-DIALOGOS-
"PENSAMIENTOS"
LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN SIN EMBARGO LA ADAPTACION ES MIA Y NO PERMITO SU USO SIN MI PREVIA AUTORIZACION
CAPITULO 28
Sasuke salió frunciendo el entrecejo del hospital, apretando el único puño visible que tenía. Nunca, pero de verdad nunca, pensó que Sakura le hablaría de esa forma, mucho menos frente a ese sucio Hyuga.
—¡Hey, Sasuke! —gritó el Uzumaki corriendo hacia él. Justo la persona que estaba buscando.
—Dobe —susurró con molestia. Ahora no estaba de humor para soportar al cabeza hueca de Naruto.
Naruto ignoró el tono ácido en el que el azabache le hablaba. Después de todo, era Sasuke de quien hablaban y el siempre le hablaba de la misma forma
—¡Hey, teme! —gritó—. ¿Te sientes mal o algo?
—¿Por qué me sentiría mal, imbécil?
Naruto enarcó una ceja.
—Bueno, porque estás frente al hospital —comentó como si fuera lo más obvio del mundo—. Si no estás aquí porque te sientes mal, entonces, ¿por qué otra razón estarías?
—Hmp —bufó molesto antes de desviar la mirada.
—Bueno, como sea —comentó en un intento de aligerar el ambiente—, Chouji organizó una barbacoa para festejar tu regreso. Te estaba buscando para llevarte.
"¿Una barbacoa?", pensó Sasuke rodando los ojos. No le importaba pasar tiempo con los demás; no había vuelto por ellos.
—Estarán todos —añadió el rubio dedicándole una gran sonrisa zorruna.
"¿Todos?"
—¿Sakura también?
Si Naruto se sorprendió por esa pregunta, no lo demostró.
—Bueno, ella no. Neji había salido por dias de misión. No queremos molestarlos cuando seguramente tienen mucho por... bueno, hacer —añadió, dejándose caer de brazos.
Sasuke frunció el ceño.
—Tú, Kakashi y Sakura son las únicas personas que me interesan. No me interesa compartir tiempo con el resto —dijo con seriedad, intentando seguir su camino.
—¡Espera, Sasuke! —gritó Naruto en un intento de detener al Uchiha.
—Naruto... ¿eres tú? —Sasuke se detuvo al escuchar la voz femenina de Sakura llamándolos.
—¡Sakura-chan! —gritó feliz al ver a su amiga. Y al ver que estaba con Neji, se sintió más aliviado al saber que estaban bien, y que lo de la noche anterior no había afectado su matrimonio, que ahora sí parecía uno feliz y real.
—¿Te lastimaste? —preguntó al ver que, al igual que Sasuke, estaba frente al hospital.
—No —Naruto negó rápidamente con la cabeza—. Solo venía por Sasuke.
—Ah —murmuró, sin siquiera voltear a ver al Uchiha. Sasuke frunció el ceño al darse cuenta de que Sakura ni siquiera lo miraba. La sangre le hervía; una de las razones por las que había decidido volver era precisamente por Sakura, y ella no hacía más que tratarlo como un desconocido.
¿Cómo mierda había pasado de ser el hombre al que ella amaba a ser un cero a la izquierda?
—¿Van a entrenar? —preguntó sonriendo al Uzumaki. Lo bueno de todo era que Sasuke tenía a Naruto, y él jamás lo dejaría solo.
—No... en realidad, los chicos le organizaron una barbacoa a Sasuke.
—¿De verdad? —cuestionó entusiasmada de que Sasuke conviviera de nuevo con sus compañeros—. Pues suena muy divertido. Espero que se diviertan.
—Ustedes también están invitados, Sakura-chan. Tú y Neji, por supuesto —aclaró, no queriendo que el Hyuga se sintiera excluido. Además, él también formaba parte de su grupo de amigos.
—Ah, bueno... —Sakura comenzó a rascarse la mejilla nerviosa. No quería ser grosera con sus amigos ni despreciar a Naruto, mucho menos cuando era una ocasión para festejar el regreso de uno de ellos. Pero las cosas ya eran demasiado tensas con Neji como para sumarle preferir festejar el regreso de Sasuke que pasar el día con él.
Los ojos porcelana de Neji observaron a Sakura.
—Sí, iremos —añadió él, provocando que Sakura lo mirara sorprendida.
—Neji... —Sakura lo llamó ligeramente asombrada.
—Es bueno que pasemos tiempo con nuestros amigos, Sakura. Más tarde podremos estar solos —siseó, mirando con amenaza al Uchiha.
—¿Estás seguro? —cuestionó una vez más. Hace unos minutos habían charlado sobre mantenerse alejados del azabache.
—Sí, si tú lo quieres, está bien, Sakura —añadió sujetándola de la mano.
Sakura le sonrió, y Sasuke casi se asqueó por tal escena.
—Bueno, ya está —añadió el Uzumaki—. ¡Pongámonos en marcha, todos! —dijo mientras un silencio se formaba entre ellos.
—¿Desde cuándo se casaron?- cuestiono el Uchiha despues de minutos en los que nadie se atrevia a decir nada
Neji arqueó una ceja, sorprendido de que fuera Sasuke quien iniciara la conversación.
—Nos casamos en enero.
"Enero", pensó Sasuke. Sakura le siguió escribiendo después de casarse con Neji. Eso era una buena señal.
—¿Y cuándo comenzaron a salir?
—¿Por qué tan interesado?
—Ustedes dos apenas si hablaban.
—Estuviste mucho tiempo fuera, Sasuke. No puedes saber lo que pasó en esos años.
—Te recuerdo que estuve aquí después de la guerra, y tampoco vi interacciones entre ustedes dos, Hyuga —dijo con dureza.
—¿Cómo podrías hacerlo? Estuviste aquí, pero en la cárcel. No es como si pudieras ver mucho desde ese lugar —respondió el castaño con el mismo tono.
—Neji —Sakura le dio un ligero apretón en la mano. No quería que ambos pelearan, y más bien parecía que era lo que los dos querían hacer.
El Hyuga solo chasqueó la lengua molesto, pero correspondió al apretón de manos de Sakura.
—Neji y yo comenzamos a tratarnos después de la guerra, Sasuke, y después de un tiempo decidimos casarnos.
—Eso no tiene sentido —Sasuke frunció el entrecejo.—¿Por qué esperar hasta terminar la guerra? Antes salían más de misión juntos, y ninguno mostró interés por el otro.
—Cada uno tenía sus prioridades, Uchiha —siseó el castaño—. Tu prioridad fue la venganza, y la cumpliste, ¿no?
—Eso no...
—¡Ay, ya! —gritó Naruto echando los brazos hacia atrás y abrazando su nuca—. A mí también me sorprendió, pero ambos son felices, y eso es lo único que importa —añadió el Uzumaki, no queriendo que esto rebasara los límites y ambos comenzaran a pelear.
Neji y Sasuke parecían ser personas completamente diferentes, pero al mismo tiempo tenían demasiadas cosas en común; una, y la más molesta de ellas, era su carácter.
—Todo es muy raro —siseó entre dientes el Uchiha.
—No es raro —respondió la Haruno—. Solo que las cosas cambian, a veces más rápido de lo que a uno le gustaría —susurró.
—Jamás mencionaste nada en las cartas —repuso ligeramente dolido.
Sakura sintio sus mejillas sonrojarse y podia sentir la mirada aperlada en ella -eso es porque en ellas siempre hablamos de ti. Jamas preguntaste como estaba yo- añadió y aunque ella le sonrio cortésmente Sasuke juraría que eso fue un reproche.
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Sasuke no decía nada. Se mantenía ajeno a todos, como si nadie a su alrededor importara en lo absoluto. Observando las interacciones de la pelirosa con su "esposo"
Ino carraspeó ligeramente la garganta. Sakura, a su lado, charlaba de lo más normal con todos, sin darse cuenta de que su marido prácticamente estaba luchando con la mirada contra Sasuke.
—¿Y bien? —cuestionó Chouji, arrebatándole el último pedazo de barbacoa a Kiba de los palillos.
—¡Oye! —se quejó Kiba, sorprendido por el robo magistral.
Chouji solo sonrió—. Lo siento, Kiba, pero perdiste —añadió, masticando con deleite el último pedazo de deliciosa carne.
—Si sigues así de glotón, nunca conseguirás tu meta —añadió Ino, enseñándole la lengua.
—Bah —Chouji se encogió de hombros—. ¿Y bien? ¿Qué hay de ustedes? —preguntó, mirando al joven matrimonio—. Ya llevan meses casados, ¿acaso no deberían tener hijos ya?
Ino sonrió divertida. Al menos Chouji había tenido una idea interesante.
—B-bueno... —Sakura comenzó a balbucear nerviosa, mientras sus mejillas se teñían de rosado.
—Sakura tiene demasiados proyectos —intervino Neji al ver que la pelirosa se quedaba helada con la pregunta—. Y yo, como nuevo líder de mi clan, también tengo asuntos importantes que resolver antes de planear tener hijos.
—Qué lástima —murmuró Chouji—. Sería lindo ver cómo serían sus hijos.
—¿Niños del clan Hyuga con cabello rosado? —Ino rió al imaginarlo—. Sí, sería lindo de ver —agregó sarcásticamente.
Sakura frunció el ceño al escuchar a la Yamanaka burlándose.
—A mí también me gustaría verlo, Yamanaka —añadió Neji, tomando la mano de Sakura sobre la mesa.
Sakura le sonrió tímidamente mientras sus dedos se entrelazaban con los de él.
—¿Y si no tiene el byakugan? —preguntó Kiba, curioso.
—Tendrían los ojos de su madre, y... estaría bien —respondió Neji, mirando a Sakura—. Serían preciosos. - dijo mientras su mirada se encontraba con la de su esposa y Sasuke casi vomita con la escena.
Sakura suspiro -bueno chicos, fue agradable verlos, pero Neji y yo tenemos planes, espero que sigan pasándola bien y… - sus ojos observaron al Uchiha que por la mirada que tenían no parecia estarla pasando bien -bienvenido de nuevo Sasuke- agrego sonriéndole
Ino casi escupe su refresco al no escuchar el kun de Sakura. Su amiga era tan ingenua que con ese comentario no se daba cuenta que habia echado mas leña al fuego.
-Nos vemos- añadió el Hyuga haciendo una reverencia mientras dejaba la parte proporcional a la cuenta.
—Ah, sí que están enamorados —comentó Chouji, una vez que el matrimonio Hyuga se retiró del negocio
—¿Tú crees? —esta vez habló Kiba—. Tienen una relación muy extraña. ¿No les pareció raro cómo se casaron de repente?
—¿Uh? —preguntó Chouji, y en ese momento Sasuke si comenzó a prestar atención a la conversación.
—Digo, esos dos ni siquiera se hablaban, y de repente empezaron a salir, y al poco tiempo se casaron —continuó Kiba.
Shino ajustó sus lentes—. Eso es normal, Kiba. En cualquier momento uno de ellos podría morir.
Kiba soltó una pequeña risa—. ¿No vas a decir nada, Shikamaru? Me sorprende que con tu inteligencia no sospeches nada.
Shikamaru se masajeó la sien—. ¿Sabes, Kiba? Los asuntos personales de las personas no deberían ser tu problema. Lo que Neji y Sakura hagan no me importa, mientras a ellos les funcione.
—Pero eso no quita lo arreglado. Además, Sakura sigue siendo virgen —murmuró Kiba, y el vaso que Sasuke sostenía cayó al piso.
Un silencio abrumador invadió la sala.
—¿Qué? —preguntó Tenten, abriendo los ojos con sorpresa.
—¡CÁLLATE, KIBA! —gritó Ino, furiosa.
Kiba se rió—. ¿Qué? Creí que tú serías la más interesada en escuchar. Para nadie es un secreto que eres la chismosa del pueblo.
Ino se levantó con una velocidad increíble para golpear a Kiba, sintiendo que se lo merecía. Uno, porque no era nadie para ventilar la vida de Sakura, y dos, porque no podía permitir que la insultara sin hacer nada.
Pero antes de que su mano llegara a impactar su mejilla, se detuvo abruptamente.
—Basta, Ino —murmuró Shikamaru, usando su jutsu de posesión de sombras para detenerla.
—¡Shikamaru! —gruñó Ino—. ¡Déjame golpearlo! Si no me sueltas, te tocará a ti también.
—Qué problemático —murmuró el Nara con cansancio—. No puedo dejar que hagas eso, Ino.
—Shikamaru... —volvió a gruñir la Yamanaka, advirtiéndole en voz alta. Pero, a pesar de todo, el Nara no cedió su agarre—. Bien... —aceptó resignada.
-Ino- Sai la sujeto de los hombros mientras veia a Kiba y solo negaba con la cabeza con decepcion y sacaba a la rubia del negocio
—Parece que la fiesta se acabó —añadió Shikamaru, observando cómo Ino se alejaba acompañada de Sai—. Yo también me voy.
—¿Qué? —preguntó Kiba sin borrar la sonrisa de su rostro—. Creí que nos estábamos divirtiendo.
—Kiba, siento decírtelo, pero, por si no te habías dado cuenta, eres un idiota —dijo Shikamaru con desgano, dejando el dinero para pagar su parte.
—¿Tú también te vas? —preguntó al ver que Chouji también se levantaba después de tomar de golpe el resto de su bebida.
—Shikamaru tiene razón. Eres un idiota, Kiba —agregó el Akimichi, seguido por el resto de los presentes.
—¿Qué pasa, chicos? No dije una mentira. O vas a decir que no es verdad, Hinata —preguntó Kiba, y la Hyuga solo negó con la cabeza mientras se ponía de pie.
—Es mi familia, Kiba. Estás hablando de ellos —dijo con su mirada perlada llena de dolor, viéndolo decepcionada.
Fue entonces cuando la sonrisa de Kiba comenzó a desvanecerse, y la culpa por lo que había dicho comenzó a surgir.
—Oye, Kiba... —murmuró Naruto. El Inuzuka no alcanzó a girarse antes de que el golpe del Uzumaki lo alcanzara—. No quiero volver a escuchar el nombre de Sakura de tu sucia boca, ¿oíste?
—¡¿Pero qué te pasa, imbécil?! —gruñó Kiba, furioso, tratando de ponerse de pie. Esperó que Lee, Shino o alguien más lo ayudara, pero cuando miró a los presentes, solo vio decepción en sus rostros.
Kiba se quedó en silencio. Nadie dijo nada más; simplemente lo dejaron solo, uno por uno. Apretó los puños, molesto. Era un completo imbécil.
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—¿No vas a decir nada? —preguntó Sasuke, al ver que Naruto seguía caminando a su lado, con los brazos cruzados tras la nuca y el semblante serio.
—¿Decir qué? —gruñó Naruto.
—Pues, lo que Kiba dijo sobre el matrimonio de Sakura, que es arreglado.
Naruto miró el suelo por un par de segundos, descruzando los brazos. Maldito Kiba. ¿Por qué tuvo que decir eso? Ahora lo estaba haciendo pensar en un montón de posibilidades.
—Dime, Naruto, ¿tú crees que el matrimonio de Sakura es arreglado?
Los ojos zafiros de Naruto lo miraron por unos segundos antes de volver a fijarse en el suelo. Mordió ligeramente su labio inferior. Que el matrimonio de Sakura fuera arreglado le hacía sentido en muchas cosas.
—Eso no importa ya. - añadió el despues de un silencio mientras recuperaba su andar
—¿Cómo que no importa? ¿No decías que amabas a Sakura? ¿Vas a permitir que la obligaran a casarse?
—Por supuesto que no —gruñó Naruto, agarrando la ropa de Sasuke—. Pero... —se soltó y desvió la mirada—. Si Sakura se casó por esa razón, fue su decisión. Y ahora... yo no creo que esté con él por obligación.
—¿Qué estás diciendo? ¿Que lo quiere? —preguntó Sasuke, frunciendo el ceño.
Naruto desvió la mirada y asintió.
—Eso no puede ser. ¿Cómo puedes estar tan seguro?
—Porque lo mira a él de la misma manera en que solía mirarte a ti —añadió Naruto, y Sasuke frunció ligeramente el ceño.
—Debe ser tu imaginación. Estás viendo cosas donde no las hay. Ellos dos no tienen nada en común.
—¿Por qué te importa, Sasuke? —preguntó Naruto, regresando a su pose casual.
—Eso no es de tu incumbencia.
—Hmm... - el Uzumaki sonrio -Solo digo que sería muy gracioso que ahora que Sakura está haciendo su vida lejos de ti, resulta que tú la quieres.
Sasuke desvió la mirada, frustrado.
—¿Es eso? —preguntó Naruto al ver la reacción de Sasuke—. ¿Quieres a Sakura? —dijo en tono afirmativo.
—¿Y tú no? Siempre dijiste que la amabas, pero permitiste que se casara con alguien con quien apenas hablaba!
—¿Qué dices? —gruñó Naruto, furioso, agarrándolo de la ropa en señal de amenaza.
Sasuke sonrió ligeramente y se soltó del agarre de el -que eres un imbécil, no pudiste cuidarla- dijo y el puño de Naruto se estrello en su mejilla al mismo tiempo que el de el golpeaba la bronceada piel del Uzumaki