TORNEO MÁGICO

Por Akane Kinomoto (Kinomoto-guiónbajo-Akane-arroba-yahoo-.-com-.-mx)

Esta historia está basada mayormente en el anime de Sakura porque lo conozco por completo, pero tomé algunas partes del manga, aunque estas pueden estar totalmente equivocadas por la horrorosa razón de que JAMÁS he podido leerme el manga completo. ¡No lo encuentro en ningún lado! Y comprarlo... bueno, no tengo dinero TT Y como todo buen fan de Card Captor Sakura, sé de sobra que el anime y el manga tienen diferencias diametrales en cuanto a las explicaciones. Por cierto, soy mala para los títulos ¬¬

Aclaraciones: Para todo el fanfic porque no pienso repetirlo: Los personajes de CCS son propiedad de las CLAMP y Kodansha, así que no me demanden xDD Esta historia no tiene fines lucrativos, solo es un intento de entretener mi limitada imaginación.

CAPÍTULO 01: Una Invitación Misteriosa

- ¡Kaijuu! - un grito resonó en la casa de los Kinomoto una tarde de verano. Al escucharlo, una joven de 16 años interrumpió bruscamente la lectura de un libro, que tenía entre sus manos, y salió de su habitación, dirigiendo sus pasos hacia la cocina mientras reclamaba en voz alta:

- ¡Onii-chan! ¡No me llames así!

Touya Kinomoto, un apuesto joven de cabello negro sonrió divertido al ver a su hermana.

- ¿Y de qué otro modo se les llama a los monstruos? - preguntó de forma sarcástica.

- ¡Ya basta onii-chan! ¿No crees que ya estamos bastante grandes para seguir con esos juegos? - replicó la joven acercándose

- Si esa es tu opinión... - suspiró el joven sirviendo la comida, ese día le había tocado cocinar a él, aunque debía admitir que su hermana había hecho la parte más difícil: adornar la casa y hacer el pastel.

Sakura Kinomoto, una hermosa joven de largo cabello castaño y dulces ojos verdes, se llevó los platos a la mesa. Su padre no tardaría en llegar y ambos hermanos deseaban darle una sorpresa, ya que ese día era su cumpleaños.

- ¡Sakura! ¿Me traerás algún postre? - preguntó una voz repentinamente, asustando a la joven por segunda vez. En las escaleras, un impresionante león dorado miraba con ansiedad la comida.

- ¡Kero-chan! Ya te he dicho que no salgas así, ¿qué habría pasado si mi papá ya estuviera aquí?

- Que tendrían que dar muchas explicaciones ustedes dos - comentó Touya con su seriedad de siempre. Sakura no dijo nada y se dirigió al león.

- Regresa a mi habitación y cambia de forma por favor, y si, te llevaré algo de comer, pero no vuelvas a hacer esto.

Con un gesto resignado, Kerberos dio media vuelta y desapareció de vista; y lo hizo justo a tiempo, ya que segundos después el sonido de un auto indicó a los jóvenes que su padre había llegado.

La fiesta sorpresa dio resultado, pese al inconveniente de que los invitados llegaran un poco tarde. Tomoyo y Sonomi se excusaron diciendo que la junta directiva de ese día se atrasó un poco; Shaoran comentó que su madre lo había llamado por teléfono y lo había entretenido mucho rato y Yukito causó la hilaridad de los demás confesando, con una sonrisa, que, después de llegar de su trabajo, se había quedado dormido. La tarde pasó de forma muy animada y sin ningún problema. La vida había vuelto a la normalidad en Tomoeda luego de que el pequeño incidente de las Cartas Clow hubiese llegado a su fin.

- ¡Hasta mañana! ¡Gracias por venir! - se despedían Sakura y su familia de Tomoyo y Sonomi que ya se iban a su casa.

- ¡Sakura-chan! ¡Nos vemos en el instituto! - fue lo último que dijo Tomoyo antes de perderse con su madre entre las calles, ante la vista de todos.

- Bueno, creo que yo también me voy - dijo Yukito

- Igual yo, ya es un poco tarde - comentó Shaoran.

- ¿Ya se van? ¿Shaoran-kun no quieres quedarte un rato más? - suplicó Sakura al no querer que el joven chino se fuese tan rápido.

- Déjalo Sakura, además tiene razón, ya es bastante tarde y sería peligroso si se quedara más tiempo.

- Entonces podría quedarse a dormir... - murmuró la joven en respuesta al consejo de su padre. Por fortuna, solo Shaoran la escuchó, ya que se sonrojó levemente.

Ambos jóvenes se despidieron de la familia Kinomoto y partieron rumbo a sus casas. Sakura fue la última en entrar, puesto que contemplaba con dulzura a la silueta, cada vez más lejana, de Shaoran Li, algo que hacía cada vez que él iba a su casa. Ya habían pasado cerca de tres años desde que se hicieron novios. Shaoran había regresado a Tomoeda para quedarse definitivamente; aunque esta decisión no agradó mucho a su madre, pero tuvo que resignarse a los deseos de su hijo, quien parecía verdaderamente enamorado.

Una vez en su habitación, Sakura despertó con cuidado al pequeño Kero, que se había dormido en su cama. Después, ella se acostó con el mismo cálido sentimiento de alegría que desde hace tiempo se había instalado en su corazón. Tenía una familia que la amaba y apoyaba, amigos inseparables, un joven a su lado al que amaba más que a nada en el mundo y un pequeño secreto lleno de más amigos y fieles compañeros. Con un sonrisa, recordó las continuas quejas de Tomoyo por la falta de "acción" en sus vidas, pero ella y los demás pensaban que así era mejor. "Si... así estamos muy bien..." fue su último pensamiento antes de quedarse dormida.

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Agua... fuego... rayos y destellos de luz podían observarse desde muy lejos aquella noche. Estos provenían desde una antigua y respetada mansión en las afueras de una enorme ciudad, aunque nadie se daba cuenta del extraño fenómeno; todos estaban profundamente dormidos a esas horas, con la excepción de toda la gente reunida en el patio de aquella mansión.

Silenciosas exclamaciones de asombro y sorpresa se escuchaban salir de un grupo de personas que miraban con admiración a dos jóvenes peleando. Uno de ellos tenía el cabello negro y hermosos ojos grises, además de la victoria asegurada.

- ¡Dragón de Fuego ataca! - fue la última orden que se dio y el duelo había terminado. El joven de cabello negro dirigió una sonrisa a su adversario, quien le devolvió el gesto, y permitió que lo anunciaran como el ganador.

- ¿Quien es ese chico? - susurró una voz entre la multitud.

- ¿No lo sabes? - le respondió otra - Es Ishikari Akira, hijo de Ishikari Sagami.

- ¿Ishikari Sagami? ¿Te refieres al líder del clan más poderoso de hechiceros de este país?

- Si, ese mismo.

- Vaya, ahora me explico porque es tan fuerte... ¿Crees que sería bueno comentarles ahora sobre ese "asunto"?

- ¡Claro! Me parece que no tendremos otra oportunidad en mucho tiempo, los miembros importantes del clan están muy ocupados y es raro que acepten hablar con alguien... además no debemos permitir ante nada que el "objeto" caiga en malas manos...

- Es verdad... no sería nada bueno para el mundo...

Más tarde, en un salón privado de aquella mansión, seis personas estaban reunidas: el joven vencedor del duelo, un hombre de mirada seria, dos ancianos de aspecto severo y dos jóvenes más.

- Entonces... ¿para qué querían hablar con nosotros? - preguntó uno de los ancianos suavemente.

- Es un asunto un poco delicado... ¿están seguros de que nadie más nos escuchará aquí? - contestó uno de los jóvenes mirando a su alrededor con desconfianza.

- No se preocupe, en este momento todos están abajo, disfrutando de la reunión, y nadie más, aparte de nosotros, sabe la ubicación de este lugar y debo decir que también está protegido por poderosos hechizos - aseguró el hombre.

- Muy bien, en ese caso, me temo que las noticias que mi hermano y yo traemos para ustedes no son muy buenas... - explicó ante el desconcierto y sorpresa de los presentes - la historia es esta...

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Un par de semanas después, en el Instituto Hisashi, Sakura y Tomoyo conversaban alegremente bajo la sombra de un árbol. Ambas jóvenes tenían el cabello suelto y del mismo largo. Con el paso del tiempo, a Sakura le había encantado como se le veía a su amiga, por lo que decidió dejárselo crecer también.

- ¿Y piensan salir mañana? - preguntó Tomoyo.

- Shaoran-kun me ha invitado al cine... pero aún tengo problemas con mi hermano - respondió Sakura un poco triste.

- No te preocupes Sakura-chan, es natural que se comporte así, después de todo es tu hermano mayor y se siente celoso.

- Pensé que luego de algo más de tres años ya se habría acostumbrado... espero que lo haga algún día, porque no dejaré a Shaoran-kun por nada del mundo - afirmó con decisión.

- ¡Qué lindo! - suspiró Tomoyo - ¡Eso es amor de verdad!

- Hablando de eso, ¿no piensas darle una oportunidad a Yahiko-kun?

- Lo he pensado... pero es un chico bastante excéntrico y no me agrada del todo.

- Bueno, al final es tu decisión - concedió Sakura.

El sonido de la campana escolar indicó a las jóvenes que el descanso había terminado y con un sentimiento de resignación, regresaron a sus salones.

- Por cierto, ¿te vas a ir hoy con Li-kun a casa? - preguntó Tomoyo de repente.

- Creo que si, pero podemos irnos los tres ¿no?

- Eso no estaría bien y lo preguntaba porque hoy me vendrá a recoger mi mamá.

- ¡Ah! Me alegro de que no te vayas sola - comentó sonriendo - pero es algo fuera de lo común que ella venga por ti.

- La verdad si - río Tomoyo - Lo que pasa es que quiere llevarme a ver un nuevo comercial de uno de sus productos, dice que le interesa mucho mi opinión sobre el.

- ¿Un comercial? Con tu habilidad en las grabaciones seguro que la ayudarías mucho.

- Ya veremos... eso de la publicidad no se me da muy bien.

Sakura sonrió discretamente; ella opinaba todo lo contrario, ya que, a pesar del paso del tiempo, Tomoyo no había perdido su gusto por lo "extravagante", solo lo había moderado un poco, pero prefirió no comentar nada. Las clases pasaban sin nada de extraordinario, salvo para la propia Sakura, que estaba bastante distraída y se sobresaltaba ligeramente cuando los profesores mencionaban su nombre, algo que no pasó desapercibido para su mejor amiga.

- Sakura-chan, ¿te pasa algo? - susurró Tomoyo aprovechando que el profesor escribía algo en la pizarra.

- Nada malo Tomoyo-chan - respondió la joven - solo es ese sueño... anoche lo tuve otra vez.

- Oh... ¿aún no te imaginas que puede significar?

- No... no muestra a nadie que yo conozca, de hecho me resulta muy extraño y desconcertante.

- ¿Se lo has dicho ya a Li-kun?

- Pensaba hacerlo hoy...

- Kinomoto-san ¿está atendiendo a la clase? - se escuchó la voz del profesor, asustando a las dos jóvenes.

- ¡Lo siento Usami-sensei! - Sakura se levantó e hizo un ligera reverencia entre las risas de sus compañeros.

- Se lo pasaré por esta vez Kinomoto-san, pero por favor, que no se repita - concedió el profesor con una ligera sonrisa.

Más tarde, cuando por fin el último día escolar había concluido, Sakura caminada junto a Shaoran en dirección a la casa de la joven. A su paso, iban dejando atrás a varios adolescentes que celebraban el inicio de las vacaciones de verano, además del final de otro largo semestre. Muchos comentaban sobre los lugares que irían a visitar, y otros se quejaban por no haber aprobado ciertas materias, hecho que los obligaría a repetir el semestre completo. Por su parte, ambos jóvenes habían aprobado sin muchos problemas, pero esto no parecía animar a la hechicera, quien estaba un poco pensativa, lo cual llamó la atención del joven chino.

- Sakura... ¿ocurre algo? Has estado muy callada.

- ¿Hoe? Lo siento Shaoran-kun... pensaba en un sueño que he estado teniendo estos últimos días... me preocupa porque podría ser...

- ¿Una premonición? - completó Shaoran.

- Si eso... No te lo había dicho porque no quería preocuparte... pero me desconcierta mucho - se disculpó la joven bajando el volumen de su voz.

- ¿De que se trata?

- En verdad no es muy claro... Me veo a mi junto a Kero-chan y Yue-san en un lugar que me es desconocido, se parece un poco al coliseo romano, solo que no está destruido; pero no estamos solos, también hay un joven al que nunca puedo distinguirle el rostro y estamos observando a... algo que parece la sombra de alguien más, pero lleva una capa con capucha, de modo que tampoco sé quien es, y lo que más me extraña es que esta última silueta sostiene un objeto, que se asemeja a un espejo, entre sus manos... tal pareciera que invoca un hechizo porque una luz aparece junto a él y comienza a crecer, se vuelve tan brillante que no veo nada más y es cuando despierto... Sin embargo... - Sakura no dijo nada más, hundiéndose en sus pensamientos nuevamente.

- Continúa por favor Sakura - pidió el joven después de esperar un momento.

- Cuando la sombra invoca a esa luz... no puedo evitar sentir miedo... eso es lo que me despierta... algo dentro de mí me dice que él no debe hacer eso y que si no lo detengo... algo muy malo sucederá - terminó en un susurro. Shaoran no comentó nada, solo se quedó analizando lo que la joven le había contado, intentando encontrar cualquier cosa que le fuese conocida. Por desgracia, no encontró nada. - ¿Tú que piensas? - preguntó ella finalmente.

- La verdad... no lo sé... no he sentido nada raro desde que terminó el asunto de las Cartas Clow, y nada de lo que me comentaste me resulta familiar... ¿dijiste que el lugar en el que se encontraban se parecía al coliseo romano?

- Si... bueno, es lo único que conozco que se le parezca...

- ¿Se lo has dicho a Yue?

- Si, fue el primero al que se lo conté... pero fue casi por accidente - añadió al mirar la expresión de su novio.

- ¿Y qué te dijo? - preguntó Shaoran, intentando olvidar la pequeña sensación de celos que lo había asaltado.

- Me dijo que estuviera alerta... tampoco supo darme razón de nada y dijo que no había sentido nada extraño.

- Eso lo complica un poco... Me parece que... ¿Kerberos ya lo sabe?

- No, a él no le he dicho nada... al igual que tú se preocuparía - se excusó Sakura con una ligera sonrisa.

- En ese caso, creo que lo mejor es que se lo digas para que todos estemos alertas, mientras tanto, investigaré lo que pueda... pero si descubres otra cosa o si algo pasa... prométeme que me lo dirás Sakura - pidió Shaoran deteniéndose y mirando a la joven. La angustia brillaba en sus ojos, algo que no sorprendió a Sakura, que ya había imaginado que se pondría así. A pesar de todo, no tenía otra opción por el momento.

- Te lo prometo Shaoran-kun, pero no quiero que te preocupes mucho ¿si? Por el momento no podemos hacer nada, y no vale la pena - respondió Sakura con una mirada suplicante.

- Lo intentaré - concedió Shaoran sonriendo, un gesto que la joven le devolvió.

Ambos se despidieron con un ligero beso en los labios, puesto que ya estaban frente a la casa de los Kinomoto. Shaoran se marchó con el presentimiento de que las cosas se pondrían difíciles nuevamente, pero tal y como había dicho Sakura, no podían hacer nada por el momento. "Aún así, no podré estar tranquilo hasta que deje de tener esos sueños... ¿por qué no podemos estar en paz?... Entre hechiceros, se dice que junto con el don mágico se hereda también la capacidad para atraer los problemas... supongo que todo es culpa del mismo poder que se nos confiere, solo me gustaría que, suceda lo que tenga que suceder, ella salga ilesa... y todos los que aprecio también..." Una sonrisa asomó a sus labios. Ese pequeño deseo le había traído a la memoria el conjuro especial de Sakura.

- Pase lo que pase... todo estará bien... - murmuró para si mismo, anhelando más que nunca que ese inocente, pero poderoso conjuro, funcionara una vez más.

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- ¡Ya llegué! - anunció Sakura al entrar a su casa.

- Bienvenida hija - le respondió su padre, que estaba preparando la comida de aquel día.

- ¿Quieres que te ayude papá? - se ofreció la joven.

- Gracias, pero estoy a punto de terminar... Por cierto, ha llegado una carta para ti

- ¿Carta? ¿Para mí? - se extrañó Sakura al recordar que no le había escrito a Eriol ni a nadie como para que le llegara una carta.

- Si, la he dejado en tu habitación.

- Voy a verla - dijo subiendo las escaleras.

Apenas abrió la puerta, pudo escuchar los típicos sonidos de un juego de video, obviamente, Kero se había mantenido entretenido.

- Ya llegué Kero-chan

- ¡Bienvenida! - respondió el Guardián Solar sin apartar su vista de la pantalla. Su mirada estaba muy concentrada en derribar aviones enemigos.

Sakura sonrió al verlo así. Sabía que el pequeño Kero era muy cuidadoso en mantener bajo el volumen para evitar que su padre lo escuchara, así como de esconderse en caso de que alguien entrara a su habitación. Por otro lado, si hubiera estado su hermano, Kerberos no se habría preocupado por eso, ya que, un par de días después de que transformara la última Carta Clow(1), Touya la había sometido a un asfixiante y comprometedor interrogatorio y Sakura no tuvo más remedio que contarle todo desde el principio; lo cual no representó un gran problema gracias a que Touya ya estaba enterado de la existencia de Yue y, por lo tanto, del verdadero origen de Yukito Tsukishiro. La vida que compartía con su Guardián Solar solo había traído un pequeño cambio consigo: El león tenía que salir de la habitación cada vez que ella iba a cambiarse. No era que pensara mal de él, pero la joven no podía evitar querer privacidad en ese aspecto. Con su otro guardián no tenían ningún problema, ya que no se manifestaba a menos que ella se lo pidiera.

Interrumpiendo sus recuerdos, Sakura dirigió su mirada hacia el escritorio, encima del cual se encontraba un brillante sobre blanco. Lo tomó con cuidado. Fuera no estaba escrito nada más que su dirección. La elegante caligrafía le era desconocida. Dándole la vuelta, lo abrió con cuidado y sacó lo que parecía ser una invitación además de un par de cartas; leyó la invitación sintiendo un curioso escalofrío.

Señorita Kinomoto Sakura:

Tengo el honor de informarle que está formalmente invitada a participar en el primer Torneo Mágico de la historia. En este, competirán hechiceros y hechiceras de todo el mundo para probar sus habilidades y elegir al mejor, el cual será reconocido por todos y será premiado con un raro y muy valioso espejo, cuyas propiedades mágicas son desconocidas a la fecha, pero se sabe que es muy poderoso, y solo el ganador tendrá el derecho de descubrirlas.

Si acepta participar, por favor preséntese en el lugar a la fecha y hora especificadas en una de las cartas que debió recibir dentro del sobre, ahí se llevará a cabo una reunión de todos los participantes. La otra carta es necesaria para probar que ha sido invitada de forma personal, así que le ruego que recuerde llevarla.

Las bases y reglas de este torneo serán dadas a conocer en la reunión ya mencionada y, como único favor, suplico que, tanto si acepta participar como si no, mantenga esta invitación y todo lo referente a ella en riguroso secreto.

Cordialmente

M. K.

Sakura se desconcertó al notar que la firma eran solo dos iniciales en escritura occidental. Eso no le proporcionaba mucha información, así que tomó las cartas y las observó. Ambas eran del tamaño de una carta Clow, pero solo estaban adornadas con un sencillo margen rojo y eran de color azul pálido. En la parte trasera, dibujados de color dorado, se podía adivinar la figura de un reloj de arena dentro de un círculo, que a su vez estaba rodeado de una serie de símbolos que la joven no conocía. En una de las cartas, en la parte delantera, estaban escritas una serie de indicaciones. Le pedían llegar al puerto de Naha,(2) capital de la prefectura de Okinawa, en una fecha que se cumpliría hasta dentro de dos meses, para abordar un barco cuyas señas se describían. Además, también traía una dirección, que se situaba en una isla . 'Nagano' si no le fallaba su memoria, era una pequeña isla situada al extremo sur de Japón. Estaba un poco alejada del país, pero aún así se consideraba parte del mismo por estar cerca de Okinawa. Sakura observó la otra carta, en la cual estaba dibujada la silueta de un hombre con capa y capucha, que sostenía lo que parecía ser una esfera. La joven hechicera se sorprendió al darse cuenta de que esa silueta era similar a la de su sueño y esa esfera que sostenía... si se miraba bien, parecía que las manchitas dentro de ella tenían la forma de galaxias. ¿Acaso era una forma de representar el universo? Pero eso no fue todo. Dándose cuenta de otro detalle, tomó la invitación de inmediato y un estremecimiento la recorrió al leer la frase: ... y será premiado con un raro y muy valioso espejo... ¡¿Un espejo?! Eso ya era demasiado. La silueta de ese hombre y la mención al espejo solo podían significar una cosa...

- ¿De quien es la carta Sakura? - la voz del Guardián sobresaltó a la joven, que se apresuró a retirar la carta de la vista de Kero.

- No lo sé Kero-chan, no dice quien la envía.

- ¿En serio? ¡Qué extraño!... ¿Y qué dice? - insistió el pequeño león dorado. Sakura suspiró un momento.

- Te lo tendré que decir de tomos modos... pero...

- ¿Pero...? ¿Sucede algo Sakura?

- Espera un momento, creo que mi padre me llama - pidió la hechicera y se levantó de la cama llevándose la carta consigo.

Una vez abajo, notó que, efectivamente, su padre la había estado llamando a comer. Quiso decirle que no tenía hambre, pero cambió de opinión al ver al invitado de su hermano, era Yukito. Sakura hizo un gran esfuerzo para comportarse con normalidad, no quería que nadie se diera cuenta de que estaba muy nerviosa y preocupada. Sin embargo, no tuvo mucho éxito con Yukito, ya que, cuando su padre y su hermano se levantaron para traer el postre, el joven se le acercó.

- ¿Estás bien Sakura-chan? Pareces algo nerviosa - le preguntó en un susurro.

La joven sonrió con inocencia y dijo que si, pero no logró convencerlo. Después de todo, Yukito ya no era el mismo desde el día en que era consciente de su naturaleza. Había pasado momentos difíciles, pero la intervención de Touya salvó las cosas. Su hermano consiguió una amistad muy fuerte con Yue (aunque parecía algo más) y lo convenció de que rompiera el hechizo que mantenía apartada su conciencia de la de Yukito, ya que el Guardián Lunar por fin había aceptado que él y su 'forma falsa' eran la misma persona; pero que una parte de la mente de Yue había sido bloqueada por un hechizo de Clow para ser la conciencia de Yukito; además, sus recuerdos habían sido reemplazados por otros que nunca habían sucedido, y así fue todo hasta el día del Juicio, en el que la mente de Yue despertó. Ya desde antes, Yue era capaz de comunicarse en forma mental con Yukito, pero esto nunca sucedía al revés y ahora que la barrera que impedía esto estaba comenzando a romperse, Yukito se había adentrado en los recuerdos y la conciencia de Yue, recuperando poco a poco su memoria verdadera y provocando que las conciencias de ambos comenzaran a fusionarse para formar una sola otra vez; de tal modo que algunas veces a ellos mismos ya les era un poco difícil reconocer sus pensamientos de los del otro.(3) Aunque esto parecía no haber afectado por el momento la personalidad de cada uno, pero solamente ellos dos sabían lo que ocurría dentro de su mente.

- Sakura-chan, si te pasa algo, sabes que puedes decírmelo - insistió Yukito. Al ver que no tenía escape y recordando que de todos modos tendría que decírselo al Guardián Lunar, la joven murmuró:

- Bueno... no se lo digas a mi hermano, pero me gustaría hablar contigo esta noche... en tu otra forma - añadió con una ligera sonrisa. Desde que Touya le había contado lo que estaba sucediendo con Yukito y lo que le había dicho Yue, Sakura los trataba a ambos como si fueran la misma persona, y no era para menos, ya que ambos sabían todo del otro.

- Ahí estaré, te lo aseguro - respondió el joven - ... ¿es por ese sueño? - añadió después recordando lo que Sakura le había contado bajo su otra forma.

- Si... es por eso... creo que me llegó la respuesta - comentó la joven bajando la mirada. Pero Yukito no respondió, ya que Touya y Fujitaka regresaban.

Sakura deseó que la hora de comer terminara pronto; sin embargo, al verse rodeada por personas a las que quería, su corazón se encogió con un mal presentimiento... "Por favor, que nada malo les pase" suplicó mentalmente mientras su mirada se llenaba de temor y un nuevo escalofrío la recorría...

Continuará...

NOTAS:

(1) Al decir "la última Carta Clow" me refiero a la Carta Sellada que apareció en la segunda película de la serie. Me basé en el final del anime porque se me hizo más sencillo manejar a Hope que a la "Carta sin Nombre" que creó Sakura. Además, no se dice que sucede con ésta en ningún lado.

(2) El puerto de Naha si existe, se trata de una importante ciudad con el mismo nombre ubicada en Okinawa, una isla enorme que está hacia el sur de Japón.

(3) Esa teoría de la relación Yue / Yukito la tomé prestada de uno de los fanfics de Morgan D. La tomé principalmente porque me gustó y parece ser la que mejor explica todo lo referente a Yue y Yukito; aunque digo: parece, porque en el anime que salió en español, Kerberos dice que Yue es capaz de separar su conciencia de la de su forma falsa hasta el día en el que llegue el Juicio, pero en el manga, jamás se dijo algo semejante, por lo que estoy un poco confundida. Debo decir que la narré a grandes rasgos, si alguien quiere conocerla más detalladamente, puede hacerlo en la página Only The Inevitable (www-.-solitudeofafallingstar-.-hpg-.-ig-. /cardcaptorsakura-.-html) en el fanfic "El Corazón De Un Guardián" aunque advierto que es shounen-ai

Si a alguien le molesta que utilice sufijos japoneses para los nombres, debo decir que lo prefiero así. La serie es de origen japonés y creo que debo respetar eso. Por lo que respecta al nombre de Shaoran, quiero aclarar que no estoy segura de como sea lo correcto, corre por internet la forma de "Xiao Lang Li", porque parece que así se escribe en chino, pero también está correcto escribir Shaoran, puesto que así se pronuncia en japonés. Lo que no he podido averiguar es de donde sale "Syaoran", porque, al menos que yo sepa, el furigana del kanji se escribe Shaoran. Dado el problema, me decidí a utilizar la pronunciación japonesa, pues parece la más acertada. Algo similar me pasa con el nombre de Kerberos, creo que este nombre lo tomaron de "Cerbero", que en la mitología griega es el perro de tres cabezas que cuida la puerta del infierno (Hades). Sin embargo, pese a que lo sé, en japonés creo que lo correcto sería escribir Keroberos, ya que así lo pronuncian, sin embargo, supongo que no tiene nada de malo si lo uso como Kerberos, ya que hay personas que ponen incluso Kerberus, puesto que en inglés, Cerbero se dice "Cerberus", aunque en los capítulos que tengo de la serie en japonés, nunca he escuchado que lo pronuncien así. Y por las palabras iniciales: kaijuu es como llama Touya a Sakura, creo que significa 'monstruo' y onii-chan significa 'hermano mayor'.

Otro pequeño detalle, en el mapa de Japón no he podido encontrar ninguna isla con el nombre de "Nagano" así que, citando a Morgan D., espero que sea un lugar enteramente ficticio ubicado en mi imaginación hiperactiva xDD

Por último, en el manga, Eriol dice que Sakura si podrá controlar el poder de observar el futuro, cosa que él no consiguió, pero decidí dejarlo con los sueños que siempre tenía, ya que manejar un gran poder de clarividencia... bien, no creo que sea divertido saber lo que va a suceder todo el tiempo ¬¬ Le quitaría a la vida su lado interesante. Y esto fue lo que le ocurrió a Clow, al menos eso dijo Eriol

Akane Tsukiyo Kinomoto