Descargo de responsabilidad: la serie de Pucca y sus personajes no me pertenecen, le pertenecen a su creador Boo Kyoung Kim y nada más. Pero la trama de este relato si es mía, así que nada de plagios, traducciones, copias o adaptaciones.
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"Sabes, odio la soledad, aunque no lo parezca. Pero sí puedes estar a solas conmigo, entonces tal vez no la odie tanto. Ya que será lo más maravilloso que me pase, así que, por favor, estemos solos tu y yo." _perlapuccabf
24 de diciembre en Sooga, era una noche nevada de invierno en la víspera de la navidad. Toda la aldea estaba decorada con luces navideñas, muérdagos y múltiples adornos de la época, que embellecían la aldea y a pesar del frio que hacía la hacía parecer más cálida.
Todos en ese momento estaban en sus casas pasándola con sus familias, desde Ching con su padre, Abyo y el oficial bruce, Pucca, Dada, Dandy y sus tíos en el Goh Rong, la familia de Dong King y sus empleados, hasta Tobe, la pandilla de ninjas vagabundos y sus ninjas. Que, a pesar de la amargura del ninja de la cicatriz, toda la guarida estaba decorada con la temática de cembrina.
Rodeando felices la mesa, esperando la comida que Chief estaba preparando para todos con los alimentos que Payazo y Shaman habían robado en la mañana. Sentados en las sillas viejas que tenían y las nuevas sillas que los ninjas de Tobe habían traído, mientras todos ellos hablaban con ánimo por la calidad que la víspera de la navidad les traía y les hacía sentir.
–Entonces para librarse del hechizo que lo volvía bueno, el señor Tobe tenía que besar a la persona que más Odiaba.
–¿En serio? ¿Y qué pasó?
Preguntó Payazo con interés, siguiéndole la plática a uno de los ninjas de Tobe mientras los demás escuchaban, haciendo que otro de los ninjas tomara la palabra para así respondedor divertido.
–Sí, es en serio; y lo que pasó fue que el señor Tobe tuvo que besar a Garu para quitarse el hechizo.
–¡GUÁCALA! ¡JAJAJA! Es increíble, de verdad eso es algo que no me esperaba. Pero sí no estuviera casado con Chief, ese hecho no me sorprendería para nada.
Exclamó Chamán con diversión, poniéndose serio Tobe que preguntó con el ceño fruncido.
–¿Qué quieres decir?
–¡EH! Que sí no estuvieras casado con Chief y hubieras hecho eso con Garu, no sería sorprendente porque tu odio por Garu puede ser fácilmente confundido con amor. O sea, que en todo caso Serías gay.
Remató Payazo con un comentario burlón que hizo reír a todos, pero que a Tobe hizo enojar a lo extremo luego de oír eso. Queriendo rebatir ese horrendo comentario que Shaman y Payazo habían sugerido, pero no haciéndolo al oír a Chief gritándole con dulzura.
–¡EY! ¡TOBE, CARIÑO! ¡¿PUEDES VENIR AYUDARME?!
–¡SÍ, JEFE! ¡YA VOY!
Parándose del lugar en donde estaba, para entonces dirigirse hacia la cocina de la guarida y ayudar a Jing Jing. Mientras los ninjas, Payazo y Shaman seguían riéndose sobre la anécdota de Tobe y sobre lo que comentaron de él, enfureciendo a Tobe por cada comentario que decían y escuchaba de ellos sin poder evitar prestar atención.
Caminando aún más aprisa para no voltearse a gritar que pararan ni mirarlos con una mirada asesina, llegando a la cocina con el entrecejo fruncido por cada maldito comentario que escuchaba aún. Parándose de tras de Chief con seriedad, que volteó hacia él con un plato vacío en mano y una cuchara.
–¿Qué te pasa, cariño?
–Nada. Sólo dime, ¿En qué quieres que te ayude?
Respondió molesto, preguntando rápido a su vez para que no lo estuviera cuestionando. Viendo como Jing Jing le servía al plato que tenía comida que ella había preparado, para luego entregarle el plato lleno de comida a Tobe mientras le decía cariñosa.
–Pues necesito que me ayudes a servirles y llevarles a todos los demás la comida que preparé, ¿Puedes hacer eso?
–Claro que puedo hacerlo, Chief, ¿Pero es en serio que todavía tengo que servirles comida después de cómo me trataron?
Interrogó enojado, recibiendo el plato de comida y el vaso de ponche que su esposa sirvió. Para luego darse la vuelta con rapidez, oyendo lo que Jing Jing decía enternecida.
–Ay, Cariño, estás enojado por lo que Payazo y Shaman insinuaron. Pero creo que deberías olvidarlo, porque eso no es cierto y tú lo sabes. Ya que sí el beso que le diste a Garu no te causó nada como lo que mis besos te causan, entonces significa que no eres lo que ellos dijeron.
–Pero, yo...
Queriendo Tobe decirle algo a la vagabunda, pero no haciéndolo como él quería. Al sentir como alguien ponía una mano en su hombro, volteando hacia un lado su cabeza para ver quien lo estaba tocando.
Notando como Chief le sonreía con dulzura, provocando que el chico arrugara la nariz con el ceño fruncido. Abriendo la boca para reclamarle a su esposa de palabra el por qué le retenía, aunque no logró decirle nada al sentir como ella posaba sus labios en los suyos con delicadeza.
Sorprendiéndole a lo extremo lo que su esposa hacía, abriendo los ojos como platos al no estar acostumbrado a esas muestras de cariño. Pero cerrando los ojos para disfrutar el momento a pesar de eso, pues no siempre tenían momentos así por culpa de Payazo, sus ninjas y Chamán.
Así que Tobe se dejó llevar un poco por el beso que se estaba dando con su esposa, por lo menos hasta que este finalizó románticamente como casi nunca terminaba. Abriendo los ojos lentamente, despacio y sin prisas por el gusto que le invadió al finalizarlo, al no ser el primer beso que se daban desde que se casaron.
Pero sí siendo el primero que le recordaba cuanto la amaba y porqué seguían juntos a pesar de sus diferencias, ya que, aunque Tobe nunca lo admitiera ni así mismo. Tener la compañía de Chief le llenaba sus días y lo hacían muy feliz, por eso fue que el comentario de que si Chief no estuviera con él de seguro sería gay le molestó.
Pues no quería ni pensar que sería de su vida si Chief no estaba en ella, así que por eso fue su molestia y no el comentario de que si él fuera gay. Pues Tobe podía jurar que no lo sería y que tampoco le importaba si Garu lo era, lo que le importaba es que la gente considerara la posibilidad de que Chief no formara parte de su vida y creyeran que su odio hacia Garu se pudiera confundir con amor.
Por lo demás, a Tobe le daba completamente igual lo que pensaran de él la gente de la aldea. Siempre y cuando no separaran a esa chica vagabunda de su lado, todo estaría bien y los habitantes de Sooga podrían irse al diablo y seguir con sus vidas.
No obstante, Tobe no quería que su esposa supiera lo que había provocado en él. Así que alineó la compostura, se puso firme y giró su cabeza a la posición en la que se encontraba antes del beso, escuchando lo que Chief le decía con felicidad.
–Vez, cuando beso yo se siente diferente. Así que dudo que cuando besaste a Garu sentiste lo mismo que ahora, al menos de que él sea más especial que yo para ti.
–¡QUÉ! ¡CLARO QUE NO! ¡ÉL ¡MERMELADA...! Digo, no pienses nada raro, él para mí es sólo un enemigo que quiero aniquilar y tú eres la chica molesta que vive en mi casa.
Respondió Tobe serio, caminando un poco hacia la puerta de la salida de la cocina, provocando que Jefe dijera alegre.
–Soy tu esposa, cariño, no olvides que por eso estoy aquí. Pero sí te gustan más los besos de Garu que los míos, entonces tal vez sería mejor que me haga a un lado para que empiecen con Su romance.
–Ay, no, que asco. Claro que no me gusta lo que pasó esa vez con Garu, sólo lo hice para librarme del hechizo que obtuvimos mis ninjas y yo. Así que no digas locuras, que sí estás aquí es porque quieres estar aquí y porque yo no quiero que te vayas ya que cocinas bien.
Declaró Tobe molesto, ocultándole a su esposa lo que realmente sentía por ella. Pues él sabía que la mantenía ahí porque la quería y no porque cocinara bien, ya que lo del cocinar sólo era una tonta excusa para ocultar lo que en realidad sentía.
Escusa que la vagabunda pudo captar como mentira, pues adivinó que por más que Tobe se mostrara serio, distante y frio con Chief. En su interior los sentimientos que tenía por ella eran otros, que, aunque nunca lo admitiera enfrente de nadie o de sí mismo sabía que eran de amor.
Así que al ver como Tobe se iba hacia la puerta con lo que le dio en manos, Chief sólo se comenzó a reír alegre de la vida. Hablando feliz mientras Tobe se alejaba hacia donde están todos los demás, dejando que ella hablara y siguiera sirviendo a los demás que están en la guarida.
–¡JAJAJAJAJA! Sí, cariño, lo que tú digas.
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En fin, todas las familias estaban realmente felices. Excepto un ninja de coletas, traje negro y rojo y semblante serio, que a pesar de que no odiaba la navidad o detestara estar solo.
En este día, esas dos palabras combinadas no lo hacían sentir completamente bien y conforme con él ni con la fecha de hoy. Pues lo hacían sentir una soledad horrible que lo aplastaba por dentro, al no poder convivir con ningún familiar porque no tenía.
Por lo menos Garu no tenía ningún familiar con vida o que conociera, por lo que no tenía exactamente con quien pasar la noche buena y mucho menos navidad. Y si bien Abyo, Ching, los tíos de Pucca y Pucca los consideraba como familia, también estaba consiente que ellos la pasarían con sus padres o familiares cercanos y él no pintaba nada en ese lugar.
Así que totalmente resignado, Garu sólo se sentó en el sillón de la sala con un pijama y pantuflas cómodas, suaves y acolchonadas. Viendo con atención una película de ninjas con un chocolate en manos, mientras esperaba que el día pasara para no sentirse solo.
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Mientras tanto en el Goh Rong, todos estaban reunidos en la salita que usaban de comedor junto a la cocina privada del restaurante. Comiendo la comida que los tíos de ella prepararon, mientras las luces, el árbol y los adornos decoraban la estancia.
Haciendo parecer más hogareño, cálido y mágico el lugar, dando la felicidad que todos tenían con excepción de Pucca. Pues ella tenía la cabeza agachada hacia su plato de comida, observándolo con desgano, tristeza y desánimo por no tener a Garu a su lado en ese momento.
Suspirando Pucca una y otra vez cabizbaja, ya que de hecho lo quería con ella y el no tenerlo ahí le afectaba. Más que nada porque ella sabía que él estaría sólo en noche buena y esa idea no le gustaba, por lo que tenía unas ganas enormes de ir por él para que la acompañara a ella y a su familia a pasar la noche.
Aunque sabía muy bien que no podía hacerlo, pues Pucca no podía ni debía abandonar a sus tíos, a Dandy ni a Dada por nada del mundo. A pesar de que supiera que su amado la estuviese pasando sólo en su casa en el bosque, ella tenía que aguantarse y resignarse a que no podía ir por Garu y traerlo a casa.
Por lo que por eso la chica sólo movía sus palillos alrededor del plato, agarrando y soltando el contenido de este sin llevarse nada a la boca. Muy concentrada en su tristeza como para comer algo del plato, llamando la atención de sus tíos que le preguntaron al ver la actitud de su sobrina tan extraña.
–Oye, Pucca, ¿Estás bien?
Asintiendo con la cabeza, para cuestionar Ho preocupado.
–Entonces, ¿Por qué te vez tan cabizbaja?
Tratando de negar con la cabeza, hasta que Dandy interrumpió a Pucca y dijo con seriedad.
–Creo que Pucca está así por culpa de Garu, pues como él no tiene familia. Pucca debe de estar triste porque él pase solo la noche buena en su casa, detalle que asumo que quiere hacer algo por él y ese algo por él es traerlo a comer con nosotros.
–Ah, con que es eso, ahora ya entiendo todo. Entonces, ¿Por qué no vas allá y lo traes a comer con nosotros?
Dijo Dumpling animadamente, haciendo que Pucca arqueara las cejas con sorpresa, incredulidad y esperanza, preguntándole con un gesto y su mirada ilusionada.
~–¿De veras? ¿Estás seguro, tío Dumpling? ~
–Claro, Pucca, tráelo a comer con nosotros que para nosotros no es ningún problema y Garu ya forma parte de esta familia.
Habló Linguini apoyando la idea de sus dos hermanos, provocando que Pucca sonriera ampliamente por la idea de sus tíos. Levantándose de la mesa del restaurante, para salir disparada hacia su cuarto y de esa manera colocarse su ropa invernal.
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Saliendo del Goh Rong con felicidad, para ir por Garu al bosque de bambú y así llevarlo al restaurant. Pisando la nieve que le hundía los pies al caminar, mientras los copos de nieve caían desde el cielo hacia su ropa y cabello.
Sintiendo el viento helado que corría en Sooga, pero que sinceramente no le afectaba al tener consigo su gorro, bufanda, guantes, botas de invierno y su saco abrigador. Viendo toda la aldea perfectamente decorada con toda la temática navideña, hasta que llegó al bosque en donde casi no había decoraciones de ningún tipo.
Caminando un poco más para llegar a la casa de Garu, observando que al llegar si estaba completamente decorada de navidad. Sonriendo ampliamente al notar que Garu ya decoraba su casa con todos los adornos, cuando antes no lo hacía porque no lo veía necesario.
Pero, en fin, Pucca no había ido hasta allá sólo para felicitarlo por la decoración. Sí no que vino ahí para invitarlo a pasar la noche buena en su casa y de paso acompañarlo en su soledad, así que entonces se animó a tocar la puerta tres veces seguidas.
Esperando unos cuantos minutos hasta que Garu abrió, viendo sorprendido a Pucca porque estuviese ahí y no en su casa. Queriendo correrla para que no lo molestara con sus besos, pero no logrando éxito alguno al ser empujado levemente por Pucca para poder estar con él.
Ingresando a su casa como si fuera la suya, viendo toda la casa de Garu decorada con las cosas de la época. Sonriendo de lado a lado al ver el muérdago que puso en medio de la sala, en el medio del pasillo, en la puerta del cuarto de Garu, en la puerta de la cocina y arriba de la puerta de entrada, corriendo hacia él para de esa forma besarlo en los labios.
Haciendo que Garu frunciera el ceño y se quejara un poco, pero sin hacer nada o siquiera empujarla al sentir la calidez de los labios de ella contra sus labios fríos. Detalle que le hizo pensar que necesitaba ese beso, pues estaba tan sólo en su casa que a pesar de su vestimenta se sentía helado.
Un hecho que provocó que cuando Pucca se separó de él, Garu volviera a sentir el frio de su hogar y una necesidad imperiosa de volver a sentir los labios de ella pegados a los suyos. Necesidad que obviamente contuvo para sí mismo, ya que él aún no estaba listo para confesarse a sí mismo que la quería.
Así que después de que ella se separara de él, Garu sólo la miró con su ceño fruncido y su rostro rojo. Preguntándole con sus ojos obscuros y una de sus cejas alzadas, mientras Pucca lo veía con una sonrisa en la cara y los corazones de amor que luego de besarlo siempre aparecían.
~¿Qué haces aquí?~
~Vine a verte, ¿Qué más crees que iba hacer?~
Respondió Pucca alegre, acompañada de una pregunta hacia él, que Garu luego luego contestó con su mirada fastidiada.
~Pues estar en tu casa, eso es lo que deberías estar haciendo, ¿O es que no vez que debes pasarla en familia?~
~Sí, eso ya lo sé. Pero Garu, tú eres mi familia.~
Volvió a decir Pucca con su mirada ahora dulcificada, en lugar de su típica mirada confiada, burlona o feliz. Desconcertando y poniendo aún más rojo a Garu, pues él no podía creerse que dijera eso.
Ya que sí bien esperaba que en algún momento dijera aquello, no esperaba que dijera Pucca esas palabras en esta fecha y ahora que él se sentía tan vulnerable. Así que nervioso como ella lo había dejado por sus oraciones, Garu sólo dijo con su mirada al rodar los ojos.
~M-Me refiero a tu verdadera familia, o sea a tus tíos, Dada y Dandy y no aquel que falsamente consideras de tu familia.~
~No te considero falsamente de mí familia, porque te estoy asegurando que para mí tú formas parte de mi familia.~
Repitiendo de nuevo lo que ella sentía, al mirarlo todavía con su gesto dulcificado, pero con las cejas fruncidas. Poniendo aún más nervioso a Garu y dejándolo sin nada que expresar, señal que Pucca malinterpretó por el gesto de él neutral. Poniéndose triste por esa situación, para agachar un poco su cabeza y decir cabizbaja con sus ojos rasgados.
~Creo que quieres estar solo, pues veo que me precipité con mis palabras, así que te dejaré y me regresaré a casa.~
Caminando hacia la Puerta que Garu aún mantenía abierta luego de que la dejara pasar, pasando junto a él para que así Pucca se retirara. Rosando el cuerpo de Garu con su cuerpo al pasar ella a lado, haciendo que él reaccionara por fin al verla alejarse triste hacia la puerta de salida. Avanzando rápido para evitar que se fuera sin saber por qué, al notar que Pucca estaba a punto de llegar a la puerta para así retirarse. Sujetándola con la mano al atraparla velozmente del brazo, provocando con aquello que ella girara a verlo atenta.
Enrojeciendo Garu a niveles extremos, en el momento en el que la mirada profunda de Pucca chocaba como auto contra su mirada obscura. Incitando que con eso el nerviosismo de él floreciera como flor de invierno, llevando al corazón de Pucca dudas que sus ojos no tardaron en expresar.
~Garu, ¿Estás bien? ¿Necesitas algo?~
~No. Sí. No. Sí. Ay, ya no sé.~
Confundiendo a Pucca por la mirada dubitativa de Garu, pues en vez decía que sí y en otras veces decía que no. por lo que, con la mirada más firme de ella, pero triste, Pucca sólo tuvo que decir seria.
~Si es porque quieres que me vaya, eso es lo que iba hacer. Así que ya no te preocupes, que ya me regresaré a casa y ya no te molestaré, ¿Está bien?~
~No, claro que no está bien, porque eso no es lo que iba a decir.~
Habló su mirada con firmeza que hace rato no tenía, al jalar el brazo de Pucca un poco más. Para que de esa forma ella girara por completo hacia él, atrapando con rapidez el otro brazo de Pucca con la otra mano.
Tomando con seguridad las manos de Pucca, gesto que la hizo sonrojar, confundirse aún más y quitar su cara triste. Adquiriendo así un brillo en sus ojos, las mejillas rojas y una pequeña sonrisa ilusionada que amenazaba con hacerse más grande, provocando sin querer que la confianza de Garu apenas obtenida se fuera al caño.
Quedándose de nuevo sin nada que decir, al ver lo bonita que esa chica se había puesto luego de su gesto rápido. Sudando frio por lo que planeaba decirle antes. Pero que ahora no tenía el suficiente valor para soltárselo ni con su mirada.
Permaneciendo con la mente en blanco, al no saber ni que decir y mucho menos como empezar. Dejando un silencio entre los dos que a Pucca le parecía desesperante, porque entre más pasaba el tiempo y Garu seguía sin decir ni una sola palabra.
Ella sentía como sus esperanzas de que Garu le dijera que se quedara con él se estaban rompiendo, así que mejor desvaneció su sonrisa, fue apagando el brillo de sus ojos, dio un paso para atrás para así irse y estaba a punto de hacer que Garu le soltara las manos, por lo menos hasta que Garu parpadeó rápidamente, despertándolo de su ensoñación para que este la mirara con timidez, besándola en los labios con una confianza que no tenía y así decir con ese gesto.
~Por favor, Pucca, quédate aquí conmigo. Por lo menos un rato, no me dejes solo que no lo soportaría.~
Sorprendiendo a Pucca por el beso que Garu le dio, pero cerrando los ojos al igual que él para disfrutar el beso. Separándose tiempo después para pasar un rato en la casa de Garu; y de esa forma irse a la casa de Pucca, luego de que Garu se sintiera mejor para pasar las fiestas en la casa de alguien más.
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24 de diciembre de 2022.
Nota de la autora.
¡FELIZ NOCHE BUENA PARA TODOS! Que se las pasen bien, que se les quiere mucho.