Capitulo 23

Una segunda oportunidad

Sus pasos hacían eco sordo en las paredes de los pasillos, los últimos meses habían sido difíciles y relativamente estresantes, nuevamente no había podido pegar los ojos en toda la noche, se sentía agotado física y emocionalmente, pero nada había que pudiera hacer al respecto, los sucesos se desencadenaron uno tras otro, sin tener control alguno sobre ellos o el desenlace de los mismos.

Fatigado, tomó asiento bajo el pórtico que daba al patio trasero, sobre el entarimado de madera pulida, recargando la espalda en uno de los pilares cuadrados de madera, perdiendo sus ojos color brea en el claroscuro del naciente día.

El hermoso espectáculo de tonos rojizos y ocres que se fueron posicionando paulatinamente en el oscuro del cielo matutino, aunado al cansancio de los últimos días, aletargó sus sentidos, sumiéndolo en un narcótico sopor que liberó su mente de su cuerpo. No tardó mucho en sumergirse en sus recuerdos, un desagradable recuento de los acontecimientos acaecidos los últimos meses se reprodujeron nítidamente y en orden cronológico en sus pensamientos, aún soñaba con estar en la sala de espera del hospital, aguardando impaciente el inminente desenlace al calvario que durante más de un año él y Hinata sobrellevaran.

«La puerta que daba al final del corredor de la sala de espera se abrió de pronto, Tsunade apareció dejando ver un semblante tan desalentador que de inmediato lo hizo temer lo peor, las rodillas le temblaron incontrolables, no así, mostró fortaleza al ponerse en pie y encararla, empero, la apatía en su rostro no camufló tan bien como quisiera sus nervios a flor de piel.

- Hicimos todo lo que pudimos... la simple frase hizo mayor presión en la dolorosa yaga que crecía en su corazón, apretó los puños, preparándose para lo peor están delicados, demo los bebés lograron sobrevivir...

- ¿Los... bebés? se sintió desubicado, creyendo de momento que se trataba de un error de dicción.

- Así es, son dos..., son hermosos, ellos están... expresó calmada, en un vano intento de darle tranquilidad, iba a agregar algo más a lo dicho pero Sasuke la interrumpió cortante.

- ¿Cómo está ella? no pareció dar mucha importancia a sus hijos, más interesado es saber la suerte de su esposa.

- Durante el parto Hinata sufrió un nuevo infarto... Sasuke desvió automáticamente la mirada y ejerció mayor fuerza al apretar los puños, no así, sin proponérselo, Tsunade evitó que la furia lo dominara quedó muy débil, demo aún está con vida...

- ¿Cuánto tiempo...? moduló tanto cómo le fue posible el quebrado tono de su voz, reprimiéndose para no desmoronarse ahí mismo ¿cuánto tiempo le queda?

- Unas horas, quizás un día más... sin poder hacer más, la mujer de rubios cabellos posó conciliadora su mano en el hombro del joven ella desea pasar sus últimos momentos contigo... alzó la mirada incrédulo, sin acabar de asimilarlo, realmente estaba a punto de desprenderse de ella, del ser que más amaba en el mundo, simplemente no podía concebir su vida sin Hinata a su lado...»

El fuerte llanto de un bebé lo sacó súbitamente de sus pensamientos, con desgano se puso de pie, conduciéndose más dormido que despierto por el largo corredor, dirigiendo calmamente sus pasos hasta el origen del insistente sonido, sonrió irónico, cuando juró revivir a su Clan, nunca imaginó el tremendo lío en que iba a meterse, hasta entonces no tenía ni la menor idea de cómo ser padre, por primera vez agradecía que Ino fuese tan entrometida, le había ayudado bastante los últimos meses, aunque ciertamente le hubiese gustado compartir ese tipo de experiencias junto a Hinata, superar a su lado cualquier adversidad que se les presentara en esa nueva etapa como padres.

«Dudó por un segundo al tomar el picaporte de la puerta frente a él, respiró profundo y exhaló lentamente, por más miedo que tuviera a la perdida, debía ser fuerte, mostrar entereza, sin importar si su alma y sentimientos estuvieran destrozados, no quería que el último recuerdo que tuviera de él la entristeciera, fue una dura lección la que aprendió ese día, pero más dura fue la prueba que le siguió a continuación.

Un nudo se atravesó en su garganta al verla en aquel estado tan endeble, más frágil que nunca, conectada a ese infernal aparato que con su molesto pitido no hacía otra cosa que recordarle lo inútil que era. La observó detenidamente durante unos segundos, nada quedaba de aquella vivacidad que logró prendarlo, lánguida en su lecho, empequeñecida, tenía el rostro exageradamente pálido, demacrado, los labios traslucidos, el genuino aspecto de una moribunda, el ángel de la muerte se había posesionado ya de su ser y nada podía hacer para evitar que se la llevara consigo.

- Sa... Sasuke... Hinata despertó del letargo al notar la presencia de su esposo, extenuada, entreabrió los ojos, posándolos en él, su voz se escuchó distante, en un quedo murmullo que él apenas pudo escuchar.

- Tranquila, no te esfuerces, todo estará bien a partir de ahora se arrodilló junto a su cama y la tomó con sumo cuidado de la mano, depositando un amoroso beso en ella.

- Gomen... profirió a punto del llanto, se sentía molesta, molesta de no haber hecho nada para evitar la tragedia, molesta por dejarlo solo, enojada consigo misma por no tener las fuerzas suficientes para poder abrazarlo y creer en su palabras, creer que todo estaría bien, pero ya de nada valía esforzarse, sabía perfectamente que esa sería la última vez que se verían.

- No fue tu culpa Hime... acarició delicadamente sus negros cabellos, desparramados en la blanca superficie de la almohada, forzándose a mostrar una sonrisa, un gesto vacío que Hinata sabía en realidad no sentía.

- ¿Có-cómo están los bebés? – advirtió el miedo en su voz, un miedo justificado hacía aquellos seres indefensos por los que ella fue capaz de dar su vida a cambio, Sasuke se sintió culpable en cierta medida por no sentirse igual, por rehusarse a verlos y proferirles resentimiento.

- Un poco delicados, aunque Tsunade-sama confía en que ambos sobrevivirán... – mantuvo su falsa sonrisa, evitando transmitirle sus verdaderos sentimientos.

- ¿Estas…? ¿estás molesto conmigo? – lo conocía y sabía que algo no andaba bien, pese a sus intentos por demostrar lo contrario, la voz terminó por entrecortársele y una solitaria lagrima rodó por su mejilla, luchó con todas sus fuerzas por contener el llanto, cosa que fue inútil.

- ¿Por qué? – la miró sorprendido, si el único culpable de lo que estaba ocurriendo era él, le juró que la protegería y no fue capaz de cumplir su promesa.

- Po-por o-ocultártelo, p-por de-dejarte solo co-con ellos... – los sollozos ahogaron sus palabras y las lagrimas brotaron una tras otra, logrando conmover el corazón de su esposo, que seguía haciendo un esfuerzo sobrehumano por dominar sus emociones.

- No digas eso, tú estarás a mi lado – el llanto de ella cesó paulatinamente, logrando serenarse, sabía tan bien como él cuál era su destino.

- E-eres amable al decirlo…, ambos sabemos bien que no será así... – con un grandísimo esfuerzo Hinata posó su mano en la mejilla de él, regalándole una sonrisa sincera.

- Hime... – ese simple gesto lo desarmó por completo, cerró los ojos, sintiendo quizás por última vez el agradable contacto de ella, quería detener ese momento, quedarse así para siempre, a su lado, junto a su querida esposa y sentir su calor.

Tan concentrados estaban el uno en el otro, que no fueron capaces de advertir el momento en el que alguien más irrumpió en la habitación, hasta que ella misma hizo notar su presencia.

- Lamento interrumpir, demo hay algo importante que debo decirles… – ambos se volvieron al mismo tiempo para verla, su total atención se centró en Sakura, quien mostraba inusual firmeza tanto en la pose como en sus palabras»

El llanto del bebé se detuvo de pronto, sumiéndolo todo de nueva cuenta en el silencio, subió a toda prisa las escaleras que daban a la segunda planta de la mansión, sus sentidos se alertaron al ver la puerta abierta de la habitación, tal vez fue un descuido suyo, no obstante quiso asegurarse.

«- ¿Es cierto lo que dices? – la angustia en el rostro de Sasuke se volvió seriedad apenas Sakura terminó de darles a conocer los detalles de lo que sin duda era una pequeña luz de esperanza en el que hasta entonces creyeron era un oscuro túnel sin salida.

- No estoy completamente segura si funcionará o no, jamás antes lo hemos intentado, demo Tsunade-sama opina igual, y está de acuerdo en que existe una oportunidad… – se mostró entusiasmada, cuando su maestra les explicó a Ino y a ella el caso de Hinata, de pronto recordó haber leído algo al respecto en algunos pergaminos de Chiyo-basama.

Dos años atrás le había sido encomendada una importante misión en Sunagakure no Sato, dicha misión duró alrededor de tres meses, en los cuales Suna y Konoha trabajaron conjuntamente para capacitar los ninjas médicos de ambos bandos, compartiendo sus secretos y técnicas en beneficio de la alianza.

- ¿Y si el procedimiento falla? – cuestionó Sasuke, sin variar ni un ápice la solemnidad de su semblante.

- . . . – se quedó callada, no necesitó decir nada para que ambos comprendieran cuál sería el fatídico final.

- Quiero intentarlo – finalmente Hinata se hizo notar, atrayendo la atención de los otros.

- No… de ninguna manera, podrías morir… – de inmediato Sasuke objetó a lo dicho, pero ella no se retractó, mirándolo fijamente, con una determinación y fortaleza que segundos atrás no existían.

- ¿No lo estoy haciendo ya? – le sostuvo por varios segundos la mirada, al final Sasuke terminó por ceder, dejando escapar un suspiro derrotado, bien sabía que cuando ella adoptaba esa actitud no existía poder humano que la hiciera cambiar de opinión.

- Hmp – hizo un mohín fastidiado, pero ya no la contradijo, aunque lo quisiera, ella no iba a retroceder, hasta la fecha Hinata no había renunciado a su camino ninja, algo que admiraba y sin duda fue una de sus tantas cualidades que lo enamoró, pero que a veces ocasionaba más líos de los necesarios.

- Todo estará bien… lo presiento… – sonrió con genuina confianza, siendo ella quien en esta ocasión apretara su mano para infundirle confianza – onegai Sasuke-kun, es mi decisión y me gustaría que la respetaras…

- De acuerdo… – le devolvió la sonrisa, de una forma tan cálida que Sakura no pudo evitar sonrojarse, nunca imaginó que Sasuke pudiese verse más atractivo, era la primera vez en la vida que lo veía proferir aquel gesto, no cabía duda de que Hinata era la persona indicada para él, sin pretenderlo, lograba sacar sus mejores cualidades, de ninguna manera ella, Ino, Karin o cualquier otra persona en la aldea podría haberlo hecho exteriorizar de tal forma sus sentimientos, se sintió alegre por ambos, por su felicidad y entonces se propuso que si estaba en sus manos, haría todo lo posible para que dicha felicidad perdurara, por el bien de sus amigos.

- Le diré a mi maestra que lo preparé todo… – sintiéndose un tanto fuera de lugar, decidió retirarse y darles un rato a solas, mientras el quirófano estaba listo»

Una dulce nana se escuchó tras la puerta de la habitación, suspiró cansado, debió haber previsto que no podría mantenerse quieta por más tiempo, había estado los últimos tres meses en cama, recuperándose del procedimiento que Sakura había llevado a cabo.

En apariencia fue algo relativamente sencillo, inyectar alcohol en la pared del corazón y provocarle intencionalmente un infarto, el reto consistía en que Hinata tuviera las fuerzas suficientes para soportarlo, debió mantenerse en todo momento consiente, sobrellevando estoica el penetrante dolor que el líquido causaba al recorrer sus venas.

Él estuvo en todo momento a su lado, sosteniendo su mano y brindándole lo único que podía, el apoyo necesario para salir una vez más triunfante de lo que parecía una batalla perdida. Para alivio de todos resultó un éxito, el tejido sobrante de su agrandado corazón había muerto gracias a la toxicidad del alcohol, brindándole una nueva oportunidad que alargaba su tiempo de vida, en espera de un nuevo corazón.

- Hinata deberías estar descansando… – le recriminó apenas la vio de pie junto a una de las cunas, arrullando felizmente al causante del anterior escándalo.

- Shhh…., ya se durmió… – hizo caso omiso a sus palabras y por el contrario, terminó reprendiéndolo a él, sin apartar ni un instante los ojos del pequeño bebé de negros cabellos que descansaba en sus brazos – es tan hermoso…

- ¡No me cambies el tema…! – soltó irritado, logrando despertar al durmiente, que no tardó en soltar el llanto.

- Ya lo despertaste… – le miró muy enfadada, haciéndolo retroceder un paso, nunca la había visto exteriorizar su enojo de tal forma, y así de ruda como lo trató, al ver a su pequeño, su rostro se transfiguró en uno lleno de dulzura, meciéndolo con suavidad hasta tranquilizarlo – no llores Itachi-kun, mamá está aquí…

- Hinata… – reiteró preocupado, cosa que ella no pudo ignorar.

- Estoy bien, me siento de maravilla… – le sonrió más calmada – además Sakura-san dijo que gradualmente podía volver a mis actividades normales.

- ¡No me importa lo que diga Sakura…! – estalló de nuevo cuenta y un segundo llanto se dejó escuchar en la cuna opuesta.

- Ya despertaste a Mizuho también – Sasuke puso los ojos en blanco, simplemente no acababa de acostumbrarse a tener niños en casa, al nacer prematuramente, dos meses antes de la fecha señalada, lo mellizos tuvieron que permanecer en la incubadora hasta alcanzar el peso y la talla de un niño normal, «un verdadero milagro», dijo Tsunade al verlos recuperarse de forma tan satisfactoria, sin tener ninguna clase de secuela – tranquila… – Hinata se acercó a la cuna, dispuesta a calmarla, pero Sasuke se le adelantó.

- Descuida, yo me encargo... – Sasuke tomó a Mizuho con sumo cuidado, hacía mes y medio que se hacía cargo de los mellizos, Ino le dio varios consejos que lo sacaron de apuros en los momentos difíciles, aprender a cambiar pañales resultó mucho más pesado que aprender el chidori.

Cierto era que al principio no sintió ninguna clase de interés por ellos, podría decirse incluso que le eran indiferentes, pero bastó verlos para que su concepción cambiara radicalmente, la revolución en su interior no se hizo esperar al cargar a su primogénito en brazos, no comprendía cómo un ser tan pequeño e indefenso podía aferrarse de forma tan aguerrida a la vida, «¿Cuál será su nombre?» le preguntó repentinamente Tusnade aquel día, sacándolo de sus ensimismamiento «El nombre del bebé» repuso, al ver su notoria confusión, Sasuke lo miró detenidamente por unos segundo, dejando ver una involuntaria sonrisa «Itachi… su nombre será Uchiha Itachi» aseguró sin titubear, honrando la memoria de su hermano caído.

Hinata lo observó detenidamente, Sasuke proyectaba una imagen tan paternal al cargar a Mizuho, nombre que le dio en honor a su madre, que le hizo sentirse sumamente dichosa, sufrieron mucho para llegar hasta ahí, pero cada situación dolorosa había valido la pena con tal de ver a su familia unida.

- Haz hecho un buen trabajo… – dijo de pronto al ver como Mizuho se había quedado profundamente dormida en los brazos de padre.

- No como el que seguramente tú harías – espontaneo, besó la frente de la pequeña y la acostó de nueva cuenta en la cuna, Hinata sonrió.

- Eres un buen padre Sasuke-koi… – reiteró, sosteniéndole la mirada – lo digo enserio – él asintió, sabiendo la sinceridad de sus palabras, se acercó a ella y la tomó de los hombros, mientras Itachi quedaba en el medio de ambos.

- Arigatou Hime – le susurró antes de pretender depositar un beso en sus labios, acción que no llegó a concretar, deteniéndose en seco antes de rozar sus labios ante el escandaloso chillido que dejó escapar furiosamente el pequeño – ¿hmp…? ¿y a éste qué le pasa? – alzó una ceja desconcertado, mirando receloso al chiquillo, quien se calló automáticamente luego de que Hinata y él se separaran.

- Creo que está un poco celoso jeje – la joven rió por lo bajo, era gracioso ver la cara descompuesta de Sasuke ante la osadía de su retoño, al apegarse más al seno de su madre – por cierto Sasuke-koi, quisiera visitar hoy a otousan… – Hinata aprovechó su descuido para proponer ese asunto, algo que venía inquietándole desde hacía varios días atrás.

- No me parece una buena idea… – contestó en automático, sin darse siquiera un momento para pensarlo.

- Prometiste que iríamos a la mansión en cuanto me recuperara…– insistió ella, luego de la operación su padre y ella habían tenido una larga charla al respecto.

Cuando lo vio entrar en la habitación Hinata temió lo peor, Sasuke no estaba a su lado y pensar que pudiera hacerle algo malo la aterrorizó, pero contrario a lo que pensaba, Hiashi hizo algo completamente inesperado, la abrazó fuertemente y le pidió perdón, a ella le tomó un minuto asimilarlo, antes de corresponder con igual entusiasmo el abrazo y llorar amargamente en el hombro de su padre, Hiashi la consoló como nunca antes, la trató con gentileza y le hizo saber cuánto la quería.

Por tantos años fantaseó con ese momento, que de vez en cuando aún creía se trataba de una alucinación causada por los medicamentos. Pero no era así, su padre realmente la amaba, estuvo sujeto por tantos años a las estrictas normas de los Hyuuga, que le resultaba imposible mostrar sus verdaderos sentimientos debidamente, muchas cosas fueron aclaradas luego de su charla y desde entonces él había estado visitándola frecuentemente, cosa que a Sasuke no le causaba mucha gracia.

- Y es cierto, no saldrás de casa hasta que estés cien por ciento repuesta… – retomó, tratando de rehuir el tema, sin gustarle para nada la idea, más Hinata no se lo permitió.

- Demo ya me siento perfectamente bien… – aunque su padre y ella habían hecho las paces, Sasuke era un asunto aparte, en el fondo seguía siendo rencoroso y le costaba muchísimo perdonar – ¿no será que evitas a otuosan? – entrecerró los ojos y lo miró con cierto brillo acusador.

- ¿Bromeas?, tu padre me tiene sin cuidado…– atenuó él, fingiendo que le parecía un disparate, lo cierto era que ella tenía la boca llena de verdad y lo último que Sasuke deseaba en esos momentos era pasar un día al lado de su suegro.

- Me gustaría que se llevarán bien… somos familia y…

- ¡¿Familia?!, te desconoció como hija… – no pudo contenerse, y se expresó con sumo desprecio.

- Comprendí por qué hizo lo que hizo y lo perdono por ello… otousan no es malo, un poco duro tal vez... – la acusadora mirada de Sasuke la obligó a corregirse, entendía el por qué de su molestia, pero ahora que los lazos entre su padre y ella se habían unido nuevamente haría todo lo posible por mantenerlos, lo único que faltaba era que Sasuke fuera participe de su felicidad – lo que intento decir es que entiendo sus motivos y en verdad me gusta pasar tiempo con él, ahora que hemos hablado me di cuenta lo mucho que sufrió con la muerte de okaasan, simplemente no supo cómo criarnos él solo…

- Supongo que yo tampoco hubiera sabido qué hacer si te hubiese perdido… – por un minuto se quedó pensativo, Hinata aprovechó su descuido y puso sus más convincentes ojos de borrego tierno a medio morir – eso no significa que me agrade… – antepuso rápidamente a sabiendas del contraataque que se avecinaba – como sea, creí que Sakura vendría hoy a revisarte…

- Es verdad, de hecho ya no ha de tardar… – lo olvidó por completo, antes de Sasuke dijera otra cosa, le pasó a Itachi, quien desde hacía un rato parecía observar divertido el ir y venir las contestaciones de ambas partes – no te preocupes, después de la revisión podremos ir con outousan… – le dio un rápido beso en la mejilla y se apresuró a salir.

- Demo… demo Hinata… – no pudo ni replicar, con una agilidad que hacía meses no tenía, se escabulló por la puerta, dejándolo con la palabra en la boca – ¿Hmp…? – bajó la mirada al pequeño, que le veía fijamente, podría jurar que con la misma seriedad de un adulto – escúchame bien Itachi, jamás dejes que una mujer te domine o estarás perdido… – el pequeño ladeo la cabeza interrogante y Sasuke no pudo evitar pensar con pesar lo fácil que Hinata lograba dominarlo.

Una hora después Sakura se presentó puntualmente en la mansión Uchiha, Hinata aguardaba en la sala de estar al lado de Sasuke, los mellizos se habían quedado nuevamente dormidos, y Sasuke confiaba en que ahora sí, nada los despertaría. El Uchiha observó atento los movimientos Sakura, pendiente a cualquier variación de su semblante.

- ¿Cómo está? – preguntó ansioso una vez que su ex compañera de equipo terminó la revisión

- Tranquilo, todo va bien, mejor de lo que pronostiqué... – no pudo evitar dejar escapar un suspiro aliviado al escucharla.

- ¿Eso significa que ya puedo salir? – Hinata no perdió el tiempo, ignorando deliberadamente la mirada de reproche que Sasuke le dirigía.

- Claro, es más te haría muy bien caminar... – consecuentó Sakura, mientras guardaba sus instrumentos en el maletín negro que yacía en la mesita de centro.

- Arigatou Sakura-san... – Hinata no esperó para ponerse en pie y hacer una respetuosa reverencia.

- No tienes qué agradecer, para mí es un placer... – se rascó la mejilla apenada, su amiga llegaba a ser exageradamente educada en algunas ocasiones, pero estaba satisfecha de saber que la tormenta había pasado.

- ¿Deseas tomar algo? – ofreció amablemente, con el té listo desde hacía varios minutos.

- Realmente me gustaría, demo tengo que volver, Naruto se ha vuelto muy sobreprotector desde que se enteró del bebé y no quiere dejarme sola ni un momento, hoy a penas si me dejo salir sola de casa... – amenizó la pelirosa con algo de vergüenza, tenía cuatro meses de embarazo, cuando le dio la noticia a su esposo este pegó un grito de felicidad tan tremendo, que pudo escucharse en toda Konoha, desde entonces no reparaba en mimos y cuidados, asfixiándola en ocasiones con sus exageradas muestras de preocupación.

- ¿Y cómo va el embarazo? – interpuso Sasuke con peculiar buen humor, luego de la excelente noticia que acababa de darles no podía menos que sentirse feliz.

- De maravilla, el bebé está bien y a penas si he subido de peso... – aseguró con una satisfactoria sonrisa, mientras sus amigos la acompañaban a la salida. – bueno, los dejo, aún tengo que pasar al hospital a dejar algunos reportes...

- Hasta luego y saluda a Naruto-kun de mí parte... – permanecieron en la puerta hasta que Sakura se perdió de vista, Hinata no desaprovechó la oportunidad a solas y encaró nuevamente a su esposo, esta vez sin dar derecho a replica – entonces Sasuke-koi, creo que esto lo decide, iremos a la mansión Hyuuga...

- ¡Hmp...! – ya no hubo escapatoria, a veces odiaba ser tan blando y no poder contradecirla.

Fue una visita mucho más tranquila de lo que Hinata imaginó, su padre se mostró cortés en todo momento, aunque si bien ni Sasuke ni él se dirigieron la palabra, cargó a sus nietos y los colmó de un montón de regalos, encantado de tenerlos consigo. Hanabi y Neji los acompañaron, la primera se mostró menos reacia para con Hinata, ya había asimilado que no era ninguna enemiga a vencer y empezaba a verla como lo que era, su hermana mayor, e inclusive se mostraba más abierta al interactuar con ella, de esa forma fue que Hinata se enteró sobre el compromiso de Neji, finalmente había formalizado su relación con Ten Ten, lo que sorprendió en gran medida a Hinata, fue algo gracioso, ya que apenas Hanabi terminó de decírselo, se volvió a ver a Neji con los ojos desmesuradamente abiertos, su primo se limitó a toser un tanto incomodo, con un sutil sonrojo adornando sus mejillas.

Sasuke estaba presente, pero se mantuvo al margen, observando disimuladamente a Hinata, por más que lo detestara, debía admitir que ella lucía sumamente feliz al lado de su familia, él no podía privarla de eso y evitar que compartiera tiempo a su lado.

- Me alegra que Neji-niisan y Ten Ten-san hayan formalizado su relación... – comentó la joven casualmente mientras acostaban a los pequeños en sus respectivas cunas, ambos lucían tan agotados que dudaba que luego del baño y laleche despertaran en toda la noche – al menos esta vez le fue permitido elegir...

- ¿A qué te refieres? – aguardó paciente su respuesta, que obtuvo luego de que ésta besara la frente de cada uno de sus hijos, antes de retirarse a su propia habitación.

- Cierto, nunca te lo conté... – como si presintiera su reacción, lo condujo a la salida, no habló hasta que cruzaron el umbral de su recamara – antes de casarnos Neji-kun y yo estábamos comprometidos...

- ¡¿Nani?! – vaya que el dato lo tomó por sorpresa, no pudo ocultar la estupefacción que eso le causaba, no así Hinata siguió conduciéndose con la misma tranquilidad de antes – ¡son primos!

- En el Clan Hyuuga eso no importa realmente, lo importante es mantener la pureza de la sangre, nuestro matrimonio fue acordado desde el momento en que nací... – se dirigió a la cómoda y del cajón superior sacó un bonito pijama de seda color blanco.

- ¿Y tú...? ¿tú estabas dispuesta a casarte con él? – la siguió de cerca, denotando cierta paranoia en el alterado tono de su voz, ya decía él que la relación de esos dos era demasiado cercana, no pudo evitar sentirse celoso, tan ofuscado estaba que ni siquiera le importó cuando ella se cambió el kimono por el pijama.

- Supongo que no hubiese sido tan malo, quiero mucho a mi niisan y él a mí... – siguió con su labor, desasiendo el moño que mantenía su cabello sujeto, sin prestar atención a la cólera desatada en su marido.

- Entonces hubieses preferido casarte con él que conmigo – hasta antes de conocer a Hinata, Sasuke nunca se consideró un hombre celoso, ahí era cuando no le quedaba duda de lo mucho que ella lo influenciaba, justo ahora sentía una necesidad incontenible de arrancarle la cabeza a ese estúpido Hyuuga; el sólo pensar que pudiera haber otro hombre en la vida de su Hime le hacía hervir la sangre.

- Si me lo hubieses preguntado hace dos años, te hubiera dicho que si… – se giró lentamente para encararlo.

- ¿Y ahora? – contuvo su rabia, con el rostro tan serio como los esculpidos en la montaña de los Hokages.

- No… – fue su terminante respuesta – no lo haría aunque se me presentara una oportunidad de rectificar el pasado, elegiría estar contigo sin importar qué...

- ¿Estás? – sorpresivamente Hinata acortó la distancia que los separaba, acallándolo con un apasionado besó, queriendo trasmitirle con ello sus sentimientos, se besaron durante un largo rato, como no lo hacían desde que la pesadilla había comenzado – creo que eso lo responde – expresó e un ronco murmullo – sabes que no hemos hecho en mucho tiempo… – le miró significativamente, con una maliciosa sonrisa impresa en los labios, logrando que ella se sonrojara de súbito, sabía perfectamente a lo que se refería – claro, si ya te sientes bien… – le susurró provocativo a la altura del oído, dando inicio al juego de seducción que muy a su pesar habían dejado de lado meses atrás.

- T-te lo dije, me siento de maravilla… – avergonzada y todo, fue consecuente a las intenciones de él, rodeándole el cuello con los delgados brazos, apegando más su cuerpo al suyo.

- Entonces señora Uchiha, creo deberíamos empezar a recuperar el tiempo perdido… – la cargó al vilo, conduciéndola hasta la cama, sin perder la oportunidad de besar su rostro.

- Estoy de acuerdo señor Uchiha jeje… – rió divertida, los labios de él le provocaron algunas cosquillas al hurgar tras su oreja, que correspondió gustosa a través de las caricias y uno que otro beso travieso, no fue más que un preámbulo a la noche de desatada pasión, lujuria y amor que ambos experimentaron.

Un nuevo horizonte se presentó ante sus ojos y esta vez harían cuánto estuviera en sus manos por no desaprovechar la segunda oportunidad que el destino les había regalado para ser felices.

FIN


NOTA FINAL DE SALEM:

El desenlace fue un poco pasteloso, pero qué más da (OMG creo que me excedí leyendo shojos XD), y hubiera cerrado con el lemon, de no ser porque no me cuadraba el asunto o-ó (aunque también me dio un poco de florjera escribirlo jaja), igual y me daré vuelo escribiendo en el próximo fic, oh si, escribiré un nuevo fic (debería terminar el que tengo pendiente u-ú, pero neh, sigo bloqueada XP), a decir verdad ya escribí el primer capítulo, pienso publicarlo en un par de días más, viene siendo una miní continuación de éste fic, llevará por nombre Rewrite. Es un experimento que me vino a la cabeza cuando andaba escribiendo los últimos capítulos, igual y puede leerse como una historia independiente, la trama girará en torno a Hina, pero lo cierto es que Sasuke tendrá mucho más que ver jeje, por lo pronto aquí les dejo los datos por si les interesa:

Titulo: Rewrite

Resumen: Por más que lo deseemos, la felicidad no es eterna, puedes alargar el momento de la despedida, pero eso no evitará que se marche. «Si la vida me diera una segunda oportunidad, quizás lo haría mejor ésta vez...»

En mi tiempo de ocio y mientras trataba de inspirarme para acabar éste capítulo, hice un dibujillo de la family Uchiha (no pude resistirme *-*), lo puse en mi perfil, sólo hay que darle clic en angelmarion, mi cuenta de deviantart XD.

Ya me despido, muchísimas gracias por seguir la historia y muchas más por todo el apoyo que me dieron a lo largo de estos meses, ser escritor de fics no es tan fácil como una cree cuando se dedica a leerlos únicamente (lo digo por experiencia jeje), se tiene que plantear todos los cómo y por qué de cada acción, aparte cuidar la redacción y la ortografía, que para mí en lo particular siempre ha sido una piedrita en el zapato, sin contar con que debe de meterse literalmente en la mente de cada personaje e imaginar cómo actuaria en "x" o "y" situación, pero igual me divertí y quedé satisfecha por todas las cosas que aprendí a la hora de formular los capítulos y claro, al recibir sus comentarios, y como esto no es un adiós, si no un hasta luego, (eso si deciden seguir leyendo las locuras que se le ocurren a esta escritora XD, de antemano les aviso que no será un final muy happy que digamos, en realidad ni siquiera he pensado en un final o-O, pero lo que llevo escrito me va gustando XD) saludos, besos y abrazos para toda(o)s, nos estamos leyendo, ja né…

PD: Pido una enorme disculpa por no contestar los comentarios, es que me iba a tardar más en actualizar si lo hacía n-nU (pero lo enfiestada quién me lo quita XD), muchas gracias a: jazmin, yusha, soficard, LennaParis, Chie Abi, RebeKyuubi, aiko uchiha, gesy, dark27angel, Hiromi-kun, Naoko Ichigo, Mizuno Gina (adore tu comentario XD, aunque mare!, me dioooo mieeeedo o-ó), flordezereso, Dark Amy-chan, okashira janet, helenhr, Mikan McBlack, DBSK_92, EthereldCrow, xxXkmiXxx, Lady Susan, Selyna Kou, Sayuri Koitsumi, naruhinaloves30, aoilove, FEGA, maky_mar, xxrisxx, Okamirakuen y maiaiauchiha, que se tomaron la molestia de dejarme un review en el capitulo anterior, ahora síp, con esto cierro el telón.

~°~Salem~°~