UNIVERSO OPUESTO (PILOTO)
Saludos de nuevo bello y querido público reconocedor, ¿Cómo…? No, un segundo, ¿Para qué hacer las mismas preguntas que siempre hago en las notas de autor? ¡Pasemos a lo que importa, carajo! XD
Bien, aquí me presento con otro de mis Pilotos, mejor dicho, el Piloto que más votos tuvo entre los que postulé hace un mes en mi fic Interactivo de "PREGUNTAS Y RESPUESTAS" en dónde el espectador podía votar el fic que quería que yo hiciese.
Y como soy un hombre de palabra (Lo digo al estilo del Guasón de Heath Ledger XD) aquí les traigo el Piloto ganador.
Qué como dice el Sumary, aquí Lincoln, su familia y el resto del elenco de TLH son totalmente diferentes a los que son "normalmente" ¿Qué significará esto? Bueno, cosas que tal vez sean más aberrantes de lo que se muestra en la serie Canon XD así que espero que les guste la historia tanto como me gustó a mí hacerla ;D
CAPÍTULO UNO: BIENVENIDOS A LA VERDADERA CASA DE LOCOS
El Sol salía lentamente a la lejanía iluminando los tranquilos suburbios de Royal Woods dando así inicio a un nuevo día para todos sus habitantes.
Incluyendo los que habitaban una vivienda que se hallaba en la 1216 de la Avenida Franklin, qué si bien parecía ser una casa de dos pisos igual a cualquier otra de ese barrio, por dentro es prácticamente la antesala del manicomio debido a las miles de locu…
-¡AAAHHH, PERO QUÉ ASCOOOOO!- la trillada y cliché introducción del narrador fue interrumpida de tajo debido a un ensordecedor grito que recorrió tanto hasta el último rincón de esa casa, como más allá despertando a los que todavía seguían de perezosos en sus camas.
-¡LOLA, CÓMO PUDISTE DEJAR QUE ESAS INMUNDAS RATAS ENTRARAN A NUESTRO CUARTO!
Reclamó una niña rubia usando un delantal de limpieza, guantes rojos y un trapo colorado con puntos blancos teniendo el moño apuntando hacia adelante y estando subida en un banquillo alzándose los pantalones como si fuese una falda señalando con enorme repulsión a unos roedores que se comían un emparedado todo rancio tirado en medio de su habitación.
-Las pobres miserables tenían hambre, Lana ¿Quién soy yo para negarles un poco de alimento?
Respondió otra chica, exactamente igual a ella, pero totalmente diferente en lo que se refiere a actuar y modo de vestir porque usaba un overol todo sucio de tierra, manchas de diversos colores, rotos en varias zonas, con raspones recientes y curitas en algunas partes de su cuerpo, acostada perezosamente en su inmundo colchón gastado con los brazos cruzados tras la cabeza y soltó un potente eructo no viéndose para nada incómoda por algunas cucarachas que paseaban libremente sobre sí y que incluso se adentraban en su enmarañada cabellera que es un nido de bichos.
-¡¿PERO CUÁNTAS VECES TE HE DICHO QUE NO PUEDES DEJAR LA COMIDA POR AHÍ TIRADA PARA QUE SE ALIMENTEN ESAS ASQUEROSA ALIMAÑANA?! ¡¿ES QUÉ SIGUES SIN COMPRENDER EL ENORME RIESGO AL QUE ME EXPONES A MÍ Y A LAS DEMÁS POR LAS MILES DE ENFERMEDADES QUE ESOS ANIMALES SIEMPRE LLEVAN CON…?
Lana dejó de quejarse porque una de esas ratas subió por el banquillo, trepó por sus piernas y llegó hasta el hombro derecho. Lo miró fijamente quedando muda y pálida de la impresión y por como el roedor la veía, casi con cara de enamorado, hasta que le dio un tierno beso directamente en los labios.
Siendo eso lo que terminó por revolver su delicado estómago.
-¡CREO QUE VOY A…!- al llevarse las manos a la boca cuando sus mejillas se hincharon poniéndose verdes, salió corriendo del cuarto rumbo al baño dejando tras de sí una estela de humo para hacer… lo que tuviera que hacer.
-Tenía que ser niña- se quejó Lola no cambiando de posición y abrió enormemente la boca al bostezar, permitiéndole a una mosca entrar y tragársela cuando se relamió los labios.
Con ese peculiar despertador, el resto de los moradores de esa vivienda que seguían durmiendo no tuvieron de otra que espabilar e iniciar con el día les gustase o no.
Incluyendo alguien que habitaba en un closet adaptado como cuarto, que se cubría todo el cuerpo con una sábana hasta que se removió soltando unos gruñidos parecidos a los de un perro furioso.
-Que fastidio… ¿Tan temprano y ya comienzan con sus pendejadas?
Era un joven que no aparentaba más de once años al que se le podía apreciar una admirable condición física al usar únicamente unos calzoncillos rojos cuando se incorporó y estiró los brazos tronándose el cuello al inclinarlo de izquierda a derecha haciendo una mueca de molestia y lo mismo pasó cuando movió de forma circular sus hombros.
Siendo su característica más inusual su cabello tan blanco como la nieve.
-Pero ya que carajos… a iniciar con otro día de mierda- soltó un escupitajo al suelo después de llevarse una mano a la boca y bostezar como un león.
Así que prosiguió a vestirse usando una playera naranja que posee la cara de un conejito rabioso, una chaqueta de cuero negro al igual que unos guantes sin dedos, pantalones de mezclilla azules rotos en las rodillas, botas con punta de metal y un reloj plateado en la muñeca izquierda.
-Y como último detalle…- al verse en un espejo se peinó y sonrió enormemente revelando tener un diente de oro que reflejó los rayos del Sol cuando entraron por la pequeña ventana circular.
-El mismo guapetón de siempre, Lincoln Loud- asintió y amañó con retirarse.
Hasta que sintió como alguien, mejor dicho, como varias personas invisibles lo miraban de lo más impresionadas no pudiendo creer lo que tenían en frente, como si viesen algo irreal que jamás esperaron ver ni en un millón de años y que jamás habrían espera…
-¡SILENCIO!- la narración volvió a ser interrumpida por el gritó que le dedicó al aire -en vez de hablar pura mierda y paja en dar explicaciones, deja que yo, la verdadera estrella del cuento, sea quién hable- con enorme prepotencia tomó la pantalla de la PC y la enfocó en sí para que sea el único que dijera que ocurría.
Sí así lo deseas… pues siéntete libre de expresarte, jodido antipático (Voy a darle de comida a los gatos callejeros que viven en mi barrio y luego a ver qué más hago)
-Así me gusta, pendejote. Ahora… ¿Por qué carajos están sorprendidos todos ustedes? ¿Es que jamás habían visto a un Lincoln Loud tan cojonudo como yo?- al preguntarle esto al espectador, la pantalla se movió de un lado a otro en señal de negación por lo que soltó un gemido ofuscado.
-¿Qué pensaron ustedes que sería yo? ¿Creyeron que sería el típico Lincoln Loud enclenque y ñoño al que están acostumbrados a ver tanto en el dichoso "Universo Canon" como el de esas múltiples variantes del Loudverse que son la misma canción de siempre o qué?- la pantalla ahora se movió de arriba abajo en forma de asentimiento.
-¡BRUAG! No me insulten. No sé ni me interesa saber cómo son esas otras versiones de mí, pero si quieren ver la misma temática repetitiva de siempre entonces vayan a joder a otra parte y dejen de estar chismoseando, ¿O acaso no tienen nada mejor que hacer igual que el huevón que iba a explicar todo lo que ocurriría aquí?- a lo lejos se escuchó un "¡OYE!" de parte mía.
Soltó la pantalla y salió del cuarto-closet dirigiéndose a las escaleras a pasos molestos, hasta que se percató de que era seguido por los espectadores invisibles y se detuvo para dar media vuelta dedicando una mirada amenazante.
-¿Es que en serio no tienen nada mejor que hacer? ¿O desean ver lo que este Lincoln Loud realmente es capaz de hacer?- se tronó los nudillos dispuesto a repartir golpes.
Bueno, dijiste que ibas a explicar por mí que sucedía aquí. Así que… ¿Qué esperas? (Le recordé)
-Arg… bien, bien. Para que vean qué si cumplo lo que prometo, me tomaré la enorme molestia de "guiarlos" por mi mundo, que hasta dónde sé, es diferente al que están acostumbrados a ver.
Apenas dijo esto, la puerta del baño fue abierta por Lana que salió a paso lento con una expresión casi digna de un cadáver sujetándose el abdomen teniendo un hilo de saliva colgando de la boca.
-Eh… ho-hola Lincoln, ¿Cómo…? Espera, ¿Qué tienes ahí en tu chaqueta?- ella abrió enormemente los ojos al señalar una mancha de jugo que él no había notado antes -¡NO TE MUEVAS, AHORA MISMO REGRESO!
Con la misma velocidad que usó para salir de su cuarto, regresó ahí y nuevamente salió ahora llevando varios implementos de limpieza para tirársele encima al albino y crear una intensa nube de humo junto onomatopeyas y sonidos que hacen referencia a limpiar vidrios y lavar ropa con jabón y arrojar agua con una manguera para dar paso a un Lincoln que ahora brillaba como un cristal, especialmente su diente dorado.
-¡LISTO! Ahora sí estás totalmente presentable- sonrió complacida cruzándose de brazos.
-Puaj… puaj… sí, muchas… muchas gracias por ahorrarme la molestia de bañarme hoy, Lana. Puaj… puaj…- dijo frustrado el grosero altanero tosiendo burbujas de jabón.
-Con permiso, debo ir a regar las flores- pidió Lola caminando con toda la pereza del mundo teniendo las manos metidas en los bolsillos siendo seguida por unas moscas que revoloteaban sobre su cabeza y teniendo en un hombro a la misma rata que besó a Lana para mandarle un besito de enamorado a esta.
-Ah…- tal asco fue mucho más de lo que la blonda pudo soportar y cayó inconsciente.
-¿Lana? ¿Lana?- Lincoln la tocó un par de veces con el pie, pero ella no reaccionó teniendo ya algunos… ¿Rollos de papel higiénico con alitas volando alrededor de su cabeza?
-Bien, quédate ahí y descansa. Solo procura no perderte el desayuno- no le dio mayor importancia e iba a seguir su camino hasta sentirse nuevamente observado.
-Cierto, por poco lo olvido. Bien, seré lo más breve posible. La enana que está tirada a mis pies es Lana una de mis hermanas menores que, como lo notaron, es una loca fanática de la limpieza que no puede ver aunque sea el más mínimo rastro de suciedad porque enseguida se pone súper histérica y no se detendrá hasta limpiarlo y dejarlo inmaculado tal y como acaba de hacer conmigo teniendo cero tolerancia ante las cosas que le resulten asquerosas.
-Lo que es algo bueno en cierto sentido porque sin ella esta pocilga a la que llamamos "hogar" sería un completo nido de ratas y un Parque de Diversiones para las moscas, cucarachas y demás insectos rastreros que le gustan revolcarse en la mierda.
-Y ese inmundo bote de basura ambulante que pasó junto a nosotros es Lola, su gemela exacta pero opuesta al tener la higiene del más asqueroso de los cerdos, los hábitos alimenticios de un buitre, valiéndole poco si lo que hace incomoda o no a quiénes la rodean y siendo un completo imán para las pestes llevando consigo enfermedades que ninguna otra persona tiene y gérmenes del tamaño de una moneda no teniendo ninguna aspiración o motivación en la vida.
-Algunas veces me pregunto cómo carajos dos seres tan opuestos como el agua y el fuego pueden compartir el mismo espacio sin que terminen por despellejarse vivos. Una de las enormes ironías de la vida, ¿No lo creen?- sonrió con ironía maliciosa.
Bueno, creo que esa explicación sobre ellas sobraba, ¿No lo crees? (Le hice burla)
-Tú cierra esa jeta, jodido Sudaca- lo mandó al cuerno con ese comentario xenofóbico y quiso seguir caminando dejando todavía tirada a la fanática de la limpieza.
-¡LINKY, MI HERMANO FAVORITO!- pero detuvo su andar y tensó los hombros por este grito.
De repente, una niña de piel tan blanca como una hoja de papel, prendas coloridas con un arcoíris en el pecho, sonrisa resplandeciente como un diamante, pelo tan negro como el ébano amarrado con dos grandes coletas por broches en forma de corazón y bellos ojos azules como perlas se le acercó corriendo para saltar abrazándolo con todas sus fuerzas y besarle una mejilla.
-¡¿Cómo amaneció el mejor hermano del mundo?!- frotó la cara contra su cachete izquierdo.
-"Ya comenzó con sus mariconerías…"- pensó de lo más ofuscado, pero demostró la suficiente consideración para no responderle de mala forma y acabar con su felicidad -pues tan bien como siempre, Lucy. ¿Cómo amaneció la sonrisa de la familia?- palmeó su cabeza cuando lo soltó.
-¡También muy bien, Linky! Mira esto- le mostró un lindo dibujo de ambos caminando por un campo de flores en un día de primavera -muy lindo, ¿Cierto? ¡Somos nosotros!
-Eh… sí, sí. Muy bonito, no puedo esperar menos de un Rayito de Sol como lo eres tú- aunque no le parecía en verdad tierno, le siguió la corriente -luego te ayudo a enmarcarlo. Ahora debo alistarme para ir a desayunar- fue su excusa para no continuar con tan bochornosa escena.
-¡AHÍ TE ESPERO, LINKY!- tarareando una linda canción se retiró dando saltitos que agitaban sus coletas no viendo el bramido de fastidio que él soltó cuando rodó los ojos.
¿Y bien? ¿No debes explicar también quién es ella? (Le dije cuando amañó con seguir su camino)
-Tenías que hablar, ¿Verdad, grandísimo bocón?- hizo el ademan de zamparme la mano -ese enorme terrón de azúcar rebosante de alegría que parece haber salido de un mal escrito cuento infantil se trata de Lucy, otra de mis hermanitas menores.
-La más alegre y expresiva de todos los dementes que aquí vivimos, llena de vida, amante de las cosas coloridas y demás homosexualidades de ese estilo. Única tanto por su vomitiva actitud súper feliz como por su cabello negro que nadie más posee, lo que me ha hecho preguntar si en verdad es hija de papá o si mamá en algún momento decidió… bien, ya saben a dónde quiero llegar, ¿No?- hizo una muy obvia expresión de repulsión sintiendo un escalofrío recorriendo su columna.
-Pero es mejor que sea así. Al igual que Lana y su obsesión con limpieza, la exagerada y enfermiza alegría que desborda equipara las miles de patadas en el culo con las que lidiamos día a día, porque de lo contrario lo más seguro es que…
-Quítate de en medio, gnomo cabeza de condón usado, que tengo prisa.
De un empujó fue interrumpido por otra rubia mucho más grande que él, gafas negras, diversos piercings y aretes y con varios tatuajes obscenos impregnados en su piel que podían verse a la perfección debido a las reveladoras prendas que usa casi pareciendo una trabajadora sexual de segunda clase y que hablaba de lo más entusiasmada por celular.
Huy, me muero por ver qué explicación va a dar ahora (me froto las manos como una mosca)
-¡Fíjate por donde vas, jodida pendeja!- reclamó Lincoln sobándose el hombro derecho recibiendo como respuesta de ella el dedo medio de la mano izquierda sin tomarse la molestia de verlo -eso te lo puedes meter por el culo y el coño de puta que posees, ¿Oíste?
Tal insulto bastó para que esa chica se detuviera en seco y se girase para dedicarle la más hosca de las miradas cuando se subió sus oscuras gafas.
-Te llamo luego, Fiona- colgó y guardó el teléfono en su bolso acercándosele a pasos amenazantes y sujetarlo del chaleco para que lo viese directamente a los ojos -como que no te oí bien, ¿Serías tan amable de repetírmelo?- por más atemorizante que sea la expresión de su bello rostro, él no se intimidó.
-Dije que si deseas que le diga a mamá y papá quién fue el que poncho las llantas de Vanzilla la semana pasada cuando "misteriosamente" alguien la usó sin su permiso para una salida nocturna con sus amigotes- sonrío con desafío sabiendo muy bien que poder usar en su contra.
-¡DEBERÍA DARTE UN…!- alzó la mano para darle un buen golpe, pero él siguió sonriendo confiado en que nada le va hacer -tienes suerte de que ahora tenga mejores cosas que hacer. Pero la próxima vez que me digas algo así, como que haré que te comas la rompa interior de Lola, ¿Entendiste?- lo soltó bruscamente y se alejó para volver a usar su celular.
-Huy no, pues sí, ¡Que miedo tengo! Estoy cagándome en los pantalones- con todo sarcasmo fingió estar temblando de pavor puro y soltó otro escupitajo al suelo para murmurar muchos insultos.
Hasta que escucha como carraspeo esperando a que les dijera a los otros espectadores quién es.
-Oh, verdad, ¿En dónde están mis modales? Esa encantadora ramera de calle que acaban de ver es Leni, la segunda mayor de las locas pendejas que tengo por hermanas y una de las peores calamidades que haya podido tener nuestra familia; lo que no es decir poca cosa.
-Es una completa odiosa, altanera, irrespetuosa que cree que puede hacer lo que quiere cuando quiere y con quien quiere, tanto así, que me haría quedar a mí como el más santo de los santos- una risa irónica salió de sus labios al decir esto último.
-Sé que todos los que vivimos aquí estamos dementes, pero en serio jamás pude entender por qué mierda es como es, ¿Es que acaso se cayó de la sala de operaciones cuando mamá la parió y se golpeó bien duro la cabeza contra el suelo? No, de haber pasado esto sería una retrasada mental y no una puta guarra insoportable.
A muchos, incluyéndome, nos causó gracia la enorme ironía de esa pregunta que formuló.
-¿Qué tanta mierda les da risa? ¿Es que acaso consideran divertido que deba lidiar a diario con una completa altanera antipática como lo es ella?- más risas se hicieron escuchar.
-No sé cómo son las hermanas de esos otros dichos Lincoln´s de otras realidades paralelas, pero deben dar muchas gracias por nunca tener que…
-Lincoln- detuvo su queja y gritó asustado dando un brinco cuando una voz apática y carente de emociones le habló a sus espaldas.
Una chica castaña, también más alta que él, con un largo mechón pintado de púrpura, playera gris que posee la cara de Howard Lovecraft, falda compuesta por varios cuadrados negros, diversas pulseras y collares que hacen alegoría a lo oscuro y macabro y cara pintada de blanco con los párpados y labios de color negro que asentaban más su expresión fría y carente de emociones.
-Por mil diablos, Luan… ¿Es que nunca te detendrás y seguirás así hasta que le causes un infarto a alguien?- le reclamó llevándose una mano al pecho por la fuerza en la que latía su corazón.
Esto cada vez se pone más interesante (apoyo la cara en una mano para verlos fijamente)
-Lo lamento tanto, no fue mi intención acelerar tu camino hacia el Más Allá al que todos los mortales de carne y hueso estamos destinados a ir- fue su perturbadora disculpa viéndolo sin parpadear ni una sola vez -solo te buscaba para que me prestaras tu navaja.
-¿Mi navaja? No la vas a usar para volver a cortarte los muslos, ¿O sí? No vaya ser que me echen la culpa cuando estés internada de nuevo en la clínica.
-Gemido… no es para eso, la necesito para tallar el nuevo amuleto que estoy haciendo y como ya no me dejan acercar a cuchillos y objetos filosos aquí en nuestro Infierno personal que llamamos casa y al otro que llamamos escuela, eres el único capaz de conseguir lo que mi flagelada alma requiere con tanta urgencia- explicó con toda la desgana del mundo.
-Así que es para hacer tu bisutería barata, ¿Eh? Entonces no tengo problemas en prestártela- de un bolsillo sacó una Navaja Suiza que hizo girar hábilmente en su mano derecha y se la extendió.
-Pero primero, un par de condiciones- la retrajo cuando ella alzó lentamente la mano izquierda para tomarla generando el sonido de huesos viejos crujiendo haciendo que gimiese ofuscada -que me des la mitad de tus cigarros durante una semana y que en verdad no la uses para rajarte la piel de nuevo, porque si descubro qué tiene aunque sea la más pequeña mancha de sangre…
-Gemido… descuida, te aseguro que no tengo nuevos deseos de mancillar mi cuerpo terrenal con el efímero placer que general la carne al ser mutilada- accedió no cambiando su modo de hablar.
-Eso espero, porque si no, diré que me obligaste a dártela al lanzarme una maldición o una pendejada de ese estilo- sin poner más protestas se la entregó y sin siquiera decir gracias ella dio media vuelta para irse caminando de forma tan rígida que casi parecía un muerto viviente.
-Bueno, ¿Quieren que también explique quién es esa larguirucha con los ánimos de un cadáver y el sentido del humor de una piedra?- al mirar de reojo a la pantalla, esta vuelve a moverse de arriba abajo en señal de afirmación.
-Se trata de Luan otra de mis hermanas mayores, que como ya habrán adivinado, es una Ema cansada de vivir y que le gusta todo lo oscuro y macabro, con una muy pésima alma de poeta con tendencias a la automutilación. Lo que Lucy tiene de exageradamente alegre y cariñosa, ella lo tiene de depresiva y apática siendo tan opuestas como lo son Lana y Lola, ¿Cuántas posibilidades hay de que otros dos seres totalmente diferentes vivan bajo el mismo techo?
-Al menos no comparten cuarto como las otras dos, porque de ser así, la mima depresiva ya se habría puesto una cuerda alrededor de un cuello desde hace mucho tiempo para no oír no ver su desbordante alegría y no lo digo por exagerar.
-Aunque, no la puedo culpar del todo por ser como es, no con lo que nosotros tenemos por pa…
-¡BLUAG!- detuvo su explicación cuando chocó contra algo, corrección, contra alguien.
Era otra chica castaña con pecas, poco más alta que él, pero mucho, MUCHO más corpulenta al ser casi una enorme bola de grasa de la que sobresalen rechonchas piernas y brazos llegando a tales extremos que su camiseta blanca con rojo no lograba cubrirle todo su voluminoso estómago dejando al descubierto el ombligo.
Siendo justamente ahí contra lo que chocó Lincoln, quedando atorado como si hubiese impactado contra un muro hecho de plastilina gimiendo desesperadamente hasta lograr desatascarse y poder respirar libremente jadeando como alguien que casi muere ahogado.
-¡Hola, Lincoln! ¿Quieres un poco?- esa chica comía de lo más despreocupada unas galletas con chispas de chocolate sacándolas directamente de una caja teniendo toda la boca y parte superior del cuerpo cubierta de migajas y eructó cuando le hizo ese ofrecimiento.
Oh Dios Santo… ¿Ella es en verdad quién creo que es? (Yo no podía creer lo que estaba viendo)
-¿Y para volverme una marrana bípeda como tú que no tiene fondo? ¡Claro que no! Ni que fuese una muerta de hambre que come chucherías cada 5 minutos que desde antes del desayuno ya está llenando su cuerpo de calorías que se le acumulan en su gordo culo- le habló con toda la grosería del mundo debido a "casi morir" aprisionado en sus carnes.
La joven abrió enormemente los ojos y la boca por semejante falta de respeto, pero frunció el ceño y desvió la mirada inflando sus ya de por sí grandes cachetes para retirarse comiendo con más ímpetu sus galletitas no viendo la mueca de asco que le generó al albino porque vio sin querer la línea divisoria de su enorme trasero debido a que sus pantalones no le tapaban del todo esa zona de su enorme humanidad.
-Ese tonel de grasa porcina que ven ahí es Lynn Jr. otra de mis hermanas mayores. Una glotona de primera categoría que si pudiera se comería a sí misma para satisfacer su insaciable apetito a la que poco le importa cuidar su condición física siendo incluso más holgazán que Lola.
-Lo único bueno que puedo decir a su favor es que cae en el arquetipo de que las personas comelonas son alegres debido a la estupidez de: "Panza llena, corazón feliz" no dándose cuenta de que también le genera una repulsión desmedida a quién la vea agitar su culo grasoso, porque en serio, ¿Quién en su sano juicio podría serle grata la compañía de alguien como lo es Lynn?
Múltiples risas se manifestaron ante este comentario tan, pero TAN irónico.
-¿Qué? ¿Qué mierda les da tanta risa?- no comprendió el actuar de los espectadores.
Si tan solo estuvieses más informado de cómo está organizado el Loudverse, lo comprenderías, pero, mejor no acabo con la poca inocencia que todavía te queda.
-Bah, como si me importase la opinión de un montón de chismosos a los que no tengo que rendir cuentas- le hizo una seña obscena a la pantalla y bajó las escaleras hasta el primer piso.
-¿Todavía me siguen?- alegó al notar como la pantalla iba tras él como lo haría el operador de una cámara al filmar una escena -no dejarán de estar pegados a mí como ratas siguiendo un trozo de queso amarrado a la cola de un gato hasta que no siga con mis explicaciones, ¿Verdad?
-Supongo que mientras más rápido les presente a las otras pendejas más rápido me desharé de ustedes. Solo debo esperar a que se me cruce de nuevo alguna de ellas y así terminar con…
-¡BROMP!- sus palabras murieron porque efectivamente chocó de nuevo con otra chica.
Era otra rubia, para variar, siendo la más grande de todas las vistas hasta el momento. Contrario a Leni, vestía elegantemente como la secretaria del dueño de una empresa multimillonaria, lentes delgados que combinaban con ese conjunto azul celeste y cargando varios libros en sus brazos que se le cayeron cuando Lincoln colisionó de cabeza contra estos.
-¡OH NO, LO LAMENTO MUCHO, LINCOLN, NO FUE MI INTENCIÓN! ¡¿ESTÁS BIEN?! ¡¿TE DUELE MUCHO?!- entró en pánico sintiendo que cometió el peor error de la historia de la humanidad.
Se apresuró a alzarlo de la pila de textos que le cayeron encima viéndolo sumamente angustiada de la cabeza a los pies sujetándose las manos temblando ligeramente.
-¡Estaría mejor si supieras por dónde caminas, jodida pendeja!- su mal humor empeoró y se sobó la frente en dónde tenía impregnada el lomo de uno de esos tomos e hizo el ademan de pegarle.
-¡LO SIENTO, LO SIENTO, LO SIENTO! ¡ES QUE NO PUDE VERTE POR TODOS LOS LIBROS QUE CARGABA! ¡PERDÓNAME, POR FAVOR!- ella se encorvó cubriéndose la cabeza con ambos brazos al creer que iba a ser agredida estando a nada de ponerse a llorar de puro terror.
-¡MIRA, MIRA, NO COMIENCES CON LA MAGDALENA! Solo… solo ten más cuidado la próxima vez, Lori. Que ya desde temprano tengo muchos problemas- reunió paciencia frotándose el puente de la nariz para no desquitarse con ella -ahora recoge tus cochinadas y procura tener más cuidado. No vaya ser que a la próxima choques con Leni y sabes muy bien que ella no tiene mí misma paciencia.
-Sí-sí, entendido, hermano, entendido- todavía temblando como conejito asustado, ella se agachó para alzar sus libros haciendo que negase con la cabeza gruñendo desaprobatoriamente.
Hasta que nuevamente sintió como los espectadores (Incluyéndome) lo veíamos de lo más impresionados porque jamás pensamos ver a una versión de Lori Loud tan cobarde y sumisa.
-¿Qué más esperan que les diga si ya vieron lo que es esa pelele? ¿Qué haga la presentación formal como pasó con las otras?- por enésima vez, la pantalla se movió de arriba abajo.
-Lo qué me pasa por ser el centro de atención de este circo… esa otra jirafa con los cojones de un gatito asustado es Lori, la mayor de mis hermanas y la que debe imponer el orden entre todos nosotros para que no pongamos patas arriba el chiquero.
-O al menos, eso se supone es lo que tiene que hacer porque en realidad carece totalmente del sentido de autoridad que un hermano mayor debe tener, siendo una completa ñoña asustadiza que ante la más pequeña señal de confrontación enseguida se caga en los pantalones no siendo capaz de darle la cara alguien en una discuta o de hacer respetar su opinión.
-Si me da asco la grasienta figura de Lynn, los hábitos higiénicos de Lola, la desbordante alegría de Lucy, casi un infarto ante las repentinas apariciones de Luan, repulsión a la obsesión de Lana por la limpieza y unas enormes ganas de arrancarle la cabeza a Leni por ser una zorra, se me cae la cara de la vergüenza porque la mayor de las locas sea la misma imagen de la cobardía. Si tan solo tuviese más ovarios, tal vez esto no sería la antesala del manicomio en la que vivimos.
-¡Lincoln, Lincoln, Lincoln!- su molestia volvió a ser interrumpida porque alguien le jaló los pantalones y al bajar la mirada soltó otro gemido de gran fastidio.
Porque vio a una pequeña niña cuyo cabello castaño era amarrado por una coleta en la parte superior de la nuca, poseedora de grandes gafas cuadradas, de un suéter azul con cuello de tortuga y que sonreía de medio lado teniendo la lengua salida expulsando un chorro de babas.
-Lo que me faltaba… ¿Qué quieres, Lisa?- de mala gana se agachó para cargarla.
Esto cada vez se pone mejor, hombre (Tampoco puedo creer que exista esa versión de Lisa)
-Mira esto, ¿No quedó de lo más bonito?- igual que Lucy, le mostró un papel que en vez de tener un lindo dibujo colorido posee macarrones pegados intentando representar algo.
-Este… sí, muy lindo… ¿Pero qué es?- al peliblanco iba a darle una migraña por tratar de descifrar lo que ahora estaba ante sus ojos.
-¡Una jirafa! A Darcy le gustan esos animales así que hice una para regalársela para su cumpleaños, ¿Crees que le guste?
Iba decirle que era una completa cochinada, pero al mirar el brillo de la ilusión que radiaban sus inocentes ojos mientras aún tenía la lengua salida, tuvo que morderse la suya propia.
-Claro que le gustará. Le dará un infarto de la emoción al verlo- pero no se contuvo a la hora de decir un comentario de doble significado que ella no podría comprender.
-¡Sabía que lo hice bien! Muchas gracias, hermano.
Cuando fue dejada en el piso se retiró súper alegre y viendo fijamente su "obra maestra" no apreciando la nueva mueca de desaprobación que él tenía… ni tampoco una mesa de la sala que estaba en mitad de su camino con la que inevitablemente chocó de cabeza.
-¡AJUJUJUIIIHHH!- cayó sentada llorando a caudales sobándose el gran chichón que se le formó.
-Me llevan los mil diablos… es la tercera vez esta semana- no pudiendo hacerse el de la vista Lynn, digo, gorda ante eso, Lincoln la volvió a cargar y meció para que se calmase -¡LYNN, VEN ACÁ, BOLA DE CEBO CON PATAS!- llamó a su hermana más carnosa.
-¿Qué quieres? Si quieres comida de mi parte no recibirás ni una migaja por grosero- la obesa acató su llamado ahora comiéndose una bolsa de papas.
-Lisa se volvió a dar duro por la cabeza. Dale una de las miles de golosinas que tienes guardadas ahí en tus bolsillos de carne para que se calme- le entregó a la otra castaña casi embutiéndola contra su voluminoso estómago.
-¡Oh, se lastimó mi pequeña y dulce hermanita!- eso bastó para que dejara de estar molesta con él y también meció a la niña -descuida, aquí tengo algo para aliviarte.
Lincoln expresó la misma mueca de repulsión que Lana tuvo al ver a esas ratas cuando Lynn metió la mano entre los grandes pliegues de carne de su panza para sacar una gran paleta de caramelo a medio comer y que tenía unos cuantos pelos pegados para introducírsela sin pensarlos dos veces a Lisa en la boca que al sentir ese sabor abrió enormemente los ojos y prosiguió a degustarla.
-Me alegra ver que ya estás mejor, mi dulce hermanita. ¿Quién dijo que las golosinas no son la solución para los problemas de la vida?- le dedicó una mirada de burla y desafío a Lincoln para retirarse y continuar comiendo sus papas todavía cargando a la niñita.
-Cuando te dé un infarto por tener todas las venas tapadas de azúcar no seguirás sonriendo tanto, marrana premiada- volvió a insultarla volviendo a asquearse debido a la vista de su retaguardia.
-Ese otro angelito insoportable es Lisa, la más chiquita de mis hermanas y es… cómo decirlo sin tener que decir una grosería… "de pocas luces" si captan lo que trato de decir. Sé que al tener cuatro años no debe ser una lumbrera o algo parecido, pero, en comparación con las gemelas o Lucy cuándo tenían su edad, ella… realmente hace honor al chorro de babas que siempre tiene.
-Por lo que requiere de cuidado especiales y un poco más de paciencia al momento de tratar, pero me preocupa que al crecer siga siendo así porque… ¿Qué tipo de vida le espera a alguien que claramente solo tiene un dedo de frente?- sincero temor se podía notar en su voz.
Serás cualquier cosa, pero demuestras a tu manera preocuparte por tus hermanas más pequeñas, ¿O me equivoco? (No desperdicie tiempo en hacerle ver que no es del todo el bastardo cruel y desalmado que tanto ha tratado de aparentar)
-¡Tú cierra el hocico!- volvió a hacer el ademan de golpearme y retomó su camino.
-¡SHIIII! ¿Puedes guardar un poco de silencio, hermano? Trato de concentrarme.
Le pidió la más grande de las chicas castañas vistas hasta ahora, usando un largo vestido estilo Inglés de color morado, abundante cabellera que caía como cascada con un broche y sentada cerca de la chimenea alejada de todos manteniendo los ojos cerrados mientras tocaba un violín.
Con gran habilidad y maestría producía hermosas letras musicales que serían capaces de calmar hasta la más embravecida de las bestias y que fluían con el viento como lo haría la más refrescante brisa primaveral para que al igual que el grito que Lana expresó antes llegaran hasta el último rincón de la Residencia Loud y así apaciguar el mal genio que algunas de sus congéneres ya tenían.
Aunque en el caso de Lincoln, esas notas musicales al plasmarse en forma física flotando en el aire chocaron contra sus oídos como autos colisionando ante una pared rompiéndose y generando el sonido de cristales rotos manifestando otra mueca de inconformidad igual a la que tendría alguien que escucha uñas raspando un pizarrón.
-Se dice qué para gustos y colores, hay todo tipo de opciones. Pero tú sí que me la pones difícil, Luna- reclamó sobándose los costados de la cabeza; ella no le prestó atención y siguió con lo suyo.
-Y por última pero no menos importante: Luna, la tercera más grande de las hienas y las más… "serena" de todas por así decirlo. La hermana musical como lo acaban de ver y oír que aborrece lo bullicioso y le gusta estar lejos del resto para enfocarse en su aburrida Música Clásica que solamente a ella le gusta- agitó la cabeza generando el sonido de un objeto dentro de una lata.
-Una aburrida en resumidas cuentas siendo muy modesta, pero por más ilógico que parezca, es lo que hace falta en esta olla de grillos. Como lo hace Lana y su enfermiza fijación por la limpieza, la música serena que descompone sirve para menguar mínimamente el alboroto que siempre ocurre aquí y calmar el mal genio que muchas poseen como si tuviesen arena en la vagina y en el cu…
-¿No te cansas de seguir estorbándome, enano?- sorpresivamente fue interrumpido otra vez por Leni ahora cayendo de cara al piso por el nuevo empujón que le dio todavía hablando por celular, ahora fumando un cigarro del que expulsó su humo al soltar una carcajada por lo que le dijeron.
-Estás buscando que te…- iba a subirse las mangas dispuesto a darle un buen golpe.
-¡NIÑAS, LINCOLN, A DESAYUNAR!- pero una potente y rasposa voz se hizo presente acompañada de una toz igual de enérgica, causando que Luna abriera los ojos de par en par e hiciese un mal movimiento rompiendo una de las cuerdas del violín.
-Ah… ya oíste, mi estimado hermano. A comer- pero mantuvo la compostura y guardo en su estuche el instrumento musical para dirigirse al comedor dando pasos dignos de la realeza.
-¡COMIDA, COMIDA, COMIDA!- Lynn se regresó por dónde se había ido creando temblores con sus pisadas al correr teniendo sobre su cabeza a Lisa que se sacó la paleta de la boca y la apunto hacia adelante riendo tiernamente al sentir que está montada en un lindo caballito.
-Hasta que al fin. Ya iba a comer de nuevo la basura del Señor Alegrón- Lola bajó las escaleras cargando a una todavía inconsciente Lana en su brazo derecho tal cual como un costal de papas.
-Gemido… ¿Qué migajas serán esta vez las que invadirán las prisiones carnales a las que llamamos cuerpos y que solo retrasarán por un efímero momento nuestra Hora de Partir?- saliendo al parecer de la nada, Luan también se dirigió al comedor casi arrastrando los pies.
-¿No vas a desayunar, Lincoln?- preguntó Lori al verlo sacudirse el polvo que le generó caerse por culpa de Leni.
-Un momento, un momento. Sabes que no me gusta que me apuren- la mirada que le dedicó le hizo estremecer nuevamente y agachó la cabeza frotándose las manos para ir con las demás.
-Bueno, y conocieron a las pendejonas que tengo por hermanas. Ahora si ya dejaron de acosar, déjenme llenar la tripa.
Espera un segundo, pedazo de bolonio antipático. ¿No te faltó una por presentar? (Pregunté al notar la ausencia de cierta personita)
-¿Qué? ¿De qué rayos estás hablando ahora?- no comprendió a que me estaba refiriendo.
-Un segundo… acaso… ¿Te estás refiriendo a…?- perdió el aliento y abrió los ojos de la impresión.
-¡Linky, ven! ¡¿No quieres desayunar con nosotras?!- pero la tierna voz de Lucy lo distrajo.
-¡Un momento, carajo! Escuchen, jodidos chismosos. Ya les di gusto mostrando las calamidades con las que comparto espacio, ahora paren de molestarme y déjenme de gozar lo que quede de este nuevo día de mierda.
Amenazó señalando la pantalla y fue con las Chicas Loud a llenar el estómago con la deliciosa comida servida en la larga mesa del comedor con la que seguramente se le quitará el mal humor.
Suposición que distaba lejos de ser acertada porque al llegar y tomar asiento entre Lucy y Lisa, lo único que vio fue unos wafles a medio descongelar recubiertos de miel rancia acompañados de lo que se supone es jugo de naranja servidos en vasos bastante sucios.
-Ay no mamen… ¿Otra vez esta cochinada?- ni él, ni Leni, ni Luan, ni siquiera Lori y Luna disimularon su mueca de repulsión por el nada apetitoso manjar que tenían en frente.
-¡OH, WAFLES SEMIDESCONGELADOS CON MIEL, MI DESAYUNO FAVORITO!- pero Lynn se relamió los labios y sin tapujos abrió enormemente la boca para comerse de un solo movimiento su ración.
-Bah, comida es comida- Lola se encogió de hombros y prosiguió a ingerir el alimento bebiendo de un sorbo su vaso de jugo y soltando un potente eructo con el que expulsó la mosca que antes se había tragado y que salió volando como una bala hasta chocar contra un cuadro.
Lana a su derecha apenas recuperaba el conocimiento y se sobó la frente parpadeando hasta recuperar la orientación y al ver el jugo de su vaso quiso tomarlo para pasarse el mal sabor de vómito que aún tenía su paladar.
Hasta que vio lo increíblemente sucio que estaba y como el jugo casi era agua de alcantarillado, visión que se reforzó cuando una de las cucarachas que habitaban el cabello de su gemela se posó ahí para verla fijamente agitando un poco sus antenitas de vinil.
-Por todos los Cielos…- las mejillas de nuevo se le hincharon como globos verdes -¡DISCÚLPENME UN MOMENTO!- volviendo a correr a la velocidad del rayo, subió las escaleras dejando otra estela de humo para expulsar en el baño el poco contenido estomacal que aún le quedaba.
-Tú te lo pierdes, hermana- no desaprovechando la oportunidad, Lola se tomó su jugo y dejó que sus ratas mordisquearan su wafle.
-Este… estimada madre, ¿Qué no se supone habíamos comprado un paquete de rebanadas de pan hace unos días para poder prepararnos unos emparedados?- quiso saber Luna manteniendo a duras penas su porte cortés y culto.
-Es que se me antojó un bocadillo de media noche.
Contestó la madre del niño altanero y vulgar y de todas esas chicas tan peculiares, una mujer que parecía ser una muy grotesca y aberrante combinación de Lynn y Lola.
Porque era también muy, MUY obesa, sus sucias, viejas y desteñidas prendas tienen notorias manchas de sudor en las axilas y en el cuello y pecho y dan la impresión de romperse en cualquier momento debido a como le apretaban, su rubio cabello era cubierto por una red, posee una asquerosa verruga en la nariz, careciendo de cualquier tipo de maquillaje o tratado facial, las uñas de las manos y de los pies eran largas e igual de descuidadas siendo casi iguales a las zarpas de un ave de rapiña estando tan manchadas como el resto del cuerpo y de su ropa.
Y sin siquiera se tomó la molestia de comer junto a su prole porque se tiró en el sofá de medio lado y apoyando la cara en la mano zurda mientras que cambiaba de canal con la diestra con el control remoto buscando algo interesante que ver en la TV.
-¿Alguien tiene algún problema con eso?- retó a que alguno le reclamara por comerse los panes destinados a los sándwiches.
Nadie se atrevió a decir algo, ni siquiera Lincoln o Leni, limitándose a mantener la cabeza gacha expresando en sus mentes las muchas cosas que quisieran poder decirle en su para nada graciado rostro y que al parecer se las han tenido que guardar durante mucho tiempo.
-Así me gusta. Ahora terminen de comer, laven los platos y lárguense a la escuela para que pueda ver tranquila la televisión sin un montón de dolores de cabeza como lo son ustedes- dejó a un lado el control cuando encontró algo interesante para ver y sacó una botella de licor a la que le dio un profundo sorbo para eructar con la potencia de un volcán en erupción.
-Oh… y yo que quería comerme un delicioso emparedado hoy…- Lucy se lamentó y miró con ojos acuosos su plato teniendo temblorosos sus labios.
-No, no. Descuida, mi enorme terrón de azúcar. Te prometo que en la escuela te compraré el emparedado más delicioso que pueda conseguir- demostrando nuevamente su faceta de buen hermano mayor, Lincoln la sujetó de los hombros mientras le sonreía para que ella hiciese lo mismo al saber que él jamás faltaría a su palabra.
¡AAAHHHH! (Yo y el resto de espectadores soltamos un grito conmovidos por esa enorme demostración de afecto por una de sus hermanitas)
-¡¿Todavía siguen de chismosos?!- pero otra vez volvió a hacer la seña obscena con la mano.
-Bueno, está bien, está bien, ¡Pero esta será la última explicación que dé en esta casa!- se resignó al saber que no dejaríamos de observarlo hasta que siguiera contando el cuento.
-Esa enorme y descomunal ballena con patas que ahora mismo está ahí tirada y que apesta como mil sacos de estiércol se llama Rita, lo que tenemos por "mamá" y una completa inútil negligente incapaz de hacer hasta las cosas más sencillas que una madre de verdad haría por sus hijos.
-Más glotona que Lynn, más perezosa y asquerosa que Lola, más malhablada e irreverente que Leni o yo, una alcohólica sin remedio alguno que pocas veces nos ha demostrado algo de amor o cariño genuino y que no lo pensará dos veces al momento de darnos con la correa si no hacemos aunque sea la más pequeña e insignificantes de sus peticiones- mucha ira y rencor se apreció al decir esto último mientras se sobaba el hombro derecho.
-Por lo que si se preguntaban porque yo y la pendejas somos como somos, ahí tienen la mitad de la respuesta, ¡Y ahora no pregunten cuál es la otra mitad o verán lo que soy capaz de hacer cuándo estoy realmente furioso!- advirtió volviendo a subirse las mangas.
Eh… no dije nada (Me hago el desentendido y comienzo a chiflar desviando la mirada justo cuando abrí la boca para hacer esa pregunta… aunque ya me imaginaba cuál sería la respuesta)
Terminado el para nada nutritivo desayuno, Lincoln y sus di… nueve hermanas se dirigieron a la Van familiar, y qué en esta representación, si daba la impresión de que podría caer hasta con el soplido de una mosca.
-¡Muy buenos días, Loud! ¿Cómo amanecieron en este nuevo y hermoso día?- los saludó un anciano, calvo, con un gran bigote blanco y un corbatín rojo teniendo una sonrisa que casi era de oreja a oreja y cortaba el césped.
-El mismo martirio de siempre…- contestó Luan con esa voz más muerta que viva.
-¡MUY BIEN, SEÑOR ALEGRÓN!- pero Lucy respondió ya teniendo su característica alegría.
-Me alegra saber eso. ¿Quieren unas deliciosas galletas que preparé?- con toda la bondad del mundo, les ofreció una bandeja llena de esas suculentas golosinas.
-Esa pregunta se responde sola, viejito. ¡VENGA PARA ACÁ!- con un rápido movimiento, Lincoln se la quitó para así disfrutar con sus hermanas de lo más cercano a un desayuno nutritivo.
Coff, coff… detuvo su masticada y miró de nuevo la pantalla cuando me escuchó toser.
-Bueno, supongo que presentarlo es lo mínimo que puedo hacer por lo que acaba de darnos- se tragó lo que tenía acumulado en sus cachetes y le dio otra galleta a Lisa al volverla a cargar.
-Ese Santa Claus que está ahí es el Señor Alegrón, nuestro exageradamente risueño y positivo vecino. El único en este barrio capaz de aguantar el bullicio que nosotros generamos día a día, jamás expresando enojo alguno e incapaz de matar a una mosca al ser un viejo mariposón.
-No se lo digan a nadie, pero en verdad me alegra tener a alguien así como vecino. Porque nos sirve de apoyo, al menos a las más chiquitas, cuando las cosas en el chiquero están más locas que de costumbre. Si todas las personas de este mundo lleno de dementes tuviesen su mismo corazón de oro… pero claro, jamás descuidando la guardia ni dejándolo solo por mucho tiempo con Lucy o las otras enanas porque no vaya a ser que resulte ser un inmundo pedófilo o algo así.
Justo cuando se dispuso a ingresar a Vanzilla con sus hermanas, un convertible negro se estacionó en el patio delantero de la vivienda subiéndose a la acera casi chocándolos al derrapar causando que Lori soltase un grito de espanto y saltara a los brazos de Lynn.
-¡MIGUEL, FIONA, AL FIN LLEGAN CARAJO! Creí que me iban a dejar tirada con estos idiotas- los recién llegados fueron recibidos por Leni que de un solo salto se subió al asiento del copiloto.
-¿Me creías capaz de hacer algo así? ¡Me rompes el corazón!- fingió estar ofendido el conductor, un joven de su edad bien peinado y que tenía prendas de malandro para tomarla y darle un muy rudo beso en los labios.
-Y el mío- también dramatizó una castaña en los asientos de atrás con ropas parecidas a la suya y un lunar en la cara para inclinarse hacia adelante y besarle sin pena alguna la mejilla derecha.
-No lloriqueen y andando. Que esa ropa de marca no se va a comprar sola- los apuró.
-¡No, Leni, espera! ¿De nuevo vas a faltar a la Secundaria? ¿No recuerdas lo que la directora te dijo sobre que si seguías faltando así a clases perderías el año?- le recordó Lori cuando Lynn la soltó.
-¡PURF! Como que eso me vale tres pilas de mierda. No comiences con tus mariconerías y déjame gozar la vida ahora que soy joven, ¡VAMOS!- no le hizo caso alguno y le pidió a Miguel que pisara el acelerador a fondo.
Al arrancar el convertible, su amigo causó que las llantas traseras dispararan trozos de pasto y tierra en diversas direcciones, dándoles a ellos literalmente en la cara, antes de retirarse a toda velocidad a ignorando por completo cualquier medida de seguridad.
-Ummm… lombrices con tierra y césped mañaneros, mis favoritos- Lola se quitó esa suciedad al sacar la lengua y moverla como una serpiente relamiéndose todo el rostro.
-¡SUCIOS, SUCIOS, SUCIOS!- pero Lana no perdió tiempo en usar un trapo y atomizador para limpiarse y luego a los demás dejándolos brillantes e inmaculados -¡MUCHO MEJOR!- asintió orgullosa de su labor cruzándose de brazos.
-Puaj… puaj… si, Lana, gracias a ti de nuevo evitamos ser unos sacos de basura andantes- Lincoln volvió a toser burbujas de jabón -ya larguémonos de nuevo- ingresó a la Van con sus hermanas.
-Bien, ya conocieron a los compinches de Leni. El mujeriego descarado de Miguel y la otra golfa culo fácil de Fiona, con quienes se relaciona y lleva mucho mejor que con cualquiera de nosotros y con los que hace… no puedo decirlo porque Lucy y las otras enanas están presentes- palmeó la cabeza de la pelinegra que canturreaba una alegre canción balanceando las piernas en su asiento.
-Pero, no pierdo la esperanza de que ese gaznápiro la deje premiada para que así ella se largue al fin de la casa y así quitarnos un enorme peso de encima y que nuestras vidas se vuelvan un poco más llevaderas, y por cómo les gusta hacerlo sin protección, no dudo que ese sueño pronto se hará realidad.
Una nube se formó sobre su cabeza en dónde se imaginó a sí mismo sacando de la casa y de una patada al trasero a una embarazada Leni mientras le gritaba: "no fue un placer conocerte, ¡Adiós!" antes de cerrar la puerta, lo que le hizo sonreír ampliamente y soltara un gemido de satisfacción.
-¿Qué sueño, Linky? ¡¿Uno de nosotros viajando en un barco sobre un mar de chocolate hacia la Isla del Caramelo?- pero Lucy al oírle decir eso tuvo su propia y mucho más sana e infantil fantasía.
-Más o menos, mi terrón de azúcar- volvió a acariciarle el cabello.
-Ahora sí, ya hice todas las presentaciones que tenía que hacer. Así que vayan a joder a otro, porque ni crean que me tomaré la molestia de explicar un "día normal" en el otro antro de mala muerte al que llamamos escuela.
Dicho eso, Lori encendió a Vanzilla causando el sonido de piezas desacomodándose y de motor oxidado para ponerlo en marcha expulsando una intensa nube de humo del mofle que hizo toser al Señor Alegrón que había seguido cortando de lo más feliz su patio.
Oh, mi estimado Lincoln. Si supieras que este es el inicio y aún te queda mucho por explicar y afrontar más adelante (No despegué mi vista del vehículo hasta que se perdió en la lejanía)
Primera parte del Piloto completada el 13/11/2022.
No saben la risa que me dio escribir todo esto, es que en serio, retratar a Lincoln y sus hermanas de forma contraria a lo que son "normalmente" en los fics y en la serie Canon… ¡Por algo puse en el título la verdadera Casa de Locos! XD
Bueno, como lo dije en mi fic de "Preguntas y Respuestas" la idea de este Piloto se me ocurrió hace un par de años y el autor Regamers10 la tomó creando el fic "The Reverse House: La Casa Reversa" en dónde le di consejos e ideas de como serían los personajes, pero como dejo esa historia paralizada durante más de un año, no me queda más opción que postular lo que ya tenía en mente en ese entonces y mostrar como yo creo que serían los completo opuestos de los personajes de TLH (Digo esto en caso de que alguien crea que hice un plagio o algo así)
Y mi premisa original sería que los "Loud normales" mediante un portal inter-dimensional creado por Lisa pudieran conocer a estas contrapartes suyas, en donde tanto Lincoln como sus hermanas se den cuenta de que a pasar de lo dura que puede ser la vida en varios aspectos, en realidad tienen mucha suerte por el tipo de vida que les tocó en comparación a sus homónimos y así puedan ayudarse mutuamente con sus problemas y complementarse en los aspectos que carecen de su otro Yo.
Obvio que en el siguiente capítulo se mostrará más de su vida y la de los otros personajes de la serie, pero entonces… ¿Cuál Loud les dio más risa? Porque no tienen idea las carcajadas que solté cuándo escribía las escenas de Lola, Lana, Lucy y Lynn y como Lincoln se relacionaba con ellas diciendo tales indirectas, ¡Es que en verdad no sabe cómo lo retratan en otros fics!
Explicado todo, me retiro. Atentos cuando suba la segunda parte de este seudo fic de lo más disparatado XD