CAMINATA NOCTURNA
¿Qué ya era de mañana? Pero si todo estaba muy oscuro. Esto fue lo que pensó Leni Loud mientras caminaba cabizbaja por las calles de Royal Woods luchando para no quedarse dormida.
Lincoln, su único hermano varón, por algún motivo que no comprendía bien la había despertado diciéndole que ya era hora de ir a la escuela y que si todo estaba tan oscuro era por un eclipse.
Ella siempre confiaría en lo que él o el resto de su familia le dirían, por lo que sin poner objeción alguna tomó sus implementos escolares y salió de su hogar.
Pero su cansancio era tal, que su andar se parecía al de algún zombi genérico de alguna película de horror clásica llegando al punto de que realmente comenzó a caminar dormida como un sonámbulo hasta chocar de cara contra uno que otro poste que se le cruzaba en el camino.
Luego de soltar gemidos de dolor sobándose la nariz, continuó caminando por las calles. Raro se le hacía que no hubieran más personas por ahí para comenzar a hacer sus actividades de siempre, ¿Era que acaso aprovechaban la oscuridad del eclipse para seguir durmiendo?
Flojos e irresponsables, así los tachaba la blonda porque pese a su agotamiento, no puso excusa alguna para ir a estudiar como toda buena estudiante que es (O al menos, así se veía ella porque su rendimiento escolar dejaba mucho que desear en varias áreas)
Un ruido la sobresaltó y miró en todas direcciones para ver qué o quién lo causó. Una lata de gaseosa salió de un callejón cayendo a sus pies siendo el responsable un perro callejero que olía el suelo buscando algo de comer.
Muy tierno se le hizo ese Can y en otras circunstancias con mucho gusto le compraría algo para comer, pero con el tiempo en contra, debía hacerse la de la vista gorda esta vez y seguir su camino.
Hasta que unas risas a sus espaldas le hicieron detenerse en seco.
-Pero miren a quién tenemos aquí- no supo en qué momento una pandilla conformada por puros malandros la rodearon, viéndola como lo haría una manada de lobos a un indefenso conejito.
-¿Qué haces por aquí tan solita, preciosa?- quiso saber el líder parándose ante ella.
-Ah… es que debo ir rápido a la escuela. ¿Saben dónde puedo tomar un autobús que me deje ahí? Parece que todos han aprovechado el eclipse para seguir durmiendo y no hay choferes.
Los rufianes se miraron entre sí no sabiendo que pensar. ¿Realmente tenían ante ellos a una chica tan despistada que era incapaz de percatarse del grave peligro en el que ahora estaba?
Pero para su líder, esta era una oportunidad que nunca antes se les había presentado y que no iba a desaprovechar de ninguna forma.
-Por supuesto, linda. Síguenos, te llevaremos ahí en menos de un parpadeo- les chequeó un ojo a sus cómplices que se vieron entre sí sabiendo muy bien a qué se estaba refiriendo.
-Oh, gracias. Son muy amables- su inocencia e ingenuidad natas combinadas con el cansancio producido por la falta de sueño le impidieron a la rubia percatarse de sus intenciones.
Y debido a eso los siguió, confiando que estos "buenos samaritanos" la guiarían a una parada de autobuses en donde podría tomar un transporte que la deje en la secundaria y no llegue tarde.
No notando como la guiaban a una de las zonas más recónditas de la ciudad, en dónde nadie los podría ver y mucho menos por la oscuridad de la noche, el lugar perfecto para llevar a cabo acciones que atentan contra cualquier tipo de moralidad.
-¿Por aquí pasan muchos autobuses?- preguntó a medida que se acercaban a un oscuro callejón.
-Claro que sí, lindura. Tú solo espera y vendrán varios "transportes" por ti- el líder le palmeo la espalda mientras ingresaban al sucio lugar.
-Gracias de nuevo. Todos ustedes han sido muy amables al tomarse la enorme molestia de acompañarme; no sé cómo pagárselo- les sonrió débilmente luego de bostezar.
-Ah, créenos, muñeca. Que si hay una manera en cómo puedes pagarnos.
Si había alguien en las proximidades que todavía durmiera plácidamente en la comodidad de su hogar, de inmediato su sueño fue interrumpido por los gritos de terror y agonía que salieron de ese inmundo callejón combinados con las risas de un grupo de demonios que se deleitaban con los horrores inenarrables que le causaban.
Un perfecto ejemplo de porqué nunca hay que salir solo o sola a tan altas horas de la noche, porque nunca se sabe con qué o quién te vayas a encontrar a la vuelta de la esquina y si se aprovechará de alguna vulnerabilidad que demuestres y que te condene al peor de los destinos.
Drabble completado el 29/08/2022.
Si alguien se pregunta porqué, después de hacer tantos fics grandes en estos últimos tiempos, me presento con este cuento que no llega ni a las mil palabras es por eso mismo. Ya he hecho muchas historias grandes y para variar eso decidí hacer esta pequeña historia.
Que como se darán cuenta, me inspiré en ese capítulo en donde Lincoln tiene miedo de dormir por culpa de una película de horror y quiere toda la compañía posible, incluyendo la de Leni a quién despierta y esta, debido a su ENORME ingenuidad, cree que si hay un eclipse y sin objeción alguna sale de la casa a altas horas de la noche rumbo a la escuela.
¿Nunca se preguntaron que fue de ella luego de ese suceso? Porque… bueno, es obvio que en la realidad alguien así y en ese escenario no le iría muy bien.
No me voy no sin antes decir que en estos días escribiré otros pequeños fics y eso se debe a que dentro de poco haré un fic muy especial y para eso debo hacer esos cuentecitos, ¿Qué será? Es algo de mucha importancia, eso se los puedo asegurar ;D