Una precipitada búsqueda

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- De tu taza? - preguntó sorprendido Inuyasha.

- Si, se que suena absurdo... pero la presencia salió de ahi... - dijo Aome confunfida

- Dejenme ver... alejese por favor, señorita - le dijo Miroku.

Lentamente fue acercando la mano a la taza de te. Ahora se daba cuenta de que Aome no mentía, ya que él tambien podía sentir la presencia maligna. Con mucho cuidado agarró la taza y de un tirón la levantó para encontrar que abajo de la misma había...

- ¿POLVO? - preguntó confundido Inuyasha.

- Claro que no Inuyasha... - dijo Miroku - estas son... cenizas... parece como si un papel se hubiera quemado... o quizas un... pergamino.

- ¿Qué? ¿creen que se trate de otro conjuro de pergamino? Yo no quiero que le a Aome le suceda lo mismo que le ocurrió aquella vez con Tsubaki! - dijo Shippo triste.

- ¿Cómo estas Aome? ¿Te sientes bien? - le preguntó Sango.

- Eee si... eso creo.

- Parece que ese conjuro de pergamino envenenó tu te... afortunadamente no te lo tomaste por completo... asi que hay grandes probabilidades de que no tenga tanto efecto - dijo Miroku sabiamente.

- Busquemos ya mismo a esa sacerdotiza! - dijo enojado Inuyasha

Abrieron la puerta de la habitación de un golpe, para encontrarse con el guardia del castillo. Él venía a decirles donde se encontraban sus habitaciones, pero no le dieron tiempo de hablar, porque le empezaron a preguntar dónde estaba Tsukami. Él les dijo confundido que no lo sabía, que la sacerdotiza salía todas las tardes del castillo y volvía a altas horas de la noche, pero nunca decía adonde había estado todo el tiempo.

- ¿Qué podemos hacer? - dijo Aome - ya lo tengo! La aldea no es demasiado grande... si nos separamos la encontraremos más rápido.

- Yo ire contigo Aome - dijo Inuyasha

- Y yo tambien - dijo Shippo

- De acuerdo, Miroku y yo iremos juntos - dijo Sango.

Y asi partieron en direcciones opuestas para registrar mejor la aldea. Inuyasha estaba cada vez más impaciente y Aome tuvo que detenerlo varias veces, para que no golpeara a los aldeanos que se negaban a darles información.

- "Esta es una aldea tranquila" "La sacerdotiza es buena" ya me estan cansando con esas tonterías - dijo furioso Inuyasha.

- Ya calmate Inuyasha, ya veras que la encontraremos...

Pero la noche llegó y ellos no tenía idea alguna de donde podría estar. Decidieron volver a la puerta del castillo, para encontrarse con Sango y Miroku. Ellos tampoco habían tenido suerte en su búsqueda. Inuyasha maldecía en mil idiomas, ya que era luna nueva y ahora tenía la apariencia de un humano.

- Qué tontos fuimos! - dijo Shippo - nos olvidamos de registrar el lugar más importante!

Todos lo miraron extrañados

- El castillo! - dijo Shippo

-Es cierto Shippo! Como no nos dimos cuenta antes... – dice Aome algo apenada

- Vamos Inuyasha entremos rápido y encontremos a esa sacerdotiza.. – le dijo Miroku.

Pero Inuyasha no respondió. El estaba sentado en una roca, lejos de ellos donde casi no podían verlo.

- Dónde está Inuyasha? – preguntó Sango

Fue entonces cuando él se acercó a sus amigos... con su apariencia de humano.

- Lo siento Aome... creo que no les seré de gran ayuda... solo estorbaré en su camino. Por favor derroten a Tsukami sin mi – dijo triste.

Todos lo miraron serios.

- Lo digo en serio... no pierdan más tiempo! No sabemos que puede llegar a pasarle a Aome! – dijo Inuyasha.

- Yo me quedaré contigo Inuyasha – dijo Aome – si alguien llega a atacarte tu no podras defenderte...

- Pero si algun mounstruo poderoso llega, Aome no podra hacer demasiado... y si llega a sucederle algo a Aome? – dijo Shippo triste.

- Lo mejor va a ser que vayamos todos juntos – dijo Miroku

Y asi entraron rápidamente al castillo. Comenzaron a buscar en el sótano, siguiendo por el primer piso y el segundo. Pero no obtuvieron mejores resultados que en la búsqueda anterior. Ya exhaustos volvieron a la habitación iluminada en la que había tomado el té y se sentaron alrededor de la mesa.

- Quizás despues de todo no se trataba de un conjuro de pergamino... ya que ha pasado bastante tiempo y nada le ha sucedido a Aome... – dijo Sango más tranquila.

En otra parte, la sacerdotiza Tsukami, observaba todo lo que sucedía en la habitación mediante un espejo mágico.

- Creí que serían más listos para encontrar mi escondite... deberé darles otra pista -

Y después de decir esto, comenzó a invocar a un espíritu. Esto tuvo grandes resultados, ya que no solo Aome, sino tambien Inuyasha, Sango y Miroku, pudieron sentir su presencia. La misma venía justo debajo de la mesa... ellos no perdieron tiempo y la corrieron de su lugar, para encontrarse con una puerta escondida.

- Creen que ahí abajo esté Tsukami ? – preguntó Shippo asustado.

Nadie le respondió, pero decidieron bajar a averiguarlo.

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Fin del capitulo

Holas! Mil disculpas a todos, por mi tardanza y por este capitulo tan malo (y corto T_T). Les prometo que el próximo capitulo va a ser más interesante, ya que el conjuro va a empezar a surtir efecto... ¿Qué le sucederá a Aome? Dejenme reviews please (para saber que alguien lo está leyendo ^_^). Besos

Meli