CAZADORA DE MONSTRUOS (PILOTO)

CAPÍTULO DOS: EL MAL INVADIENDO EL HOGAR

Lori Mary Loud es su nombre completo, la hermana mayor de una camada de 10 peculiares chicas y de un chico que a sus 17 años debía imponer el orden y la disciplina cada vez que sus padres no estuvieran disponibles, lo que podía llevarla a ser mandona y algo malhumorada al lidiar día a día con los dolores de cabeza que les generaban.

-¡Dense prisa! Literalmente estamos contra el tiempo antes de que empiece a llover- conducía a Vanzilla, la vieja Van que ha pasado de generación en generación, esperando a que sus hermanas menores saliesen de la Primaria cuando las recogió luego de buscar a las otras en Secundaria.

-¡Un momento, un momento!- la única que faltaba era la científica de Lisa que iba a paso apresurado cargando varios papeles hasta que tropezó y cayó desparramándolos todos.

-Ahora ya sabemos quién perdió la carrera contra el tiempo, ¡JAJAJAJA! ¿Entienden?- la bromista de Luan no se demoró en hacer una de sus estúpidos chistes sin gracia.

-Ayúdenla rápido para irnos- ordenó Lori refunfuñando como si fuese su quejumbroso vecino.

-Oye Lynn, ¿Apostamos quién recoge más papeles?- propuso Lincoln a su hermana mayor más directa sabiendo perfectamente que ante esa clase de retos la deportista aceptará enseguida lo que significa que les ahorrará al resto la tediosa labor levantar esas hojas.

-¡JA! El resultado es más que obvio, Apestoso- y como lo supuso, en menos de un parpadeo ella los recogió a todos y tomó a Lisa para entrar a la Van de un salto con voltereta -¿Cómo les quedó el ojo?- fanfarroneó cruzándose de brazos ignorando las quejas de la genia porque casi le tumbó su peluca castaña con ese brusco movimiento.

-Ya estamos todos, andando- Lori iba a pisar el acelerador, pero Leni le sujetó la muñeca derecha al ocupar el asiento del copiloto.

-Espera, ¿Y Lucy? Ella aún no ha…

-¿Me llamaron?- todos soltaron un grito de espanto cuando la mencionada apareció en uno de los asientos de atrás.

-Ay Santo Dios… ¿Cómo es que siempre lo haces, Sister?- quiso saber Luna, pero la pequeña pelinegra de 8 años solo se encogió de hombros como si nada hubiera ocurrido.

Al andar por la carretera, Lori debía contar hasta mil para reunir paciencia mientras gruñía con fastidio desmedido al tener que soportar el escándalo sinigual que sus hermanas y hermano generaban y el que seguirán causando cuando lleguen a casa.

En muchas ocasiones ha deseado con todo su ser que se no tuviesen boca, o mejor, que desaparecieran por lo menos durante un día para gozar de una paz y tranquilidad que jamás ha sentido y que sentía que se la merecía después de todo lo que hace para evitar que pongan patas arriba su hogar, que por parte de sus vecinos, ha recibido el apodo de "La Casa de Locos"

¿Eso era demasiado pedir? Es lo que ahora mismo pasó por su cabeza al girar en una esquina haciendo una mueca cuando su oído izquierdo casi revienta por un grito molesto de Lola.

Deseos egoístas como ese, aun cuando se creen que están más que justificados, son los que desgraciadamente siempre atraen las energías negativas y de las formas menos esperadas que te darán lo que pides y mucho, MUCHO más.

-¿Lo dices en serio, Fiona? ¡¿Qué Miguel al fin se le confesó a Gavin?!- volvió a bramar como un caballo cuando Leni soltó un agudo chillido de emoción al hablar con una amiga por celular.

-¡CLARO, CLARO, CUÉNTAMELO TO…!- iba prestar toda atención a lo que fuera a decirle, pero detuvo su hablar cuando vio algo que le invirtió por completo los ánimos.

Eso era porque cuando Vanzilla se detuvo en un semáforo vio a un niño, de la edad de Lincoln como mucho, que claramente es un indigente debido a su demacrada condición física al ser muy flaco, algo que se puede notar debido a que sus prendas dejaban mucha piel al descubierto y que no le ofrecían protección alguna a la lluvia que empezó a intensificarse mientras buscaba comida en unos contenedores de basura cerca de un inmundo callejón.

Una visión como esa era algo que su noble corazón no podía pasar por alto y debía hacer algo al respecto, aún si eso iba en contra de lo que el resto de su familia pensara.

-Fiona, te llamo luego- colgó su celular -Lori, dirígete hacia allá, rápido- señaló en esa dirección una vez que el semáforo cambió a verde sujetándole de nuevo la muñeca para que girase a la derecha.

-¿Eh? ¿Por qué?- no entendió a que se refería y menos comprendió su actual actitud si hace unos momentos charlaba de lo más entusiasmada.

El resto también se preguntó el motivo de ese comportamiento y porqué sacó de su bolso un poncho que ha estado tejiendo desde hace unos días, hasta que se detuvieron cerca de ese joven.

-Oh no… ¡¿No nos digas que en serio vas hacer lo que creo que vas a hacer, Leni?!- Lori adivinó lo que tenía en mente y se opuso rotundamente y las protestas de las demás no se hicieron esperar.

-Chicas, Linky, no se pongan así. ¿Dónde está su sentido humanitario? ¿Qué no son capaces de imaginarse lo que ese pobre niño de la calle ha sufrido y más aún con esta lluvia?- quiso motivarlos y se colocó el poncho para protegerse del agua que caía del cielo.

-Suficiente tenemos con la mugrosa de Lana como para llevar con nosotros a otro saco de pulgas- expresó sin reparo alguno Lynn Jr.; la mencionada iba a quejarse señalándola, pero al olerse la axila derecha, bajó el brazo sonriendo apenada.

-Usualmente no estoy de acuerdo con los comentarios despectivos e hirientes que suele soltar mi Quinta Unidad Fraternal, pero esta vez debo apoyar su punto. No sabemos si ese niño trae consigo alguna grave enfermedad que pueda contagiarnos, y qué en el peor de los casos, sea de gravedad y nos veamos en la forzosa necesidad de buscar ayuda médica profesional- comentó Lisa.

Personas que lo tienen todo y ven como insectos rastreros a los que no tienen ni en dónde caer muerto, la dura realidad que se ha visto miles de veces en todas partes del mundo "civilizado"

-Algunas veces me parece increíble lo desalmados que todas ustedes pueden llegar a ser- esas palabras le hicieron poner una cara como si acabase de beber veneno puro.

-¿No pueden ponerse en tu lugar? Si fuésemos pobres y buscáramos comida bajo la lluvia, ¿No estarían felices de que algún alma caritativa viniese a echarnos una mano y mejorar por lo menos durante un día nuestro triste estilo de vida? ¡Me decepcionan como no tienen idea!- más de una agachó la cabeza sintiéndose mal consigo misma.

-¡BURF! Usando chantaje moral para que accedamos a tus peticiones, ¿En serio eres capaz de recurrir a eso por alguien que ni siquiera conoces?- pero Lola no se dejó amedrentar.

-A mí tampoco me hace feliz imaginarme el estilo de vida que alguien así posee, Leni. Pero debes hacerle caso a lo que Lynn y Lisa dicen. No sabemos que pueda llevar consigo ese niño, o peor, se trae de un ladronzuelo que apenas le demos la espalda, nos quitará algo que apreciemos y huirá para nunca más volver a verlo.

Lori debía pensar primero en su familia y en el bienestar de ésta antes que en cualquier otra persona y más aún si no sabe de lo que ésta es capaz de hacer contra sus integrantes.

Les gustase o no, Leni se bajó de Vanzilla y se acercó a ese pobre niño que todavía buscaba algo de comer entre la basura sufriendo un sobresalto casi cayéndose asustado cuando le tocó el hombro.

-Hola- le sonrió con una calidez que contrastaba totalmente con el gris y húmedo entorno que los rodeaba -las calles con esta lluvia no son seguras para un niño como tú, ¿No quieres venir conmigo y con mis hermanas hasta que termine?- ofreció su mano derecha.

-¿Qué vaya con usted?- lógicamente se mostró cauteloso y retrocedió un poco -¿Por qué?

-Porque qué clase de persona sería yo si dejase a un pobre niñito ahí tirado bajo la lluvia- lo dijo como si fuese la respuesta más obvia del mundo -en especial si es un niño tan lindo como tú- muy avergonzado lo dejó cuando le acarició una mejilla.

-Así que ven antes de que cambien de opinión y me dejen bajo la lluvia también- no solamente le ofreció la mano, sino que su gran corazón se reflejó aún más cuando se quitó el poncho para ponérselo y no siguiera mojándose.

Gesto tan noble, que el niño le correspondió el gesto sonriendo ligeramente y se dirigieron a la Van, en donde Lincoln y las otras Chicas Loud sin más opción tuvieron que reacomodarse para que pudiera entrar siendo que el peliblanco tuvo que cargar sobre sus piernas a las gemelas y Luan a Lynn Jr. haciendo una broma estúpida: "Siempre supe que eras una pesada, ¡Pero nunca supe que tanto! ¡JAJAJAJA! ¿Entienden?"

Lo que nadie notó fue que Lucy, que en todo momento se limitó a leer un libro de horror estando completamente ajena a la situación, detuvo su lectura apenas ese niño entró en el vehículo para mirarlo fijamente.

El flequillo le cubrirá la parte superior de su rostro, pero la inferior se volvió una expresión de la más grande de las inconformidades, más bien, de una equiparable a la que alguien pondría cuando está cerca de un perro furioso que amenaza con morder al ladrar teniendo espuma.

-Muchas… muchas gracias por su ayuda- agradeció el niño apenado por todas las molestias que había generado y que el resto de la Familia Loud no se esforzó en disimular al tomar distancia.

-Fue un placer. ¿Cómo te llamas?- quiso saber Leni.

-… Esteban- se tomó unos segundos antes de contestar.

-Que lindo nombre. Verás que apenas lleguemos a nuestra casa te haré como que la ropa más linda que alguien puede coser- se giró para palmearle la cabeza incrementando su pena.

-Espero que sepas lo que haces, Leni- su hermana mayor le dedicó una mirada despectiva al joven a través del espejo retrovisor y volvió a pisar el pedal del acelerador ya más cascarrabias que antes porque ahora habrá un ingrediente extra en el caldero de caos que es su hogar.

Ninguna percatándose que al cubrirse mejor la cabeza con el poncho que Leni le dio, Esteban manifestó una sonrisa que al mostrar un poco los dientes se revelaron a unos delgados gusanos haciendo entre estos movimientos de ansiedad y de exigencia.

(…)

Al llegar a la Residencia Loud, ninguno de sus padres se encontraba. Rita por asuntos familiares y Lynn Sr. por cosas relacionadas a su restaurante, y lo peor, es que al seguir lloviendo con fuerza atronadora hasta la noche lo más seguro es que ellos no volverían hasta al día siguiente.

Así que como de costumbre, Lori debería lidiar con las locuras que Lincoln y las chicas harían.

-¡LANA, NO PUEDES CORRER POR LA CASA SI ESTÁS TODA CUBIERTA DE LODO!- regañó a la fontanera toda manchada de barro mientras era perseguida por Lola que le exigía devolverle su oso de peluche para que no lo ensuciara.

-¡LYNN, LINCOLN, NO JUEGUEN ASÍ POR LOS PASILLOS!- llamó la atención ahora a la deportista y al peliblanco siendo este el que trataba de atraparla para quitarle un balón de Futbol Americano.

-¡LUNA, NO HAGAS TANTO ESCÁNDALO!- le reclamó a la Rockera que nada hacía para mermar la potencia del ruido que hacía con su guitarra eléctrica.

-¡LUAN, NI SE TE OCURRA…! Olvídalo- desistió en su intento por regañar a la comediante cuando esta cambió una botella llena de químicos por una de gaseosa, lo que causó que Lisa al tomarla para agregarla a una mescla generase una explosión.

-Te lo digo en serio, Osito Bubu. Literalmente cada día esto se me hace más y más difícil, no puedo esperar para cumplir 18 años y así irme a la universidad para nunca más tener que lidiar con esta función de circo- charlaba con su novio mediante el celular y tomó asiento en un sillón de la sala mientras cargaba en su regazo a Lily, la más chiquita de todas que dormía chupándose un pulgar.

Todo parecía ir con tanta naturalidad, que al parecer se les olvidó la presencia de su invitado de la calle, aunque eso se debía a que se hallaba en el cuarto de Leni lejos del caos rutinario.

-¡TADAN! ¿Qué tal? Esa camisa y pantalón eran de mi hermanito, pero como ya les quedaban muy chicas, iba a botarlas, ¿Te gustan?- la blonda modificó con su máquina de tejer unas prendas y se las entregó.

-Me… me encantan. Muchas gracias, Leni- la dejó de lo más enternecida por la tímida sonrisa que le dedicó y nuevamente le palmeó la cabeza.

-Fue todo un placer. Ahora ven, quiero que las demás te vean ahora que ya estás más presentable.

Otra vez le ofreció una mano, y aunque volvió a mostrarse renuente, la aceptó y salieron del cuarto rumbo hacia el primer piso de la ruidosa vivienda.

Ante la atenta mirada de Lucy que escondida en los ductos de ventilación los estuvo vigilando.

-¡CHICAS, LINKY, VENGAN A VER COMO DEJE A NUESTRO INVITADO!- solicitó que dejaran de hacer tonterías y se juntaran en la sala.

Todavía con esa repulsión igual a la que tendría gente acaudalada en presencia de alguien de pocos recursos y precario estilo de vida, acataron su petición quedando impresionadas por la imagen mucho más higiénica que Esteban ahora les ofrecía.

-Wau… ¡EN SERIO TÚ SÍ QUE SABES HACER MAGIA, LENI!- reconoció Luna mirándolo de arriba abajo al igual que las demás incomodándolo de sobremanera.

-Ahora que ya no está tan sucio, reconozco que… él en verdad es un chico muy guapo- Lola sonrió de medio lado arqueando una ceja.

Las que antes fueron miradas despectivas y de asco, se volvieron de fascinación y de algo más por parte de las Chicas Loud más pequeñas. Todo lo que un leve cambio de imagen puede causar.

Lori aún permanecía en el sofá dedicándoles una mirada de reojo, riendo por el "milagroso" cambió de actitud de todas ellas. Al menos con eso dejarán de causar tanto alboroto y se mantendrán más calmadas aligerándole la pesada carga que lleva sobre sus hombros.

-Lori- pero casi se cayó del susto cuando Lucy apareció a sus espaldas.

-¿Quieres matarme de un infarto o qué, Lucy?- regañó molesta, mientras que Lily aún seguía durmiendo profundamente ajena a lo que sus hermanas decían sobre Esteban.

-Debo hablar contigo de algo importante sobre ese chico y a solas- mucha seriedad y miedo se apreciaron en su normalmente inexpresivo tono de voz.

La mayor de todas la miró sin comprender, pero, sabía bien que cuándo habla con ese semblante es porque es algo de vital importancia. Le pidió a Luna que cargara a Lily y así poder ir con la pelinegra a la cocina.

-¿Qué pasa con ese chico? No me digas que te enamoraste de él como pasó con el hermanito del amigo de Lincoln esa vez y me vas a pedir consejos sobre cómo llamar su atención. Porque si es así, te juro que te voy a convertir en un pretzel humano y…

-No se trata de una estupidez como esa, sino de algo mucho más serio y grave porque nuestras vidas pueden estar corriendo ahora mismo un peligro mortal- muy desconcertada quedó ante eso.

-Mira, Lori. Yo sé muy bien que muchas de las cosas que me gustan no son de tu agrado y de las demás por considerarlas demasiado tétricas, espeluznantes e incomprensibles, pero tantos años contactando con los habitantes del Más Allá me dieron el Don de reconocer a seres sobrenaturales de naturaleza maligna y ese niño, aunque no lo parezca, es una bestia que en cualquier momento desplegará sus garras para arrancarnos las almas de nuestros cuerpos.

La cara de Lori se volvió un poema de emociones que chocaban entre sí. Por un lado quería estallar en carcajadas por considerar eso como la mayor estupidez que ha escuchado de su parte, pero al ver la expresión que su flequillo permitía apreciar, supo que lo decía totalmente en serio y sin ningún rastro de broma.

No duda que ella jamás mentiría con algo como lo que acaba de contarle, pero, al ser una persona razonable no muy creyente en temas paranormales y que no puedan comprobarse por medios convencionales o terrenales no podía apoyarla en su preocupación.

-Ay, hermanita… no es que quiera llamarte mentirosa o algo así, pero, si ese niño en verdad es un monstruo sediento de sangre, ¿De qué tipo es? ¿Vampiro? ¿Hombre Lobo? ¿O qué?

-Yo…- iba a hablar, pero se detuvo manteniendo la boca entreabierta -no… no lo sé con seguridad.

-"Tal y como lo supuse"- pensó irónica -tal vez leer esos libros tenebrosos todos los días o respirar tantas veces el humo de las velas cuando hablas con los "seres del mundo de los muertos" te han influenciado de modo negativo, ¿No lo crees?- quiso hacerle ver que eran puras ideas suyas.

-No, no, no. Sé bien que ese niño no es una persona normal. Solo debo averiguar de qué se trata, pero por lo que más quieras, mantenlo alejado de las demás o has que Leni lo saque de la casa.

-No puedo pedirle eso, no ahora que todavía llueve y es de noche. ¿No recuerdas lo que ella dijo sobre lo decepcionada que está de nuestra falta de humanidad? Jamás me perdonaría si le diese la patada a ese niño que salvó de las calles y que al parecer ya le cayó bien a las demás.

Fijó su vista en el niño que charlaba amigablemente con el resto de sus hermanas, ya no teniendo rastros de miedo o pena, incluso sonrojándose cuando Lola le dedicaba un cumplido.

Para Lori, era imposible que alguien así sea en verdad una aberración que las fuese a lastimar de las maneras más grotescas que Lucy afirma que es capaz de hacer.

-Entonces mantenlo vigilado y distraído para que no intente hacer algo, yo buscaré información sobre qué hacer en caso de realmente se trate del peor de los monstruos- con su agilidad gatuna, la pelinegra se retiró.

Bueno, no perdería nada si se une a la conversación que Esteban tenía con sus hermanas y regresó a la sala para hacer algunas preguntas básicas como en dónde están sus padres y cuánto tiempo lleva viviendo en las calles.

Él ya les había contado a las otras Loud que su papá y mamá murieron en un accidente de auto cuándo tenía 8 años y que vivió en un orfanato durante un año antes de escaparse debido a lo mal que ahí lo trataban por lo que ha sido un mendigo durante dos años continuos.

-Nunca sería capaz de imaginarme vivir en un orfanato, sin familia y en dónde me traten como un zapato- pocas veces se ha visto a Lynn Jr. expresar tanta lástima por alguien más.

-Ningún niño merece tener un estilo de vida así. ¿No hay nada que podamos hacer por él?- Leni no será del tipo de personas que piense mucho a futuro, pero su corazón de oro no quería dejarlo a su suerte una vez que el Sol salga en la mañana siguiente.

-Dudo que nuestra Figura Materna y Paterna acepten adoptarlo, si es lo que insinúas. Pero, conozco a una buena Asociación Protectora de Menores que seguramente podrán hacerse cargo de él para que nunca más pase por las penurias por las que pasan todos los indigentes- también son escasos los momentos en los que Lisa muestre, a su manera, preocupación por otros.

-¿En serio serían capaces de hacer todo eso por mí? Yo… no sé qué decir, no tengo como pagarles toda la ayuda que me han dado y piensan ofrecerme- parecía bastante conmovido por tal demostración de amabilidad de personas que antes lo tacharon como el peor de los leprosos.

Hasta qué al ver por una de las ventanas de la casa, más allá de la intensa lluvia, de los destellos generados en la lejanía y de las oscuras nubes, apreció como la Luna Llena estaba en su punto más alto.

Lo que le hizo sonreír apretando los labios, porque llegó la hora de quitarse la máscara.

-En realidad… sí sé cómo pagarles toda su hospitalidad.

-Descuida, Esteban. No nos debes nada, fue todo un placer ayudarte- nuevamente Leni palmeó su cabeza frotándole su ahora limpio cabello negro.

-Claro que debo recompensarlos por todo, en especial…- al fijar su vista en ella y volver a sonreír, dejó al descubierto los gusanos que circulan entre sus dientes y encías -a ti, mi estimada Leni.

Todas quedaron confundidas cuando al decir estas últimas palabras, su voz se volvió gutural bastante lejos de la tímida que había usado anteriormente.

En su habitación, Lucy revisaba un viejo y polvoroso libro tan grueso como un diccionario. Leía apuradamente cada una de sus páginas que contenían detalles de diversos entes sobrenaturales pasando el dedo índice por la superficie hasta que encontró lo que parecía estar buscando.

-No… oh no… es… es mucho peor de lo que pensé- empezó a traspirar y la mano le tembló al posarla en una de las muchas imágenes que eso posee -ese… ese niño… se-se trata de…

Un poderoso relámpago que se reflejó en la ventana acompañado de un trueno ensordecedor interrumpió lo que estaba a punto de decir al ser un presagio de lo que iba a ocurrir.

-¡AAAHHHH!- dio un brinco en su asiento y miró hacia la puerta cuando escuchó el inconfundible grito de horror por parte de todas sus hermanas y de Lincoln.

La pesadilla acaba de comenzar (NA: advertencia, aquí empieza la parte cruda del cuento)

Todas las Loud retrocedieron cuando Esteban levitó un metro en el aire siendo rodeado por una intensa aura de fuego negro que desintegró las prendas que Leni le confeccionó con tanto cariño y expulsó un endemoniado rugido de esfuerzo al aumentar de tamaño desgarrando su piel cuando en su pecho se formó un símbolo diabólico que brillaba como el metal fundido.

Desarrollando grotescos atributos como cuernos, garras, colmillos, espinas, grandes alas de murciélago y larga cola que al agitarse destruyó las fotos familiares que había en una repisa.

La visión más horrible que todas ellas han tenido y que no saben cómo tratar debido al terror que se apoderó de sus espíritus.

-"¡TENGO QUE ACTUAR ENSEGUIDA!"- pensó Lucy asomándose ligeramente por las escaleras.

-¡¿PERO QUÉ DIABLOS ERES TÚ?!- aunque horrorizada como las demás, los instintos protectores de Lori la impulsaron a colocarse a modo de escudo entre "Esteban" y sus hermanas.

-Acabas de responderte a ti misma con esa pregunta- contestó sacando su larga lengua bífida.

Un enorme deleite le dio ver la cara de espanto que cada una de ellas puso, en especial las más pequeñas que antes lo miraron con cierto aprecio y que ahora lloraban al creer que tenían al mismo Demonio frente a ellas; cosa que no distaba de ser verdad.

-Tú…- señaló a Leni que temblaba sin control alguno -fuiste la primera en mostrarme genuina compasión, mejor dicho, la única entre esta manada de putas estúpidas desconsideradas que me ofreció la mano sin tacharme como el más asquerosa de las alimañas.

-Por lo que te daré el honor de ser la primera, aunque, no puedo prometer que será menos doloroso.

Al agitar levemente sus alas dispersó al resto en diferentes direcciones como si un viento huracanado los hubiera golpeado, exceptuándola a ella que permaneció en su lugar pálida del miedo solo moviéndose cuando él la agarró del cuello con la mano izquierda incrustándole sus garras como un águila a un indefenso conejo.

-De todas las almas puras de las que me he alimentado hasta ahora, tú sin dudas eres la más pura y el terror que ahora mismo se adueñó de tu corazón la hará aún más sabrosa- saboreó con su larga lengua las lágrimas que ella soltó al tratar de liberarse.

-¡DÉJALA, IMBÉCIL!- armándose del poco valor que poseía, Lori lo golpeó en la espalda con una silla rompiendo ésta en varios pedazos.

-Ve a joder a otra parte- de un simple manotazo la envió hacia Luna y Luan que apenas y se estaban poniendo de pie derrumbándolas como pinos de bolos.

-¡SUELTA A MI HERMANA, PEDAZO DE MIERDA!- Lynn Jr. fue la segunda en tratar de rescatar a Leni y se apoyó en una mesa para saltar y darle un puñetazo en la mejilla.

Solo consiguió lastimarse el puño que sufrió graves quemaduras igual a las que obtendría alguien al meter la mano en un horno encendido y retrocedió sobándoselo solo para enseguida abrir de par en par los ojos al caer sentada al sentir un dolor insoportable en su abdomen.

Con manos temblorosas se sujetó esa zona para que al alzarlas a la altura de su cara las viese totalmente manchadas de sangre debido a qué de un rápido movimiento de cola, él le creó un corte horizontal en el estómago tan profundo que se le salieron las tripas.

-Ah… ah… ¡AAUUAAHH!- gritó en agonía encorvándose volviendo a llevarse las manos al abdomen y desplomándose de medio lado llorando sin control apretando los dientes mientras un charco conformado con su propia se agrandó.

-¡LYNN!- Lincoln era el más cercano a ella y la sujetó para alejarla del esperpento.

-¿Qué nunca han oído que es de mala educación interrumpir a alguien cuándo esta por comer?- volvió a carcajear el falso niño callejero; el sufrimiento de otros era sazón para su paladar.

-Así qué… ¿En qué estábamos, mi querida Leni?- nuevamente posó su vista en su presa principal.

-No… no por favor…- como todavía era sujetada por el cuello no podía hablar bien -yo… yo fui buena contigo… te invité a nuestro hogar… te ofreció ayuda… por favor… no… ¡No me lastimes!

-Y es por eso que les pasará lo que está por pasarles. Debiste haberles hecho más caso al resto de las rameras cuándo te dijeron que no debías ofrecerle la mano a un inmundo vago de la calle, porque jamás se sabe quién sea en verdad o cuáles son sus deseos; lo que tienes de caritativa sin dudas te falta de materia gris.

Sin más tapujos, le incrustó la mano derecha en el pecho haciendo que hilos de sangre saliesen expulsados y le salpicaran en la cara, y luego de escucharse el sonido de los huesos de la caja toráxica romperse, las demás Loud volvieron a soltar un grito de horror puro.

Porque de un solo jalón, el maligno le arrancó a Leni el corazón del pecho ahora consiguiendo que un geiser de sangre diera contra su horripilante rostro mientras que el de ella se puso pálido del Shock deteniendo sus infructíferos intentos por liberarse soltando un agudo gemido.

La bestia sostuvo en lo alto el corazón, que aún palpitaba y todavía tenía varias venas pegadas, para estrujarlo como una esponja causando que nuevamente la sangre le cayera en la cara y se la relamiera con su lengua de culebra manifestando la mayor expresión de sadismo que nadie ha visto alguna vez y prosiguió a metérselo en la boca y comérselo a mordidas salpicando más de ese líquido carmesí en distintas direcciones.

-¡OH SANTOS CIELOS!- tal acción volvió a sacarles un grito de espanto a las demás chicas; Luan le tapó los ojos a las gemelas para que no presenciaran lo que él fuera hacer ahora.

-Aquí tienes mi método de pago, linda- al terminar de comerse el corazón de Leni, que aún seguía viva teniendo la cabeza gacha también expulsando sangre de la boca y con los brazos y piernas flojos, el demonio continuó con su banquete infernal.

Abrió enormemente sus poderosas fauces para darle un grotesco beso en la boca.

Al estar ya más muerta que viva, Leni no pudo ofrecer resistencia alguna al sentir como la poca fuerza vital era succionada al igual que su noble espíritu.

Todo su cuerpo ser marchitaba poniéndose gris como la neblina, su bella figura perdía masa hasta volverse un mero esqueleto con piel seca y sus hermosos ojos azules como el cielo y que tanta bondad desprendían se evaporaron dejando un vacío en las cuencas que representaban la completa ausencia de su alma tan altruista.

Y por último, su antes dorada cabellera que resplandecía como mil estrellas y que ahora se volvió totalmente opaco, empezó a desintegrarse como el heno ante una intensa llamarada.

-Mucho más deliciosa de lo que me imaginé- después de relamerse otra vez, soltó el despojo de lo que antes fue la segunda Chica Loud más grande y amable de todas.

Apenas toco el piso, comenzó a reducirse a menos que nada tal y como su cabellera, con la cabeza girada en dirección hacia Lori que no pudo hacer algo para salvarla debido a lo impacto que sufrió hasta terminar de deshacerse solo quedando una mancha de cenizas con la forma de su cuerpo.

-Le… Le… ¡LENI!- gritó llevándose ambas manos a la boca estallando en lágrimas al caer de rodillas sufriendo de un temblor atronador en todo su cuerpo.

-Descuiden. Ahora mismo haré que todas se reúnan con ella en mi interior- se palmeo el símbolo demoniaco que tiene en el pecho.

-¡CORRAN, CORRAN!- sujetando a las gemelas de las manos, Luan quiso salir por la puerta principal de la Residencia Loud dejando tras de sí un rastro de líquido amarillo que salía bajo su falda.

Con un rápido movimiento, el esperpento se puso en medio y antes de que pudieran volver a gritar o hacer otra acción, le arrancó a la comediante la quijada de un solo zarpazo.

-Huy, parece que alguien ya no podrá hacer chistes estúpidos durante un largo tiempo, ¡JAJAJAJA! ¿Entienden?- usando las mismas palabras que ella siempre usaba en sus bromas, se limitó a ver como se tambaleaba hasta caer de espaldas también formando un charco con la sangre que salía de dónde antes estaba su boca poseedora de frenillos.

-Y bien… ¿Cuál sigue ahora?

Posó sus ojos rojos en Lana y Lola que se habían quedado estáticas, hasta que la Princesa Rosa retrocedió unos pasos antes de resbalarse con la sangre de Luan y caer sentada extendiendo una temblorosa mano derecha.

-¿Qué te pasa, linda? ¿No me habías dicho que ahora que ya no estaba tan sucio te parecía de lo más apuesto?- sin dudas le encantaba poder usar las palabras de sus víctimas en su contra.

-Me pregunto qué tan diva te creerás una vez que te quite aquello que más atesoras.

La atrapó por la cara con la mano derecha alzándola con toda facilidad. Ante eso, Lana volvió en sí y brincó para sujetarle el brazo en un intento por salvar a su gemela de tan terrible destino.

El diablo solo siguió riendo por todo ese esfuerzo inútil y lo único que hizo fue envolver su brazo diestro con una intensa aura de llamas negras, lo que generó, que las manos de Lana al estarlo sujetando se prendieran en fuego para caer y correr de un lado a otro en agonía cuando sus brazos se incendiaron agitándolos desesperadamente tratando de apagarlos.

Solo el dolor de Lola podía compararse a eso porque su cara humeó hasta también prenderse fuego no pudiendo hacer nada por liberarse de sus garras aparte de gritar cuando toda su cabeza se incendió como una fogata, sintiendo como sus ojos se derretían y su cerebro burbujeaba hasta que ya no pudo aguantar más y sucumbió quedando colgada de su mano igual a como le pasó a Leni.

-Van tres, quedan ocho- canturreó como si llevase la anotación de un simple fuego y soltó a la niña de prendas rosadas cuya cabeza era solo una calavera calcinada que aplastó de un pisotón.

Los cadáveres de ella y Luan emitieron un brillo y de sus respectivos torsos salió un punto brillante que permaneció flotando un momento antes de ingresar por su letal boca haciendo que de nuevo se lamiese los labios por el festín.

-¡QUE ALGUIEN HAGA ALGO!- suplicó Lincoln todavía sosteniendo a una mortalmente herida Lynn mientras que Lori y Luna habían atrapado a Lana para apagar el fuego de sus brazos.

-¡LOS SISTEMAS DE SEGURIDAD DE NUESTRO HOGAR!- la que antes fue la fría y analítica mente de Lisa y que ahora fue poseída por el mismo terror que se adueñó del resto de la familia recordó algo que tal vez signifique la diferencia entre la vida y la muerte.

Sacó de un bolsillo un control remoto que casi se le cae por cómo le temblaban las manos y presionó varios botones.

De diversas esquinas de la sala y del techo emergieron diferentes tipos de armas y al seleccionar la opción de "APLICAR FUEGO LETAL" todas apuntaron con miras laser y le dispararon al demonio combinando el sonido de sus tiros con el de los truenos de la tormenta.

Solo logró que volviese a reír porque la basta variedad de municiones si bien podían traspasar su cuerpo y hacer que expulsase sangre negra de sus heridas, estas no se demoraron en curarse por sí mismas no pudiendo dañarlo de modo significativo.

-Ah, la tecnología… tan dependientes se han vuelto de ella y creen que lo pueden solucionar todo con ella, que ésta al fallarles ya no saben qué hacer para afrontar el problema en turno y actúan como animales presas del pánico. Tanto que afirman haber evolucionado desde la época en que la gente realmente tomaba las medidas necesarias para repeler a los míos, ¿Y tienen el descaro de llamar primitivos a sus antepasados más lejanos? Más descarados no puede ser- expulsó de sus manos esferas de fuego que crearon explosiones al dar contra ese armamento.

-Es hora de que les dé una clase de historia, de cómo lidiar con el horror verdadero.

Otra vez moviéndose más rápido de lo que su gran cuerpo pueda aparentar, llegó hasta Lisa que alzó la cabeza para verlo con las pupilas totalmente contraídas y abriendo enormemente la boca.

-¡SHUNK!- soltó un gemido tan agudo como el de Leni cuando él le traspasó el centro de la frente con la garra curva que tenía en el extremo de la cola con tanta fuerza que la punta sobresalió por su nuca.

-Tanta inteligencia… tantos conocimientos… tanta falta de humanidad… ¿Y ni así sabes qué hacer en este tipo de escenarios? Me decepcionas a lo grande, pequeña genia.

También le hizo mofa, sintiendo como el interior de su cabeza se retorcía y contraía su rabo de reptil mientras todo su pequeño cuerpo convulsionaba abriendo y cerrando los ojos y los dedos de las manos de manera antinatural creando más agudos gemidos mientras que de su cabeza salían decenas de hilos de sangre que manchaban su suéter verde hasta que desincrustó la zarpa tirándola también como basura.

-No es lo que usualmente suelo comer, pero, toda esa materia gris al fin le sirvió para algo productivo- llevó a su boca la cola que aún tenía pegada trozos del cerebro de Lisa.

-¡TÚ, MALDITO MONSTRUO!- Lori ya no estaba únicamente aterrada, sino furiosa por ver como una en una iban cayendo sus desafortunadas hermanas.

-No solo sentimientos negativos como el terror y desespero le dan sabor al banquete, sino de ira y rencor se vuelven una deliciosa salsa. Así que vengan, vamos, intenten atacarme con todo su odio por lo que les he hecho hasta ahora, ¿O debo seguir matándolas de una en una?- las retó haciendo brillar sus ojos carmesís al mismo tiempo que un destello se produjo a sus espaldas esperando a que lo atacaran en grupo, lo que haría esto mucho más divertido para él.

Y más aún porque nadie se atrevió a dar un paso hacia adelante permaneciendo en sus sitios, con las piernas temblándoles por el impulso de dar media vuelta y huir; ni siquiera Lori trató de arremeter nuevamente sosteniendo otra silla como único medio de defensa de ataque.

Hasta que extrañamente, frunció el ceño haciendo una mueca de malestar que lo llevó a sujetarse el lado derecho de la frente dejando de levitar en el aire y apoyando la rodilla y mano izquierda en el suelo cerca del cadáver de Lisa.

Ninguno comprendió porqué le pasó eso, hasta que oyeron a alguien bajaba por las escaleras y al girarse vieron a Lucy que sostenía en la mano derecha un candelabro con velas blancas encendidas y en la izquierda ese libro antiguo del que recitaba a todo pulmón un conjuro.

-¡CHICAS, LINCOLN, VAYAN A MI CUARTO RÁPIDO! ¡AHÍ CREÉ UN CÍRCULO DE PROTECCIÓN QUE NOS MANTENDRÁ A SALVO DE ESE DEMONIO!- apresuró y al terminar de bajar las escaleras extendió hacia adelante el candelabro que visto desde cierta perspectiva parecía una Cruz.

Mirándose mutuamente y después de vacilar, hicieron lo pedido pasando peligrosamente cerca del demonio que ya se había sujetado su horripilante cabeza cornuda con ambas manos tan fuerte que se traspasó la piel con sus filosas garras.

-No… ¡NO DEJARÉ QUE NADIE SE ESCAPE DE MÍ!- pero el dolor de le generaban las palabras de Lucy no lo debilitó lo suficiente como para no ir por sus presas.

De un salto se abalanzó contra Lincoln que seguía ayudando a Lynn causando que gritara igual que sus hermanas fallecidas cuando le incrustó sus garras izquierdas en la espalda y alzándolo a lo alto como pasó con Lola primero gozando a sus alaridos de agonía mientras se agitaba con violencia antes de hacer su siguiente grotesco movimiento.

Las Loud soltaron otro grito de horror puro cuando de un solo jalón le arrancó la espina dorsal junto con la cabeza que expresó la misma cara de sufrimiento y la sostuvo de forma invertida para que lo viese fijamente a los ojos con el poco atisbo de vida que le quedaba ante de morir.

-Li… Li… Lincoln…- desde el suelo sujetándose las tripas, Lynn alzó débilmente su mano derecha.

Al estar furioso por la interrupción de Lucy, la bestia no iba a hacerles mofa como las veces anteriores y fue más directo al grano poniendo sobre la cabeza de la deportista un pie para lentamente aplastarla causando que ella se lo tratase de quitar inútilmente de encima soltando gritos ahogados hasta sus ojos salieron disparados de las cuentas por la presión antes de terminar completamente machacada generando el sonido de carne y huesos triturados formando otro mórbido charco de sangre y tejido interno.

-¡LINCOLN, LYNN!- vociferó Luna apegando a su cuerpo a la pequeña Lily que en todo momento había llorado a caudales por poder sentir cada una de las emociones que todas generaban.

-¿Podrían prestarme papel higiénico para limpiar la mierda que acabo de pisar?- al ver de nuevo las caras de espanto de lo que quedaba de la basta Familia Loud, recuperó su sádico sentido del humor y raspó su pata contra el suelo creando otra mancha de sangre y trozos de carne.

-¡YA SUBAN DE UNA BUENA VEZ!- a duras penas, Lucy era la única en mantener la suficiente lucidez para no comportarse irracionalmente por el horror que acaba de presenciar.

Todas terminaron por subir las escaleras evitando por poco las zarpas del maligno ser cuando de nuevo intento arrojárseles encima, pero aún por más cerca que estuviera de los ritos que salían de la boca de la pelinegra y que causaban que le saliera sangre de los oídos, no desistió en su afán por alimentarse con su carne y almas.

Lucy iba al frente de la formación sin dejar de leer lo que decía el libro, seguida de Lori que cargaba a una malherida Lana que temblaba por las graves quemaduras en sus brazos que antes habrían sido capaces de reparar cualquier cosa y Luna les pisaba los talones llevando a Lily que continuaba llorando sin control alguno.

Pero la castaña no pudo aguantarles el paso por más tiempo debido a que dos bolas de fuego dieron contra sus piernas causándole las mismas graves quemaduras que a la fontanera por debajo de las rodillas cayendo de bruces y soltara a la bebita que rodó un par de metros lejos de sus demás hermanas.

-En verdad son muy optimistas al creer que pueden huir de mí- reprochó la bestia apoyándose en el barandal de madera de las escaleras que no se demoraron en prenderse fuego también.

La mayor de todas gritó por su nombre quiso ir a socorrerla, pero tuvo que echarse para atrás porque una llamarada que salió del hocico de ese ser casi la calcina creando en el suelo una estela de fuego que no se demoró en ensancharse incendiando los pasillos en los que antes era el caos de la familia lo único que predominaba y que ahora parecía una de las peores escenas dantescas que han existido interrumpiendo lo que la gótica había estado recitando.

-¡NO, NO, ALÉJATE DE MÍ, MALDITO MONSTRUO!- Luna se arrastró de espaldas para apartarse del engendro ignorando que sus prendas de Rockera empezaron a quemarse por el fuego que la rodeaba y que se incrementaba a cada segundo.

La agarró del cuello para que también la mirase directamente a la cara soltándole todo su aliento.

-Por lo que me contaste te encantan las de tu mismo sexo, ¿Correcto? Es una pena que vayas a morir sin haber sentido el goce que las chicas de tu edad anhelan cuando ven a alguien que las pone más calientes que mis pezuñas, pero, creo que puedo darte algo parecido.

Sin dejar de sujetarla por el cuello, la puso de pie en el piso y agitó su cola concentrando su fuego negro en el extremo para moverlo de abajo hacia arriba a una velocidad casi equiparable a la de otro de esos rayos que cayeron afuera de la que ahora es la Casa de las Pesadillas.

-…- Luna permaneció en su sitio, soltando un casi inaudible gemido teniendo la boca entreabierta y sin hacer movimiento alguno, ni siquiera parpadeaba.

Hasta que una delgada línea de sangre se formó desde su zona íntima recorriendo lentamente de forma vertical todo su cuerpo hasta llegar a la parte más alta de su cabeza.

Generándole otra horrida visión a las Loud restantes cuando se partió en dos mitades que cayeron de lado como árboles talados creando un cúmulo de sangre que quedó suspendida en el aire por un segundo antes de esparramarse junto con todos sus órganos internos.

Llevándose ambas manos a la boca soltando abruptamente a Lana, Lori no pudo evitar vomitar y caer de rodillas y apoyarse en lo que acaba de expulsar gimoteando y temblando sin control alguno apretando fuertemente los párpados.

Alzando la cabeza cuando oyó los lloriqueos de Lily que estaba cerca de la puerta del baño siendo rodeada lentamente por las llamas que casi parecían las garras de ese demonio deseando hacer pedazos su tierna y jugosa carne.

Instintivamente se levantó con la intención de rescatarla, solo para enseguida gritar como lo han hecho las demás porque el que antes parecía ser un simple niño callejero, le traspasó por atrás el hombro izquierdo con su mortífera cola también levantándola.

-No tan rápido- la envió hacia Lucy que trató de ayudar a Lana derrumbándolas como lo hizo con Luan y Luna cuando intentó salvar a Leni.

-Una rica botana como esta, debe ser degustada como se debe- sostuvo a Lily de sus piernitas.

El llanto de la nena se vio potenciado cuando la piel de sus pies empezó a quemarse, mejor dicho, a achicharrase quedando expuesto sus pequeños músculos y lo mismo le pasó al resto de su cuerpo quedando totalmente desollada sufriendo mucho más que cualquiera de las víctimas anteriores antes de que ese sádico ser se la comiera a base de mordidas empezando por la cabeza como si fuera un simple pedazo de pollo hasta no quedar absolutamente nada de ella.

-Sin dudas sabe mucho mejor rostizada- eructó palmeándose el estómago.

-¡ARRIBA, LORI, ARRIBA!- haciendo un esfuerzo casi sobrehumano, Lucy pudo levantar a su hermana más grande y apoyarla en su espalda para dirigirla hacia su cuarto seguidas por Lana que apenas podía caminar debido al dolor insoportables de sus extremidades superiores.

Pasaron por la puerta justo antes de que un pedazo incendiado del techo se cayera. En el interior de la habitación, Lucy ya había dibujado con tiza blanca en el suelo un enorme círculo poseedor de diversos símbolos y se metieron ahí apenas dejó con cuidado a Lori.

-Pueden correr, pero no esconderse- de una patada, la criatura reventó la puerta dando paso a las llamas del pasillo que no se demoraron en echar raíces para quemar el interior.

Pero apenas dio un par de pasos a dentro, volvió sentir un fuerte malestar que le obligo a ponerse de rodillas y se sujetase nuevamente los costados de la cabeza gimiendo adolorido.

Al alzar la cabeza, vio como el círculo y los dibujos que poseía brillaban intensamente emitiendo un aura relatante, pacífica y benevolente totalmente opuesta a la suya y que se ampliaba casi al mismo ritmo que el fuego que estaba consumiendo el resto de la casa.

-Mientras estemos aquí no podrás hacernos nada, maldito demonio- afirmó la pelinegra con tono severo extendiendo hacia adelante el candelabro cuyas velas ahora se volvieron unas vigas de energía blanca.

-¡¿QUIERES APOSTAR?!- sin importarle el dolor que ella le causaba, avanzó casi a tropezones enterrando las garras en el piso en una posición igual a como la tendría un alpinista que sube una colina sin ningún elemento de seguridad.

Impresionada al ver como él no iba a desistir, puso el candelabro delante de sus pies para sujetar con ambas manos el libro y leer con voz alta su contenido prácticamente gritando cada palabra.

A la bestia ya le salía sangre negra de sus ojos, boca y puntiagudas orejas de murciélago, pero no mermó su avance y extendió hacia adelante la mano derecha metiéndola dentro del perímetro del círculo para así intentar agarrar a la valiente pelinegra que retrocedió unos pasos hasta el extremo opuesto en dónde Lori apenas recuperaba el conocimiento y Lana gemía llorando viendo lo que quedaba de sus brazos.

Su brazo diestro también sufrió de graves quemaduras mientras le temblaba sin control alguno, desollándose igual a como lo hizo con Lily, por lo que no iba a resistir por mucho más tiempo.

Eso lo sabía bien y empezó a rugir de la ira e impotencia al creer que estas víctimas se le iban a escapar. Hasta que notó las agujetas desatadas del zapato derecho de la gemela de Lola.

Sonrió porque al menos podría cobrarse otra víctima y de un fuerte impulso agarró los cordones y jalarlos para así sujetar a la rubia de la pierna izquierda y sacarla del círculo al distanciarse.

-¡LANA!- el primer impulso de Lori fue pararse, pero se desplomó por culpa de sus lesiones.

Aunque también tenía el deseo de salvar a la única hermana menor que le quedaba viva, Lucy permaneció en su sitio con un autocontrol y valentía dignas de admirarse porque sabía muy bien que al dejar de recitar el hechizo la barrera se rompería y nada evitaría que les pusiera las manos encima dedicándoles muertes tan grotescas como a las anteriores.

-¡DÉJAME, DÉJAME, NO ME LASTIMES!- Lana forcejeó por soltarse e intentó golpearlo, pero solo consiguió lastimarse sus calcinadas manos.

-Ya te quité aquello que te hacía única y especial entre la manada de golfas, ¿Cómo podría acabar contigo y que no sea repetitivo?- al distanciarse del círculo, el demonio se frotó la quijada con su mano derecha que despacio se reponía de las quemaduras que el círculo le generó.

-¿Qué tal si te trato como aquello en lo que te gusta revolcarte? ¡UN PEDAZO DE BASURA!

La aporreó violentamente contra el suelo una y otra y otra vez deformando su cuerpecito hasta quedar totalmente irreconocible como un gran pedazo de carne y huesos molidos y envueltos en tela al que le dio una potente dentellada a lo que antes fue su pecho arrancándole un buen trozo y tirar lo que quedaba afuera del cuarto, justo al incendio que ya había creado una intensa humareda derrumbando de a poco la casa.

-En cuanto a ti… si pensabas que con esos patéticos rezos evitarías que me diera un festín con sus almas, lamento mucho decepcionarte- enfocó su atención en la gótica.

Parecía ser que al consumir tanto carne como almas humanas lo hacían más poderoso y así no sucumbiera enseguida ante encantamientos que en circunstancias pasadas lo habrían doblegado.

Respiró hondamente y escupió otra potente llamarada. Pero, la barrera que Lucy creó tenía la resistencia suficiente para dispersar en distintas direcciones ese fuego negro.

Desgraciadamente, eso no evito que esa candela diera contra su cama, la de Lynn y los demás muebles, prendas de vestir y otras pertenencias que ahí se hallaban y que inevitablemente al prenderse fuego se combinaran con el ya de por sí incendio que seguía destruyendo lo que antes fue su hogar.

El cuarto de sus otras hermanas, el de sus padres en el primer piso y el closet que Lincoln tenía por habitación y lo que contenían empezaron a ser consumidas, los únicos vestigios que quedaban de sus existencias se reducían a cenizas ya no quedando nada de ellas y de él porque sus cadáveres también fueron calcinados.

En vista de que no lograba herirlas, el diablo encargado de traer ese pedazo del Infierno al mundo de los vivos dejó de escupir fuego. No se molestó, al contrario, sonrió ampliamente por el escenario que ahora lo rodeaba y que le resultaba de lo más acogedor.

Y porque sabía que pronto ocurriría algo que le ahorraría la tediosa labor de lidiar con esa barrera.

Se cruzó de brazos dispuesto a esperar, Lucy no comprendía el de su actitud hasta que oyó como la madera del techo comenzó a crujir porque el ático tampoco se demoró en incendiarse junto con las cosas abandonadas que ahí se hallaban.

-No… no, no, no… ¡LORI, CUIDADO!- no pudo continuar recitando el conjuro por más tiempo y se abrazó a la única hermana que le quedaba cuando el techo les cayó encima sepultándolas.

Riendo al creer que ya las tenía a su completa merced cuando la energía blanca desapareció, el engendro amañó con hacerlas pedazos pero no contó que la estructura también le cayera sumergiéndolo bajo miles de kilos de madera.

-¡¿Qué es todo ese escándalo?! ¿De nuevo la pequeña sabelotodo hace uno de sus experimentos locos?- el Señor Quejón se asomó desde una ventana al oír todo el alboroto.

Cualquier queja que se disponía a decir murió en su boca al ver las altas llamas que rodeaban toda la casa que tantos dolores de cabeza les generó y que no se mermaban aún por más que seguía lloviendo. Susurró: "Santo Dios, porque favor que estén bien" y procedió a llamar a los bomberos.

No sabían cuánto tiempo pasó, pero cuándo Lori y Lucy se despertaron la lluvia empezó a parar y vieron que lo que antes fue parte del segundo piso ahora se hallaba en el sótano, rodeadas por humeantes escombros, cajas y muebles carbonizados y de charcos de agua sucia.

La rubia se sobó la cabeza y durante unos segundos creyó que todo lo ocurrido solo fue parte de la peor pesadilla que alguna vez tuvo, pero la gótica al estar totalmente en sí enseguida gritó casi de forma equiparable a sus familiares asesinados porque un gran trozo de escombro le aprisionaba la pierna y no se lo podía quitar.

-Lucy…- al verla así, de inmediato la ayudó quitándole eso con una barra de metal -no… no puedo perderte a ti también- acarició su mejilla derecha y las lágrimas que salían de sus ojos cafés se combinaron con las últimas gotas del cielo al ver el deplorable estado de su extremidad herida.

Un fuerte ruido la sobresaltó y al girarse vio al responsable de tanto mal y agonía levantarse de dónde cayó dispersando los escombros que lo cubrieron en distintas direcciones al extender hacia arriba los brazos y desplegar las alas soltando un rugido de esfuerzo.

-Entonces… ¿En qué quedamos?- todas las heridas que tenía se repusieron.

-Tú… ¡TÚ, MALDITO HIJO DE PUTA, ME LO HAS QUITADO TODO!- la ira volvía a superar el miedo.

-Todo no. Aún queda esa mocosa imbécil que me causó tantas jaquecas. ¿Quieres que la deje para el final o deseas presenciar lo que tengo pensado hacerle?

No podía permitir que matase a la única consanguínea que le quedaba, por lo que tomó la misma barra que usó para liberar a la pelinegra amante del ocultismo y soltando un grito arremetió contra él para incrustársela en el estómago tan fuerte que sobresalió por la espalda.

Soltando un gemido de fastidio y negando despacio, el que antes parecía ser un niñito callejero presionó la punta de la garra derecha contra su pulgar para así darle un simple golpe en la frente que la envió contra unas cajas quemadas que ya se habían apagado casi noqueándola.

-Entonces decidiste quedarte hasta el final y presenciar la muerte de la última de tus hermanas, ¿Correcto? Muy bien, tus deseos son órdenes.

Con pasos calmados se dirigió a Lucy que había intentado ponerse de pie y la sujetó de su azabache cabello levantándole el flequillo obligándole a verlo cuando la alzó hasta su cara.

-Pero que ojos tan horribles tienes, niña. Con razón los mantenías ocultos tras tu pelo- fingió una mueca de repulsión y reía por sus intensos de soltarse.

-Parece que fuiste la única en esta manada de locas en darte cuenta de lo que yo soy en verdad. Por eso, te daré algo muy especial que no se lo doy a cualquiera.

Cuando volvió a abrir su boca, esta se expandió de modo vertical hasta llegar al abdomen dejando al descubierto decenas de esos colmillos tan filosos como espadas, junto a pequeños apéndices equiparables a lenguas y a esas lombrices que vitoreaban ansiosas por más carne humana.

Soltando también el olor a carne podrida, azufre, fuego y los lamentos de sus víctimas anteriores.

-Eh… eh… eh… no…- las pupilas de Lucy se contrajeron ante tal visión y le comenzaron a temblar con violencia parpadeando sin control e intentó patalear para soltarse, pero solo consiguió lastimarse aún más su pierna derecha.

Lori ya estaba en sus límites y se incorporó frotándose su hombro herido hasta que escuchó sus gritos. El primer impulso que tuvo fue tratar de detenerlo como las veces anteriores, pero al recordar que solo sería un esfuerzo infructífero, tuvo que pensar en otra cosa.

Vio cerca suyo el candelabro que ella usó para debilitarlo y eso le dio una idea que no sabía si funcionaría, pero no hay más alternativas.

Lo tomó con ambas manos viéndolo fijamente y después al demonio cuyas lenguas se estiraron como los tentáculos de un pulpo para rodear el pequeño cuerpo de la niña.

Era ahora o nunca.

Con otro grito, volvió a aproximársele y le metió bruscamente el artefacto con propiedades divinas en el centro del pecho sin importarle ser rozada por las lenguas y lombrices que ya se cerraban alrededor de Lucy.

Lo que de inmediato tuvo una violenta reacción de su parte porque la soltó y esa monstruosa boca se cerró de golpe para retroceder unos pasos llevándose ambas manos a la garganta ahora siendo él el que emitía alaridos de la más absoluta de las agonías.

Abrazándose, las únicas Chicas Loud con vida vieron cómo se movía de modo errático goleando con su cola y alas los escombros expulsando de su boca no fuego negro como antes, sino el metal fundido que antes era el candelabro y que recorría su interior como la sustancia más venenosa y corrosiva que pueda existir en el mundo.

-¡MALDITAS IMBÉCILES!- aunque cayó de rodillas, todavía intento acercárseles y de nuevo extendió la mano derecha mientras que todavía se sujetaba la garganta con la izquierda.

Pero su cuerpo ya no tenía las fuerzas para volver a atacar, de hecho, se encogía a las medidas de un humano promedio expulsando vapor negro y sus grotescos atributos se retraían hasta volverse un ovillo en el suelo que permaneció inmóvil.

-Lo… ¿Lo maté?- con la misma barra de antes, Lori lo tocó vacilante.

-¡JODIDAS PUTAS!- casi cayó cuando él se incorporó estando a poco de rasguñarle la cara con sus garras que todavía seguían siendo lo suficientemente largas como para despellejarlas.

-Aún… aún tengo las fuerzas para hacerles pasar por el peor de los infiernos- iba a incorporarse, pero tuvo que apoyar tanto las rodillas como las manos en el suelo.

Unas sirenas se escucharon aproximarse, lo que para ambas significaba que pronto iba a llegar ayuda para salvarlas y para él era sinónimo de que seres entrometidos podrían causarles muchos problemas en su ahora tan debilitada condición.

Así que expulsó humo de sus fosas nasales.

-Tienen… tienen mucha suerte- las señaló con un tembloroso índice izquierdo -son las primeras y únicas almas que se han salvado de mis garras… pero les juro, que algún día, nuestros caminos se volverán a cruzar y terminaré lo que dejé pendiente… ¡SE LOS JURO!

Se levantó a tropezones para retirarse, pero se detuvo al ver algo que nuevamente le hizo sonreír.

El poncho de Leni que sufrió quemaduras por el incendio y ahora estaba todo mojado.

-No les importa que me lleve esto como un recuerdo, ¿Cierto?- con todo descaro se lo puso.

-Y ahora, que tengo a mi disposición su bella imagen- al decir estas palabras su cuerpo brilló hasta que tomó la apariencia de la segunda Loud más grande para sonreírles con burla.

-Y…- optó por la figura de Luan.

-La…- se convirtió en Lola.

-De…- pasó a ser Lisa.

-Las otras…- se volvió Lincoln.

-Estúpidas…- se transformó en Lynn Jr.

-Más fácil…- tuvo la forma de Luna.

-Me resultará…- siguió la ya no tierna imagen de Lily, y menos por su monstruosa voz.

-Conseguir…- la apariencia de Lana fue la siguiente.

-Nuevas víctimas- finalizó regresando a la forma de Leni.

-Así que disfruten de sus miserables vidas con los terribles traumas que les dejé hasta que nos volvamos a ver- sus ojos brillaron de color rojo al igual que el símbolo en el nacimiento de sus senos volviendo a mostrar asquerosos gusanos cuando esbozó la que antes era la radiante sonrisa de la chica que tan gentilmente le ofreció la mano.

Huyó cubriéndose la cabeza con el poncho justo antes de que los camiones de bomberos, las ambulancias y patrullas de policías llegaron al lugar de los hechos.

A lo que Lori y Lucy volvieron a desplomarse para poder respirar profundamente porque lograron evitar sufrir el mismo destino que sus hermanas y hermano pudiendo expresar libremente toda la descomunal carga emocional que experimentaron en un lapso de tiempo tan breve.

Siendo el inicio de una espiral de tormentos que jamás las dejaran en paz.

(…)

Físicamente no estaban en peligro de muerte, aunque el daño que Lucy sufrió en su pierna fue tan severo que jamás se recuperará por completo y siempre dependerá de una muleta para caminar.

Era el daño psicológico el que perdurará para siempre. Haber visto morir de esos modos tan brutales a cada una de sus hermanas era algo que jamás podrán borrar de sus mentes y les repercutirá hasta el último día de sus vidas sintiéndose eternamente acechadas.

En especial a Lori, que al ser la mayor de todas se suponía que debía ser quién las cuidaría a todas de todo mal y peligro y falló miserablemente aún por más valientes que fueron sus intentos.

Desarrollando un desmedido complejo de culpa, por sentir que no pudo haber hecho más, por no ser lo suficientemente fuerte para protegerlas, sintiéndose una completa inútil.

También, desarrollando unos igualmente desmedidos deseos de venganza, de dar con ese monstruo que le quitó tanto haciéndole pagar por cada uno de sus aberrantes actos.

Siendo su interior el que fue apoderado por una intensa llama que nada podría apagar.

Debía hallar respuestas y sabía muy bien que Lucy sería la única persona en dárselas. Con mucha dificultad se paró de la cama de hospital en la que estaba postrada y con cuidado salió del cuarto para dirigirse a su habitación que no se hallaba lejos.

Sintiendo una nueva opresión en el pecho al ver a Rita y a Lynn Sr. llorando de modo inconsolable en una banca en los pasillos. Tuvo que desviar la mirada para seguir su camino no pudiendo evitar preguntarse qué tanto dolor sufrirían unos padres al enterarse que casi todas las hijas que tanto han amado fueron asesinadas de esas maneras tan atroces.

-Lucy- llamó apenas ingresó al cuarto viéndola en la cama con su pierna enyesada y colgada de un cable.

Leyendo el mismo libro que usó para recitar ese conjuro de protección.

-Suspiro… Lori, ya me preguntaba cuándo ibas a venir- lo cerró para verla pudiendo apreciarse claramente un rastro de lágrimas en sus pálidas mejillas.

-Mi hermanita… ¿Cómo te encuentras?- al sentarse a su lado, acarició con cuidado su pelo.

-Bien… dentro de la medida de lo posible- no hacía falta explicar cómo se sentía en verdad.

-¿Qué sabes de ese monstruo? ¿Qué es en verdad?- fue directo al grano y sin tacto.

Gimiendo al saber que deberá darle detalles importantes, le pasó el libro para que viese las páginas que había estado leyendo y viese la imagen de esa horripilante bestia.

-En este mundo existen muchas clases de demonios, de todas las formas y tamaños, con sus fortalezas y debilidades. El que mató a Lincoln y a las demás es un Trotamundos.

-¿Trotamundos?- la rubia no entendía del todo lo que ahora tenía en manos.

-Ese tipo de diablos solo pueden pasearse libremente en el mundo de los vivos cuando la Luna Llena está próxima y por lo general toman la apariencia de la última de sus víctimas, en especial la que más empatía puedan generar en quién los vea para que así lograr que otra víctima potencial se apiade de ellos y les ofrezca ayuda al hacerles creer que es solamente una desafortunada alma en pena- señaló el párrafo que decía esto y que se halla justo debajo del demoniaco dibujo.

-¿Entonces por qué no nos atacó enseguida apenas Leni lo introdujo en Vanzilla?

-Para que esos monstruos puedan atacar, la Luna Llena debe estar en la posición correcta en el cielo, pero lo más importante es que su víctima o víctimas potenciales lo hayan invitado por voluntad propia a su hogar. Jamás podrán hacer algo si invaden a la fuerza una residencia, por lo que…- detuvo su hablar no sabiendo si decirle o no lo que pensaba.

No hizo falta que continuase hablando porque Lori comprendió a que se refería. Si el corazón de oro de Leni no le hubiera impulsado a ayudar a "Esteban" nada malo habría ocurrido.

Quisiera odiarla con todo su ser, pero podía echarle la culpa. En verdad, más autodesprecio y odio se formó en su alma porque si hubiera actuado con mayor firmeza y decirle NO cuando dijo que iba a ayudar a ese falso chico pobre entonces se habría ahorrado todo el horror que vivieron.

-Si tan solo me hubiese negado… si tan solo le hubiera obligado a dejar a ese bastardo ahí en la calle, si tan solo te hubiera hecho caso… ella… Lincoln… las demás…- comenzó a golpearse los costados de la cabeza no pudiendo evitar soltar lágrimas de diversas emociones fusionadas.

-No, no. Deja de echarte la culpa, Lori- Lucy le acarició una mejilla -si hubiera averiguado más rápido lo que ese chico era en verdad, tal vez las habría podido salvar a todas.

También llevaba un enorme peso en sus hombros al fallar en un tema de índole sobrenatural, que se supone debería ser su especialidad.

-Todas están muertas… y no hay nada que podamos hacer al respecto- dejó caer sus brazos y agachó la cabeza vencida.

-En realidad, si hay algo que podemos hacer, mejor dicho, que debemos hacer por el bienestar de todas ellas- la miró confundida -según este libro que le perteneció la Bisabuela Harriet, las almas consumidas por Trotamundos nunca alcanzarán su Lugar de Descanso Eterno al estar atrapadas en su interior hasta que alguien lo asesine y las libere. Por lo que ahora mismo, ellas…- tuvo que volverse a morder la lengua.

Más desdichada y furiosa se puso Lori con esa información final, solo que ahora, esa ira fue dirigida hacia ese ente maligno porque no solamente le hizo sufrir las peores agonías en vida, ¿Sino también en la Otra Vida por tiempo indefinido?

Era algo que no iba a permitir, necesitaba hacer algo al respecto, se lo debía a ellas.

No descansaría hasta vengar sus muertes y hacer que él pagara por todo el mal que les hizo y a todas esas personas de noble corazón a las que engañó para darles la apuñalada por la espalda.

Sin importar el precio que debiese pagar al ya no tener literalmente nada que perder.

Iniciando así un estilo de vida que jamás contempló junto con una de las hermanas menores con las que menos cosas tenía en común. Viajando de ciudad en ciudad por todo Estados Unidos siguiendo las pistas y rastros de muerte que dejaban los ataques de otros seres malignos.

Tanto Trotamundos como "Esteban" y otras especies de demonios, fantasmas, espectros y demás seres y entidades sobrenaturales cuyo único fin es perjudicar a las personas de bien.

Desarrollando con el pasar de los años diversas armas y herramientas, estrategias y técnicas de combate arriesgando la vida en un sinnúmero de ocasiones para eliminar a esa también basta variedad de individuos salvando de paso a un montón de inocentes.

Pero ninguno siendo el ser infernal que tanto han anhelado con encontrar y castigar, volviéndose en resumidas cuentas, herramientas que el destino eligió para acabar con las Fuerzas del Mal que nadie más puede combatir.

Lo que ya hartaba a la actual Lori por sentir que se embarcó en una tarea infructífera que no la llevaba a ningún lado y que le ha privado de las cosas más básicas porque ya nunca más podrá tener la vida de una persona normal.

-Fu…- escupió lentamente el humo del cigarro todavía teniendo fija en el techo de la fábrica que servía de hogar temporal para ella y Lucy.

Hogar… familia… cosas que pueden tener tantos significados, pero que para ella representan cosas más dolorosas que mil zarpazos. Como diría, la pelinegra es literalmente la única familia que le queda porque tuvieron que cortar contacto con sus padres cuando iniciaron su travesía y lo único que supieron de ellos es que se mudaron del Estado de Michigan para rehacer sus vidas.

Lo mismo pasa con Bobby, su siempre fiel novio con el que tantos planes a futuro tuvo y que jamás se pudieron concretar como si de meras ilusiones se tratasen.

Algunas veces… no, muchas veces ha deseado poder terminar con todo esto, dejar tal forma de ser y comenzar una nueva vida desde cero al conseguir un verdadero empleo, un hogar estable, y mejor aún, un buen hombre con el que cuál crear su propia familia y decirle adiós a todos los peligros a los que se expone en su labor autoimpuesta.

Pero no podía hacerlo, porque cada vez que cerraba los ojos enseguida venían a su mente las muertes de Lincoln y sus hermanas que le recordaban enseguida que aún no estaban en paz por seguir atrapadas en el vientre de la bestia.

Si quería comenzar una nueva vida y darle vuelta a la página, debía cerrar esa herida para nunca volver a oír sus gritos de agonía y súplica cada vez que dormía luego de otro arduo día de trabajo.

(…)

-¿Pudiste descansar bien esta vez, Lori?- le preguntó Lucy ofreciéndole un rico desayuno una vez que se hizo de mañana y estaban en su improvisado comedor.

-La misma mierda de siempre…- respondió perezosamente frotándose la parte trasera del cuello al tronárselo inclinándolo de izquierda a derecha para bostezar.

-Entonces descansa todo lo que quede del día, porque pronto nos tenemos que ir. Los Espíritus Guías y Protectores me han dicho que en Colorado otro ser de incontenible maldad pronto hará algo que pondrá en peligro mortal a muchos inocentes.

-El mismo cuento de siempre, nada del Otro Mundo- le restó importancia y tomó directamente de una jarra de café.

-Pero… esta vez parece ser que se trata del que hemos estado buscando por y veinte años: Esteban- apenas dijo esto, ella escupió la bebida caliente y se golpeó varias veces el pecho.

-¿Lo estás diciendo en serio o solo para motivarme a seguir haciendo el trabajo sucio que los inútiles de arriba no quieren hacer?- la tomó fuertemente de los hombros.

-Sabes perfectamente que jamás mentiría con algo así- habló con toda firmeza.

Lori la soltó y le dio la espalda para cerrar tan fuerte los puños que los brazos le temblaban.

No por miedo o desesperación sino por ansias y entusiasmo que se manifestó en su sonrisa porque al fin, después de tantas luchas infructíferas, tendrá la oportunidad de ajustar cuentas pendientes y castigarlo como lo ha deseado hacer por dos décadas.

Suficiente para levantarle los ánimos.

-¿Entonces qué esperamos? Terminemos de desayunar y recojamos todo para ir a Colorado. Si ese hijo de puta malparido está ahí, debemos movernos enseguida- fue a tomar asiento para comer a paso veloz casi atragantándose.

Lucy sonrió por su actitud, pero no se demoró en poner una expresión de preocupación y temor porque no se sabe si "Esteban" será el mismo de antes o si se ha vuelto más poderoso y letal de lo que fue en esa ocasión.

Suspiró y miró el cielo mañanero por una ventana, orando internamente a los Seres del Más Allá para que todo esto termine por fin y que esta sea la última misión que le tienen guardada, para quitarles los grilletes y abrir libremente sus alas y vivir de verdad nuevamente.

Piloto completado el 31/10/2022.

Y esto fue todo. No saben lo difícil que es escribir más de 12 mil palabras en un lapso de 7 días, pero como lo prometido es deuda, subí la última parte de este Pilo de horror justo hoy 31 de Octubre.

Pasando a lo importante, espero que… ya saben, les haya gustado (O sea perturbado) las muertes tan, pero TAN grotescas que sufrieron las Chicas Loud y Lincoln.

Desde hace mucho tiempo que no escribo escenas así de fuertes y sin contenerme de ninguna forma, pero esta es la fecha adecuada para demostrar lo que mi loca mente es capaz de hacer al momento de hacer Gore bastante gráfico.

Y sí, sé bien que es algo trillado y cliché que el protagonista de una historia de horror y aventura tenga a sus espaldas un trágico pasado, como que su familia murió o algo parecido, pero, es que quería pasar directamente a la acción sin darle muchas vueltas al asunto.

¿Entonces que será de Lori y Lucy? Bueno, al ser un Piloto no pensaba en una trama a largo plazo, pero, se me habían ocurrido algunas escenas de ideas sueltas:

-Te lo advertí, Lucy. Te dije que si esto era otra pérdida de tiempo yo me largaría. ¡ASÍ QUE ARRÉGLATELAS SOLA COMO PUEDAS!- le dio la espalda a la única familia que le quedaba para irse por su lado al creer que todo lo que hizo en Colorado fue una misión infructífera.

(…)

-¡LORI, AYÚDANOS, AYÚDANOS!- gritaba el alma de Leni cuando el monstruo abrió su grotesca boca para que la cazadora pudiese ver en su interior las almas de sus hermanas que pedían ayuda.

Dejándola en Shock por el estado en que se hallaban.

(…)

-¿Quiénes son ustedes?- la Loud de ropa y cabellera negra charlaba con esos otros cazadores de monstruos que acaban de salvarle la vida.

-Aquellos que hacemos lo mismo que ustedes y que las hemos observado desde hace mucho tiempo- hablo el aparente líder de la formación.

-Y necesitamos de tu ayuda y la de tu hermana si queremos evitar que los peores demonios del Infierno se expandan por la Tierra sin tener límite alguno- explicó otro miembro haciendo que abriese la boca de la impresión.

(…)

-Veo que ha tenido una noche difícil, señorita- Lori dejó de sobarse sus heridas cuando alguien le habló y al girar a la derecha vio a un hombre de tes negra y apoyado contra un muro limpiándose unas circulares gafas oscuras para ponérselas.

-¿Eh? ¿Quién eres tú?- raro se le hizo no haberlo notado con anterioridad.

-Oh, disculpe mi falta de modales. Soy Clyde McBride y es todo un honor para mí conocer por fin a una cazadora de monstruos de tal reputación como la suya- se presentó haciendo una caballerosa reverencia.

En verdad, la idea que se me había ocurrido era que en su travesía por encontrar a "Esteban" Lori y Lucy se topasen con otros cazadores de monstruos pertenecientes a una asociación que también busca erradicar a todos los entes malignos que existen en todas partes del planeta porque dentro de poco esas criaturas encontrarían la forma de pasearse libremente por el mundo sin ningún límite y deben ponerles un alto antes de que sea tarde.

Y también, se me ocurrió que el papanatas de Clyde sea una especie de fantasma benevolente que hace muchos años perdió la vida al luchar contra uno de esos monstruos y ayude de vez en cuando a Lori y sin que esta sepa qué es él en verdad.

-Muchas gracias por su ofrecimiento, pero debo rechazarlo. Ahora que el malnacido que destruyó mi familia pagó por lo que hizo y todos ellos están en paz, solo quiero vivir tranquila el resto de mis días- rechazó la oferta de ser la líder principal de la organización.

-Pero si quieren, les puedo sugerir a alguien que sin su ayuda yo literalmente habría sido despellejada viva: Clyde McBride.

Los que antes la estuvieron abalando sumergieron el lugar en el más sepulcral de los silencios, acción que la confundió mucho.

-Eso es imposible- no entendió a que se referían y preguntó el motivo -porque… el nombre de Clyde McBride es el nombre de uno de nuestros primeros fundadores, asesinado por un Hombre Lobo a inicios del Siglo XIX.

Lori tensó la quijada y abrió los ojos de par en par al saber que en todo este tiempo tuvo el apoyo de uno de los dichosos Seres del Más Allá y que nunca supo en verdad de quién se trataba aún por más experiencia que tenga en el ámbito de lo sobrenatural.

Bien, explicado todo me retiro. Voy a tomarme unos días de descanso y tal vez hacer un nuevo dibujo o algo así, pero no puedo irme sin decir que en el pasado ya hice fics de terror de TLH titulados:

Solo un Sueño: protagonizado por Lucy que en su desesperado intento por recuperar al hombre que ama hace los actos más atroces que alguien pueda hacer.

El Hotel de las Pesadillas: en donde los Loud y los Casagrande se hospedan en un hotel sin saber que ahí les esperan los peores destinos existentes.

Si quieren, pueden echarles un ojo y si les gusta la violencia cruda y sádica, entonces les encantará lo que esos fics míos poseen (Y eso que no recomiendo mis viejos fics de South Park de Noche de Brujas que pueden tener cosas más fumadas XD)

Por lo que me despido y les deseo un feliz Halloween ¡BUUUU! (suelto otro grito fantasmal XD)