Nota: Los fanáticos de Issei están on fire últimamente, borrando cuentas a diestra y siniestra en Wattpad, así que por precaución voy a publicar mis fic aquí también por si borran mi perfil XD, no quiero perder mis historias
Antes de empezar quiero avisarles de dos cosas.
1)Solo en este capítulo habrá un poco de Naruhina, repito, solo en este capítulo.
2)No nerfiare a Naruto, así que será muy fuerte. No sé que se ha fumado kishimoto, pero Naruto está demasiado roto, es una bestia, en su estado base (osea, sin ninguna transformación) soportó un ataque que dividió la luna sin siquiera sufrir un puto rasguño, ha esquivado un ataque que iba a la velocidad de la luz a centímetros de su cara, ha peleado sin descanso durante tres días, puede lanzar como si nada Rasen Shuriken capaces de destruir meteoritos del tamaño de pequeños países sin mucho esfuerzo, tiene un chakra inmenso (Sasuke podía percibir el chakra del rubio cuando estaba en otra dimensión super lejana) etc, etc...
Eso también vale para los Otsutsuki (En las novelas se menciona que el poder de Momoshiki era inmenso e inigualable, al punto de que fue capaz de crear su propio espacio–tiempo, a la vez que podía aniquilar civilizaciones enteras de un solo ataque con suma facilidad en su estado normal. Después de absorber a Kinshiki, su poder creció de tal forma que estaba drenando el chakra de los alrededores de manera masiva, incluso más allá del espacio creado por él, llegando al extremo de drenar la energía de la estrella que se encontraba en dicho sistema solar hasta consumirlas por completo, aniquilando a las humanidades que habitaban cerca en el proceso)
Así que si algunos de ustedes tienen problema de que sean demasiados fuertes, vayan a quejarse con Kishimoto, no conmigo, yo no tengo la culpa de que sus personajes sean demasiados rotos XD
Lane of the Light
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-(Qué aburrimiento-ttebayo. Mejor no hubiera venido a este estúpido viaje escolar)-
Un niño de seis años de cabello rubio puntiagudo, ojos azules con piel color melocotón, con una cara de abatimiento, sentado, escondía la cabeza entre las rodillas mientras, con un palito, trazaba extrañas figuras en la arena.
A su espalda había varios niños aproximadamente de su misma edad jugando, y un poco más lejos, entre las ramas de unos árboles, siete adultos, vistiendo uniformes azules y chalescos verdes.
-(Qué lata)-
Soltó un suspiro, y levantó la mirada.
Se encontraba en la orilla de un enorme lago de aguas cristalinas, cuya superficie apacible centelleaba los reflejos del sol, que parecía una pálida bola de brasas, ensombrecida a medias por alguna nube horizontal que cruzaba sin ton ni son.
-(Hm, esa nube se parece a un cuenco de ramen... diablos, ahora me está entrando hambre)-
En eso escuchó sonidos de pisadas acercándose. Miró de reojo hacia atrás, encontrándose con la cara de uno de los adultos, el cual tenía una cicatriz que le atravesaba el puente de la nariz.
Era su profesor, Iruka Umino
-Naruto. En vez de estar aqui solo, ¿por qué mejor no te vas a jugar con tus nuevos compañeros de clase?-
El rubio soltó un bufido burlón, y regresó la mirada al cielo. Ya lo había intentado antes, pero ellos lo habían alejado como si tuviera la peste bubónica, sería inútil decir que no tenía buena relación con ninguno de ellos.
Una expresión triste apareció en los ojos del adulto al tiempo que posaba una mano en el hombro del niño -Naruto, apenas te he conocido hoy, pero puedo ver claramente que necesitas hacer amigos, hablar con alguien...-
El rubio apretó los puños. No necesitaba a nadie para estar bien, feliz. Si estaba feliz, solo. Ni a sus padres necesitaba. Bueno, en realidad, ellos estaban muertos. -Tch...- Apartó bruscamente la mano de su profesor y se alejó de él. -No hables como si me conocieras...-
Iruka negó con la cabeza, y se le quedó mirando.
Naruto se fue a un sitio más apartado del lago, y se sentó en un tronco caído, cubierto de musgo esmeralda cerca de la orilla.
Aquel lago se encontraba escondido detrás del bosque al sur de Konoha, y a lo largo de sus extensas orillas(aparte de Naruto y los demás)no se vislumbraba presencia humana de ningún tipo. No existían casas ni construcciones ni pequeñas embarcaciones, aunque el niño no pudo ver la totalidad de su ribera. El lago era extenso, de forma irregular y desaparecía en el horizonte.
-(Sensei-baka, yo no necesito a nadie-ttebayo...)- El rubio soltó un resoplido, y dobló una pierna para quitarse la sandalia. Tenía intención de mojarse los pies.
-H-h..ola-
Naruto se sobresaltó al oír la voz; se giró y vio a una niña ojiperla que llevaba puesto un vestido de calicó.
Tenía la cara ruborizada
-¿Hm? ¿Necesitas algo de mí-ttebayo?-
La niña desvió la mirada, jugando con sus dedos. -Yo... b-bueno..-
Naruto se sobó la nuca. -(Qué niña rara...)- Se encontraba confundido por el comportamiento de la chica, pero luego de unos segundos frunció el ceño internamente, pensando que ella estaba nerviosa porque estaba tramando algo contra él. Después de todo, todos sus compañeros de salón no lo soportaban por alguna razón -(Tch..)- Iba a decir algo grosero pero entonces un recuerdo le vino a la memoria. -Tú eres la chica que protegí de un grupo de bravucones-
La ojiperla asintió, sin darle la mirada -S-sí... Q-quería darte las gracias-
Cualquier pensamiento hostil que hubiera podido tener se esfumó de la cabeza del rubio, dando paso a una agradable y desconocida emoción. Era la primera vez en su corta vida que alguien le daba las gracias por algo. Desplegó una sonrisa deslumbrante que la hizo ruborizar más.
-No me tienes que agradecer nada-ttebayo-
Ella le devolvió la sonrisa. Una sonrisa tímida.
-¿Cómo te llamas? Mi nombre es Naruto Uzumaki-
-H-hinata Hyuga-
-Mucho gusto, Hinata, jajaja-
Naruto no sabia que todo lo ocurrido y dicho ese día lo recordaría para siempre, sobre todo el vestido de calicó que Hinata llevaba puesto.
...
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Unos años después/Cuarta guerra ninja
-¡Naruto, cuidado!-
-¡Tranquilo, teme, ya lo vi!-
Dos fuerzas implacables estaban luchando contra una mucho más grande, destruyendo todo a su paso.
Una de ellas era Naruto Uzumaki, que ahora tenía diecisiete años. Actualmente su cabello estaba brillando como si estuviera hecho de la luz del sol, traía puesto un traje completo de color negro con un circulo dorado en el estómago, y una chaqueta abierta que parecía estar hecha de la misma energía que su cabello.
El otro era un adolescente de cabello negro. Su ojo derecho era rojo con un diseño extraño, y el izquierdo era morado, con varios símbolos concéntricos que tenían nueve tomoe en ellos.
El oponente de esos dos chicos era una mujer con rasgos suaves y delicados que correspondían a la realeza. Era alta, con cabello largo, y piel pálida. Sus ojos eran de color blanco puro, sin pupila, y llevaba un largo kimono blanco y negro. Tenía cuernos de conejo sobre la cabeza y un ojo rojo en el medio de la frente.
-¡Kaguya!- Naruto en un destello desapareció y reapareció frente a la mujer, y en menos de un segundo creó un puño gigante de chakra, y lo arrojó contra ella. -¡Toma esto!-
Fue inútil. Kaguya bloqueó el ataque usando el mismo movimiento. La colisión generó una enorme ráfaga de viento que hizo dispersar las nubes.
Naruto rechinó los dientes y atacó de nuevo.
Los enormes puños empezaron a chocar entre sí creando ondas de choque. A cada impacto, el suelo temblaba, y se abrían algunas fisuras parecidas a los entresijos de una telaraña.
Se movían a una velocidad más rápida de lo que el ojo podía ver, desde fuera solo se veía un fuerte resplandor. Estaban intercambiando golpes a la velocidad de la luz.
En eso dos bloques enormes de piedra se desprendieron del suelo y volaron a una velocidad increíble hacia Kaguya, intantando aplastarla. Ella se dio la vuelta en el último momento y con dos golpes pulverizó las rocas. El pelinegro aprovechó el momento, y con una velocidad endemoniada apareció por detrás de la mujer con su espada cayendo vertiginosa sobre la cabeza de su oponente.
La espada no pudo penetrar la cabeza, pero Kaguya salió disparada y se estrelló contra el suelo. Creando un inmenso cráter con la fuerza del impacto.
-¡Ahora, Naruto!-
Sin perder tiempo, el pelinegro expulsó una bola de fuego de proporciones gigantescas, los fragmentos de las rocas que Kaguya había roto se convirtieron en una lluvia de lava que deseaba reunirse con la tierra.
Naruto lanzó dos Rasen shuriken.
Los ataques impactaron donde había aterrizado la mujer. Desafortunadamente, esta evitó los movimientos, impulsándose hacia el cielo y seguidamente abrió un colosal portal sobre los dos ninjas.
Los ojos de Naruto y Sasuke se agradaron sorprendidos. Un mar de ácido comenzó a caer sobre ellos dos.
Sasuke se teletransportó fuera del camino.
-¡Elemento Ebullición: Fuerza Incomparable!- El rubio hizo un sello con las manos y, a una velocidad cegadora, un intenso vapor salió expulsado de su cuerpo en todas direcciones, evaporando todo lo que encontraba a su paso.
El ácido desapareció
-(Ahora)- El ojo morado del Uchiha se redeó de una luz brillante y miles de rocas surgieron del suelo, Kaguya intentó alcanzarlos pero las rocas se lo impedían tratando de derribarla, golpearla, recibía ataques por todas partes, rocas grandes y pequeñas salían disparadas a gran velocidad contra ella.
Naruto se lanzó al ataque.
Kaguya no lo vio venir, estaba demasiado concentrada en esquivar la lluvia incesante de piedras y mucho menos los golpes que le lanzaba Naruto. El rubio logró asestarle dos puñetazos en el abdomen, desconcentrándola, dos golpes violentos y secos. Luego una roca que se movía a una velocidad supersónica impactó en su cabeza, dejándola desorientada durante un segundo.
-¡Sasuke, esta es nuestra oportunidad!-
El pelinegro intercambió su posición con una roca usando su ojo morado, apareciendo al lado del rubio con la mano izquierda estirada hacia la mujer.
Naruto estaba haciendo lo mismo con la mano derecha.
-¡MADREEEE, ATENTAAAA!-
Kaguya reaccionó, abrió un portal y desapareció en el.
-¡Mierda! ¿¡A dónde demonios se fue la mujer!?-
-¡Por allá!-
Sasuke se dio media vuelta al tiempo que un enorme samurai del tamaño de una montaña se materializaba a su alrededor.
Susanoo
El ser colosal levantó su espada, y lo blandió horizontalmente, una ráfaga de fuego salió disparada hacia Kaguya, seguida de un titánico Rasen shuriken de viento.
Los dos ataques se juntaron creando un inmenso huracán de fuego que al chocar contra Kaguya se expandió como una explosión abarcándolo todo a miles de kilómetros a la redonda como un inmenso sol en expansión.
Cuando la llamarada se extinguió, Naruto y Sasuke se volvieron en todas direcciones para enfrentarse de nuevo a Kaguya, pero al hacerlo vieron cómo una hola de estacas de huesos salía de la nada directa hacia ellos.
Sasuke se puso delante de Naruto para protegerlo con su Susanoo, pero no sirvió de nada. Los huesos traspasaron el avatar del pelinegro como si fuera mantequilla.
-¡Oh, mierda!-
-¡Cuidado, si nos pilla, estamos muertos!-
Los dos adolescentes se movieron en la misma dirección, evitando por poco las estacas, pero en eso apareció sobre ellos Kaguya, que con movimiento fulmíneo los agarró del cuello usando sus largos mechones.
-¡Mierda, suéltame!-
-Tch ..-
Kaguya abrió otro portal debajo de ellos y, sin soltarlos, entró.
Aparecieron en otro lugar.
La nueva área a su alrededor era familiar... habían regresado al campo de batalla de la cuarta guerra ninja.
Naruto miró hacia abajo y vio a Kakashi, el líder de su equipo, junto a Sakura, y Hinata. Los tres estaban heridos y llenos de raspones.
-Ya les tenemos, jajaja- De la manga de la mujer salió una criatura de lodo negro con ojos blancos y dientes afilados -Esta batalla ha terminado, ahora quédense tranquilos, y esperen la hora de la muerte-
-¡Joder!- Naruto dejó los mechones de Kaguya, y fulminó a la criatura con la mirada. -¡No cantes victoria tan pronto hijo de mami!- Juntó las manos y gritó -¡Sexy Jutsu Harem Inverso!-
En un instante cinco hombres desnudos aparecieron alrededor de la mujer. Los relucientes ojos blancos de Kaguya se agrandaron levemente, y Naruto y Sasuke aprovecharon ese momento de sorpresa para liberarse.
-¡Sí, jajaja!-
-Dobe, de verdad, nunca dejas de sorprenderme-
Los dos chicos aterrizaron delante de sus amigos, y enseguida el rubio tuvo que moverse hacia un lado para evitar que un puño se estrellara contra su rostro.
-¡Naruto, idiota! ¡Cómo te atreves a usar semejante jutsu!-
-Sakura, si vas a regañar a Naruto por haber usado esa técnica, primero limpiate la sangre de tu nariz, al menos-
-Naruto-kun, ¿estás bien?... ¿Estás herido?-
El mencionado ignoró a Kakashi, y Sakura, y se centró en Hinata. -No te preocupes, Hinata-chan, como puedes ver, todavía estoy entero, con todas las partes esenciales aún en su sitio-
La ojiperla soltó un suspiro de alivio, y dirigió su mirada hacia arriba, hacia Kaguya, que los estaba observando con una expresión impasible. -Increíble, esa señora no tiene ningún rasguño a pesar de que haya estado luchando contra ustedes dos sin parar durante horas-
Naruto asintió y volvió sus ojos hacia Kaguya -Esa mujer es por mucho el adversario más fuerte al que me haya enfrentado nunca-
-Hmp, por una vez estoy de acuerdo con el dobe- Sasuke se colocó al lado de Naruto, y frunció el ceño -Es endemoniadamente fuerte-
-¿Entonces cómo haremos para derrotarla?-
El pelinegroignoró la pregunta de Sakura y volvió a atacar -¡Amaterasu!-
Una inmensa oleada de llamas negras embistió el cuerpo de kaguya, engulléndola sin parsimonia, pero para gran sorpresa de todos, ella no empezó a gritar de dolor, ni agitarse violentamente, sino todo lo contrario, se quedó quieta y en silencio.
-(Pero... qué..)- Kakashi, Sakura y Hinata no podían creer lo que sus ojos estaban presenciando.
El fuego negro empezó a desaparecer, como si estuviera siendo absorbido por una aspiradora, revelando a Kaguya completamente ilesa de cualquier daño, hasta su ropa no había sufrido ni un solo rasguño.
-Ahora entiendo cómo ha logrado resistir a vuestros ataques combinados-
Sasuke frunció el ceño y se limpió la sangre del ojo izquierdo -Como acaban de ver, esa mujer es capaz de absorver los Ninjutsu-
Kaguya aterrizó con gran suavidad a unos pocos metros de ellos, y entonces sucedió de nuevo.
El mundo se volvió borroso por un microsegundo, y de golpe Naruto y los demás se encontraron parados sobre una enorme roca en un desierto rocoso.
Kakashi miró a su alrededor, nervioso, mientras le caían gotas de sudor por la sien. -Nos ha llevado de nuevo a otra dimensión-
En ese instantes, enormes pilares de rocas salieron del suelo y volaron a una velocidad increíble hacia ellos, intentando aplastarlos.
Sasuke reaccionó rápido. Agarró a Sakura y Kakashi por los brazo, y se teletransportó llevándoselos con él.
-¡Kurama!- Naruto se puso delante de Hinata de forma protectora, mientras que de su cuerpo brotaba una energía dorada que se elevó formando un zorro dorado con manchas negras que era mucho más alto que las montañas.
Los pilares de rocas chocaron contra la enorme criatura, creando una nube de polvo. El suelo vibró con los impactos, pero el zorro no se inmutó. Era como si ni siquiera lo hubiera notado. Se limitó a reír
-Je,necesitarás más que eso para derrotar al gran Kurama-
Kaguya estrecho los ojos y una oleada de pilares más grande que los anteriores salieron disparados del suelo, como si fuera una ametralladora.
-¡Ni siquiera lo pienses!- Kurama destruyó todo los pilares con un solo movimiento de sus colas, luego abrió las fauces, y un impresionante chorro de chakra salió impulsado hacia Kaguya.
Ella evitó el ataque despegando hacia el cielo, y unos segundos después la tierra volvió a temblar. El cielo nocturno se iluminó brevemente, seguido por un gran estruendo.
El ataque de Kurama había borrado por completo una cordillera lejana.
-¡La próxima vez no fallaré!-
Kaguya voló más alto, hasta alcanzar la estratosfera, y extendió los brazos. Otro portal apareció y era inmenso, abarcaba casi todo el cielo.
Una luna comenzó a caer hacia ellos.
Hinata agrandó los ojos de terror y abrazó con fuerza a Naruto -N-naruto-kun-
El mencionado le sonrió para tranquilizarla y levantó una mano sobre su cabeza. En su palma apareció un pequeño orbe negro con cuatro grandes cuchillas giratorias. Respiró hondo, y lo arrojó al aire a una velocidad cegadora.
El orbe atravesó el nucleo de la luna y esta brilló antes de generar una explosión millones de veces más fuerte que una bomba atómica
El planeta tembló fuertemente y le hizo perder el equilibrio a Kurama. Como la onda de choque de una bomba atómica, una oleada de viento sacudió el desierto rocoso, destruyendo todo a su paso. Si no fuera por Kurama, Naruto y Hinata habrian sido violentamente arrojados a un mortal remolino de rocas y tierra. El viento cesó momentáneamente, pero la onda regresó en dirección opuesta, arrancándolo todo a su paso. Una inmensa columna de humo oscuro surgió y se agrandó cada vez más cubriendo el cielo, mientras hacía un calor sofocante. Una lluvia de rocas en llamas cayó de arriba, incendiando todo lo que tocaba.
-(Mierda...)- Naruto pasó saliva nervioso, impresionado por semejante poder destructivo. Se quedó tan aturdido que lo único que pudo hacer fue mirar al frente. Ya no estaban en un desierto, sino en un cráter de diez millones de kilómetros de ancho y 40 kilómetros de profundidad en la corteza terrestre. En eso notó que Hinata estaba temblando y la rodeó automáticamente con sus brazos, estrechándola aún más contra él. -Gracias, Kurama.. Si no fuera por ti, no sé qué sería de nosotros-
-Ya me lo agradecerás cuando hayamos terminado con esa mujer- Kurama hizo una mueca, y empezó a encoger y encoger, hasta que se detuvo a la altura de un árbol. La explosión le había causado graves daños -Naruto, me estoy quedando sin chakra, no podré ayudarte por un rato, por el momento tendrás que conformarte con la ayuda de ese maldito Uchiha-
Al escuchar el apellido de su amigo, el rubio se recordó de Kakashi y los demás -¡Mierda, me olvidé de ellos¡ ¿Dónde estarán?... Espero que estén bien-
-Están detrás de ti, imbécil-
Naruto y Hinata se giraron y lo primero que vieron fue una larguísima zanja, y al final de esta se encontraba una gigantesca espada clavada muy profundamente en el suelo. Era la espada del Susanoo de Sasuke. El avatar humanoide estaba arrodillado sobre una rodilla con las dos manos apoyadas en el pomo de su arma. Su estado era muy lamentable, su cuerpo tenía grietas por todos lados, y su armadura se estaba cayendo a pedazos, iba a desaparecer de un momento a otro, pero había logrado cumplir con su función. Sasuke, Kakashi y Sakura seguían vivos, estaban magullados y sangraban, pero ninguno estaba herido de gravedad.
Los dos exhalaron un suspiro de alivio.
-Naruto, me voy, intenta no morir mientras yo no esté presente- Después de decir eso, Kurama desapareció del lugar.
Los dos adolescentes aterrizaron hábilmente de pie.
Hinata activó su byakugan y miró a su alrededor, buscando a Kaguya -Naruto-kun, no logro encontrar por ningún lado a esa señora...E-es probable que haya muerto en la explosión-
-Lo dudo mucho. Esa mujer es demasiado fuerte como para que muera de esa manera- El rubio estrechó los ojos y levantó la mirada al cielo -El único modo que tenemos para derrotarla es sellarla-
Hinata iba a decir algo, pero en eso apareció un portal frente a ellos.
Era Kaguya, y estaba totalmente ilesa.
-Tch, lo sabía..- Naruto tomó a Hinata de la cintura y la jaló para que quedara detrás de él mientras una Gudōdama aparecía en su mano antes de convertirse en un baston. -Eres una desgraciada sin sentimientos, casi destruyes este planeta-
-Jujuju, mi madre tiene todo el derecho de destruir este lugar si quiere-Zetsu volvió a salir de la manga de Kaguya y le sonrió a Naruto -Después de todo ella ha creado esta dimensión y todas las demás que has visitado-
Sasuke, que se estaba acercando a Naruto y Hinata, se detuvo al escuchar aquello -¿Q-qué?-
Sakura y Kakashi también estaban sorprendidos. Este último tenía la mirada fija en el cielo cubierto de humo en donde unos minutos antes había visto un manto de millones de estrellas brillando -(Esa mujer... es capaz de crear universos enteros... ¿con qué clase de monstruo estamos luchando?)-
-Ya me cansé de jugar- Kaguya agitó un brazo y una onda de choque impactó contra el Susanoo de Sasuke.
-(Mier...)- El Uchiha solo tuvo tiempo de parpadear antes de salir disparado a través del Susanoo a una velocidad endiablada. Dejó de impulsarse en el momento en que su espalda chocó contra el suelo, aunque en vez de frenarlo en seco, le hizo deslizarse por unos segundos. Estaba adolorido y apenas podía moverse. Al respirar, un intenso dolor recorrió sus costados, lo que hizo que se retorciera en el suelo: se había roto las costillas. Luego tosió sangre -Maldición..- Desde el suelo, dirigió la mirada al punto exacto desde donde había salido disparado. Su Susanoo ya no estaba presente. -(Tch, solo me ha propinado un ataque, y el daño que me ha hecho es terrible)- Al intentar erguirse, sintió como su cuerpo iba a partirse en dos, pero logró levantarse, sin embargo, difícilmente aguantaría demasiado tiempo en esas condiciones.
-¡Sasuke!- Sakura corrió tras él.
-¡Maldita!- Naruto estaba a punto de arrojarse contra Kaguya, pero de golpe sintió que perdía totalmente sus fuerzas. Era como si hubiese perdido su energía, se sintió débil y mismo tiempo, también su pie derecho recibió un jalón que le hizo perder el equilibrio. Cayó hacia atrás, sentado, y vió una mano negra que la sujetaba por el tobillo. Aquella mano salía de la tierra. Era la mano de Zetsu. -Tú... hijo de puta...-
-Jejeje- Zetsu volvió su brazo a su tamaño normal y lo sacó del suelo -Madre,le quite todo su chakra, ahora podemos recuperar el nueve colas-
Kaguya no dijo nada. Simplemente empezó a acercarse a Naruto.
-¡No te acerques a Naruto-kun!- Hinata se puso delante del rubio y activó su byakugan mientras asumía la postura del Juken. -¡No dejaré que le pongas un solo dedo encima!-
Kaguya no detuvo sus pasos.
-¡Te he dicho que no te acerques!- Hinata apretó los dientes. Su rostro reflejaba desesperación y al mismo tiempo impotencia -¡No des un paso más!-
-H-hinata...- Naruto trató de levantarse del suelo, pero no pudo levantarse más allá de las rodillas -No lo hagas... huye de aquí..-
Kaguya aceleró sus pasos.
-¡No!- Hinata activó su técnica, el Paso Suave: Puños Gemelos de León, y se lanzó contra Kaguya -¡Aléjate de nosotros!-
-¡Hinata, detente!-
La Hyūga ignoró el grito del Uzumaki, e intentó golpear a Kaguya, pero la Ōtsutsuki esquivó hábilmente todos sus golpes, y la mandó de regreso a Naruto con una onda de choque.
-¡Hinata!-
El ojiazul intentó atraparla al vuelo, pero Kaguya se lo impidió, lo único que pudo hacer fue agarrar la mano de Hinata por un segundo antes de que un puño de chakra chocara contra él.
Los dos adolescentes rodaron violentamente en direcciones opuestas hasta chocar contra unas rocas.
-Ah...- El rubio se levantó de entre los escombros y escupió sangre. Le dolía la cabeza y también el pecho, además tenía cortes ensangrentados en la mejilla, pero por suerte ninguna herida grave. Sus sandalias habían desaparecido, y su chaqueta y sus pantalones estaban hechos jirones -(Joder, estamos en serios problemas)- Cerró los puños en un gesto de ira e impotencia, y al hacerlo notó dolor en la mano izquierda. Levantó el puño y abrió los dedos. En la palma tenía un anillo de oro, el anillo que le había regalado a Hinata. -Oh, mierda... Hinata- Levantó la mirada y la vio tirada en el suelo no muy lejos de él, tratando de levantarse mientras escupía sangre. -¡Hinata!- Apretó el anillo en la palma de la mano con todas sus fuerzas y fue hacia ella cojeando.
-Jejeje, ¿adónde crees que vas, Naruto?-
De pronto, Zetsu apareció en su campo visual y un segundo después sintió que ambos pies se despegaban del suelo. No tardó mucho en comprender lo que estaba sucediendo. Kaguya lo tenía suspendido por el cuello, a diez pies de altura del suelo.
-¡Mierda, suéltame!- Con la mano libre empezó a tirar del mechón de pelo que le rodeaba el cuello -Suéltame maldit..- No terminó la frase porque justo en ese momento comenzó a sentirse mucho mas débil -(Joder... está absorbiendo a..)-
-¡Suéltalo!-
El equipo siete apareció detrás de Kaguya.
Sasuke y Kakashi estaban usando el chidori y Sakura tenía todo su chakra concentrado en su puño derecho.
Los tres se lanzaron al ataque, pero no lograron conectar ningún golpe. Kaguya se los quitó de encima como si fuesen mosquitos usando la fuerza de gravedad repulsiva.
Naruto y su equipo fueron arrojados en diferentes direcciones.
-¡Ahhh!-
-¡Mierda!-
-Por fin recuperé todo mi chakra- Kaguya se quedó unos segundos mirándose las palmas de las manos antes de despegar hacia el cielo -Ya no hay motivo para seguir peleando- Se detuvo a una buena altura y creó de la nada una colosal Gudōdama miles de veces mas grande que el susanoo completo de Sasuke -Borraré por completo esta dimensión, y crearé una nueva-
...
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Unos momentos antes en otra dimensión lejana
-Ya no puedo percibir bien ese desmesurado chakra... está desapareciendo- Un hombre soltó un suspiro de aburrimiento mientras jugueteaba con un mechón de su pelo. Se encontraba sentado sobre el borde del tocón de un inmenso árbol, con la mirada perdida en la inmensidad del universo -El jefe se está demorando mucho-
-Ya no tendrás que esperar más, Jakotsu-
El recién nombrado miró hacia atrás sobre su hombro, encontrándose con un sujeto que compartía sus mismas característicasfísicas; piel innaturalmente blanca, cabello grisáceo azulado, ojos blancos, y unos cuernos en la cabeza.
-El jefe ya está terminando-
Jakotsu volvió la mirada hacia arriba, y vio cómo las estrellas empezaban a dejar de brillar de una en una. Era como si alguien les estuviera quitando la luz y energía poco a poco.
La oscuridad comenzó a extenderse por toda la galaxia.
-Ya era hora- Jakotsu se levantó, y se limpió el polvo del trasero -Se ha demorado más de lo normal en absorber la energía de esta galaxia- Se giró, y empezó a acercarse con pasos un poco afeminados hacia el otro sujeto -Bankotsu, no sé si te diste cuenta, pero el inmenso chakra que hemos estado percibiendo desde hace rato ha desaparecido-
-Sí, ya lo sé. Alguien del clan se nos ha adelantado, y lo ha matado- Bankotsu se cruzó de brazos y frunció el ceño -No voy a negar que tenía curiosidad por conocer el propietario de ese chakra, es una pena, estoy seguro que me habría dado una buena batalla-
Jakotsu se llevó la mano derecha a la cadera y con la otra se frotó la barbilla -¿crees que haya sido Momoshiki y su perro faldero?-
-Puede ser...- Bankotsu se calló a media frase, cuando percibió otra colosal oleada de chakra -Jakotsu, ¿lo percibiste?-
Jakotsu asintió mientras lucía una sonrisa enfermiza -Sí... y esta vez sé perfectamente a quién pertenece ese chakra-
-Hm..- Bankotsu levantó la mirada hacia arriba, y vio los planetas y estrellas morir más rápidamente -El jefe también se dio cuenta-
-Jejeje, esta vez no lograrás escapar de nosotros, perra traidora- Jakotsu agitó una mano en el aire y enseguida apareció un portal frente suyo -Me iré adelantando, antes de que escape de nuevo-
-No vayas solo... Solo conseguirás que te mate. Esa mujer es de lejos mucho más fuerte que tú. Ten un poco más de paciencia, y espera a que el jefe termine de comer esta galaxia. Iremos juntos, no le llevará mucho tiempo-
Jakotsu negó con la cabeza, divertido, y se metió en el portal -No me subestimes, hermano-
...
...
Con Naruto y los demás
-Mierda...- Naruto gruñó y vomitó sangre mientras se incorporaba, quedando arrodillado en el suelo. Le sangraba un corte sobre el ojo, tenía un brazo roto, y el lado izquierdo de la cara hinchado y amoratado. Se sentía profundamente cansado y apenas podía moverse sin sentir la rigidez de sus músculos que le hacían moverse. La ausencia de Kurama le estaba comenzando a pasar factura. Si no fuera por el poder que le concedió el Rikudō Sennin, y las pequeñas porciones de chakra de los otros Bijuus, habría muerto hace rato -Diablos...-
-¡ N ... ¡Naruto-kun! -
El rubio oyó la voz, y miró a su alrededor, solo había una persona que lo llamaba de ese modo -(¿Hinata-chan?)- Tenía la mirada nublada con pequeños puntos negros que danzaban frente a él, pero aún así logró distinguir una figura que se acercaba caminando lentamente, casi arrastrándose.
Efectivamente, era Hinata. Las lágrimas le corrían por las mejillas y tenía la cara tan blanca que podría ser de alabastro. Tenía la parte delantera de su chaleco verde manchado de sangre, y uno de sus brazos estaba colgando, se había dislocado el hombro.
Al verla en ese estado, herida y vestida de moretones, el corazón de Naruto se achicó y sangró por dentro -¡H-hinata!- Invocando una increíble fuerza de voluntad, empezó a moverse hacia ella, arrastrándose lentamente, mientras trataba de ignorar el ruido ensordecedor de la colosal Gudōdama que hacía retemblar el suelo hasta miles kilómetros de distancia.
Por unos segundos estuvo arrastrándose hacia Hinata, usando su brazo sano y, evitando al mismo tiempo soltar el anillo de su mano. -(¡No te rindas, Naruto. Has pasado por cosas peores. Sólo tienes que seguir luchando!)- Se alentó mentalmente, al tiempo que obligaba a su cuerpo a moverse -(¡Muévete! ¡Hinata te necesita...)-
De repente, el ruido de la Gudōdama cesó de golpe dando paso a un silencio cargado de tensión; esa clase de silencio que separa al relámpago del trueno y que anuncia la tormenta que está por venir.
Naruto permaneció paralizado por un segundo, y luego volvió a moverse mientras alzaba la mirada justo a tiempo para ver la Gudōdama desaparecer entre las manos de un individuo extremadamente parecido a Kaguya.
-(¿Pero... qué..?)-
...
...
Con Kaguya
-(Esto no es bueno, ellos lograron encontrarme. Estaba tan concentrada en la pelea que ni me di cuenta)- Kaguya frunció el ceño de una forma casi imperceptible, y comenzó a hablar, en una voz casi tan suave como el crepitar del fuego. -Eres la última persona a la que esperaba volver a ver... Momoshiki-
-Cierra el pico, mujer... Sabes por qué estoy aquí, ¿verdad?- Los labios del recién llegado se contrajeron con una mueca engreída -Todos los miembros del clan Ōtsutsuki tenemos órdenes de acabar contigo. El líder no está feliz de que hayas asesinado a su segundo hijo sólo para robarle un fruto de chakra. Tu deber como su subordinada era protegerlo y cuidarlo, no traicionarlo y matarlo-
-¿Tú... te crees capaz de matarme?- Kaguya ladeó la cabeza hacia un lado, con una expresión en blanco mientras su hijo se movía nerviosamente dentro da la manga de su ropa -¿Estás tratando de hacerme reír? Tú SOLO no puedes hacerme nada-
La sonrisa engreída de Momoshiki se hizo más grande -¿Y en qué momento dije que vine solo?-
En eso Kaguya percibió otra presencia; levantó los brazos a una velocidad cegadora, y los cruzó sobre su cabeza justo a tiempo para bloquear un golpe salvaje de comba de otro fornido Ōtsutsuki.
El impacto generó una terrible onda de choque que hizo temblar la tierra.
Kaguya siseó de dolor internamente, podía sentir las rupturas dentro de sus brazos. Los huesos se sentían como fragmentos de vidrio rompiendo su piel. También podía sentir cómo el cuerpo, ahora sin vida, de su hijo se deslizaba fuera de la manga de su kimono para caer al vacío -(Me la pagarás)- Su cabello se endureció, y de ella salieron disparadas varias agujas capaces de traspasar las defensas del Susanoo de Sasuke, pero no fueron ningún problema para el Ōtsutsuki fornido, quien los desvió fácilmente usando su comba de chakra, pero ella aprovechó ese momento para alejarse de él.
-Kaguya, ¿por qué pones esa cara?- Momoshiki hizo una mueca con la boca que a ella le pareció burlona -No me digas que el golpe de Kinshiki te ha hecho daño- El mencionado se posicionó a su lado e hizo desaparecer su comba en un estallido de chakra -Menuda decepción-
Kaguya frunció el ceño, y miró de reojo sus brazos. Gracias a su alta capacidad de regeneración, sus miembros se habían recuperado completamente en el lapso de unos segundos -(Estoy perdiendo demasiado tiempo, tengo que irme de aquí antes de que venga un pez gordo del clan Ōtsutsuki)- Levantó las manos, con las palmas hacia delante -(Tengo que acabar con esos dos rápidamente, y largarme de aquí)-
Kaguya les lanzó un jutsu comprimiendo el aire de sus alrededores, dejándolos sin oxígeno. Intentó cerrar la barrera de aire, tratando de aplastarlos dentro pero Kinshiki empezó a dar puñetazos frenéticamente, derribando la barrera con cada uno de ellos. Consiguieron escapar por una de sus fisuras y volaron rápidamente hacia ella.
-¡Muere, maldita!- Momoshiki extendió los brazos, y la tierra y rocas se alzaron a por Kaguya, envolviéndola entera como un tsunami veloz e imparable. En el último momento hizo un jutsu de protección y en un instante se encontró encerrada en una burbuja rodeada de unas paredes de tierra, y rocas de cien metros de grosor.
-Los odio- Una onda expansiva surgió de ella como una explosión, derribando la prisión, luego se elevó velozmente más arriba, pero Kinshiki apareció a su lado empuñando una gran hacha de chakra. Ella creó un puño gigante de chakra y con eso respondió a sus ataques.
Chispas de chakra saltaban descontroladas entre choque y choque.
Los dos Ōtsutsuki se movían tan rápido en el aire que era imposible seguirles los movimientos con la mirada. Aparecían y desaparecían esporádicamente cuando sus ataques chocaban, generando un relámpago de luz y una explosión que retumbaba por el cielo como un trueno cada vez que ocurría.
Una tormenta enorme comenzó a rodearles confundiéndose el choque de sus propios ataques con el retumbar de los truenos. Se separaron por unos instantes observándose mutuamente en silencio en el cielo.
-Je... Te tengo- Momoshiki dio una fuerte pisada en el suelo, y enseguida surgieron titánicas serpientes de tierra que se abalanzaron veloces a por ella.
-Esta técnica es inútil- Kaguya extendió una mano, y de su palma salieron unas estacas de huesos que atravesaron las serpientes con un temblor, recorriéndolas enteras, haciendo que desaparecieran desintegradas en el aire. Miró a Momoshiki por un segundo y luego dio una vuelta sobre sí misma esquivando un golpe de Kinshiki que estuvo a punto de partirla por la mitad -Ya me estoy cansando de ustedes dos...Les voy a matar-
-Ufufu, ¡qué engreída te has vuelto, perra!-
De repente el campo visual de Kaguya fue inundado por innumerables hojas de sables extremadamente filosos que avanzaban zigzagueando hacia ella, como serpientes... como cientos de miles de serpientes gigantes.
El Rinnegan de Kaguya brilló, y una enorme pantalla de protección apareció frente a ella.
Los sables chocaron contra la pantalla sin cesar, descomponiéndose en destellos, produciendo chirridos metálicos, y creando una infinidad de ondas verdes y azules que se propagaban por el aire con cada impacto.
El ataque duró casi un minuto,y cuando cesó, la barrera seguía intacta.
-(Jakotsu)- La mirada de Kaguya se afinó mientras fruncía levemente el ceño al ver al responsable de ese ataque sorpresa. -(Si este bueno para nada está aquí... significa que...)-
-¡Hey, cuánto tiempo sin vernos, Kaguya!- Jakotsu sonrió y se puso la espada en el hombro -¿Te gustó mi saludo?-
-Jakotsu, ¿qué haces tú aquí?- Kinshiki y Momoshiki flotaron hacia el recién llegado. Este último no parecía estar contento con su presencia -Lárgate de aquí. Kinshiki y yo nos ocuparemos de ella-
Jakotsu los miró de reojo, y enarcó una ceja -Pero mira a quién tenemos aquí, al enano y su perro faldero-
El chakra de Momoshiki se encendió y expandió como una explosión, generando una ráfaga de viento lo suficientemente fuerte como para empujar objetos algo pesados. -Lárgate-
Jakotsu ladeó la cabeza y se metió el dedo meñique en la oreja -Lo siento, ¿dijiste algo?-
-Cómo te atreves, insolente. Ahora me has dado otra razón para matarte-
Jakotsu entornó los ojos, y volvió a centrarse en Kaguya, esto elevó el enojo de Momoshiki a tal punto que apuntó al miembro de su clan con una mano abierta; tenía la intención de lanzarle un ataque a quemarropa.
Pero entonces sucedió algo extraño.
El cielo se volvió carmesí momentáneamente, y unos segundos después una infinidad de simbolos abarcaron todo el firmamento.
-¿Hm?- Momoshiki bajó su mano y miró al cielo entre sorprendido y confundido, pero él no era el único. Kaguya y Kinshiki también estaban sorprendidos. -¿Qué está pasando?-
Jakotsu empezó a reír despacio, casi como un susurro, pero poco a poco fue aumentando de intensidad hasta convertirlo en estridentes carcajadas con un timbre macabro.
Como uno solo, Kaguya, Momoshiki y Kinshiki, se volvieron hacia él.
-Jajaja, ¿pensabas que podrías escapar de mí?- Poco a poco su risa se fue apagando y el silencio volvió. Se tapó la mitad de la cara con una mano, y sonrió con una mueca demente, sin dejar de mirar a kaguya ni un momento -Antes de entrar en escena, decidí levantar una barrera alrededor de este planeta... una barrera que impide que los Ōtsutsuki vivos en su interior escapen-
Kaguya frunció ligeramente el ceño después de haber escuchado eso, y enseguida intentó abrir por segunda vez un portal, pero al igual que antes, el cielo se llenó de simbolos y el portal no apareció.
-Es inútil- Jakotsu negó con la cabeza y movió el dedo índice varias veces en señal de desaprobación -Este poder es el principal motivo por el que fui escogido para darte caza... no existe ningún modo para escapar de aquí, y aunque logres matarme la barrera no desaparecerá de golpe. Sólo ríndete, y espera que llegue mi jefe, no le debe tomar mucho tiempo- Después de decir esa frase, esbozó una sonrisa socarrona -Él quiere tener una "charla" contigo... ¿Sabes? él no está contento de que hayas asesinado a su hermano menor, para nada contento-
-(¿Akishiki vendrá aquí?... Interesante)- Momoshiki se alisó las arrugas de la ropa y luego se sentó cómodamente en el hombro derecho de Kinshiki -Jakotsu, parece que no eres tan inútil después de todo-
Jakotsu parpadeó varias veces y después miró a Momoshiki con una leve expresión de sorpresa en el rostro -Ah, todavía sigues aquí, pensé que ya te habías largado-
Momoshiki frunció el ceño por un instante y su mirada se oscureció -Si no fueras uno de los subordinado de Akishiki, te habría matado hace mucho tiempo-
Jakotsu se encogió de hombros y regresó su mirada hacia Kaguya -Jejeje, no eres el primero que me dice algo así- Movió su espada como si no tuviera idea de qué hacer con ella, y luego la apuntó hacia Kaguya -¿Entonces qué planeas hacer ahora? ¿Vas a seguir luchando inútilmente o vas a quedarte a esperar tranquilamente la llegada de mi jefe? Ya comprobaste que esta barrera te impide abrir cualquier tipo de portal, impidiéndote el uso de la mayoría de tus técnicas, por no decir casi todas. Si yo fuera tú, me rendiría, sin tus técnicas, nosotros tres podemos someterte fácilmente-
Kaguya no dijo nada, se quedó en silencio, observando fijamente a Jakotsu. -(Ese bueno para nada tiene razón. Ahora mismo no puedo hacer nada contra ellos tres. Tampoco puedo usar la Bōchō Gudōdama, ellos lo absorverian)- Cerró los ojos por unos instantes que parecieron eternos -(No puedo hacer nada, he perdido... pero)- Abrió los ojos de golpe y su cuerpo empezó a brillar -(No dejaré que roben mi chakra, de ningun modo)-
Jakotsu enarcó una ceja al ver lo que estaba haciendo kaguya, y se puso de nuevo la espada en el hombro -Hmm... Estás concentrado todo tu chakra en tus manos. ¿Tienes intencion de lanzar un ataque a quemarropa? Es inútil... Antes de que nos toque tu ataque, lo absorberemos-
Kaguya curvó sutilmente los labios hacia arriba, mientras percibía como el ojo de su frente se cerraba -Esa no es mi intención-
-¿Qué?-
Pasó todo muy rápido antes de que los tres hombres pudieran reaccionar. Kaguya apuntó sus manos hacia abajo y descargó todo su chakra.
Al mismo tiempo con Naruto
El Uzumaki no tuvo tiempo ni de parpadear, todo se coloreó de blanco a su alrededor. Cerró los ojos un instante, deslumbrado -(¿Q-qué está pasando?)- Luego de unos largos segundos volvió a abrir los ojos, o lo que él creía que eran sus ojos, y lo que vio estuvo a punto de provocarle un infarto de lo bruscamente que le subió la tensión arterial: ya no se encontraba en el campo de batalla, ni siquiera tenía una forma física que él pudiera percibir. Su cuerpo no estaba. De hecho, supo que, de alguna manera, simplemente no existía, al menos en el plano físico.
-(¡No!)-
Horrorizado, perdió el control. Trató de gritar, pero no pudo, no tenía garganta. Agitó los brazos sin éxito y, tras unos instantes, intentó no perder la cabeza. Temió realmente volverse loco, pero tras un lapso de tiempo imposible de determinar, sabía que, donde fuera que estuviese, el tiempo no existía, se calmó.
Todo a su alrededor era negro, pero no un negro oscuro y amenazante, sino un negro azulado y salpicado de lejanas estrellas. Se encontraba en algún lugar del firmamento.
-(¿Qué es lo que está sucediendo? ¿Estoy bajo los efectos de un genjutsu?)-
De repente fue consciente de que estaba viendo algo que reconoció inmediatamente: su planeta natal, con la luna y el sistema solar. Extasiado, contempló la magnificencia de la imagen, sintiéndose minúsculo e insignificante.
-(Wow... increíble)-
En eso notó algo, como si estuviera de nuevo amarrado a un pesado soporte físico. Supo que estaba volviendo a su cuerpo y cerebro cuando el peso de la materia le hizo sentirse viejo, anclado y, sobre todo, atraído hacia el suelo.
-(¡Mierda, la fuerza de gravedad!)-
A la vez sintió cómo la sangre circulaba, sus músculos se contraían y el corazón producía un ruido ensordecedor al latir. Oyó el crujir de sus huesos y el chapoteo de los litros de agua que había en sus diferentes tejidos.
Enseguida todo se volvió negro. Naruto sintió de nuevo sus brazos y sus piernas, que le parecieron sorprendentemente pesados hasta que recuperó parte de su tono muscular. Respiró conscientemente y sintió cómo el aire entraba en sus pulmones. Agradeció esas sensaciones, incluido un incipiente dolor de cabeza que le sirvió para certificar que había retornado a su estado natural: el interior de un cuerpo humano. En ese momento, su mente encajó definitivamente en su cuerpo y sintió sus neuronas y sus bobinas de chakra achicharrándose. Comenzó a gritar de una forma desgarradora, casi inhumana.
-¡Naruto-kun, tranquilízate!-
Sin embargo, Naruto fue incapaz. Ardiendo de dolor siguió gritando. Sentía todas y cada una de sus neuronas y bobinas de chakra retorciéndose, sufriendo, casi chirriando literalmente por el sufrimiento
-Deja de gritar...me fastidias-
En el plano consciente Naruto escuchó una voz, una voz que jamás había escuchado antes, lo que en un principio lo asustó un poco, hasta que, inmediatamente, constató que su corazón frenaba el ritmo de sus latidos. Al mismo tiempo su respiración se acompasó y una extraña, pero aplastante sensación de calma cayó sobre él.
El dolor empezó a cesar.
-¡Naruto-kun!-
Naruto abrió los ojos muy lentamente y entrevió el contorno de una mujer arrodillada a su lado. Volvió a parpadear a pesar del dolor, y vio cómo la imagen borrosa cobraba forma, se inclinaba hacia él y le tomaba de la mano.
Era Hinata.
Luchó por sentarse y finalmente lo logró con ayuda de la hyūga.
-Naruto-kun...- Ella lo estrechó contra su pecho y lo abrazó con fuerza -P-pensé que te había perdido..-
Naruto observó sus ojos. Ella estaba llorando. Gruesas lágrimas le resbalaban por las mejillas e iban empapando su ropa -H-hinata-chan... ¿P-por qué esta llorando? ¿P-pensaste que me iba a m-morir?- Alzó una mano y acarició su mejilla -¿R-recuerdas la promesa que t-te hice hace años?... haré lo posible para cumplirla; n-no te dejaré sola... n-nunca-
Hinata sonrió a través de sus lágrimas, y asintió débilmente -T-todavía tenemos muchas cosas que hacer... juntos-
Naruto correspondió a su sonrisa con otra -Sí... P-por cierto, encontré a-algo que te pertenece- Estuvo a punto de devolverle el anillo, pero no pudo...
Todo sucedió muy rápido.
Sin previo aviso, Hinata lo empujó con fuerza, apartándolo de sí.
Mientras caía al suelo a unos metros de ella, Naruto lo vivió todo como si sucediera a cámara lenta, y sin sonido, como la última escena de una vieja película.
Vio algo que lo perseguiría por el resto de su vida.
Hinata le dedicó una mirada de amor incondicional, para luego desaparecer de golpe como si se la hubiera tragado el aire. Lo único que quedo de ella fue un mechón de pelo que flotó por unos instantes en el aire antes de caer dentro de una especie de hoyo poco profundo.
Naruto se quedó petrificado, sin poder apartar la vista de lo que quedaba de ella -(H-hinata...)- Una terrible sensación de pérdida y angustia lo invadió, y comenzó a sentir cómo su corazón se desbocaba hasta producirle dificultad respiratoria. -H-hinata...- Poco a poco se acercó al hoyo y agarró el mechón de pelo -N-no... p-por favor... n-no- Lágrimas asomaron a sus ojos, comenzaron a caer por su cara, recorrieron sus mejillas y cayeron sobre su regazo, estallando en millones de pequeñas gotitas. Un sentimiento de soledad se apoderó de él. Se sintió sólo, perdido y miserable. Al tragar, le dolió como si tuviera restos de cristales en la garganta. -H-hinata..-Su voz se quebró y comenzó a llorar.
Todo estalló a su alrededor y se encontró arrodillado en un lugar muy parecido a una cloaca. El suelo era agua y sobre su cabeza había tuberías.
Naruto estaba en su subconsciente.
-Naruto...-
Delante de él había una copia perfecta de sí mismo, la única diferencia era que tenía los ojo rojos.
Era Yami Naruto, y estaba tirado en el suelo, retorciéndose de dolor.
-¿Por qué no la protegiste?-
Se llevó la mano al corazón, rasgándose la sudadera -Yo nunca pedí esto- La oscuridad empezó a cubrirlo poco a poco y empezó a perder la lucidez y a delirar -P-por qué no p-puedo sentir.. tu ayuda... N-nunca me he sentido t-tan a-asustado antes-
...
...
-S-siento que me h-han dejado a-aquí ...para pudrirme-
Con Jakotsu
-Mierda, fallé. Esa perra lo salvó- Jakotsu hizo una mueca de disgusto y miró a Kaguya -Dime, ¿qué piensas ganar con esto?- Su rostro se desfiguró por una expresión de rabia y odio. -Ese chakra le pertenecía a Akishiki-sama... ¡¿Cómo te has atrevido a dárselo a ese humano?!- Abrió la palma de su mano y ante los ojos de todos apareció una bola esférica transparente. -¡No sé qué tienes en mente, pero no va a funcionar!-
Momoshiki frunció el ceño al ver aquello -(No me habia equivocado. Ese idiota a aprendido la técnica insignia de Akishiki)-
Con un grito de rabia, Jakotsu lanzó la esfera transparente hacia Naruto -¡Muere!-
El rubio estaba quieto, con la mirada petrificada; el brillo especial que caracterizaba su mirada había desaparecido. Sus ojos habían adquirido un tono azul muy apagado. Miraba fijamente el mechón de Hinata. Estaba totalmente desconcertado, como si no comprendiera lo que veía.
Estaba en shock. No podía pensar y, aunque hubiera querido, se habría dado cuenta de que su mente se había apagado. Sólo podía escuchar a su corazón, preguntándole: "¿Por qué?" "¿Por qué?" "¿Por qué?"
Ni siquiera podía escuchar los gritos desesperados de Sakura, pidiéndole que reaccionara, que se moviera.
Era inútil.
La esfera estaba a unos centímetros de él, pero antes de que pudiera tocarlo, Naruto desapareció sin dejar rastro.
-¿¡Qué!?-
-¿Acaso pensaste que me iba a quedar quieta?- La piel de Kaguya comenzó a oscurecerse -Acabo de mandar a ese chico a una dimensión muy lejana que les tomará mucho tiempo encontrar- Las venas de su cuerpo comenzaron a moverse por debajo de la piel como serpenteando de júbilo ante lo que estaba a punto de suceder. -Estoy muy enfadada, no me agacharé hacia ustedes, no les daré esa satisfacción, estoy harta; si he de morir, moriré, pero nunca viviré bajo sus reglas, nunca les entregaré mi chakra-
Sincronizados, los tres otsutsuki varones se pusieron en guardia, listos para pelear. -¿¡Qué planeas hacer!?-
-Ahora lo sabrán- La piel de Kaguya empezó a rajarse como el lecho seco de un lago y entre las heridas comenzó a salir un fuerte brillo -Voy a morir, y todos ustedes vendrán conmigo-
Luego de eso, todo se inundó de luz.
Espero les haya gustado al menos un vemos en el próximo cap.
Akishiki, Jakotsu y Bankotsu son OC.