LO HICE POR TI


01/02/2022


Respiró profundamente mientras miraba la habitación...

Movió la cabeza y se dijo que era mejor olvidar el suceso, y para ello, era mejor no recordar ni el más mínimo detalle. Miró la hora y comenzó a vestirse rápidamente.

Ella no tenía la certeza de que el hombre a su lado poseía el sueño pesado pero maldición ya no importaba.

Al terminar, cogió su bolso de mano y sacó unos papeles que antes del furtivo encuentro los había dejado en la mesa principal del extenso departamento. Le dio una rápida mirada asegurándose que la firma estuviera mientras suspiraba.
Cerró el folder y salió inmediatamente del lugar.

Sumado al terrible frío de las madrugadas, caía una suave lluvia en Ciudad Oeste, que a Bulma le provocó un escalofrío.
Abrazándose camino por las solitarias calles del barrio residencial.
Que Bulma podría caminar hasta su casa tranquila sin miedo a una atraco, era lo único que podía agradecer; tanto la noche vivida, como los pensamientos que la invadieron antes y después, eran algo que ella nunca podría recordar con una sonrisa o, al menos, con un gesto impasible.
Porque el asco y la repulsión brotarían con naturalidad.

Sintió como saladas lágrimas comenzaron a mojar sus mejillas.

Y lo peor era que no podía culpar a alguien. Nadie había manipulado su destino. Nadie la había obligado ni sugerido hacer ello, ni si quiera implícitamente.

Salvó el idiota que acabó con la vida del Sr. Vegeta Ouji pero el también, yacía bajo tierra así que no quedaba nadie. Por ende, no podía odiar más que a todo el mundo, pero ni ello podía hacer. Lloró añorando consuelo.
Entonces, su celular vibro avisando que un mensaje acababa de llegar.
Se paró en seco. Y dudo. ¿De quién podía ser?

Sacó el móvil del bolsillo de su abrigo y lo miro sin desbloquearlo.
Quien sea quien fuese debía tener interés en hablar con ella a estas horas. Pensó, e inmediatamente un solo nombre se le vino a la mente : Vegeta.
Lo encendió con rapidez y leyó el mensaje.

"Bulma, te tengo buenas noticias. Al parecer solo nos bastaría su firma para ganar el juicio. No tendremos que... "

Y era demasiado para ella.
Bulma cerró los ojos mientras que ahora, lágrimas de alegría mojaban sus mejillas sin mesura. Si, era duro para ella pero por la recompensa haría lo que fuese. Y la recompensa seria un gran consuelo. El mejor de todos: la alegría de su prometido.


Nota de la autora: Bueno, aquí en mi país son las 22: 20 de la noche y no sé muy bien que decir.

En fin, gracias por leer.

Re-editado 03/03/2024