Este fic no es mío sino de una amiga (lunaloveblack) que me pidió que lo subiera (no sean tan crueles con ella pues es su primer fic y no esta muy bien de la cabeza que digamos, jajaja ¬¬), así es que los reviews que manden se los mandaré a ella para que los conteste.

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, sino a J.K Rowling

Advertencia: Este fic es un slash ligero, así es que a quien no le guste no lo lea! (No contiene lemmon)

1.- EL DOLOR

Sentía como si su pecho fuera a explotar y todo su cuerpo se encontraba débil, pero más que físico, su dolor era profundo, partía su alma, y esto se debía a una fuerte traición.

No podía creerlo, cómo era posible que esto le hubiera sucedido si tan solo lo que había pasado hace unos días fuera cierto, o si no hubiera sido tan confiado y tan ingenuo todo sería diferente.

- ¿Cómo pudo hacerme esto?!- Pensaba Harry en su encierro en la Mansión Malfoy: Era un lugar muy frío, húmedo y oscuro, había goteras y las ratas pasaban corriendo de un lado a otro sin cesar.

No podía conciliar el sueño a pesar de llevar dos días allí. Debía encontrar alguna forma para escapar, pero no podía ni siquiera moverse, la maldición cruciatus que le había practicado tantas veces en esos días, la falta de comida y descanso lo habían minimizado, hasta casi matarlo.

Entonces escuchó la voz de su amado, su traidor y el causante de su estado, él lo había entregado a las manos de Lucius Malfoy y él lo entregaría a su perdición; si, éste seguramente iba a ser su final, pero no podía morir así, debía recuperar sus fuerzas.

Cuando los pasos se hicieron más cercanos pudo reconocer la silueta de Draco Malfoy, ¿cómo podía acercarse a él después de todo lo que le hizo?; que falta de vergüenza, maldito, mil veces maldito!

Y él que había creído en sus palabras y por primera vez conoció el amor, con él había experimentado las mejores sensaciones que un ser humano pueda tener, momentos hermosos, él conocía sus secretos y debilidades; pero ahora, ya no sabía ni que pensaba acerca del heredero de la dinastía Malfoy, al que consideraba haber juzgado mal los primeros años de Hogwarts; pero no, lo que había estado mal era haber cambiado de opinión.

- Come esto- indicó el rubio extendiendo una charola hacia el cuerpo inmóvil del "Niño Que Vivió". Al ver que este no reaccionaba más que con una mirada asesina, le dijo:

- Mi padre me ha encargado que no me marche hasta que te lo termines todo; y si lo que temes es que tenga veneno, por eso ni te preocupes, no morirás de esa forma tan fácil, tu final no será menos famoso que la razón de tu cicatriz-.

Harry se negaba rotundamente a probar bocado, no se rebajaría a recibir alimento de su traidor; y entonces Draco, apuntó su varita amenazando con más encantamientos de tortura.

- Está bien, me lo comeré; pero no quiero verte nunca más, escoria de mago, prefiero morir de inanición antes que tener que alimentarme de algo que ha sido contaminado con el roce de tus manos-. Lentamente tomó la copa que tenía jugo de calabaza, la bebió y posteriormente, mordida a mordida terminó con una pierna de pavo. Al mover el plato observó algo que le causó una risa irónica e hiriente:

- Ja ja ja, que cínico resultaste Draco, hasta me trajiste un postre... uy, que lindo!. Una ranita de chocolate, que emoción, para recordar viejos tiempos, no? Te acordaste de que son mis favoritas y decidiste traerme una. Gracias, que tu señor te lo pague, imbécil.-

Draco sintió como si la sangre que había en sus venas hirviera, no resistió más y golpeó al moreno que se encontraba en el suelo, lo pateo mientras se encontraba tirado, porque no quería ensuciar sus pulcras y blancas manos con el harapiento sangre sucia de Potter. Después de esto, se marchó, dejando de nueva cuenta al prisionero.

Harry comenzó a sollozar, se sentía muy mal, esto realmente le había dolido: las manos que días antes le proporcionaban caricias y grandes cantidades de placeres, ni siquiera lo habían tocado en esta ocasión, ni para golpearlo. Porque a pesar de todo, el seguía queriendo a Draco, lo amaba, nunca iba a perdonarlo, pero lo amaba. Después de todo no siempre habían sido así las cosas.

Por fin, después de mucho tiempo, se pudo quedar dormido, y ni siquiera soñó o al menos al despertar no recordaba nada.

Al día siguiente, despertó cuando escuchó el sonido de la reja, abrió los ojos y pudo ver que algunos mortífagos lo observan, entre ellos se encontraba Bellatrix, la asesina de su padrino, a ella la odiaba con todas sus fuerzas; si le hubiera sido posible, la hubiera matado ahí mismo y lentamente, para que sufriera y así poder vengar la muerte de Sirius, que era para él como un padre y la única persona que realmente lo quería.

Entre todos tomaron a Harry, lo levantaron y lo llevaron arrastrando con todo y grilletes hacia el exterior de las mazmorras de la Mansión. Harry ya sabía a donde lo llevaban, no era necesario que se lo dijeran, y este sería su destino.

Mientras llegaban al lugar de su fin, recordó como habían pasado las cosas unos días antes; bueno, regresó su memoria dos meses atrás, cuando todo comenzó...