¡Hola a todos! Un placer volver a escribir por aquí. Realmente lamento mi larga ausencia. La inspiración me ha esquivado por completo desde que entré a la universidad. Estoy replanteándome el revisar todos mis anteriores proyectos, modificarlos con mi nuevo estilo y retomarlos para poder terminarlos. Sí, así es. No voy a empezar ninguno nuevo hasta que termine con los que tengo incompletos, o al menos ésa es la intención. De tal manera que releí este fanfic, y descubrí cientos de cosas que podía cambiar y arreglar para hacerlo más interesante para los lectores. Porque al final esto se trata de ustedes, poder escribir algo bueno que les entretenga y les agrade. Así que sin más cháchara, les dejo para que lean, así sean antiguos lectores o nuevos, espero disfruten este fanfic.
Disclaimer: No, el club Winx no me pertenece, es propiedad exclusiva de los empresarios de Rainbow.
Título: Retazos de música y pasión
Pareja principal: RivenxMusa
Universo Alterno
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Capítulo 1. Hallando el comienzo
(Sábado)
Un joven de cabellos purpúreos entró furioso en la habitación azotando la puerta detrás de él logrando que sus dos compañeros que se encontraban recostados en el sofá le miraran con una cara interrogante.
-¡Te dije que no quería novatos Sky!- espetó el muchacho, sintiendo que todos sus músculos estaban tensos. Los otros dos se miraron un momento y retomaron su actitud relajada, muy acostumbrados a lidiar con el carácter explosivo del mayor.
-No había nadie más que estuviera disponible, Riven...ése era el vocalista más competente- respondió el joven rubio, sabiendo que eso no calmaría al recién llegado, pues sólo recibió una mirada de profundo odio como respuesta. Riven se desplomó en una silla mascullando: -No puedo creer que esta ciudad esté tan llena de perdedores. La presentación es en menos de un mes y aún no tenemos un vocalista suplente que no me haga vomitar…-
-A mí no me mires, sabes que hemos estado buscando hasta el cansancio a alguien que pueda suplantar a Brandon- musitó el rubio de ojos celestes tomando un cuaderno de la mesa. Hojeó un poco y tachó el nombre del muchacho que acababa de dejar el departamento, o mejor dicho, que acababa de ser echado casi a patadas por Riven luego de que el pelipúrpura le escuchara cantar.
-No me hables de ese infeliz de Brandon. Todo esto es su maldita culpa, o mejor dicho…todo este lío es culpa de su noviecita que no encontró otro momento para ir a visitar a sus padres y presentarles a su patético prometido-
-Y ahí viene de nuevo…-suspiró el otro muchacho de largo pelo negro, sin apartar su vista del libro que estaba leyendo- ¿Hasta cuándo seguirás con esto Riven? Sabes que por más que te quejes y por más que lo intentemos, no lograremos que Brandon posponga su viaje-
-Helia…-advirtió Riven
-Y pensándolo bien, si cualquiera de nosotros estuviera en su lugar, dudo mucho que optáramos por renunciar a semejante oportunidad, ya sabes….tener la chance de ir hasta Italia con todos los gastos pagados por los señores De Solaria sólo porque quieren conocerte, es algo grande. Dudo mucho que dejarlos plantados sea la mejor primera impresión-
-Sí, sí….estoy al tanto de lo 'especiales' que son los señores De Solaria, Sky…- dijo con burla el de cabellos purpúreos- Pero eso no significa que perdone a Brandon por arruinar esta gran oportunidad para nosotros –
-Vamos, hermano. Todos estamos tan desanimados como tú, pero deprimirnos no nos ayudará en nada. El festival de verano ya está muy cerca, no hay tiempo que perder- comentó el moreno bajando su libro para encarar a sus compañeros- Hemos trabajado tanto y estamos listos para ganar este año, sólo debemos hallar la voz correcta-
El rubio sonrió- Exacto, yo también lo creo. Sólo necesitamos buscar un poco más por la voz correcta…-
-No quiero escuchar eso proviniendo de ti, Sky- gruñó Riven- porque si vuelves a traer otro trovador como el de hace unos minutos juro que haré que te tragues las baquetas de tu batería-
-A por cierto…casi se me olvida- continuó diciendo el ojiceleste, ignorando por completo al mayor- El viernes, luego del ensayo, Brandon me dijo que quiere vernos en la casa de su novia. Al parecer la señorita Stella está preparando una pequeña fiesta para conocer mejor a los amigos de su prometido-
-¿Una fiesta en esa enorme mansión para nosotros? Increíble….me imagino que será todo un evento- dijo Helia
-Brandon dijo que sería algo privado, sólo para sus amigos más cercanos- el rubio solo se encogió de hombros- También es una manera de despedirse antes de su viaje. Creo que de ahora en adelante nuestro colega se irá acostumbrando a ese estilo de vida ¿no creen?–
-Qué bueno saber que nuestro irresponsable amigo vive rodeado de lujos mientras nosotros nos hundimos en la miseria sin un vocalista- gruñó Riven-
-Necesitas tranquilizarte- le reprendió el pelilargo.
-Perdónenme por ser el único que aún piensa que merecemos la oportunidad de grabar un disco y hacer que la gente escuche nuestra música-
-Bien, tratar de razonar contigo es una causa perdida, como siempre- suspiró Helia volviendo a perderse en su libro. Sky hizo otro tanto y continuó revisando el cuaderno. Riven frunció el ceño y prefirió mirar por la ventana del pequeño y desordenado departamento.
El lugar no era muy grande pues en él solo vivían Sky y Brandon. Contaba con dos dormitorios, una cocina, un baño y la salita en la que se encontraban ahora, coronada por un viejo sofá, una televisión y una mesita de centro muy estropeada.
Riven permaneció callado unos minutos antes de aventurarse a sugerir: -Creo que no tenemos muchas opciones sobre la mesa ¿verdad? Quizás, si yo se lo pidiera, Darcy podría…-
-Ni siquiera lo pienses, Riven- dijeron ambos muchachos al mismo tiempo, sin siquiera molestarse en levantar la mirada, sólo escucharon al otro bufar ofendido.
-Lo siento, Riv, pero no vamos a pasar por eso otra vez- comentó Helia- Darcy es una pesadilla. La mujer más caprichosa y mandona que he conocido en mi vida. Actúa como toda una diva consentida y malcriada y cuando no hacemos las cosas como ella quiere es imposible de tratar ¿Acaso no recuerdas que por su causa terminamos peleando entre nosotros? ¡Casi nos separamos!-
-Es cierto…es insoportable- corroboró el rubio- En especial cuando está con esas amiga suyas me siento terriblemente incómodo. Pedirle que nos ayude no está en consideración. Si una vez lo permitimos fue porque recién comenzabas a salir con ella, y queríamos ser buenos amigos intentando aceptarla pero…ella es como una patada en el…-
-Ya entendí, muchachos, ya entendí-
-No seas tan sensible...-suavizó Helia tomando el cuaderno de Sky revisando los nombres tachados que se encontraban en él. Todos eran nombres de los aspirantes a vocalista que Riven se había encargado de rechazar sin piedad alguna- Que tú estés enamorado de ella, no significa que nosotros también tengamos que adorarla, y no es que te estemos juzgando tampoco-
-No estoy enamorado de ella…-
-No es con nosotros con quien debes aclarar esa situación- canturreó el rubio- La que debería escuchar eso es tu mujercita-
-Es que el fortachón no ha intentado cortarla aún porque no tiene las agallas suficientes para enfrentarse a la ira descomunal de Darcy y sus amigas- se rió Helia- ¿Verdad, Riven? Ella siempre ha llevado las riendas de la relación, y no sabes cómo retomarlas ahora-
- Pero ya sabes lo que dicen, si deseas tu libertad de vuelta tienes que pedirla. Aunque no va a ser algo lindo de ver, seguro se lo tomará muy mal. Está demasiado acostumbrada a ir de arriba a abajo con un chico y con otro cada semana. Aunque contigo ha durado bastante…-
-Bueno, ella afirma seguir siendo tu novia pero…creo que todos sabemos que no ha dejado sus viejas mañas ¿verdad? Especialmente tú Riven, porque a pesar de que lo sabes no has hecho nada por acabar con eso-
Riven tenía una mirada asesina en ese momento y un aura no muy amigable- Para empezar, les recuerdo que no estábamos hablando de mí vida personal – siseó el mayor- creo que tenemos problemas más importantes que tratar, eso claro si se deciden a dejar de meter sus narices en los asuntos de otras personas y concentrarse en el tema del vocalista-
-Vale, vale…como quieras…pero deberías pensar en hacer algo con Darcy, comienza a ser muy molesto tenerla revoloteando como un murciélago en el edificio buscándote…- dijo Sky- Siempre debemos mentirle diciéndole que no estás en tu departamento, y hay días en los que no entiende de indirectas y se queda deliberadamente aquí con nosotros esperándote por horas-
-Sky tiene razón, si la evitas tanto está claro que ya no hay nada entre ustedes. Deberías hablar claro con ella y…-
-Lo que yo haga o no con ella es solo mi asunto y no de ustedes. Y si van a seguir con sus tonterías acerca de Darcy y no piensan ponerse al caso con lo del vocalista, me voy a mi departamento- estalló finalmente Riven poniéndose pie, tomando su mochila y su guitarra para salir dando un fuerte portazo. Los otros dos se quedaron viendo la puerta un momento antes de comenzar a reír con complicidad. De verdad que era muy fácil sacar de sus casillas a su compañero de cabellos púrpura.
Riven vivía en el mismo edificio solo que dos pisos más arriba, en un departamento para una sola persona
Desde pequeño siempre había sabido batírselas solo y no estaba muy acostumbrado a tratar con las demás personas. Nunca había tenido muchos amigos hasta antes de conocer a los chicos del piso de abajo, Sky y Brandon, quienes a pesar de su forma de ser, sin pensarlo demasiado, lo aceptaron y lo hicieron sentirse uno más del grupo. Incluso llegaron a compartir su gusto por la música y el sueño de poder tocar en un gran escenario algún día.
No era tan fácil como pensaban. Porque cuando uno no conoce a las personas correctas es muy difícil que las disqueras acepten tus demos.
Y aunque Stella, la novia de Brandon, se había ofrecido a apoyarles económicamente, el problema no radicaba sólo en el auspicio, necesitaban que la gente correcta escuchara sus canciones y se decidiera por lanzarlos profesionalmente.
Aún seguían tratando de comenzar con pequeñas presentaciones en los festivales callejeros y en los lugares donde les conocían, pero nada grande aún. Eso sumado a que tenían que seguir con sus estudios en la universidad y trabajar medio tiempo, los dejaba sin mucho tiempo libre para dedicarse de lleno a la música.
-No tengo ganas de quedarme encerrado en mi habitación- masculló Riven entrando en su departamento. Aún eran las siete de la noche, y era sábado. Podía salir y dar una vuelta, necesitaba relajarse un poco. Tiró su mochila sobre el sofá y caminó hacia su dormitorio en busca de ropa para salir. Cada vez que alguien hablaba de su 'noviecita' no podía evitar sentirse como un león enjaulado. No era uno de sus temas favoritos, siempre trataba de eludirlos.
Y ahora que sus amigos habían echado sal en la herida, no quería quedarse solo viendo la televisión. Por favor…eso no iba para nada con él. Él era el perfecto chico problema, un chico malo…al que no le pintaba para nada el papel de solitario infeliz, no con el físico que tenía y que tanto se esforzaba en conservar. Frunció el ceño una vez más y revisó sus bolsillos para ver con cuánto dinero contaba y una pequeña tarjetita cayó sobre la alfombra. La observó un momento y la levantó. Era la publicidad de un café que recientemente habían inaugurado cerca de la plaza, el día anterior había pasado por allí y una animada pelirroja le había extendido amablemente el papel, cuya leyenda decía: "Café Magix, este sábado, noche de micrófono libre, te esperamos".
Quizás podría arriesgarse.
Quizás si tenía un poco de suerte podría encontrar a alguna persona que pudiera cantar bien.
De todas maneras podría tomarse un buen café, comer algo y disfrutar del ambiente del café, que desde el exterior le había causado muy buena impresión. Sólo por eso había aceptado la publicidad, incluso la había guardado…quizás no sería una mala idea.
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(Sábado)
(Café Magix)
Se podía escuchar el barullo ansioso de los comensales alzándose entre las mesas y las ajetreadas camareras que llevaban los bamboleantes pedidos en sus bandejas. A pesar de que el lugar no estaba lleno, había bastante gente. Y es que el lugar era muy peculiar y llamaba mucho la atención. Era un lugar moderno y bastante fresco. La decoración era original, pero su combinación de colores era sobria a medias luces. La iluminación procedía de unas elegantes lámparas sobre las paredes que emitían una tenue luz anaranjada que se complementaba de maravilla con las pequeñas velas que se hallaban dispuestas en cada mesa.
A los costados del café habían dispuesto juegos de sillones alrededor de mesitas de café, para aquellos que decidieran relajarse un poco más disfrutando de la buena música del lugar. Al fondo se hallaba la barra y la caja registradora. Y en el extremo izquierdo se alzaba una pequeña tarima, donde seguramente se instalarían los que desearan participar de la noche de micrófono libre.
Riven se sentía muy a gusto, lo cual era bastante raro, no había encontrado muchas cosas de las que quejarse y ahora miraba de un lado a otro buscando a quién sería el primer valiente que osaría subirse al escenario. Unos minutos más pasaron y la que al parecer era la administradora del lugar subió a la tarima con un micrófono. Riven enseguida la reconoció como la chica pelirroja que le había entregado la publicidad el día anterior.
-Buenas noches a todos y bienvenidos al café Magix- saludó alegremente y se escucharon algunos aplausos y silbidos- Mi nombre es Bloom y como ya saben esta noche tenemos micrófono libre. Espero que se animen a pasar al escenario y que se diviertan mucho, habrán premios para los mejores cantantes así participen como solistas, duetos o cuartetos, no importa, lo importante es disfrutar el momento y pasarlo en grande- más aplausos se escucharon en el lugar al tiempo que Riven hacía una ligera mueca irónica- así que sin más preámbulos, declaro iniciada la noche de micrófono libre de Magix-
Los concursantes que pasaron no tenían nada que envidiarle a al chico que había corrido del departamento de Sky hacía algunas horas atrás. Todos ellos apestaban para Riven. Primero pasó una chica muy tímida que a la mitad de la canción se quedó en blanco y bajó corriendo del escenario, luego dos chicos que improvisaron un rap muy malo, una chica presumida que más que cantar se dedicó a posar de un lado a otro con el micrófono y por último un muchacho que cantó una canción romántica pero que por estar tan nervioso tumbó el micrófono al suelo y por recogerlo él también cayó de la tarima.
Debía admitir que eso último le había divertido bastante.
Riven ya estaba por su segundo capuchino, y estaba considerando el pedir algo más para picar. No se la estaba pasando tan mal, era divertido ver lo inepta que podía ser la gente. Pero ya había despejado su cabeza y había disfrutado de un delicioso café, quizás ya era hora de irse.
De pronto comenzaron a alzarse algunos murmullos de emoción en el lugar, lo cual llamó su atención. Varios de los presentes miraban con atención al escenario donde colocaban una silla alta y preparan un micrófono con pedestal. La administradora, Bloom, volvía a hacer aparición en la tarima.
-Bueno, bueno estoy muy impresionada, pues hemos tenido increíbles presentaciones hasta ahora…- comenzó diciendo la chica con una gran sonrisa.
-Increíblemente desastrosas- murmuró Riven desde su lugar tomando más de su café.
-…Así que quiero aprovechar este momento para hacer una introducción especial para una artista que estoy segura que los dejará más que asombrados. Desde la ciudad de Armónica, es un placer poder presentarles a mi querida amiga, Musa Monet, recíbanla con un fuerte aplauso-
Varios de los presentes no hicieron esperar sus animados aplausos cuando vieron a una joven de largos cabellos negros subir al escenario cargando una guitarra. Riven no pudo evitar analizarla de pies a cabeza, como tampoco pudo dejar de notar lo bonita que era.
Tenía un largo y sedoso cabello negro, sujeto en dos adorables coletas, su piel eran tan pálida y cremosa. Incluso sus ojos eran increíbles, eran de un brillante color azul que resplandecía por la luz del reflector. A pesar de su atuendo sencillo, se veía como toda una estrella. Sus jeans ajustados a la cadera pero holgados en las piernas, su blusa sin mangas de color celeste y azul, y unos guantes largos sin dedos muy a juego. Era realmente muy bonita.
Riven no se había percatado que estaba poniéndose muy tenso mientras ella con total naturalidad acomodaba el micrófono a su altura, se sentaba en la silla sobre el escenario y tomaba su guitarra disponiéndose a cantar.
-¿Cómo están esta noche?- dijo animadamente logrando instantáneamente cierta simpatía con el público presente- Dije…¿Cómo están esta noche?-
-¡Bien!- gritaron varios muchachos que estaban muy atentos a los movimientos de la joven.
-¡Eso está mucho mejor!- sonrió Musa- Ahora voy a cantarles una canción que significa mucho para mí puesto que la escribí y la compuse para una ocasión tan especial como esta. Espero que la disfruten…-
(N/A: Para esta parte me gustaría recomendarles tres canciones que me ayudaron a ambientar y escribir esta escena: Misguided Ghosts de Paramore, Im with you de Avril Lavigne y Big girls don't cry de Fergie. Sólo clásicos, espero les gusten)
Riven no pudo mover un solo músculo desde el momento en que ella comenzó a rasguear las cuerdas de su guitarra. El muchacho tenía todos y cada uno de sus sentidos fijos en ella mientras escuchaba la hermosa interpretación. Sin nada que criticarle. Cada nota de la guitarra estaba tan afinada, y su voz…Cuando finalmente escuchó su voz alzándose sobre el sonido de la guitarra, sintió que el mundo se detenía por completo, pues era una voz tan femenina, dinámica y enérgica, que era imposible que no llegara a ser contagiosa. Era firme y radiante, pero dulce…muy dulce. Estaba asombrado.
Era la primera vez que se encontraba con una persona tan excepcional. No sólo estaba impactado por su canto y por su destreza con la guitarra, no, claro que no, la verdadera razón de su embobamiento era ella, toda ella, aunque no quisiera admitirlo.
No podía negar que era bastante agraciada, pues sus rasgos eran tan finos como los de una muñeca. Su piel misma parecía ser de porcelana, era tan pálida, y sus ojos tan brillantes como zafiros, su cabello a causa de las luces que se hallaban sobre el escenario, parecía tan sedoso, como una cascada de ébano. Maldita sea…era realmente linda.
Cuando la canción fue llegando a su fin, Riven fue consciente de que él no era el único afectado por la joven, y que la gran mayoría de los hombres en el café no podían disimular sus sonrisas bobaliconas, incluso había uno que se había derramado el café sobre la camisa y ni cuenta se había dado. Riven hizo una ligera mueca de desprecio ante aquello.
Una vez que hubo terminado la canción estallaron los aplausos y los silbidos para Musa. Ella agradeció con una amplia sonrisa y bajó velozmente del escenario para ser recibida cálidamente por Bloom y dos amigas más cerca de la barra, las cuales, para alivio de Riven, bloquearon el avance de unos cuantos valientes que deseaban hablar con la joven morena.
Analizó la situación por unos minutos, tratando de ordenar sus ideas. Sabía que necesitaba acercarse a ella cuanto antes, necesitaba hablarle y saber más. Quería hacerlo. Pero no estaba dispuesto a despojarse de su orgullo y lucir como un bobalicón más. Eso sí que no. No le daría nunca el gusto a ninguna mujer de sentirse con el control sobre él. Él era el que siempre tenía el control. A él debían buscarlo las chicas interesadas, nunca al revés. Pero el seguir allí sentado esperando tampoco era posible. No si aquellos zopilotes seguían intentando atraer su atención.
Al fin pasó un muchacho a cantar un tema muy romántico, al parecer, esperando así poder impresionarla, pero con poco éxito pues el barullo de los comensales no permitía escucharle bien. Poco a poco se iba instaurando un ambiente más sosegado, y el café volvía a estar tranquilo. Al contrario de Riven que seguía tenso en su asiento, analizando cuál sería su siguiente movimiento. Estuvo un rato más, viendo como ella se sentaba con Bloom en una mesa bastante alejada del resto del café para conversar. La vio sacar de su bolsa un cuaderno y varias fotografías que comenzó a compartir con la pelirroja.
Pasaron unos minutos y Bloom tuvo que dejarla para ir a la trastienda, Musa hizo ademán de retirarse apurando su café y guardando sus cosas. Riven al ver su oportunidad, de un salto estuvo de pie y caminando casualmente con dirección a la caja registradora. Sacó su billetera y fingió estar distraído buscando algo. Al ver que ella miraba para otro lado aprovechó para tirar deliberadamente el cuaderno con fotografías que estaba en el borde de la mesa.
Musa volteó y vio sus fotos desparramadas en el suelo junto con su preciado cuaderno.
-Oh lo siento mucho- mintió Riven arrodillándose para tomar las cosas que habían caído- No me fijé por dónde iba-
-¿Qué…? Oh no ha sido nada, pero deberías fijarte más en lo que haces- dijo ella molesta levantándose para recoger sus cosas.
-No te preocupes, yo las levanto- afirmó Riven -Ha sido culpa mía después de todo- dijo el muchacho regalándole una de sus mejores sonrisas: la seductora- Tienes razón debo prestar más atención…aunque si andando distraído puedo tener más encuentros placenteros con chicas tan lindas como tú, pues podría acostumbrarme-
Musa sonrió ligeramente. Riven al levantar las fotografías había aprovechado para darles una ojeada. Alcanzó a ver algunas de ella con sus amigas, otras con un hombre mayor, y algunas de ellas en las que estaba abrazada de un muchacho alto de cabellos negros. Riven hizo una mueca de disgusto -No me digas que es el novio…-murmuró levantando una ceja al tiempo que le entregaba las fotografías. Ella le miró suspicazmente arrugando la nariz para luego quitárselas con agilidad- No, no lo es. Aunque eso no es de tu incumbencia-
-Quizás- dijo él restándole importancia- Aunque si no tienes novio, eso es bueno y malo a la vez-
-¿Por qué lo dices?- Musa comenzaba a sentirse un tanto incómoda, ese muchacho tenía un algo especial que la estaba poniendo muy nerviosa.
-Es malo porque una muñequita tan bonita como tú no debería estar sin novio-
Ella rió ligeramente cruzándose de brazos y mirándole desafiante- ¿Y buena por qué?-
-Porque aquí estoy yo y bastante disponible- dijo el cruzándose de brazos como ella, manteniendo el cuaderno firmemente sujeto- Por cierto, mi nombre es Riven-
-Bueno Riven, déjame decirte que no estoy interesada por el momento. Pero te agradezco la oferta, y si no te molesta desearía mi cuaderno de vuelta- ella extendió su mano esperando recuperarlo, pero él no se movió un solo centímetro.
-¿Segura que no deseas reconsiderar? Sabes, un chico como yo no aparece disponible ante ti todos los días- dijo con arrogancia tomando el cuaderno y examinándolo por encima, tenía la tapa roja una clave de sol negra y el nombre de Musa grabado en relieve.
-Te equivocas, me he topado con muchos chicos como tú. Conozco muy bien a los de tu tipo, amigo. Eres el típico sujeto ególatra con complejo de superioridad-
-¿Has oído la frase nunca juzgues un libro por su portada?-
-Créeme que no tengo la menor duda de que estoy en lo correcto sólo con verte - dijo ella reparando en sus amplios y fuertes brazos, la camiseta ceñida y los pantalones vaqueros ligeramente rasgados. Definitivamente no podía equivocarse, el tipo era un idiota- Estoy hablando en serio, devuélveme mi cuaderno por las buenas porque no querrás que sea yo quien te lo quite por las malas-
-Uy me asustas, muñeca. Aunque debo admitir que deseo saber cómo te comportas de a malas- rió él abriendo el cuaderno, dejando escapar un ligero aroma a frutas, y a pesar de la escasa luz pudo leer varias líneas escritas en las páginas. Parecían poesía…porque rimaban muy bien. Musa jadeó ofendida e hizo un ademán rápido, se puso de pie e intentó arrebatárselo, aunque claro, el galán era mucho más rápido-
-¿¡Cómo te atreves!?- chilló furiosa con las mejillas sonrojadas- ¡Devuélvemelo enseguida!-
-Esto parece…- El muchacho esquivó otros dos intentos fallidos de recuperar el cuaderno y luego volteó a verte completamente sorprendido, como si la viera por primera vez- ¿Tú escribiste esto?-
-¡Eso no te importa! ¡Dame ese cuaderno inmediatamente, es personal!-
-¡Son canciones, tú compusiste esto!- exclamó bastante emocionado, las letras eran muy buenas, sólo con leer algunas se había sentido plenamente identificado- Así que no sólo cantas, también compones…estás llena de sorpresas ¿verdad, muñequita?-
-¡No me llames así!- dijo mirando alrededor, esperando que nadie se hubiese percatado del aprieto en el que se encontraba- ¿¡Y qué si yo compuse eso!? ¡No es tu problema!-
- Al contrario estoy impresionado y me intriga mucho. Deseo hablar un poco más contigo aquí y ahora…- dijo él sonriendo sugerentemente
-¡Deja de hacer el tonto y dame ese cuaderno ya!- Riven sólo se limitó a seguir ojeando las páginas- ¿¡Acaso no me has escuchado?- preguntó molesta-¡Déjame en paz!
Y aunque Musa intentó tomarlo el muchacho con movimientos casi felinos logró esquivarla sonriendo divertido- ¡Escúchame, ése cuaderno es mío y lo quiero de vuelta! ¡No sé qué clase de chica creas que soy, pero te aseguro que te equivocaste de persona! No estoy interesada en sujetos como tú, así que ¿Porqué mejor no inviertes tu tiempo y unos billetes en irte a una esquina y buscarte una que sí pueda consolarte?- dijo ella con las mejillas enrojecidas de furia-
-Hey, tranquila muñeca...-dijo él cerrando el cuaderno, colocándolo en el interior de su chaqueta y acercándose a ella- ¿No puedo hacerte siquiera un cumplido? Sólo quería hablar contigo de la linda voz que tienes. Yo en ningún momento insinué nada de "consolarme" o algo por el estilo…pero claro, al parecer a ti sí se te cruzó por la cabeza- dijo Riven acercándose felinamente y haciendo que ella retrocediera confundida y muy ofendida- Yo no….yo no quise…-
-No pensé que quisieras llevar la conversación por ese lado muñeca- susurró con deleite al ver como las caderas de Musa chocaban contra la mesa, bloqueando todo posible escape. Ella abrió los ojos de par en par al sentir la fuerte mano del muchacho sobre la suya y su calor tan próximo ¿Qué le estaba pasando? ¿Porqué no le respondían sus piernas para correr y alejarse de él?- ¿Sabes?- murmuró aproximándose más- Al ver esa carita tan bonita e inocente que tienes, no puedo evitar preguntarme si realmente…sabrías cómo "consolar" a un hombre de manera adecuada. Aunque…si eres buena y obediente no me importaría enseñarte como hacerlo…seguro que aprendes rápido-
Esa fue la gota que derramó el vaso y que logró traerla nuevamente a la realidad.
Musa se sonrojó de furia y vergüenza. Con mucha agilidad y fuerza estampó ferozmente la palma de su mano en la cara de Riven, haciendo que este ladeara su cabeza ante el impacto. Una marca carmesí se dibujó en su rostro mientras miraba atónito a la joven.
-¿¡Pero qué te pasa!? - gimió él llevándose una mano hacia su mejilla lastimada- ¿¡Estás loca o qué!?
-¡Eres un maldito degenerado!- le gritó acomodando su bolsa sobre sus hombros y avanzando hacia la trastienda del café, donde se encontró con una sorprendida Bloom que trataba de entender qué estaba ocurriendo- ¡Enserio no hay nada que deteste más que a los tipos como tú!- gritó sin siquiera detenerse a darle explicaciones a la pelirroja antes de perderse por una puerta doble.
-¿¡Musa!?- La encargada del local estaba confundida, pero al ver a Riven y la marca en su mejilla, adivinó el resto. Frunció el ceño y se acercó peligrosamente al mayor - Oye, tú….-dijo dirigiéndose a Riven- Te sugiero que te vayas ahora mismo si no quieres que se arme un gran problema aquí. Te aseguro que no dudaré ni un segundo en traer a seguridad para que te saque a golpes si es necesario-
Riven observó que detrás de la muchacha había un par de camareros con caras poco amistosas y que algunos curiosos comenzaban a asomar sus cabezas -Ya escuchaste a la señorita- le gruñó uno de los meseros- Mejor vete antes de que te saquemos a la fuerza- otros muchachos del servicio hicieron acto de presencia tratando de intimidar al problemático joven.
El pelipúrpura recuperó su compostura y mirándoles con desprecio pasó entre ellos a empujones, llegó hasta su mesa, pagó lo que debía por lo consumido y salió del lugar.
Definitivamente esa chiquilla, Musa Monet…lo había puesto en ridículo.
Con su orgullo herido no podía dejar de pensar que aquella joven era una verdadera caja de sorpresas, no podía quitársela de la cabeza, quizás hasta podría convertirse en su obsesión, pues era la primera vez que una mujer le trataba así. Sus estrategias no habían servido, le había humillado y lo peor es que….quizás no volvería a verla.
-No claro que no…-se dijo así mismo. Estaba encaprichado. La quería a ella como la vocalista del grupo. A ella y a nadie más. La quería a ella para demostrarle que sus encantos servían y harían caer a cualquier mujer. Y que ella no sería la excepción.
De eso no había duda. Ya se encargaría el de encontrarla de nuevo. Así tuviera que venir a ese café todas las noches por el resto del año, él se aseguraría de encontrarla y hacerla caer, de demostrarle que ninguna chica se hacía la difícil con Riven.
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Heck yes! Aquí está la segunda versión del primer capítulo, espero que les haya gustado como quedó. Como han podido ver la narración es distinta y creo que subió de nivel, estoy muy satisfecha con el resultado. Quité varias cosas y agregué nuevas para una mejor trama. Y bueno, ya saben lectores, espero sus reviews con críticas y comentarios de la historia, nada es más valioso para mí que saber su opinión, así que hasta pronto.