Por favor, lean las notas finales si es necesario antes del capítulo, en serio. Grax.
Harry Potter y los Herederos
Capítulo 25
Pasaje Infernal
By SerenitaKou
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"Quien menos esperas puede ser tu única salvación de una muerte segura…"
By SerenitaKou
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En el Capítulo anterior…
Pero Azrubel, lo hizo, lo notó, y temió por ello…
No estaba en un error al temer, pronto, la presencia se deslizó hasta quedar enfrentado a ambos contendientes, y sacó su propia espada, mientras Azrubel decidió intervenir también, comenzando con ello, una batalla más. Dos en un bando, y dos por otros dos separados...
Cuatro personalidades enfrentadas, tres inmortales, un mortal, dos demonios, un híbrido, un mago.
Cuatro entidades líderes en su ámbito, cuatro guerreros y líderes.
Todos, luchando por la ambición de uno…
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En cuanto la cuarta presencia apareció los tres se detuvieron a observarle pero no tardaron en reanudar su batalla al ver que el otro continuaba dando estocadas feroces en su contra.
Qué quién era?
Un Demonio, el más poderoso de todos. El más grande. Y Antiguo.
Lucifer.
El padre de Azrubel.
Él, aquél que le había desterrado de los infiernos combatía con él y contra el demonio que le había engañado tanto a él, cómo a toda su familia.
Los cuatro se atacaban con furia, demostrando porqué eran líderes, porqué estaban allí.
Harry se movía con velocidad por los costados combatiendo contra Gaap mientras este debía esquivar no sólo su espada sino también a sus mortales hechizos y convocaciones.
Azrubel se movía ágilmente por el centro, esquivando las estocadas de su padre y saltando o volando para evitar las feroces llamas que salían de sus manos. Alguna cuenta que no había saldado con él?
Lucifer, en cambio, no luchaba contra su hijo por el hecho de querer venganza, simplemente intentaba calentar y retarle para probar sus habilidades. No dicen que el diablo es más sabio por viejo que por diablo?
Bien, pues el tenía más de ciento ochenta y cinco mil años, así que no estaba tan mal.
Gaap comenzó a elevarse, creyendo que con eso podría escapar unos momentos y descansar, tenía unas cuantas heridas que sanaban rápidamente, mientras su oponente estaba igual o peor con la gran diferencia de que las suyas quedaban sin sanar. Mientras sus alas se explayaban, notó como padre e hijo se detenían para observarle, pero también vio la mirada del híbrido quien sonreía. Y también, el ceño fruncido de su padre.
El ojiverde también había visto a ambos demonios, y aunque estaba agotado, creó sus alas al comprender el porqué de la sonrisa de su protector, las hizo invisibles primero para pasar desapercibido, aunque el demonio Lucifer lo había notado y por ello fruncía su ceño.
Quería tomar desprevenido a Gaap, y cuando eso ocurriera ¡Boom, Azrubel le atacaría por la espalda. O al menos creía que así era el plan…
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(Cambio de escena)
Los atronadores murmullos que habían en estos momentos precisos en el hall de entrada de la Mansión de la Orden era algo que nunca había ocurrido, era siempre un lugar tranquilo, pero los últimos acontecimientos que habían ocurrido por allí había revolucionado a los integrantes de dicha institución.
Cinco de los que conformaban la directiva (de seis), estaban ocultos en una de las salas anexas a dicho salón.
Conversaban entre ellos de forma susurrante, con parsimonia cuchicheaban entre sí, comentando lo mismo que los alumnos con la diferencia de que ellos sabían de que hablaban.
Finalmente, tres de ellos, dos hombres y una mujer, hartos de tal barullo, sumado a la suspensión de las clases de la institución, se acercaron desde una esquina oscura con su traje de batalla brillando junto a sus placas de un material de elfos que refulgía e imponía un orden inmediato.
- Los queremos a todos en el Salón de Reuniones de sus respectivos clanes, uno de nosotros se acercará para dar la información necesaria, los que deben subir al nivel principal, por favor, repliéguense en las otras salas, su directora no podrá dirigirse a ustedes. – Ante esas simples palabras todo quedó vacío y tranquilo, cada quien había salido corriendo para poder llegar a sus salones y enterarse de los últimos acontecimientos.
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(Cambio de escena)
Se apareció en los límites de su mansión en las montañas escondidas de Suiza, una clase de pradera paralela a éstas, rodeada con un campo de ocultación.
Su vestimenta era totalmente blanca, sus lacios cabellos caían en una suave cascada por su espalda hasta su cintura, sus ojos que refulgían en la noche y en la tormenta, eran totalmente rojos, su blanca piel era comparable con su traje y sus botas eran lo único que resaltaba al tener un color más bien grisáceo, todo lo contrario a lo que había vestido en su primera transformación que era de un verde negruzco y ahora se presentaba en su forma 'pura', cambiando incluso el color de su cabello, más no sus ojos.
Caminaba con un paso firme, sin dejar entrever a un posible atacante su debilidad que sólo podían confirmar la cantidad exorbitante de heridas y las manchas de sangre en todo lo largo y ancho de su cuerpo.
Al menos, la mujer era joven, no más de 19 años, pero a pesar de ello no estaba en pleno acondicionamiento físico, no por su apariencia, si no por sus heridas lo cual limitaba sus poderes y movimientos.
Llegó a la línea que marcaba su territorio luego de haber caminado desde el límite de aparición, a dos kilómetros, hasta de la línea que se presentaba ahora, la de ocultación.
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Había observado los pasos firmes y las heridas, más no había dejado de admirar el cuerpo, Sus ojos refulgían en la oscuridad que le propinaba la noche y la espesura del bosque que rodeaba el hogar de ella.
La había comenzado a seguir desde el día en el cual la encontró en el mercado negro del país, Suiza poseía varios de ellos, y ella había estado en el más oscuro de todos. El Mercado del Bosque Negro, o MBN, como se presentaban ante los demás en sus placas de identificación, el más caro y preciso a nivel internacional y mundial.
Finalmente la había perdido de vista por unos tres meses, luego la encontró en el MBN de nuevo, y hace unas horas, transitando por los linderos del bosque en el que había aparecido tan magullada a como estaba ahora si no es que más.
Con pasos sigilosos, cruzó la barrera junto a ella y la acercó a su cuerpo fuertemente envolviéndola con sus brazos y soltando un suave gas adormecedor lo suficientemente potente como para llegar a los límites de aparición.
Sorprendentemente un semental de pelaje negro azulado apareció de la nada, lo montó y cabalgó hasta las barreras junto a éste, Níger, era su nombre, original hasta que te enterabas que era negro en latín.
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(Cambio de Escena)
- Guarden silencio todos y prestad atención a mis palabras – Resonó una voz llena de autoridad por las paredes de un gran auditorio con la audiencia obedeciendo sin rechistar y prestando real atención hacia las palabras que serían expresadas.
-… Es mi deber informar, tanto a mi división como a los pocos de otras aquí presentes los hechos en los que la mansión ha sido afectada. Uno de los que manejar este lugar sufrió de un gran accidente provocándole la casi-muerte… - Debió detenerse en medio de la información por culpa de los murmullos que llenaron la estancia, más una mirada total y completamente amenazante, sumado a la relación que él llevaba con la persona implicada pedían un respeto silencioso que le fue concedido una vez más…
- …Cómo les informaba, antes de que sus cuchicheos molestos se dignaran a aparecer y tuvieran la osadía de interrumpirme, continúo, esta persona, una de las jefas de las divisiones, encargada del Ataque Frontal y de las clases de estrategia, lucha cuerpo a cuerpo y control de elementos, se encuentra mucho mejor, actualmente está retirada del establecimiento pues necesita recobrar las energías que perdió en la lucha…
- …Recordarles no estará demás, quiero absoluta discreción con los hechos, ninguno de nosotros divulgará más de lo que se ha dicho sobre el incidente, no resta tampoco avisar que aquél que siquiera intente calumniar sobre ella o simplemente sacar una hipótesis de algo que desconoce será castigado y sabrá porqué nos llamamos la Orden Oscura y el porqué están aquí.
- …Retírense a sus habitaciones, las clases están suspendidas por una semana. – Finiquitó con frialdad antes de desaparecer tras una puerta con infinita elegancia ganándose alguno que otro suspiro que, al igual que todos ellos, ignoró con facilidad.
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A Pesar de que las advertencias fueron dichas, ninguno había acallado sus dudas y habían comentado sus hipótesis, cada idea más lejana de la realidad y más estúpida o fantasiosa, pero sí igual de sanguinaria.
Rápidamente se cansaron de esto, especialmente Neoth y Badariel quiénes llamaron dos días después a una reunión de urgencia que tomó a todos por sorpresa. Más sin embargo, no sólo eran los rumores e hipótesis los que les tenían en peor grado de molestia que al resto, era la clara desaparición de su compañera quién no había sido vista desde su marcha.
Decir que los castigos fueron pocos es poco decir, los jóvenes que habían allí no hablaron más del asunto en voz alta luego de haber comprendido la letalidad de los movimientos con la espada y la furia de sus maldiciones que les obligaron a tomar conciencia y guardar silencio absoluto del tema.
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(Cambio de Escena)
Dolía. Claro que sí. Sentía como su cuerpo era presa de profundas convulsiones y cortos espasmos mientras las contusiones y hematomas no tardaban en tomar forma, mientras sus huesos reclamaban su postura y la cantidad de fracturas en ellos. Al mismo tiempo, músculos doloridos se quejaban de cualquier movimiento y sus pulmones a penas y podían siquiera recibir un poco del aire que lograba capturar por su nariz y boca.
Su ropa estaba desgarrada y llena de sangre, su cabello totalmente revuelto y también teñido en un rojo que no tenía clemencia al seguir saliendo, cada vez más transparente, indicando que la poca sustancia rojiza estaba por acabarse de su cuerpo y dejaría atrás un cuerpo maltrecho y malherido que terminaría pudriéndose en la oscuridad sin poder luchar por recuperarse.
Una voz fue percibida por su derecha provocando que se girara de forma brusca ganándose un dolor más punzante del que había sentido anteriormente.
- Tiempo sin vernos, querida -
Sintió movimiento a su izquierda más no intentó voltearse pues la voz provenía por el contrario. Otra presencia quizás?
- No me recuerdas, mi niña? – Escuchó que preguntaba con un tono de pena mal fingido que dejaba traslucir la satisfacción de verla en aquel estado – Soy "Lou" o "Bartemius", incluso soy "Trevor" – a medida que cambiaba el nombre, su entonación variaba.
Así que había sido engañada, pero que podía esperar?
Ese era el mercado negro más importante de todos, era seguro que algo así ocurriría, la pregunta era cómo había podido pasar por alto un hecho cómo ese. Quiso hablar, pero su voz murió antes siquiera de llegar a su garganta la cuál ardía ante los infructuosos intentos de su propietaria.
Finalmente salió, de forma ronca y algo reseca, un tono indigno de alguien como ella, pero no había otra manera de expresarse, por ahora.
- Qué… es… lo que… quieres… de mí? – cuestionó con dificultad.
- Tu poder, tu dinero, tu cuerpo… no lo sé. Quizás todo es más fácil de resumir.
- Me das… asco! – gritó furiosa al no poder moverse y defenderse cómo debería… "Ayúdenme" pensó tras su barrera mental enviándole el mensaje directo a sus compañeros.
- Mal dicho, bebé… mal dicho… - una repentina arcada acometió dentro suyo, arcada que debió ser retenida en su interior y devuelta a su lugar de origen. Logró entre-abrir sus ojos con dolor mientras posaba sus irises celestes antes rojizas sobre el hombre intentando enfocarle.
Logró ver un hombre de complexión media, alto y fuerte, de ojos castaños, un rostro moreno lleno de cicatrices que le deformaban su cara y la cuenca de sus ojos hundida, cabello negro enmarañado y sucio, un traje sucio y raído era su atuendo, sus manos grandes y cortadas llenas de cicatrices al igual que el rostro y el resto del cuerpo, verdaderamente era asqueroso.
- Qué puedo… - tos – hacer… por ti? - una vez más tosió al sentir la garganta más reseca de lo normal.
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(Cambio de escena)
"Ayúdenme"
Quizás fue la voz, el tono de desesperación impregnado en su ruego, e incluso podría ser la amargura y humillación que escuchó, lo que le impulsó a llamar a la Orden al completo.
Menos de tres minutos después y tres escuadrones con un total de 36 guerreros más tres líderes que desaparecían a la orden que uno de ellos dejó escuchar de forma fuerte y clara indicando el destino.
- Punto cuatro, sección B, lugar montañoso escondido, país blanco que esconde el MBN – gritó las coordenadas antes de desaparecer en un torbellino de agua que le envolvía por completo.
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(Unión de Escenas)
Treinta y nueve personas se aparecieron en los límites de un bosque rodeado de montañas y rocas, tres personas se prepararon para dar las indicaciones a seguir.
Un escuadrón, comandado por la única mujer líder presente, rodearía el bosque, otro se dirigiría a los límites de aparición rodeando el lugar, mientras un tercero iría en busca de la persona que pedía ayuda.
Se replegaron según las órdenes dadas anteriormente, mientras el grupo de rescate comenzaba a internarse en el bosque de manera sigilosa, el líder de este grupo miraba disimuladamente hacia todos lados, mientras su posición por muy despreocupada que se viese estaba en posición de ataque.
Los demás le seguían en silencio, nadie sabía a quién rescatarían, pero para que el joven que les llevaba estuviera tan nervioso y preocupado solo podía tratarse de alguien importante, la pregunta era¿Quién?
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- Muchas cosas, mi niña, te lo he dicho, primero dime algo¿Cuál es tu nombre?
Pensó en que nombre darle, muchos de ellos pasaron por su cabeza, más ninguno le convencía, finalmente dejó caer uno al azar.
- Gilraen – un nombre similar al actual, nombre que todas las personas usaban en vez de "Zaladriel" porqué les gustaba más, al menos se lo habían dicho, pero que en este caso sería tremendamente útil.
- Hermoso nombre, es el nombre de una Diosa…
- No. De hecho el nombre de la diosa agrega el Faelivrin, el mío solo significa estrella. – soltó burlona, había recuperado su voz.
- Aún así, preciosa.
- Y cuál es tu verdadero nombre, entonces?
El hombre soltó una risotada antes de responder.
- No poseo nombre mortal, querida.
- Y crees que eso me importa, sólo dime cómo nombrarte. Creo que poseo el derecho de conocer el nombre de mi secuestrador.
Una vez más rió, sin embargo esta vez contestó.
- Agniel -
Un escalofrío recorrió la columna de la chica, sabía quien era Agniel, tenía la mala suerte de conocerle, pero no se parecía en nada a este.
- Mientes. El Agniel que yo conozco no era así, era mucho más poderoso y no poseía tales cicatrices, era más alto y tenía buena apariencia, además sus ojos eran violetas con líneas en forma de cruz de un rojo sangre muy marcado.
- Y puedo saber de donde me conoces, Gilraen?
Suspiró internamente, pero decidió rebelarse.
- No me llamo Gilraen, Agniel, mi verdadero nombre es Zaladriel, o Azazel, Katherine, incluso también lo es Sarafiel, y creo que me asociaron alguna vez a Forcas. – Respondió intentando levantarse.
El hombre no respondió, solo se quedó observándola con un rostro impávido y silenciosamente la levantó y la sentó en un sofá que había allí mientras cambiaba su apariencia de mortal a la real.
Un hombre un poco más alto que el anterior, pálido y con cabellos negros lacios atados con un tallo, Ojos violeta con la cruz roja que la chica había descrito, labios delgados y con unas preciosas alas rojas con plumas naranjas y amarillas que hacían cambios en las verdaderas tonalidades haciéndole parecer un Ángel de Fuego.
Miles de cadenas rodeaban su cuerpo sin siquiera apresarle mientras éste era cubierto por finas telas de un color rojo oscuro, casi marrón.
- Gusto en verte, Azazel, nombre por el cual tuve la suerte de conocerte, como la gran mayoría de nosotros.
- Imagino que estás aquí para llevarme al purgatorio para que no intervenga en la guerra de los magos mortales. Me equivoco?
- No. De hecho he venido a otros asuntos a la Tierra Mortal. – Respondió mientras unas cuerdas de fuego surgían de la nada y se acercaban a la chica sin que ésta lo notara.
- Cómo cuáles, si puedo saber – Se había tendido en el sofá, descansando mientras intentaba curar sus heridas lo mejor posible.
- No puedo darte detalles, preciosa.
- Pues entonces déjame ir, hermoso – respondió de la misma forma que el hombre. Intentando seducir a su presa.
Éste negó con el dedo índice mientras su cabeza hacía los mismos movimientos.
- No es tan fácil – Se acercó de forma felina hasta ella y apoyo sus manos en los costados del mueble mientras se inclinaba hasta casi rozar sus labios. – Qué ganaría yo con dejarte ir? – Agregó.
- No lo sé, quizás mi agradecimiento eterno?
- No, pequeña, ambos sabemos que tú no agradeces nada, solo aceptas.
- Estás realmente seguro? – Sentía como los nervios comenzaban a apoderarse de su cuerpo, ese maldito idiota era mucho más poderoso que ella, en especial en este estado, era como decir, de escala de uno a diez, él tenía un diez y ella un siete, en este preciso momento, un cuatro con todas las bajas de energía. Por favor, incluso Tathar podría ganarme, y eso que tiene un nivel tres…
- Quizás considere soltarte, sabes? – Agregó – pero tendría unas condiciones…
- Y estas condiciones serían…? Esclavitud?... Lealtad eterna?... Discúlpame, pero si es eso, prefiero morir.
- Claro que no, preciosa – Negó divertido mientras, las cuerdas de fuego comenzaban a envolverla de forma invisible, dañando su piel, desgarrándola.
- Aléjate, demonio – Ordenó
- Así no funciona, querida, así no – Indicó, ignorando los suaves gemidos de dolor que la joven dejaba escapar por entre sus labios entre-abiertos.
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Todos y cada uno de ellos sintió, gracias a sus agudizados sentidos, unos murmullos que provenían de una cabaña rodeada de un cambo de energía bastante débil pero lo suficientemente fuerte para lograr el objetivo de escape.
Él, cómo líder, lanzó una piedra para comprobar que tanto daño podría provocarles. Cómo supuso, ésta se desintegro antes de siquiera llegar a tocar el campo.
Suspiró y rogó porque nada malo ocurriera, luego lanzó una bola de fuego, la cual solo aumentó el poder del campo.
Horrorizados, pues las llamas comenzaban a hacerse presentes ante ellos, danzando al compás del viento, lanzaron en conjunto grandes y potentes chorros de agua los cuales apagaron el fuego y de paso, rompieron la barrera.
"Esto es demasiado sencillo" Fue el pensamiento que atravesó la mente de la gran mayoría de ellos.
Sin embargo avanzaron directamente a la cabaña y se acercaron a la ventana más próxima.
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Sólo dos minutos de absurda conversación habían bastado para que Agniel ganara terreno y sus cuerdas de fuego envolvieran total y completamente a la joven, apresándola contra la pared, mientras se retorcía sin alzar su voz lo suficiente para que sus gemidos ahogados se transformaran en gritos de dolor.
Las heridas que poseía de antemano comenzaron a profundizarse, mientras que las nuevas comenzaban a formarse de manera lenta y dolorosa, lacerando su piel y logrando que la poca sangre que guardaba su cuerpo comenzara a emerger a borbotones de sus heridas.
Una de las cuerdas se cernió a su muñeca izquierda, la cual estaba profundamente lastimada, logrando que algunas articulaciones y venas, al lacerase, comenzaran a expulsar más líquido rojo que cada vez era menos nítido para volverse transparente.
- Y que conste, querida mía, esto no es una tortura, es sólo un recordatorio… - habló Agniel con su voz profunda –…y también, una venganza.
- Venganza de qué… Agniel…? – preguntó con su voz cada vez más débil. Era humillante verse en este estado, y más aún saber que nadie la rescataría… Que equivocación más grande.
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Se miraron sorprendidos al ver la escena que se producía al interior de la cabaña, en especial al reconocer, tres de ellos al menos, a la persona que era atacada y que había enviado el mensaje de ayuda. Y un cuarto prácticamente quedó paralizado al descubrir la identidad del atacante, sin esperar más, dio la orden de entrar a ayudarla.
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- Tenemos compañía, preciosa; no te parece algo hermoso? – Ante la mirada que le lanzó su compañía explicó – Tu príncipe ha venido a rescatarte junto a los lame-botas de sus estudiantes. A poco y no es enternecedor cómo te verá desangrarte lentamente hasta la muerte?
Entrecerró sus ojos que se habían vuelto a teñir de escarlata como su sangre con furia, con odio.
Intentó zafarse del firme agarre que ejercían las cuerdas de fuego en su piel, sin embargo falló. Sus fuerzas comenzaron a amainar de forma alarmante y su cuerpo comenzó a adormecerse… Así que la traían de la muerte para matarla nuevamente? Era irónico, en tres días había muerto dos veces, contando esta…
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(Cambio de Escena)
Quería tomar desprevenido a Gaap, y cuando eso ocurriera ¡Boom, Azrubel le atacaría por la espalda. O al menos creía que así era el plan…
Dejó escapar el aire que había retenido momentáneamente, mientras sus heridas sanaban ligeramente gracias a su magia ayudándole a recobrar parte de sus energías perdidas.
Asintió segundos después, cuando levantó su cabeza para observar el panorama. Gaap estaba apoyado de una viga en el techo para descansar, Lucifer se comunicaba mentalmente con alguien que nadie logró identificar pero que les preocupó al ver que su máscara intentaba ocultar la preocupación que comenzaba a apoderarse de sus siempre frías facciones.
Azrubel, en cambio, intentaba enviarle un poco de energía a su protegido para luchar contra el culpable de sus vidas, las cuales fallaban infructuosamente en su cometido al chocar contra sus núcleos mágicos.
Harry negó en dirección al híbrido, indicándole que no podría enviarle más energías, que sus núcleos no eran compatibles en absoluto.
Lucifer vio el gesto y el cansancio, cerró su conexión y le envió él mismo las energías necesarias.
El ojiverde sintió cómo el demonio le enviaba sus energías, estas eran mucho más oscuras y poderosas que cualquier otra magia, sorprendentemente, se acoplaron a sus núcleos sin resistencia alguna dejándole a Azrubel, a Lucifer y a él mismo asombrados, El primero y último al ser casi imposible recibir ese tipo de energía, y el segundo al sentir que resistía su energía.
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(Cambio de perspectiva)
Había estado observando desde las alturas el intercambio de palabras de sus contrincantes abajo, había visto el intercambio de energías y se terminó complaciendo de su elección.
Hasta ahora solo habían existido tres personas capaces de soportar las energías de Lucifer, Tom Riddle, él mismo y el joven Potter.
Se preparó al ver fluir el poder por los ojos antiguamente esmeralda del chico los cuales brillaban envueltos en el llameante fuego oscuro que dominaba Lucifer.
Irguió su cuerpo y levantó su rostro dejándoles claro que no estaba intimidado a pesar de sus expresiones. Notó como la preocupación no común de Lucifer se extinguía y el cansancio y nerviosismo de Behemoth y Harry desaparecía más rápido que un demonio.
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(Narración normal)
El joven pelinegro se levantó y se irguió al igual que los demás demonios, Azrubel dejó que su máscara de guerrero se apoderara de él y el padre de éste mostró su furia a través de unos ojos mortalmente negros tan profundos y a la vez con tantos tonos rojos que parecía ser el fuego que brillaba en la más completa oscuridad.
Gaap se irguió al mismo tiempo y observó detalladamente los rostros de sus oponentes, sus alas de demonio se explayaron al mismo tiempo que las de Lucifer y Behemoth, ambos rodeando al pelinegro.
Ningún signo de cansancio se vislumbró en los ojos de los presentes cuando se lanzaron a una batalla que no tendría un final de forma rápida y pronta.
Nadie se movió, Harry soltó la respiración que había mantenido en algún momento sin darse cuenta, Azrubel tensó sus músculos de forma firme, Gaap dejó que sus garras y colmillos crecieran y Lucifer demostró porqué era el jefe en el infierno, su traje pasó a ser el de un verdadero demonio, sólo rodeado de tiras en su abdomen y torso, sus piernas cubiertas de un ceñido pantalón de extraños cortes y sus pies recubiertos por las largas botas de batalla con grandes hebillas. El fuego rodeándole como si deseara abrazarlo y acariciarlo al mismo tiempo.
Todos se sorprendieron por tal cambio, era la fase más importante en un demonio, la parte en que su lado oscuro salía a relucir y su elemento especial tomaba posesión de él, de su mente y su cuerpo.
Azrubel pronto decidió seguir a su padre al igual que luego hizo Gaap quedando ambos igualmente convertidos, Harry dejó que sus poderes liberados comenzaran a expandirse por su cuerpo y a pesar de que su cuerpo quedó igualmente vestido sus alas salieron a relucir más magnificentes que nunca: hechas de fuego puro.
Nadie se detuvo a admirar la transformación del otro, nadie se preocupó en fijar su vista en la apariencia real que todos portaban, sólo se concentraron en un punto específico, su oponente.
Uno a uno se lanzaron nuevamente a la batalla, el demonio Lucifer con una larga y fina espada hecha de fuego y envuelta en aire junto a sus poderes especiales, Azrubel con una sarta de maleficios, el traidor con todo lo que tenía, una espada de hielo, sus dagas de plata hirviendo, sus maleficios y poderes de demonio, Harry se ensartó contra el comandante con su báculo y su poder fluyendo en cada golpe y maldición que salía disparado de su boca y mente que su cuerpo se encargaba de encestar a través de su 'arma'.
Las heridas y los golpes no pasaron desapercibidos a pesar de que no le tomaron importancia, la sangre que fluyó de cada una de ellas tampoco, el cansancio que comenzaba a ser palpable se encargó de que el dolor se incrementara.
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La batalla fue brutalmente interrumpida en el minuto en que se escuchó un feroz estruendo que no provenía de ninguno de sus ataques, alguien, o mejor dicho, algunos demonios habían penetrado en la estancia, todos ellos con diversas apariencias, eran tres, y los tres se fueron a posicionar al lado del demonio Gaap.
Uno de ellos tenía la apariencia de una mujer de largos cabellos negros y ojos violetas, piel pálida y alta, sus alas demostraban que tenía un alto rango dentro de los soldados.
Los otros dos tenían apariencia de hombres, uno de cabellos castaños y el otro de cabellos plata, ambos tenían los mismos ojos rojos y las alas de un tono gris oscuro que demostraba que poseían un rango medio dentro de la comandancia.
La batalla se hizo dispareja pues estos soldados poseían más poder de lo que alguien imaginaba con solo verles los rostros.
Eran altos y con buena musculatura, la dama de curvas prominentes y también alta.
Un grito de Gaap dejó ver los nombres de los allegados: Hyd la dama y los 'hombres' Yvallah y Enhet.
Harry comenzó a luchar contra Yvallah y Hyd, mientras Lucifer luchaba contra Gaap y Azrubel contra Enhet.
La dama intentaba ser el elemento distractor entre ellos y los hombres simplemente defendían a aquel a quien debían lealtad que era en este caso, Gaap.
Lucifer fue lanzado contra la pared por Gaap y un ataque desviado por Enhet que Azrubel había lanzado con gran potencia.
El moreno creó un escudo de forma rápida que detuvo el ataque de Gaap con forma de flecha de hielo contra Lucifer quien se encontraba tirado y con un gran charco de sangre a su alrededor.
Behemoth voló hasta posicionarse junto a él y comenzar a curarle de forma rápida mientras el joven se dedicaba a mantener el escudo más potente que tenía combinado con magia oscura, pura y Élfica. Nada sencillo.
El demonio se curó rápido, de hecho demasiado rápido para estar total y completamente bien, pero en aquellos momentos importaba ganar, detener la batalla o al menos poder exiliar sin que tengan una entrada al infierno a todos los demonios que estaban allí.
El exterminio de un demonio solo podía llevarse a cabo con la espada de los cielos que actualmente poseía una mujer 'mortal' a la cual uno de los suyos había ido a buscar al mundo de los humanos. Sólo se podía esperar que no tardara.
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La lucha continuó más letal que antes, los poderes desbordados de cada uno de los presentes comenzaban a recargar el ambiente provocando fuertes temblores y que las llamas que gobernaban en el infierno crecieran con ayuda del viento y el fuego, los elementos predominantes en los luchadores.
Era Lucifer quien se mostraba más poderoso, cada vez más letal. Pero sin embargo, Harry y Azrubel eran quienes poseían la fuerza y vitalidad junto a la agilidad para impactar sus golpes contra los otros.
Era Gaap quien se mostraba más herido, y eran sus acompañantes quienes creaban la barrera y se erguían imponentes como los defensores de los rangos que eran, los tres infiltrados, de seguro.
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(Punto de vista de Harry)
Los músculos ardían por el cansancio y cada herida me quemaba cada vez más, sentía como cada fibra de mi cuerpo era consumida por el cansancio y mis fuerzas eran drenadas cada vez más rápido.
Mis ojos apenas y estaban abiertos, grandes bocanadas de aire me ayudaban a recomponerme, mientras era la furia la que me mantenía de pie y con la suficiente magia para luchar.
Daba certeras estocadas con mi espada contra Hyd, la dama que comenzaba a crearme problemas, mientras mi mirada se dirigía de forma rápida a los otros contrincantes, Azrubel luchaba contra Yvallah y Enhet, su poder era verdaderamente impresionante, y pensar que el también tenía sellado su núcleo.
Lucifer se mostraba poderoso, imponente, majestuoso y elegante, sin embargo podía leer claramente como el cansancio se apoderaba de su cuerpo lentamente. Gaap realmente era un buen oponente para ese demonio.
Una descontrolada oleada de odio me golpeó al ver como ambos hombres lanzaban a Azrubel contra el muro y le enterraban dos espadas que comenzaban a retorcer en él.
Al igual que yo, Lucifer dejó que su magia se descontrolara tomando posesión de su cuerpo.
Ambos dejamos nuestros ojos, los suyos se hicieron de plata líquida mientras los míos pasaron a ser de un metálico color dorado con una línea escarlata cruzándolos de forma vertical y a los suyos una línea horizontal de color azul noche casi negro.
Su magia se presentó como un aura de un tono verde Slytherin mientras la del Dios del infierno de un tono Escarlata, igual a los ojos de Voldemort en su estado de furia.
Me lancé contra los hombres y la mujer de forma inmediata, hundí una de mis dagas en el corazón de Hyd, mi espada la enterré lo más profundo posible, logrando atravesar incluso, a Enhet, mientras que un rayo de luz negra atravesaba a Yvallah, arrancándole su alma.
Gaap quedó paralizado y sin poder parpadear siquiera.
Lucifer se movió ágilmente hacia su hijo y sacó sin delicadeza las espadas de su cuerpo para comenzar a curarle, a pesar de que sabía que no sería suficiente, casi habían drenado su cuerpo de híbrido de sangre, era cierto que era inmortal, pero un inmortal necesitaba de su sangre aún para subsistir o de lo contrario sus poderes no serían los mismos y sus movimientos perderían la verdadera agilidad y potencia que poseían anteriormente.
Observé como hundía sus afilados colmillos en su muñeca, mientras abría la boca de Behemoth y le hacía tragar su sangre, comenzó a deslizar su muñeca sangrante por el cuerpo del híbrido hasta dejarlo bañado en ella; mis ojos se abrieron sorprendidos cuando las heridas desaparecieron pero luego se volvieron a abrir aún más profundas que antes.
El rostro del demonio me indicó que tampoco entendía, y su furia creció aún más, lanzando tal poder contra Gaap, quien era el más cercano a él en su contra, que desintegró su cuerpo y no quedó ni una sola ceniza de la cual pudiera revivir, solo perduró durante segundos un desgarrador grito del general.
Al ver como Hyd se recuperaba, lancé yo también mi poder en su contra, y contra Enhet también, fue tal, que el proceso vivido por Gaap se repitió en ellos.
Al ver como todo cesaba, dejé que mi cuerpo obtuviera un pequeño descanso solo que no contaba con el hecho de una nueva presencia, una presencia que no era admitida en el infierno y no era el único que la había sentido…
TBC…
Mis ninios, realmente siento mucho mi tardanza, no tengo perdón alguno, pero mi inspiración escaseó de mil y un formas, si les sirve de algo, intentaré actualizar pronto nuevamente pues luego no podré hacerlo hasta el 1 de octubre pues tengo que estudiar para mis exámenes y para dos adicionales mucho más difíciles que son para mi entrada a un nuevo establecimiento para continuar con mis estudios en el siguiente nivel de mi enseñanza.
No tengo tiempo de responder Reviews, pero sí puedo agradecerles a las tres personas que me dejaron uno y a Utena-Puchiko de Slasheaven y de aquí, quién me subió el ánimo, inconscientemente a Aykasha-Peke (jdr, mi ninia, se que no leerás esto, pero conversar hace un tiempo contigo me llevó a releerme algunas cosas que me ayudaron mucho), a Sanke (mi ninia linda, muchas gracias), y también a Liuny quién no lee esto pero actualizó su ff, La llamada del Ángel, un fics con el cual me inspiré para escribir. En fin, son tantas las personas a las que les debo esto, aunque me hayan ayudado sin saberlo, que realmente no sé como decirlo. Gracias, de verdad que gracias.
Apreciaría muchísimo sus Reviews, aún cuando sé que no me los merezco, pero necesito saber que leen esto, pues corro un riesgo al estar aquí no estar estudiando como debería, pero realmente mi vida en estos momentos sin los ff sería tan monótona que se los debo a todos ustedes y también, aprecio los Reviews puesto que son mi conexión con los demás.
Cuídense muchísimo y espero veros pronto.
Atte.,
SerenitaKou,
Eámanë Ciryatan
Ó
Sílfide E. Morgan.