*01*
- Felicidades, ahora eres la nueva directora ejecutiva de la corporación DUXTRAN.
Toda la junta directiva emitió un "sonoro" aplauso… Falsos y mentirosos, cerdos pomposos en trajes elegantes con los que intentan ocultar sus abultadas barrigas.
La corporación terrícola DUXTRAN fundada desde 1788 por mi ilustre antepasado Sylas Lloyd en Dublín, Irlanda; se ha mantenido en operación desde siglos pasados gracias a la estrategia, visión y manipulación del mercado, alianzas y eliminación de sus competidores sin escatimar en utilizar todos sus recursos para conseguir la máxima ganancia.
Con el pasar del tiempo, la corporación DUXTRAN fortaleció sus relaciones con empresas cada vez más poderosas: FORD, GENERAL ELECTRIC, MICROSOFT, ARAMCO, y más terribles como InGen, la corporación Tyrell, Sistemas Cyberdyne, OCP… cuando la humanidad dio el salto a la conquista del espacio y se tuvieron relaciones comerciales con los señores de las estrellas, la corporación DUXTRAN una vez más hizo alianzas con los nuevos amos del comercio estelar, la corporación Weylan-Yutani, K.S.I. , la Federación de comercio estelar del distrito 142, el Concejo de comercio de los Señores Nebulanos y razas alienígenas más antiguas y malignas como los Quintessons…
Desde que era pequeña he escuchado el mantra de la familia: "Negocios son negocios, no es nada personal…", mi padre Nathaniel Murphy me preparó desde muy joven para tomar el control de la corporación solo llegado el momento, ¡El viejo perro!
Estudié finanzas, negocios interplanetarios, administración de empresas, regulación interestelar de comercio ¡Si no fuera por los implantes cerebrales para expandir la mente de la corporación Tyrell no sé cómo hubiera almacenado tanta información en la cabeza!
Fue así como desde hace cinco años, yo, Lorelay Connor he estado a cargo de la corporación DUXTRAN.
La corporación DUXTRAN tiene varias reglas arcanas establecidas desde los tiempos de Sylas Lloyd que se han respetado a lo largo de todos estos siglos, entre ellas:
* Las hijas heredan la corporación y siempre deben tener un lugar en el Concejo directivo.
* Las hijas darán la autorización ante la decisión sobre la adquisición de maquinaria, equipamiento y herramientas así como el uso de tecnología de la corporación de acuerdo a los criterios de mayor rentabilidad económica en beneficio de la corporación DUXTRAN.
El futuro de la corporación DUXTRAN descansa en las manos de sus hijas…
...
- Control espacial de la estación Talento, aquí el capitán Lionel Disko, del galeón estelar de comercio Magallanes 31777 de la corporación DUXTRAN solicitando permiso para anclar…
- Adelante Magallanes 31777, permiso concedido. Procedan maniobras en Hangar 1135LA
El enorme galeón estelar comenzó a realizar las maniobras de anclaje en el hangar de la estación espacial, mientras la tripulación colocaba en posición la nave estelar, personal de la corporación DUXTRAN comenzaron a despertar a los miembros élites de sus cámaras criogénicas, había sido un viaje largo pero placentero de la Tierra a la estación espacial Talento de la Federación de Comercio estelar en el sistema solar Alfa Centauri.
La corporación DUXTRAN llegaba a tiempo, como siempre, para la reunión y subasta tecnológica de la Federación de Comercio.
...
La puerta hermética del camarote se abrió emitiendo un ligero sonido hermético.
- Disculpe, señora- informó una joven mucama de tez trigueña hablando a la habitación vacía- el capitán Mifune desea verla.
- Qué pase- fue la sencilla respuesta desde la puerta abierta del fondo del camarote.
La mucama asintió con un leve movimiento de cabeza regresando sobre sus pasos a la puerta principal del camarote.
- La señora le atenderá en un momento, capitán Mifune- invitó a pasar la joven Mucama.
- Arigato gozaimasu, Nara chan- contestó el recién llegado siguiendo a su joven guía.
El capitán Mifune, no podía negar su origen japonés en sus facciones, el hombre de sesenta y pico de años se quedó de pie en el interior del camarote aunque Nara le indicara que tomara asiento en el sillón de piel en esa pequeña sala de estar.
Camisa de manga larga con chaleco y pantalón negro, aunque ya no portara el uniforme no podía negar que desde su juventud hasta su retiro había pertenecido al ejército; pero la vida tranquila en la Tierra no era para Mifune, a los cincuenta y tantos años había conocido a Nathaniel Murphy y éste lo había convencido para ser escolta personal de su hija, la obstinada Lorelay Connor.
- Capitán Mifune- se escuchó la briosa voz de Lorelay saliendo de la puerta del fondo del camarote.
Lorelay Connor, apareció en escena cubierta por una bata de baño de color blanco y la toalla en la cabeza envolviendo su rojiza cabellera.
El capitán Mifune hizo un saludo oriental a la mujer. Lorelay se sonrió ligeramente, siempre le habían gustado esas muestras de respeto y galantería de Mifune, desde que lo conociera cuando tenía unos quince años y su padre se lo presentara como su "protector y guardián".
- Toma asiento, Mifune- ordenó la pelirroja sentándose en el blanco sillón frente al japonés.
El capitán Mifune finalmente accedió a sentarse una vez que Lorelay se encontraba frente a él.
- ¿Quieres beber algo?- invitó Lorelay acomodando su bata para poder cruzar sus esbeltas piernas.
Mifune agradeció pero no aceptó la bebida al mismo instante que su mirada bajaba a las piernas de la pelirroja.
Lorelay dejó escapar una risa cantarina mientras liberaba su cabellera de fuego de la toalla que la aprisionaba dejando al descubierto su alborotada melena.
- Retírate Nara, por favor- ordenó Lorelay dejando la toalla mojada en el asiento del sillón junto a ella.
Nara hizo una inclinación de cabeza y salió del camarote.
Mifune y Lorelay guardaron silencio hasta que la puerta se cerró detrás de la mucama.
- ¿Dormiste bien?- preguntó Lorelay.
Mifune asintió.
- Mifune, no me gusta que me mientas- le sonrió con malicia la pelirroja.
El japonés suspiró.
- Ni el viaje ni el hipersueño fueron problema- se sinceró Mifune- lo desagradable son las náuseas al despertar.
- Te estas poniendo viejo, Mifune- se burló Lorelay- pero sí, yo también odio las ganas de vomitar una vez que las luces se encienden… ¡Malditas náuseas!
No importaba cuántos viajes estelares realizaran, Mifune siempre despertaba con el estómago revuelto mientras que Lorelay siempre pedía un whisky irlandés terrestre como si solo fuera un viaje internacional de Nueva York a Dublín.
- Me han informado que los representantes comerciales de la RDA aún no llegan- continuó Lorelay regresando a Mifune a la realidad.
- Puedes utilizar ese tiempo para descansar un poco- sugirió el capitán Mifune.
- ¡El diablo me lleve si dejo que esos verdaderos imbéciles de la Administración para el Desarrollo de Recursos me ganen lo mejor de la subasta por estar descansando como una vaca!- exclamó vivazmente Lorelay poniéndose de pie de un salto.
Mifune desvió la mirada para evitar ver más de la cuenta entre la abertura de la bata de Lorelay. Una vez más la pelirroja captó el predicamento de Mifune.
- ¡Por los campos esmeraldas, Mifune!- sonrió Lorelay- ¡Odio tu maldito decoro que me desarma!
La pelirroja en bata caminó hacia el capitán Mifune librando la mesilla de centro que los separaba, Mifune intentó ponerse de pie pero Lorelay se lo impidió sentándose sobre sus piernas mientras pasaba sus brazos por detrás de su cuello.
Los ojos grises de Mifune y los verdes de Lorelay se sonreían mutuamente.
- ¡El viejo perro sabía lo que hacía cuando te puso en mi camino, tesoro de mi corazón!- susurró Lorelay acercando sus labios a los del capitán Mifune.
- Creí que habías dicho que "no tenías tiempo", que la RDA…- musitó Mifune.
- ¡Qué se joda la RDA!- canturreó Lorelay liberando su mano derecha para juguetear con el cabello negro ribeteado de canas de Mifune.
- Maldices como duende-le sonrió el capitán Mifune a la pelirroja.
-¡Al diablo contigo, tesoro de mi corazón!- bromeó Lorelay silenciando a Mifune con un largo y apasionado beso- Soñé con la subasta y con esto todo el camino…- murmuró cuando se separaron para tomar aire- Me gusta llegar temprano para aprovechar el tiempo…
Continuara…