Disclaimer: Este fanfic usa personajes de Vocaloid creados por Crypton Future Media, Inc. y no está afiliado oficialmente con ellos. Todos los derechos pertenecen a sus respectivos propietarios.


Capitulo 1: Tutor.

- Joven Kagamine, le asignaremos un tutor… si sigue así de mal, le tendremos que expulsar.

El joven se dejó caer en el asiento con pesadez, se llevó las manos a la cabeza enredando algunas de las hebras doradas de su cabellera entre sus dedos, asimilando poco a poco lo que acababa de escuchar.

- ¿Expulsión? - pregunto, corroborando lo que acababa de escuchar - Profesor… solo baje unos rangos… ¿No cree que una expulsión sería demasiado?

- Sé que es un estudiante muy talentoso, entro aquí gracias a una beca musical y la ha sabido aprovechar muy bien, me consta - informó el profesor - Pero debo recordarle que su beca tiene una condición, la Academia Vocaloid cubrirá todos sus gastos, matrícula, alojamiento y alimentación siempre y cuando usted cumpliera con el requisito de excelencia académica, de lo contrario, todos sus beneficios serían revocados.

- ¡Pero usted mismo lo ha dicho, he sido el mejor! - se defendió el joven rubio.

En música y deportes, claro está. En lengua, inglés y sociales no le ha ido mal, pero lo que son las ciencias y matemáticas… -dijo, extendiendo las papeletas de los últimos exámenes marcados por un gran sello rojo - Me parece que no hay nada más que explicar, ni siquiera ha estado cerca de aprobar.

El rubio suspiró. Era cierto, sus notas en esas últimas materias habían sido terriblemente lamentables. Pero no era su culpa.

¡Él se había esforzado! Claro que sí. Pero simplemente las matemáticas y él no se llevaban bien. Creyó que manteniendo sus notas en las otras materias lograria equilibrar un poco la balanza, pero muy a su pesar, su plan no había salido tan bien.

Y ahora, estaba a casi nada de perder su beca.

¡Con lo mucho que se había esforzado por entrar!

La Academia Vocaloid era más que un simple colegio; era un símbolo de status y poder, reservado para aquellos con talentos excepcionales y los bolsillos llenos. Desde su fundación, la academia había sido conocida como un lugar donde los genios en ciencias y las artes se cultivaban. Cualquiera que saliera de sus puertas tenía el exito asegurado. Sus instalaciones impresionaban a cualquiera que las viera: auditorios insonorizados donde la música parecía vibrar con vida propia, laboratorios equipados con la tecnología más avanzada, y una biblioteca que albergaba volúmenes raros y únicos. Ingresar era un privilegio reservado para pocos, y los que no provenían de la élite debían someterse a un escrutinio feroz.

Kagamine Len no tenía apellido ni fortuna que respaldara su solicitud, pero su talento habló por sí. Tuvo que audicionar varias veces y después de incontables horas de ensayo, noches sin dormir y demostraciones públicas de su habilidad en cada instrumento que le pusieran enfrente, logró lo que en algún momento creyó imposible.

Destacar entre miles de aspirantes, asegurando su lugar con la única beca completa entre todos los elegidos.

Y ahora estaba a punto de perderla, todo por culpa de las ciencias y matemáticas.

El profesor suspiró, adivinando el dilema interno que el joven rubio experimentaba, si estuviese en su lugar también se sentiría fatal. Se acomodo las gafas sobre el puente de la nariz y dando un leve carraspeo intento llamar la atención del joven una vez más.

- No todo está perdido - le aclaró - No se le está pidiendo que se convierta en el número uno en todas sus materias, pero sí que cumpla con la nota mínima para mantener el nivel necesario. En otras circunstancias, joven Kagamine, su beca terminaría aquí, pero, siendo conscientes de su talento se abrió la posibilidad de brindarle una segunda oportunidad.

- ¿Se refiere… al tutor? - preguntó nerviosamente.

El profesor asintió.

La Academia ofrecía un programa de tutorías adicionales; sin embargo su beca no le cubría aquellos gastos adicionales y dudaba mucho de que su economía se lo permitiera. Por más que quisiera, no tenía los recursos para poder aceptar.

Como si le estuviera leyendo la mente, el profesor aclaró.

- Sabemos que no puede cubrir los gastos del programa especial, por lo tanto, el edificio de Ciencias abrió una convocatoria hacia sus prodigios, así que su tutor será un estudiante más.

Len parpadeó incrédulo. Él pertenecía al edificio de Artes; no conocía el edificio de Ciencias, pero sabía que sus estudiantes eran… diferentes. Mientras que los artistas eran conocidos por su energía desenfadada y su creatividad contagiosa, los de Ciencias siempre parecían moverse con una especie de rigidez calculada.

No era que fueran distantes por naturaleza, pero había algo en su manera de comportarse que los hacía parecer... superiores. Siempre ensimismados en sus propios logros, tendían a ver el mundo como un tablero de ajedrez, donde sólo los más brillantes sobrevivían. Rara vez interactuaban con los demás, y cuando lo hacían, era con una condescendencia apenas disfrazada.

Que uno de ellos se ofreciera como tutor voluntario resultaba casi impensable para Len.

- Profesor… ¿Está seguro de esto? - preguntó - Realmente me alivia mucho tener esta oportunidad, pero los estudiantes de ciencias… ellos…

- No ayudaran sin nada a cambio, lo sé muy bien, no debes de preocuparte por eso, todo esta cubierto - le interrumpió - Tu tutor ya fue designado, se supone que te la presentaria al llegar pero parece que se ha retrasado.

- Eso, o es que se arrepintió… - pensó Len.

Aunque conociendo lo orgullosos que eran los estudiantes del edificio vecino, que alguien se retractara de buenas a primeras era lo mismo que aceptar una derrota. Se sentía nervioso, realmente lo último que quería era haber obligado a alguien a convertirse en su tutor.

¿Que clase de persona seria?

¿Un estudiante normal o un prodigio?

¿Alguien de reglas estrictas o alguien con quien pudiera hablar con tranquilidad?

Sin embargo, el sonido de tres golpes seguidos sobre la puerta le trajo a la realidad.

- ¿Esta es la oficina del Profesor Hiyama Kiyoteru? - preguntó alguién desde el exterior.

- ¡Adelante, puede pasar! - respondió el profesor.

Poco a poco la puerta se comenzó a deslizar y por ella una joven de cabellera rubia avanzó. Vestia el uniforme tradicional, camisa marinera blanca con negro, una falda de pliegues y medias color negro, adornado con un gran mono amarillo sobre el pecho.

Hizo una leve reverencia.

- Mi nombre es Otosaki Rin… A partir de este momento, seré la tutora del joven Kagamine.


¡Hey! ¿Como va todo por aquí?

Esta es una pequeña idea que tengo desde hace unos dias, mi propia adaptación de Romeo & Cinderella (aunque probablemente encontremos referencias a otras sagas por ahi).

Aunque esta primer capitulo no nos diga mucho, espero que sea de su agrado y si les gusta, no duden en dejarme un pequeño review o comentario.

¡Nos vemos en el siguiente cap!