138NA:P jeje ups? ;Me volvi a tardar ….sorry :P …ya no crean en mis promesas (como los políticos ) en fin, aquí esta!...EL GRAN FINAL:D si…lo se, tiendo a exagerar demasiado -U
Harry Potter no me pertenece (damn it!), el fic es SLASH HD (como tods saben)
WARNING: Altos contenidos de miel (:P ya saben es muy dulce y cursi en ciertos momentos) y.. contiene algo de lemon:P….so ….Enjoy it!
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El principio del fin
Como había anhelado volver a besar al moreno…
El rubio se dejó llevar por las sensaciones que le provocaba esa simple unión de labios, no escuchó campanas o voces angelicales, sólo, era como llenar una copa hasta el tope que antes se encontraba a la mitad, era sentir esa descarga que iba desde su boca hasta su pecho, en donde chocaba para esparcirse por todo el cuerpo levantando esos vellitos de su pálida piel y era saber que por fin podría llegar a tener algo de felicidad dentro de su amarga vida, pero por más que quería permanecer de esa manera para poder sentir esto una y otra vez, tenía que ver la reacción del otro …
Se despegó lentamente, todavía no soltaba la cara del otro chico y sus ojos seguían cerrados esperando por una respuesta, claro una respuesta positiva no una negativa, como la que recibió… Harry se despegó de él por completo y pasó de lado, como si nada hubiera pasado.
Si tan solo hubiera abierto los ojos…
El rubio cayó en una gran incredulidad, sus ojos estaban abiertos a más no poder y su boca casi llegaba al suelo, metafóricamente hablando. Se giro lentamente para ver si estaba solo o no, realmente no quería enfrentar la cruda realidad, por eso, se le hizo eterno el giro y cuando terminó se llevo una gran sorpresa al ver al moreno viéndole de frente sin emoción alguna, tenía una cara seria…pronto, Draco sentía en su boca cierto sabor salado…
- "Soy un estúpido… un completo idiota…yo…yo pensé que tú estabas… que tú estabas…me dijiste… y yo si…"- sus pensamientos giraban rápidamente y en instantes sintió que su cabeza quería explotar, además ya no quería estar ahí, pero sus piernas no se movieron, no tenían la suficiente fuerza para hacerlo, así que sólo se quedó con la cabeza agachada, tratando de esperar a que el otro se marchara…o dijera que no quería nada con él, pero lo que sucedió hizo que su corazón diera un vuelco…
- "Perdóname"
El chico que tenía enfrente colocó sus manos en su mojada cara y con sus pulgares la limpiaba lentamente mientras le miraba con gran intensidad, una mirada que el rubio extrañaba y añoraba, una mirada que hizo que cayera en esas redes… y como todo había sido tan rápido, simplemente no sabía como responder ante tal acto, no sabía si reír o gritar, así que sólo se quedó observando atentamente al otro.
- "¿Draco? … yo no quería que…"– Harry había despertado al instante en que Draco le beso, sólo que no estaba seguro de las intenciones del rubio, es decir, no sabía porque quería romper el hechizo que le mantenía unido a Andrea, si era por querer ganarle o porque quería regresar con él y pues sentía que la respuesta era la primera ya que el rubio solía ser muy orgulloso y competitivo, no se iba a dejar ganar tan fácilmente y antes de salir lastimado de nuevo prefirió salir de ahí, hasta que no escuchó movimiento alguno del rubio entonces trató de esperar una respuesta, tratando de que el otro no se diera cuenta de que no quería salir lastimado y utilizó su mejor cara para enfrentarlo, sólo que se desplomó cuando Draco comenzó a hablar tan entrecortadamente, al parecer el rubio le correspondía, bueno eso quiso pensar y trató de disculparse porque no quería verlo así, pero no funciono, el otro no parecía entender que sucedía por el momento
Todavía con sus cálidas manos sostenía la figura frágil del chico que amaba, el cual cerró sus ojos – "No pensé que me correspondías Draco, por eso no creí que fuera necesario quedarme aquí para ver como me decías cosas que no me iban a gustar… pero no fue así…"- para ese entonces el rubio le veía con plena confusión y como no quiso quedarse así, decidió buscar respuestas
- "¿Quiere decir… que por eso… ibas?"
- "Si.. algo así"
De pronto Harry se encontraba en el suelo con cierto dolor en la barbilla
- "¡Idiota!, ¡Pudiste haber dicho algo!" – el rubio tenía sus manos fuertemente apretadas, lo blanco de sus nudillos lo delataba
- "¡Tú también pudiste haber dicho algo! Si no es porque decido quedarme, los dos nos hubiéramos ido con la idea equivocada" – contestó Harry desde el suelo mientras se tocaba inciertamente con sus dedos, el golpe que le había dado Draco y miraba a este con enojo
- "¡Pero tu debiste haberlo hecho primero!" – volvió a responder con el mismo enojo de antes o peor.
- "Mira…dejemos esto, los dos tuvimos la culpa por no haber dicho nada" – no quería que las cosas terminaran mal
- "¡Que humillante! Jamás debí haberlo hecho y me hubiera evitado todo esto" – el chico se señalo con ambas manos y sus ojos miraban exasperantes al techo, pero una vez que terminó y vio a Harry todavía en el suelo con una mirada triste todo su enojo se fue, sólo quedó el sentimiento de arrepentimiento con ciertos rezagos de la vergüenza que estaba sintiendo desde que explotó momentos atrás.
- "¿Sabes? Era mejor que no me quedara y me hubiera evitado todo esto" – usó las mismas palabras del rubio, sólo que Harry le agregó un toque de sarcasmo; empezó a levantarse y cuando iba a mitad de camino volvió a quedar como estaba, sólo que esta vez tenía un cuerpo encima, aferrado a su cuello que no le permitía pararse.
- "no" – fue la leve respuesta del chico rubio entre sus brazos y pronto una pequeña sonrisa se asomaba en las facciones del moreno.
Se quedaron así por mucho tiempo, como si trataran de compensar todos los años llenos de rivalidades, odios y miedos…
El tiempo pasó con un silencio tan acogedor que les arrullaba, también ayudaba la atmósfera que se había creado, el calor de la chimenea y las velas que circulaban por toda la habitación les hacían sentir como si estuvieran en una especie de trance. Todo en sí era tan relajante que habían perdido la noción del tiempo, pudieron haber pasado minutos, incluso horas, ellos no sabían, sólo se quedaron así…..
Una chispa del fuego de la chimenea les despertó del ensueño con su aturdidor ruido, bueno no fue tan ensordecedor como parecía, es sólo que se habían acostumbrado al silencio de la habitación y habían puesto todo su atención en la respiración y ritmo del otro que los sacó por completo de la fantasía.
Se separaron un poco, lo suficiente para que sus cuerpos lo resintieran tanto físicamente como emocionalmente…
- "Mi espalda me está matando, será mejor que nos acostemos en la cama" – fue el leve comentario de Harry al ver que el rubio no se limitaba a mirarlo y quería llamar su atención, funcionó, pero no de la manera que el quería, cuando Draco se levantó directamente se sentó en la cama y tenía la mirada perdida en la chimenea, Harry por su cuenta se levantó despacio, eso de que la espalda le mataba no se alejaba tanto de la realidad en sí sentía un dolor en general por todo su tórax y columna.
Se acercó cuidadosamente al chico que estaba sentado e hizo lo mismo.
- "¿Qué sucede?" – preguntó con el tono mas dulce que tenía
- "Me siento como un total idiota" – contestó, todavía sin voltear a verlo – "jamás me había dejado llevar por este tipo de emociones" – esta vez si volteó, sus ojos estaban algo rojos y un poco hinchados
- "No tiene nada de malo, es más casi no se notó" – con su tono alegre y despreocupado logró sacar una muy pero muy pequeña sonrisa de los labios del rubio
- "¡Más te vale que esto no salga de este cuarto Potter! O sino, ¡pienso mandarte muy lejos de aquí!" – al parecer estaba recuperando su carisma, pensó Harry con cierto humor
- "No te preocupes, ni una sola palabra… bueno, ¿en que estábamos?" – habló mientras se acercaba a Draco y lo abrazaba a la vez que lo empujaba lentamente con su peso, para quedar cómodamente sobre el colchón, donde pasaron un buen rato de agradable silencio…
- "¡Vamos Potter! No me digas que lo único que vamos a hacer, ¿es abrazarnos toda la noche?" – preguntó con cierta molestia y algo de picardía, en sí no le parecía mala la idea de abrazarse todo la noche, pero se quería reconciliar en serio con el moreno, tendrían mucho tiempo después para hacerse los cursis y todo lo demás.
- "¡Ah! Entonces esto sí es una reconciliación después de todos los insultos y amenazas" – tampoco a Harry se le hacía una mala idea el estar así toda la noche pero prefería mil veces pasar la noche escuchando a Draco gemir por él.
- "No me tientes Potter, porque si lo haces, voy a tener que sacar mi arma secreta" – una sonrisa ladeada apareció en los finos labios del rubio mientras le veía con superioridad
- "¿Arma secreta?" – preguntó un Harry divertido, por lo que le vino a la mente. Draco vio su mirada y un gran sonrojo apareció en sus mejillas
- "No en ese sentido tontito" – respondió como si no le hubiera importado como le veía el moreno – "me refiero a una más dolorosa" – su sonrisa Slytherin había vuelto – "además me vendría bien que la usara…¿eh Potter? que te parece si te castigo por lo que hiciste hace rato, con un buen látigo creo que nos la podremos arreglar, ¿no crees?" – la sonrisa más sádica que tenía se apareció en su rostro y Harry no tuvo otra opción más que tragar saliva antes de sonreír nerviosamente pues no sabía si era en serio o era una broma, pero como no quería hacer enojar o sentir mal de nuevo al rubio se limitó a no contestar y esperar –"¿Nervioso Potter?, ¿Que pasó con todo eso de la valentía Gryffindor?" – al parecer tampoco obtuvo respuesta –"¿Te comieron la lengua?" – definitivamente se estaba cansado del jueguito –"¡Potter!... ¡Era sólo una broma!"
- "Menos mal" – respondió Harry aliviado y sonriendo tan encantador como siempre, y para no perder la costumbre, el rubio se sonrojó, tampoco le ayudo mucho que el otro empezara a acariciar su rostro lentamente con una mano mientras que con la otra proporcionaba un suave cosquilleo a través de la ropa con sus movimientos circulares en su espalda – "Me encantas" – le vio con una miraba hambrienta, antes de atacar sus sonrosados labios…
Corrientes de placer recorrieron su cuerpo al ser besado con semejante pasión, dando como consecuencia un pequeño gemido que no salió mas allá de su garganta,, sin embargo no pudo detener otro en cuanto sus labios se partieron para dar la bienvenida al extraño pero conocido sabor del moreno que chocó con el suyo, mezclando el placer con el deseo de sentir más…
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Respiraciones agitadas se dieron a escuchar por la simple acción de un beso fogoso, habían extrañado demasiado las sensaciones que se provocaban el uno para el otro, tanto que su excitación estaba más que latente, sus cuerpos estaban acomodados de tal manera que el temblor y lo palpitante de su corazón se propagaba de un cuerpo a otro. Harry, quien estaba encima, comenzó a desabotonar la camisa que llevaba el rubio con desesperación, tanto fue así, que al rubio no le sorprendería si su camisa hubiera perdido uno que otro botón, una vez fuera del camino Harry empezó a recorrer el pecho de Draco con toda la pasión desbordada.
Draco jamás había sentido tanta excitación arremolinada en su piel, así que la mejor manera de responder a lo que le provocaba Harry, era gemir como si su vida dependiera de ello y tratar de tocar cualquier parte de la espalda del moreno hasta donde la camisa le permitiera; el moreno, sintiendo que su camisa le estorbaba se despegó por un momento de Draco, quitándosela rápidamente, el rubio sólo vio como la mayoría de los botones salieron volando hasta el suelo.
Sin restricciones, el rubio comenzó a recorrer con sus delgadas y finas manos toda la espalda, poniendo presión en esta cada vez que Harry tocaba un punto sensible de su cuello o cuando mordisqueaba y lamía su oreja; hasta cierto punto el rubio se sintió totalmente inútil, también quería participar y escuchar al otro gemir por él.
Así que comenzó a mover sus caderas, tratando de obtener todo el contacto posible con las caderas de Harry, cuando este noto el primer roce del rubio no pudo evitar gemir, sentía que explotaría en cualquier momento; queriendo sentir más empezó a moverse al mismo ritmo que mantenía el rubio, su tarea sobre el pecho del otro quedó olvidada; sus gemidos se volvían más fuertes conforme el ritmo aumentaba, el clímax llegó junto con el último gemido en forma de Draco que salió de Harry.
Sus respiraciones seguían agitadas y costaba algo de trabajo respirar, sobretodo para el rubio, el cuál estaba siendo aplastado por Harry, aún así no le importó, pues en ese momento su cabeza daba giros y veía ciertas lucecitas que aparecían y desaparecían, jamás pensó que el reconciliarse sería tan explosivo, pensó con cierta picardía que deberían pelearse más seguido, bueno realmente se peleaban seguido, pero de ahora en adelante se aseguraría de que tuvieran sexo después.
Por otro lado, Harry se sentía extremadamente contento, no se había sentido así desde hace mucho y eso le aligeraba su constante peso que cargaba consigo, de hecho se sentía flotar, pero eso no significara que ya no quería nada más con el rubio en ese momento, al contrario la llama flameaba con más ímpetu.
El moreno empezó a recorrer el cuello de Draco, dándole pequeños besos y lamiendo, alternándose, mientras lo hacía no podía evitar que sus sentidos se llenaran del rubio, olía, sentía, sabía, veía y se escuchaba totalmente delicioso.
Y por lo tanto, el que su amante moreno le pusiera tanto empeño en cada gesto hacía que ese remolino de emociones girara más rápido, el rubio sentía que su corazón explotaría de tan rápido que latía, nuevamente…
Sus respiraciones rápidas y entrecortadas avisaban que nuevamente estaban listos para empezar una sesión más apasionada de besos y caricias, sólo que esta vez se aseguraron que sus pantalones estuvieran fuera del camino, una vez logrado los dos se contemplaron por un segundo o dos, no buscaban nada, simplemente fue algo necesario, ¿la razón?, no hay razón.
Harry atacó nuevamente, pero siguió todo un camino con su lengua a través del pecho del rubio, haciendo paradas importantes en los puntos mas sensibles, como sus pezones, los cuales en la lengua del moreno sabían deliciosamente y le encantaba juguetear con ellos mientras los probaba una y otra vez, además era un placer escuchar gemir a Draco por más, eso y escuchar su nombre de esa manera lo hacía excitarse más.
Por su cuenta, el rubio no paraba de enredar más el cabello de Harry, era obvio que no se daba cuenta de tal cosa mientras tuviera sus ojos cerrados y se arqueara de esa manera cada vez que el moreno daba exactamente en donde le gustaba; sólo abrió sus ojos cuando el moreno bajó más, cosa que le hacía cosquillas y le provocaba más ansiedad para que llegara a su destino, y cuando lo hizo sintió que el cuarto daba vueltas, se sentía tan mareado de deseo que gritó más de lo que debía, espantando por un momento al moreno que pensó que había hecho algo mal, pero cuando escuchó que el otro repetía su nombre con más ahínco y gemía por más, continuo su trabajo
No duro mucho tiempo…
Era obvio que todavía no acababa, pero le dio un poco de tiempo a su amante para que volviera en sí, se veía tan lindo con esa expresión de satisfacción y de cansancio emocional.
- "Harry …" – el rubio empezó a decir entrecortadamente – "te necesito…" – para ese momento tenía encima unos ojos grises que brillaban de deseo y relucían espléndidamente en la luz que producía la chimenea, Harry quedó de nuevo cautivado con esa mirada, como la primera vez que estuvieron en ese cuarto.
De pronto, sacándole de ese trance, el rubio se sentó en la cama, provocando una reacción similar en el moreno, tratando de comprender lo que el otro hacía, no tardo mucho en obtener una respuesta; unas manos que contrastaban con su pecho lo empujaron lentamente hasta que se recostó por completo, unas piernas pálidas que contrastaban con sus caderas se posicionaron de tal forma que le permitieron al rubio sentarse cómodamente en la sección baja del pecho de Harry.
- "Déjame hacer todo el trabajo " – empezó a besar lentamente el pecho de Harry, pero este mismo no lo dejo hacer mucho, pues con sus manos delicadamente rodeó la cara de Draco y lo atrajo hacia si para compartir otro beso que los hizo gemir del contacto tan intimo y de lo que representaba esa acción.
Cuando se despegaron, Draco se recargo en Harry mientras se elevaba un poco y se posicionaba exactamente en sus caderas; al principio le costó un poco de trabajo pero estaba un poco resbaloso, así que al final ya no le costó tanto, cuando termino los dos chicos gimieron fuerte, y poco a poco el rubio empezó a moverse, acelerando conforme sus cuerpos pedían que fuera más rápido, el moreno también movía sus caderas al ritmo del rubio; mientras mas rápido se movían sus gemidos se hacían mas fuertes hasta llegar a gritos, especialmente, por parte del rubio que no paraba de hablar-gritar…
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Sólo las respiraciones y las llamas ondeantes de la chimenea era lo que se escuchaba en el cuarto; los chicos sólo descansaban, uno encima del otro, ni siquiera Harry quería hablar, estaba demasiado satisfecho y contento como para romper el encanto, además sabía que Draco le gustaba el silencio después de tanto ruido; grande fue su sorpresa cuando el rubio murmuró las dos palabras prohibidas, bueno al menos Harry creía que eran prohibidas para este…
…Harry ya las había pronunciado antes, con cierta timidez, pero esta vez las pronunció con seguridad.
Draco tenía razón cuando dijo que podrían hacerse los cursis después, pero eso no le molestó como debería, simplemente no lo pudo evitar, se dejó llevar por el momento, y sabía que a Harry no le importaba, de hecho se sintió mejor cuando este se acurruco junto a él para poder dormir en paz; y antes de que el rubio pudiera acompañar a Harry en el mundo de Morfeo, se preguntó que había pasado con la rubia Janszoon, obviamente eso no ocupo mucho su pensamiento, sólo fue pasajero
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Unas cuantas horas antes….
La chica que tenía ojos azules, cabellos dorados, nariz respingada, pecosa y de bonito cuerpo, Andrea Janszoon, ahora se encontraba con ojos parecidos a los de una persona muerta que ya tenía mucho tiempo en el agua, sus cabellos dorados se tornaron grisáceos, su nariz se torció hacia un lado, sus dientes crecieron, su cutis se torno áspero y verdoso y su cuerpo se ensanchó.
Y todo esto sucedió cuando venía de la casa Ravenclaw con el libro que le habían prestado; cuando sintió los cambios físicos también sintió como si alguien le apretujara el corazón, sólo que no fue dolor físico sino una sensación, que incluía un gran sentimiento de vacío.
La chica sólo se quedo estupefacta, no se movió de su lugar, a mitad de un pasillo que pronto se llenaría de todos los alumnos que habrían de terminar su sobremesa; obviamente no pasó mucho tiempo para que varios alumnos la encontraran y la chica al ver sus reacciones en la cara, no se quedó para oír los comentarios que estuvieron a punto de hacer.
No hubo llegado muy lejos pues en su camino se encontró con los mejores amigos de Harry…
- "Tienes dos opciones, nos acompañas voluntariamente o nos acompañas por lo fuerza, tu decides" – habló Hermione a la vez que apuntaba hacia la otra chica con su varita y Ron le hacia segunda.
Y los chicos tuvieron dos conclusiones, una, era que la chica simplemente no los escuchó por ser la arpía que es o simplemente no registró lo que estaban hablando, al parecer la segundo opción tenía más fuerza pues la cara de Andrea mostraba cierto pánico y desconcierto, así que se la tuvieron que llevar petrificada, hacia la oficina del director, causando miradas de interrogación por los lugares que pasaban, tanto de pinturas como de alumnos.
Algo similar le ocurrió a Pansy Parkinson, sólo que a esta le sucedió mientras se encontraba en el baño, arreglando sus coletas. En el segundo que pasó la transformación no pudo evitar soltar un grito antes de desmayarse.
La encontraron ahí unos minutos después, y la llevaron a la enfermería.
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Era costumbre del rubio que se despertara a la hora justa que tenía que levantarse para ir a clases, no importando que tan cansado estuviera, simplemente era algo que ya tenía sincronizado, el problema de ese momento era que no quería despertar a su acompañante de cama; cuando abrió sus ojos, lo primero que vio fue el pecho que sostenía su cabeza, y ahí es cuando empezó a notar como Harry lo tenía apretujado contra él, este lo abrazaba firmemente con un brazo, en ese momento Draco decidió que así quería despertarse de ahora en adelante, no importando que le costara un poco de trabajo respirar o como sus cuerpos se sentían pegajosos a cada roce, y aún así pensó que no le gustaría de otra manera, sin ese íntimo contacto no tendría mucho sentido, así que simplemente se quedó de esa manera esperando a que el otro despertara.
En los pocos minutos que pasaron, el rubio encontró que también le era placentero el escuchar el ruidoso latir del corazón de Harry y su callada respiración que provocaba que su almohada, o sea el pecho de Harry, subiera y bajara, lo que hizo que imitara su respiración, pronto seguían el mismo compás, hasta que Harry despertó, despertando a su vez al rubio del ensueño en que estaba viviendo, pues de alguna manera todo esto seguía siendo algo difícil de creer, como si fuera otro mundo u otra persona.
- "Buenos días" – fueron las primeras palabras que dejaron la boca de Harry, mientras que lo abrazaba más fuerte e intentaba acurrucarse nuevamente
- "Por más que quiera quedarme aquí todo el día y tener sexo como conejos en celo, no puedo y tú tampoco, tenemos clases, así que más vale que muevas ese trasero Potter, porque ya vamos tarde para el desayuno" – y esas fueron las primeras palabras de Draco mientras se apartaba de Harry y se dirigía al baño.
Esto sí que despertó por completo a Harry, pues arruinó el ambiente "de la mañana después", obvio que el quería que fuera perfecto, ya que todo estaba bien entre ellos. Lo que el moreno no sabía era que Draco ya había tenido su momento y se había salido de su control y para que el otro no lo viera en ese estado, pues era capaz de hacer en ese momento todo lo que Harry le pidiera, decidió separarse y correr a la puerta más cercana, claro, no era que no le gustara, simplemente le asustaba tanto amor en el aire, ya compensaría al moreno más tarde, sabía que el otro se sentiría mal por su acción.
Sólo que no resistió mucho al ver su cara cuando lo acompañó en la regadera, también le sorprendió que Harry quería compartir el baño de esa manera, pero se le paso cuando vio su cara tan seria, sin más remedio y sacrificándose, bueno no tanto como sacrificarse, comenzó a usar sus técnicas corporales de seducción, provocando reacciones inmediatas en el moreno, comenzando así un nuevo juego de caricias…
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A pesar de que Draco dijo que ya iban tarde para el desayuno, Harry confirmó por sí mismo de que no era cierto, pues a pesar de haber perdido algo de tiempo en la regadera, al momento de llegar al comedor, observó que a penas si los demás empezaban a llenarlo; volteó a ver al rubio, pero este no dio señal alguna de que se arrepentía por la pequeña mentira, no le importó mucho a Harry, así que continuó su camino hasta su mesa, arrastrando al otro junto con él, al principio sintió cierta indecisión en el rubio, pero cuando menos se dio cuenta los dos ya estaban sentados y empezaron a llenar sus platos con las delicias que había en la mesa.
Empezaron a comer en silencio, no fue del todo un silencio incómodo, pero los dos chicos se sentían fuera de lugar, y más por las miradas que los demás les daban. Harry fue el primero en salir de la burbuja de la incomodidad al ver a Draco con sus mejillas sonrojadas, pues siendo el Gryffindor que era, no pudo evitar sentirse sobreprotector y valiente por el rubio, pero otra vez, lo que el moreno no sabía era que el rubio se sonrojaba, en parte, por las miradas y lo incomodo del asunto, y también se sonrojaba por los pensamientos e imágenes que cruzaban su mente.
Hace no mucho tiempo, el rubio se imaginó a Harry y a él compartiendo su comida coquetamente, besándose después de cada risa, abrazándose, en si todo lo cursi posible, pero como no quería verse como una chica, eso sólo se quedo en sus pensamientos.
De todas formas, el incómodo silencio no duró tanto pues pronto sus compañeros más cercanos empezaron a llegar y no pudieron contenerse a preguntar que hacía el rubio ahí…
Draco sólo se quedo mirando, en completo silencio, como transcurrían los eventos frente a sus ojos, simplemente no podía decir nada, pues sentía que todo lo que dijera en ese momento sería usado en su contra después, sin embargo, no se sentía del todo arrepentido por las cosas que les había hecho a los compañeros Gryffindor de Harry. Además le gustaba como el moreno le defendía, muy dentro sabía que no merecía esa acción, aún así, siendo el Slytherin que era, disfruto el momento.
- "Malfoy tenemos problemas" – Hermione le sacó de su mundo de satisfacción cuando llegó de repente, espantando también al moreno.
- "¿Qué problemas?" – preguntó un confuso Harry
- "Verás…, Draco y yo creamos una especie de conjuro-poción para vengarnos de Parkinson y Janszoon, pero como era cuestión de tiempo, el profesor Dumbledore ya lo sabe y quiere hablar con nosotros" – la chica habló muy rápido para el gusto de Harry, provocando que se sintiera más confuso
- "¿Cuándo quiere vernos?" – respondió un enojado y a la vez resignado Draco, sabía que era cuestión de tiempo para que Granger viniera por él, pero como todo iba tan bien, se le olvido un poco que los otros dos chicos estaban con Dumbledore.
- "En este momento, de hecho Snape y McGonagall están ahí, junto con Janszoon y Parkinson" – respondió ahora el pelirrojo amigo de Harry, cosa que hizo que el moreno se preguntara que había pasado en estos días que no fue el mismo.
- "Bueno, si no hay más remedio, enfrentaré la horca ahora mismo" – y con todo el orgullo y estilo que tenía se paró y se encaminó junto con Hermione y Ron hacia la salida, con un Harry siguiéndoles el paso – "De todas formas no me arrepiento de mis acciones, al contrario, el conjuro y la poción fueron magníficos, si puedo decir eso en mi favor, ¿no lo crees Granger?
- "Pues si…supongo" – respondió la chica con aparatoso sonrojo, pues ella había dado la idea de la apariencia, y entre los dos lograron sacarlo a la perfección. Pero al parecer Draco le estaba dado un cumplido por su buen trabajo, sólo que ahora se arrepentía por haber hecho tal cosa
Draco al ver su cara de preocupación y arrepentimiento, no pudo evitar el comentario…
- "No te preocupes Granger, recuerda, acordamos que yo diría que fue mi idea y que yo había realizado todo"
Tanto Harry como Ron se quedaron con la boca abierta, no podían entender lo que habían escuchado en ese momento; el rubio viendo sus caras no pudo evitar sonrojarse y mirar para otro lado, a la vez que alzaba más su cabeza, dando entender que no se sentía afectado por la vergüenza.
- "Creo que ya es demasiado tarde para eso" – respondió la chica con cierto orgullo y a la vez resignación
- "¿Qué?" – el chico de ojos grises se le quedó viendo
- "Hermione dijo que fue ella, la que conjuro a Janszoon" – el pelirrojo reaccionó y decidió contestar por la chica
- "Sí, no lo pudo evitar, la profesora McGonagall demando que le diera el contraconjuro"
- "¿Y que le dijiste Granger?, porque espero que no le hayas dicho el verdadero contrahechizo" – dijo Draco bastante aprehensivo
- "Pues para tu orgullo Slytherin, déjame decirte que no se lo dije, le dije lo que acordamos" - contestó la chica con cierto humor
- "¿Cuál es el verdadero contrahechizo y cuál el falso?" – Harry hasta ese momento salió de su trance, lo único que pudo hacer fue observarlos, pues en sí era algo surreal lo que estaba sucediendo frente a sus ojos, la personas que más quería en este mundo se estaban llevando de maravilla – "bueno, tampoco exageremos"
- "Solamente, Granger y yo, podemos deshacernos del hechizo cuando se nos pegue la gana, el falso es que las tontas esas, deben ser besadas por alguien que verdaderamente las ame, cosa que no creo posible y lo más seguro es que ellas tampoco, por ende deben estar en un estado de pánico"
- "Sí, se puede decir que si" –contesto el pelirrojo mientras veía desinteresadamente las paredes y cuadros
Draco volteó a ver a Hermione con una ceja levantada en forma de pregunta, a lo cual Hermione respondió:
- "Pues no te equivocas, lo están"
-"Si, deberías ver los ojitos saltones de cerdito de Pansy"
Draco soltó una pequeña risa y volteo a ver a Harry con ojos pícaros, como diciendo que concordaba con Ron, pero no quería decirle y a la vez que le parecía demasiado gracioso ver los ojitos de cerdito, que él había planeado para la chica. Harry no puedo evitar sonreírle y regresar al mundo surrealista, donde existía un Draco alegre, risueño y de buen corazón. Parecía que alrededor de Harry había pequeños destellos tintineantes, y en su cara había una especie de sonrisa tonta.
Por su parte Draco, tenía otras preguntas.
- "¿Janszoon ha dicho algo?"
- "No realmente, al menos que cuentes los sollozos como algo, en sí no ha dicho nada desde que la llevamos con Dumbledore, si me preguntas, no creo que diga algo" – respondió la chica
- "Entonces, ¿nosotros tenemos que contar toda la versión?" – volvió a preguntar el chico
- "Ya lo hice, bueno al menos lo que yo sabía, anoche Luna me ayudó un poco con eso"
- "¿Y Parkinson?"
- "Si, ella contó lo que sabía" – ahora contestó el pelirrojo – "Aunque pensó al principio que Hermione la había hechizado"
- "Pero después que admití que yo fui quien hechizó a Janszoon, me preguntaron quien había sido la otra persona que hechizó a Parkinson, si me preguntas, ellos ya sabían, sólo que se negaban a pensar que habíamos planeado esto juntos"
- "¿No preguntaron por Harry?"
- "Si, al menos los jefes de casa, pero Dumbledore les decía que no era el momento apropiado para llamarte, hasta que no se aclararan un poco más las cosas" – contestó una vez mas el pelirrojo.
- "Les aseguro que Dumbledore sabía lo que estaban haciendo, y por eso no los interrumpió" – la chica no pudo evitar decirlo con un poco de picardía
- "Ew, pensar que el viejito sabe lo que estábamos haciendo anoche me da escalofríos"- respiró hondo y continuó - ¿Ya tienen los libros?" – volvió a preguntar el rubio, tratando de cambiar el tema
- "De hecho, no, sólo les conté sobre ellos" – respondió la chica mirándole orgullosamente, pues no había sucumbido a las peticiones de los maestros
- "Supongo que debo aclarar esto de una vez por todas" – dijo decididamente
- "Yo te ayudo" – dijo fielmente la chica, como típica Gryffindor.
Draco, sólo pudo sonreírle ligeramente, apreciaba el apoyo de la chica y también del pelirrojo, que aunque no haya dicho nada, sus ojos decían otra cosa, obviamente ese gracias, jamás saldría de su boca.
Harry parecía brillar y sonreír más…
Antes de pudieran decir otra cosa, los chicos llegaron con la gárgola que les daría el paso.
Hermione dijo la contraseña para poder pasar y estar unos segundos después frente a la gran puerta que los separaba de la gran sala llena de artefactos mágicos, de las personas implicadas en el asunto y los jefes de sus casas.
Harry no sabía que esperar, y eso lo tenía un poco nervioso, volteó a ver al chico con el que mantenía una mano entrelazada y notó que estaba más nervioso que él, y no pudo evitar el apretar un poco mas su mano para que el rubio supiera que lo apoyaría y que no lo dejaría. Esto visiblemente calmó a Draco, que aunque no haya volteado a ver Harry, este también le correspondió el apretón, en forma de gracias. De pronto escucharon un corto y suave "adelante", a la vez que se abría lentamente el paso para el cuarto.
- "Me da gusto ver que llegaron sin ninguna complicación" – comentó un gustoso y sonriente director
Lo primero que vio Harry, no fue al director, sino a las monstruosidades que se encontraban sentadas en las dos sillas frente el escritorio del director.
Sino se equivocaba, esa cosa pegajosa, de color verde pantano, cabellos largos grises y enredados y unos colmillos sobresalientes amarillos que proveían a la habitación de un olor como podrido, era Andrea convertida en grindylow, que le veía con esos ojos como de una persona que murió ahogada, llenos de desesperación.
¿Cómo adivinó que era Andrea?, sencillo, Ron ya había hablado algo de ojos de cerdito, y bueno, lo que estaba en la otra silla, estaba lo que parecía un cerdo mutante. Tenía unas orejas desproporcionadas al tamaño de su cuerpo, demasiado pequeñas en su opinión, una enorme trompa arrugada y algo peluda, cosa que le dio asco, y al parecer su cuerpo no cabía en el uniforme que portaba, al menos las regordetas piernas estaban libres gracias a las falda, cosa que tampoco fue muy agradable de ver, lo que no alcanzó a distinguir fueron los ojitos de cerdo de los que hablaba Ron, pues estos estaban cubiertos por dos pezuñas grisáceas, al parecer la chica seguía llorando; eso le pareció gracioso, a él y a Draco, pues sentía a través de su mano entrelazada, como temblaba, claro, cuando se percató de eso, después de ver a las chicas, volteó a ver al chico pensando que estaba nervioso, pero cuando vio su cara seria algo distorsionada, dejó la preocupación aún lado.
- "Con todo respeto, Albus, no veo porque estás tan feliz respecto a este asunto, se han cometido faltas imperdonables, tanto al Sr. Potter como a las… Señoritas presentes" –dijo algo enojada la jefa de la casa Gryffindor
- "¡Vamos!, dígalo, diga que somos monstruosidades y que nos quedaremos así para siempre" – comentó sollozando la cerdita, haciendo a su vez, hacer sollozar más a la inusualmente quieta Janszoon
- "Parkinson, no sobreactúes, debe existir una solución a esto" – volvió a hablar la profesora
- "Si me preguntan a mi, ya deberíamos haber encontrado tal solución, llevamos toda la noche en esta situación, y si hubieran seguido mi consejo de haber usado una botella de Veritaserum, nos hubiéramos ahorrado todo esto." – espetó el enojado profesor de pociones
- "No creo, ni creeré que sea apropiado usar Veritaserum en los alumnos, además con la presencia del señor Malfoy podremos aclarar todo esto" – dijo de nuevo un sonriente director, que daba la impresión de que sabía todo, pero quería ver que sucedería, sólo para su propia diversión – "¿Sr. Malfoy?"
En ese momento los dos jefes de casa posicionaron sus miradas en el rubio esperando una respuesta, no sin antes notar las manos entrelazadas de los chicos, con eso, ahora todo tenía sentido, tal vez no todo, pero al menos la parte que Hermione había contado si lo tenía.
Draco aclaró su garganta tosiendo levemente, después tomó una buena bocanada de aire y comenzó su relato.
- "Todo es mi culpa" – fue interrumpido por un codazo por parte de la chica – "bueno gran parte de lo sucedido es mi culpa, claro, lo que le paso a Potter fue culpa de Janszoon, como ya sabrán. Cuando me entere de tal suceso decidí buscar el antídoto, el cual, funcionó" – en ese momento volteó para ver a Harry, encontrándose con unos ojos que le agradecían, y no pudo el evitar sonreír un poco, causando asombro para algunos de los presentes que no estaban acostumbrados a ver sonreír al rubio –"pero también decidí hacer una especie de vendetta para las monstruosidades, aquí presentes"
- "¡Malfoy!" – regañó la profesora al mismo tiempo que se escucharon sollozos más fuertes, por parte de Parkinson y unas risitas por parte de Ron y Harry
- "¿Los libros Sr. Malfoy?" – el jefe de su casa decidió hacer una pequeña intervención antes de continuar.
El rubio buscó en su pantalón sacando algo rápidamente, y a la vez se separó de Harry, poniéndose enfrente de Hermione, tapando su figura a los adultos.
- "Granger, ¿me podrías dar la botella? – dijo a la vez que extendía su mano, mostrando la botella que pedía, pero como la chica tenía los libros y no los había entregado antes, esta era la mejor opción que tenían para que no la descubrieran, por lo tanto, en vez de botella dio los libros.
- "¿Qué botella?" – inquirió el profesor Snape
- "El veneno que me quería dar Parkinson, señor. Pienso que darle todo de una vez, es lo mejor" – después de haber dicho esto, usó el conjuro necesario para agrandar los objetos, una vez hecho, se los entregó al profesor.
Al parecer la acción de encubrir a Hermione pasó inadvertida.
- "¿Por qué no nos la dio antes Granger?" – gruñó una vez más el profesor
- "Usted no me lo pidió" – como el profesor no quería alegar con la chica, decidió no decir nada y dedicarse a buscar la poción de amor. La verdad es que no quería admitir que la chica tenía razón hasta cierto punto.
- "Continúe, Sr. Malfoy" – dijo el director, divertido.
- "Yo hechicé a Parkinson, y por más que me divierte ver su sufrimiento, todo eso del verdadero amor, fue para espantarlas. Verá, se hizo una especie de poción al estilo de la poción multijugos, que administramos en sus bebidas a la hora de la comida, pero usamos una especie de conjuro en la poción para que no se transformaran de inmediato, sino diez minutos después, y se transformarían cuando en sus pensamientos estuviera Harry o yo, y además la hicimos especialmente para que Granger y yo la pudiéramos remover" -con esto dicho, volteó a ver a Hermione y acordaron silenciosamente que era hora de remover el hechizo. Hermione lo que hizo durante la noche fue evitar decir el nombre de Draco, para darle tiempo a Harry y a él para reconciliarse, pero ya era suficiente para la chica.
Con un simple finite incantatum, que se hizo presente al mismo tiempo por los dos chicos, las monstruosidades volvieron a la normalidad.
Los adultos se dieron cuenta en ese entonces, que tanto Hermione y Draco hacían una combinación perfecta, al tratarse de magia, pues el contrahechizo era fácil, el problema es que los profesores ya lo habían descartado, como lo intentaron y no funcionó, pensaron que no era la solución, que debía ser algo más complicado, claro era obvio que eso de que fueran besadas por alguien que las amara, era una ridiculez, aunque al haber tratado con muchas cosas y las chicas no volvían a la normalidad, llegaron a pensar que si era en serio eso de ser besadas.
En si, era una magia poderosa lo que rodeó a las chicas, ya que no pudieron romper el hechizo, ni siquiera Dumbledore.
Cuando las monstruosidades regresaron a la normalidad, sólo la cerdita, bueno, Parkinson, se alegró, la otra no dijo nada sólo se quedó callada. La alegría de Parkinson, no duró mucho, pues el jefe de su casa, tomó cartas en el asunto.
- "Está castigada por lo que resta del año, por haber tratado de envenenar al Sr. Malfoy" – dijo sin siquiera mirarla, el observaba la botella rosa, sólo que la chica sabía que se refería a ella.
- "Yo no quería envenenarlo, yo no sabía que eso era veneno, pensé que era la poción de amor que ella me prometió" – dijo la chica nuevamente, anteriormente se enteró de que eso no era la poción de amor, sino un veneno.
- "La acción es lo que cuenta Parkinson" – ahora sí, el profesor le miró, cosa que hizo que la chica se callara por completo – "Además de las gracias de que no se le expulse de la escuela, como a Janszoon, y que no se le multe por hacer pociones prohibidas, y no se diga de las consecuencias de la poción"
- "¿Consecuencias?" – Andrea despertó de su especie de letargo – "¿Cuáles consecuencias?, yo no leí nada de eso – esta vez sonaba desesperada
- "Pues que tonta, no sabes leer" – dijo un satisfecho Draco al ver la cara de pánico de la chica que tanto despreciaba.
- "Señor Malfoy, por favor"- volvió a interrumpirle la profesora, aunque ella también pensaba algo similar al rubio.
- "Aquí dice, que si el hechizo se rompe, la persona con los fines egoístas será maldecida con la incapacidad de amar y ser amada, esto es algo de típico de las pociones de amor, pero en el caso de esta poción también se le maldice con la incapacidad para tocar a las personas, en caso de que lo haga, será doloroso para esta, y más en la parte de la cintura, y si se tiene mucho contacto con otra persona, la persona de fines egoístas podría llegar a partirse en dos"
La chica no podía creerse lo que su profesor le decía y no podía evitarse repetirse a si misma la palabra no, lo cual fue audible para los demás en el cuarto.
Harry sintió lástima por ella, pero sabía que ella sola se lo había buscado, y además fue tonta al no haber leído las consecuencias
- "Que… horrible" - dijo la cerdita
- "¿Pues que se espera de una poción con un título como este?, Cinturón de Afrodita, al tener el nombre de un dios griego en el título, el castigo por lo general es más fuerte" - terminó por decir el profesor.
En ese momento, tocaron a la puerta y el director concedió la entrada. Era el jefe de casa de los Ravenclaw, con la noticia de que los padres de Andrea Janszoon se encontraban en la entrada del castillo, esperando al director y a la chica.
- "En ese caso, vamos" – dijo el director, poniéndose de pie, y la chica en cuestión hizo lo mismo – "Ah, Señorita Granger, Señor Malfoy, 200 puntos menos, por cada quien, y están castigados por dos semanas, el profesor Snape escogerá su castigo de la primera semana y la profesora McGonagall escogerá su castigo de la segunda" – terminó el director a la vez que se dirigía a la puerta, y antes de abrirla fue interrumpido.
- "A ver, déjeme ver si entendí bien, cada jefe de casa, ¿Nos va a poner un castigo?" – preguntó algo molesto el rubio
- "Si, así es" – dijo un sonriente Dumbledore – "Ya pueden irse" – y con esto le guiñó un ojo a Harry antes de salir.
- "Malfoy, Granger, preséntense en mi oficina después de la cena, para discutir sus castigos" – a pesar de que esta vez no espetó, al profesor se le veía una mirada que podría matar si no iban
Un "Si profesor" y un "Si señor" se escucharon al mismo tiempo. En ese momento la jefa de la casa Gryffindor salió y los chicos estaban a punto de hacerlo sino es porque el jefe de la casa Slytherin volvió a hablar.
- "Y, ¡Potter!, 20 puntos menos"
- "¡¿Por qué?!" – preguntó un tanto ofendido el moreno
- "Por ser el causante de todo esto, y por hacerme perder una noche en tonterías" – y con esto el profesor se marchó, la cerdita siguiendo sus pasos.
El rubio soltó una risita al ver a su amante con la boca abierta hasta más no poder, así que no pudo evitar tomarle el rostro con sus dos manos y darle un beso en la mejilla antes de decir suavemente – "Potter…" – Harry volteó a verlo como esperando algo de comprensión – "Tu tuviste la culpa, admítelo" – y con esto le soltó y echó una carcajada a la vez que salía del cuarto.
Por mientras el moreno, no se la creía, volteó a ver sus dos amigos, pero estos habían seguido el paso del rubio y ya no estaban ahí…
OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO
Unos días mas tarde…
- "Snape es horrible" – se quejó el rubio mientras se recostaba bocabajo en la cama que compartía con Harry – "en serio, yo no se porque me pone a hacer trabajo de sirvientes… ¿Harry?"- un rubio agotado volteó a ver al chico que se encontraba sentado al lado de él, y le miraba expectante. De pronto la atmósfera se torno más suave y relajante, compartiendo con sus miradas, lo que ya se habían dicho, y lo que sabían a la perfección
Y hubiera seguido así, de no ser por el rubio hizo una especie de puchero antes de hablar nuevamente
- "Me duelen los pies" – con esta queja, el puchero se hizo más grande, y el moreno no pudo evitar sonreír, le encantaba que Draco hiciera eso.
- "¿Quieres que te de un masaje?" – el moreno no espero mucho una respuesta, pues ya se encontraba quitando los calcetines que cubrían unos pálidos y pequeños pies. Al momento de tener el par de calcetines en mano, hizo un ademán de que olían horrible y los tiró lejos de ahí, el rubio viendo esto…
-"¡Oye!, no huelen tan mal, para tu información, mis pies no huelen" – era verdad lo que decía, pero sus mejillas se tornaron rojizas.
Harry sólo rió, no olían mal, sólo lo hizo para molestar al rubio, pues sabía que le observaba, pero como una especie de disculpa, tomo el pie derecho y beso la planta, sacándole una pequeña risa al rubio, que no duró mucho, pues en ese momento se dio la vuelta bruscamente.
- "¡Potter!, no hagas eso, es asqueroso" – y para colmo del rubio Harry lo volvió a hacer, alzó la pierna izquierda y besó la planta del pie – "¡Potter! Tal vez no me huelan mal, pero han sudado los pobres"
- "No importa, me gustan tus sudados, pero atractivos pies" – cuando terminó de decir esto, el chico se dedicó a besar los tobillos de un sonrojado rubio – "también me gustan estos" – dijo con la voz que le encantaba al rubio, haciendo a su vez, que este se sonrojara más y sintiera que le salía humo por las orejas.
No queriendo verse débil, habló – "No digas tonterías Potter"- sólo que no salió tan fuerte como esperaba – "estoy cansado, eso es todo" - pensó orgullosamente
En ese momento un sonriente y feliz Harry empezó el masaje prometido, sabía que si decía algo, terminaría golpeado u algo así. No podía evitarlo, y jamás podría dejar de hacerlo, era tan divertido ver al otro chico sonrojarse por unos cuantos cumplidos –"Voy por un aceite" - dijo sonriente pero con una voz extremadamente relajada, después desapareció tras la puerta del baño.
Dejó en la cama a un sonrojado Draco, que a pesar de sentirse avergonzado y débil, no pudo evitar pensar molesto, si iba a pasar su vida con ese hombre burlándose de él, trató de pensar en como torturar al moreno, pero no pudo. Y conforme pasaban más segundos, se encontró pensando que tal vez no era tan malo, y que la idea de pasar lo que falta de su vida con él, no le molestaba tanto como quisiera.
En lo absoluto…
Tal vez hablaría con el moreno sobre compartir una casa u algo, o tal vez no, volvió a pensar, sentía que espantaría a Harry, bueno, ¿a quien no?, no llevaban mucho con esto y él ya estaba pensando en vivir juntos…-"Si Harry me abordara…jeje… si Harry me preguntara esta noche, ¿Quieres vivir conmigo?, ¿me espantaría?...No" – aún así, el rubio decidió esperar un poco más, antes de contarle lo que tenía en mente.
- "¿Draco?" – Harry ya había regresado y no se había dado cuenta, hasta que lo tuvo encima – "¿En que piensas?" – preguntó curioso y divertido
- "En todo y en nada, tú sabes, la vida en general" – dijo el chico a la vez que movía una mano, indicando que no era importante
- "¿Qué? – confundido
- "Tonterías mías"
- "Ah, ¿sucede algo malo?" – ahora sí, que estaba preocupado
- "Sólo estoy cansado" – no quería preocupar a su amante
- "¿Seguro?" – más preocupado
- "Si, Potter" – algo molesto
- "¿En serio?"
- "Sigo esperando mi masaje" – evitando el tema
El moreno untó algo de aceite en los pies y empezó a masajear, pero se detuvo…
- "¿Por qué no me quieres decir?" – ahora parecía más triste que preocupado, y el rubio no pudo aguantar más
- "¡Ash! Esta bien Potter, ¡tú ganas!, estaba pensando en…en… vivir juntos" – con lo último dicho no pudo evitar sonrojarse y jugar con sus dedos de manera nerviosa.
…Habló muy bajito, pero lo escuchó perfectamente, y sin más decidió seguir con su trabajo, masajear los pies.
- "¿No piensas decir nada?" – olvidó la vergüenza para dar paso al enojo
- "¿Debería?" – Harry ni siquiera se molestó en verle, sólo siguió con lo que hacía, y si que lo hacía bien, pero el rubio no se fijo en esa trivialidad.
- "¡No puedo creerlo!, primero me estas molestando para que te lo diga, y ahora…" – no terminó su frase, se separó bruscamente del moreno, y decidió ir a darse un baño y relajarse. No llegó muy lejos.
Harry al ver sus intenciones de querer caminar con pies aceitosos, se le adelantó, sorprendiendo al rubio.
- "Quítate del camino, Potter, voy a bañarme" – espetó muy al estilo Snape
- "Te vas a caer" – dijo serio y a la vez preocupado
- "¡No me importa!" – trató de apartar a Harry, pero no pudo, resbaló un poco y Harry evitó una fea caída, el rubio no dijo nada, sabía que saldría perdiendo. Harry lo sostuvo un poco más, antes de cargarle.
- "No te enojes, amor" – otra vez el chico estaba divirtiéndose de lo lindo, sólo que ahora no le duró mucho el jueguito, pues un molestó Draco le jaló por la corbata, acercando sus cabezas, Harry ya sabía que venía, ya habían pasado por esto antes.
- "Ni se te ocurra volver a llamarme así, ¿entiendes Potter? O sino te castraré mientras duermes" – siseó el rubio cuando tuvieron juntas sus narices
…El argumento de los nombres murió por la paz esa noche, el dolor de sus pies desapareció una semana después y el tema de vivir juntos, no salió a la luz en mucho tiempo…
OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO
Un día antes de salir de la escuela, Harry y Draco se encontraban en el cuarto ya tantas veces visitado por los dos, fue un segundo cuarto para ellos. Acababan de tener una gran sesión de "sexo de conejos", como le gustaba decirle Draco, de despedida, pues sería la última noche que dormirían en ese cuarto, y se pasaron la mayor parte de la tarde y noche recorriendo todos los lugares posibles.
Terminaron su sesión de "sexo de conejos" en el baño, y después de un agradable baño de burbujas, el rubio se puso su típica pijama de seda y el moreno sólo uso sus simples boxers, listos para ir a la cama y descansar lo que quedaba de la noche.
El rubio se sentó en la cama observando a Harry como se secaba el cabello, muy a la muggle, ya era costumbre que lo hiciera, no podía evitar pensar, cada vez, que se veía muy sexy haciéndolo y sobretodo el dejar su cabello a medio secar y revolviéndolo más de lo que ya estaba, sólo que esta vez Harry no terminó como siempre, sino que se detuvo en su acción y sin decir nada; Draco no podía observar más allá de la espalda del moreno, así que no pudo evitar preguntar…
- "¿Sucede algo?" - le preguntó Draco a la vez que trataba de verle la cara
- "no" – le respondió a la vez que giraba un poco su cabeza para estar cara a cara con el rubio, quién le vio con cara de no creo nada
- "A ti te pasa algo y no me quieres decir, anda dime" – la última palabra le salió con bastante reproche, pronto el rubio no pudo evitar pensar que ya habían estado en esa misma posición y dicho las mismas palabras, hace mucho tiempo, sólo que aquella vez todavía había incertidumbres en el camino… ahora, no estaba tan seguro de querer seguir con la conversación.
La cara del moreno se tornó más seria, antes de que se volteara de nuevo y sacara algo del buró que se encontraba al lado del lugar donde dormía el moreno; en sí el rubio no pudo ver que era, hasta que Harry se tornó nuevamente hacia él. Ahí es donde vio en las manos del chico una caja pequeña y alargada de color dorada, con un moño dorado en una esquina, que a su vez resplandecía más que la caja, parecía que de la caja salían pequeñas luciérnagas blancas.
Por un momento Draco quedó estupefacto al ver la caja y no supo que hacer; si no fuera por Harry, tal vez se hubiera quedado así por mucho tiempo, pero, el moreno se acomodó mejor y tomó la misma posición del rubio, sentados en flor de loto. El chico colocó la caja en medio de los dos y con palabras suaves le dijo al rubio que la abriera.
Por su parte, Draco no sabía que pensar de la caja, tal vez era un adelanto de su regalo de cumpleaños o tal vez era otra cosa, ese pensamiento hizo que su corazón se agitara, así que, con manos temblorosas tomó la caja y la abrió con cuidado…
…y leyó con el mismo cuidado…
Al principio no podía creer lo que sus ojos veían, así que leyó dos veces más, y cuando no pudo más con sus emociones, sus ojos grises se encontraron con los verdes de Harry, a la vez que de sus labios salía una pequeña sonrisa
Harry no pudo contenerse…
-"Supongo que eso es un si… ¿verdad?"
finite incantatum!
OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO
NV: Con este fic, siempre me pregunte, ¿de donde sale todo lo cursi? Jamas pense que escribiria algo asi jaja… sigh
Gracias a tods aquells que siguieron la trayectoria de este fic y por haber mandado esos maravillosos reviews, el saber que hay alguien ahí afuera que lee tus locuras y comparte las mismas ideas es maravilloso, gracias a TODS
Y claro muchas muchas y muchas GRACIAS a:
Undomiel de Vil
Faith
Tere Potter (si no fuera por tus amenazas no hubiera acabado jeje)
Inocent Muggle
Osmika
hakia-Yavanna
SteDiethel
rachel
hermita
Ireth-snape
Lexus / Lexusiren
Liwk
Kairi Akade
Elian
Misato
Lilian Malfoy
Kaito Seishiro
YO
Perdonen si esta vez no contesté a sus reviews pero fue por : 1 en algunos me dio penita contestar con eso de k me tarde :P y 2 porque ya quería subir la ultima parte, pero aún así muchas gracias por su apoyo, en serio que me animaron a continuar la historia, aunke no se me notara :P
Ahora si me despido, GRACIAS POR LEER
See ya!
Y Feliz Año Nuevo:P
OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO
Compré una casa, no es muy grande, ni muy lujosa.
Es acogedora, perfecta, y muchas cosas más, ¡pregúntame!
Pero lo más importante, es que no puedo imaginarme
Vivir ahí sin ti…
Así que:
Draco, ¿Quieres vivir conmigo?
OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO
Puse la ultima parte del fic por acá para que leyeran mis agradecimientos
muajajajajajaja…
Si, mi plan funcionó a la perfección ..kukuku
Eso creo…