Alteración Genética
Nota Importante: si alguien sabe francés y mi traducción esta mala, no duden en corregirme. Espero puedan perdonar el mal francés, por favor.
Capítulo 8 : Los Dursley en Hogwarts.
Decir que Harry estaba enojado, no reflejaba el estado emocional del chico...chica. Decir que Harry se encontraba furioso a punto de estallar, energumero, se aproximaba mas a la realidad. En esos momentos, el joven solo deseaba poder descargar algo de su poder, preferiblemente en objetos inanimados hechos de cristal.
Tomó varias bocanadas de aire, intentando calmarse, no quería que Justin y Hannah terminaran en el lado equivocado de su enojo. Lo mejor sería volver al castillo, donde discutiría con sus cómplices la mejor manera de hacerle pagar a los Dursley por todo lo que le habían hecho. Estaba segura que hasta Albus y Minnie se prestarían.
Colocando su mejor sonrisa, se volvió hacia sus dos compañeros, quienes tenían el ceño fruncido por la preocupación. Unas cuantas palabras, y los tres se encontraban de camino a Hogwarts.
Tres tiendas mas arriba de donde se encontraba Kat, Draco la observada mordiéndose el labio inferior, tratando de ocultarse a la vista, estilo Sherlok Holmes. No que él fuese a admitir el encontrarse extremadamente preocupado por Kat, pero nadie podía negar que era extraño ver a la joven cambiar de humor como lo hizo hacía unos momentos.
Jillykat se caracterizaba por su autocontrol, verla perderlo de esa manera le hacía preguntarse que podría haberla puesto de tan mal como la chica se alejaba en dirección al castillo, pero decidió no seguirla. Poco después de que ella desapareciera de vista, el joven se aproximó al lugar donde se encontraba el periodico del día tirado.
En la portada, aparecían tres personas, una mujer extremadamente flaca y dos ballenas por hombres. El ya había visto el encabezado en la mañana, sin duda le había asombrado que esa fuese la familia de Potter. Aunque bueno, eran muggles, que mas se podía esperar.
Sin una mirada mas, dejó el lugar, sin fijarse en la nota que había al final de la página. "Los Dursley pasaran el resto de su estadía en Hogwarts, donde brindarán su ayuda en la busqueda de su sobrino, o hasta que Albus Dumbledore decida revelar su paradero".
Harry entró en la oficina de Padfoot, donde se encontraban Remus y Severus también. Al ver el rostro furioso que la joven traía, decidieron esperar hasta que ella decidiera contarles lo que había sucedido.
-¿Leyeron el diario hoy?- preguntó la joven su voz suave, cosa que contradecía el brillo furioso de sus ojos.
-No- fue la respuesta general. La joven, sacando el periodico (que había sacado de la oficina de Remus) lo puso enfrente de los tres hombres mayores.
Con solo ver el título, los tres pasaron por todos los colores, murmurando cosas initeligibles (en el caso de Sirius, cosas que ninguna persona educada escribiría). Un brillo maniático innundó la mirada de Severus, y Harry sabía que eso significaba diversión...
-Dime, Sevvy, ¿ya tienes un plan?- la mirada matadora que Severus le envió hubiese sido mas efectiva, sino fuera porque sus ojos reflejaban su diversión.
-Por supuesto que si, querida. Pero vamos a necesitar la ayuda de Albus. Si queremos sacar todos los trapos sucios de esa familia, tenemos que usar nuestros mejores contactos-
Harry sonrió despreciativamente de solo pensar en los Dursley. El joven nunca pensó en vengarse, claro, hasta que ellos decidieron aprovecharse de su estatus como familia para irrumpir en su mundo, después de todo lo que le habían hecho. ¡No, eso no se quedaría así!
Sin mas comentarios, los cuatro se dirigieron al despacho de Dumbledore. Cuando llegaron al lugar, no solo se encotraron al director, sino también a Mcgonagall, ambos tenían expresiones sombrías.
Harry levantó una ceja, esperando que Albus explicara la situación. Como en raras ocasiones, el viejo fue directo al punto.
-Al parecer los Dursley han convencido al ministro de magia para que los deje quedar en Hogwarts por tiempo indefinido- la expresión de los presentes se oscureció por unos breves momentos, antes de que una sonrisa maliciosa aflorara a los labios de Harry.
-Bueno, pues tendremos que darle una inolvidable bienvenida, ¿no lo creen?- las otras personas en el lugar no pudieron evitar la risa que los inundó, ¿porque no tener algo de diversión a costa de los Dursley? Ellos sin duda se merecían todo lo que iba a pasarles.
Lunes llegó rapidamente, algo que pocos alumnos deseaban. Clases empezaban a las ocho de la mañana, Slytherin tenía pociones dobles con Gryffindor. Todo normal, claro, hasta el anuncio de Dumbledore.
-Queridos alumnos, como muchos ya sabrán, la familia muggle del Sr. Potter, preocupados como estan por su bienestar que no aceptan nuestra palabra acerca de su buena salud, han pedido quedarse en el castillo hasta que puedan ser trasladados hasta donde Harry se encuentra. Esto tomará algo de tiempo, espero que le den una mágica bienvenida-
Hermione, Ginny y Ron compartieron una diabólica sonrisa, que haría orgullosos a los gemelos Weasley.
Hermione, siempre leyendo las noticias, se había enterado de lo que los Dursley tenían planeado, por lo que decidió prepararles una sorpresa. No era su culpa que el resto de los Gryffindor hubiesen querido unirse a ella.
-Sin mas adornos, les presento a los Dursley- esto último lo dijo con escondido disgusto que solo aquellos que lo conociesen bien se darían cuenta.
La mesa de Slytherin era la mas callada e indignada. Nunca en toda la historia de Hogwarts se habían permitido muggles en el lugar y ahora ellos tendrían que soportar tener que convivir con esos seres inferiores.
La mueca de disgusto que adornaba el rostro de la mayoría no pasó desapercibida para nadie, muchos otros se le unieron cuando observaron quienes eran los que ellos daban hospedaje. Por su puesto, era la primera vez en la historia de Hogwarts en que Gryffindor y Sytherin compartían la misma opinión.
Dos ballenas y una mujer extremadamente flaca hicieron entrada en el gran salón, los que habían leido el periódico ya se lo esperaban, pero sin duda la realidad era peor que la fotografía. Los tres entraron al lado del ministro de magia como si fueran dueños del lugar. Al llegar al frente del comedor, el ministro empezó su discurso.
-Querido alumnos, alumnas, profesores, es para mi un honor presentarles a los queridos parientes del niño-que-vivió. Sé que ustedes deben sentirse maravillados por tener a su alrededor a tan maravillosas personas, pero no deben sentirse intimidados, los Dursley responderan todas las preguntas que ustedes deseen acerca de nuestro amado héroe. Tambien quiero recordarles...- y el discurso siguió en vanalidades, que casi todos los alumnos desconectaron de su mente.
Mientras el ministro hablaba, Dudley buscaba por todo el lugar la hermosa figura de su amada. Oh, ya se imaginaba el reencuentro, en cuanto él fuese a ella, ella se levantaría y correría a su encuentro, para terminar en un apasionado beso, luego, se la podría llevar de este lugar lleno de anormales y vivir juntos felices.
Ya no tendría que preocuparse por quien se encargaría de cuidar la casa, los niños y él, por el resto de su vida. Tendría alguien que le cocinara y siguiera todas sus ordenes al pie de la letra.
Al fin sus ojos dieron con ella, sentada al lado de un pálido joven rubio. Ambos estaban hablando tranquilamente sin enterarse de lo que sucedía a su alrededor. ¿Como se atrevía ese 'estúpido' chico a acercarse a su futura esposa? Ya se encargaría de él.
Sus ojos se estrecharon en desagrado, no quería tener que esperar para hablar con su chica, pero tampoco podía hacerlo enfrente de todos, su mamá le había advertido sobre eso. Nada de hacer escenas en público, no era algo normal. Sin despegar su mirada de la joven, se dirigió a la mesa de invitados especiales junto a sus padres y representantes del ministro.
Draco había notado la forma en que la ballena andante miraba a Kat. Sin duda el muggle tenía influencia, por lo que tendría que ser cuidadoso. A su lado, Kat tenía pegada en su cara una mueca de disgusto, era obvio que ella había notado la forma en que el muggle la miraba.
-il me donne l'impression que tu as un nouvel admirateur-(me da la impresión de que tienes un nuevo admirador)
- taizes-vous- (callese es muy impersonal, pero no sé que mas poner -u).
- ow, il n'aime pas qu'ils lui disent la vérit- (ow, no le gusta que le digan la verdad)
- gamin insolent- (chiquillo insolente)
-Auch- Kat puso los ojos en blanco, pero no dijo nada más. Al menos se había distraído un poco.
Los Dursley se encontraban hablando con los ministros y algunos aurores que también se encontraban en Hogwarts como escoltaz. Uno de ellos notó la mirada de Dudley.
-No te recomiendo que vayas detrás de esa chica- los demás dejaron de prestar atención a las superficiales conversaciones que mantenían, para saber de quien hablaban en el momento. Petunia fue la que interrumpió.
-¿Y por que no?- una sonrisa falsa.
-Bueno, pues porque es Slytherin- al ver que los muggles no lo captaban, otro oficial del ministerio les explicó.
-Todos los estudiantes que van a Slytherin vienen de largas generaciones de magos, algunas son tan viejas como la fundación de este colegio. Estas familias presumen de este hecho, por lo que no le gusta relacionarse con muggles ya que los consideran inferiores, viendo que no tienen magia-
Para entonces, Vernon Dursley apenas podía contener su rabia, Petunia y Dudley no muy atrás de ellos. El ministro continuó sin prestar atención a esto.
-No hace mucho, la batalla final contra el-que-no-debe-ser-nombrado se llevó a cabo, lo que él deseaba era acabar con todos los muggles, la gran mayoría de familias en Slytherin estaban asociadas con él, pero su gran poder y dinero los mantiene lejos de Azkaban, la prisión de magos. Como ya deben saber, Harry Potter fue la persona que logró derrotar a este malvado mago y traer paz de nuevo al mundo mágico-
Para ese entonces, los otros ministros ya habían reanudado sus conversaciones, sin percatarse de la rabia que consumía a los muggles en frente de ellos. Eso no evitó que Dudley siguiera observando a la joven. En cuanto esta se paró, el chico iba a hacer lo mismo, si no fuera por que el rubio al lado de ella hizo lo mismo, ofreciéndole luego su brazo, que la joven de inmediato aceptó.
No pasó mucho antes de que los dos jovenes se encontraran a fuera del gran salón, camino al salón de pociones, dejando a tres muggles llenos de rabia.
De repente, Dudley empezó a pasar por todos los colores y a levitar. La poción ictus vigeo animus se encargaba de cambiar el color de piel de acuerdo a tu humor, y si estabas de mal genio te levitaba. Por supuesto, esto solo era la bienvenida.
Pronto, los otros Dursley se unieron a su hijo. Mientras los del ministerio de magia, hacían lo posible por bajar a los muggles en pánico. Una gran sonrisa adornaba la cara del resto el colegio.
Las primeras clases pasaron sin problema para Harry; luego de pociones e historia, el chico se dirigió al gran salón a almorzar, luego de eso tendría encantamientos y luego DADA.
A su lado se encontraba Pansy y al otro Blaise, quienes no paraban de hablar acerca de todas las torturas que ellos someterían a los muggles dada la ocasión. Harry sonrió para si, ya que él con gusto se uniría a ellos.
Draco se acercó a ellos por detrás, pasando un brazo por la cintura de Kat, mientras entraban al gran comedor. Sirius, Remus y Albus monitoreando cada paso que la joven hacía.
Al lado de ellos, se encontraban los Dursley; Dudley, quien acababa de observar a la joven entrar al salón en los brazos de Malfoy se encontraba furioso, aunque trató de controlarse, no quería que los efectos de la mañana se volvieran a repetir.
Draco observó la mesa de los profesores, encontradose con los pequeños ojos llenos de odio de la ballena. Una sonrisa de desprecio adornó sus labios, mientras que apretaba a Kat un poco mas contra sí.
-La ballena te esta mirando de nuevo- susurró en su oído. Los otros jovenes al lado de ellos escucharon y dirigieron su mirada a la mesa principal.
-Woa, es cierto, Merlín, Kat, te compadezco, mira que llamar la atención de una ballena- dijo Blaise a todo pulmón.
Toda la mesa de Slytherin estalló en carcajadas, los Gryffindor ocultando su diversión ya que no podían mostrarse de acuerdo con los Slytherin, al menos no todavía. Las otras dos mesas, divididas entre reírse ante la verdad o quedarse callados por educación.
Petunia tenía sus manos apretadas, conteniendose para no gritarles a esos mocosos que se atrevían a insultar a su Duddykins. Cualquier mujer estaría feliz de tener a alguien como el como esposo. Oh, ese mocoso se las pagaría.
-¿No deberían hacer algo con ese mocoso? Estan insultando a mi nene, simplemente por que quieren ser crueles-
-Como ciertas personas que yo conozco- dijo Sirius- a fin de cuentas, Harry me contó todo acerca de su vida familiar. No se preocupen, Dursleys aquí ustedes van a recibir el trato que merecen- esto ultimo lo dijo con una mueca de desprecio.
-¡Como se atreve!-
-Lo mejor es que no arme una escena, claro si es que sabe lo que le conviene-
-Me esta amenazando- una sonrisa burletera vino a los labios de Sirius.
-No me atrevería, quien quita y me encierren en el armario debajo de las escaleras.-
Los tres Dursleys palidecieron, mirando alrededor de ellos cuidadosamente. No tocando nada por temor a que estuviese envenenado.
-Oh, no se preocupen, matarlos no es algo que tengamos en mente... de momento- fue lo que dijo Severus en un susurro, de tal manera que solo los Dursley le escucharan.
Los tres empezaron a temblar pero no dijeron nada mas. La mirada de Dudley se dirigía de vez en cuando a la de la joven, olvidando todo lo demás, no importaba lo que estos anormales digeran, ellos nunca irían en contra de ese bueno para nada ministro que tenían.
Ojos verdes, cabello negro, su ángel. Pronto averiguaría su nombre. (N/A: Idiota)
Hannah y Justin hablaban acerca de los recién llegados; Justin, quien desde la cita veía a Kat como una hermana menor y descubrió que gustaba de Hannah, decidió que no le gustaba para nada ese chiquillo. Se veía superficial y mimado, y estaba seguro que era un bueno para nada.
Ambos Hufflepuff decidieron visitar a su nueva amiga a la mesa de Slytherin, tal vez podrían planear algo para que el chico la dejara en paz. Cuando llegaron a la mesa de las serpientes, ellos se sentaron en frente de Kat.
-¿Como estas lidiando con tu nuevo pretendiente?- dijo Hannah, aunque no se notaba nada de burla en la voz.
-Ojalá pudiese quitarmelo de encima, su mirada en mi me quita el apetito. Arrgghh- un escalofrío la recorrió, mientras una mueca de disgusto adornaba sus labios.
-Oh, bueno, hoy tenemos DADA las cuatro casas y creo que el chiquillo va a estar allí, y nosotros sabemos como en esa clase siempre pasan accidentes- dijo Justin- sobre todo por que mi varita continuamente se me desliza-
Los Slytherin que estaban alrededor solo sonrieron maliciosamente, incluso Draco a quien todavía no le agradaba mucho Justin, pero si era para proteger a Kat, el se uniría a cualquiera.
-Estoy seguro que si, los Hufflepuff tienden a ser despistados y descuidados- dijo Draco.
-Muy gracioso, Draco- fue la respuesta de los dos Hufflepuff, quienes de inmediato empezaron a lanzarle hechizos al joven.
Con un pequeño salto (no tan pequeño ya que tuvo que cruzar la mesa), el joven quedó justo en el lugar perfecto para darle a Dudley de lleno. Quien en ese momento miraba divertido la escena, esperando que su mortal enemigo muriera en esa pelea.
-Susverto- un rayo de luz azul de dirigió rapidamente a Draco, quien de inmediato se hizo a un lado, siguió derecho su curso hasta darle a Ducley convirtiéndolo de inmediato en un cerdo. No que realmente faltara mucho.
Severus observó al inmenso cerdo sentado en una silla entre sus padres, quienes ahora se encontraban armando un gran alboroto. Los labios de minerva se mocieron casi imperceptiblemente, formando una sonrisa, lo mismo pasó con Severus.
Otros profesores estaban tratando de ver que hacían para devolver al chico a su estado normal, mientras que el resto de estudiantes trataban de no estallar en carcajadas, como Sirius y Remus en esos momentos.
Severus se levantó de su silla, la atención del salón se dirigió a el.
-Hannah Abbot- le chica tragó saliva audiblemente- 20 puntos para Hufflepuff, por una excelente transfiguración- no hace falta decir que casi toda la mesa de Hufflepuff se desmayó.
TBC
Un capitulo más. Espero les haya gustado, les aseguro que me desharé de los Dursley tan pronto como pueda. Se que prometí el fic Harry/Remus y este saldrá pronto. Pero es que no estoy muy segura de como hacer el final sin que este sea muy abrupto, y no me quiero meter en otro fic largo. Ahora me decidí a hacerlo de dos capis, en vez de un one-shot.
Espero subirlo pronto. Besos. Agradecimientos especiales a: Snivelly, Rikana, Alym, Sakura Snape, Chiquinkira, Vrag, Isis Luciano, Bloomy, Amaly Malfoy, CYNDI, Mary Potter Wesley, €l€anor, Paddy21, Fallen Fan, , Katherine.
Gracias, infinidad de gracias, no saben lo feliz que me hacen sus reviews, un besote a tods. Les quiero un resto. Espero y les siga gustando esta historia.
Para las personas que no leyeron la nota que subi luego con el capi, lo que puse como ocho es solo un posible fic. De nuevo gracias por leer esta historia.
Cuidense mucho. Besos.
Otra nota: a las personas que gusten de Gundam Wing, no hace mucho subi un fic llamado Penitencias. Es un PWP o mejor dicho un lemmon, si les gusta no duden el leerlo y dejarme un hermoso review (ya volví con publicidad -u, # de la historia es 1887050)
Ahora si, eso es todo.