Descargo de responsabilidad: la serie de Pucca y sus personajes no me pertenecen, le pertenecen al magnífico Boo Kyoung Kim. Pero la creación de este one shot sí fue idea mía, así que no lo copien, adapten o plagien.
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"Sé que crees que soy ruda, pero en mí, hay un poco de delicadeza que quiero darte." _perlapuccabf
Era una tarde brillante en la aldea de Sooga, en donde Garu como siempre era perseguido por Pucca. Corriendo entre las calles veloz, sin que se cansara por la persecución que empezó al mediodía.
Escuchando las ricitas divertidas de ella, sin siquiera él querer detenerse por nada del mundo. Inhalando y exhalando rápido, al creer que aún a sus 14 años, nada cambiaba en Sooga ni en Pucca.
–¡JI JI JI!
Asustándole al oírla tan cerca de él, aumentando la velocidad para seguir huyendo de Pucca. Sintiendo cansancio por la persecución, para sólo girar en una de las calles laterales de Sooga.
Metiéndose a ese camino, quedando atrapado en un callejón en el que casi siempre se veía acorralado por Pucca. Haciendo se volita en el lugar, para así protegerse de los labios de la joven.
Esperando el ataque de abrazos y besos empalagosos de ella, mientras descansaba ahí sentado. Respirando entre cortado por el agotamiento, sin oír ningún ruido o risita de su acosadora.
Volteando un poco su cabeza hacia la única salida del callejón, viéndolo vacío por unos segundos. Para después sólo mirar como una sombra se acercaba él, parándose en frente con firmeza.
Viendo aquella persona bastante sorprendido, mientras la sombra que Garu muy bien conocía. Sólo cruzaba los brazos en su pecho, agachándose a su altura con una sonrisa en el rostro. Haciendo que Garu frunciera el ceño, al pensar que Pucca lo besaría en toda su cara como siempre.
(¡Ay, no! ¡Otra vez no!)
Volviéndose a sorprender al instante, al sentir que ella en vez de besarlo como él lo tenía previsto. Sólo le acariciaba cariñosa la mejilla, subiendo su mano izquierda con rapidez a la cabeza de Garu.
Para así rozar el cabello azabache de él con gran suavidad, mirándolo con una enorme ternura. Haciendo que Garu se ruborizara por la delicadeza de ella, extrañándose por aquel acto de Pucca.
Ya que en el tiempo en el que él conocía a la chica, ella nunca había sido tan delicada con el ninja: ni cuando Pucca le trataba de dar de comer ni cuando a él lo correteaba ni cuando ella lo besaba o cuando jugaban y menos cuando lo abrazaba; entonces.
¿Por qué era delicada ahora con él?
Garu no lo sabía con seguridad, pero él prefirió no moverse de su lugar ni un pequeño centímetro. Ya que él tenía el temor de que, si se movía un poco de su lugar, Pucca sé abalanzaría sobre él para besarle como siempre lo hacía.
Así que él ni se movió, dejando que ella lo mimara como deseaba o quería. A pesar de que Garu se sintiera incómodo y pareciera sometido ante las manos suaves de Pucca.
Pero a la vez, le empezaba a gustar aquellos mimos que le daban. Empezando a querer de la nada, que Pucca juntara sus labios con los de él.
Sin que Garu supiera por qué esperaba que hiciera eso, al aspirar que ella lo besara delicadamente. Poniéndose aún más rojo por lo que pensaba, sin siquiera dejar de verla.
(¿A que sabrán los labios de Pucca? ¿Serán tan dulces, cálidos y delicados como su mirada ahora?)
Negando tercamente por el raro pensamiento, sin dejar de estar tan rojo por la cercanía de su fan. Bueno, si se podía estar mucho más sonrojado.
Mirando con fijación a los ojos de la azabache, notando como Pucca lo miraba dulce. Para después sólo juntar sus labios con los labios de él, besando a Garu con una delicadeza atrapante.
Que él esperaba que ella lo hiciera sin pensarlo, como estaba acostumbrada. Y aunque él ya aguardaba ansioso, a que lo besara de una buena vez.
De todas maneras, se impresionó mucho por esa acción. Abriendo los ojos de par en par atónito, pasando unos cuantos cortos segundos, para que el de coletas correspondiera el beso de Pucca.
Sin siquiera saber porque lo hacía, cerrando los párpados poco a poco para disfrutar el beso. Descubriendo el sabor a cerezas que tenía en su boca, que Garu hace poco quería probar.
Sonrojándola como casi nunca lo hacía, separándose después de 2 segundos de estarse besando. Volviéndose a mirar fijamente, mientras la chica sonreía muy emocionada por el acto de su ninja.
Tirando unas cuantas lágrimas de felicidad, al saber que todos sus intentos de perseguirlo no habían sido en vano como pensó. Ya que Garu le había correspondido un beso por primera vez, dándole con eso las suficientes esperanzas de seguirlo intentando.
Pues le probaba que él la quería y que no sólo lo estaba imaginando, si no que si había algo entre ellos y sólo lo negaba por timidez. Así que, al seguir viéndolo. Pucca sólo pensó alegre, aún con sus lágrimas de felicidad y con una sonrisa en su rostro.
(¡QUE BIEN! Garu me correspondió un beso, por fin ¡y es el primer beso que él me corresponde?)
Asustando bastante a Garu, al ver con atención las lágrimas de Pucca que caían por sus mejillas. Para así sólo preocuparse, a pesar de que también en su rostro brillaba una gran sonrisa dental.
Viendo como ella se levantaba grácil de donde estaba hincada, quedando parada enfrente de él. Para después limpiar las gotas de llanto con la manga de su vestido, ampliando más su sonrisa.
Haciendo que él tragara duro, al darse cuenta por fin del beso que sin darse cuenta correspondió. Creyendo ahora sí, que con esa enorme sonrisa de Pucca, ella sólo lo atacaría con sus besos. Cerrando los párpados con gran fuerza, para así prepararse para el asalto que la chica le daría.
(¡Ay, no! ahora sí me besará y no tendré escapatoria.)
Abriendo uno de sus 2 ojos azabaches, para que viera como se volvía a equivocar en lo que pensó. Pues la dulce chica de ojos rasgados, sólo le dio un pequeño beso en la frente con infinito cariño.
Dando Pucca la vuelta completa con velocidad, para así irse saltando del callejón bastante feliz. Dejando un rastro de corazoncitos que salían de su cabeza, mientras Garu se desconcertaba por lo que había pasado.
Parándose del lugar en donde se había sentado, para sólo irse muy confundido, al no entender lo que hizo ni por qué Pucca no se abalanzó sobre él cuando tuvo la oportunidad y sobre todo cuando Garu estaba con la guardia baja.
Pues él no puso ninguna resistencia a Pucca, por lo que ella podía hacerlo sin reparo. Pero no lo hizo ni siquiera lo intentó, sólo actuó delicada.
Poniéndolo aún más nervioso, pues si Pucca no se atrevió a besarle como estaba acostumbrada, era porque él le había dado todas las energías que ella necesitaba y mañana realmente lo empalagaría con sus abrazos y besos.
Así que sólo suspiró, meditando en lo que le vendría. Saliendo de aquel callejón, para sólo caminar hacia su casa en el bosque. Mientras se le formaba una sonrisa inesperada en el rostro, negando confundido con la cabeza.
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2 de febrero de 2022.