Mi primer fic de Avatar¡ xD Sam saltando por toda la habitación o y es mi primer Zutara - adoro al principe Zuko xD era natural que hiciera mi primicia con el , muajajjajajaj XD
En fin, soy Samara , o solo Sam para los amigos, y es mi primera historia que publico, no seáis malitos y dejadme un review, con criticas, bolas de fuego, felicitaciones…
Zuko: dudo que alguien te felicite ¬ .¬ el fic es un asco
-T-T pero…
Zuko: ¬¬ pero nada, me estas haciendo perder mi tiempo, podría estar buscando al avatar, y estoy encadenado a una niñita con desequilibrio emocional òó
-Esto…Sam mira las cadenas en los pies de Zuko xDD mejor continuamos te parece? ¬¬ ok, como les decía dejeneme review para saber si desde un principio es un asco…
Zuko: lo es…¬¬
-Shh¡ …o si aún tengo oportunidad de seguirlo…T-T sin más que decir los dejo con el Zutara xD
Zuko: -UU Seee….sigan leyendo esta basura…
Sam le tapa la boca con un calcetín
Ahhh..y lastimosamente ni Avatar ni Zuko me pertenecen ¬¬ le pertenece a Nickelodeon y al resto de los empresarios con dinero T-T yo solo utilizo los personajes para mi diversión sin ningún fin de lucro…Enjoy it ¡ xD
Prisionera
Capítulo 1:
Bruscamente abrió sus ojos, para recibir la oscuridad en que se hallaba sumida su habitación, por un momento se sintió desconcertado, buscando alguna señal en las sombras que se dibujaban a lo largo de las paredes de la recámara...pero no...sólo había sido una pesadilla...o talvez un sueño?
El joven que se hallaba enredado entre las mantas de su cama suspiró derrotado sentándose en su colchón...sumergido en sus pensamientos y recuerdos de aquella visión que tubo antes de despertarse tan súbitamente.
Pero no era la primera vez que el joven príncipe soñaba con aquella ilusión, no...ya iban siendo tres noches en que unos hechizantes ojos azules perturbaban su sueño, su descanso.
-No puedo creer que esto esté pasando...-murmuró él en la confidencia de sus habitaciones- es solo un sueño…¿por qué me afecta de esta manera? Como último recurso, pensó en salir furtivamente a la cocina prepararse un poco del famoso té relajante de su tío...si, había caído prácticamente en la locura¿aceptar aquellas infusiones sólo para conseguir aliviar a su atormentado cuerpo? De seguro el brebaje le aclararía los pensamientos... Aún impregnado en el reciente encanto del sueño que había tenido, se incorporó calladamente y vistiéndose se marchó de la habitación, haciendo resonar sus pasos en el dichoso silencio del pasillo.
La luz de la cocina lo cegó momentáneamente, y pronto comenzó a buscar en los estantes lo que necesitaba para prepararse ese té de Ginseng. Era conciente de que hacía demasiado ruido en su búsqueda de las condenadas hierbas, pero no le importó...Después de prepararse el bendito té, el joven príncipe salió con su humeante taza hacia la proa del barco, quizás un poco de aire también ayudaría.
Subió los escalones hasta llegar a la tranquilidad de la noche, donde algunas estrellas seguían en el firmamento, respiró el frío aire mezclado con el olor de su bebida, mientras caminaba hasta el borde del barco donde se apoyo para observar las aguas que se extendían por debajo de la nave y eran cortadas como si la embarcación fuese una navaja.
La verdad es que se sentía derrotado, todas sus barreras mentales habían sido derribadas por la simple aparición de esa joven en sus sueños, por la simple presencia de ella había renunciado ya a dos noches de descanso. Era patético. Pensó él y miró fijamente en el interior del pálido líquido. El verdoso vapor ascendía en curvas perezosas, y suspiró. Todo lo que quería era dormir sin miedo a sufrir las consecuencias de esa fantasía...
Podría considerarse que todo comenzaba con aquellos sueños que siempre lo atormentaron, su padre...su destierro...su mísera suerte...su esclavizante misión...
El joven maestro fuego y su tío paseándose por los enormes pasillos de su ex-palacio, como alguna vez hicieron cuando aún eran parte de su nación. Caminan hablando sobre los entrenamientos, sobre su futuro tan incierto como el de ahora...
Luego las sombras comienzan a opacar la escena, oscuridad total, un espeso negro que lo envolvía mientras él llamaba tratando de encontrar a su tío entre esa perdición, no está en ninguna parte y de pronto se siente solo, un vacío en el alma que va hiriéndolo de un modo físico, lágrimas luchan en sus ojos…por el frío tan real que lo invade, por la soledad tan cruel y cruda como lo es en verdad, por saberse desamparado.
Pero de pronto aquella presencia, la siente tan cerca de él aunque no puede verla, delicadas manos que lo rodean por el cuello y un cuerpo juvenil se estrecha contra el suyo...una deliciosa voz lo llama por su nombre, tranquilizándolo mientras el cálido aliento y perfume de su espectral aparición lo inunda de un modo demasiado real...
-¿quién eres?...-murmura el joven tratando de ver más allá, pero la tranquilidad que experimenta contrasta tanto con su sufrimiento.
Lentamente un brillo casi etéreo comienza a iluminar el lugar, ya no está en palacio, ahora está en su recámara en su barco...pero aún no puede ver el rostro de la joven, sólo distingue un par de ojos azules, como tranquilas aguas de océano, pero hay algo más... la delicada muchacha está derramando lágrimas, cristalinas y pequeñas gotas escurren por una piel morena hasta perderse más abajo. Por alguna razón el príncipe se siente tan atraído ante tal hermosa escena, siente que conoce a esa chiquilla, siente la tristeza que ella oculta detrás de esos ojos...
Ella con desesperación busca besarlo en los labios, brindarle caricias en todo su rostro acompañado por su agitada respiración...No lo entiende, no entiende porqué le da tales atenciones, talvez porque como 'huérfano' siempre las necesito, quizás por estar tan moralmente quebrado ahora ella quería cambiarlo...
-Zuko...-susurra ella acercándose peligrosamente al príncipe, dejándole un sabor dulce que le recorre cada músculo de su cuerpo, con tan simple acto ella logra desarmarlo por completo y sin resistirse más, él se abraza al núbil cuerpo de su ensueño deseando responderle a sus efusivos actos, poder calmar la pena en aquellos celestiales ojos...pero antes de poder hacer algo para impedir que se marchase...la imagen perfecta se desvanece...y como último resquicio de su ilusión, ve el destello de esos bellos ojos azules...
-Estoy pensando estupideces...-Bebió a sorbos y despacio el té, sintiendo el moderado calor embotado en su estómago.
-¿Y que clase de estupideces son esas que te mantienen despierto a estas horas príncipe Zuko?- una voz ronca lo sacó de sus reflexiones haciendo que casi derramase todo el te.
-¡Tío!...-exclamó sorprendido
En efecto, el anciano se hallaba de pie justo detrás de él, con una taza similar a la suya y una sonrisa desatisfacción en su rostro.
- ¿Y bien¿ no vas a contestarme que haces levantado tan temprano?
-¿cómo?..-preguntó aturdido
-Son algo así como las 3 de la mañana, escuché el escándalo en la cocina y creí que alguien estaría robando mi ración de galletas de jengibre de la semana...-se sinceró Iroh mientras sacaba una galleta de detrás suyo y le daba una gran mordida.
- ¿qué? -Zuko miraba consternado a su tío¿en realidad era posible que dijese tales tonterías en un momento así?
-ehh...como sea... Pues...no tengo sueño, eso es todo.
-Ahh...no me vengas con esas sobrino...siempre has sido tan impaciente, se que quieres hallarlo, pero no dormir no
te llevará a ningún lado...
-No tienes idea...
-¿De qué?
-De...-el joven se detuvo evaluando si debía contarle a su tio- nada, nada...olvídalo, no tiene importancia...
-Si tiene que ver contigo me importa...-aseguró Iroh acercándose al muchacho y terminando con la galleta de otro
mordisco - Te está desgastando, no es justo que te prohíbas de tal modo el descando, y peor aún que hasta en sueños lo tengas presente...
-No es culpa mía tío...-dijo Zuko cerrando los ojos- tan solo se aparece en mis sueños, siento como si fuera mi única esperanza, como si lentamente curara las heridas que tengo en mi interior...se aparece como si nada y cambia todo el curso de lo que llamo vida, y ni siquiera es real, ni siquiera puedo aspirar a tenerla, ni siquiera a encontrarla¡
-pero…
- No tengo control sobre esto¿sabes como me molesta esto, estoy atrapado en esta pesadilla- gritó el adolescente comenzando a echar chispas por los puños.
Iroh lo miró algo asustado - Eh...¿de quien demonios hablas príncipe Zuko?
Silencio, en las borrosas siluetas del alba se había instalado un silencio incómodo que solo fue interrumpido por la voz de Zuko
-¡qué¿de quien crees que estoy hablando?- respondió Zuko frunciendo el ceño
-¿Que no era acerca del Avatar?
Excelente...había metido la pata, y bien metida...El joven maestro fuego cayó en cuenta de su error y trató de ganar tiempo a su respuesta tomando de un gran sorbo lo que quedaba del té, su tío se rascaba con su mano libre la cabeza.
- si...claro tío, hablaba del avatar...- mintió él, alejándose un poco de Iroh- creo que me descontrolé...((N/A¿desde cuando aceptando que se descontrola o.O? En verdad esta entrando en la locura u.u))
-Sigo sin comprender...-comentó el ex-general viendo como el joven se distraía nuevamente en el este, por donde se despuntaba el amanecer.
-Creo que así es mejor tío...-aceptó el príncipe levantando su vista hacia el matizado cielo, donde las estrellas comenzaban a desaparecer gradualmente...de pronto un grito proveniente del puente del barco captó la atención de los maestros fuego.
-¡Señor! acabo de ver la costa de la ciudad de Meridiam del reino tierra, hay humo señor, una gran cantidad de humo¡- informó un hombre con un telescopio manual. Zuko como impulsado por un resorte llegó hasta donde su telescopio, más potente aún, le permitió cerciorarse de las palabras de su soldado, apuntó justamente hacia delante y lo vió.
Una gran nube de humo negro se veía a lo lejos, ascendía entre el alba como nubes de un mal presagio.
-¡Siga en esa dirección capitán!-ordenó Zuko mirando al hombre- hacia la costa de Meridiam pronto¡
-¡Si Señor¡Aumenten la velocidad, ya oyeron al príncipe¡
Zuko se desvaneció mirando en esa dirección, según sus cálculos el Avatar llegaría a esa ciudad tarde o temprano, el niño ése le llevaba gran ventaja pero si lograba alcanzarlo en Meridiam no le dejaría salir de allí. El viento acarició su pálida cara antes de que él tomase grandes bocanadas de aire.
- Maldito Zhao…-murmuró entre dientes el príncipe.
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Bien¡ XD acabado el primer capi¡ ;; no sean crueles y dejenme un review o mándenme un correo a: . c o m ((quiten los espacios)) -U se acepta de todo hasta cartas bomba o-O
Zuko: me vas a soltar ¬¬
-Naa xD
Zuko: ¬¬ ahh…entonces...supongo que si esta "autora" sigue con esta locura..nos vemos en
el próximo capi T-T
-XD nos vemos¡
Samara-Lestrange