AMOR DE HERMANAS

Lincoln Loud, el único hijo varón de una basta familia, puede caracterizarse por muchas cosas. Como alguien ingenioso que intenta encontrar las mejores soluciones a los problemas que la vida le impone, con una gran paciencia al tener que lidiar con situaciones demenciales que acabarían con la cordura de cualquier otra persona y muy altruista al ser capaz hacer lo que fuese por sus seres queridos incluso si para esto debe sacrificar su propia felicidad.

Siendo esta última cualidad lo que más atesoran sus 10 hermanas, porque saben que siempre podrán contar con él para lo que sea y jamás las decepcionaría.

-No sé qué regalarle a mi Osito Bubu…- cuando la familia estuvo en el Centro Comercial, Lori aprovechó para buscarle un regalo a su novio pero no sabía que escoger.

-Lincoln, ¿Puedes ayudarme a elegir qué obsequiarle a mi novio?- recorrió a su hermano, segura de que solo un chico puede entender la mente y gustos de otro chico.

-Ummm…- él se frotó el mentón de modo pensativo, haciendo memoria de lo que al mexicano le gusta y que le ha contado la hermana de él mediante videollamadas.

-Pues según lo que Ronnie me ha dicho, a Bobby le encantaría una chaqueta de cuero negra como esa- señaló el mencionado artículo en la sección de prendas de vestir -todo con tal de parecer un verdadero "machoman" digno de una bella damisela como tú- utilizó un meloso tono latinoamericano al momento de haberle dicho esto.

Lori abrió un poco la boca y se giró para que no viese el sonrojo que le generó sus palabras, pero no por saber lo que dice su novio sobre ella, sino porque su propio hermanito le haya dicho tales palabras.

-Déjate de tonterías. Sabes bien que no te sale para nada bien hablar de esa manera- dijo cortante para disimular la enorme pena que le dio.

(…)

-¡No, no, no! ¡ESTO ASÍ NO SIRVE!- una muy exasperada Leni tiró a un lado una prenda de vestir que había hecho con su máquina de coser, pero al ver como le quedó la tiró a un lado por no estar conforme con el resultado.

-¿Te pasa algo, Leni?- eso no pasó de ser percibido por Lincoln que se le acercó algo preocupado.

-Ay, Linky, es que Fiona cumple años mañana y como que se me olvidó y no pude comprarle un lindo regalo. Trató de confeccionarle un bello vestido, pero todos mis intentos salen muy feos- le mostró su intento de prenda de vestir.

-Leni, tú sin dudas eres capaz hacer una tormenta de un vaso de agua- sus preocupaciones le hacían mucha gracia por lo exageradas que eran -el problema se soluciona fácil: toma uno de los vestidos que Lori o tú ya no usen, retócalo para que quede más bonito de lo que ya está y listo, la dejarás de lo más maravillada- propuso la respuesta más simple y obvia de todas (Y que por supuesto no pudo haber sido concebida por la muy privilegiada mente de la blonda)

-Oh… ¡¿Cómo no se me pudo haber ocurrido antes?! ¡ERES UN GENIO, LINKY!- súper emocionada porque le salvó el pellejo, Leni le dio un fuerte abrazo.

-Eh… Le… Leni… no puedo… respirar- se quejó, pero en vez de ponerse azul por la falta de aire, se colocó rojo debido a que ella al abrazarlo así causó que su cara se comprimiera sus pechos.

(…)

-¿Qué está pasándome? ¡Se supone que esto debería ser pan comido para mí!- Luna también tenía sus propios problemas de indecisión y tachó algo que escribió en una hoja.

-¡Lincoln!- al ver a su hermano caminando por ahí jugando con un PSP, lo llamó para también solicitar su ayuda -me alegra verte, Brother. Necesito de tu ayuda para una canción.

-¿Mi ayuda? Pero si a mí la música no se me da como a ti, Luna- la miró extrañado.

-Es para algo que estoy componiendo para Sam. He creado varias letras, pero ninguna me convence y por eso necesito que me ayudes a crear la mejor con la que le demuestre lo mucho que la amo- le entregó otro papel para que leyera lo que ha tratado de hacer.

-Al estar junto a ti, la llama de la pación se incrementa dentro de mí. Estar un solo segundo lejos de ti, es el peor martirio para mí y no puedo dejar ni un solo instante en ti…- repitió lo que Luna escribió, así que de nuevo se acarició la quijada para pensar e intentar formular una mejor letra.

-Creo que lo tengo- hizo un chasquido de dedos -intenta usar diversas rimas. No te conformes con palabras que terminen en "ti, mi" u otras parecidas porque son repetitivas y llegan a ser algo tediosas de leer y oír. Métele variedad y así le quitarás el aliento.

-¿Así que era eso? ¡¿Cómo es que no lo noté desde un inicio?!- bastante idiota se sintió la Rockera cuando se puso a analizar ese detalle al ver el papel cuando él se lo devolvió.

-Bueno, se dice que cuando alguien hace algo por la persona que ama se le pasa por alto mil y un detalles, ¿No?- también logró que se sonrojase ligeramente por tales palabras.

(…)

-¿Para qué me pediste que viniese, Luan? Si es para practicar una de tus tontas bromas entonces no cuentas conmigo para nada- entro renuente al cuarto de la comediante.

-¡Descuida, no es para nada de eso! Sino por esto- impresionado quedó por lo que ella le mostró.

Resultaba ser que Luan estaba parada de manos sobre un butaco… que a su vez estaba sobre sobre una escoba y que a su vez se halla encima de un florero, que está arriba de varios platos, una pequeña mesa y la lista sigue hasta terminar en una pelota que se agitaba levemente por tener que soportar el peso de ella y de todos esos objetos.

-¿Pero qué estás haciendo, Luan?- algo de temor le dio verla así porque esa estructura no parecía ser muy sólida y en cualquier momento podría caerse.

-Practico para un nuevo número rutina para mi rutina. Esta es solo la primera parte del Acto, la segunda consiste en hacer malabares con mis pies mientras estoy en esta posición y por eso te necesito, para que me arrojes las cosas que tengo en mi cama y así practique- explicó manteniendo con admirable habilidad el equilibrio.

No del todo seguro, Lincoln hizo lo que le pidió esperando que (De nuevo) el tiro no le saliese por la culata y lo afectase tanto a ella, como a él y a quién esté cerca. Tomó martillos, serruchos, tenazas y otras herramientas y se las tiró.

Volvió a asombrarse porque ella logró hacer malabares con los pies sin perder el equilibrio no dejando que alguna de esas cosas potencialmente mortales le cayeran encima. Sin dudas será un número muy llamativo en su repertorio de actos para su mini empresa de "Negocios Graciosos"

Siempre y cuando siga practicando para que no pase accidente alguno.

-¡AY!- gritó cuando perdió el equilibrio y cayó de cara contra el suelo seguida de las cosas con las que hacía maromas y de las que tuvo que usar para apoyarse quedando sepultada por completo.

-¡LUAN!- inmediatamente Lincoln comenzó a quitar todos los objetos de encima -¡¿Estás bien?!

-Auch… auch… ¿Alguien tomó la matrícula del camión que me atropelló?- fiel a su estilo, ella hizo una broma trillada y cliché para aligerar la situación teniendo una sonrisa estúpida, con ojos en forma de caracol, unos cuantos chichones y varios pajaritos girando sobre su cabeza.

-Descuida, Luan. Ahora mismo busco el botiquín de primeros auxilios- salió del cuarto y ella le dijo aun con voz retardada: "descuida… aquí te espero… ¿A dónde más podría ir?"

-Te había dicho que primero comenzaras a hacer malabares con pelotas, cabeza de chorlito- la regaño el Señor Cocos sentado en la cama (Y que de alguna manera podía hablar sin que ella lo sujetase)

(…)

-… 95… 96… 97…- Lincoln ahora sujetaba un cronómetro mientras hacia una cuenta viendo como Lynn trotaba dando vueltas alrededor de un parque cargando unos pesados sacos de cemento -98… 99… ¡Y 100! ¡Ya puedes detenerte!- la castaña enseguida se detuvo apenas oyó esto.

-¿Y bien…? Cuánto… ¿Cuánto tiempo me tomó completar las cien vueltas esta vez?- quería saber cuando tiró a un lado los sacos y se tronó la espalda al inclinarse hacia atrás gruñendo adolorida.

-La última vez te demoraste 10 minutos, esta vez tu tiempo fue… ¿10 minutos con 30 segundos?- muy confundido quedó al revisar los tiempos en una libreta de apuntes.

-¡¿Qué?! ¡NO PUEDE SER!- eso la molestó mucho y le quitó el cuaderno para mirar sin importar lo mucho que traspirada al sudar a cántaros -esto es imposible… ¡Se supone que debería costarme menos tiempo!- sintiendo un fuerte golpe para su enorme ego, se dispuso a volver a trotar.

-No, Lynn, espera. Primero debes reposar, recuerda lo que el doctor te dijo sobre esforzarte de más- la tomó de una muñeca para que no hiciera algo contraproducente.

-¡Déjate de delicadezas! Mejor debes recordar el dicho de "si no duela, no sirve" así que prepara el cronometro y empecemos con…

Detuvo su hablar porque apenas tomó uno de los sacos, soltó un incontenible rugido de dolor cayendo de bruces al césped y que ese mismo costal le cayera sobre su espalda.

-¡LYNN!- nuevamente, el albino fue al rescate y tal como un noble caballero al rescate de una princesa, la cargó para dejarla con cuidado en una banca -¡¿QUÉ TE PASA?!- la miró con cuidado temiendo que haya sufrido un daño físico irreparable.

-La espalda… me duele mucho la espalda… ¡RAYOS!- ella no podía contener su lágrimas de dolor.

-Déjame ver- la postró bocabajo y subió su camisa deportiva para dejar al descubierto su bien esculpida espalda -tienes un feo hematoma… tienes suerte de que yo haya venido preparado- sacó de su mochila un frasco con pomada -ahora permanece lo más quieta posible.

-¡AUCH, CUIDADO CON LO QUE HACES, GRANDÍSIMO TONTO!- chilló como la nena que se supone que es al sentir la fría crema sobre su piel -no… no puede ser que esté en esta posición…

No se refería a estar lisiada y temporalmente lisiada no pudiendo hacer su rigurosa actividad física, sino por estar en esa pose, con la parte superior del cuerpo al descubierto y dejando que su hermano varón la sobara con ambas manos.

-Te había dicho que tuviese cuidado y no me hiciste caso. ¿Tus ganas de demostrar siempre ser la mejor son capaces de llevarte a lastimarte de maneras como estas?- él la regañó como si fuera una niña chiquita (Que así lo es en estatura) ofuscado porque esto se habría evitado si ella lo hubiera escuchado desde un inicio.

-Ya, ya. Ni que fueses papá o mamá para sermonearme- luego de esa queja, cruzó los brazos bajo su cabeza para intentar relajarse con los masajes que recibía de su parte.

(…)

-¿Realmente tenemos que hacer esto a estas de la noche, Lucy?- en una fría y oscura noche, tuvo que acompañar a su única hermana pelinegra al cementerio de mascotas.

No hace falta recalcar lo realmente asustado que se halla en ese instante.

-Suspiro… ya te lo dije, Lincoln. Para poder llevar a cabo el ritual para guiar el alma de ese pobre gato atropellado al Más Allá debo hacerlo en una noche como esta- contrario a él, ella caminaba sin miedo alguno entre las diferentes lápidas de animales que hay.

-Bien, ponlo aquí- solicitó que colocara la caja-ataúd que cargaba y que contenía en su interior el mencionado minino muerto dentro de un agujero que hizo de antemano -ahora prende las velas mientras recito el conjuro adecuado.

Fuertes brisas salieron de la nada causando que el chico se abrazase a sí mismo, que temblase mirando todo a su alrededor en contraste con la niña que sigue inmutable mientras leía un libro negro; ni siquiera la caía de rayos a la lejanía lograban incomodarla.

Lo que le quitó el aliento fue como un punto brillante emergió del ataúd, tomando la apariencia de un tierno gato, que ronroneó trotando de un lado a otro como lo hubiera hecho en vida hasta correr perdiéndose en el horizonte creando un intenso resplandor.

Tal visión lo hubiera dejado de lo más maravillado… si no fuera porque escuchó varios chillidos pertenecientes a unos murciélagos que se molestaron por esa explosión de luz y salieron de sus escondites con la intención de enseñarles a no molestar a los que no han muerto aún.

-¡LUCY, MUÉVETE, MUÉVETE!- la tomó de una muñeca y se la llevó corriendo para que esos mamíferos alados no les chupasen la sangre hasta dejarlos secos.

Continuaron corriendo apenas manteniéndose un par de pasos por delante de los murciélagos, hasta qué al hacer un giro cerrado en una esquina, se escondieron detrás de una lápida. Por suerte las criaturas aladas siguieron de largo no pudiendo verlos, a lo que compartieron el mismo suspiro de fastidio.

-Suspiro… un poco más y drenan aquello que me mantiene alejado del Mundo de los Espíritus- por el modo tan apático que Lucy tiene al momento de hablar, no podría saberse si esto lo dijo con alivio o desilusión.

Pero también un leve rubor se apodero de sus mejillas al notar que Lincoln (Que de nuevo temblaba) la abrazaba fuertemente de modo protector teniendo los ojos cerrados.

-Ah… Lincoln… ya puedes soltarme- solicitó ya no hablando de forma tan estoica.

-¿Segura? ¿Ya pasó el peligro?- pero no la dejó ir y solo cuando ella soltó un gemido de afirmación -que alivio… ¡Esta es la última vez que te dejo venir al cementerio a estas horas! ¡¿Entendiste?!- el miedo fue reemplazado por enorme molestia, la misma que tendría un hermano mayor cuando una de sus hermanitas hace algo que por poco le cuesta caro.

-Suspiro… claro, claro. Como tú digas- ella esbozó una ligera sonrisa de burla, porque sabe muy bien que esa es una amenaza vacía y en algún momento volverá a hacer las suyas.

(…)

-¡¿Qué rayos fue lo que le hiciste a mi gorra, Lola?!- una muy indignada Lana le mostró a su gemela su característica gorra roja, pero que ahora estaba totalmente pulcra resplandeciendo como un diamante.

-Solo le di una lavada. ¿Tú sentido del olfato está tan dañado que no capaz lo horriblemente mal que huele? Además, ¿No has visto lo que las ratas atraídas por esa peste le hacen a mis juguetes?- alzó un osito de peluche que tiene marcas de mordidas; lo que significaba que si limpió su gorra fue una manera de vengarse.

-¡DEBERÍA DARTE UNA…!- normalmente sería la gemela vanidosa la que iniciaría una pelea, pero la mecánica estaba tan molesta que se le tiró encima para molerse a golpes creando una nube de humo que se desplazó por todas partes de la casa.

-¡NIÑAS, NIÑAS!- al verlas así, Lincoln las separó agarrándolas de la parte traseras de sus ropas manteniéndolas alejadas aún por más que ellas trataban de soltarse para seguir peleando.

Ellas comenzaron a gritar iracundas varias incoherencias casi lanzando fuego de la boca. Cualquier otra persona no entendería nada de lo que exclamaban, pero él ya estaba acostumbrado a lidiar con escenarios como este.

-Ustedes sin dudas desatan la guerra por las cosas más sencillas. Lana, con… el tipo de cosas que te gusta hacer, no te demorarás nada en dejar tu gorra tal y como te gusta. Lola, ¿Te resulta más fácil fastidiar a tu gemela cuando te molesta de forma no intencional que usar el dinero que "El Hada de los Dientes" te ha dado para reparar tus peluches dañados?

Como de costumbre, siempre trataba de hallar la mejor manera de solucionar antes de que escalase y empeorase en un efecto de bola de nieve.

-Bueno… estamos en temporada de lluvias y no faltaran charcos en lo que me pueda revolcar. ¡Ya verás que en menos de una semana la dejo más sucia de lo que estaba antes, Lola!- luego de sacarle la lengua y bajarse un párpado, Lana se retiró entusiasmada por ensuciar de nuevo su prenda de vestir favorita.

-¿Por qué tengo el presentimiento de que tu "brillante idea" solo atraerá más pestes a mi cuarto, Linky?- pero a la blonda de ropas rosadas no le gustó lo que eso podría traerle más adelante.

-Descuida, cuando llegue la hora en que se haga aseo en toda la casa yo personalmente me encargo de dejar todas tus cosas pulcras y dignas de la realeza, ¿Te parece bien, princesita?- igual como causó en sus otras hermanas, la abochornó cuando le palmeó su cabeza.

(…)

-Esto es tan tedioso…- Lisa había intentado hacer unos complicados caculos en unas hojas, pero les estaba resultando más difíciles de lo que creyó inicialmente -debo consumir alimento y volverlo combustible para mi procesador central si deseo terminar con esto pronto.

Al ir a la cocina quiso prepararse un rico emparedado, pero nuevamente salió a relucir el hecho de que a pesar de lo inteligente que es, mucho trabajo le costaba hacer las cosas más sencillas de la vida y no le salían como deseaba sin importar cuánto lo intentaba.

-¡PLUAG! ¡Esto sabe horrible!- escupió el trozo de sándwich que había mordido y que para su paladar tenía el sabor de la sustancia más ácida y corrosiva que haya creado alguna vez.

-¿Pasa algo, Lisa?- quiso saber Lincoln que fue al lugar para sacar una lata de gaseosa de la nevera.

-Nada del otro mundo, Sexta Unidad Paternal. Solo… tratando de crear una deliciosa unión de dos rebanadas de pan con un diverso contenido en medio para alimentar mi gran cerebro, pero sin conseguir el resultado deseado. Podrías… ¿Ayudarme a hacer un emparedado?- mucho le dolía el ego al tener que solicitar su apoyo en algo que no debe representar desafío para su intelecto.

-Claro, hermanita. Con mucho gusto; aunque te recomiendo que esta vez tomes apuntes para que sepas hacerlo por ti misma porque no siempre estaré cerca para saciar tu apetito- le encantaba poder hacerle mofa con cosas tan triviales aún cuando ella lo superaba ampliamente en los campos científicos.

-Como sea, enseguida tomo nota de tus invaluables dotes culinarios- aunque quería aparentar estar molesta, era fácil lo abochornada que se sentía al estar en tal situación indigna de alguien que se vanagloria de estar por encima de la media del ser humano.

(…)

Aprovechando una ocasión en la que casi todas sus hermanas no se hallaban, Lincoln jugaba vídeo juegos en la sala teniendo únicamente la compañía de Lily que en el piso jugaba con unas piezas de construcción que debía acomodar con un martillito de plástico.

Todo era armonía entre las risas de la nena y el sonido de disparos y explosiones que generaba la televisión, hasta que sucedió algo que opacó cualquier ruido que la "caja idiota" pudiese generar:

-¡PUNCH!- la bebé se golpeó un pulgar con el pequeño martillo y no tardó en chillar con la potencia de claxon de una locomotora perturbando la paz del ambiente.

-¡AY NO!- poniéndole pausa a su juego Lincoln enseguida la cargó -ya, ya, ya, mi dulce hermanita, si esto no es nada- por más que la mecía ella continuaba llorando a cántaros.

-Espero que este consejo de mamá funcione. Dime, ¿Quién es la bebé más bonita del mundo?- besó su barriga haciendo un bramido para que el movimiento de sus labios le hicieran cosquillas.

-No me has respondido, ¿Quién es la bebé más bonita del mundo?- repitió el proceso varias hasta que poco a poco los chillidos de la niñita se convirtieron en tiernas risas.

-¿Ves como eres mil veces más linda cuando ríes así, Lily?- la sostuvo en lo alto dando unas cuantas vueltas en su lugar y la volvió a acercar a su cara.

-Te quero, Incon- ella lo tomó de las mejillas para darle un inocente beso en la nariz.

-Oh… ¡Yo también te quiero, hermanita!- conmovido le devolvió el beso, pero en la frente, y frotó su mejilla izquierda con la derecha -ahora busquémosle un poco de hielo a tu manita.

(…)

Todo eso y muchas cosas más (Que han sucedido en menos de una semana) son actos que sin que el propio Lincoln lo sea han calado bien profundo en el corazón de sus 10 hermanas.

Pero al mismo tiempo, eso era algo que podía acomplejarlas porque sentían que él hace tanto por ellas, pero muy poco hacían por él para retribuirle.

-Lincoln tenía razón- dijo Lori para sí misma dentro de Vanzilla al estacionarse frente a la casa.

-A Fiona le encantó mucho el vestido retocado que le regalé- Leni también habló sola desde la comodidad de su cuarto.

-Siempre es bueno al momento de dar consejos aunque él no lo note- Luna guardaba unos instrumentos musicales en el garaje.

-Y también siempre viene a ayudarme cada vez que estoy metida en aprietos- Luan en su cuarto también guardaba sus implementos de comedia.

-Sin importar los fuertes dolores de cabeza que le causo y cuando me aprovecho de su amabilidad… jamás deja de ser tierno y cariñoso conmigo- en el patio trasero, Lynn dejó de hacer lagartijas al ponerse a reflexionar.

-Y aún cuando lo expongo a algún peligro, él está ahí para ayudarme para que nada me pase- Lucy se incorporó de su cama-ataúd teniendo los brazos cruzados como los de un difunto.

-Tratando de darme la solución más fácil para los problemas de la vida- Lana detuvo su juego en un charco de lodo.

-Y jamás le doy nada a cambio más allá de un simple gracias- Lola se sintió mal consigo misma e hizo a un lado uno de sus preciados peluches.

-Si tan solo… hubiera alguna manera de pagarle por todo lo que ha hecho, de devolverle toda la satisfacción que me generan sus desinteresados gestos y demostrarles lo mucho que en verdad lo quiero y aprecio- Lisa se alejó de la máquina de alta tecnología en la que trabajaba y se frotó el mentón mientras pensaba.

-Incoln… Incoln…- Lily también se puso a pensaba al llevarse un debo a la boca.

-¡LO TENGO!- gritaron a la vez sus hermanas mayores haciendo un admirable chasquido de dedos sincronizado cuando la iluminación llegó a sus cabezas.

Cada una fue por su lado a prepararle algo a Lincoln, algo que retribuya por completo todo lo que él hace tan desinteresadamente y lo deje tan complacido como ellas quedan ante sus nobles gestos y le perdure durante mucho, mucho tiempo.

-Ya quiero pagarle a Lincoln tal y como se lo merece- Lori entró a la casa.

-Como que quedará de lo más maravillado por lo que voy a darle- Leni salió del cuarto.

-Gritará más fuerte de lo que yo hice cuando estuve en mi primer concierto de Rock- Luna se retiró del garaje.

-Y más colorado que el trasero de un mandril quedará- Luan carcajeó ante su propia broma tonta.

-Tan sudoroso y agitado como yo cada vez que termino de dar esas cien vueltas- pero la risa de Lynn tenía cierto tono de malicia.

-Con el corazón a la altura de la garganta debido a la impresión cuando le dé lo que el mío tanto me impulsa a darle- Lucy, como siempre, salió de la nada.

-Solo espero que no le de un infarto de la emoción- Lana al entrar por la parte trasera de la casa se paró en 4 patas para sacudirse como un perro quitándose la suciedad que la cubría.

-Porque sería una pena que se desmayase apenas vea lo que voy a darle- Lola tenía la misma sonrisa maliciosa que poseía la deportista.

-Y no disfrutará del resto de mi presente como se lo merece- Lisa se veía algo apenada.

-¡PO-PO!- Lily subió gateando las escaleras también con mucha prisa.

Solo cuando estaban llegando al pasillo fue que todas se percataron de la presencia del resto.

-¿Y ustedes a dónde creen que van?- preguntó algo tosca la Princesa Rosa.

-Pues yo iba al cuarto de Lincoln a pagarle todo lo que hace por mí- ante la respuesta de su gemela, el resto se miró sorprendidas y consternadas.

-¿Qué dices? ¡Si yo justamente iba a pagarle a Lincoln todo lo que hace por mí!- Lynn fue la primera en expresar su descontento por sentir que se iban a copiar de ella.

Lo que naturalmente generó una de esas acaloradas discusiones que poco le faltaba para convertirse en una de las tantas luchas estúpidas que destruyen todo a su paso.

-¡YA BASTA TODAS USTEDES!- el fuerte grito de Lori evitó que se desatara esa lucha sin cuartel.

-Literalmente así no vamos a llegar a ninguna parte. Yo propongo que vaya una por una a expresarle a Lincoln su agradecimiento para no agobiarlo con tanto escándalo, ¿Les parece bien?

-¿Y para qué? ¿Para qué propongas que primero vayan ustedes las mayores dejándonas de último? ¡Deja de jugar tan sucio!- pero Lola y las menores, incluyendo Lily, no estaban de acuerdo.

-¡No comencemos a discutir a de nuevo, por lo que más quieran!- ahora fue Leni la que intervino -¿Entonces qué tal si todas entramos al mismo tiempo al cuarto de Lincoln y le damos lo que queremos? De esa forma ninguna se sentirá opacad por otra y de hecho lo dejaremos de lo más cautivado, ¿No lo creen?

Normalmente nunca se caracterizaría por ser la más lista de las diez, pero tenía esos pequeños lapsus de brillantez en dónde realmente demostraba no tener solo puro aire en la cabeza.

-Leni, tú algunas veces me dejas sin palabras. ¿Cómo no se me ocurrió eso antes?- felicitó Lori.

-¿Por ser la más urgida en demostrarle a nuestro hermano lo mucho que lo quieres? ¡MUAJAJAJA! ¡¿Entienden?!- Luan no se demoró en hacer uno de sus chistes estúpidos.

-Ya basta de tanto palabrerío y vamos a demostrarle al apestoso lo mucho que apreciamos lo que hace por nosotras- retomando la palabra y sin tacto alguno, Lynn fue hasta la puerta del closet-cuarto del peliblanco y la abrió de una patada.

-¡LINCOLN!- gritaron todas al unísono.

-¡¿PERO QUÉ DIANTRES…?!- él se sobresaltó y se cayó de su cama en dónde había estado leyendo un comics usando únicamente unos calzoncillos rojos.

-¡¿Se han vuelto locas o qué?!- al ponerse de pie y sobarse la retaguardia, no se dio cuenta de como apenó a varias de ellas a pesar de no ser la última vez que lo ven casi desnudo.

Pero nuevamente todas hablaron a la vez intentando explicarse, cosa que le generaba un fuerte dolor de cabeza porque tanto ruido embotellado en un lugar tan pequeño como su armario era casi igual a una explosión atómica dentro de una lata de gaseosa.

-¡YA CÁLLENSE QUE NO LES ENTIENDO NADA!- exigió sobándose los oídos -hable una a la vez.

-Verás, Lincoln…- comenzó a decir Lori dando un paso hacia adelante llevándose ambas manos a la espalda.

-Yo vine aquí a pagarte por toda la ayuda que me das- Leni la imitó, solo que más apenada.

-Tú siempre me apoyas cuando más necesito de alguien- Luna fue la siguiente.

-Y me di cuenta de que nunca de que yo nunca he podido retribuirte todo lo que has hecho por mí- prosiguió Luan.

-Por lo que aquí estoy, para pagarte toda esa atención que me has dado- son muy pocas las veces en las que se ha visto a Lynn tan apenada.

-Dándote algo que de seguro te encantará y dejará sin aliento- de igual modo son contadas las ocasiones en las que Lucy sonríe con un leve rubor en sus pálidas mejillas.

-Algo que se me ocurrió de repente y sin ningún tipo de planeación- Lana balanceó una pierna.

-Pero que me sale de lo más profundo del corazón, aunque no lo creas- Lola aún mostraba rastros de gran arrogancia a pesar de también estar algo apenada.

-Por lo que espero que te guste lo que estoy a punto de ofrecerte y que creo que nunca se lo he ofrecido a alguien antes- Lisa se había aclarado la garganta antes de decir esto.

-¡PO-PO, PO-PO!- Lily se mostraba muy ansiosa en hacer aquello por lo que ahí está.

-Eh… ¿Y qué se supone es eso que quieren darme a modo de pago por todo lo que hago por ustedes?- esa pintoresca confesión dejó sumamente confundido al albino que se rascó la cabeza.

Las 10 Chicas Loud compartieron una mirada cómplice y dieron un asentimiento al sonreír.

-Date la vuelta y no mires- hablaron nuevamente con sincronización admirable.

No del todo seguro, acató su petición y les dio la espalda. No sabía de qué se trataba, pero sus oídos captaron el sonido de… ¿Ropas siendo agitadas y tiradas? O eso es lo que comprendió.

-Bien, ya puedes ver- ante esta otra frase hecha al compás, se volteó.

Perdiendo el aliento por lo que ahora mismo estaba delante de sus ojos.

-Chicas… que… ¿Qué fue lo que hicieron?

Eso se debía a que, cada una de sus hermanas sacó de su espalda un letrero que dice: "¡Te quiero, Lincoln! ¡Gracias por todo!" que eran adornados al estilo de propio de cada una de ellas (O sea que mientras que el de Leni era súper colorido y con mil garabatos tiernos, el de Lucy era negro y gris para nada animado, por dar un par de ejemplos)

-¡Pues esto! Un lindo regalo que hice con mis propias manos, ¿Qué no lo estás viendo?- Lola refutó lo obvio.

-Uno que refleja lo mucho que te adoro, mi dulce hermanito- dijo Leni.

-Sé que no es la gran cosa, pero fue algo que hice de rapidez sin mucha planeación y menos sabía que las demás harían algo parecido- comentó Lana.

-Siendo lo que mi corazón me impulsó a hacer para compensarte por todo lo que eres capaz de hacer por mí, Brother- habló Luna.

-Y tú sabes bien que no soy precisamente la mejor en decirle "gracias" a otros. Por lo que… espero que esto en verdad te guste- de nuevo Lynn se apenó como pocas veces lo ha hecho.

-Te… ¿Te gustó mi muestra de gratitud con la que intenté expresar todo lo que no puedo manifestar con palabras, Sexta Unidad Fraternal?- Lisa se puso de esa misma manera.

Durante unos segundos Lincoln no supo que decir, hasta que sus mejillas que ahora parecían pequeñas manzanas fueron cubiertas por lágrimas de dicha y felicidad que no se demoraron en salir de sus ojos avellana.

-Ay, chicas… ¡SON LOS MEJORES REGALOS QUE ALGUNA VEZ ME HAN DADO!- conmovido a no más poder, hizo un abrazo grupal en donde ellas se le unieron apegándosele como bichos en un papel atrapa-insectos como no incomodándoles el hecho de que solo esté usando calzones.

-Yo también las quiero mucho a ustedes, no tenían que tomarse tantas molestias.

-Era lo mínimo que podíamos hacer para pagarte todo lo que haces por nosotras- actuando como una perfecta unidad, todas le dieron un tierno beso en distintas partes de la cara.

Lo que extrañamente causó que miles de gruñidos de inconformidad saliesen de la nada, los mismos que soltarían muchas personas que con ansias esperaron a que sucediera algo que daban por hecho iba a pasar pero que se llevan una enorme desilusión porque no ocurrió como tanto lo deseaban.

-¿Y a ustedes qué les pasa? ¿Por qué tan molestos? ¿Qué pensaron que mis hermanas iban a darme a modo de agradecimiento por todo lo que hago por ellas?- como lo ha hecho varias veces, Lincoln rompió la cuarta pared no comprendiendo el origen de tanta inconformidad.

-Mejor déjenme gozar el momento; no es como si todos los días demuestran lo mucho que aprecian lo que hago por ellas y me pagan como me lo merezco- no queriendo arruinar el momento, ignoró a los quejumbrosos y siguió abrazando con las 10 chicas que lo aman (En el sentido NO adultezco de la palabra) con locura.

Primer un único capítulo de esta historia completado el 28/12/2022.

¡ÑA, ÑA, ÑA, ÑA! ¡DE NUEVO LES HE TOMADO EL PELO! ¡LA, LA, LA, LA! ¡LERO, LERO, LERO! (Me bajo los párpados de ambas manos y saco mi lengua que se agita como la de un oso hormiguero)

¿Realmente creyeron por un instante que haría uno de esos trillados y clichés fics Loucest Harem en donde Lincoln hace cosas inapropiadas con todas sus hermanas y al mismo tiempo?

¡SOLO LES HE TOMADO EL PELO! Porque como hoy es el Día de los Inocentes aquí en mi país, es tradición de parte mía hacer esta clase de troleadas para ver quién cae en la trama, ¡INOCENTES PALOMITAS! (Les arrojo un pastel en la cara)

Bueno, aunque en verdad ya he hecho fics así varias veces en el pasado (Me refiero a tomar el pelo, no al incesto :P) tal vez no hayan caído tantas personas, pero espero que de todas formas si les haya causado gracia el Plot Twist del final cuando en serio las Chicas Loud iban hacer cosas innombrables con Lincoln.

No fue la trama más elaborada ni nada de eso, pero fue algo que medio improvisé según la marcha haciendo una más que obvia sátira y referencia al Fandom y lo "normal de todos los días por aquí" pero debía subirlo para este día especial y por ser el último fic que haré… de este año por supuesto :P y debía ser algo… ¿Hilarante y ridículo? Como sea.

Bien, sin más que decir me despido esperando que hayan tenido una feliz Navidad y que también pasen un feliz Año Nuevo y que este 2023 les traiga a todos nosotros cosas buenas porque yo sí espero darle uno que otro giro a mi vida ;D

Aunque creo que me tomaré las primeras semanas de Enero para descansar y hacer otras cosas.

Por lo que hasta la próxima y que pasen una feliz… ¡OH, CARAJO! (Me agacho evitando una flecha en llamas que casi da contra mi cabeza)

-¡MIREN, AHÍ ESTÁ EL QUE NOS DIO FALSAS ESPERANZAS E ILUSIONES!- como ha pasado en mis anteriores fics de troleadas, de nuevo una turba iracunda se me acerca para masacrarme y siendo compuesta esta vez por los amantes del Loucest.

-¡YA SABÍA QUE ESTO IBA A PASAR, NO JODA!- y como lo he hecho también varias veces antes, comienzo a correr por mi vida eludiendo todo lo que me lanzan hasta que me zambullo por una ventana.