un colapso.

Desde ese entonces, no había intentado hacerlo de nuevo, no en esas proporciones, lo único que quería era que estuviera bien, aunque sabía que Sakura no estaba del todo satisfecha, y que ella quería estar con él tanto como él la deseaba.

Una de las cosas que el Dr. Arata le escribió en una respuesta era de que eso se podía dar cuando menos se lo esperara, y con eso le dio a entender de que tal vez tanto Sakura como él lo estaban pensando demasiado.

Y el médico pareció no errar, pues una noche que nuevamente acampaban en una cueva, ocultándose de la lluvia, sucedió, casi por arte de magia, cuando los dos buscaron el calor del otro.

Ese día Sasuke terminó de conocer a Sakura, descubriendo ese lado seductor, apasionado y "cálido" que tenía, y ella por supuesto conoció lo suyo, y le hizo uno de sus tantos halagos aludiendo que fue realmente "hermoso", agregando que no esperaba que una persona como él pudiera hacer tales cosas (la graciosa), parecía que ella misma se había permitido el disfrutar de tener relaciones, y más cuando descubrió que lo podía hacer reír, tocando cierta área entre sus costillas.

—"Será nuestros secreto" — le dijo riendo.

Sasuke gruñó y de igual manera se propuso a encontrarle puntos débiles, y no le fue muy difícil pues sólo tenía que tocarla cerca del ombligo para hacerla reír.

Quien lo hubiera pensado, pero Sasuke también se permitió el disfrutar de hacer el amor con su esposa.

IX

Una vez que su vida sexual se volvió activa, la pareja no perdía el tiempo para intimar lo más que pudiera, siempre y cuando no hubiera una misión de por medio. (era una regla)

Pero después de un tiempo sin misiones tan complicadas y de no descubrir nada de nada, salvo algunas investigaciones que Sakura hacía para el sector salud, se tomaron un pequeño descanso en el verano, hasta casi después del cumpleaños no. 25 de Sasuke. Después continuaron; sin embargo, el ritmo al que solían ir pronto se vio ligeramente modificado y eso es porque Sakura andaba con más pereza.

— "Duerme demasiado"

Pensó Sasuke, mientras ordenada todo el equipaje que guardaría en uno de los pergaminos, a su lado se encontraba su durmiente esposa, la cual seguía sin abrir los ojos y eso que pasaba más de medio día.

El shinobi se preguntaba si no estaría enferma o algo por el estilo, aunque también le aterraba la idea de que ella pudiera volver a caer de nuevo en ese coma de algunos años atrás. Podría parecer extraño pero prefería verla despierta que dormida.

—"Tonto, sólo está durmiendo"

Trató de quitarse los malos pensamientos que lo atormentaban y salió de su tienda de campaña para buscar agua, pensando que en ese lapso ella finalmente despertaría.

Pero no pasó, al volver, Sakura seguía más dormida que una morsa, por lo que Sasuke (sólo para cerciorarse que estaba bien) la movió con sutileza, hasta que la hizo despertar.

—Oh… buenos día Sasuke-kun.

—¿Buenos días? Ya pasa de medio día.

Sakura emitió un quejido, llevándose la mano a la cabeza.

—¿Te sientes bien? ¿Estás enferma? —preguntó, yendo directo al grano.

—No, pero es normal…

—¿No, pero es normal? ¿Qué se supone que significa eso?

—Mmm… no esperaba que te enterarás así, pero… creo que ya no puedo ocultarlo más…

—¿Hm?

—Sasuke-kun… ¿en serio no te imaginas? —sonrió ella nerviosa.

—¿Imaginarme? —repitió este, viendo como Sakura ponía posteriormente su mano sobre su vientre.

Entonces captó lo que le quería decir.

—No… —negó con la cabeza, completamente asustado.

—Yo creo que sí…—difirió ella riendo.

Sasuke se dejó caer, echándose hacia atrás, su rostro se mostró más perturbado.

—Hey… tranquilo… ¿qué pasa?... ¿no te da…

—¿Estás bien? ¿no te duele algo? —interrumpió él, preocupado. —¿él está bien? —miró a su vientre.

—Sí, todo bien… me he estado cuidando desde que me di cuenta.

—¿Cuándo?

—No tuve mi periodo hace algunas semanas, pensé que era por la píldora, pero después comencé a tener otros "síntomas" que me lo confirmaron… ¿Sasuke-kun, seguro que estás bien? —preguntó al verlo pálido.

—Mi… familia…—pronunció él asustado, teniendo en su mente imágenes que en ese momento no deseaba ver.

—Ay, no… no Sasuke-kun.

Intuyendo lo que pasaba, Sakura lo abrazó con fuerza, sintiendo posteriormente como él se aferró a ella por la cintura.

—Esa historia no tiene por qué repetirse… ¿escuchaste? No sucederá, vas a ser papá y este bebé te va a querer como a nadie en el mundo.

Sasuke apretó los ojos, borrando aquellas imágenes que los seguían perturbando.

—¿Estás segura de que estás bien? ¿también él?

—Sí, estamos perfectos, Sasuke-kun… ya tranquilo…

Queriendo confiar que así era, Sasuke se aferró a su esposa e "hijo", permitiéndose desahogarse del pasado y a la vez alegrarse por esa nueva noticia.

—Gracias, Sakura…—pronunció cuando finalmente logró tranquilizarse.

Ahora tenía a alguien más a quien proteger; más dichoso no podía ser.

X

Pese a que el plan fue regresar a la aldea para que su bebé naciera dentro de esta y con las mejores comodidades, el matrimonio retrasó dicho plan debido a algunas cosas que habían encontrado, entre dichas cosas, habían dado con un lugar en el cual extrañamente encontraron un pequeño grupo de zetsu blancos, que no pasaban de 10 y no sabían si eran algunos rezagos que habían quedado de la guerra.

Sasuke seguía sin confiarse, y la intuición le decía que había algo más que seguía ocultándose en su planeta, por lo que ahora tenía otra cosa de que preocuparse. Desde que se enteró que iba a ser padre, se determinó a hacer del mundo un lugar donde su hijo no tuviera que lidiar con el sufrimiento al que supuestamente estaban condenados todos los Uchiha, pero todo parecía ir en su contra, pues algo pasó el día en que se enteró del sexo de su bebé.

Aquella vez, mientras un doctor de un pueblo le hacía la revisión de rutina a su esposa, finalmente le entendió más o menos a como era eso de las ecografías, aunque claro eso era porque Sakura ya tenía más avanzado el embarazo.

—Es una niña, felicidades…

—Una niña

Suspiró Sasuke impresionado, porque para empezar seguía sin poder creer que él hubiera sido capaz de crear algo tan hermoso junto con Sakura (que obviamente le ameritaba la mayor parte del crédito), y segundo porque no se veía así mismo con una niña a la cual definitivamente tendría que tratar de una manera sumamente especial, a como el idiota de Naruto le describía el cómo trataba a su crío Boruto: "Un engendro de Kurama" según él, pero con una niña, no supo qué pensar, sólo se vio así mismo protegiéndola de los malos bichos que se le acercaran. ¿Por qué? No lo sabía pero sentía que debía a hacerlo a toda costa.

Pero a todo eso ¿qué pensaba su esposa?, raro, pero en todo ese tiempo que él se mantuvo pensante ella no había dicho nada y fue entonces que notó la cara de preocupación que se cargaba.

—¿Qué tienes? ¿no estás feliz?

—Es una niña…—repitió ella preocupada.

—¿Y qué…? ¿Tú no…

—¿y si es como dijo esa vieja?

—¿Vieja? ¿cuál vieja?

—La sacerdotisa…

En ese momento, un recuerdo del pasado llegó a Sasuke.

"Las sacerdotisas de la naturaleza nunca han tenido hijos varones"

Y en seguida a ese, recordó las palabras de Orochimaru.

"Aún puedes embarazarla al menos para procrear a la siguiente sacerdotisa… ¿Te imaginas? Una Uchiha sacerdotisa de la naturaleza, sería imparable."

—No…—comenzó a negar con la cabeza, su hija no debía tener tal destino, su destino tenía que ser otro, así él tuviera que mover el cielo y la tierra para lograrlo.

—Sasuke-kun… qué pasaría…

—No. —repitió con más calma. —Vamos a tener una hija, porque así sucedió… ella no será ninguna sacerdotisa ni va a tener que cargar con ninguna maldición. ¿está bien? ¿Puedes confiar en eso? —afirmó, tomando la mano de su esposa.

—Está bien. Confío en ti, Sasuke-kun… entonces… ¿cómo quieres que la llamemos? —preguntó sonriente.

Sasuke, acariciando con suavidad su abultado vientre, sin pensarlo mucho respondió:

—Sarada…

—¿Sarada? ¿Por qué?

—Es lo único que has querido comer en estos meses en todas sus presentaciones… a menos que quieras ponerle "Tomato", porque tampoco los has dejado de comer. Creo que ella será igual que yo en ese aspecto.

Sakura rio.

—O tal vez lo odie. —contradijo ella, apagando las esperanzas del futuro padre que sólo la miró con tierno reproche. —¡Me gusta! Creo que Sarada es lindo, además su nombre empezaría como los nuestros…

—Ah…

—Bien, entonces no se diga más… ¡hola, Sarada-chan! Tu papá y yo estamos ansiosos por conocerte. —susurró mientras acariciaba su vientre

Viendo aquella peculiar interacción madre e hija, Sasuke se determinó nuevamente a que las cuidaría a ambas, pasara lo que pasara.

No dejaré que les pase nada…

XI

El tiempo no perdonaba y eso claramente se notaba en la pareja Uchiha que después de tanto posponerlo no lograron llegar a Konoha por lo que se vieron en la necesidad de acudir a cierto laboratorio un 31 de marzo, en donde se encontraba una vieja conocida.

—¡Eh! ¡Sasuke! ¡¿qué significa esto?! —gritoneó Karin, viendo como de la nada se había abierto un portal de donde salió su antiguo amor, acompañado de una adolorida Sakura. —¡¿QUÉ LE HICISTE?! —gritó alterada al notar cierto bulto en la kunoichi,

—¿De verdad quieres que te explique? Karin, te lo pido, por favor ayúdame… este es el lugar más cercano que pude encontrar, estamos muy lejos de Konoha.

—¿qué? ¿Qué? ¡¿AYUDARTE CON QUÉ?

—Con el parto, ¿con qué más? ¡por favor!

— ¡¿Qué?! ¿Quieres que yo…? ¡Estás loco! ¿si te entra en la cabezota que ¡NO SOY MÉDICO!? Generalmente lo mío es otra cosa…

—Des-cui-da… yo los puedo guiar. —musitó Sakura en medio de su dolor. —estudié un poco de obstetricia… sólo ayúdenme a ¡SACARLA! YAAAAA…te lo pido, por favor… por favor. —comenzó a llorar.

—Ok, ok… pero ah… tranquila… anda, vamos a una de las habitaciones.

.

Horas después, con la ayuda de Karin, el apoyo de Sasuke y el esfuerzo de Sakura finalmente los resultado de casi 9 meses de gestación finalmente veían la luz.

—Oh… no puedo creerlo… está hermosa. —chilló Karin, mientras le entregaba a la agotada madre su bebé que inquieta sólo se reconfortó en brazos de quien la había cargado en su vientre por meses.

—Sarada... por fin nos conocemos. —comenzó a llorar Sakura, mientras analizaba a la pequeña con la mirada de pieza a cabeza. Notando por sobre todo el peculiar cabello negro que tenía. —No puedo creerlo…

—¿Qué? ¿Que ya eres mamá o que la bebé es una mini Sasuke? —cuestionó Karin, también dejándose llevar por la emoción del momento.

—ambos… ¿Sasuke-kun?

Llamó a su esposo que, después del alumbramiento no fue capaz de reaccionar y se alejó aturdido unos cuantos pasos, con suerte no se había desmayado, pensó Sakura, riendo por sus adentros.

Y es que en la cabeza del Uchiha nuevamente comenzaron a pasar un sinfín de cosas en cuanto escuchó el primer llanto de su hija, que fue como un doloroso llegar al mundo externo, pero en cuanto alcanzó a ver que tenía el cabello negro, como él, sintió un entumecimiento por todo el cuerpo que le decía que esa pequeña era su hija, su hija y de Sakura y de nadie más.

—Tierra llamando a Sasuke-kun… despierta. —llamó nuevamente Sakura con su agotada sonrisa. —Alguien quiere conocerte en persona.

Fue entonces que reaccionó y dando unos pequeños pasos, se acercó lo suficiente para contemplarla.

Ay, rayos… ¿qué hiciste, Sakura? —pensó, creyendo firmemente que su esposa había cultivado y cosechado algo realmente lindo en su vientre, (aunque todo parecido a él)

Llevó su dedo hasta su mejilla para acariciarla, y su pequeña se estremeció ante dicho tacto, lo mismo pasando con él que sintió todas las entrañas contraídas y un doloroso nudo en la garganta.

—¿Quieres cargarla?

Balbuceó al responder, quería decir que sí, pero viendo así si mismo con un brazo, sintió que no lo haría bien y hasta la lastimaría. Sakura por supuesto notó su temor, y sólo le dijo que ya después le enseñaría a cómo hacerlo apropiadamente,

—¿Lo ves Sasuke-kun? Es igualita a ti. —sonrió Sakura. —No tiene nada de mí, me temo que algún día esta niña se levantará pensando que no soy su madre.

Sasuke soltó un bufido (su manera de reír más habitual)

—Que tonterías dices.

—No, es la verdad, de acuerdo con un estudio reciente al menos 2 de cada 10 niños piensan que son adoptados en alguna etapa de su vida.

—Esperemos que no. —sonrió sinceramente Sasuke, dejando ver lo dichoso que era y no le importaba quien lo viera.

Incluso Karin enrojeció al ver aquella sonrisa, por fin a la Uzumaki se le cumplía el sueño de verlo sonreír de nuevo y que mejor que con su nueva familia, a quien les dio un poco de privacidad para que conocieran bien a su pequeña.

—¿Sabes Sasuke-kun?...

—¿Hn? —musitó este, notando como la sonrisa de su esposa se ampliaba, así como su hermosa luz, que terminó por deslumbrarlo con lo siguiente que le dijo.

"Ya sé porque decidí quedarme aquí, en la tierra…"

"Fue por ella, por Sarada"


N/A muchas, muchas pero muchas gracias por leer.

Terminado el 06 de abril de 2023