Titulo: "Situaciones del pasado. No existen las coincidencias, solo lo inevitable"
Capitulo 1. Advertencias.
Julio 30 de 1981, Valle de Godric, Inglaterra.
-Hola Lily, hola James, gracias por invitarnos al cumpleaños de Harry, ¡Esta hermoso! –dijo la señora Debbie Jones, quien se abría paso entre la multitud que se había reunido para celebrar el cumpleaños de su hijo Harry y poder llegar con Lily y James, sus amigos de la infancia. Lily se encontraba radiante de felicidad con su cabello rojo suelto graciosamente sobre sus hombros, a su lado estaba James, con ese cabello alborotado que ni con todos los fijadores del mundo se podía aplacar y ahí, en los brazos de su amiga esta Harry, el único hijo de ambos, el cual había heredado los ojos esmeraldas de su madre y el cabello alborotado de su padre, en ese momento, el bebe dormía tranquilo, ignorando todo el ruido que había a su alrededor.
-¡Debbie!, que bueno que pudiste venir, ¿aun no le dices a Jonathan que eres bruja?
-No, ni lo haré, a el le da mucho miedo todo lo que tenga que ver con brujería, afortunadamente mis hijas Joan y Jessica salieron squibs, la que me preocupa es Ann, por que ha hecho dos que tres cositas, como romper copas ¡y eso que apenas tiene un año! –añadió mientras se reía junto con Lily (James había aprovechado para huir con sus amigos)
-¡Vaya! Esta igual que Harry, solo que yo le puse un candado mágico, ya sabes, para que sus poderes se activen hasta que cumpla los once años, deberías hacer eso.
-Tienes razón.
-Aunque se me hace raro, se supone que deben dar muestras de magia hasta los cinco años como mínimo...
-Tal vez nuestros bebes serán mas poderosos de lo normal, mira –agrego acercando a Ann con Harry, quien en ese momento balbuceaba y se reía junto al niño. –parece que se caen bien.
-Vamos a llevarlos al jardín para que jueguen y podamos hablar. Unos minutos después, ambos bebes jugaban en el pasto arrancando flores e intentando correr sin caerse, Lily los observaba con cara risueña, pero a Debbie se le dibujo un rictus de preocupación en la cara.
-¿Qué pasa Debbie, te sientes mal?
-No, es solo que nosotras y nuestros hijos, por el hecho de ser magos, peligran más ante Voldemort, Se de buena fuente que...
-¿Qué, que sabes?
-Que vienen por ustedes.
-Pero ¿Cómo sabes?
-Hace dos días, Dumbledore me hizo ir a Hogwarts para investigar algo para la orden, así que fui transformada (es animago, se transforma en pájaro), me posé en la rama de un árbol atrás del cabeza de puerco para descansar, y ahí ví a un mortifago, después se apareció otro, tenían la capucha puesta, así que no pude ver quienes eran, solo se que el que estaba esperando era de estatura baja, como del tamaño de Peter, y el otro era mas alto y corpulento, como Sirius. El punto es que comenzaron a hablar, el pequeño estaba temblando, al parecer esperaba ordenes, así que el otro se acerco al oído del pequeño, pero yo use el hechizo rádar para poder oírlos, y ahí escuche claramente que decía "El señor tenebroso cree que ya estas listo para cumplir tu misión, recuerda que después de esto, el te cubrirá de gloria y fortuna" a lo que el otro contesto "por favor dígame y este seguro de que cumpliré lo que me ordene, aunque mi vida se pierda" "que bueno que hables así, tu trabajo es simple, debes atraer a los Potter hacia el innombrable para que el los pueda destruir" "¡Que!, ¿a los Potter?" "¿Hay algún problema?" "No, ninguno señor, disculpe". Después de eso, ambos desaparecieron y yo me fui volando rápidamente con Dumbledore y le conté todo esto.
-Vaya, ya se había tardado, ¿no crees?
-¡Y lo dices tan tranquila!
-Ya van tres veces que hemos sobrevivido a él, una mas que importa.
-Solo recuerda que aquí entran dos problemas. ¿Cuáles?
-Numero uno, que Harry estará otra vez en peligro de quedar huérfano y por que no, de morir el. Y la otra, que el mortifago que te atacara esta vez, será alguien de los amigos de James.
-¡Aght! Otra vez con eso, son solo rumores que invento ese Snape, tu sabes que el odia a James, a Peter, a Remus y a Sirius, el seria capaz de todo con tal de hacerlos quedar mal ante Dumbledore.
-¡Será, pero recuerda que el esta de nuestro lado!
-Yo aun tengo mis dudas sobre eso.
-Pues yo no.
-El que tu y el hayan ido a la misma casa en Hogwarts y hayan sido tan amigos, no significa que sea como tu, tal vez sea él quien nos traiciona.
-Odio que prejuzguen a la gente por su pasado, recuerda conmigo lo hicieron siempre Lilian y lo sabes, de no ser por la vez en que te ayude a escapar de Filch en quinto, de seguro aun me odiarías.
-Contigo es diferente por varias razones que tú ya conoces.
-Igual que con Snape.
-Ya pues, dejemos de pelear que estamos asustando a los niños.
-Pero no te olvides de lo que platicamos.
-No lo olvidare.
-Más te vale, testaruda.
Al terminar su platica, entraron de nuevo al gran salón que estaba decorado con listones y globos de colores, en el centro estaba la pista que ahora estaba hasta el tope de parejas que bailaban, en una esquina, estaba un gran pastel que decía con letras rojas 'Feliz cumpleaños Harry', en otra mesa estaban los regalos de el niño. Un instante después de que entraran, James se acerco a Lily para que bailaran dejando a Harry con Debbie quien aun estaba molesta por la imprudencia de su amiga. Dejando los corajes a un lado, tomo a ambos niños en sus brazos y comenzó a bailar con ellos de lo mas contenta, hasta que alguien se le acerco por la espalda y le hablo en su oído.
-¿Qué haces aquí, sucia Slytherin?
-¡¿Ya vas a comenzar Black?!
-Solo digo la verdad, aun no se como Lily puede confiar en una serpiente como tu.
-¡Ya basta!, he probado un millón de veces que estoy del lado de Dumbledore, hasta soy parte de la orden.
-Pero eso no te quita lo serpiente.
-¡Solo por que nunca acepte a ayudarles en sus estupideces en Hogwarts y por que no humillaba a Snape, no quiere decir que no sea alguien en quien confiar! ¡Así que cuida tus palabras!
-Mmmm, veo que ayudar a Remus a ser feliz incluso cuando se convertía en lobo, ahora se conoce como una estupidez, que dulce eres. –añadió en tono sarcástico.
-¡Sirius Robert Black! ¡Ya basta! –Remus Lupin se acercaba a grandes pasos, afortunadamente estaban en una esquina alejada y la música era fuerte, así que la gente no se había dado cuenta de que estaban discutiendo, Harry y Ann miraban la escena sin emitir el menor sonido. –Es que nunca vas a entender que no es una traidora.
-No hasta que tenga pruebas.
-¿Y que otra prueba necesitas para confiar en ella? ¿Acaso quieres que te traiga la cabeza de Voldemort para que la aceptes?
-Pues eso estaría bien.
-¡No seas cínico! –Añadió Debbie exasperada –Sabes que, ya me harte de esto, si el señor no confía en mi y va a seguir diciendo esas tonterías, mejor me retiro, mas vale estar sola que mal acompañada. Hasta luego Remus, gusto en verte. Y sin más se alejo hacia donde estaba Lily para entregarle a Harry, mientras que Remus reñía a Sirius.
-Adiós Lily, James, cuídense mucho. Llámame luego ¿si?
-Claro, pero por que estas así, ¿Qué paso?
-Lo de siempre.
-Ah, ya entiendo, hasta luego.
Salio rumbo a la chimenea de la sala que en ese momento mantenía un delicioso fuego en su interior, saco un poco de polvo de una bolsa que traía atada al cinturón y dijo Al 90 de la calle Privet y con una gran explosión abandonó la casa de sus amigos.
Recuerden, soy primeriza, tengan paciencia y prometo que les gustará. Me pueden enviar quejas y sugerencias.