AQUAMAN: EL PROTECTOR DE LAS PROFUNDIDADES

Hola otra vez mi bello y querido público. ¿Qué cuentan de nuevo? ¿Nada del otro mundo? ¿No? Bueno, por mi parte, aquí les presento otro fic relacionado con el Metaverso Crossover de TLH con DC comics, que al igual que hice de Flash hace unas semanas, se enfoca en uno de los mejores amigos Súper Héroes de Superman.

El único e injustamente infravalorado… ¡HOMBRE PEZ! No, digo, quise decir, ¡AQUAMAN! (de nuevo nadie se sorprende, porque aquí también, el título tiene el nombre del héroe) Oh vamos, ¿En serio nadie se sorprende de que me tome la molestia de hacer una historia enfocada en uno de los héroes más subestimados de todos los tiempos? Porque será muchas, pero no es ningún debilucho, y con la interpretación que Jason Momoa hizo de él en las películas Live Action de DC, algunas personas ya han cambiado su percepción del personaje, ¿No? (De nuevo el silencio es lo que domina) no me digan que aún lo ven como el pelele de Los Súper Amigos… no respondan.

Y eso a qué no saben quién del elenco de The Loud House lo interpretará, ¿Lo adivinarán? ¿O no? Okey, espero que esta historia les guste tanto como la que hice de Flash y les resulte de lo más divertida y emocionante ;D

CAPÍTULO UNO: PELIGRO EN LAS PROFUNDIDADES

En alguna parte del enorme y basto Océano Atlántico, un gran buque se hallaba inmóvil en la superficie del agua siendo agitado por el leve oleaje e iluminado únicamente por la luz de la Luna en el cielo nocturno, lejos de cualquier ciudad o medio de iluminación creada por manos humanas.

-"¿Los submarinos están en posición?"- exigió saber Chandler Luthor mediante la pantalla de una gran PC en la cabina de mando desde la que podía ver a todos los que estaban ahí.

-Afirmativo, Señor Luthor. Solo esperamos sus órdenes- le dijo el capitán viendo en un radar como unos vehículos acuáticos están en la posición ideal para hacer lo que él indicara.

-"Perfecto. Prosigan"- ordenó con voz firme y el líder de la tripulación asintió.

A centenares de metros bajo la superficie en dónde una oscuridad mayor a la de la noche reinaba, varios submarinos de diversas formas y tamaños tomaban posición ante una rara máquina incrustada en el fondo marino, como si fuera el lanzador de un cohete, pero invertido.

-Tenemos luz verde. Iniciemos- avisó el marinero a cargo de los submarinos.

Unas luces alrededor de ese aparato se prendieron, junto con unas llamas tan intensas que evaporaron el agua que lo rodeaban, para qué desde su cima, un también extraño tipo de misil saliese disparado desde su interior dirigiéndose verticalmente hacia abajo incrustándose contra el duro terreno creando poderosas ondas expansivas.

Pasaron unos segundos y el fondo empezó a temblar con violencia y de incontables grietas que se le formaron salieron expulsados potentes chorros de vapor que generaron cúmulos de burbujas que llegaron hasta la superficie y liberando diversas sustancias, matando en el proceso, a bancos de peces y muchos otros tipos de fauna marina que estuvieran en los alrededores.

-Señor Luthor, la primera fase del experimento ha sido todo un éxito- notificó el capitán del barco cuando le llegaron los resultados de los análisis que tomaron los vehículos submarinos.

-"Excelente. Continúen con la segunda fase"- volvió a ordenar el magnate de peluca castaña.

Aparentemente, Lex estaba experimentando con un nuevo de misil o bomba y al estar en aguas internacionales, podía hacerlo con toda libertad y sin que nada ni nadie pudiera detenerlo… no importándole en lo más mínimo el enorme daño ecológico que generaba en el proceso.

-Sigamos con la segunda fase- volvió a avisar el marinero al mando y dirigió su nave acuática a la máquina para recargarla con otro tipo prototipo de misil.

Inesperadamente, su submarino estalló en miles de pedazos muriendo todos sus ocupantes. Nadie supo que causó eso, pero la máquina que había lanzado ese misil al suelo marino, recibió múltiples disparos explosivos que la destruyeron por completo generando más intensas nubes de burbujas.

-¡¿QUÉ RAYOS ESTÁ PASANDO?!- exigió saber el capitán al haber presenciado lo ocurrido mediante las cámaras que tenían las demás naves acuáticas.

Todos los involucrados en el experimento de Luthor se quedaron sin habla por lo que vieron y que jamás estuvo en la lista de posibles contratiempos con los que deberían lidiar.

Eso era un gran número de personas, o al menos, lo que parecían ser otros seres humanos que se acercaban a su posición. Usaban raros trajes, que eran más bien armaduras, siendo capaces de resistir sin problema alguno la fuerte presión del agua, teniendo consigo diversas clases de armas que en su mayoría son tridentes y no tenían aparentemente la necesidad de respirar porque no traían consigo tanques de oxígeno o algún implemento lleno de aire.

Lo que dejó realmente impresionado a los empleados de Lex es la forma en cómo se les acercaban y eso era que nadaban a una asombrosa velocidad, como misiles teledirigidos, al tener extendidos hacia adelante sus tridentes, o montados en animales marinos como ballenas, tiburones, grandes anguilas, reptiles acuáticos e incluso caballitos de mar tan grandes como un caballo terrestre.

Y muchas de esas criaturas tenían adosadas a sus cuerpos armas de energía como ninguna que se haya visto en la superficie y con estas los atacaban a todos sin vacilación.

-¡ACABEN CON TODOS ESOS INVASORES!- ordenó el líder de esos seres subido sobre una bestia parecida a un Mosasaurio, reptil prehistórico del periodo Cretácico.

-¡RETROCEDAN, TODOS RETROCEDAN!- los marineros no tenían modo de defenderse de sus arremetidas y uno en uno todos sus vehículos acuáticos fueron destruidos por completo.

-"¡QUE ALGUIEN ME DIGA QUE DEMONIOS ESTÁ OCURRIENDO!"- ordenó Chandler.

Desde el buque, el capitán y el resto de la tripulación veían como los trozos de las naves destruidas subían hasta la superficie sin ningún rastro de supervivientes. Casi inmediatamente el agua a su alrededor empezó hervir y poderosos disparos energéticos surgieron traspasándolo de lado a lado como si estuviese hecho de papel y desintegrando a todo aquel con quién tuviese contacto.

-¡ABANDONEN LA NAVE!- gritó aterrado uno de los tripulantes que se arrojó sin pensarlo dos veces al mar, solo para enseguida ser atrapado por las poderosas fauces de un gran tiburón blanco que había salido a la superficie de un salto devorándolo a base de mordidas.

Tampoco podían hacer nada para defenderse y sus gritos de ayuda mientras el barco era destruido solo llegaban a oídos sordos, y por más súplicas hicieran, no recibían un ápice de compasión de sus atacantes que al abordar no dudaban en aniquilarlos con sus armas de energía o despedazarlos por sus tridentes y ser arrojados al agua para volverse el alimento de los feroces depredadores.

-Asquerosos terrestres. ¿Nunca se cansan de hostigar nuestro hogar?- el encargado de dirigir ese ataque se limitó a observar cruzado de brazos parado sobre la cabeza de su bestia.

-Se creen los dueños del mundo y que pueden hacer lo que quieran cuando quieran- espetó con mucho repudio uno de sus soldados montado sobre una ballena orca.

-Pero eso va a cambiar dentro de poco. A esos asquerosos primates les haremos saber su verdadero lugar en este mundo, aunque, no es como si fuesen a quedar muchos para ocupar la posición que les corresponde- soltó una pequeño, pero maquiavélica carcajada.

Qué en combinación con su ladina sonrisa, era un obvio indicio de que hará algo que ha deseado hacer desde hace bastante tiempo y que está seguro de que tendrá éxito.

-Parece que ya han acabado con todos. ¿Nos retiramos, señor?- pidió un anciano acercándosele subido en uno de esos caballos de mar, no queriendo seguir presenciando lo que los demás les hacían a esos pobres marineros que solo seguían órdenes de su respectivo jefe.

-Andando- complacido por el grotesco espectáculo que creó, le indicó a su medio de transporte que se sumergiera para irse junto con sus acompañantes.

Ese viejo permaneció un momento en la superficie viendo como el barco en llamas lentamente se hundía y no pudo evitar expresar una mueca de pesar al oír los gritos de los que seguían con vida, pero se limitó a gemir desviando la mirada para sumergirse y retirarse.

(…)

Esa misma noche en una playa cercana a Ciudad Metrópolis, el capitán se hallaba tendido en la arena. Tenía marcas de heridas, pero no eran de gravedad, y comenzó a toser al despertarse y ponerse de pie sobándose la cabeza casi cayéndose.

-Qué… ¿Qué fue lo que pasó? Cómo… ¿Cómo llegué aquí? ¿Cómo llegamos aquí?- preguntó confundido al notar la presencia de algunos miembros de su tripulación a su alrededor, los pocos que de alguna manera lograron salvarse de ese violento ataque.

-Agradezcan la segunda oportunidad de vida que se les ha dado- alguien le habló a su espalda y al girarse notó a un hombre parado sobre algo en medio del oleaje y no podía apreciar cómo era debido a la oscuridad y porque sus ojos estaban enrojecidos por la salinidad del agua.

-Así que aprovéchenla y no cometan los mismos errores.

Dicho esto, dio media vuelta para irse. El capitán no supo lo que realmente veía, pero lo que pudo apreciar, o lo que cree que apreció, fue que ese individuo estaba parado sobre el lomo de una enorme ballena azul que se sumergió sacando su sola en forma de abanico agitándola a modo de despedida para crear un fuerte oleaje al golpear la superficie del agua.

(…)

-Barco de investigaciones de LexCorp hundido en medio del Atlántico. No se sabe que pudo causar tal suceso, pero se sospecha de radicales protectores del medio ambiente- leyó Lincoln en el periódico del día siguiente desde su puesto de trabajo en el Daily Planet.

-No creerás que en serio un grupo de activistas amantes de la naturaleza fue el responsable de sabotear así al pelón de Chandler, ¿O sí, Villa Chica?- cuestionó Ronnie a su lado también leyendo ese reportaje.

-Tú mejor que nadie sabe que Lex tiene una larga lista de enemigos que lo quieren perjudicar de todas las formas existentes, Señorita Santiago. La pregunta correcta es: ¿Quién podría llegar hasta ese barco en el océano sin que nadie lo viera y destruirlo? Porque veo difícil que cualquier grupo radical pudiera llevar a cabo tal labor y salirse con la suya tan fácilmente, aún teniendo la oscuridad de la noche a su favor- el reportero que cubre su natural pelo blanco con una peluca castaña dejó a un lado el periódico.

-Bueno, pensándolo mejor, con lo locos que pueden llegar a ser varios de esos activistas no debería sorprender que hayan orquestado tal ataque. Algunas veces parece que provienes de otro planeta al no contemplar lo que alguien es capaz de hacer para lograr sus objetivos.

En otras circunstancias, a Kal-El le hubiera resultado de los más gracioso tal comentario irónico, pero no había espacio para risas debido a la cantidad de personas que murieron en ese incidente. Será ultra poderoso teniendo habilidades con los que muchos soñarían, pero no es omnipresente y no puede estar en todos lados al mismo tiempo para ayudar a todo aquel que esté en una situación de vida o muerte.

Muchas veces a deseado tener un par de manos extra que le ayude a cubrir los sitios que estén más allá de su alcance, pero ciertamente, no cuenta con un amplio repertorio de aliados que lo ayuden en la labor de proteger al mundo y todos los que lo habitan.

La primera sería Lana, conocida mejor como Linterna Verde, y a quién había acogido como hermana menor enseñándole los fundamentos básicos para ser un Súper Héroe, pero que desde hace mucho tiempo no ve porque ella se embarcó en una travesía por el universo para detener a su hermana gemela Lola que obtuvo el poder de la ira cuando se volvió un Linterna Roja.

El segundo sería Rusty, Flash, el autoproclamado Hombre Más Rápido del Mundo. Un buen tipo con el que entabló amistad hace poco y qué pese a su actitud tan presuntuosa, arrogante, coqueta (Y bastante exasperante) demuestra ser también un héroe de corazón que no lo piensa demasiado para ayudar a los necesitados sin importar los riesgos, pero sin embargo y a pesar de su velocidad, tampoco puede estar en todas partes a la vez.

Podría también mencionar a Loba, la más letal, temible y loca Cazarrecompensas del universo, con la que también forjo una especie de "alianza" pero al recordar los destrozos que causó y pésimos tratos que recibió de su parte (Junto con esos perturbadores coqueteos e insinuaciones) debe tacharla enseguida de la lista de posibles aliados contra las Fuerzas del Mal… en especial porque ella forma parte de este bando y no hace nada para disimularlo.

Suspiró y apoyó una la cara en la mano derecha para usar su Súper Visión y ver el océano a la lejanía preguntándose si en realidad puede proteger a todo el mundo, incluyendo el 70% que lo conforma el agua y que nadie sabe todo lo que en verdad contiene.

(…)

Si tan solo Superman y todos los que residen en la superficie supieran lo que realmente habita en el fondo del océano, algo que ni el más ferviente amante del mar vería en sus más fantasiosos sueños y que no podría ser replicado ni con el más sub-realista escrito de fantasía o ficción.

Atlantis.

Una ciudad, mejor dicho, un enorme reino en el fondo del mar, compuesto por estructuras, que al igual que las armas y trajes de los que atacaron ese buque, no tenían punto de comparación con algo que se haya visto alguna vez en la superficie.

Edificaciones talladas directamente de las rocas, arrecifes y colinas acuáticas, torres tan altas que empequeñecerían a los más altos edificios de la humanidad de las cuáles muchas tenían forma de hongo, mejor dicho, de medusas, generadoras de un bello brillo azul que dispersaba la oscuridad del fondo permitiendo apreciarlo en su máximo esplendor.

Especialmente las imponentes estatuas y monumentos a los que claramente se les nota siglos de antigüedad y que cuentan una igualmente basta y larga historia a sus espaldas.

Una colosal muralla lo rodeaba todo, unida a un largo puente que también supera en tamaño y majestuosidad las que el humano haya hecho acompañada de muchos arcos que también variaban en dimensiones. En realidad, no hay mucha lógica de que tal reino marino tuviese un puente como medio de acceso principal y grandes muros para protegerlo debido a que sus habitantes, o cualquier posible invasor, puede ingresar desde arriba, pero parecía ser que fueron creados originalmente como si perteneciesen a un reino terrenal.

Pero sin dudas lo que más sobresaldría a primera vista sería el palacio en el centro y que emitía un brillo dorado casi siendo un Sol que dejaría hipnotizado a cualquier amante del oro.

Finalmente, sus habitantes. Compuestos tanto por seres humanoides de diversas etnias, como de animales acuáticos y formas de vida que ningún terrestre ha visto, se desplazaban nadando a sus anchas y sin limitaciones realizando al parecer el equivalente a los quehaceres del día a día, totalmente ajenos a la destrucción que se hizo la noche anterior o a los conflictos que suceden en el resto del planeta.

Siendo en el interior de ese palacio en donde se llevaba una batalla del tipo… "diplomático"

-¡Es el colmo, Príncipe Orm! ¿Otro ataque hacia los habitantes de la superficie?- cuestionó un hombre, que debido a sus ropajes, se puede deducir que es algún tipo de monarca.

-No fue un ataque, fue defensa. ¿Qué esperaban que hiciera, Rey Nereus? ¿Qué me quedase cruzado de brazos viendo como esos malditos terrestres llevan a cabo otro de sus experimentos que destruyen todo a su paso? ¡Eso no es lo que haría el gobernante de Atlantis!- se excusó el mismo sujeto que aniquiló a esa pobre tripulación postrado en un trono de oro.

Se llevaba a cabo una reunión en la Sala del Trono en la que reyes de diversos reinos están sentados alrededor de una gran mesa redonda en dónde está un mapa holográfico del mundo, pero no de la superficie, sino del mundo acuático y todo lo que este posee, acompañados de sus sirvientes y teniendo a sus espaldas las estatuas de los reyes del pasado, que tenían fijas sus miradas en ellos vigilando sus movimientos y las importantes decisiones que tomen.

-Un verdadero rey contemplaría primero soluciones alternativas a la violencia. Cosa que usted no parece tener en cuenta- contrapuso un raro ser parecido a un cangrejo o langosta.

-¿Usted hubiera reaccionado de forma diferente si esos imbéciles realizaran sus nefastas pruebas en sus dominios, Rey Brine?- cuestionó el Príncipe Orm, por lo que ese ser expresó su molestia expulsando de su rojo cuerpo millares de burbujas.

-No digo que no debamos defender nuestro hogar. Pero si desea repeler a cualquier terrestre que tenga malas intenciones, debe hacerlo de la manera más discreta y menos agresiva posible- habló ahora una mujer pez cubierta por escamas azules.

-Digo lo mismo que la Reina Rina. Derramar sangre así solo generará más violencia y en el peor de los casos nos llevará a una guerra contra los habitantes de la superficie- volvió hablar el Rey Nereus y parecía ser que los otros gobernantes lo apoyaban.

-Esos malditos contaminan nuestros océanos arrojándonos todos sus desperdicios, derriten los polos por el Calentamiento Global que generan con sus condenadas máquinas y llevan a cabo diversas pruebas y experimentos que le cuestan la vida a nuestras preciadas criaturas y plantas poniendo en peligro también las vidas de nuestra gente, ¡¿Y son capaces de perdonarles todo lo que hacen así sin más?!- la furia del Príncipe Orm es tan intensa, que hervía el agua a su alrededor.

-Príncipe Orm- tomó la palabra el anciano que lo acompañó en su ataque contra los marineros que trabajaban para Chandler y que se encuentra a su derecha -como su consejero y Visir Real, sugiero con el mayor de los respetos que por favor se calme. También le recomiendo que posponga por el momento la reunión para que todos se relajen y piensen en la mejor solución para este problema.

-Arg… como digas, Vulko. Tomaremos un receso- apenas dijo esto, se retiró nadando dejando a los otros gobernantes que seguían debatiendo que hacer y que no hacer.

Pero una bella mujer pelirroja, que estaba a la izquierda del Rey Nereus, lo miró fijamente y aprovechó la discusión que se formó para retirarse con disimulo y seguirlo.

En una sala alejada, Orm mantenía los brazos cruzados tras su espalda haciendo el equivalente de caminar de un lado a otro al estar flotando en el agua maldiciendo internamente no contar con el apoyo de los otros reyes porque daba por hecho de que estarían de acuerdo con lo que hizo ayer y lo alentarían a hacer lo que crea necesario para lidiar con las amenazas causadas por los humanos.

-Orm- su expresión se mitigó un poco cuando esa pelirroja llegó hasta él -¿Estás bien?- le sobó una mejilla viéndolo con mucha preocupación.

-Lo mejor que puedo estar con las desgracias que son capaces de hacer los terrestres, Mera- hizo lo más cercano a un gemido de frustración en el agua, pero ella le tomó la cara con ambas manos.

-Sé que te enoja mucho lo que esos seres nos hacen a diario, pero no puedes tomar una decisión que causa más mal que bien. Debes hacerle caso a lo que mi papá y los otros gobernantes de los Siete Reinos Atlantes dicen, porque si declaras una guerra contra la superficie, las consecuencias tanto para ellos como para nosotros serán nefastas.

-Lo que más me molesta es como ellos pasan por alto tan fácilmente lo que nos hacen… lo que nos han arrebatado…- los ojos de Orm se posaron en el cuadro de una bella mujer, qué debido a sus rasgos, era fácil deducir que es su madre de quién heredó su pelo rubio y debajo del marco decía su nombre: Atlanna.

-Entiendo eso. Pero no debes dejar que tus deseos de venganza nublen tu juicio. El futuro Rey de Atlantis debe ser alguien sabio y justo que ponga el bien de su gente y de todos los habitantes del océano por encima de todo… el marido ideal para mí y que una nuevamente a Atlantis con Xebel- le sonrió con la mayor de las ternuras.

-Mera… sabes que haré lo que sea necesario por el bien de todos nosotros. Jamás tomaré una decisión drástica a menos que sea absolutamente necesario- afirmó para abrazarla y darse un amoroso beso, acción que generó muchas burbujas alrededor de ambos que formaron bellos surcos siendo el equivalente a lindos corazones flotando en el aire, en el agua en este caso.

-Lo sé. Confío en ti- debido a la forma en como lo abrazo al apoyar la cabeza en su hombro izquierdo, ella no pudo ver que él volvió a sonreír siniestramente.

-"Y cuándo digo que haré lo que sea necesario, me refiero a todo lo que sea necesario"- pensó afilando la mirada volviendo a posar los ojos en el cuadro de su madre.

(…)

Cerca del faro de un muelle, un hombre pescaba de lo más despreocupado desde un rompeolas teniendo como única compañía una radio con la que oía música y varias latas de cerveza.

Suspiro manteniendo una sonrisa serena, no viendo como detrás suyo el agua empezó a agitarse dando paso a la ballena azul que el capitán había visto y que lentamente se le acercó mientras habría su enorme boca poseedora de fibras y en la que podría caber cien personas.

-Oh, ya era hora de que llegaras, Liam. ¿Por qué te demoraste tanto? ¿De nuevo tuviste que salvar a unas personas de un barco que se hundía? ¿O trajiste unas bellas Sirenas para variar?- bromeó ese sujeto sin tomarse la molestia de ver a semejante mole acuática cuando se detuvo.

-Ja, ja. Muy gracioso, papá- río sarcástico un tipo que salió de la boca de la ballena, el mismo que el capitán vio, y que cargaba en cada brazo unos pesados barriles de metal que soltó a su lado.

Ese individuo en cuestión es un hombre muy alto y en admirable condición física que se le podía apreciar fácilmente al tener el torso descubierto revelando también unos raros tatuajes que hacen alegoría al océano y su contenido, su cabello es naranja igual al de ese pescador junto con una desarreglada barba y bigote que sacudió al agitarse como un perro para apartar el agua que lo recubría.

-¿Cuántas veces te he dicho que no me gusta que pesques?- reclamó viéndolo algo molesto.

-Oye, yo también amo el mar y todas las criaturas que lo habitan, pero no me alimento del aire- volvió a bromear su padre y lanzó más lejos la carnada unida a su caña de pescar, provocando que soltase un ronco gemido -¿Y cómo te fue?

-Lo de siempre. Recolectando toda la basura posible, incluyendo las latas de cerveza que arrojas y que conforman la mitad de todos los desperdicios que recojo- espetó irónico y sacó de la boca del cetáceo más de esos contenedores que están llenos de las cosas que la gente arroja al mar.

Toda una buena labor ambientalista.

-Me lo dices como si tú nunca tomarás ni una sola gota de alcohol- siguió bromeando haciendo que rodase los ojos y soltase un bramido -¿Te aseguraste que nadie te viera cuando ayudaste a esos marineros que fueron atacados?- ahora se pudo apreciar gran seriedad en su tono de voz.

-Descuida. Ningún humano o atlantiano me vio echarle una mano a esos tarados- contestó y continuó sacando barriles de la boca del animal marino -eso es todo. Ya puedes irte, amiguita- sonrió y palmeó el extremo de su gigantesco hocico.

La ballena cerró la boca y expulsó un gran chorro de agua de su espiráculo para dar media vuelta y sumergirse ahora sacando su aleta derecha a modo de despedida para desaparecer por completo.

-¿Vas a quedarte ahí como una roca o harás algo útil para variar?- le reclamó a su papá y tomó dos de los barriles para llevarlos a una casa que está junto a ese faro.

-Espera, hijo- se detuvo expulsando otro gemido exasperado a sabiendas de lo que iba a decirle -sabes que admiro la labor que haces a diario, incluyendo ayudar a aquellos que les gusta lastimar a nuestras bellas aguas. Pero si la gente de tu madre descubre que sigues con vida, no durarán en…

-Ahórrate el sermón, viejo. Ya pareces un disco rayado. Recuerda que sé perfectamente cuidarme solo- lo interrumpió no queriendo lidiar con un tema que parece hartarlo a no más poder.

-Sí, sí. No eres un niño chiquito que debe permanecer oculto y alejado de aquellos que consideran tu existencia una "aberración" pero sigues siendo mi hijo, lo único que me queda en este mundo, la gran responsabilidad que me dejó tu ma…

-¡OH NO, ESO NO!- ahora fue brusco al interrumpirlo nuevamente y tirar al suelo los barriles -¡No comiences con tu faceta sentimentalista de nuevo! ¿Por qué cada vez que hago algo en medio del mar siempre tienes que reprocharme que soy el regalo más preciado que mamá te dejó? ¿Es que esperas que con eso decida quedarme aquí, en tierra firme, para siempre? Si eso es lo que deseas, entonces lamento mucho decepcionarte- le dio la espalda y tomó lo contenedores.

-Hijo…- mucho dolor le dio a su papá la forma en como le habló -jamás te pediría que abandones el océano, eso sería pedirle a una ballena orca que no se coma le hígado de un tiburón- trató de bromear para aligerar la tensión -solo quiero que te mantengas alejado de los problemas, tanto aquellos que son causados por nosotros los humanos, como los que la gente de tu madre hace. Porque si descubren que todavía existes… eso es lo que realmente me asusta, que usen toda la furia del océano contra ti.

-¿La furia del océano contra mí? ¡BAH! ¿Dime algo contra lo que no haya lidiado antes?- con esto finalizó la charla y se retiró dejando a su padre supremamente angustiado que le dedicó una mirada de pesar al océano antes de tomar otro barril y seguirlo.

(…)

Un submarino de diseño parecido a una Mantarraya se acercaba con discreción hacia el Reino de Atlantis. Su color negro le permitía camuflarse perfectamente con la oscuridad del fondo del mar y aparentemente no podía ser detectado por ninguno de los medios defensivos de los atlantianos.

-No puedo creerlo… ¡En serio este lugar existe!- exclamó asombrado uno de los marineros cuando todos tuvieron vistazo a toda esa magnificencia que ningún humano ha presenciado.

-Ya estamos en posición, papá- avisó otro de los tripulantes no dejándose impresionar por eso.

-Entonces hagamos lo que hemos venido a hacer y no permitan que la bella vista que nos ofrece nos distraiga de nuestro objetivo, ¿Entendido?- habló con autoridad el capitán.

-¡SÍ SEÑOR!- gritaron todos sus subordinados y prosiguieron a colocarse unos avanzados trajes de buceo tan negros como su inusual submarino.

-Guíalos bien, David- puso una mano en el hombro del que le dio ese informe, siendo ambos, de tez negra.

-Eso haré, papá. Te lo aseguro- asintió y se puso un casco que le cubría toda la cabeza.

Completamente ajenos a lo que iba a pasar, los gobernantes de los Siete Reinos iban a continuar con la reunión que habían pospuesto.

-¿Ya han recapacitado y harán lo mejor para nosotros y el resto del océano?- preguntó el Príncipe Orm cuando tomó asiento en su trono.

-Hemos tomado una decisión- empezó a hablar el rey langosta -y espero que la respetes sin poner problemas, Príncipe Orm- secundó la mujer pez, lo que le hizo fruncir el ceño.

-Unánimemente, hemos decidido que no vamos a…- el Rey Nereus iba a decir algo que seguramente le causará una reacción negativa.

Antes de que terminara esa oración, una poderosa explosión destruyó una gran parte de la Sala del Trono y lastimando a varios de los que estaban ahí presentes, incluyéndolos a ellos.

-¡¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?!- preguntó molesto y confundido Orm luego de abrazar protectoramente a Mera para que no le cayeran los escombros generados por el estallido.

Diferentes partes de Atlantis fueron asediadas por esos marineros, que salieron del submarino en forma de mantarraya en naves de igual apariencia pero mucho más pequeñas que solo podían llevar al piloto, y como su líder lo pidió, siendo guiados por ese tal David.

De algún modo sabía por dónde atacar y evitar las defensas y el armamento que poseían los soldados acuáticos que ni podían divisarlos aún por más que lo intentaran, porque al igual que la nave madre, la suya y la de sus colegas eran invisibles a sus medios de detección.

-Espero que les guste nuestros regalos de la superficie- David disparó una andanada de misiles que destruyó la parte superior de una de las estatuas más grandes que hay.

-¡EL MONUMENTO A POSEIDÓN!- gritó aterrado Vulko viendo como la gran cabeza de piedra caía lentamente aplastando todo lo que estuviera debajo.

-¡QUE ALGUIEN HAGA ALGO!- suplicó la Reina Rina también abrazando a su muy aterrada hija.

Antes de Orm ordenara una contraofensiva, el techo del lugar colapsó cayéndoles encima. Él y otros tuvieron los reflejos suficientes para alejarse, pero el resto no fueron tan rápidos y fueron sepultados vivos.

-¡PAPÁ!- gritó Mera cuando las burbujas creadas por la destrucción se mitigaron y lo único que se podía ver de él era el brazo derecho extendido apuntado en su dirección.

-¡MALDITA SEA, VULKO, DILE A LOS SOLDADOS QUE DETENGAN A LOS RESPONSABLES DE ESTO ANTES DE QUE NOS MATEN A TODOS!- ordenó Orm furioso de toda la destrucción a la que su reino era sometida.

-Parece que ya van a preparar una contraofensiva- avisó David a sus compañeros cuando vieron como la fuerza armada de Atlantis salió dispuestos a eliminarlos -llegó la hora de irse, no sin antes dejarles un último detalle de nuestra parte.

De su nave salió disparado un raro misil que dejo tras de sí una estela de color verde que se amplió y al tener contacto con los soldados acuáticos les hizo toser desesperadamente como lo haría una persona a la que es sometida al más sofocante gas venenoso hasta morir y sus cadáveres quedasen flotando bocarriba al igual que los peces y demás animales cercanos a su posición.

-¡SE DIRIGE A LA ENTRADA DEL TEMPLO!

Avisó uno de ellos y todos vieron como la ojiva al chocar contra ese sitio sagrado creó una intensa nube toxica que no se demoró en propagarse e intoxicar a todo aquel ser que tuviese la desgracia de estar en las proximidades y no pudiera huir nadando con la suficiente rapidez.

Así tan rápido como inicio, terminó ese repentino ataque. A pesar de las muchas estructuras dañadas y de los que murieron por culpa de esa arma química, el daño colateral no puso en peligro de muerte a todos los habitantes de Atlantis.

Por lo que debían descubrir quién lo hizo y porqué lo hizo.

-¿Qué han averiguado?- preguntó Vulko a unos soldados que trajeron consigo trozos de metal.

-Esto, miren- le pasaron esos fierros retorcidos que pertenecían al misil venenoso de David.

Orm y los gobernantes que no fueron heridos por la arremetida los tomaron y analizaron con todo detalle, descubriendo con enorme asombro que esa era un arma creada por manos humanas.

-Esto… es imposible. Los terrestres… ¡LOS TERRESTRES FUERON LOS CULPABLES!- gritó furioso el Rey Brine volviendo a hervir toda el agua que lo rodeaba.

-¿Cómo los humanos descubrieron el Reino de Atlantis? ¡Se supone que ninguno sabe que tan siquiera existe!- cuestionó también exaltada la Reina Rina.

-Miren, hay algo escrito en el interior de la carcasa de esa arma- Mera tomó uno de los pedazos de metal y leyó su contenido -"espero que les gustase nuestro amistoso saludo. Pronto visitaremos sus otros reinos para demostrarles quiénes son los verdaderos amos del mundo, atentamente: los terrestres"

Un silencio sepulcral se formó ante tal relato. Nadie supo que decir al respecto y lo único que podían hacer era verse mutuamente compartiendo la misma mirada de terror desmedido.

-Lo sabía… ¡LO SABÍA, MALDITA SEA, LO SABÍA! Siempre supe que esos infelices tarde o temprano intentarían un ataque directo contra nosotros, y ahora que saben la ubicación exacta de Atlantis y de los otros Siete Reinos…- Orm rompió el silencio entrando en un estado de cólera tan grave que parecía una olla de presión a punto de estallar.

-Esos simios sin pelo. Ellos en verdad quieren acabar con todos nosotros- el rey langosta se sintió muy estúpido, porque tantas veces que quiso evitar un conflicto con los humanos, y ahora ellos les declararon la guerra.

-Esto no se quedará así. Si guerra es lo que desean, ¡Guerra es lo que tendrán! Y sé perfectamente como devolverles tal vil acto- tanto Mera como Vulko vieron con enorme preocupación a Orm sabiendo bien lo que tiene pensado hacer.

(…)

Siendo ya de noche, Liam estaba acostado en la playa cercana al faro manteniendo los brazos cruzados tras su cabeza y dejando que el leve oleaje tocase sus descalzos pies.

En su mirada cansada era fácil notar que en su mente pasaban mil pensamientos, seguramente causados por las palabras que su papá le dedicó anteriormente.

Si él es aparentemente un atlantiano, ¿Entonces por qué? ¿Por qué ayuda a los humanos que son atacados por su gente, incluyendo a aquellos que le hacen daño al mar y a sus habitantes? ¿No debería dejar que reciban el castigo que se merecen? ¿Qué lo impulsa a ayudarlos a ellos y demás formas de vida terrestres? ¿Solo porque su padre es un humano? ¿O por otro motivo mucho más complejo y difícil de explicar?

Esas y muchas más preguntas solo le generan un fuerte dolor de cabeza, así que se incorporó gruñendo para tomar una roca y arrojarla al mar haciendo que revotase en la superficie hasta que se perdió de vista y tomó otra ahora tirándola al aire y que también se esfumara en el horizonte.

-¡WUA, WUA, WUA, WUA!- cuando iba a arrojar otra, escuchó unos rugidos y sonrió al ver a un gran elefante marino arrastrándose hasta su posición.

-Virginia- lo saludó cuando se le tiró encima para lamerle la cara como si de un perro se tratase -¿Cómo estuvieron las cosas por aquí en mi ausencia? ¿Ningún camión ha vuelto a tirar desechos industriales en estas aguas?- el mamífero marino negó con la cabeza.

-Que bien. Ya estoy demasiado harto de recoger toda la basura que esos desconsiderados siempre tiran como si el mar fuera un enorme depósito de…

Detuvo su hablar porque sus pies al ser tocados nuevamente por el agua, sintió que algo no iba bien. Hizo a un lado al mirounga y vio fijamente en la dirección en dónde arrojó la primera piedra, como si el océano le estuviera diciendo que dentro de poco iba a ocurrir algo que pondría tanto a habitantes de la superficie como del mar en el peor de los peligros y que necesitaba de su ayuda lo más pronto posible.

-Por las barbas de Poseidón…- al pararse reveló tener la misma expresión de angustia que los Reyes de los Siete Reinos tuvieron cuando descubrieron que fueron atacados por humanos -este… Virginia, dile a mi padre que llegaré tarde para cenar y que fui… a dar una vuelta.

De inmediato se zambulló para nadar como un torpedo adentrándose mar adentro en menos de lo que dura un parpadeo dejando muy confundida a su obesa amiga que no tenía idea de qué pasa.

Un gigantesco crucero de pasajeros surcaba el mar. Todos los que lo abordaban descansaban luego de un largo día de juegos y diversión, esperando con ansias la mañana siguiente para continuar divirtiéndose en todo lo que dure su travesía y relajarse de los problemas que dejaron atrás en tierra firme.

Hasta qué sin previo aviso, el agua comenzó a agitarse creando un violento oleaje que sacudió la embarcación al grado de que parece que la fuera a volcar por completo, pero luego de que se produjera una onda expansiva bajo la superficie, la marea se calmó y todo al parecer regresó a la normalidad como si nada hubiera ocurrido.

Pero nuevamente el mar se agitó de forma aterradora, e increíblemente, se comenzó a crear un remolino que lentamente aumentó de tamaño a tal punto que tenía varios kilómetros de ancho teniendo el suficiente poder de succión para atraer a todo lo que estuviera flotando sobre el agua para arrastrarlo a una tumba acuática como lo haría un Agujero Negro tragando planetas enteros.

Especialmente a ese crucero que no podía hacer nada para evitar ser atraído y comenzar a dar vuelta en el sentido opuesto de las manecillas del reloj una vez que cayó dentro del colosal vórtice descendiendo a una velocidad alarmante para nunca más volver a ver la luz del día.

Deteniéndose de golpe como si chocase contra un invisible objeto inamovible.

-¡¿Y tú para dónde crees que vas?!- resultó que Liam lo sujetó de la Popa y con una fuerza física increíble lo empujó yendo en contra de la fuerza del remolino pudiendo sacarlo de vuelta hacia la superficie salvando a todos los que estaban en él.

No se detuvo ahí, sino que siguió impulsándolo sobre las violentas aguas y a una velocidad equiparable a la de un avisón hasta dejarlo lo suficientemente lejos de la fuerza de arrastre, siendo el mejor punto de comparación, a como lo haría alguien que empuja un carro que quedó varado.

-De nada, fue un placer- dijo con sarcasmo y amañó con retirarse.

Pero sintió que más barcos, navíos, buques y cruceros llenos de personas corrían el mismo peligro de ser tragados por ese remolino. Gruñó sabiendo que, al igual que Superman, no puede estar en todos lados al mismo tiempo para ayudar a esa desdichada gente.

Pero a diferente del Kryptoniano, él sí tenía aliados que de inmediato le echarían una "mano" para situaciones tan críticas como esta.

Cerró los ojos concentrándose, emitiendo desde su cabeza un tipo de sonar, con el que llamó a toda la fauna marina cercana y que sin demora alguna acataron su pedido de ayuda y lo rodearon. Tanto mamíferos acuáticos como delfines, ballenas y focas, hasta peces, tiburones, diversas clases de cetáceos y de reptiles e incluso especies de artrópodos y moluscos que ninguna persona ha visto y que podrían pasar como criaturas de mitos y leyendas.

-¡TODOS, ESCÚCHENME!- habló con tono autoritario igual al que usaría un general con sus tropas -¡Ballenas y calamares gigantes, ustedes se encargaran de los barcos llenos de pasajeros y los empujaran lo más lejos posible de ese remolino! ¡Delfines, bancos de peces y tiburones ayudaran a cualquier humano que haya caído al mar y lo llevaran a tierra firme! El resto trate de mantener lo más lejos a las demás embarcaciones humanas y si se topan con buques gigantescos que no puedan mover o persuadir, me lo hacen saber enseguida, ¡¿COMPRENDIDO?!

Esa gran diversidad de criaturas emitieron una también variedad de rugidos, gemidos y alaridos de afirmación y se dispersaron para cumplir sus órdenes y ayudar a cuánto humano pudieran.

-Esta sin dudas será una larga noche…- refunfuñó y volvió a nadar en búsqueda de más terrestres que estén en peligro de muerte por culpa de ese colosal remolino que ahora parecía una gigantesca bestia hambrienta dispuesta a comerse todo lo que exista en el mar.

(…)

Sobrevolando los cielos de Metrópolis, Lincoln se dispuso a regresar a su apartamento después de una tranquila jornada. Solo había tenido que lidiar con delincuentes comunes y corrientes, nada del Otro Mundo o que pusiera en peligro mortal a los ciudadanos de bien, lo que le llenaba de un gran regocijo y le hacía ver qué pese a no tener muchos aliados para mantener la paz en la Tierra, podía mantenerla en la ciudad bajo su cuidado.

Pero al igual que Liam, sintió que algo grave iba a pasar. Gracias a su Súper Oído pudo escuchar la conmoción que se produjo en el océano y al mirar allá con su Súper Visión notó que esa onda expansiva que creó al remolino al acercarse a tierra firme formó un colosal Tsunami que aumentaba de tamaño a cada segundo y que podría tragarse por completo toda la ciudad.

-¿Pero qué…?- su asombro fue igual de enorme y sin demora alguna fue hasta los muelles.

El Tsunami alcanzó tanta altura que su sombra opacó la luz de la Luna y todos los que vivían cerca de los muelles y que estaban despiertos entraron en pánico para correr por sus vidas igual a como lo harían manadas de animales aterrados sin saber a dónde ir.

-¡TENGO QUE HACER ALGO!- levitando en el aire, Kal-El vio que el Tsunami se extendía kilómetros de lado a lado como una colosal manta a la que no podrá detener a base de fuerza bruta.

Pero no solo cuenta con puños para detener las adversidades y se le ocurrió una idea. Nunca antes intentó algo así y no sabe si tendrá éxito, pero era eso o dejar morir a todos los ciudadanos.

Su musculoso pecho empezó a hincharse a medida que tomó aire inclinando la espalda hacia atrás generando también una poderosa fuerza de succión.

-"¡AQUÍ VOY!"- pensó al tener también las mejillas infladas -¡FIIIIUUUUHHHHH!

Su plan fue expulsar a toda potencia su Aliento Congelante moviendo de izquierda a derecha su cabeza con la esperanza de solidificar la enorme ola y así no pudiera avanzar más. Poco a poco, esa táctica dio frutos ya que el Tsunami se congeló volviéndose hielo estando a tan solo cien metros de los muelles de Metrópolis brillando por el reflejo de la luz lunar.

-Ah… estuvo cerca- suspiró aliviado y se paró en el extremo más alto del congelado oleaje -¿Cómo se pudo crear una ola de este tamaño? Ni siquiera cuando el Hechicero del Tiempo hizo estragos en los mares de Australia pudo crear un maremoto como este.

Tiempo para pensar en eso no había, porque con su audición oyó que el resto de la Costa Este también estaba en la misma situación crítica, así que sin más opciones fue a evitar como pudiese más Tsunamis destructores como el que acaba de frenar.

(…)

-Eso les enseñará a esos miserables quiénes rigen realmente este mundo, el mundo que tanto se esfuerzan en destruir- Orm y demás reyes pudieron ver todo el daño que generaron mediante el mapa luminoso en la mesa de la Sala del Trono.

Vulko tenía una evidente mueca de desaprobación y Mera de angustia porque sabe muy bien lo que tal acción causará más adelante y las graves consecuencias a largo plazo.

Porque una guerra a escala mundial entre especies con el armamento suficiente para destruir países e incluso continentes enteros, era sinónimo a un apocalipsis como no se ha visto nunca.

(…)

-"Nadie sabe qué pudo causar tal Tsunami que prácticamente arrasó con toda la Costa Este"- dijo Ronnie mediante el noticiero.

-"Se teoriza que pudo haber sido el resultado de una bomba nuclear en medio del Atlántico, como un experimento parecido al que LexCorp intentó llevar a cabo hace poco. Pero algunos expertos desechan tal hipótesis debido a que la bomba requerida para hacer tal cosa debe ser mucho más poderosa que cualquier armamento que la humanidad tiene. Una teoría más razonable dice que fue el resultado del choque de un meteorito contra el océano"

-Se le da bien en dar esa clase de informes, Señorita Santiago- le dijo Lincoln viendo eso con ella y demás empleados del Daily Planet.

-Y eso que no has visto la mejor parte, Villa Chica- ella tenía los brazos cruzados también teniendo un semblante de terror, porque si no fuera por el héroe de capa roja, ella y todos los habitantes de Metrópolis ahora mismo estarían muertos.

-"Pero entre las muchas teorías que se han desarrollado al respecto, ninguna es tan loca como lo que dicen los testigos que estuvieron en el mar al momento de producirse el maremoto"- la TV mostró como Ronnie se acercó al capitán del crucero que Liam salvó -"¿Puede repetir lo que me acaba de decir?"

-"¡FUE LA COSAS MÁS IMPRESIONANTE QUE VI EN MIS TREINTA AÑOS NAVEGANDO LOS SIETE MARES! El océano se agitó sin motivo alguno y después de calmarse se formó un remolino gigantesco que estuvo a punto de tragarse mi embarcación"- narró cuando le quitó a la latina el micrófono y ésta se lo arrebató molesta por tal falta de respeto.

-"No solo él, sino muchas otras personas dan testimonio de ese otro fenómeno ambiental; lo que también abre a la teoría de que las placas tectónicas en el fondo del mar se corrieron generando ese Tsunami. Pero si con eso no fuese suficiente, también hay informes de que animales marinos, por más loco que parezca, pusieron de su parte para salvar a las personas que estuvieron cerca del dichoso remolino"

-"Junto con un aparente Ángel Guardián del océano"- ahora Ronnie le acercó el micrófono a una familia -"¿Qué dijeron sobre cómo pudieron salvarse?"

-"Nuestro jate estaba siendo jalado y no teníamos forma de ir contra la corriente"- comenzó a decir el padre -"hasta que sin previo aviso, fuimos impulsados hacia adelante, y cuando nos asomamos por Estribor, vimos como un hombre nos estaba empujando desde la Popa"- habló ahora la madre.

-"Y cuando me caí, en vez de ahogarme, fui salvada por un delfín que me llevó en su lomo como si de un pony se tratase"- continuó una niña de como mucho siete años.

-"Ahí lo tienen, damas y caballeros. También hay muchos reportes de un misterioso hombre del mar que puso de su parte para salvar a toda aquella desafortunada persona que estuvo en el agua al momento de producirse el Tsunami y el remolino. ¿Quién es este… Aquaman? ¿Un aliado de la humanidad como nuestro amado Superman? Tantas interrogantes y sin respuesta alguna"

-"Los mantendremos informados hasta que consigamos alguna respuesta. Aquí se despide Ronnie Anne Santiago del Daily Planet"- dicho esto, se terminó el informe.

-También es una experta en inventarles sobrenombres a seres con habilidades sobrehumanas, Señorita Santiago- Lincoln no pudo evitar reír con ironía al recordar que ella fue quién lo bautizó con el nombre de "Superman" cuando su existencia se hizo pública en Ciudad Metrópolis.

-Tengo mi toque especial, Villa Chica- hizo énfasis en estas palabras por ser también un apodo que le inventó al decir en español la palabra Smalville -solo espero que ese hombre pez si sea alguien noble y con ese medio exagerado altruismo que Superman posee, porque con lo ocurrido ayer, lo que menos necesitamos es de otro loco súper poderoso que quiera perjudicarnos a todos.

Kal-El negó un poco con la cabeza y nuevamente posó su vista en el mar, traspasando con su Visión de Rayos X la enorme ola congelada que se estaba derritiendo lentamente, preguntándose que hay realmente ahí, que posibles aliados o fuerzas destructoras lo habitan.

(…)

-¿Aquaman, eh? No es tan mal nombre, ¿Cierto?- río el papá de Liam al haber visto ese reportaje.

-¡PURF! Pero que estupidez. ¿A quién se le puede ocurrir semejantes nombres tan ridículos y trillados?- al otro pelinaranja no le hizo gracia y quiso irse (NA: que enorme ironía, ¿No? XD)

-¿Por qué lo hicieron? ¿Por qué el pueblo de tu madre causó ese Tsunami?- pero de nuevo se detuvo ante cuando él continuó hablando y cerró los ojos soltando otro pesado suspiro.

-Con todas las cosas que los humanos le hacen a diario al mar, solo era cuestión de tiempo para que se hartaran y le devolvieran pedrada- sentenció por ser la respuesta más obvia.

-¿Sabes lo que ese ataque significa, no?- su papá le dedicó una severa mirada.

-Claro que lo sé y ni creas que voy a meter la mano al fuego. Las motivaciones que mi… que la gente de mi mamá tuvieron para hacer lo que hicieron me importan un reverendo carajo.

-Muchas personas van a salir heridas y muertas. ¿Es que acaso no vas a intentar poner de tu…?

-Solo seguiré haciendo lo que he hecho hasta ahora: ayudarlas desde el anonimato, ¿Qué no es lo que siempre me pides? ¿Mantener un perfil bajo cada vez que les hecho una mano?

-Sí, pero, con lo que está a punto de suceder, no creo que seguir escondiéndote sea la mejor de las decisiones. Al ser mitad humano y mitad atlantiano, tú podías ser un intermediario para evitar que se desate una catástrofe peor que mil Tsunamis y lograr una paz entre ambas especies.

-¿Qué yo sea un intermediario para evitar la guerra entre terrestres y atlantianos? ¡JAJAJA! ¡No me hagas reír, que tengo el labio partido!- no contuvo una risa sarcástica -primero me despellejarían vivo antes de escuchar lo que yo quisiera decirles, y aunque si por un milagro me escucharan, ¿En realidad crees que cualquier palabra de mi parte logre convencerlos de desistir de sus ataques futuros? Creo que has bebido demasiada agua de mar, papá- otra vez finalizó la charla de modo abrupto y salió de la casa siendo recibido por Virginia a quien acarició como si fuese un perro.

Su progenitor suspiró lamentándose y miró por la ventana el basto océano que está tan calmo y sereno, que es imposible creer que dentro de poco desatará la peor de las calamidades.

Luego vio en una pared una gran foto de él junto con Liam cuando era un niño, que se veía de lo más alegre (y también más chimuelo) acompañado también por Atlanna, la madre de Orm.

Bajó la mirada y cerró los ojos dejando que una lágrima escurriera por su ojo derecho y volvió a tomar de la lata de cerveza que tenía.

(…)

En Atlantis, el Príncipe Orm y los otros gobernantes ya habían ideado nuevas contraofensivas contra la superficie, listos para continuar librando la guerra que ellos iniciaron, pero antes de hacer cualquier cosa, él les pidió un momento.

-Mientras alistan a sus tropas, yo iré a crear la mejor forma de comunicarme con la superficie y decirle a esos rastreros que con mucho gusto aceptaremos su declaración de guerra- se dirigió a otro cuarto apartado dejándolos solos para que se organicen.

Mera nuevamente lo miró alejarse. No podía permitir que más sangre se derramase, y si puede hallar opciones alternativas a la violencia, entonces lo hará.

Con disimulo lo siguió hasta la sala más recóndita del palacio, pasando por un largo pasillo en dónde están diversas estatuas, monumentos y pinturas, pero cuando iba a entrar…

-"Ya cumplimos con nuestra parte del trato al haber hecho ese ataque tal y como nos lo indicaste. Ahora cumple con la tuya"- vio cómo se formó una especie de holograma del padre de David, el mismo que orquestó el asedio a Atlantis.

-"¿Qué? ¿El ataque que les indicó? ¿Qué está pasando?"- pensó Mera no entendiendo nada y arrimándose ligeramente desde la puerta de la sala.

-El tesoro que les prometí se los daré cuándo terminen el trabajo que les encargué. No olviden que también deben atacar los otros reinos para que así a todos esos idiotas no les queden dudas de que la superficie nos ha declarado la guerra- le recordó señalándolo con severidad.

-Pero si lo que les preocupa es que se vean afectados por un Tsunami o un remolino, no tienen nada que temer. Solo deben ir a los lugares más seguros que les indiqué en los mares para evitar ser lastimados por las fuerzas que nosotros vamos a desatar.

En shock quedó la pelirroja ante tal revelación. El Príncipe Orm, el único aspirante a Trono de Atlantis, el hombre quién ama y con el qué iba a contraer matrimonio, ¿Orquestó ese ataque? ¿Atentó contra su propia gente? ¿Montó una fachada para que así el resto de los Siete Reinos se unieran a su causa e iniciaran una guerra contra la superficie?

No podía ser cierto, debe ser un malentendido, quería creer que sus ojos y oídos se equivocaron y que solamente estaba alucinando viendo y oyendo cosas que no existían en verdad.

Pero no podía negarlo, acaba de descubrir una dolorosa verdad que le apuñalaba el corazón igual a como lo haría un arpón que se incrusta en el lomo de una ballena. Debía hacer algo, no podía quedarse ahí sin hacer nada mientras gente inocente corre peligro mortal, así que nadó lo más rápido que podía de regreso a la Sala del Trono.

-¿Princesa Mera?- pero en el camino se topó con Vulko -¿Se encuentra bien?- raro se le hizo verla así de alterada.

-Vulko… yo… ¡Descubrí algo terrible! Orm… él… ¡Él fue quién planeó a Atlantis!- el Visir abrió enormemente los ojos ante sus palabras.

-¡¿CÓMO PUEDE DECIR ALGO COMO ESO?!- miró en todas direcciones esperando que nadie la haya oído -¡¿No se da cuenta del peligro al que se expone al decir tal afirmación?! ¡LA PODRÍAN MANDAR A EJECUTAR, NO IMPORTA QUIÉN SEA SU PADRE!

-¡PERO ES LA VERDAD! Hace un momento lo seguí para convencerlo de que desistiera de su guerra contra la superficie y lo vi hablando con los humanos responsables del ataque ordenándoles que también atacaran los otros reinos. ¡TE JURO POR MI VIDA QUE ESTOY DICIENDO ES CIERTO!

Vulko se rascó la nunca supremamente exasperado. Sabe que la hija del Rey Nereus jamás mentiría con algo así, por lo que si Orm realmente planificó ese ataque para unir a los Siete Reinos y llevar a cabo su meta personal de acabar con los terrestres sin importar los costos… era algo que no podía permitir y debía hacer algo al respecto, aun si va en contra de su juramento como Visir.

-Debemos avisarle a mi papá y demás reyes- Mera quiso retirarse.

-¡NO!- pero él la tomó de un brazo -si se lo dices, podrías causar una guerra entre Atlantis y los otros Reinos que terminará con la muerte de todos nosotros. Debemos pensar en un plan que muestre que Orm es el único culpable de todo y así evitar que se desate un conflicto que termine por destruir todo el planeta.

-Él es el máximo regidor de Atlantis, ¡¿Cómo haremos que todos vean lo que tiene entre manos?!

El Consejero Real le dio la espalda y se frotó el mentón pensativo. Deben no solo desenmascararlo, sino también hacerle perder el apoyo del pueblo de Atlantis, meta difícil porque todos lo halaban y lo ven como un buen gobernante dispuesto a hacer lo que sea por su bienestar.

Se dio cuenta de que ellos dos solos no podrán evitar tal calamidad y requerirán de mucha ayuda.

-Ah, por todos los mares… no nos queda más opción- hizo el equivalente a un suspiro de derrota.

-¿A qué te refieres? ¿De qué opción hablas?- la princesa no entendía a qué se refería.

-Para detener a Orm primero debemos desacreditarlo y quitarle su derecho al trono.

-¿Y cómo haríamos algo así? Él es el único miembro de la Familia Real Atlantiana que queda con vida, el trono será suyo ya sea que se case conmigo o no.

-Te equivocas, Princesa Mera. Él… no es el último de la Familia Real que todavía vive. Aún queda uno, alguien que por ley puede desafiarlo y quedarse con su derecho al trono.

-¿Qué? ¿De quién estás hablando?- la bella pelirroja seguía sin comprender a lo que se refería.

-Alguien que usted conoce muy bien, Princesa Mera- el Visir tomó un peculiar collar hecho a mano que ella tenía colgado de su cuello.

Ahora era su turno de abrir de par en par los ojos atónita por tal afirmación, como si acabase de ver el fantasma de un pasado que creyó haberse perdido en las profundidades del océano para siempre.

Capítulo uno completado el 22/07/2022.

Y eso ha sido todo por el día de hoy. Espero que les gustara el capítulo y no les haya resultado algo aburrido y tedioso, pero si lo hice así, es por algunas cuantas razones.

Como que a diferencia de los anteriores fics que hice de este Metaverso Crossover, aquí no me inspiré en nada en la caricatura de "Superman: La Serie Animada" debido a que el capítulo en donde aparece Aquaman no me gustó, así que decidí inventar una trama casi totalmente desde cero, teniendo que hacer varios borrones y reescritos hasta idear una que me gustase y viese coherente, pero claro, también teniendo elementos de la película de Aquaman que se estrenó hace unos años.

Además, debía hacer una buena inclusión de Jason Momoa… ¡DIGO! De Liam en el papel de Aquaman sin que se viese muy abrupto o apresurado, que fuese algo más parecido a como lo hice en el fic de Lana en donde es Linterna Verde, porque me di cuenta de que el fic en donde Rusty es Flash no hay mucha historia a sus espaldas o un gran trasfondo.

Y estoy seguro de que muchos… ¿O muches? Bah, no voy a partirme la cabeza con la pendejada del lenguaje inclusivo XD como decía, seguramente se sorprendieron de que pusiera al amigo granjero de Lincoln como el héroe acuático más infravalorado de todos los tiempos, ¿Verdad?

Bueno, aunque haciendo cuentas, eso era de esperarse. Porque si en este Metaverso Zach es Jimmy Olsen y Rusty es Flash, por cuestión de "lógica" uno de sus amigos en la serie Canon debía llenar los zapatos del hombre pescado… claro, basándome bastante en su versión Live Action en el cine y no tanto a como Liam lo es en la caricatura de TLH, porque si fuese así, entonces si sería el inútil que tantas personas afirman que es XD

Explicado todo, me retiro. Atentos cuando suba las crudas adversidades que tanto Liam como Lincoln deberán hacer más adelante para evitar que el mundo se ponga de cabeza.

Así que me voy deseándoles un muy buen día y que les haya gustado lo que escribí ;D