Capítulo VIII: Camino

By Kilia


- ¿Por que?...He..

Le hizo callar poniendo un dedo sobre sus labios, entonces susurró con la típica voz que solía poner en las misiones peligrosas, cuando estaba de muy mal humor:

- Si pronuncias una sola palabra, Duo Maxwell, me iré e ignoraré todo lo que ha ocurrido. Yo nunca debería haber sentido nada, yo nunca debería haberme dejado llevar así, así que como tu eres el culpable pienso seguir hasta saciar mi ansiedad, esta maldita ansiedad que me has creado -dijo atrayéndole más hacia sí- yo nunca debería haber sentid...o...

Un grito aterrador salió de los labios de Heero, que se desplomó en el suelo y empezó a retorcerse agarrándose la cabeza mientras horribles alaridos podían oírse en toda la casa del terror.

- ¡Heero! ¿Qué te ocurre? ¡Heero!

Duo meneó la cabeza con tristeza mientras caminaba por la acera. Iba a ver a Quatre. Habían pasado ya casi cuatro meses desde el incidente con Heero en la feria. Dos meses de noches de desvelo y ansiedad. Había perdido mucho peso, ya no tenía la misma forma física que antes, ahora estaba flacucho y enfermizo, extremadamente pálido, ahora Quatre era su única esperanza para volver a verlo.

La noche en la que le dio el extraño ataque a Heero llamó inmediatamente a la organización y no tardaron en llegar. Una extraña mujer de cabello negro azulado y corto lo miró con infinito desprecio, haciéndolo sentir hasta un poco culpable, ¿Qué había hecho?. No tardaron en llevárselo en un vehículo privado sin darle casi explicaciones. Desde ese día no había vuelto a verlo, sabía que se había recuperado y que al día siguiente fue trasladado a un lejano planeta tal y como él había pedido, un lugar en guerra, el más peligroso y violento de todos.

Había intentado contactar con él, pero cuando preguntaba a sus superiores por el soldado perfecto le contestaban con evasivas. Nadie parecía dispuesto a cooperar en que lo encontrara. La situación lo estaba consumiendo. Todo había sucedido demasiado deprisa y, para colmo de males, Trowa también había desaparecido, estaría completamente sólo de no ser por Quatre, quien lo ayudaba todos los días en su búsqueda de Heero a través de la red.

Necesitaba verlo, necesitaba aclarar las cosas, sus sentimientos, necesitaba definitivamente encontrarlo, saber que estaba bien...

Llegó a casa de Quatre y como todos los días lo saludó de la misma forma:

-¿Hay novedades?-preguntó con incontenible impaciencia el trenzado-.

El rubio negó con la cabeza con pesadumbre. No había ni rastro de Heero, parecía como si se hubiera esfumado, no había intentado ponerse en contacto con ellos, ni tampoco se oía ninguna noticia de él. El piloto del 04 se sentía traicionado, como si lo hubiera abandonado, y sentía un sentimiento similar por Trowa, quien después de aquel beso no había vuelto a dar señales de vida. La tarde pasó sin novedades, ambos tratando inútilmente de buscarlo en la red, hackeando cualquier base de datos que pudiera servirles para hayar el paradero de Heero y Trowa.

- Duo - pidió el 04 con su voz angelical - no podemos seguir así todos los días de nuestra vida...vamos a hacer algo divertido hoy, esto nos va a matar...por favor, vayamos a algún lado.

- ¿Qué propones? - contestó con gran apatía-.

-Podríamos...no sé...tengo ganas de cocinar, podemos hacer un pastel rico de chocolate

- Como quieras...pero luego nos quedamos hasta tarde revisando estos últimos datos que he encontrado sobre uno de los posibles planetas donde puede estar Heero...

-Claro - sonrió con dulzura- lo encontraremos, ya verás que si, a él y a Trowa

El trenzado no estaba muy convencido de querer encontrar a Trowa, pero había una parte de él que si lo deseaba. Necesitaba saber si sólo había sido su juguete siempre y...bueno, en el fondo le guardaba cariño por todos los años de amistad.

Al principio, las primeras semanas después de la desaparición de Heero, Quatre había mostrado un comportamiento similar al suyo, obsesionado con buscar en la red, haciendo conjeturas, sin poder conciliar el sueño,..., pero eso había empezado a cambiar y lo comprendía, el rubio seguía igual de interesado que antes en encontrarlo, pero trataba de llevarlo de una forma sana. Era consciente de que se estaba hundiendo cada vez más y más, y admiraba a Quatre por su fortaleza. Aunque deseaba seguir investigando, un poco de descanso mental no le vendría nada mal.

Fueron de compras al mercado, y compraron huevos (tuvieron que comprar dobles porque a Duo se le cayó media docena), harina, azúcar, chocolate, fresas y nata.

- ¡El chocolate es el mejor amigo contra la depresión! -exclamó alegremente Quatre- ya verás como te ayuda- dijo tratando de animar a Duo-.

- Está bien Q, hoy estoy mejor, gracias, de verdad, por todo...

- No hay de que - le sonrió- ya verás como todo saldrá bien.

Pagaron todo y salieron a la calle, empezaba a hacer viento. De camino a la casa un hombre encapuchado y vestido de negro los asaltó.

- Ya estáis soltando toda la pasta, mequetrefes.

Durante unos segundos Duo y Quatre lo miraron con incredulidad ¿quién era ese idiota?.

- Me parece que este pobre desgraciado no sabe lo que hace, vamos Q

Trataron de esquivar al desconocido y seguir su camino, pero éste les cortó el paso y los empujó.

- Estoy empezando a ponerme muy nervioso - amenazó con agresividad el ladrón-.

Entonces sacó una pistola y los apuntó.

- Venga, el dinero, y como volváis a intentar huir os mataré a ambos.

Duo miró a su alrededor, no parecía que hubiera nadie más. Miró a Quatre, y ambos miraron por un segundo al maleante con pesadez, y luego se miraron entre ellos con resignación.

- Pff...¿Qué hacemos con él?

- No sé, con las pocas ganas que tengo de ponerme serio ahora...buah... - se quejó el rubio- bastante hemos tenido en las últimas semanas con Heero, nos intentamos relajar y desconectar y aparece "eso" - dijo señalando al que estaba enfrente de ellos-.

- En fin, acabemos rápido con esta payasada, no tiene ni postura defensiva, ni sujeta la pistola de la forma adecuada para disparar, este no tiene ni idea.

- ¡Eh! ¡Dejad de hablar y dadme la pasta, quiero la pasta, ¡YA! ¡qué me estoy poniendo muy nervios...o!

Pero casi ni le dio tiempo a acabar la frase cuando Duo ya le había tirado al suelo y Quatre con un brazo le agarraba el cuello y con otro le retorcía el brazo sin el mayor esfuerzo.

- ¿Le rompo el brazo? - preguntó como quien pregunta si le queda bien una prenda de vestir-.

- Déjalo, no vale la pena

El sujeto de negro no daba crédito a lo que veía, estaba paralizado por el terror. ¿Quiénes eran esos dos jóvenes? ¿Qué le iban a hacer? ¡sólo quería un poco de droga! ¡estaba con el mono!

- Bueno, por lo menos vamos a llevarlo a comisaria, a ver si le va a dar algún susto a alguien - dijo Quatre-.

- Pero lo tenemos que llevar a NUESTRA comisaria, no te olvides de que si este cuenta lo que hemos hecho, van a empezar a investigarnos y eso no les conviene a los jefes.

Llegaron a la base de Preventer. Sabían que les iba a caer una buena bronca por mostrar sus habilidades en medio de la calle... Dieron la contraseña y subieron con el individuo, el cual llevaban como un saco de patatas. Se encontraron justo con la única persona que Duo no quería ver del edificio, la extraña mujer de pelo azul que había estado la noche en la que se llevaron a Heero, de nuevo ella lo fulminó con la mirada y se fue por un pasillo. Llamaron al despacho del jefe y le contaron lo ocurrido.

- ¡¿Cómo que no teníais elección?! ¡Sabéis que estamos siendo vigilados!, ¡Sabéis que tenemos prohibido traer soldados a la Tierra para respetar la alianza! ¡Si este maldito sujeto os describe y os asocian con nosotros podría empezar un nuevo conflicto! - vociferó-.

- Lo sentimos...nosotros...nos sacó un arma y...- trató de disculparse Duo-.

- Podríais haber dejado que os robara y la asociación os lo habría reembolsado, malditos idiotas. ¿Ahora qué hacemos con él?

Miraron al pobre atracador, que se había quitado la máscara. Tenía el cabello rubio oscuro, enmarañado hasta los hombros y los ojos de un azul apagado e inyectados en sangre, estaba muy delgado y pálido, con ojeras. Estaba en una esquina de la habitación y los miraba con temor, miraba al suelo a ratos y balbuceaba.

- No...por favor... no me matéis, sólo quería un poco yo...el mono...no puedo... no me matéis... no me matéis, por favor... -empezó a llorar-.

- No podemos matarlo - sentenció Quatre-.

- ¿Y qué hacemos sino, poner en peligro la paz que tanto ha costado? - le recriminó su jefe-.

Duo suspiró nuevamente y miró por la ventana. Se sentía ajeno a todo aquello, bastantes problemas tenía ya...

- ¿Y si lo convertimos en un soldado? - sugirió de pronto Quatre-.

El rubio sabía que Preventer llevaba un tiempo buscando nuevos reclutas, pero cada vez menos chicos querían saber nada de organizaciones relacionadas con la guerra.

- ¿No ves que es un pobre desgraciado, 04? Si hasta le hacemos un favor...-dijo sacando una mágnum-.

- Por favor, nos haremos cargo - suplicó el rubio- quizás pueda ser útil...

El señor Murase suspiró, después de todo no era justo no darle ni siquiera una oportunidad, era un maleante, sí, pero no sabía las consecuencias de sus actos y, ademas, la pistola con la que los amenazó estaba descargada.

- Está bien 04, está bien...tendrá una oportunidad. Nos ocuparemos de su desintoxicación y después tendrá que pasar los análisis psicológicos. Si no resulta apto para nosotros...en fin, no podemos arriesgarnos..., pero vosotros os vais a encargar de explicarle todo.

Hizo unas llamadas telefónicas y se llevaron al drogadicto, que no paraba de llorar. Tras despedirse, fueron a casa de Quatre, ya se había hecho tarde para ponerse a cocinar, pero aun así decidieron pasar un rato tranquilo, mandaron a pedir comida y trataron de relajarse viendo una película, a pesar de todo Duo no era capaz de desconectar por completo, tenía al ojiazul en la mente ¿Es que nunca iba a aparecer? ¿Por qué se había ido de esa forma? ¿Por qué no se dignaba siquiera a llamarlos?...¿Por qué?...¿Por qué?... ...

Sin darse cuenta, se fue quedando dormido con esas preguntas en su cabeza, hasta que una voz lo sobresaltó.

- ¡Duo! ¡Duo! ¡Despierta! ¡Lo he encontrado!

Se levantó de un saltó y a punto estuvo de tropezarse con la mesa. A su lado, sentado, estaba Quatre temblando, con el portatil sobre sus rodillas. La sensación de alegría que sintió Duo fue indescriptible. Tardó menos de cinco segundos en estar mirando la pantalla, y ahí estaba él, radiante, como siempre. Era la cámara de vigilancia de un hotel. Se sintió gratamente sorprendido, ¿desde cuándo Quatre había aprendido tanto sobre hackear?

Sin embargo, su alegría se vio eclipsada cuando vio de qué planeta se trataba. El soldado perfecto no bromeaba respecto a lo que decía de irse al lugar más alejado y peligroso. Los habitantes de esa colonia estaban gobernados por la organización SN, serpiente negra, al menos la mitad de los habitantes, ya que la otra mitad luchaba por derrotarlos. La organización SN, aprovechando la situación de pobreza que se vivía, ofrecía comida y un techo a todos sus seguidores a cambio de que fueran fieles guerreros. Las verdaderas intenciones de esos locos o a lo que aspiraban le era desconocido. Los que no querían someterse se agrupaban en la mitad este, que había solicitado ayuda a Preventer, la organización que se ocupaba de mantener la paz.

Así que allí estaba Heero... no le extrañaba en absoluto...

- ¡Es increíble! ¡Eres todo un genio Q!

Duo se sentía inmensamente aliviado y preocupado a la vez ¡ese planeta estaba en guerra total! Y para colmo de males no sabía cómo iban a llegar Quatre y él hasta allí. Preventer no les iba a facilitar nada, eso era seguro...y además de todo ahora estaban al cargo de un drogadicto posible futuro soldado.

- Pero...Q...¿cómo vamos a llegar hasta allí? Preventer nos quiere lejos de Heero...o eso creo...

- Tranquilo, lo tengo todo pensado, pero esas ojeras tuyas necesitan un sueño urgente

- Pero si no voy a poder dormir...

- Vamos Duo, estás que no puedes más...No me digas que no te sientes aliviado por haber encontrado a Heero

- Si...pero...

Quatre tenía toda la razón, toda la tensión, incertidumbre y ansiedad que había sentido en los últimos meses se disolvía...y tanto tiempo sin dormir no debía ser bueno...

Finalmente cedió

- Tu ganas...pero mañana cuando venga espero que me lo expliques todo...

- Tranquilo, quédate a dormir, que ya se ha hecho tarde y tienes que estar descansado

- Pero...-dijo Duo haciendo un puchero- ¿dormirás conmigo?...

Y esa noche volvieron a dormir juntos, como tantas noches desde la desaparición de Heero, abrazados como niños en la oscuridad, de la única forma que Duo era capaz de dormir varias horas seguidas.

Aunque apenas hablaban de ello, también esperaban encontrar a Trowa con él, pero ambos se sentían traicionados y no estaban dispuestos a hablar más de la cuenta sobre él.

Mientras, Heero Yuy asistía a una aburrida cena de protocolo. A su lado estaba un hombre de estatura similar, extraño peinado y ojos verdes. Ambos conversaban animadamente de las últimas novedades en el campo de batalla, por el tono de la conversación se podía adivinar que sin duda eran buenas noticias. Les rodeaba un grupo de gente conocida para Duo y Quatre. Estaban su jefe y la mujer de pelo azul.

A la mañana siguiente, cuando Duo despertó, Quatre no se hayaba a su lado. Entre somnoliento y dormido trató de llamarlo, la respuesta no se hizo de esperar, en la puerta apareció Quatre con su delantal rosa y una bandeja con un enorme y apetitoso desayuno.

- No tenías que haberte molestado Q – dijo Duo sonriente y sorprendido-.

- Necesitas reponer fuerzas – contestó Quatre en tono amable y maternal-.

- Últimamente casi parece que somos pareja – bromeó el trenzado-.

- Qué exagerado – rió Quatre-.

Desde que habían localizado a Heero el ambiente estaba mucho más relajado. De pronto Duo se puso serio.

-¿Qué has pensado?

- Vamos a ir a ver a Heero...y el chico del que tenemos que hacernos cargo va a ser la clave...

- Explícate...

- Tenemos que estar seguros de que pasa las pruebas...entonces propondremos un entrenamiento supervisado por nosotros para él en un planeta que no esté muy alejado del de Heero. Después simplemente usaremos nuestras vacaciones para irnos allí, ya sabes que en el espacio hay comunicación constante.

- Eso está muy bien Q... ¡pero es una zona en guerra!

- Tranquilo, en cualquier caso nos infiltraremos entre los envíos de alimentos y ayudas.

- Perfecto, pero lo primero será ocuparnos del desgraciado ese para que sea un buen soldado.

- Debe de estar al llegar, Preventer inventó no se qué tratamiento de desintoxicación física en 24 horas

En un lugar muy lejano, el piloto del 01 observaba con cara de pocos amigos a su jefe. El ambiente estaba tenso.

- ¿Cómo que quieren trasladarme?

- El asunto se está poniendo muy peligroso aquí y Preventer no va a seguir sacrificando tantas vidas. Si no empezamos a tomar ventaja, en el próximo mes nos iremos de aquí.

- Entonces tengo un mes...

- Bueno, has llegado hace dos semanas, se que es poco tiempo, pero debe ser suficiente para ti, soldado perfecto.

- Lamento haberos hecho perder tanto tiempo

- Todo el mundo puede tener un accidente, incluso tú. Y te has recuperado extremadamente rápido, en muy pocos meses.

- Aun no estoy del todo recuperado, sigo teniendo extraños sueños.

El señor Murase asintió

- Es de lo más normal, no pienses mucho en ello, concéntrate en la guerra y tus misiones.

- Por supuesto

Duo y Quatre empezaron a hacer de niñera del drogadicto, que resultó llamarse Take, éste asumió muy bien la situación y, aunque no estaba muy convencido de querer dejar su vida anterior atrás, si que estaba muy convencido de que quería vivir. Su entrenamiento era extremadamente duro, pero lo estaba soportando bien.

Durante los siguientes cuatro meses entrenaron doce horas al día todos los días y, finalmente, llegó el día en el que aprobaron su petición de ir al planeta que deseaban...

Continuará...

Ivanov shinigami: Me alegro mucho de que te este gustando ^^ gomen por la tardanza, soy bastante irregular en eso. Creo que este capítulo no ha sido muy interesante, pero el siguiente lo será

Abby Maxwell: Seguiré escribiendo aunque no te puedo garantizar si tardaré mucho o poco y ya veremos cuándo puede saciarlas jujuju x3

Espero sus reviews! ^^