Descargo de responsabilidad: Ya saben que los personajes de Pucca no son míos, ya que le pertenece a su creador Boo Kyoung Kim. Yo sólo los uso para entretener, dándoles historias que les aterren y que por cierto sí son mías, así que no copias, traducciones, adaptaciones o plagios.

Advertencia: sangre y más sangre, muerte de un personaje, tragedia familiar, un poco de oc, algo de ua y clasificación m para que no me funen, así que sí eres sensible no lo leas y también sí eres menor de edad. Sí lo les es por tu propia responsabilidad, así que yo no me hago responsable de nada.

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"Lo peor que le podría pasar a una madre, es que sus hijos mueran. Pero su pesadilla eterna, es que los mate ella."_perlapuccabf

Jing Jing era una madre feliz, de hecho, era la madre más feliz de toda la aldea de Sooga según ella. Tratando a sus hijos con mucho amor y comprensión, aunque más de una vez pudieran sacarla de quicio.

Los dos primeros de sus retoños vinieron casi seguidos, 7 y 6 años eran sus respectivas edades, llevándose así un año de diferencia entre ambos. Mientras que la tercera niña, tenía apenas siete meses de nacida. Que, aunque no fue deseada por Tobe y Chief, fue recibida con el mayor cariño y amor que una familia le pudiera dar.

El único defecto que le podía poner Jing Jing a su abundante familia, era que su esposo Tobe casi no pisaba su casa por su agobiante venganza contra Garu que no lo dejaba ni respirar. Manteniéndolo ocupado todo el día, recordando que incluso cuando estaba en casa estaba encerrado en un cuarto que ocupaba como despacho para crear un nuevo plan que derrotaría a Garu.

Por lo que Jing Jing tenía que ocuparse de sus hijos, sin ningún tipo de ayuda y en algunas ocasiones eso podía llegar hacer agotador. Aun así, la jefa de la pandilla vagabundos no se quejaba para nada.

A pesar de que su marido no estuviera casi en casa y sus hijos la sacaran de sus casillas, ella seguía feliz y atendiéndolos como siempre. Y aunque ayer pasó toda la noche despierta, por culpa de su pequeña niña Tabí, que había decidido hacer un concierto en plena madrugada y patalear por ello.

Seguía tratando de mantener una sonrisa en el rostro, muy a pesar de su gran cansancio y aparente agotamiento. Arrastrándose hacia su cama con su esposo a las 4:30 de la madrugada, luego de dejar a la bebé en la cuna que ella había robado cuando nació su niña.

Y cuando ya estaba por quedarse dormida, abrazada de su esposo Tobe con mucho cariño. Escuchó el grito de su segundo hijo Jung Jung en la habitación continua, que terminó por asustarla y caer de la cama de un momento a otro.

–¡AAAAAAAAAAHHHH!

Haciendo que de un salto se levantara y corriera a la habitación que compartían sus dos hijos mayores, encontrándose a a su hijo Jung Jung. El mediano de sus hijos, que estaba asustado en su cama llorando sin consuelo aparente.

Al parecer había tenido una pesadilla y del susto se había vuelto hacer pipí en su cama, una actitud que ni a Tobe ni a ella les estaba gustando. Ya que por desgracia aquello se estaba haciendo una costumbre desde que su hermanita nació, por lo que cansada, agotada y enojada como estaba Chief frunció el ceño.

El niño se había convertido en un ninja destronado y su comportamiento dejaba mucho que desear, obviamente no lo decía en el buen sentido de la palabra que Tobe y Jing Jing deseaban. Siendo capaz de hacer cualquier cosa por llamar la atención de sus padres, detalle que a Chief y Tobe les orgullecería sí no fuera porque lo hacía mal.

Así que Chief agotada y sin pensarlo mucho, comenzó a regañar a Jung Jung delante de su hijo Chiong. Mientras que el mayor de ellos los miraba atento, prestando atención a las palabras que su madre decía molesta.

–Basta ya, Jung Jung. Como te vuelvas a hacer pipí en la cama, te voy a cortar el pajarito, ¿entendiste?

–Sí, mami.

Le respondió el niño del medio, llorando aun sin consuelo, sin que Chief dejara de hablar.

–Ash, ni siquiera tu hermanita me da tanto trabajo como tú.

El niño siguió llorando desconsoladamente, mientras que su Madre cambiaba las sábanas de la cama. Dándole la vuelta al colchón, para que hoy no lo tuviera que lavar.

Cambiando a su hijo de ropa con rapidez, haciendo que casi sin darse cuenta ya fueran las 5:00 de la mañana y Jing Jing aún no pudiera pegar ojo. Resignándose al no poder dormir, pues tuvo que hacer que sus hijos Jung Jung y Chiong se volvieran a dormir.

Y cuando se percató ya eran las 6:00 de la mañana, así que su hija le exigió el biberón, que sin quejarse y aun con mucho sueño fue a preparar. Dándose lo a su hija con amor, para después oír como Tobe se levantaba y exigía su desayuno.

–¡JEFE! ¡¿DÓNDE ESTÁ EL DESAYUNO?!

–¡AHORITA VA! ¡LE ESTOY DANDO DE COMER A NUESTRA HIJA!

Le respondió a grito Jing Jing, preparando la comida para Tobe, los ninjas, Shaman, Payaso, sus hijos y los hijos de sus amigos. Eso había hecho el resto de la mañana, porque después Tobe y los ninjas fueron a entrenar, mientras que Payaso y Shaman fueron a robar con su familia e hijos y Jing Jing seguía sin poder cerrar los ojos.

Lo peor de todo lo que le estaba pasando, era que los niños pasarían todo el día en casa. Pues estaban de puente por el aniversario de Sooga, una festividad que parecía que a Tobe no le importaba mucho.

El cual fue a pelear con Garu, para así cumplir con su venganza que tanto ansiaba. Dejándola sola al cuidado de los niños, mientras se llevaba a todos los ninjas y sus hermanos y la familia de ellos quien sabe a dónde se habían ido.

Por la tarde, aprovechando que Jung Jung estaba dormido en su cuarto por no haber descansado bien a noche. Decidió bañar a su pequeña Tabí con calma, pues era el momento ideal para hacerlo sin interrupciones.

Pues su pequeño hijo insufrible Jung Jung no estaba por ningún lado, así que no tenía que vigilarlo y el no destruiría o quemaría la casa para llamar la atención. La pequeña siesta que su hijo se estaba dando, le daría un poco de tranquilidad para bañar a su hija a tiempo e incluso antes de lo previsto.

Y con un poco de suerte, podría mandarlos a dormir un poco antes y por fin descansar. Así que cuando nada más le faltaba lavarle la cabecita a la pequeña Tabí, se oyó un grito desgarrador en el pasillo de la Guarida.

–¡AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH

Ese sin duda había sido Jung Jung, que sin duda alguna había hecho una de las suyas. Así que Jing Jing gritó curiosa, sin soltar a su pequeña niña tabí.

–¡¿QUÉ PASA?! ¡JUNG JUNG! ¡¿ESTÁS BIEN?!

Obteniendo un silencio que la alarmó, pero sin querer asustarse demasiado, Jing Jing volvió a gritar con seriedad.

–¡CHIONG! ¡¿QUÉ LE PASA A TU HERMANO?!

Otro silencio que la incomodó, hizo que estuviera a punto de envolver a su bebita en una toalla, aunque la nena aún continuara enjabonada en la bañera pequeña. Cuando de la nada Chiong entro por la puerta y lo que vio le dejó sin habla, pues lo que su hijo mayor había cometido había sido una atrocidad aun para ella.

–Mamá, Jung Jung se ha vuelto hacer pipí en la cama, así que le he cortado el pajarito como tu dijiste.

Chiong tenía el pene ensangrentado de su hermano Jung Jung en una mano, mientras que en la otra tenía unas tijeras de punta filosa cubiertas de sangre fresca. Jing Jing muy pálida por lo que acababa de ver y de suceder, se levantó de un salto de donde estaba lavando a su bebita y olvidándose de que estaba bañando a Tabí.

Salió despavorida hacia Chiong, que al ver la furia de su madre reflejada en sus ojos. corrió del lugar hacia un lugar en donde se pudiera esconder, pues sabía que sí se quedaba allí nada iba a salir bien.

Aturdida, conmocionada y agotada por la noche en vela, Jing Jing no sabía cómo actuar ante esa situación. Así que cuando llegó a la habitación de los niños y vio a Jung Jung sobre la cama desangrándose, corrió hacia él con lágrimas en los ojos para así abrazarlo fuertemente.

Cargándolo entre sus brazos muy alarmada, bajando las escaleras del segundo piso de la guarida de Tobe hacia fuera del lugar, en donde estaba un coche robado por su marido y que a los afectados se les olvidó dar parte a la policía de la aldea. Olvidando rápido ese hecho sin importancia, ya que la única opción era llevar a su hijo al hospital de inmediato antes de que muriera desangrado.

Así que subió al carro robado y lo arrancó como pudo de la improvisada cochera, que Tobe, los ninjas, Payaso, Shaman y ella habían creado. Pegando un fuerte acelerón que la llevaría a su destino con rapidez, sacando el vehículo impulsado como sí diera un salto al pisar un fuerte bache.

Sonando de repente una fuerte explosión, haciendo que el salto sacara a Jing Jing de su estado de shock. Y de repente recordó que la pequeña Tabí seguía adentro de la bañera, golpeándose la frente con la palma de su mano derecha.

Dándose cuenta en ese momento de la mortal imprudencia que acababa de cometer, frenando el carro robado y bajándose de él sin mirar atrás para buscar a su hija. Pero por desgracia, cuando Jing Jing llegó al baño ya era bastante tarde.

Pues la bebita de apenas 7 meses no tenía la fuerza suficiente como para aguantar tanto tiempo sentada y sin perder el equilibrio, así que calló boca abajo en la bañera y se ahogó. Una escena que aterró a la madre, intentando inútilmente revivir a la bebé.

Cuando se dio cuenta que no lo lograría y que todo era inútil, Chief no pudo hacer nada más que pegar un grito. Tomando a su bebita en brazos con desesperación, bajando de nuevo las escaleras del segundo piso de la guarida de Tobe.

–¡AAAAAAAAAHHHHHH!

Saliendo de nueva cuenta de la guarida de su esposo hacia el carro que la llevaría al hospital, para llegar al coche que regularmente conducía en casos especiales. Notó que había un gran charco de sangre en el suelo, que en un principio creyó que era de su hijo Jung Jung.

Pero al verla con atención, pudo percatarse que debajo del carro se hallaba el cadáver de su hijo Chiong, que se había escondido allí para que su madre no le pegara. Con la tan mala fortuna que la madre se cargaba ese día, se dio cuenta que cuando dio el acelerón una llanta aplastó el cráneo de Chiong.

Reventando el cráneo de su hijo y desparramando sus sesos por todo el pasto del bosque, sin que Jing Jing se percatara que esa había sido la terrible explosión que había escuchado hace minutos atrás. Y con ese triste hecho, Chief cayó al suelo del bosque de bambú de rodillas.

Ella no tenía ninguna expresión en el rostro, solamente se mantuvo así por unos largos minutos. Por lo menos, hasta que de la nada y sin decir nada, Jing Jing se levantó con lentitud y automáticamente del pasto Verde y rojo por la sangre de su hijo.

Caminó hacia el carro y abriendo la puerta con rapidez, cargó el cuerpo de su hijo muerto Jung Jung junto con el de su hermanita. Llevándolos a la guarida en donde viven, para después salir sin ellos velozmente y también cargar a su hijo Chiong en sus brazos.

Dirigiéndose a su guarida con pasos fuertes, para después cerrar la puerta y quedarse allí todo el día. Cuando llegó la noche en la aldea de Sooga, Tobe llegó por fin a su casa con el ceño fruncido como todos los días y con él vinieron sus ninjas, payaso, Shaman y los hijos de estos.

Se encontró el coche con la puerta abierta y a medio camino de la cochera, desconcertando a Tobe y a los demás por eso que veían. Aún más, porque debajo del coche parecía haber manchas de aceite.

Así que volteó a ver a todos sus ninjas con seriedad, ordenándoles a todos ellos con fuerza. Mientras que Shaman y Payaso averiguaban que era eso, en el momento en el que las mujeres distraían a los hijos que traían con ellos.

–¡NINJAS! ¡QUITTEN EL CARRO Y GUARDÉNLO EN LA COCHERA!

–Sí, señor Tobe, de inmediato.

Le contestaron todos sus ninjas de inmediato, comenzando hacer lo que Tobe les pidió hacer. Mientras que él se dirigía hacia su casa que extrañamente estaba con las luces apagadas, pensando con seriedad entre asustado y esperanzado de que nada les haya pasado.

(Todo parece estar a pagado y en silencio, parece como si se hubieran ido. Aunque no creo, Chief no se veía muy bien cuando la dejé esta mañana.)

Al entrar a su guarida, gritó con fuerza para llamarlos y saber sí se habían ido o no.

–¡JING JING! ¡¿DÓNDE ESTÁN?! ¡¿POR QUÉ TIENES EL COCHE EN MITAD DEL GARAJE?!

Al encender las luces de la casa, Tobe se dio cuenta de manchas de sangre que iban desde la entrada hacia todo el pasillo. Asustándose a un extremo terrible, para subir corriendo hacia la segunda planta.

Llegando hasta el cuarto de baño, en donde las manchas de sangre terminaban de aparecer. Abriendo la puerta del baño, viendo así a sus hijos flotando en el agua junto al cadáver de Jing Jingque los había reunido allí con ella, antes de cortarse las venas por la culpa que sentía de haberles fallado a sus hijos. Y para volverlos a ver, se dejó morir junto a sus hijos. Mientras que Tobe caía al piso, diciendo con tristeza y odio así mismo.

–No, no, no y no, con tantas personas, ¿por qué ellos tuvieron que morir?

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1 de noviembre de 2022.

Nota de la autora.

Relato 5 de noche de brujas, está subido ya para todos ustedes. Así que aprovechen, lean, pónganlo en sus favoritos, comenten y sí decean pónganle seguir sí les gustó, mientras que yo me retiro de una vez.

Con esto dicho, adiós personas de fanfiction, que les vaya bien. Y antes de que se me olvide, este relato está inspirado en una leyenda de mi país. Que, aunque tenebrosa, funciona bien para estas fechas de terror.